Sei sulla pagina 1di 26

40 DÍAS DE PROPÓSITO

(Lanzamiento Pre Campaña)

¿Por qué «Cuarenta Días»? De la Biblia resulta evidente que


para Dios un período de cuarenta días es espiritualmente
significativo. Según la Biblia, siempre que Dios quiso
preparar a alguien para llevar a cabo sus propósitos se valió
de cuarenta días. Les leo algunos casos:
 La vida de Noé, transformada por 40 días de lluvia.
 Moisés, transformado luego de pasar 40 días en el
Monte Sinaí.
 Los espías, transformados después de pasar 40 días en
la tierra prometida.
 David, transformado después de que Goliat los
desafiara por 40 días.
 Elías, transformado cuando Dios, con una sola comida,
le dio fuerzas por 40 días.
 La ciudad de Nínive, transformada cuando Dios les dio
a los ciudadanos 40 días para arrepentirse.
 Jesús, que recibió poder después de permanecer 40
días en el desierto.
 Los discípulos, transformados al estar con Jesús 40 días
después de su resurrección.
Los próximos cuarenta días transformarán nuestras vidas.
Al final de estos cuarenta días ninguno podrá considerar a la
vida de la misma manera que hasta ahora. Por eso espero
que nos hagas llegar tu historia. Puedes enviarla a
cead@centroevangelistico.com Cuéntanos tu historia, la
historia de tu grupo o la historia de tu iglesia.

Todos los viajes comienzan con un primer paso, un Acto de


Compromiso. Debemos orar y decir: «Dios, toma mi vida en
tus manos. Toma mi futuro en tus manos. Toma los
próximos cuarenta días en tus manos. Toma nuestras almas
en tus manos».

La pregunta fundamental que podemos hacernos en la vida


es: «¿Para qué estoy aquí en esta tierra? ¿Cuál es mi
propósito? ¿Por qué estoy vivo?».

La Biblia dice que Dios nunca creó nada sin un propósito, sin
una razón. Toda planta tiene un propósito, todo animal
tiene un propósito, toda roca tiene un propósito. Todo lo
que Dios creó tiene un propósito. Si estás vivo, si respiras,
es porque Dios tiene un propósito para tu vida.

En su guía de citas bíblicas, lean en voz alta Colosenses


1:16 (BEM): «Porque todo, absolutamente todo
en el cielo y en la tierra, visible e invisible...
todo comenzó en él y para los propósitos de él».

Nota la frase «para los propósitos de El». –


Dios tiene un propósito para tu vida; de lo contrario, no
estarías vivo, pero no lo descubrirás buscando en tu
interior. No lo descifrarás de la lectura de libros de
autoayuda. Solo descubrirás tu propósito meditando en tu
creador. Fuiste creado por Dios y para Dios. Hasta que no
entiendas esto, la vida nunca tendrá sentido. La Biblia dice
que Proverbios 16:4 (NBV). «Toda obra del Señor
tiene un propósito»

Dios te creó por cinco razones:

1. Fuiste planeado para agradar a Dios.

Apocalipsis 4:11 (NBV) «Señor, eres digno de


recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú
creaste el universo. Lo que existe, existe porque
tú quisiste crearlo».
(KJB) «Porque tú creaste todas las cosas;
existen y fueron creadas para ser de tu agrado».

La Biblia nos dice que «Dios es amor». No dice que Dios


tiene amor. ¡Él es amor! El amor es algo maravilloso pero se
requiere de un objeto. Si voy de aquí para allá diciendo:
«Tengo tanto amor» pero no amo a nada en particular, ya
sea un animal, una persona o cualquier otra cosa, ¿para qué
sirve? Según la Biblia, Dios te hizo sencillamente para poder
amarte. Esa es la primera razón por la que te creó. Dios te
creó para amarte.
Dios no necesitaba crearte. No se sentía solo. Dios es amor
y está en relación consigo en la Trinidad: el Padre, el Hijo y
el Espíritu Santo. Dios no se sentía solo. No nos necesitaba.
Pero eligió crearnos. Eligió hacernos para que fuéramos de
su agrado. Él nos conoce por completo; y, sin embargo, nos
ama y quiere que nosotros a su vez le conozcamos y le
amemos.

No hay nada, no hay ninguna otra cosa en la creación, que


tenga este privilegio: poder conocer y amar a Dios. Dios se
complace en ello.

La Biblia dice esto

Oseas 6:6 (NVI) «Lo que pido de ustedes es


amor y no sacrificios, conocimiento de Dios y no
holocausto».

¿Puedes sentir la intensidad de Dios en este versículo? Dios


dice: «Lo que realmente me importa es que me conozcan y
me amen». Esos son los objetivos primarios de tu vida. Son
el primer propósito de la vida: conocer a Dios y amarlo. Es
la manera de agradar a Dios.

Lo más importante que podemos llegar a comprender en


la vida es que Dios nos ama. Y lo más importante que
podemos llegar a hacer en esta vida es amar a Dios.
Oración: «Dios, aunque sea lo único que haga hoy, quiero
conocerte un poco más y amarte un poco mejor. Si al final
del día, te amo y te conozco algo mejor, entonces el día
habrá valido la pena

¿Cuál es el mandamiento más importante de la ley?»

Mateo 22 (NVI) «Ama al Señor tu Dios con todo


tu corazón, con todo tu ser y con toda tu
mente… Éste es el primero y el más importante
de los mandamientos».

No hay nada parecido a esto: amar y conocer a Dios de todo


corazón y con toda nuestra mente.

La Biblia tiene una palabra para esto, este asunto de


«agradar a Dios, conocer y amar a Dios, tener una relación
con él». La palabra que resume el agradar a Dios es
«adoración». Siempre que agradas a Dios lo estarás
adorando. El primer propósito de tu vida es adorar a Dios,
conocerle.

En la actualidad la adoración ha sido restringida a ser un


sinónimo de música. Para muchas personas la adoración y la
música son la misma cosa.

La música es un instrumento para la adoración pero la


adoración no se limita a la música. La adoración no es
música y, mucho menos, un estilo de música.
La música «cristiana» no existe como tal: Sólo hay letras
cristianas. No hay melodías espirituales. Son las palabras las
que convierten una canción en sagrada

La adoración es mucho más que la música. La adoración es


un estilo de vida que agrada a Dios. En el Salmo 105:4
se nos manda «adorarlo continuamente». Esto
significa que la adoración es un estilo de vida de todo el día.

Evaluación: ¿Cuánto de mi vida dedico a agradar a Dios?


Nada – Toda – Entre todo y nada. Ponte una calificación
para evaluar cuánto de tu vida dedicas a agradar a Dios.

La adoración no es para tu propio beneficio. La adoración es


para Dios, no para ti. Si dices: «No recibí nada de la
adoración», adoraste a Dios por los motivos equivocados. La
adoración es para beneficio de Dios.

En realidad, podríamos resumir la adoración en una sola


palabra: ENTREGA. Cuando rindo mi vida a Dios o me
entrego –siempre que lo haga– estoy adorando a Dios. La
adoración será del agrado de Dios y habré cumplido el
primer propósito de mi vida.

Fíjense en este versículo. La Biblia dice:


Romanos 12:1b (TLA) Por eso, hermanos míos,
ya que Dios es tan bueno con ustedes, les ruego
que dediquen toda su vida a servirle y a hacer
todo lo que a él le agrada. Así es como se le
debe adorar.
En eso consiste la verdadera adoración. La verdadera
adoración es ofrecerme a Dios. Dios quiere que le ofrezcas
tu vida, tu vida entera, como acto de adoración.

Ese es el primer propósito de tu vida. Fuiste planeado para


el agrado de Dios. Fuiste creado para adorar a Dios: para
conocerlo y amarlo, y disfrutar de él para siempre.

A continuación veamos, el segundo propósito de tu vida…

2. Fuiste hecho para integrar la familia de Dios.

La Biblia dice esto en Efesios 1:5 (NLT) «Su plan


inmutable siempre ha sido adoptarnos en su
propia familia, trayéndonos a él mediante Cristo
Jesús. Esto ha sido muy de su agrado».

Dios quería una familia. No se sentía solo pero quería tener


una familia

Cuando comprendas esto nunca más vas a luchar con


complejos de inferioridad.

Fuimos hechos para integrar la familia de Dios De hecho,


nuestra familia espiritual sobrevivirá a la familia física. La
iglesia de Dios que va a continuar por siempre, y para
siempre, y por lo siglos de los siglos, y por la eternidad.
Hebreos 2:11 (NVI) «Tanto el que santifica como
los que son santificados tienen un mismo origen
, por lo cual Jesús no se avergüenza de
llamarlos hermanos».

Jesucristo no se avergüenza de llamarnos sus hermanos


porque pertenecemos a la misma familia.

La vida cristiana es mucho más que simplemente creer.


También significa pertenecer. Somos parte de una familia.
Con la conversión también nos convertimos en miembros
de una familia.

La Biblia dice que no solo perteneces a Dios sino que


perteneces a todos los demás cristianos de la familia de
Dios.

Dios no te hizo para que anduvieras solo por la vida. El


propósito era que pertenecieras a la familia espiritual, a la
iglesia.

¿Qué familia es esta? Esta familia es la iglesia

1 Timoteo 3:15 «… Así sabrás cómo debemos


comportarnos los que pertenecemos a la iglesia,
que es la familia del Dios vivo. La iglesia
sostiene y defiende la verdad.»
¿Qué pasa cuando un edificio no tiene fundamento? y
¿Cuándo carece de columnas? Se derrumba.

La Biblia dice que la iglesia es un cuerpo, no un negocio. Es


un organismo, no una organización. Es una familia, no una
institución. Por lo tanto, debemos edificarla sobre la base
de relaciones y no en función de reglas, regulaciones y ritos.
La Biblia dice que un cristiano sin una congregación local es
un huérfano. La Biblia dice esto en

Romanos 12:5 (CST) «También nosotros, siendo


muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y
cada miembro está unido a todos los demás».

Di conmigo: Nos necesitamos. Puedes no darte cuenta de


esto pero necesitas a todos los demás cristianos y necesitas
el apoyo de los cristianos de la iglesia, tu familia. No fuiste
hecho para ir simplemente por la vida dependiendo de tus
propias fuerzas.

Existen muchos creyentes flotantes, que saltan de iglesia en


iglesia. «Esta semana voy a ir a esta iglesia, la semana que
viene voy a ir a aquella iglesia, la próxima voy a ir a alguna
otra». No están unidos al cuerpo de Cristo. La Biblia dice
que cada uno de nosotros somos un órgano vital del cuerpo.

La Biblia llama a la iglesia el cuerpo de Cristo. He escuchado


a la gente decir: «A mí me gusta Jesús; pero no me gusta la
iglesia». Eso es como si nos dijeran: «Me gusta usted, pero
no puedo soportar su cuerpo». La Biblia llama a la iglesia, la
esposa de Cristo (Efesios 5 NVI) . Decir que no necesitas una
iglesia es como si te dijeran: «Me gustas, pero no soporto a
tu esposa». Te ofenderías. Jesús también se ofende.

Tú Debes ser parte de la familia y asumir un compromiso.


Cuanto más madures en tu crecimiento como creyente más
vas a amar y a valorar a la iglesia. Si no aprendes a amar a la
iglesia no te va a gustar el cielo porque allí estarán estas
mismas personas.

Una de las cosas que Dios quiere que tú hagas en la tierra es


aprender a amar, porque Dios es amor. ¿Sabes lo que vas a
hacer en el cielo? Una de las cuatro cosas que harás en el
cielo es amar a otros creyentes.

Dios te puso en la tierra para que practiques y aprenda


cómo amar a otros cristianos. No a los cristianos perfectos e
ideales, sino a los cristianos imperfectos y reales. Dios
quiere que practiques para que aprendas a amar.

En la familia de Dios hay responsabilidades familiares. Hay


más de cincuenta mandamientos en la Biblia que no se
pueden obedecer si no estás vinculado a la familia de la
iglesia local. La Biblia dice esto

1 Pedro 3:8 (NVI) «En fin, vivan en armonía los


unos con los otros; compartan penas y alegrías,
practiquen el amor fraternal, sean compasivos y
humildes

La iglesia local es el laboratorio donde se aprende el amor


verdadero. Allí es donde debemos practicar. Es el
laboratorio para aprender a amar en serio.

Hay una palabra para esto. Así como hay una palabra para
agradar a Dios: la adoración. La palabra para aprender a
amar a otros creyentes es comunión o compañerismo.

La palabra para «comunión» en la Biblia es la palabra en


griego koinonía. Literalmente significa estar tan
comprometidos con los demás como lo estamos con
Jesucristo. La comunión auténtica implica tener tanto
compromiso con los demás como el que tenemos con
Jesucristo. Ese es el segundo propósito de tu vida. Dios
quiere que aprendas a amar a los otros miembros de su
familia porque vas a pasar la eternidad con ellos. Si no
aprendes a amarlos aquí, no alcanzarás uno de los
propósitos por los que estás aquí.

Más de 58 veces en el Nuevo Testamento se usa la frase


«unos a otros»: ámense unos a otros, cuídense unos a otros,
oren unos por otros, salúdense unos a otros, ayúdense unos
a otros, sírvanse unos a otros. Éstas son nuestras
responsabilidades familiares.
El problema de hoy es que la mayoría de los cristianos
conocen Juan 3:16; pero desconocen…

1 Juan 3:16. «En esto conocemos lo que es el


amor: en que Jesucristo entregó su vida por
nosotros. Así también nosotros debemos
entregar la vida por nuestros hermanos».

En esto consiste la comunión de verdad: en estar dispuestos


a entregar nuestra vida por otros creyentes.

Evaluación: evalúa tu grado de comunión: ¿Qué tan intensa


es mi comunión con otros creyentes? Ponte una calificación.

Repasemos. Fuiste planeado para agradar a Dios, y por lo


tanto el primer propósito de tu vida es adorar. Segundo,
fuiste hecho para integrar la familia de Dios. Tu segundo
propósito en la vida es tener comunión con tus hermanos.

Pasemos al tercer propósito.

3. Fuiste creado para ser como Cristo.

Otra vez, la Biblia es muy clara.


Romanos 8:29 (NVI) «Porque a los que Dios
conoció de antemano, también los predestinó a
ser transformados según la imagen de su Hijo,
para que él [es decir, Jesús] sea el primogénito
entre muchos hermanos».
Este no es un plan secundario de Dios. Forma parte de su
plan original. Recuerda que ya en la Creación Dios dijo:

«Hagamos al ser humano a nuestra imagen y


semejanza».
Desde el principio de los tiempos Dios quiso hacernos a su
imagen.

Esta es la tercera razón por la que estás en la tierra. Él te


puso aquí para desarrollar tu carácter, para que seas como
Jesucristo.

Filipenses 2.5 (NVI) «La actitud de ustedes debe


ser como la de Cristo Jesús».

La vida comienza a tener sentido cuando entiendes esto:


que el propósito de Dios es que seas como Jesucristo.

Probablemente la pregunta más difícil que me hacen como


pastor es: «¿Por qué me pasa esto a mí?» Todos nos
preguntamos ¿por qué? Les diré por qué. Dios Porque
quiere transformarnos para que seamos como Jesús.

2 Corintios 3:18b (TLA) « Somos como un


espejo que refleja la grandeza del Señor, quien
cambia nuestra vida. Gracias a la acción de su
Espíritu en nosotros, cada vez nos parecemos
más a é».
Esa es la meta de Dios. Su tercer objetivo es transformar tu
carácter y hacerte como su Hijo, Jesucristo.

El proceso de transformación para ser como Cristo Jesús


tiene un nombre. Se llama discipulado. Ese es el tercer
propósito de tu vida: ser semejante a Jesucristo.

¿Cómo lo hace Dios? ¿Cómo hace Dios para hacernos como


Jesucristo? Lo hace de muchas y diversas maneras. Y
durante estos 40 Días de Propósito vamos a ver todas esas
diferentes maneras que Dios usa. Dios usa su Espíritu Santo.
Él usa la Biblia. Él usa a otras personas. Sorprendentemente,
él usa la tentación. Y él hasta usa los problemas.

2 Corintios 4:17 (NVI) «Pues los sufrimientos


ligeros y efímeros que ahora padecemos
producen una gloria eterna que vale muchísimo
más que todo sufrimiento».

Todos los problemas de tu vida tienen un propósito. Todos


los problema en tu vida: los pequeños, los medianos, los
grandes; todos ellos tienen un propósito y el propósito es
darte la oportunidad de desarrollar el carácter.

Algunas personas creen que cuando se convierten en


cristianos todos sus problemas se acabarán. ¿Por qué iba
Dios a hacer eso? Tenemos muchísimos problemas y Dios
no se deshace de ellos porque él está más interesado en
nuestro carácter que en nuestra comodidad. Su tercer
objetivo es que seas como su Hijo.

La pregunta, entonces, debería ser otra: ¿Cómo es Jesús?

Encontramos un cuadro perfecto de Jesús en el fruto del


Espíritu.
Gálatas 5:22 «El fruto del Espíritu es amor,
alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad,
fidelidad, humildad y dominio propio».
Es un cuadro perfecto de Jesús. Jesús era la expresión más
completa del amor, el gozo, la paz, la paciencia, y todas las
demás cosas. Para que seas como Cristo Dios quiere llenar
tu vida con amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad
y todo lo demás.

Entonces la pregunta es: ¿Cómo produce Dios el fruto del


Espíritu en nuestra vida?

Dios produce los frutos del Espíritu en tu vida poniéndote


en exactamente la situación contraria.

Tomemos, por ejemplo, el amor. Es fácil amar a la gente


agradable como yo. Pero para enseñarnos amor verdadero
Dios nos va a colocar en un círculo de personas NGE
(Necesitados de Gracia Extra). ¿Por qué? Porque el amor es
incondicional. No depende de si las personas me caen bien
o no.
El gozo. El gozo no es lo mismo que la alegría. La alegría
depende de las circunstancias.

¿Dónde nos enseña Dios paciencia? Terminas esperando y


esperando en el consultorio de un doctor o en un
embotellamiento de tráfico

¿Cuál es el objetivo? El objetivo es alcanzar la madurez


espiritual. ¿Qué es la madurez espiritual? Es ser como Jesús.

Califícate a ti mismo con respecto a este tercer propósito de


Dios para tu vida. ¿Cuánto de mi carácter es como Cristo?
No mucho – Bien desarrollado – Bastante. El proceso divino
para que seas más como Jesús se llama discipulado.

–Un comentario al margen.– La madurez espiritual


instantánea tampoco existe. Lleva tiempo. Dios no tiene
prisa. Tú puedes tener prisa. Yo me apresuro. Pero Dios no
tiene prisa. Él va a tomar toda tu vida para que sea como
Cristo

Filipenses 1:6 «Estoy convencido de esto: el que


comenzó tan buena obra en ustedes la irá
perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús».

Dios terminará lo que comenzó en tu vida. Por lo tanto,


cuando comiences a deprimirte y a pensar «no estoy
creciendo demasiado en Cristo» recuerda que aunque
todavía no eres lo que habrás de ser, tampoco eres lo que
eras. ¡Gracias a Dios!

Como repaso:
Primero: fuiste planeado para agradar a Dios. Por eso tu
primer propósito en la vida es adorar.
Segundo: fuiste hecho para integrar la familia de Dios. Por
ello tu segundo propósito en la vida es tener comunión con
otros creyentes y amar a todos.
Tercero: fuiste creado para ser como Cristo. Por eso tu
tercer propósito en la vida es el discipulado.

4. Fuiste formado para servir a Dios

Dios tiene prevista una función única para ti en el cuerpo de


la iglesia. Otra vez, encontramos esto en Efesios 2:10:
«Porque somos hechura de Dios, creados en
Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios
dispuso de antemano a fin de que las pongamos
en práctica».

Dios planeó de antemano que tú hicieras buenas obras


mientras estuvieras aquí en la tierra.

Estas buenas obras también se conocen con otro nombre: tu


ministerio o servicio.

La Biblia dice muy claramente que fuiste creado para servir


a Dios, fuiste formado para servir a Dios, fuiste salvado para
servir a Dios, fuiste llamado para servir a Dios, se te dieron
dones para servir a Dios y se te encomendado servir a Dios.

La Biblia dice que todos los creyentes son ministros. No


todos los cristianos pueden ser pastores pero todos los
cristianos son ministros. En la Biblia la palabra «siervo» y la
palabra «ministro» son exactamente la misma. El siervo es
un ministro y el ministro es un siervo. En la Biblia la palabra
«servicio» y la palabra «ministerio» son exactamente la
misma palabra. No hay diferencia entre servicio y
ministerio.

Entonces, ¿qué es el ministerio? Siempre que uses tus


talentos, tus habilidades y tus dones para testificar en el
nombre de Jesucristo, eso se llama ministerio. Ministerio es
amar a tu prójimo como a ti mismo.

La Biblia dice que Dios te «ha cableado» o te ha formado de


manera única para un servicio en particular mientras estés
aquí en la tierra. La Biblia dice

Salmo 139:13 (NVI) «Tú creaste mis entrañas;


me formaste en el vientre de mi madre».

Durante los 40 Días de Propósito vamos a ayudarte a


descubrir tu forma de servicio a Dios. Hay cinco factores que
vamos a ver en mayor detalle – FORMA.

La F de «Formación espiritual», los dones espirituales.


La O de «Oportunidades» para tu corazón. ¿Qué te gusta
hacer? Los dones espirituales son aquellas cosas para las
que tienes talento
La R son los «Recursos», las habilidades. Cuentas con tus
habilidades desde el momento de tu nacimiento.
La M, de «Mi personalidad». Dios nos ha «cableado» de
diversas maneras porque Dios ama la diversidad
La A corresponde a los «Antecedentes» o a tus experiencias.
Dios nunca desperdicia una experiencia.

Dios quiere que uses tu FORMA para servir a otros


1 Pedro 4:10 (NVI) «Cada uno ponga al servicio
de los demás el don que haya recibido,
administrando fielmente la gracia de Dios en
sus diversas formas».

No dice que debemos usarlos para ganar un montón de


dinero, ni para ser reconocidos ni para ser famosos. Dice:
«Te he dado talentos y habilidades para beneficio de otras
personas. Y los talentos y habilidades de los demás son para
beneficio tuyo. Tu bendición es ser de bendición».

Hay algunas ideas equivocadas con respecto al cielo. En el


cielo no vamos a estar sentados en las nubes, vestidos con
túnicas blancas y tocando arpas. Para mí, ¡eso sería un
infierno! No puedo pensar en nada más aburrido. Una de las
cosas que haremos en el cielo será servir a Dios. Servirás a
Dios en el cielo, así como lo has hecho en la tierra, donde
Dios te ha dado la oportunidad de practicar el amor y el
compañerismo.

Hay un nombre para esto. Usar tu «forma» para servir a


otros se llama ministerio. Es el cuarto propósito de tu vida.

Dios tiene un lugar de servicio para ti en su iglesia. Hay un


requisito clave.

2 Timoteo 2:21(NVI) «Si alguien se mantiene


limpio, llegará a ser un vaso noble, santificado,
útil para el Señor y preparado para toda obra
buena».

La Biblia dice que Dios quiere que seas útil para el Señor,
pero para ello debes estar limpio. –Subraya la palabra
«limpio».– La Biblia es muy clara. Nos dice que Dios usará
vasijas pequeñas, Dios usará vasos sencillos, Dios aun usará
vasos rotos. Pero lo que Dios no usará son vasos sucios. Si
quieres la bendición de Dios sobre tu vida, debe estar
limpia.

Evalúate. ¿Cómo estoy usando mi «forma» para servir a


otros? ¿Estoy usando mis talentos y habilidades de manera
generosa y gratuita, para beneficios de otros, sin recibir
nada a cambio? La Biblia dice: « Ahora bien, hay diversos
dones, pero un mismo Espíritu. Hay diversas maneras de
servir, pero un mismo Señor».
Repasemos los primeros cuatro propósitos de Dios para tu
vida:

Primero: fuiste planeado para agradar a Dios. Eso es la


adoración.
Segundo: fuiste hecho para integrar la familia de Dios. Eso
es la comunión.
Tercero: fuiste creado para ser como Cristo. Eso es el
discipulado
Cuarto: fuiste formado para servir a Dios. Eso es el
ministerio.

5. Fuiste hecho para una misión

Jesús dice esto en Juan 17:18. «Como tú me enviaste


al mundo, yo los envío también al mundo». –
Subrayen la frase “al mundo”.– Quiero que entiendan la
diferencia entre un ministerio y una misión. Todos
necesitamos un ministerio en la iglesia y una misión en el
mundo. Tu ministerio es tu servicio a los creyentes. Tu
misión es tu servicio a los no creyentes. Tu ministerio es lo
que desarrollas en el cuerpo de Cristo. Tu misión es lo que
haces en el mundo. Para ser un cristiano saludable y
balanceado necesitas tanto un ministerio en la iglesia como
una misión en el mundo.

¿Cuál es esa misión? Leamos


2 Corintios 5:18-20 (NVI) «Todo esto proviene
de Dios, quien por medio de Cristo nos
reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio
de la reconciliación: esto es, que en Cristo, Dios
estaba reconciliando al mundo consigo mismo
… encargándonos a nosotros el mensaje de la
reconciliación. Así que somos embajadores de
Cristo».

Si quieres que Dios bendiga tu vida, si realmente quieres


que Dios bendiga tu vida, te debe importar lo que le
importa a Dios. ¿Quieres saber qué es lo que más le importa
a Dios? Lo que más le importa a Dios… Él quiere encontrar
a los que no le conocen. No quiere que nadie esté
apartado de él. Quiere que aquellos a quienes creó integren
su familia. Quiere que lo conozcan

Eso es nuestra misión. Y Pablo estaba apasionado con su


misión.

Hechos 20:24(NVI) «Mi vida carece de valor


para mí mismo, con tal de que termine mi
carrera [mi misión] y lleve a cabo el servicio que
me ha encomendado el Señor Jesús, que es el
de dar testimonio del evangelio de la gracia de
Dios».

Después de conocer a Jesús, este es el quinto propósito de


tu vida: testificar a otros.
Hay una palabra para esto. Llevar a cabo tu misión en el
mundo se llama evangelización.

La evangelización es simplemente la palabra griega para


«buenas noticias». Eso es todo lo que significa. Significa
buenas noticias: transmitir las buenas noticias. Dios quiere
que todos escuchen las buenas noticias.

Nos debe importar porque a Dios le importa.

Ponte una calificación. ¿Qué tan seguido compartes las


buenas noticias con otras personas? Nunca – Todo el tiempo
– De vez en cuando. ¿Te importa lo que a Dios más le
importa?
Testimonio Papa de _Pastor Rick Warren «Tengo que salvar
a uno más para Jesús. Tengo que salvar a uno más para
Jesús… Tengo que salvar a uno más para Jesús».
¿Quienes van a estar en el cielo gracias a ti?
Puedes imaginarte llegando al cielo y que alguien venga a ti
y te diga: «Gracias. Estoy aquí gracias a ti. Te voy a estar
eternamente agradecido que te preocupaste lo suficiente
para cumplir con tu misión».

¿Sabías que Dios específicamente pone personas en tu


medio con el propósito de que tú seas el encargado de
predicarles? Té eres la única Biblia que ellos jamás
conocerán o leerán.
En los próximos 365 días, morirán 54 millones de personas
en el mundo y la mayoría de ellas pasarán a la eternidad sin
Cristo. Este pensamiento me resulta casi insoportable.
¿Habrá alguien en el cielo gracias a ti?

Ahora que conoces los cinco propósitos de Dios para tu


vida, ¿cómo puedes hacer otra cosa que no sea cumplir
estos cinco propósitos? ¿Seguirás transitando por la senda
del egocentrismo que dice: «Voy a hacer lo que quiera con
mi vida»? O vas a decir: «Dios, tú me hiciste. Tú me
formaste. Tú me modelaste. Tú me creaste. Todo te lo debo
a ti. Voy a vivir el resto de mi vida –el resto de mi vida– para
tus propósitos».

Esa es la única pregunta. ¿Te comprometes a hacer, durante


el resto de tu vida, las cinco cosas para las que Dios te puso
en el mundo?

Pablo vivió una vida con propósito. Dijo:


«Yo corro hacia la meta con un propósito en
cada paso».
David vivió una vida con propósito. La Biblia dice
Hechos 13:36: «Ciertamente David, después de
servir a su propia generación conforme al
propósito de Dios, murió»

Esa es la descripción suprema de una vida que valió la pena.


¡Qué epitafio para tu lápida! Que serviste a los propósitos
de Dios en tu generación, y luego moriste.. ¡Qué epitafio!
Eso me gustaría que la gente dijera de mi cuando mueras.
Que serviste a los propósitos de Dios en tu generación. No
puedes servirlos en ninguna otra, solo en la tuya. Tú naciste
para este preciso momento

Dios sigue buscando gente para usar. Dios quiere usarte. La


Biblia dice

2 Crónicas 16:9 (NVI) «El SEÑOR recorre con su


mirada toda la tierra, y está listo para ayudar a
quienes le son fieles».

¿Serás una persona así? Todo lo creado es para la gloria de


Dios. Tú también fuiste creado para la gloria de Dios.

¿Entonces como glorificamos a Dios?

De la misma manera que lo hizo Jesús. Haciendo todo lo que


Dios nos encomiende.
Fuiste planeado para agradar a Dios. Fuiste hecho para
integrar la familia de Dios. Fuiste creado para ser como
Cristo. Fuiste formado para servir a Dios. Fuiste hecho para
una misión. Glorificas a Dios de la misma manera que lo
hizo Jesús.

Oración:
¿Vivirás el resto de tu vida para los propósitos de Dios? ¿Lo
harás? ¿Dirás: «Lo que más quiero es la bendición de Dios
para mi vida, para mi familia, para mi matrimonio, para mi
ministerio. Quiero dedicar mi vida a los cinco propósitos
para los cuales Dios me creó»? Te invito entonces a
acompañarme en esta oración.

Padre: Por encima de todo quiero cumplir los propósitos


para los que tú me hiciste. Quiero que me uses, en todo
momento, de cualquier manera, en donde sea. Quiero vivir
para agradarte. Quiero que mi corazón rebose en adoración
y amor por ti. Quiero que me uses para edificación de la
comunión de los creyentes, nunca para su destrucción.
Gracias por el privilegio de ser integrante de tu familia, la
iglesia. Dios, deseo de corazón ser como Jesús, y hacer lo
que me pidas para transformar mi vida. Ayúdame a
descubrir la forma de mi ministerio y a usar los talentos que
me diste para ayudar a la gente. Padre, quiero cumplir la
misión de vida que me has encomendado: traer a otros a ti.
En el nombre de Jesús. Amén.

Potrebbero piacerti anche