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ISSN: 1665-952X
economiaunam@unam.mx
Universidad Nacional Autónoma de
México
México
Un libro indispensable.
Estado y desarrollo económico:
México 1920-2006
Federico Novelo Urdanivia
de Carlos Tello Macías,
FE-UNAM, México, 2007.
Mi vida coincide con la mayor parte de la época que se estudia en este libro y, durante la mayor
parte de ella, desde mis primeros años de adolescencia hasta el presente, he tenido conciencia de
los asuntos públicos, es decir, he acumulado puntos de vista y prejuicios en mi condición de con-
temporáneo más que de estudioso.1
1. Eric Hobsbawm, Historia del siglo XX, Crítica, Grijalvo Mondadori, Barcelona, 1995, p. 7.
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2. “Sin la intervención del poder nacional no hay seguridad, no hay confianza en la moneda
acuñada, en los pesos y medidas, no hay seguridad en la salud en los puertos, no hay seguridad en
el comercio en el mar con la ayuda de una armada, no hay intervención a favor de los ciudadanos
en los puertos y países extranjeros por los cónsules y ministros, no habrá títulos de tierras, no habrá
patentes, no habrá derechos de autor, no habrá canales ni ferrocarriles, no habrá una vía nacional.
La industria, enteramente librada a sí misma, pronto caería en ruina y una nación que dejara todas las
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cosas por la paz se suicidaría”. Federico List, Sistema nacional de economía política, FCE, México,
1997, pp. 507-508.
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bancaria; posteriormente fue embajador la historia4 y combinándola con la necesidad
de México en varios países); tenemos, en- humana de superar el Estado de naturaleza:
tonces, a un actor que, por la fuerza de sus llevada a efecto la reunión de los hombres en
convicciones y –sobre todo– por lo que se sociedad, y ya poblado el mundo por la espe-
ha establecido en los gobiernos y las polí- cie humana, una nueva necesidad se dejará
ticas públicas durante el último cuarto de sentir: la institución de un control potente, que
siglo, ha sido juzgado, condenado y que se imponga el orden entre ellos y proteja a los
encuentra, afortunadamente, libre, para (en unos de los otros; porque el hombre, en tanto
funciones de autor) ofrecernos sus polémi- que animal, es inducido por su naturaleza a la
cos y relevantes testimonios de ésta, y los agresión y a la violencia […] es indispensable
análisis de etapas anteriores y posteriores que el moderador pertenezca a la especie hu-
de la historia económica del país, hasta mana y que tenga un brazo poderoso, coerciti-
nuestros días.3 Entremos en materia. vo y una autoridad avasalladora, que impusiera
En la investigación social, ayer y hoy, ha sido el orden y evitara todo género de hostilidades
recurrente (e inconcluso) el debate acerca internas. He ahí lo que significa gobierno o so-
de la necesidad de formular hipótesis (que beranía.5
siempre son de trabajo), o de encontrar El Estado, en la historia del desarrollo mexicano, es
otros recursos (sistemas de preguntas o el gran tema sobre el que nuestro autor realiza
reacciones frente a otras obras o afirma- sus indagaciones, encontrando notables dife-
ciones). La investigación de Tello, que es rencias entre sus expresiones temporales, los
histórica, económica, política y social, se gobiernos del país desde la tercera década
ubica –necesariamente– en la segunda del siglo pasado hasta nuestros días, con las
opción, recogiendo la añeja finalidad de que construye una original periodización:
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Reseña
la construcción y consolidación de la na- gar que les corresponde y que hagan visible
ción; los importantes frutos, no sólo eco- la mano del Estado.
nómicos, de la actividad intervencionista Tello recurre a una abundante cantidad de fuentes
del Estado mexicano; las significativas que recogen, casi en su totalidad, lo que bien
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podríamos denominar la versión mexicana Una sensación experimentada durante mi lectura
de un compendio histórico,6 para el perío- del texto, que no debo omitir, es una suerte
do; en mi opinión, este notable ejercicio de aceleración, en el momento en que Tello
de incorporación de nuestros documentos transita de narrador de una historia estudiada
fundamentales se vería enriquecido con a testigo de una historia vivida. Me explico: no
la reproducción del texto redactado por se trata de un cambio drástico en la redacción;
el General Lázaro Cárdenas en enero de Carlos Tello publicó, en 1968, un libro extraor-
1940, y que conforma una suerte de testa- dinario, La tenencia de la tierra en México
mento político, entregado a su sucesor el (Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM),
1º. de diciembre del mismo año,7 tanto por donde la mayor parte de la historia descrita no
su relevancia histórica cuanto por su ati- fue vivida, con un resultado realmente plausi-
nada profecía. Entre los análisis históricos, ble. Lo que acontece en este último libro es
igualmente desde mi opinión, se echan de una documentada y analítica descripción de la
menos los trabajos de Tzvi Medin, sobre el historia estudiada, que convive con otra, igual-
maximato, el cardenismo y el alemanismo, mente documentada y analítica, pero visible-
que arrojan datos de primera mano e inter- mente apasionada, de la historia vivida. Estar
pretaciones originales sobre esas etapas en el ojo del huracán, sin duda, es distinto a
de nuestra historia. contemplarlo desde la seguridad de la distan-
6. Con el subtítulo de: Un recorrido por sus documentos fundamentales, Daniel Boorstin com-
piló un, del todo imitable, Compendio histórico de los Estados Unidos (An American Primer), en
1966, cuya versión en español fue editada, en 1997, por el Fondo de Cultura Económica.
7. “Algo muy importante y trascendental en la vida de México, para los hombres que asumimos
el poder, es cuidar de que entre tanto no haya una declaración categórica del gobierno de Norte
América, en el sentido de que abandona su teoría de reconocer la nacionalidad de origen de los
norteamericanos que se trasladan a otros países, no debe aceptarse aquí a nuevos inversionistas
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de la nación vecina. Si se descuida este importante aspecto, tendremos que lamentar más reclama-
ciones indebidas y conflictos graves para México. Aunque los extranjeros, de acuerdo con nuestras
leyes, están obligados a renunciar a toda protección diplomática, lo cierto es que los gobiernos de
Norte América no han respetado este principio, que es ley suprema en nuestro país, y por ello se
hace indispensable tener previamente una declaración oficial del gobierno norteamericano[…] Si
con este principio está de acuerdo el ciudadano que llegue a sucederme en la responsabilidad del
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poder, se servirá trasmitirlo a su inmediato sucesor”, citado en Jesús Silva Herzog, Una vida en la
vida de México, Siglo XXI Editores y El Colegio Nacional, México, 1973, p. 208.
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Reseña
cia. Aquí aparece otro mérito de Carlos Te- presupuestos paralelos (puestos al descu-
llo, al citar a amigos del pasado, metamor- bierto por Luis Echeverría); desde la creación
foseados –incluso un ex presidente– en del Banco de México, la de las secretarías de
verdaderos detractores de nuestro autor; Estado hasta la seguridad social y la promo-
la pasión de Tello no se descarga sobre ción de notables esfuerzos educativos; desde
ellos, sino que toma forma en la búsqueda el reparto agrario, la fijación de precios de
de verdades, por lo demás ampliamente garantía, aseguramiento, subsidio y crédito
documentadas, que enfrentan (con nota- para la producción rural hasta el ejemplo gu-
ble éxito) a un abultado cuerpo de historias bernamental de las diversas figuras de la con-
inventadas, con las que se justifican erro- tratación colectiva y el respeto a los derechos
res monumentales y con las que, además, (casi) plenos de los trabajadores; desde la
se propone una sola opción, la neoliberal, construcción de caminos y obras de riego has-
para el porvenir del país. ta la edificación de un país dominantemente
El ajuste de cuentas que Tello realiza con la urbano (con el resultado notable de la ventaja
mayor parte de las reformas neoliberales; competitiva de nuestra ingeniería civil); y, por
el balance de los verdaderos efectos, mag- supuesto, las gestas que recuperaron para la
nificados por el neoliberalismo gobernante, nación recursos e infraestructura estratégicos,
del Tratado de Libre Comercio de América son presentadas con sencilla claridad, como
del Norte (TLCAN); el saldo de tinieblas que los grandes logros de la actividad oficial en la
arroja el estudio de los efectos sociales búsqueda de la prosperidad nacional.
del reformismo neoliberal, y la contabilidad de El recuento de estos logros, sin embargo, no impi-
las penurias incrementadas, en pobreza y de a nuestro autor hacer la otra contabilidad:
desigualdad, que acompañan, junto con la promoción gubernamental de desigualda-
las promesas oficiales traicionadas, al des- des regionales, sectoriales y sociales; la edifi-
punte del tercer milenio, son elementos só- cación deliberada de un régimen corporativo,
lidamente argumentados por nuestro autor, donde las inquietantes figuras del charrismo
que puntualizan que ni todo lo (poco) bue- sindical (Tello nunca usa el término) y de opor-
no es nuevo ni todo lo (mucho) negativo es tunistas burocracias empeñadas en pastorear
pasado; que nos recuerdan que “No todo a los trabajadores del campo y de la ciudad,
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empezó con el siglo que acaba de iniciar- aparecen como impresentables criaturas gu-
se” (p. 16). bernamentales; la simulación, poco exitosa, de
La detallada descripción de objetivos, ins- un país democrático, en el que un sólo partido
trumentos e instituciones creadas por el gobernó en todo el territorio, en los tres ór-
Estado, y colocadas al servicio del creci- denes de gobierno; la disponibilidad y empleo
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miento y la justicia social, desde la banca de diversas formas de represión, hasta el ase-
de desarrollo hasta la heterodoxia de los sinato, utilizadas en contra de movimientos y
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líderes sociales (de mineros, telegrafistas, no es sólo una historia del acontecer económi-
profesores, ferrocarrileros y estudiantes); co nacional; tampoco es la historia del Estado
el alumbramiento y cuidado preferente de mexicano. Este libro da cuenta de la interac-
otra criatura, tan o más inquietante (y nota- ción virtuosa (y, a veces, no tanto) de econo-
blemente menos leal) que las burocracias mía y política, de poder y prosperidad (como
obreras y campesinas: la burguesía mexi- Mancur Olson tituló a su libro póstumo), en el
cana, una especie de Bebé de Rose Mary, caso específico del México postrevolucionario
siguiendo con el espinoso y actual tema de hasta el presente, bajo la lógica que convierte
las gestaciones abortables, creada, organi- a la economía en rama de la acción del Esta-
zada y promovida desde el gobierno, hasta do, en Economía Política. El conservadurismo
que –con éxito insospechado– se sirvió intelectual, que se ha aplicado a edificar una
de transformaciones políticas (resultado de conveniente historia de la economía mexicana,
luchas en las que no participó), para, pri- converge en ofrecernos erróneas identidades
mero, disputar y, después, hacerse del po- entre actividad económica gubernamental y
der público (al respecto, Tello reproduce la distorsión de los mercados, entre el propósito
declaración de Vicente Fox que hace, del de crecimiento con distribución de sus frutos
suyo: “Un gobierno de empresarios para y populismo desestabilizador, entre interven-
empresarios”), que hasta hoy conserva. ción del Estado y autoritarismo. Con rigor
La historia económica de México ha sido tema económico e histórico, con ecuánime lucidez
recurrente de muchos y muy notables in- argumentativa y con inquebrantable honesti-
vestigadores, en el que las aportaciones, dad intelectual, Carlos Tello Macías derrumba
desde Daniel Cosío Villegas, Enrique Flo- todos y cada uno de estos entuertos y ofre-
rescano y Juan F. Noyola hasta Enrique ce una versión, en nada condescendiente
Cárdenas, José Ayala Espino y Miguel con sus propias simpatías, de los aciertos,
Aboites (por sólo mencionar a algunos), errores, excesos y omisiones de aquellas po-
han dejado marcas profundas y de un líticas públicas que se pusieron al servicio de
valor difícil de exagerar. La aportación de (y construyeron a) la nación que hoy tenemos.
Tello, en el libro que aquí se ha intentado Por supuesto, también señala las promesas y
reseñar, tiene –entre otras– la virtud de in- los resultados de la (in)acción gubernamental
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corporar buena parte de las aportaciones del último cuarto de siglo de nuestra historia,
previas, a los efectos de compartir opinio- recordándonos, implícitamente, que las com-
nes y, por supuesto, a los efectos de di- paraciones son odiosas... por inevitables. Para
sentir de ellas, bajo la lógica de su propio los economistas e historiadores, de hoy y de
programa de investigación; aunque no es mañana, empeñados en el conocimiento acer-
muy recomendable el método de definir a ca del papel que el Estado ha tenido en la mar-
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las cosas por lo que no son, conviene clari- cha económica de México, este libro resulta,
ficar que Estado y desarrollo económico... simplemente, indispensable
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