Aportes p ar a l a
C e le
l eb r ac i ó n
Homilía y guión para la Santa Misa
Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor 21 de abril de 2019
Ciclo C. Color: Blanco Año XXIII - Nº 1312
Aportes para la homilía
Los efectos de la Pascua
Hech 10, 34. 37-43; Sal 117, 1-2. 16-17.
22-23; Col 3, 1-4 (o bien: 1Cor 5, 6-8);
Jn 20, 1-9 (o bien: Lc 24, 1-12. En la
misa vespertina: Lc 24, 13-35)
¡Felices Pascuas!, queridos hermanos.
Hoy la Iglesia está de fiesta. Nos alegramos
porque hemos recibido la noticia más linda
de la toda la historia: “¡Jesús ha resucitado!”.
Nosotros nos convertimos, entonces, en un
pueblo que se alegra por la vida y no por la
muerte. Pero, ¡cuántos hay en el mundo que
se alegran por la muerte de sus rivales! Y lo
celebran... Nosotros nos alegramos porque
entendemos lo que una vez dijo Jesús a sus
discípulos: “Yo soy el camino, la verdad y la
vida” (Jn 14,6). Celebramos a Jesús vivo, a la
vida misma. La Pascua es vida, y eso tiene
algunas significaciones importantes para
nosotros:
1. Pascua es habilitación del testimonio
cristiano. Dar testimonio es mostrar que Jesús
ha resucitado, lo cual se expresa con palabras
y obras. Es hacer ver a los demás lo que se
ha visto con los propios ojos. El testimonio
cristiano nace de un convencimiento interior
profundo, la fe es el motor de la vida. En este
caso, ser testigos del Resucitado es pasar por
la experiencia de la conversión, del llamado
y de la comunicación de la Buena Noticia. El
testimonio es de cada individuo y de toda la
comunidad. Somos comunidad de testigos
frente al mundo. Es importante recuperar la
dimensión comunitaria del testimonio. Este
es el punto de partida. Nuestro testimonio
no debe centrarse en competencias: quien
reza más, quien tiene más responsabilidades
pastorales, quien trata de convencer más a los
protestantes… El testimonio abarca mucho
más porque todo eso puede ser expresión de
la hipocresía y no de un discipulado conven-
cido, que lleva vida al mundo.
2. La Pascua da plenitud al tiempo. En la
cruz de Jesús, se unieron el cielo y la tierra.
La creación entera fue redimida por su sangre.
Ahora, con su resurrección, es tiempo para
la acción de gracias porque el tiempo llano y
monótono ha pasado a ser pleno de signifi-
cado, el tiempo que da paso a la eternidad. Y
cada instante de este tiempo de resurrección,
es lo que llamamos un “kiarós”, o tiempo de
una densa manifestación de Dios. El Señor
entró en la historia y le dio un giro impensado,
porque la hizo desembocar en la eternidad.
Él, que vive resucitado, llevó la humanidad
redimida al seno de Dios, y ahí transforma lo
que el tiempo no puede.
Nosotros, que vivimos la temporalidad,
también estamos traspasados de dolores y
aflicciones. Nosotros percibimos el tiempo
como conversión, como transformación. Vivi-
mos en la historia, llena de frustraciones y tam-
bién de logros, una historia de contradicciones,
pero la resurrección del Señor le da plenitud,
porque trascendemos los males y, desde den-
tro, Jesús rehace a la humanidad dolida. Con
la resurrección del Señor, vivimos el Reino
de Dios, que ya está pero no se manifiesta
plenamente. Cuando las obras de la muerte
(Continúa en la p. 4).
Aportes - 1
Guión para la Santa Misa
1)  Introducción a la celebración
Hermanos y hermanas. La alegría
dirigimos a él para que disipe todo 10)  Padrenuestro
lo inhumano de nuestras vidas. Teniendo la mirada puesta en el
alegría por cuarenta días y hoy,
A cada intención respondemos: cielo, rezamos al Padre Dios para
exultantes de gozo, nuevamente


Señor resucitado, escúchanos. que nos resucite, como a su Hijo,


traspasa esta eucaristía. Nos reuni- entonamos el cántico de alabanza: en el día final. Recemos: Padre nuestro…
mos como comunidad de discípulos Gloria… 4  Por el papa Francisco, sucesor
para reconocer al Señor, que ha 5) Liturgia de la Palabra de san Pedro, para que, como el 11)  Cordero de Dios
resucitado. Todo en la Iglesia es luz y apóstol, tenga la fuerza para anunciar
Primera lectura (Hech 10, 34. El Cordero inmolado es el Señor
esperanza, alegría y alabanza. Iniciemos sin vacilaciones el evangelio de la
resucitado. Este es el Cordero


nuestra acción de gracias en el día más 37-43): San Pedro con valentía da alegría. Oremos…
testimonio de ser discípulo del Se- de Dios que quita el pecado del
importante del año. Cantamos… 4  Por nuestro país, que se afianza mundo. Felices los invitados a la Cena
ñor resucitado y constituido apóstol
democráticamente, para que los go- del Señor.
2)  Saludo inicial de Jesucristo.
bernantes trabajen “a fin de crear las
Hermanos y hermanas. No busca- Salmo (Sal 117, 1-2. 16-17. 22-23): De- condiciones para un futuro digno y 12)  Comunión
mos al Señor entre los muertos, mos gracias y alabanzas al Señor con justo”. Oremos… Fortalezcamos nuestro testimonio


porque está vivo y presente entre el salmo que anticipa la resurrección de discípulos misioneros con el
4  Por los que fueron bautizados en esta
nosotros. Que la paz del Señor resucitado del Señor. Respondamos: Este es el Cuerpo del Señor resucitado. Vaya-
día que hizo el Señor: alegrémonos y Pascua, que ahora son discípulos
esté con todos ustedes. mos a comulgar cantando…
regocijémonos en él. O bien: Aleluya, misioneros, para que los ayudemos
3)  Acto penitencial aleluya, aleluya. a crecer en la fe, la esperanza y la
13)  Avisos parroquiales
A. Puede utilizarse el rito de bendición y Segunda lectura (Col 3, 1-4. O bien: caridad. Oremos…


aspersión del agua en los domingos. 1Cor 5, 6-8): Ya sea que miremos al cielo 4  Por nuestra comunidad, que celebra (Después de la Oración
B. O bien, la tercera forma del acto pe- o seamos levadura en la tierra, nosotros con alegría la resurrección del Señor, poscomunión).
nitencial hemos resucitado a la vida nueva por el para que tenga la valentía de dar tes-
timonio de personas nuevas en medio 14)  Rito de conclusión
Por la resurrección del Señor, so- Bautismo.
del mundo. Oremos… Motivación: Alegrémonos, her-
mos ciudadanos del cielo y vivimos Secuencia: Escuchemos este hermoso
en la historia revistiéndola de eter- y antiquísimo himno en honor a la resu- (Se pueden añadir y/o manos, porque como el primer
nidad. Por eso, pedimos la misericordia rrección del Señor. sustituir oraciones). día de la pascua del Señor, somos
divina. hechos discípulos y enviados como mi-
Evangelio (Jn 20, 1-9. O bien: Lc 24, Señor, que nos das vida nueva con
sioneros al mundo para llevar el anuncio
-Tú, que nos has reconciliado con 1-12. O bien en la misa vespertina: Lc 24, tu resurrección, escucha nuestras
transformador de la Resurrección.


el Padre a través de tu resurrección: 13-35): La buena noticia es anunciada por oraciones, las que elevamos con
Señor, ten piedad. testigos escogidos por él en el día de la corazón esperanzado. Te lo pedimos Bendición final: El Señor esté con uste-
resurrección: las mujeres, que fueron de a ti, que vives y reinas por los siglos des. (Conviene dar la bendición solemne
-Tú, que haces nuevas todas las madrugada al sepulcro. Este evangelio de los siglos. que trae el Misal).
cosas con tu resurrección: Cristo, viviente nos hace arder el corazón mien- Despedida: Más que nunca, hoy brilla
ten piedad. tras caminamos en esta vida. 8)  Presentación de las ofrendas nuestra pertenencia al Señor resucitado
-Tú, que has restaurado nuestras El pan y el vino serán elevados y somos testigos de su Vida nueva. Con
vidas con tu resurrección: Señor, 6)  Credo
ten piedad.
Dios todopoderoso tenga mise-
El núcleo de nuestra fe es creer en
Jesús, que “resucitó al tercer día,
 como ofrenda agradable a Dios por- esta misión, vayamos en paz. ¡Aleluya!
que en ellos depositamos nuestra fe ¡Aleluya!
de ser resucitados en Cristo Jesús.
15)  Canto final
ricordia de nosotros, perdone según las Escrituras”. Renovemos Con alegría cantamos…
nuestros pecados y nos lleve a la con entusiasmo nuestra fe. Recemos: Hemos celebrado la resurrección


Creo… 9) Prefacio de Pascua I del Señor, ahora llevamos esta luz
vida eterna. Amén.


Alabamos y damos gracias al Padre a nuestra familia, a los amigos, a
4) Gloria 7)  Oración de los fieles Dios porque “Cristo destruyó nuestra la ciudad y al trabajo. Por eso, nos
Hemos silenciado nuestras voces de En el día de la resurrección del Señor, nos muerte y resucitando restauró la vida”. despedimos cantando con alegría…
Aportes - 2 Aportes - 3
(Viene de la p. 1).
sean vencidas, viviremos en la eternidad. Por
eso, la esperanza de cielos nuevos y una tierra
nueva mueve los corazones de los creyentes.
Esperamos que se acaben la violencia, el
odio, el racismo, la pobreza, las adicciones y
todo lo que disminuya la dignidad humana. Y
trabajamos por ello.
3. La Pascua da sentido pleno a la vida.
San Pablo reflexiona que si hemos resucitado
con Cristo, si llevamos en nosotros la vida de
Jesús resucitado, cambian nuestras aspiracio-
nes y metas de vida: “Busquen los bienes del
cielo donde Cristo está sentado a la derecha
de Dios. Tengan el pensamiento puesto en las
cosas celestiales y no en las de la tierra”. En el
día que celebramos la resurrección del Señor,
cambiamos nuestras miradas, porque, en vez
de andar preocupados y con la cabeza gacha,
buscando los bienes materiales, alzamos la
frente con la dignidad de los hijos de Dios y
damos trascendencia a nuestras vidas. La fe
guía nuestros días, ilumina los más oscuros
y disipa las dudas. La fe fortalece la alegría
y las acciones de bien. Somos el pueblo de
Dios que no se deja llevar por lo temporal o lo
material. Estos son dos problemas de nuestra
generación, que, por un lado, quitan la bondad
de Dios de todo lo humano y, por otro, vive con
miradas a corto plazo, dependiendo de lo ma-
terial de la vida, sin importar la vida espiritual.
En la vida, debemos estar dispuestos a
dejarnos sorprender por Jesús, como los ca-
minantes de Emaús, y superar la tristeza y las
decepciones. O ser como la Magdalena, que
pasó del llanto a la alegría al encontrarse con
Jesús resucitado. Esta es la mirada espiritual
que debemos tener, por eso nos preguntamos,
¿cómo crecer en esta importante dimensión
de la vida? Los santos nos enseñan que, si
estamos ocupados en las cosas de esta tierra
y trabajamos, sufrimos y luchamos, también
necesitamos sostenernos con la buena noticia
de Jesús, y de sus enseñanzas. Debemos
Aportes para la celebración, subsidio litúrgico de El Domingo. Es propiedad de SOCIEDAD DE SAN PABLO (PAULINOS),
Riobamba 230, C1025ABF, CABA, Argentina. Tel.: (011) 5555-2455. E-mail: promocion@sanpablo.com.ar - www.sanpablo.com.ar
Impreso por G.S. Grafica s.r.l., Cnel. Charlone 958, B1868DZF Piñeyro, Avellaneda, (Bs. As.), Argentina.
En Uruguay:
San Pablo: Colonia 1591 (11200) Montevideo. Tel.: 24018332, Cels.: 0949433071/095728681. E-mail: libreria@san-pablo.com.uy
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estar bien plantados en la tierra, pero siempre
mirando al cielo, lo cual se realiza al vivir en
ese amor que tiene esa doble dimensión: amor
a Dios y al prójimo. En esto, ¡qué importante
es reconocer la dimensión espiritual de la vida!
Si a las actividades netamente humanas, le
sumamos el desarrollo espiritual, tendremos
una vida plena.
4. Pascua es ser Iglesia en salida. Las
mujeres que fueron al sepulcro en la hermosa
mañana de la Resurrección, fueron a procla-
mar esta buena noticia a los demás discípulos.
Ellas no guardaron celosamente esa primicia,
sino que, con gran desprendimiento y amor,
desde un impulso interno, se dieron a la tarea
misionera. Ellas mostraron el gran don reci-
bido, un privilegio que no todos tuvieron, ni
siquiera Pedro o Juan. A los demás discípulos,
se les apareció el Señor resucitado, y eso es
también una gracia divina.
Todos los creyentes somos capaces de
experimentar al Señor resucitado. Y es por
eso que somos misioneros. No necesitamos
de los prodigios de las apariciones, sino que
nos basta la fe recibida de nuestros padres
para que algo arda en el centro de nuestro ser
y nos lancemos al mundo a dar a conocer la
Buena Noticia. No necesitamos saber muchos
argumentos religiosos para evangelizar, sino
solamente que los demás nos reconozcan por
nuestra conducta de resucitados, de hombres
nuevos. Nuestra misión es dar a conocer lo
que es la fe mediante la catequesis, pero
sobre todo debemos dar a conocer al Señor,
que vive y transforma la vida de las personas.
Y para eso es preciso salir, dejar de lado
aquello que impide un buen acercamiento a
los demás, buscar al ser humano dolido por
sus humillaciones, pobrezas y angustias y ser
buenos samaritanos que consuelan y llevan
alegría.
¡Ha llegado la Pascua! Tenemos cincuenta
días por delante para que nuestra vida sea
iluminada por el Señor resucitado. Dejémonos
encontrar y transformar por él.