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Juan Diego M.

Moya Bedoya

A propósito de la teología apofática.


Algunos apuntamientos semánticos

Summary: In this paper, Professor Moya es de luenga data. Hilary Putnam (1926) ha
B. exposes and analyzes some issues related to manifestado, en la cuarta nota de pie de página
apophatic theology, in particular its fundamental de su admirable “The meaning of ‘meaning’”
pretension and the legitimacy of some of its (Minnesota Studies in the Philosophy of Scien-
statements. Identically, the author methodically ce, volumen vii, 1975), a propósito de la contra-
exposes some inconsistencies of apophatic theology. partida de los términos (=Ts) correferentes no
The article has been prepared in order to celebrate sinónimos (=los Ts sinónimos no correferentes),
the publication of Professor Edgar Ulloa-Molina’s que lugar común es que no puede haber Ts que
new book, a text that concerns some metaphysical difieran en extensión lógica y que sean indis-
issues that subtend the architectural reform of cernibles en el respecto intensional. He aquí un
Saint Denis Royal Abbey’s Church. genuino dogma de la semántica contemporánea,
a fuer de que ningún argumento robusto –filosó-
Key Words: Semantics. Meaning. Reference. ficamente persuasivo- del supuesto ha sido algu-
Attribute. God. Apophatic Theology. na vez ofrecida. Es notorio que semejante dogma
preexiste en la tradición semántica mentalista y,
Cuando yo busco a mi Dios no busco forma de concretamente, en una obra representativa de la
cuerpo, ni hermosura de tiempo, ni blancura de luz, lógica clásica e inmensamente influyente sobre
ni melodía de canto, ni aroma de flores, ni ungüentos la posteridad, cual es la Logique ou l’art de
aromáticos, ni miel, ni maná deleitable al gusto, penser (1662), de Antoine Arnauld (1612-1694)
ni otra cosa que pueda ser tocada y abrazada con y Pierre Nicole (1625-1695), eminentes teólogos,
las manos; nada de esto busco cuando busco a mi gramáticos y lógicos clásicos –de acuerdo con
Dios; mas con todo eso, busco una luz sobre toda el sentido, adoptado por J. M. Bochenski (en
luz, que no ven los ojos; y una voz sobre toda voz,
Formale Logik, 1956), de ‘lógico clásico’- vin-
que no perciben los oídos; y un olor sobre todo olor,
culados con la afamada abadía de Port-Royal.
que no siente el olfato; y una dulzura sobre toda
dulzura, que no conoce el gusto; y un abrazo sobre
En conformidad con el Dr. Putnam, quien en
todo abrazo, que no siente el tacto; porque esta luz el recién mentado artículo construyó un persuasi-
resplandece donde no hay lugar; y esta voz suena vo argumento en favor del externismo semántico1
donde el aire no la lleva; y este olor se siente donde y, por ende, contra la tesis de que un mismo
el viento no lo derrama; y este sabor deleita donde nominado viene determinado por un mismo
no hay paladar que guste; y este abrazo se recibe, sentido, y de que un mismo sentido viene deter-
donde nunca jamás se aparta (fray Luis de Granada minado por un mismo episodio psíquico de
[en AAVV, 1938, 21]). índole cognitiva, el mencionado dogma refleja
una inveterada tradición de pensamiento teo-
lógico, la cual se remonta retrospectivamente
(§1) Emprenderemos una pesquisa que, en hasta la Antigüedad y el Medioevo –inmejora-
el respecto de sus antecedentes y precursores, blemente estudiada y expuesta por ese prodigio

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de erudición y de esclarecimiento en cuanto a la de propiedades ni puede ser el único ejemplar de


historia de la filosofía y a la historia de las ideas una conjunción de dos o más propiedades.
que fue el profesor Harry Austryn Wolfson (1887-
1974), incomparable autor de The Philosophy This is theological paradox with which
of Spinoza. Unfolding the Latent Processes of Jewish, Arabic, and Christian theolo-
His Reasoning (Harvard University Press, Cam- gians wrestled for centuries (e. g. the
bridge, Massachusetts, 1934). Con arreglo a esta doctrine of the Negation of Privation in
tradición de índole intensionalista, el concepto Maimonides and Aquinas). It is amusing
expresado por el T, concretamente el T contable, that theories of contemporary interest,
equivale al producto lógico de un conjunto de such as conceptualism and nominalism,
predicados. En esta medida, la intensión lógica were first proposed as solutions to the
provee un conjunto de CNs que constituye una CS problem of predication in the case of
relativamente a lo condicionado; mejor aún, una God. It is also amusing that the favo-
CS de la pertenencia del O que adécuase al con- rite model of definition in all of this
cepto, o sea, a la intensión lógica, al conjunto que theology –the conjunction-of-properties
constituye la extensión lógica del T (H. Putnam, model- should survive, at least through
1982 b, 218-219). its consequences, in philosophy of lan-
Autores como Rudolf Carnap (1891-1970) guage until the present day (H. Putnam,
han creído que el concepto expresado por el T 1982 b, 219, nota).
proporciona un criterio de pertenencia a la exten-
sión lógica del T; o sea, (1) un conjunto de CNs (§2) La teología apofática (=TA) es la teo-
que corporativamente consideradas son una CS logía racional negativa. Denomínase negativa
de la pertenencia a la extensión lógica y (2) un porque no pretende –habida cuenta de que desde
modo de reconocimiento de si el O o bien cae o su punto de mira imposible es hacerlo- enunciar
bien no cae bajo el concepto –por usar del lengua- proposiciones respecto del ente divino; mejor
je fregeano- (219), i. e., o bien posee o bien no aún, proposiciones respecto de la constitución
posee una propiedad. de D, el ente mayor que el cual ninguno puede
Los filósofos contemporáneos, entre ellos los ser pensado.
positivistas lógicos, han propendido a asumir dos Por usar de la interesante taxonomía invo-
tesis emblemáticas: cada por Arthur Oncken Lovejoy (1873-1962)
en The Great Chain of Being. A Study in the
a) Conocer el significado del T equivale a expe- History of an Idea (1936), la TA responde no al
rimentar un estado mental. concepto de estamundaneidad sino, antes bien,
b) La extensión del T viene determinada por la al de ultramundanedad (A. Lovejoy, 1936, 33 y
intensión de este (219), o sea, por el concepto ss.). Es, mejor aún, la antonomástica expresión
expresado por el T, concepto que equivale, de este. La deidad del primero es demiúrgica,
desde el punto de mira de R. Carnap, a una a fuer de lo cual guarda un íntimo ligamen con
propiedad.2 el universo (=U)-mundo, del cual es fabrefactor.
La deidad del segundo es latebrosa y, por ende,
Retornemos al núcleo de esta primera preci- incógnita, la de un innominado “ens” divinum
sión: ‘Dios’ (=‘D’) motivó enconadas disputas a (T. Cortazzi, 1988, 58) a fuer de que no es huma-
propósito de si el concepto “Dios” equivale o no namente nominable con legitimidad –genuina
al producto lógico de un conjunto de conceptos de sima de la Deidad (Meister Johannes Eckhart
atributos (=As). Si D es uno, único y simplicísimo [1260-1327]), insondable abismo del no D, del
entonces no puede consistir en una conjunción no nombre que no es el nuestro (58), del nombre
de As, y ‘D’ no puede definirse adecuadamente que se “ubica” allende de todos los nombres (58),
mediante el producto lógico de ‘omniscio’, ‘omni- solamente “accesible” por conducto de la nube
potente’, ‘infinitamente benevolente’, &c. Así, del no saber. Usemos de expresiones de Mauri-
pues, D no puede consistir en un producto lógico ce Nédoncelle (1905-1976) –fundadas sobre el

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testimonio de André-Jean Festugière en Personal indiscernibles. Si por agnosticismo entendemos


Religion among the Greeks (Berkeley, 1954, cap. el reconocimiento de que no conocemos enton-
iii) a propósito del pensamiento teológico del ces ‘agnosticismo’ y ‘escepticismo’ son expre-
Platón (427-347 a. J. C.) provecto: por conducto siones sinónimas.
del Epínomis, o el filósofo y de Las leyes, o de la Empero, ‘agnosticismo’ suele inteligirse,
legislación, el notable filósofo de Egina intentó hogaño –quien acuñó la expresión es Thomas
rescatar a los jóvenes atenienses del disolvente Henry Huxley (1825-1895), en 1869 (G. H. Smith,
influjo de los sofistas (M. Nèdoncelle, 1956, 14) 1989, 8)-, como un sinónimo de escepticismo
y plasmó una teología ultramundaneísta alusiva relativamente a lo supernatural. Así entendido, el
a una deidad sita allende de la esencia –en esta agnosticismo es o bien el agnosticismo de la exis-
medida, supraesencial-, por debajo de la cual tencia, o bien el agnosticismo de la esencia. Adeu-
sitúase una deidad vicaria de especie demiúrgica: damos esta distinción conceptual al Dr. Ángel
el D cósmico (14). González Alvarez (expuesta en Introducción a
La negatividad de la TA no es sinónimo la metafísica [Universidad Nacional de Cuyo,
alguno de agnosticismo, en la medida en que Mendoza, República Argentina]). Es paladino que
por ‘agnosticismo’ inteligamos un sinónimo de el primero es el atinente a la existencia de objetos
‘agnosticismo de la existencia’. ‘TA’ no es, en esta (=Os) como D, el alma, &c.; y que el segundo es
medida, equivalente a ‘teología agnóstica’. el atañente a la constitución esencial de Os como
Es notorio que quien adhiere a la TA admite D, el alma, &c.
la EdD, en favor de la cual cuenta con razones Célebres agnósticos de la existencia en rela-
epistémicas –a menos, por supuesto, de que el ción con D han sido Protágoras de Abdera (480-
sujeto involucrado sea plenamente irresponsable 410 a. J. C.), los pirrónicos de la Antigüedad,
en el respecto cognitivo. El rabino Moshé ben Blaise Pascal (1623-1662) (en los póstumamente
Maimón (1135-1204), incomparable Águila de editados Pensées, vehículo de una cosmovisión
la Sinagoga, contó con cuatro especulaciones, a trágica como atendamos al concepto goldmannia-
saber: argumentos en favor de la EdD (Guía de no de lo trágico [paradigmáticamente expuesto
perplejos [Moreh Nebukim], ii, i). Tenemos un en Le Dieu caché. Étude sur la visión tragique
ejemplo, por lo tanto, de la consistencia de teísmo dans les Pensées de Pascal et dans le théâtre de
racionalista y TA. Racine {Éditions Gallimard, Bibliothèque des
Así, pues, la TA es un sinónimo de agnos- Idées, París, 1959}]), David Hume (1711-1776) (en
ticismo solamente si por ‘agnosticismo’ inteligi- los Dialogues concerning Human Understanding
mos ‘agnosticismo de la esencia’. [1779]) e Immanuel Kant (1724-1804) (en la Kri-
El agnosticismo, huelga mentar, es una varie- tik der reinen Vernunft [1781, 1787]).
dad del escepticismo. Escéptico en relación con El agnosticismo de la esencia es el reco-
p es quien reconoce que no cuenta con razones nocimiento de que no conocemos lo que D es
epistémicas suficientes para afirmar p. Porque el esencialmente, o sea, la divina esencia (= divina
escéptico es epistémicamente responsable, omite naturaleza). La TA inscríbese en la corriente
otorgar su asenso a p en la medida en que no agnóstica.
cuenta con razones para afirmar p. Así, también, Si la TA establece que D no es ente porque
omite declarar que p es una PF en tanto que no no puede ser un ente; si, en esta medida, formula
cuenta con razones para afirmar ~p. Sencillamen- la precisión de que D no es ente alguno; si precisa
te, procede a suspender el juicio relativamente a p que D es un supraente (=que D es supraentitativo)
(=practicar la epocheé relativamente a p). entonces debería, cuando menos en principio,
En principio, el agnóstico es quien reco- negar la posibilidad de argumentar persuasiva-
noce que no conoce. La disposición mental del mente en favor de la existencia de D (=EdD).
agnóstico es la agnoiológica, a saber: la de quien Creemos que solamente puede argumentarse con
reconoce que no conoce (solamente sé que nada congruencia en favor de la EdD, como se asuma
sé [Sócrates de Atenas {469-399 a. J. C.}]). En que el terminus ad quem del argumento guarda
este respecto, el escéptico y el agnóstico son alguna variedad de acuerdo –la variedad que

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garantiza la doctrina de la analogia entis-, por Así, pues, la TA es la teología racional según
mitigado que esta sea, con el terminus ab quo del la cual solamente puede referirse a D, con legiti-
argumento. Si en principio el terminus ad quem midad, en la medida en que sean empleados Ns
es raigalmente heterogéneo (=lo absolutamente negativos (=NsNs).
otro que la criatura) en relación con el terminus Es notorio que los NsNs son aquellos que
ab quo, entonces proprio sensu no cabe un argu- construimos mediante la anteposición, a un N
mento en favor de la EdD. positivo, o bien de un adverbio de negación, o
Supuesto lo anterior entonces si tenemos bien de un prefijo expresivo de negación. Instan-
certidumbre de que D existe, entonces conoce- cias de NsNs son ‘no finito’, ‘infinito’, ‘no corpó-
mos con inmediatez la EdD, a saber: conocemos reo’, ‘incorpóreo’, &c.
directamente que D existe. Si conocemos con Santo Tomás de Aquino (1225-1274) aseveró,
inmediatez la EdD entonces o bien la conocemos en su De Nominibus Dei –seu de divinis nomini-
por conducto de una experiencia, y semejante bus-, cuestión trecena de la parte primera de la
experiencia no puede no ser una experiencia Summa Theologiae, que los Ns que nos permiten
religiosa –habitualmente nominada experiencia referirnos a D son inadecuados en el respecto
mística-, o bien la conocemos por conducto de intensional, o sea, en el de su connotación, mas
una intuición cartesiano sensu, a saber: con son adecuados en el respecto extensional, es
conocimiento simul claro, preciso, inmediato e decir, en el de su extensión (=su referencia). Lo
irrefragable (i. e., incorregible e irrevocable).3 anterior equivale a lo siguiente: permiten capturar
La experiencia religiosa es, desde el punto de sigmáticamente el nominatum denotado por ‘D’,
vista de J. Amando Robles (en Repensar la reli- mas por conducto de intensiones –las cuales son,
gión. De la creencia al conocimiento [Editorial desde el punto de mira del Aquinantense, con-
de la Universidad Nacional, Heredia, 2001], el ceptos- que no guardan una relación de corres-
genuino conocimiento de lo divino, conocimien- pondencia con D. Aliter: Al referirnos a D por
to silente y no egocentrado (J. Amando Robles, conducto de los NsdD, efectivamente denotamos
2001, 73). Difiere radicalmente de la mera a D –nuestra operación referencial es, en esta
creencia, la cual supone la dualidad fundamental medida, exitosa-, mas lo hacemos sobre la base
de todo conocimiento humanamente posible, a de conceptos que no reproducen, con adecuación,
saber: la de S y O. el esse Dei.
Desde el punto de vista del teólogo apofático, Así, pues, cuando usamos de ‘sumo intelecto’
D es humanamente incognoscible. Sin embargo, para referirnos a D, nuestra operación es denota-
denominamos en la medida en que conocemos, tivamente exitosa, en el sentido de que el empleo
o sea, denominamos solamente si conocemos. de ‘sumo intelecto’ nos permite capturar el O
Si tal es el caso entonces podemos denominar x extra mentem existente al cual solemos denomi-
solamente si podemos conocer x. Así, pues, si no nar D; O que posee, como propiedad, la unicidad.
podemos conocer x entonces no podemos deno- Si D existe entonces
minar x (por la anterior [transposición]). A fuer ($x) {Dx ∧ ∀y [Dy ⊃ (x=y)]}. (=Existe cuan-
de lo anterior, D es humanamente innominable y, do menos y existe cuando más un O que satisface
por ende, inefable, a fuer de la sinonimia cogniti- la intensión lógica ser Dios).
va de ‘inefable’ e ‘innominable’. Sin embargo, por conducto de ‘sumo intelec-
Por “D es humanamente innominable” hemos to’ expresamos una connotación que no guarda
de inteligir un sinónimo cognitivo de “D no es relación de correspondencia que el esse divinum.
susceptible de captura sigmática por conducto La connotación es una intensión que hemos
de denominaciones positivas (=de Ns positivos)”. elaborado sobre la exclusiva base de insumos
Si el anterior es el caso y, sin embargo, reco- observacionales, los únicos a los cuales agentes
nocemos la posibilidad de hacer referencia a D, cognoscentes como nosotros pueden apelar en
entonces nos hallamos compelidos a admitir que orden a la construcción de enunciados sintéticos.
solamente por conducto de denominaciones nega- En cambio, desde el punto de mira de la TA,
tivas podemos hacer referencia a D. si no podemos contar con concepto adecuado

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alguno respecto de D entonces D es humanamen- cabe en principio la posibilidad de aproximarse


te incognoscible, toda vez que la posesión de un al O de una manera no cabalmente errónea. La
concepto adecuado a propósito de x es condición inadecuación del concepto no es, desde este punto
necesaria (=CN) de la posesión de conocimiento de mira, CS de la falsedad de las proposiciones de
respecto de x. Empero, D es infinito y finito el cuya composición el concepto participa.
intelecto humano. Por consecuencia, ambos son O bien, como deseemos emplear otra nomen-
inconmensurables. Si tal es el caso entonces no clatura, habremos de aseverar lo siguiente: desde
podemos contar con concepto adecuado alguno el punto de mira de un autor como el Doc-
respecto de D. Luego, no podemos contar con tor Angélico, nuestro concepto acerca de D es
concepto adecuado alguno respecto de D (por imperfecto mas no inadecuado, todas vez que
las dos anteriores [MPP]). Si tal es el caso y si conocemos a D por conducto de Sus criaturas,
es el caso de que la posesión (por el sujeto y) de y nos aproximamos a la divina existencia por
conocimiento respecto de x es CN de la nomina- mediación de una demonstratio quia, o sea, de
bilidad de x por y, entonces D es humanamente un argumento inferencial –por usar del lenguaje
innominable. Mas es el caso de que la posesión, del recientemente fallecido William Augustinus
por y, de conocimiento respecto de x, es CN de Wallace (1918-2015), Ordinis Fratrum Prae-
la nominabilidad de x por y. Por lo tanto, D es dicatorum. Y como preservemos este idioma,
humanamente innominable (por las tres anterio- entonces habremos de declarar que según la TA,
res [conjunción, MPP]). el hecho de que nuestro “conocimiento” respecto
En conformidad con la TA, D es lo absolu- de D sea imperfecto es CS de que sea inadecuado.
tamente otro que el intelecto humano, a fuer de Obvia es, entonces, la raigal discrepancia existen-
lo cual es ininteligible y es incognoscible por te entre los enfoques.
este. Mas la inteligibilidad y la escibilidad son De acuerdo con el Doctor Angélico, su teoría
CNs de la nominabilidad del O. Por lo tanto, D semántica en relación con los NsdD es consisten-
es humanamente innominable y, por consecuen- te con el vigésimo versículo del primer capítulo
cia, acatonomástico. La acatonomasticidad –y de la epístola a los romanos, atribuida a san Pablo
aporreticidad (=indecibilidad)- quoad nos de D de Tarso, el cual es vehicular de una germinal
fúndase, con exclusividad, sobre la inescibilidad teología natural: “Lo invisible de Dios, su poder
quoad nos de D. eterno y su divinidad, se hacen reconocibles a la
Idénticamente, porque D es acataléptico D es razón, desde el creación del mundo por medio de
inescible. Mejor aún, si es acataléptico entonces sus obras”. Y, como lo sabemos, la invocación de
es inescible. Si D es inescible entonces D es aca- semejante teología natural incipiente hace impo-
tanomástico. Por consecuencia, si es acataléptico sible que los gentiles invoquen, en descargo de
entonces es acatonomástico (por las dos anterio- su inmoralidad, ser inimputables e injusticiables.
res [SH]). Mas D es acataléptico –habida cuenta Antes bien, porque ningún agente racional puede
de la inconmensurabilidad previamente referida. apelar, como a eximente de responsabilidad, al
Por lo tanto, D es acatonomástico (por las dos desconocimiento de la EdD, los ingratos o negli-
anteriores [MPP]). gentes relativamente a D son inexcusables (M.
Es obvio que santo Tomás de Aquino discre- Nédoncelle, 1956, 23).
pó de la TA, a fuer de que en conformidad con el Con arreglo al Doctor Común, los NsdD
Aquinatense, no porque no haya un concepto ade- preservan el modo de significar (modus signifi-
cuado respecto de x, x es incognoscible. Cierta- candi) de la criatura y, por ello, no competen a D
mente, como no haya concepto adecuado alguno ex modo ipso significandi. Sin embargo, relativa-
respecto de x, entonces el conocimiento atinente mente al significatum, quoad significatum, pro-
a x es imperfecto y no puede aspirar, en absoluto, prie de Deo dicuntur. Se aplican con propiedad
a ser comprensión de x. La comprensión equivale a D, en el respecto del nominatum, puesto que
al conocimiento exhaustivo y, por lo tanto, ple- significan a D mismo (vd. la conclusión de STh,
namente adecuado al cognoscendum. Mas aun xiii, iii [Utrum aliquod nomen dicatur de Deo
cuando el concepto alusivo a x sea inadecuado, proprie]). Con arreglo al modo de significación

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no se aplican con propiedad a D, puesto que los establecer que D es ajeno al ámbito de lo enti-
NsdD derivan su sentido ex perfectionibus proce- tativo. De acuerdo con este enfoque, D no sola-
dentibus in criaturas ab ipso; quae quidem per- mente no guarda relación analógica alguna con O
fectiones in Deo sunt secundum eminentiorem somático alguno, sino que ni siquiera se inscribe
modum quam in creaturis (Loc. cit.). Empero, el en el eje paradigmático que contrapone “lo cor-
intelecto humano no puede, en su estado natural, póreo” a “lo incorpóreo”. De este eje participa,
aprehenderlas sino por conducto de las criaturas, por ejemplo, la relación en tanto que no corpórea;
o sea, tal y como son reflejadas –mejor aún: la cual, sin embargo, puede ser substanciada por,
expresadas- por estas. […] et secundum quod ex. g., pares ordenados de Os corpóreos, como v.
apprehendit, ita significat per nomina (Loc. cit.). gr. la esposa y su consorte. Con arreglo a la TA,
Sin embargo, los NsdD poseen no solamente quien asevera con conocimiento de causa “D es
sentido sino también referencia, es decir, el modo incorpóreo”, establece no solamente que “D no
que tenemos de significarlas, o sea, de designar- es corpóreo” (por la anterior [mediante la regla
las y las perfecciones significadas. Así, pues, en de obversión]), sino también que “D es ajeno a
cuanto a lo que significan, esto es, la referencia, la dicotomía del conjunto de los Os somáticos y
significan propiamente a D y le competen cum el conjunto complemento del conjunto de los Os
proprietate, y con mayor propiedad que aquella somáticos”. Desde el punto de mira de la TA, el
con la cual creaturis competunt. En primer lugar, último de los enunciados es también implicado
por lo tanto, predícanse de D; i. e., ‘vida’, ‘intelec- por la aseveración considerada.
to’, ‘voluntad’, &c. corresponden, quoad signifi- En esta medida, si aseveramos desde la TA
catum, antes a D que a Sus criaturas. No obstante, que D no es ente alguno, no por ello estatuimos
“[q]uantum vero ad modum significando, non que D sea no entitativo, es decir, que D sea no
proprie dicuntur de Deo. Habent enim modum ente. Por vía de implicación establecemos “D es
significandi qui creaturis competit (Loc. cit.). ajeno a la dicotomía “ente”|“no ente””.
Dícense, entonces, analógicamente, y secun- Henos en presencia de una confirmación de
dum significatum corresponden primeramente a la tesis de que la TA no observa el principio de
D. D es, en esta, el primum analogatum de seme- que la doble negación afirma (duplex negatio
jantes denominaciones. affirmat), a fuer de que desde la TA no por el
(§3) Con arreglo a la TA según su versión hecho de aseverar “D no es incorpóreo” afirma-
maimonídea, inaceptable es, como se excluya mos, eo ipso, “D es corpóreo”. Así, pues,
a ‘Chèm-haméphorach’, formular declaraciones
catafáticas acerca de D, con base en denomina- ~(A ≡ ~~A).
ciones que no designen acciones que emanan
de D (Guía de perplejos, i, lxi). Ha de omitirse Sentado argumentativamente lo anterior,
aseverar que D es viviente. Ha de declararse, o sea, fundamentado con racionalidad, proce-
antes bien, “D no es no viviente”. Puesto que la deremos a examinar un elemento no menos
versión maimonídea no subscribe duplex negatio importante.
affirmat, entonces “D no es no viviente”≠“D es Si la TA se halla en lo correcto entonces una
viviente”. expresión como ‘causa prima’ ha de ser substi-
En conformidad con la TA, cuando asevera- tuida sistemáticamente por una expresión como
mos “D es incorpóreo” no establecemos lo mismo ‘causa sine conditione’. ‘Causa sine conditione’,
que afirmamos cuando declaramos “las relacio- por su parte, no expresa, si lo que hemos aseve-
nes son incorpóreas”, “los conceptos son incorpó- rado a propósito de la TA es correcto, concepto
reos”, &c. Establecemos, de cierto, que no guarda adecuado alguno respecto de D. Antes bien, toda
relación alguna de analogía en relación con el O vez que todo concepto humano acerca de D es
corpóreo, sea este cual fuere; es decir, que D es fundamentalmente inadecuado relativamente a
radical, absolutamente ajeno al ámbito entitati- lo concebido, o sea, al repraesentandum Deus,
vo de lo corpóreo. La misma consideración es, entonces no existe, como por ‘concepto’ inteliga-
desde el punto de mira de la TA, la que permite mos ‘concepto adecuado’, o sea, como asumamos

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un concepto normativo del concepto, un concepto Epitomaremos muy compendiosamente lo


humano del repraesentandum Deus. Desde este anterior.
punto de mira, Deus non est aliquid repraesen-
tandum. Mas expresiones como ‘x sine aliqua (1) Desde la TA no puede afirmarse, cum
causa’, como ‘x sine aliqua extrinseca conditio- congruitate, que D sea un repraesentandum, mas
ne’, como ‘x sine aliquo extrinseco fundamento’ debe aseverarse, necesariamente, que D es un
no son, desde el punto de vista de la TA, sigmá- referendum. Es, precisamente, el referendum de
ticamente vacuas, a diferencia de, por ejemplo, los NsdD. Este referendum es capturado, sigmá-
‘hamadríada’, de ‘la serie menos convergente’ (G. ticamente, de manera directa e inmediata por la
Frege, 1985, 54), de ‘el número primo mayor que denominación de D.
el cual ninguno puede ser pensado’, &c. Si tal es (§4) (§4.1) Si D es inefable entonces D no
el caso entonces, aun cuando carezcan de genui- es un ente, puesto que todo ente es en principio
no sentido cuentan, empero, con significado. efable; i. e.,
Ahora bien, el significado se subdivide en sen- 1. (O(1–E))=0.
tido y en referencia, o sea, significado=sentido 2. (DE)=0.
(Sinn)+referencia (Bedeutung); o, por expresarlo _____
desde la teoría intuitiva de conjuntos, (DO)=0 (por 1-2 [mediante las leyes de la
C-significado=C-sentido ∪ C-referencia. aritmética]).
Porque los NsdD carecen de genuino sentido (§4.2) ‘Ente’ =Df. ‘existente’.
entonces, porque desde la TA no puede dudar- (§4.3) Si D no es un ente entonces D no
es un existente (por la anterior [principio de
se de que tengan significado, ha de inferirse
substituibilidad]).
que cuentan con referencia (por la siguiente
(§4.4) “D no es existente”≠“D carece absolu-
inferencia:
tamente de existencia”.
(§4.5) El producto lógico de “D no es exis-
1. $ significado ⊃ [($ sentido) ∨ ($ referencia)].
tente” y “D no es no existente” equivale, en la TA,
2. ~($ sentidoNsdD).
a “D no participa de la esfera de lo entitativo y de
3. $ significadoNsdD.
su conjunto complemento”. Como el ojo no forma
4. $ sentidoNsdD ∨ $ referenciaNsdD (por 1 y 3
parte del campo visual y como el ojo no forma
[MPP]). parte del campo cromático, D no forma parte del
5. \ $ referenciaNsdD (por 2 y 4 [SD]). campo entitativo, el cual es el de los Os. Aliter:
D no participa de ámbito alguno y tampoco es
Mas si tal es el caso entonces el significado una realidad ambital. Podemos expresarlo con el
de los NsdD identifícase con su nominatum. Nicolás de Cusa (1401-1464) de De Deo abscon-
Empero, si tal es el caso entonces la contribución dito (1444) y con el Ludwig Wittgenstein (1889-
semántica de los NsdD a las oraciones de cuya 1951) de la Logisch-philosophische Abhandlung
composición participan consiste en el mismo (=LPA [1921]): lo único que no puede objetivarse
nominatum. Es esto, precisamente, lo que propo- en la medida en que el ámbito de inserción del
ne el referencialismo, a saber: la teoría semántica observador es el campo visual, es el ojo del obser-
de la referencia directa. Por consecuencia, colegi- vador. Tal y como el ojo del agente observador y
mos que la TA se compromete con una semántica tal y como el ojo como límite del campo visual
referencialista en relación con los NsdD. En este no son objetivables dentro del campo visual y no
puntual respecto parte aguas relativamente a la son, por lo tanto, Os existentes dentro del campo
teología racional catafática en la medida en que visual, D no es un O existente dentro del campo
esta asume una teoría de la referencia indirecta; entitativo (vd. LPA, 5.632 y 5.633). Wo in der
concretamente, una teoría semántica comprome- Welt ist ein metaphysisches Subjekt zu merken?
tida con la asunción de que contenidos descrip- (LPA, 5.633). O sea, ¿dónde sitúase, en el mundo,
tivos son determinantes de las referencias (=los el sujeto? Es obvio que no posee lugar alguno en
referenda) de las expresiones. el espacio lógico ni, por ende, en el mundo, toda

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vez que es un límite del mundo, es decir, un lími- de añadir, acerca de D –de cierto el U, como sea-
te de la omnitud de los Tatsachen. Du sagst, es mos fieles a la letra del texto-,
verhaelt sich hier ganz, wie mit Auge und Gesi-
chtsfeld (LPA, 5.633); h. e., acaece aquí lo mismo a)
Que no es materia y tampoco forma,
que acontece en la medida en que consideramos b)
que D no es continente y es contenido,
el nexo ojo-campo visual. El ojo es tal que como c)
que D no es limitante y tampoco limitado,
no apeláremos a un espejo, entonces el ojo del d)
que D no es definiente y tampoco definido,
vidente VID no figurará dentro del campo visual e)
que D no es lugar –alguno- y tampoco
de VID (vd. LPA, 5.633). Und nichts am Gesichts- localizado,
feld laesst darauf schliessen, dass es von einem &c.
Auge gesehen wird (LPA, 5.633); i. e., y nada
que forme parte del campo visual permite, por Como por D inteligamos lo uno y por lo uno
sí, colegir que sea aprehendido visualmente por el U (=((D=1) ∧ (U=1))), entonces habremos de
ojo alguno. Por guardar una relación de paridad inferir, por conducto del principio de substituibi-
y de simetría respecto de lo declarado en 5.632 lidad –siempre y cuando hayamos asumido, con
(Das Subjekt gehoert nicht zur Welt, sondern ist el Cusano y con el Nolano, que el U es analogable
eine Grenze der Welt), cabe aseverar que D es un con una esfera infinita cuyo centro existe por
límite del mundo, no un O (Gott ist kein Objekt doquier y cuya circunferencia en ninguna parte-,
(weil Gott gehoert nicht zur Welt), sondern es ist que D es analogable con una esfera infinita cuyo
eine Grenze der Welt). Lo único que por razones centro es ubicuo y cuya circunferencia es utópica.
(§5) Los As de lo divino son, semánticamen-
transcendentales –kantiano sensu, o sea, epis-
te considerados, nombres (=Ns) de lo divino, es
temológicamente- y, en esta medida, de iure no
decir, NsdD.
puede aparecer como O (Gegenstand) en el U (en
Los NsdD no son, en realidad, Ns propios
el mundus phaenomenon) –o sea, como un ens
(=NsPs) de D, puesto que los NsdD expresan
reale-, es D.
un sentido, por conducto del cual viene deter-
(§4.6) Desde este punto de mira, el cual es
minada la referencia, o sea, el nominatum de la
epistemontológico y, por consecuencia, transcen-
expresión nominal.
dental, D no puede participar de la dicotomía
Si D posee un NP entonces esa expresión
S|O, estructura o, por mejor decir, condición nominal es un denotador rígido, lo cual equivale
fundamental de todo conocimiento humanamente a aseverar que en todo mundo lógicamente posi-
posible (=a). Si tal es el caso entonces D no es, de ble (=MPL) en el cual el nominatum existe, el N
iure, objetivable (=(a ⊃ b)). Si D no es, de iure, captura a uno y el mismo O; mejor aún, a uno y el
objetivable entonces D no puede ser O (=(b ⊃ mismo nominatum, y sin mediación de contenido
c)). Si D no puede ser O entonces D no puede ser descriptivo alguno. Desde este punto de vista,
proposicionalmente conocido (=(c ⊃ d)). Si D no el cual es el de la teoría de la referencia directa,
puede ser proposicionalmente conocido enton- representado antonomásticamente por Saul Aron
ces D no es humanamente efable (=(d ⊃ e)). Por Kripke (1940) en relación con las expresiones
consecuencia, a ⊃ e (por las cuatro últimas [triple nominales propias (en su celebérrimo Naming &
aplicación de SH]). Por ende, e (por la primera y la Necessity [1972, 1980]), la contribución semán-
sexta [MPP]), o sea, D no es humanamente efable. tica de las expresiones nominales propias a
las oraciones de cuya composición participan
D es humanamente inefable (por la anterior) (=f). son, precisamente, los nominata denotados por
D es acatonomástico (=g) (por la anterior). aquellas. En conformidad con este incompara-
D es aporrético (=h) (por la transanterior). ble filósofo contemporáneo del lenguaje, lógico
simbólico, ontosemanticista, &c., argumentos de
(§4.7) Si apelamos al quinto diálogo de De especie modal, de especie semántica y de especie
la causa, principio e uno (1584), de Giordano epistemológica permiten cimentar con solidez
Bruno (1548-1600) da Nola, entonces habremos la teoría histórico-causal de la referencia. La

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A PROPÓSITO DE LA TEOLOGÍA APOFÁTICA. ALGUNOS APUNTAMIENTOS SEMÁNTICOS 157

taxonomía de los argumentos adéudase a Nathan Los impropiamente denominados nomina


Salmon (Reference and Essence, Princeton Uni- Dei son nomina Dei impropria, o sea, denomina-
versity Press, Princeton [N. J.], 1981; L. Fernán- ciones comunes, no denominaciones propias, las
dez Moreno, 2006, 96). Según S. Kripke, los NsPs cuales, empero, son tales que el O que semánti-
compórtanse con rigidez semántica, a diferencia camente cae bajo algunos ellos es único, es decir,
de las descripciones definidas (=DDs) ordinarias, satisface, amén de una CN de existencia, una con-
las cuales son tenidas, por una multitud de autores dición necesaria (=CN) de unicidad. Así, pues,
descriptivistas, como los sentidos expresados por bajo ‘ens a se necessarium’ cae cuando menos
los NsPs, por conducto de los cuales los NsPs (=a lo ínfimo) un x y cuando más (=a lo sumo) un
realizan la captura sigmática del O único que x, el cual recibe la cualificación ‘eterno’. O bien,
constituye su referendum. Si tal fuese el caso por enunciar lambanológicamente lo anterior:
entonces al recurrir, mediante una idealización, bajo el concepto “ser el ente por sí necesario” –la
a por ejemplo una circunstancia contrafactual en nominalización del cual es ‘entidad por sí necesa-
la cual Moisés no conduce a los israelitas hasta ria’- cae cuando menos y cuando más un x, el cual
la Arabia pétrea sino, antes bien, hasta Namibia, satisface “ser el ente por sí necesario”. Hagamos,
entonces el conductor del pueblo hebreo no habría en este instante, la precisión definitoria de que
sido Moisés sino un x realmente distinto de Moi- “ser el ente por sí necesario” es un concepto y
sés. Mas si tal es el caso entonces “Moisés con- entidad por sí necesaria, una propiedad. El pre-
dujo a los israelitas hasta la Arabia pétrea” es una dicado lógico que permite expresar la propiedad
proposición necesariamente verdadera (=PNV), es, en este caso, un predicado con un único lugar
de argumento y, por ende, unario.
lo cual es flagrantemente contraintuitivo. Si la
Las referidas denominaciones comunes
teoría semántica de Gottlob Frege (1848-1925)
expresan un sentido, a saber: un modo de dona-
y la de Bertrand Russell (1872-1970) en relación
ción del nominatum –adeudamos este modo fre-
con el sentido de los NsPs gramaticales, es decir,
geano de referirse al sentido al Dr. Serge Robert-,
los Ns gramaticalmente propios (=DDs abrevia-
por conducto del cual viene determinado el nomi-
das), es correcta entonces los Ns gramaticalmente
natum; mejor, la extensión lógica del conjunto de
propios permiten referirse a Os distintos y no se
Os que satisfacen el concepto expresado por con-
comportan, entonces, rígidamente. Empero, que
ducto de la denominación primeramente aludida.
los NsPs sean rígidos es una creencia preteórica Hagamos, sobre la marcha, la precisión, no
ampliamente compartida, toda vez que puede menos relevante, de que D es un O particular
afirmarse, con impoluta corrección gramatical – concreto. Difiere, en esta medida, de por ejemplo
como puede acreditarlo todo usuario competente los números naturales, los cuales son entes parti-
del castellano-, “Moisés condujo a los israelitas culares abstractos; y, por supuesto, de los univer-
hasta Namibia”; mejor aún, que “«Moisés condujo salia, los cuales son propiedades y, por ende, Os
a los israelitas hasta Namibia» es una proposición abstractos susceptibles de simultánea posesión
posiblemente verdadera” (=PPV). Que esta sea por parte de una pluralidad, virtualmente infini-
una PPV es justificable epistémicamente a fuer de ta, de ejemplares correlativos del concepto de la
que podemos representarnos, cum congruitate, un propiedad; susceptible, por ende, de simultánea
MPL –o sea, un estado de hechos, por usar de la ubicación en una pluralidad de lugares (=regiones
definición implícita de Juan José Acero Fernán- del espacio) y de tiempos; también, huelga men-
dez (en su esclarecido y documentado prólogo tar, de las relaciones, o sea, de las propiedades
a su versión castellana [editada por la Editorial cuyos correlativos son predicados poliádicos.
Tecnos, S. A.] de Knowledge & Belief. An Intro- Los NsdD son, obviamente, expresiones
duction into the Logic of both Notions, de Jaakko correferentes y, por lo tanto, equipolentes. Sin
Hintikka [Cornell University Press, 1962], 18)- a embargo, no son expresiones sinónimas. Su equi-
propósito de MPL- en el cual el correspondiente valencia es solamente extensional, no intensional.
estado de cosas es un estado actualizado de cosas En esta medida, no son susceptibles de inter-
(vd. S. Kripke, 2013, 12). substitución salva veritate. Habida cuenta de

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lo anterior, no por aseverar “D es infinito” se sigmáticamente capturan a D. Ex. g., en todo MPL
establece una oración indiscernible, en el respec- en el cual D existe, o sea, en todo MPL en el cual
to del sentido, o sea, del pensamiento expresado, “D existe” expresa un estado factual de cosas, i.
de “D es inmenso”. Quien asevera “D es infi- e., un hecho (Tatsache), ‘omnipotente’ captura
nito” afirma lo mismo que quien asevera “D es sigmáticamente a D. En este concreto respecto,
inmenso”, toda vez que ambos establecen, bajo algunos NsdD aseméjanse a las DDs que poseen
la suposición de que ‘D’ satisface la condición rigidez semántica, como ex. g. aquellas que deno-
de existencia y de que los enunciados satisfacen tan Os particulares abstractos como los números.
la presuposición de existencia del O referido Una instancia de DD semánticamente rígida es ‘la
por los sujetos gramaticales de los enunciados, raíz cúbica del número entero 27’.
uno y el mismo valor alézico. Mejor expresado: Es obvio que no todos, a fuer de que ‘eter-
ambas oraciones nombran uno y el mismo valor no’ corresponde no solamente a D, sino también
veritativo. Sin embargo, quien declara “D es a cada uno de los Os particulares abstractos y
infinito” no declara lo mismo que quien declara a cada uno de los estados necesarios de cosas
“D es inmenso”, como por ‘declarar lo mismo’ (=estados necesariamente actuales de cosas), los
inteligamos un sinónimo de ‘expresar un mismo cuales gozan de actualidad en todo MPL. Ex. g.,
pensamiento’. Los pensamientos son notoriamen- porque “(7+5)=12” expresa, en la medida en que
te diferentes. Lo sabemos en consideración de lo el sistema numérico invocado sea el decimal
que podría acaecer en contextos semánticamente (=SNdB10), una proposición que ha de ser cuali-
opacos como lo son los de creencia –en general, ficada como una PNV, (7+5)=12 (de acuerdo con
los de actitud proposicional-: x, quien es un suje- el SNdB10) es un estado de cosas que goza de
to esciente y prolativo, podría conocer el valor actualidad en todo MPL. Henos en presencia de
veritativo de “D es infinito” sin conocer, eo ipso, un estado necesario de cosas, el cual es eterno.
el valor veritativo de “D es inmenso”. Pensemos Es eterno de acuerdo con el siguiente sentido –
en otra instancia, en esta ocasión una instancia que tuvo admirablemente presente Benedictus de
con realidad histórica. Lo divino parmenídeo, el Spinoza (1632-1677) al componer el primer capí-
cual no es realmente distinto de to on, es eterno tulo de la segunda parte de Cogitata metaphysica
mas no infinito. O sea, el Eleata sabía que “D es (Ámsterdam, 1663)-: carece de sentido aseverar
eterno” es verdadera y no sabía que “D es infi- “[(7+5)=12]SNdB10 era, el 13 de junio del 323 de la
nito” es verdadera, en forma tal que no porque edad antigua, un enunciado menos longevo de lo
“«Parménides de Elea sabía que «D es eterno»» que es en la actualidad, o sea, en el mes de octu-
es una proposición V”, “«Parménides de Elea bre de 2015 A. D.".
sabía que «D es infinito»» es una proposición V”. Una consideración homóloga es aplicable
Como muy bien es sabido, los contextos semán- a algunos atributos (=As) operativos y a los As
ticamente opacos son aquellos en los cuales el relacionales.
principio de substituibilidad no es legítimo, en Así, pues, no todos los Ns alusivos a As enti-
el sentido de que no es aplicable. Semejante con- tativos (=metafísicos) y no todos los Ns atinentes
textos son intensionales, toda vez que los estados a As operativos poseen el rasgo de la rigidez
mentales de especie intencional son tales que su semántica. Es notorio, por ejemplo, que ‘con-
O no es una CS relativamente a la individuación servador’ y ‘gobernante moral’ no son rígidos,
de aquellos, i. e., a la individuación de los estados a fuer de que en cuando menos un MPL el U no
psíquicos de especie intencional –en esta medida, existe –de lo contrario el acosmismo sería nece-
de índole cognitiva. sariamente falso, y es obvio que no es este el caso.
Los habitualmente nominados NsdD no son, Así, también, ‘intelecto’, A operativo, no es
entonces, genuinos NsPs. Sin embargo, algunos semánticamente rígido a no ser que se transfor-
de aquellos comparten con los NsPs, los cuales me en ‘intelecto absolutamente infinito’. En la
son designadores rígidos, el siguiente rasgo: la medida de lo último captura, en todo MPL en el
rigidez. Son denominaciones rígidas en el sen- cual “D existe” es una proposición verdadera, al
tido de que en todo MPL en el cual D existe, referendum de la expresión ‘D’.

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A PROPÓSITO DE LA TEOLOGÍA APOFÁTICA. ALGUNOS APUNTAMIENTOS SEMÁNTICOS 159

Finalmente, los Ns correspondientes a los (§7) De acuerdo con el pseudo Dionisio


As relacionales no son expresiones semántica- Areopagita, unas ciertas imputaciones de imper-
mente rígidas. fecciones a lo divino son legítimas, a fuer de que
(§6) Si toda teología es negativa entonces tácitamente expresan –lo hacen, por cierto, de
nada afirmativo puede afirmarse respecto de lo manera oblicua, o sea, ex obliquo-, que entre el
divino. Si tal es el caso entonces, ¿cómo sabe- O divino y el intelecto humano media una des-
mos que X pertenece a D, mas no Y? ¿Con cuál proporción raigal, la cual es tal que entre Aquel
evidencia contamos para epistémicamente jus- y este media un abismo infinito no susceptible
tificar “D es X"? No habría fundamento alguno de transposición por el intelecto humano. Repro-
para descriminar lo legítimamente predicable duciremos una traducción de la correspondiente
de D de lo no legítimamente predicable de D, es fuente primaria, la cual no es otra que Coelestis
decir, no habría base alguna para cimentar, con Hierarchia, ii (iii-iv):
adecuación, el criterio demarcatorio del discurso
verdadero respecto de lo divino del discurso falso Si verdaderamente las negaciones son apro-
acerca de lo divino. piadas para referirse a Dios, en cambio las
Aliter: afirmaciones positivas son inadecuadas al
misterio de lo inefable, para lo invisible está
mucho mejor hacerlo valiéndose de figuras
1. Si nada afirmativo puede afirmarse res-
desemejantes.
pecto de lo divino porque toda propiedad
humanamente cognoscible implica alguna Por tanto las sagradas descripciones de las
imperfección, entonces sabemos que existe Escrituras al intentar explicar los órdenes
cuando menos una propiedad que no corres- celestes con figuras que no son semejantes a
ponde a D. ellos no ocasionan una degradación, sino que
2. “Que Y es una propiedad que no corresponde los ensalzan y con ello intentan demostrar
a D” es un enunciado humanamente escible. que esos órdenes son eminentemente supe-
3. El rationale de 2 es una proposición riores a todos los seres materiales. […] Y
molecular, uno de cuyos componentes es pienso también que ninguna persona sensata
podrá negar que las desemejanzas sirven
el enunciado de acuerdo con el cual “cual-
mejor que las semejanzas para elevar nuestra
quier propiedad que implica imperfección
mente. […] estas imágenes han logrado […]
es incompatible con el ser de D (esse que incluso los más inclinados a lo material,
Dei)”. no consideren ni justo ni verdadero que esas
4. El último enunciado posee un rationale: imágenes tan horribles puedan corresponder
“D es un ente que solamente posee perfec- […] a las realidades supracelestes y divinas
ción” (=“D es un ente que exclusivamen- (Coelestis Hierarchia, ii, iii-iv [reproducido
te posee perfecciones” [=“D es un ente en E. M. Ulloa M., 2015, 53-54]).
que exclusivamente posee propiedades
perfectivas”]). I. e., apelando a expresiones expresivas de
5. El último es expresado por una oración desemejanzas que no pueden sensatamente ser
ambigua, uno de los analysantia de la cual puestas en tela de juicio, mejor se sirve a la
es el siguiente enunciado: “D es el ente empresa de exaltar al compasivo y misericordioso
omniperfecto”. -¡Exaltado sea!-, a fuer de que aquellos propician
6. Mas “D es el ente omniperfecto” es un mucho más que otras expresiones el tránsito
enunciado catafático, no apofático. / (6.1) N. ascendente de la mente de la criatura espiritual.
b.: Vehicula, en principio, un pensamiento Como recurramos a expresiones notoriamente
(=proposición con sentido) apofántico de inadecuadas entonces, modo obliquo, afirmare-
especie afirmativa. mos la transcendencia de lo divino y, por ende,
7. La teología apofática supone cuando menos no suscitaremos riesgo alguno de que el enuncia-
un pensamiento apofántico de especie afir- tario confunda a D con alguna de Sus criaturas
mativa (por 1-6). Q. E. D. 4 o, mejor aún, con una propiedad poseída por

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cuando menos una de las criaturas elicitadas cambio, innominado e innominable. Redarguye el
por Aquel. Porque las imágenes hórridas –y las gentil: Por consecuencia, est ergo aliquid. Objeta
expresiones correlativas de estas- no inducen el cristiano: Nec aliquid est, nam aliquid non est
a yerro alguno respecto de D, superrealidad omne: Deus autem non est potius aliquid, quam
inescrutable por el intelecto finito, mejor sirven omne (Ni es algo, pues algo no es todo. Dios,
a la empresa de la cognición de D. Para agentes empero, no es algo antes que todo) (352).
cognitivos como nosotros, el genuino conoci- D, lo máximo absoluto, es innominable, o
miento de lo divino es un no conocimiento y una sea, inefable, puesto que es infinitamente mayor
no nominación. Aproximándose de esta manera que cualesquiera criaturas, por excelsas que estas
al compasivo y misericordioso –¡Exaltado sea!-, sean, es decir, porque es infinitamente mayor que
no se correrá riesgo alguno de entreverar a D cualesquiera entes nominables. Así, pues, con
y a cuando menos una de Sus criaturas y, por mayor verdad se habla sobre D por conducto de
ende, no se correrá riesgo alguno de prohijar la remoción y de la negación de imperfecciones,
conciencia falsa –el principio mismo de la ido- como lo hizo el Areopagita (N. de Cusa, De
latría- respecto de D. Docta Ignorantia, i, xxvi [1984, 81]), i. e., apofá-
Nuestra objeción contra esta interesante tesis ticamente. D ni siquiera es la verdad, ni intelecto
del “Areopagita” es la siguiente: Si tal es el caso alguno, ni la luz, o decible alguno, como lo supie-
entonces, ¿por qué no predicar, de D, imperfec- ron Shelomó Ibn Gabirol (1021-1070 [¿?]) y los
ciones morales escandalosas como ser perpetra- sabios (Loc. cit.). Dentro del ámbito disciplinar de
dor de facinos, ser mendaz, &c.? No habría, bajo la teología, las negaciones son verdaderas e insu-
la admisión de semejante supuesto, criterio dis-
ficientes, en el respecto epistémico, las afirmacio-
criminatorio de aseveraciones legitimas respecto
nes. Más verdadero es, entonces, negar de D, lo
de aseveraciones ilegitimas atinentes al O divino,
máximo absoluto, las imperfecciones (Loc. cit.), a
y respecto de lo divino campearía por sus fueros,
saber: las propiedades inconsistentes con la sim-
en el respecto aseverativo, una cabal congeries,
plicidad y con la absolutez de lo máximo abso-
similar a la denunciada por el Estagirita, en el
luto, que afirmar de D todo aquello que, quoad
cuarto de los libros de su Metafísica (capítulos iv
nos, perfectio sit. No estamos en presencia, por lo
y v [1007 b, 19-25; 1008 a, 15-26; 1008 b, 2-11;
tanto, de una variedad de enantiodromía como la
1009 a, 6-15; ]), respecto de las consecuencias
implicadas por la inobservancia del principio implicada por la aserción de la perantiomaticidad
de no contradicción (=PdNC); entrevero en con- de D, en Quien los opuestos confluyen en forma
formidad con el cual absolute idénticos son una tal que ambos pueden decirse de lo divino, en
trirreme, un muro y una persona humana (Meta- forma tal, sin embargo, que uno de ellos se afirma
física, iv, iv [1007 b, 20]). de D con mayor verdad que la verdad con la cual
(§7.1) Finalmente, advirtamos de que la TA el otro predícase de D (L. Peña, La coincidencia
conduce hasta la siguiente admisión. Lo afirma- de los opuestos en Dios [Quito, 1981]).
mos en consideración del desarrollo argumenta- En conformidad con el Cusano, más ver-
tivo del Cusano en Dialogus de Deo abscondito dad involucra predicar de D la negación de la
(1444), el más escueto de sus diálogos (Constan- petreidad que predicar de D la negación de la
tino Láscaris Comneno [en N. de Cusa, 1958, inteligencia.
348]), donde el filósofo y teólogo alemán planteó, Últimamente, entonces, la exactitud de la
por boca del interlocutor cristiano, que [s]cio, verdad luce incomprensiblemente en la umbra
omne id quod scio, non esse Deum, et omne id hominis nescientiae. Lo máximo absoluto unitri-
quod concipio, non esse simili ei, sed quia ipse no no puede ser “alcanzado” sino por conducto
exuperat (Sé que todo lo que sé no es Dios, y que de la docta ignorantia (N. de Cusa, DDI, i, xxvi
todo lo que concibo no es similar a Dios, sino que [1984, 82]).5
Él lo supera [352]). Repone el interlocutor gentil: La TA es una teología de la negación, cuya
Luego, D nada es. Falso, arguye el cristiano, única “afirmación” es la de la infinitud de
puesto que la nada misma es nominada, y D, en lo máximo absoluto. Lo constituyente formal

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A PROPÓSITO DE LA TEOLOGÍA APOFÁTICA. ALGUNOS APUNTAMIENTOS SEMÁNTICOS 161

intrínseco de D es, desde este punto de mira, la 4. De 1 se infiere que “D no es no F” (=((D(1–


infinitud. F))=0)) es verdadera.
Por lo tanto, la TA compromete con las ase-
veraciones por reproducir: Una manera alternativa de aludir a lo men-
tado por 2 es la siguiente. ‘Intelecto’ implica,
(D es F) ∧ ~(D es F); en la medida en que es referido a los intelec-
(D es ~F) ∧ ~(D es ~F). tos de agentes con poderes mentales como los
Ex. g., humanos, una facultad, o sea, un poder causal
(A) D es sabio & cognitivo –es un poder causal porque quien
(B) D no es sabio (no es sabio en la medi- lo posee puede, cuando menos en principio,
da en que Su sapiencia no es analogable con la elaborar representaciones mentales abstractas
humana); denominadas conceptos- con limitaciones, en el
(C) D es no sabio (por B [mediante obver- sentido de que puede elicitar representaciones
sión]) & mentales conceptuales confusas, puede cons-
(D) D no es no sabio (por A [doble negación]). truir falentes inferencias simbólicas, como ex.
Si tal es el caso entonces “D es F” (=((D(1– g. una falacia de composición, &c. Asimismo,
F))=0)) es verdadera y “D no es F” (=((DF)=0)) semejante intelecto hállase sujeto al imperio
es verdadera, a fuer de lo cual el PdNC es falso, del tiempo, en el sentido de que la construcción
toda vez que este niega la posibilidad de que de inferencias sofisticadas –en el respecto de
enunciados mutuamente contradictorios –o bien la complejidad formal- es una operación que,
habitualmente, no puede ejecutar sino en el
contrarios- sean simul verdaderos.
curso de un intervalo temporal, a veces muy
“D no es F” equivale, en este contexto, no
prolongado. Mas es notorio que podemos, abs-
a la afirmación de que si ‘F-idad’ denota una
tractivamente, desvincular, sin eo ipso reducir a
propiedad que solamente puede ser poseída por
la nada semántica la expresión ‘intelecto’, o sea,
entes creados, entonces D no es F. Equivale a
sin destruirla como vehículo de significado, al
lo siguiente, lo cual es semánticamente más
concepto “intelecto” de la pluralidad de acciden-
complejo:
tes que, habitualmente, maculan los prosultados
de las operaciones ejecutadas por un intelecto
1. “D es F” (=((D(1–F))=0)) es verdadera sola- como el humano. De esta manera manifestamos,
mente si ‘F-idad’ denota una propiedad que, cuando menos tácitamente, que al concepto
necesariamente, es mejor tener que no tener. “intelecto” no pertenecen los conceptos “con-
/ (1.1) N. b.: Si la propiedad es tal que tenerla fusión”, “equivocación”, “sofisma”, &c. Si tal es
es, necesariamente, mejor que no tenerla, el caso entonces no percibimos dónde reside la
entonces formaliter in Deo exsistit, h. e., pretendida imposibilidad de un concepto como
Deus proprio sensu dicitur haec proprietatis “intelecto infinito”, es decir, dónde se halla el
subiectum. fundamento epistémico de ““intelecto infinito”
2. “D no es F” (=((DF)=0)) es verdadera sola- es un concepto no ejemplificable”.
mente si ‘F-idad’ denota una propiedad que Una de las febledades del enfoque apofático
tal y como objetivamente existe, o sea, tal y es, desde nuestro modesto punto de mira, que no
como nos la representamos (por virtud de es consistente con el PdNC, como lo patentizan el
lo cual posee un esse intentionale), es for- producto lógico (1 ∧ 2) y el producto lógico (3 ∧
malmente, i. e., per logicam consequentiam 4). Asimismo, ambos productos lógicos eviden-
(=entrañamiento), imperfecta. / (2.1) N. b.: O cian que la TA no es consistente con el principio
sea, tal y como nos la representamos, falso de tercero excluso. Finalmente, cabe mentar una
es que, necesariamente, sea mejor tenerla que tercera febledad de la TA: no es compatible con
no tenerla. el principio duplex negatio affirmat, es decir, con
3. De 2 se colige que “D es no F” (=(DF)=0)) es la regla de substitución del cálculo de deducción
verdadera. natural conocida como regla de doble negación.

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En efecto, no porque aseveremos “No 〈No es el Theologiae, i, en el cual controvertió el apofatis-


caso que D es somático〉”, afirmamos “es el caso mo de Rambam.
que D es somático”. Como nos remitamos a De Nominibus Dei, del
Pseudo Dionisio Areopagita (quien fue, verosí-
milmente, un monje sirio de los siglos V y VI de
Notas la edad común, influido por el neoplatonismo de
Proclo de Licia [410-485]), entonces nos percata-
remos de que el mismo Dionisio, paradigmático
1. Es palmario que el externismo semántico expositor de la TA –no ciertamente su fundador,
(=‘externismo semántico’), con arreglo al cual toda vez que esta preexiste en la sistemática expo-
“‘meanings’ just ain’t in the head” [H. Putnam, sición de consecuencias lógicas que corresponden
1982 b, 227]) se contrapone, como enantiónimo, a la primera de las hipótesis especulativas que
al internismo semántico (=IS), o sea, a ‘inter- componen el Parménides, o de las ideas (367 a. J.
nismo semántico’, la caracterización del cual C.), de Platón; y halló acogida en la obra del pla-
adeudamos a Manuel García-Carpintero (1957), tónico Filón de Alejandría; por no hacer mención
eminente filósofo español contemporáneo del del aporte de Plotino de Lycópolis (205-270) en el
lenguaje. En conformidad con el IS, el significa- nono y último tratado de la sexta de las Enéadas-
do es una concepción interior de la mente (John presupuso cierto conocimiento afirmativo de D,
Locke [1632-1704], An Essay concerning Huma- conocimiento que proporciona elementos demar-
ne Understanding, libro iii, ii, ii [J. Locke, 1991, catorios de juicio de lo legítimamente predicable
405]), o sea, un peculiar fenómeno solamente de D respecto de lo ilegítimamente predicable
existente en la cabeza (“meanings are in the head” de D. Tan apropiada como la del Aquinatense
[H. Putnam]) y, en esta medida, un ente meramen- relativamente al apofatismo maimonídeo, lo es la
te subjetivo (M. García-Carpintero, 1996, 109). El de George H. Smith, libertario estadounidense y
IS es uno de los dos componentes del mentalismo: apasionado nuevo ateo, contra el agnosticismo (G.
a) El supuesto de que el pensamiento antecede H. Smith, 1989, 44) –implicado, según él, por el
ontológicamente al lenguaje y teísmo en la medida en que este debe rehuir las
b) el internismo semántico (vd. M. García- contradicciones hasta las cuales conduce la atri-
Carpintero, 1996 [capítulo iv], 98). bución, a D, de una pluralidad de “atributos” de
2. Como rectamente lo ha hecho advertir Hilary lo divino; mejor aún, en tanto que los “atributos”
Putnam, el significado de una expresión puede son retrotraídos hasta los límites de lo absurdo
aprehenderse sin conocimiento de si esta es o no (50). La crítica de George H. Smith figura en la
es aplicable a un determinado nominado. Henos primera parte de Atheism. The Case against God
en presencia de un apuntamiento que tácitamente (1973, 1979).
5. Habríamos preferido adoptar, en relación con lo
adversa la tesis carnapiana de la equivalencia de
planteado por Nicolás de Cusa, la tesis de que
concepto y propiedad. H. Putnam, 1982 a, 128.
porque D es inefable y no es inefable, sino supra
3. He aquí la definición cartesiana de ‘intuitus’:
omnia effabilis, quia sit omnium nominabilium
Per intuitum intelligo, non fluctuantem sen-
causa (sobre todas las cosas inefable, puesto que
suum fidem, vel male componentis imagina-
es la causa de todas las cosas nominables) (Cusa-
tionis judicium fallax; sed mentis purae &
no, DDI, i, xxvi [1984, 354]) y porque de lo que no
attentae tam facilem distinctumque concep-
puede hablarse, ha de callarse (Wovon man nicht
tum, vt de eo, quod intelligimus, nulla pror- sprechen kann, darueber muss man schweigen
sus dubitatio relinquatur; seu, quod idem est, [LPA, 7]), respecto de D hemos de observar la
mentis purae & attentae non dubium concep- parsimonia expresiva y reducir máximamente, en
tum, qui à solâ rationis nascitur, & ipsâmet relación con Él, nuestra provisión de expresiones.
deductione certior est, quia simplicior, quam Idealmente habría de observarse, relativamente
tamen etiam ab homine malè fieri non posse a lo divino, un elocuente mutismo –valga el elo-
suprà notavimus (C. Adam & P. Tannery, x, cuente oxímoron.
368, 13-21).
4. La crítica que hemos ventilado fue esgrimida,
con anterioridad, por T. de Aquino en el segundo
de los artículos de la trecena cuestión de Summa

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A PROPÓSITO DE LA TEOLOGÍA APOFÁTICA. ALGUNOS APUNTAMIENTOS SEMÁNTICOS 163

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164 JUAN DIEGO M. MOYA BEDOYA

Le Traité des huits chapitres traduit de l’arabe par Quaestiones breviter explicantur. En el tomo I
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édition revue par Charles Mopsik. París: Éditions Akademie der Wissenschaften herausgegeben
Verdier, colección “Les dix paroles”. von Carl Gebhardt, Zweite Auflage. Heidelberg:
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Prometheus Books, The Skeptic’s Bookshelf Docente e investigador de las áreas “Epis-
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ca, in quibus difficiliores, quae tam in Parte Revista de Filosofía de la Universidad de
Metaphysices generali, quàm speciali occurrunt, Costa Rica.

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, LV (143), 149-164, Septiembre-Diciembre 2016 / ISSN: 0034-8252

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