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TRANSVERSALIDAD: LOS TEMAS TRASVERSALES

Uno de los problemas de la organización tradicional en materias es que éstas


se descontextualizan, se alejan de la realidad, se convierten en fines de sí
misma, en lugar de ser un instrumento para el logro de otras finalidades.
Hablar de transversalidad es referirnos a un formato curricular por el cual
algunos (temas transversales) atraviesan todos los contenidos curriculares, no
se encierran en una sola disciplina o conjunto de ellas.
La bibliografía sobre la reforma de la enseñanza apadrina también el
aprendizaje transversal: diversas disciplinas escolares centradas
conjuntamente en objetivos de aprendizaje relacionados (Jones, 1990). Con
frecuencia los problemas requieren la aplicación simultánea de destrezas
lingüísticas, matemáticas científicas e interpersonales; por tanto, es razonable
esperar que, a medida que los alumnos aprendan a participar en actividades y
a aplicar sus habilidades, los maestros de estas diversas aulas trabajen unidos.
La finalidad de la transversalidad es integrarse en todas las áreas curriculares.
Cuando Wigle y Wilcox (1996) se refieren a un curriculum relevante, aluden a
una perspectiva menos academicista, en el sentido de reconocer múltiples
perspectivas en el estudio y la consideración de los problemas, con una
postura opuesta a la fragmentación de contenidos y habilidades en materias
delimitadas temporalmente con rigidez. En esta misma línea, Udvari-Solner y
Thousand (1996) señalan que el curriculum debería ser interdisciplinar o
temático, es decir, siendo los problemas y los temas de estudio abordados
desde diferentes perspectivas, aunque desde una misma consideración
curricular. Esto es lo que permitirá a los alumnos apreciar la influencia de estas
diferentes perspectivas en sus propias vidas al poder facilitarles elementos
para analizar y resolver sus propios problemas.
Sanmartín (1996) distingue dos posibles formas de interpretar la
transversalidad:
A. Modelo "espada": un Tema Transversal es como una espada que atraviesa
todas las áreas curriculares. Esta analogía tiene el inconveniente de sugerir
que los ejes transversales afectan solamente a determinadas partes del
curriculum de las áreas. Y que buena parte de los temas no tienen ningún
punto de contacto con ellos.
B. Modelo "infusión": el Tema Transversal es como una infusión de una
sustancia (Tema Transversal) que se distribuye homogéneamente por un
líquido (el currículo), de manera que no es posible beber líquido que no
contenga algo de sustancia (Tema Transversal) disuelta.
Desde nuestro punto de vista, pensamos que las dos formas de interpretar la
transversalidad son coherentes, dependiendo de las características de los
alumnos a los que se dirija la instrucción.
Los Temas Transversales. 
Los temas o contenidos transversales responden a la vieja necesidad de
conectar la institución escolar con la realidad, por ello responde a las
demandas sociales de aprendizaje relacionados con la vida cotidiana del
alumno. Si uno de los objetivos de la educación es hacer comprender la
realidad que envuelve al alumno. Según L.S. Vigotsky, las personas aprenden
cuando interactúan con su medio social reconstruyendo las experiencias
personales que tienen y por ello afirma que el conocimiento es un producto
personal pero también social. En este sentido los temas transversales disponen
de una característica fundamental para facilitar la comprensión del medio y la
concienciación sobre las problemáticas más relevantes.
Los Contenidos Transversales, como su nombre indica, son contenidos de
enseñanza y de aprendizaje que no hacen referencia, directa o exclusiva, a
ningún área curricular concreta, ni a ninguna edad o etapa educativa en
particular, sino que afectan a todas las áreas y que deben ser desarrollados a
lo largo de toda la escolaridad; de ahí su carácter transversal.
Álvarez (1994) sostiene que son temas que deben atravesar e impregnar el
currículo, no pudiendo concebir éstos como líneas paralelas que sin tocarse
van introduciéndose en las áreas de manera ocasional, con mayor o menor
intensidad dependiendo del interés del profesor. Los temas transversales han
de ser líneas superpuestas y tangentes que juntas forman un haz, una rueda,
una gavilla o un prisma con muchas facetas y todas juntas forman un proyecto
globalizado o interdisciplinar.
Cuando hablamos de Temas Transversales nos referimos normalmente a
"cuestiones de relevante interés social imprescindible en la formación completa
de la persona, que la escuela y el sistema educativo en general habían
relegado tradicionalmente, a veces por falta de conocimiento de los mismos o
por falta de preparación en el profesorado para desarrollarlos, o simplemente
porque no encajaban dentro de una organización disciplinar de las áreas de
conocimiento".
Estos temas son contenidos curriculares que responden a tres características
básicas :
1ª. Son contenidos que hacen referencia a los problemas y a los conflictos, de
gran trascendencia, que se producen en la época actual y frente a los que es
urgente una toma de posiciones personales y colectivas; problemas como la
violencia, el subdesarrollo, las discriminaciones y situaciones injustas de
desigualdad, el consumismo y el despilfarro, frente al hambre en el mundo, la
degradación del medio ambiente, los hábitos que atentan contra una vida
saludable, etc.
Entre esas situaciones-problemas que se producen hoy en el ámbito social,
podríamos señalar, como más significativas, las siguientes: el problema medio
ambiental; el problema de la violencia; el problema del subdesarrollo; el
problema del consumismo; el problema vial; los problemas en torno a la salud;
problemas relacionados con la desigualdad, etc.
2ª. Son contenidos que han de desarrollarse dentro de las áreas curriculares,
redimensionándolas en una doble perspectiva, acercándolas y
contextualizándolas en ámbitos relacionados con la realidad y con los
problemas del mundo contemporáneo y, a la vez, dotándolas de un valor
funcional o de aplicación inmediata respecto a la comprensión y a la posible
transformación positiva de esa realidad y de esos problemas.
3ª. Por último, son contenidos relativos fundamentalmente a valores y
actitudes. A través de su programación y su desarrollo, y a partir del análisis y
la comprensión de la realidad, se pretende que los alumnos y alumnas
elaboren sus propios juicios críticos ante los problemas y los conflictos
sociales, siendo capaces de adoptar, frente a ellos, actitudes y
comportamientos basados en valores racionales y libremente asumidos.
Consideramos las actitudes y valores como contenidos en la medida que
entendamos como contenido todo aquello que, intencionadamente o
inconscientemente, es objeto de abordaje en el centro escolar.
La importancia del desarrollo de los Contenidos Transversales en el aula viene
dada por las siguientes circunstancias entre otras:

A continuación vamos a presentar unas breves argumentaciones en cada una


de ellas:
1. Por ser nuestra sociedad una sociedad de consumo.
El consumo se ha convertido en el fenómeno clave de la sociedad que nos ha
tocado vivir, estando presente en todos los individuos. 
2. Los cambios sociales y las nuevas demandas educativas.
Las transformaciones sociales han roto las bases de las identidades
tradicionales, ya sean de tipo profesional (desaparición de los oficios, cambios
profundos y permanentes en las posiciones de trabajo, necesidad de
reconversión profesional permanente), de tipo espacial (migraciones, movilidad
espacial frecuente) o de tipo político. El cambio es tan acelerado que exige
respuestas educativas inmediatas. 
3. El desarrollo de la Constitución.
En nuestra Constitución nos encontramos claras llamadas tanto a la educación
como a la protección de la dignidad de la persona, la protección de la salud,
protección del medio ambiente (art.27.1; 10; 43; 51; 45). 

4. La Calidad de la Enseñanza.
Para proporcionar una educación de calidad y adecuar la enseñanza a las
exigencias de nuestro tiempo, se ha de posibilitar que los alumnos y alumnas
de las distintas etapas y modalidades educativas tengan la ocasión de conocer,
reflexionar y adoptar valores sobre las circunstancias, las necesidades y los
problemas de la sociedad de hoy, con las perspectivas de futuro que ellos
mismos van a hacer realidad. 
5. La lucha contra la discriminación y la desigualdad.
Los Derechos Humanos son reiterativamente afirmados y defendidos en todos
los países del mundo. 

6. Por constituir una estrategia de atención a la diversidad del alumnado.


Si la diversidad es un valor que impregna toda la acción educativa, los ejes
transversales conforman, por tanto, una estrategia de atención a la diversidad
de las que los profesionales de la educación no podemos sustraernos, ya que
este tipo de contenidos configura una estrategia para la educación en valores,
que supone focalizar en una propuesta curricular abierta y flexible,
determinados problemas o aspectos concretos que están presentes en la
realidad más o menos inmediata a los alumno y alumnas. 

El carácter transversal de estos temas no se refiere sólo a la relación que


pueda establecerse entre cada uno de ellos y las diferentes áreas y materias
curriculares en las que encuentran su soporte instrumental, sino que también
se plasma en las conexiones que existen entre unos temas y otros, pues, con
independencia de que cada tema transversal tenga unos objetivos y unos
contenidos que le son propios o específico, los valores con los que se
relacionan configuran un marco axiológico común que los conecta íntimamente.
Por este motivo, si abordamos una propuesta de educación ambiental no nos
podemos limitar solamente a trabajar contenidos relacionados con el entorno,
aunque esto se haga en su sentido más amplio, sino que también debemos
tener en cuenta otros contenidos relativos a la salud, hábitos de consumo,
solidaridad entre los pueblos, etc., que tienen que ver con una relación causa y
efecto con el medio ambiente. Asimismo, tampoco se podrá olvidar que el
desarrollo de la propuesta implica, necesariamente educar en esos valores,
más generales si se quiere, como la tolerancia, el respeto, la igualdad, etc. que
forman parte de la formación integral de las personas.
Objetivos generales de los ejes transversales.
Como hemos comentado anteriormente los objetivos educativos de los temas
transversales se refieren sobre todo al "para qué" de la educación en estos
temas:
a) Construir y consolidar conocimientos que permitan analizar críticamente los
aspectos de la sociedad que se consideren censurables.
b) Desarrollar capacidades cognitivas que permitan reflexionar y analizar
situaciones que presenten un conflicto de valores.
c) Desarrollar capacidades en torno a un sistema de principios éticos que
generen actitudes democráticas, respetuosas con el medio ambiente,
responsables, tolerantes, participativas, activas y solidarias.
d) Desarrollar el pensamiento crítico.
e) Generar actitudes de implicación personal en la búsqueda de alternativas
más justas.
f) Potenciar la valoración de la dimensión ética del ser humano.
g) Desarrollar un modelo de persona humanística.
Ámbitos de los Contenidos Transversales.
Los Temas Transversales son realidades y necesidades que se concretan en
las siguientes dimensiones del currículo: Educación Ambiental; para la Paz; del
Consumidor; para la Igualdad; Vial; Sexual y para la Salud. Estos contenidos se
corresponden con las recogidas en el territorio MEC; en las distintas
Comunidades Autónomas con transferencias educativas hay pequeñas
variaciones. En nuestra Comunidad Autónoma de Andalucía, los Decretos del
Currículo señalan la Educación Ambiental, para la Salud, del Consumidor y
Usuario, Vial y Coeducación, que se contempló en el Programa "Vivir Juntos"
(BOJA, 15/6/94) sobre educación en valores para la convivencia, en el que se
incluyen diversos campos temáticos: Desarrollo Sociopersonal; Educación para
la Democracia y Participación Social; en los Derechos Humanos; para la Paz y
la no Violencia; Intercultural; para la Solidaridad y Resolución de conflictos y la
Dimensión Europea de la Educación. Debemos matizar que en la formulación
del País Vasco se recoge la Educación en Medios de Comunicación.

Esta forma de pensar acerca de lo que debe llevar a cabo la escuela puede
servir de gran ayuda, ya que nos permite recordar que todo lo que hacen los
alumnos en la escuela debe ser aplicable a su vida cotidiana. La escuela sólo
es el lugar en el que el alumno "práctica" su inclusión en la sociedad, su
participación activa como miembro de la comunidad. Lo que cada alumno
aprende debe aplicarse fuera de la escuela, tanto ahora como en el futuro.
Educación para la Salud.
La Educación para la salud no se limita a la aplicación de recursos
pedagógicos, entendiendo éstos en su sentido tradicional, sino que supone un
nuevo conocimiento que se dirige a la formación y a la adquisición de
habilidades para la toma de decisiones por parte del educando, de manera que
se adopte y refuerce la implantación de hábitos comportamentales sanos.
Un área muy importante dentro de la Educación para la Salud es la Educación
Sexual. La declaración de la OMS (1975), que entiende la salud sexual como:
a) La aptitud para disfrutar de la actividad sexual y reproductiva, y para
regularla de conformidad con una ética personal y social.
b) La ausencia de temores, de sentimientos de vergüenza y culpabilidad, de
creencias infundadas y de otros factores psicológicos que inhiban la relación
sexual o perturben las relaciones sexuales.
c) La ausencia de trastornos orgánicos, de enfermedades y deficiencias que
entorpezcan la actividad sexual y reproductiva.
EDUCACIÓN AMBIENTAL.
La toma de conciencia en todos los ciudadanos, en lo referente a una mínima
formación medio-ambiental, viene determinada por la sociedad industrializada
en la que vivimos.
La problemática ambiental que hoy vive nuestro mundo ha llegado a ser muy
importante en reflexión y en preocupación tanto por el conjunto de la sociedad
como por parte de organismos internacionales y de instituciones nacionales y
locales.
Educación Moral, para la Paz y la Convivencia.
La preocupación actual de muchos docentes por la Educación para la Paz no
es algo nuevo. Las fundamentaciones de la pedagogía de la paz se encuentran
en los orígenes mismos de la Historia de la Educación, en escritos de gran
magnitud. Esta misma preocupación se ha visto reflejada en las actividades de
las Naciones Unidas, UNESCO, Consejo de Europa y otros organismos
regionales que han concretado sus manifestaciones en diversas reformas
educativas en algunos países.
La Educación Moral supone potenciar la capacidad de orientarse con
autonomía, racionalidad y cooperación en situaciones que suponen conflictos
de valores.
Coeducación.
La importancia de este Tema Transversal radica, según la LOGSE, en el propio
objetivo fundamental de la educación que no es otro que el de proporcionar a
niños y niñas, a jóvenes de ambos sexos una formación plena que les permita
conformar su propia y esencial identidad, así como construir una concepción de
la realidad que integre a la vez el conocimiento y la valoración ética y moral de
la misma... La educación permite avanzar en la lucha contra la discriminación y
la desigualdad sean éstas por razones de nacimiento, raza, sexo, religión y
opinión (Junta de Andalucía, Temas Transversales del Curriculum, 1990).
Educación Vial.
Tanto de la perspectiva relacionada con el tráfico como y con el riesgo en la
seguridad humana, como deterioro del medio ambiente, insolidaridad en las
relaciones humanas, etc.
Educación para el Consumo.
La Constitución Española de 1978 recoge en su artículo 51.2 que los poderes
públicos deben promover la Educación de los Consumidores y Usuarios.
Para dar cumplimiento a este mandato, la Ley General para la Defensa de los
Consumidores y Usuarios, incluye en su Capítulo V, Artículo 18.2, la necesidad
de que el sistema educativo incorpore los contenidos en materia de consumo,
adecuados a la formación de los alumnos y lo hace recogiendo en los Diseños
Curriculares la Educación del Consumidor, como un área transversal que debe
impregnar las demás áreas educativas.
Educación en Medios de Comunicación.
En la actualidad la importancia de los mass-media es innegable; están
omnipresente en numerosos ámbitos de la vida cotidiana, sin que la escuela, o
los procesos educativos escapen a su influencia.
Si una enseñanza de calidad se fundamenta en la formación de ciudadanos
más críticos y creativos, la Educación en Medios de Comunicación tiene como
función básica la formación de la conciencia crítica y el desarrollo de actitudes
activas y creativas en los alumnos para hacer frente a los envolventes procesos
de comunicación en los que estamos inmersos.
Educación para el Desarrollo.
Educación como medio de solidaridad entre los pueblos, donde las barreras y
el diálogo norte-sur sea llevado a las aulas.
LA INTERDISCIPLINARIEDAD, GLOBALIZACIÓN Y TRANSVERSALIDAD
COMO ESTRATEGIA DIDÁCTICA DE ORGANIZACIÓN DE LOS
CONTENIDOS EN UNA ESCUELA PARA "TODOS".
La incorporación al currículum de las diferentes áreas o ámbitos de
aprendizaje de los Contenidos Transversales, centrados, como hemos visto
anteriormente, sobre todo, en aquellos aspectos que se consideran básicos en
el proceso de formación de la ciudadanía. La dimensión más funcional y
práctica de unos contenidos renovados, la posibilidad, en definitiva, de adquirir
conocimientos útiles y necesarios para la vida cotidiana.
Un curriculum transversal implica la generación de nuevas estrategias y un uso
adecuado de las nuevas tecnologías (dado este acceso a la tecnología que se
expande cada vez más rápidamente dentro y fuera del aula, el ambiente lleva a
la inclusión natural de los alumnos con discapacidad que necesitan la
tecnología para acceder al curriculum y expresar su conocimiento).
Consideramos también que el desarrollo de habilidades creativas proporcionará
experiencias de aprendizaje ricas en potencial educativo. Así mismo, un
curriculum transversal conlleva a un curriculum flexible, donde la funcionalidad
venga determinada por su inmersión en la comunidad y la posibilidad de que se
pueda experimentar el aprendizaje de forma real, donde el aprendizaje
significativo sea una constante.
Aquello que en mayor medida caracteriza la transversalidad en el curriculum es
su intención de establecer un modelo de persona desde una concepción
profundamente humanista. El reconocimiento de incorporar demandas y
problemas de la sociedad supone en la práctica la asunción por parte del
sistema educativo de una función ético-moral de la educación que
complementará a la científica.
La transversalidad requiere para su desarrollo una colaboración con el medio y,
por tanto, mantener en mayor medida que el resto de los aprendizajes una
relación de la escuela con su entorno (Jiménez, 1995). Ello nos conducirá hacia
una instrucción basada en la comunidad, ya que los alumnos pueden aplicar
las habilidades extraescolares que tienen alguna relación, relevancia y sentido
con sus conocimientos y experiencias actuales o futuras. El principio que
subyace a una instrucción referida a la comunidad es lo que venimos
comentando, es una educación que les prepare para las habilidades y
conocimientos que le sirvan para vivir y trabajar como parte afectiva de una
sociedad adulta. Es en la propia comunidad donde emergen los problemas y
demandas. La escuela como parte comunitaria debe conocer estas situaciones
y transmitirlas de forma significativa a todos sus miembros. Un enfoque
curricular donde no se tenga en cuenta a la comunidad responde a una forma
de prácticas ya superadas del pasado. La transversalidad implica
responsabilidad, contextualidad y sentido de la comunidad.
Es en ese curriculum transversal, funcional, relevante y comunitario, donde los
llamados "Contenidos Transversales" pueden desempeñar un papel de primer
orden en relación a la atención a la diversidad de todo el alumnado. Sabemos
que una de las posibilidades a la que todos los seres humanos tenemos
derecho, mediante la educación, es el poder llegar a alcanzar esa meta que
sería el poder llevar una buena vida entre nuestros semejantes. Es en este
contexto donde la transversalidad debe ocupar un lugar preferente.
Desde ésta concepción de transversalidad, se considera que el sistema
educativo no debe servir solamente para preparar y capacitar a los alumnos en
el dominio de ciertas habilidades cognitivas y técnicas instrumentales, sino
también a ciudadanos críticos y comprometidos con su realidad social y
cultural, es decir, como miembros activos y responsables de su sociedad, su
cultura y su mundo.
La transversalidad puede suponer un elemento significativo e interesante. Una
propuesta sugestiva por dos razones:
1. Por considerar la transversalidad como un concepto innovador, por dotar al
curriculum de una considerable riqueza y variedad de contenidos que pueden
ser organizados en infinidad de formas, de manera que den respuesta a las
necesidades de los alumnos.
2. Porque las necesidades emanadas a su respecto de entre el profesorado
son un síntoma importante de la resonancia que su propuesta tiene.
La transversalidad debe incitar a toda la Comunidad Educativa a reflexionar
sobre la posición que mantiene sobre los valores y actitudes que manifiesta y
transmite a su alumnado, sobre aquellos que quieren transmitir y los que, por
otra parte, propugna consciente e inconscientemente la sociedad.
Una escuela para todos desde la transversalidad significa partir de una serie de
valores comunes. Una escuela basada en la igualdad requiere partir de una
educación para la vida, donde los aprendizajes significativos deben impregnar
todo el proceso educativo. Sólo si de nuestras escuelas sale una educación
pluralista, donde los niños y niñas puedan disponer de un abanico de
alternativas que estimulen su crecimiento y alimenten su capacidad, podremos
contribuir al establecimiento de una sociedad solidaria e igualitaria.
Ante la crisis de la función normativa de la escuela, se reivindica ahora la
dimensión moral, de ahí que todos los contenidos curriculares tienen como
tercer componente las "Actitudes" (valores, actitudes y normas).
Ámbito de conocimiento Tipo de aprendizaje
CONCEPTUAL: Hechos, conceptos y principios.
SABER: Conocer, analizar, enumerar, explicar, describir, resumir, relacionar,
recordar, etc.
PROCEDIMIENTOS: Distintas acciones y estrategias para resolver objetivos o
alcanzar metas.
SABER HACER: Elaborar, aplicar, experimentar, demostrar, planificar,
construir, manejar, etc.
ACTITUDINAL: Actitudes, valores y normas.
VALORAR: Comportarse, respetar, tolerar, apreciar, preferir, sentir, valorar,
aceptar, etc.
Esta concepción más amplia de los contenidos es sólo una de las novedades
que el curriculum incorpora en relación con este elemento. Pero por sí misma,
e interdependientemente de las demás, ofrece la posibilidad de tratar las
diferencias individuales en el aula. Y por ello, porque permite compensar
determinadas carencias o dificultades de tipo motor, de integración social o de
equilibrio personal, insuficientemente atendidas en un planteamiento tradicional
de los contenidos, centrados unilateralmente en los de tipo conceptual.
La incorporación de los Contenidos Transversales al currículum ha favorecido
la adopción de una perspectiva más práctica y funcional, ya que se centran
fundamentalmente en aquellos aspectos que se consideran básicos en el
proceso de formación de la ciudadanía. Favoreciendo así mismo el tratamiento
a la diversidad en las aulas.
Esta conceptualización se centra, sobre todo, en la íntima relación que tienen
estos ámbitos de aprendizaje con el desarrollo de la estructura ética de los
alumnos y alumnas, y con la educación que han de recibir y protagonizar como
referencia a un sistema de valores básicos para la vida y para la convivencia,
que a su vez constituye una respuesta a la diversidad del alumnado. Se
propone entender su acción educativa en un sentido amplio, incluyendo como
una parte esencial las demandas de la sociedad.
Si apostamos por la educación integral de la persona, con el objetivo último de
potenciar ciudadanos autónomos, conscientes, participativos y críticos, los
Temas Transversales desempeñan un papel de primer orden en el sistema
escolar. Una escuela para todos debe asumir el reto educativo de:
- Propiciar la integración de todos los alumnos en la sociedad.
- Respetar las diferencias individuales.
- Fomentar la autonomía personal para la asunción consciente de los propios
valores y del ideal de vida.
- Educar en la tolerancia, no en la indiferencia, ante la pluralidad de ideas.
Para nosotros, educar en la diversidad toma sentido desde esa doble
perspectiva de búsqueda de la eficacia y la igualdad efectiva ante el hecho
educativo. Educar en la igualdad supone tener presente y partir de las
diferencias de los sujetos, entendiendo la diferencia como las condiciones de
partida, las situaciones en las que se encuentran las personas para comenzar
ese proceso que les conduzca al desarrollo de sus derechos fundamentales y
concretamente, al derecho a una educación que potencie su desarrollo
completo. Estas situaciones y condiciones pueden tener su origen en multitud
de factores, desde los sociales, los de genero (sexo), étnicos-culturales y entre
alumnos que presentan necesidades educativas especiales (Rosales, 1999).
En definitiva, podemos afirmar, que el reconocimiento de la diversidad, y el
tratamiento de los temas transversales en el aula, constituyen, sin duda, dos de
los grandes retos de nuestras escuelas. Conocer lo que cada uno de los
alumnos necesita y desea aprender, saber cuáles son sus carencias y
limitaciones, y darle el tratamiento adecuado son actuaciones didácticas
acordes con una enseñanza integradora y respetuosa de la diversidad.
Existen una serie de aspectos a tener en cuenta para un desarrollo correcto de
los temas transversales y que ponen de manifiesto la importancia de la
transversalidad en una escuela que intenta no excluir a nadie y dar respuesta a
las necesidades educativas de nuestros alumnos.
Si la diversidad es un valor que debe impregnar toda la acción educativa, los
Temas Transversales conforman, por tanto, un eje gravitatorio de valores de
gran significatividad social y una plataforma funcional y motivadora para el
tratamiento educativo y didáctico de estos valores en la escuela. En este
sentido, la transversalidad debe aportar: interdisciplinariedad; comprensión del
concepto de interdependencia tanto a nivel territorial como entre los diversos
problemas; adquisición de una forma sistémica de pensar que permita a los
alumnos comprender y poder valorar tanto los hechos aislados como sus
múltiples causas y efectos; formación del espíritu crítico, lo cual implica la
capacidad de elaborar y cotejar diferentes informaciones y valorarlas a la luz de
un sistema de valores; capacidad de tomar decisiones de forma autónoma y
coherente; capacidad de resolver y valorar conflictos sin recurrir a la violencia y
a la imposición; la solidaridad, la autoestima, el pluralismo como valores
fundamentales para la convivencia; la participación social como forma de
avanzar hacia sociedades más justas.
La vida no se vive por áreas, es un continuo. Un cuadro es un todo, la luz lo
baña por igual. Pues así es la vida. La luz que ilumina el cuadro serían los
contenidos transversales. Estos son temas que deben atravesar e impregnar el
currículo, no podemos concebir éstos como líneas paralelas que sin tocarse
van introduciéndose en las áreas de manera ocasional, con mayor o menor
intensidad dependiendo del interés del profesor. Los transversales, desde
nuestro punto de vista, deben ser puntos luminosos que juntos forman la luz.
¿QUE SIGNIFICA GLOBALIZAR EN LA ESCUELA?
Tradicionalmente la escuela ha venido parcelando las distintas materias que
componen el currículo escolar para permitir a los alumnos acceder de una
manera estructurada a los conocimientos científicos, igualmente parcelados en
distintas disciplinas, lo que debería dotarles de una buena comprensión de su
realidad. Como esto no era así hemos venido asistiendo, sobre todo a partir de
Décroly, a un intento progresivo por romper los rígidos esquemas escolares de
una enseñanza dividida en asignaturas carentes de sentido por sí mismas y
con una nula o escasa relación entre ellas.
Actualmente son ya bastante frecuentes las experiencias educativas tendentes
a superar esta compartimentación mediante una globalización o bien mediante
una interdisciplinariedad de las materias curriculares.
Pero globalización e interdisciplinariedad son dos términos que han venido
provocando, y aún provocan, cierta confusión en el profesorado, como se
manifiesta en su uso indisciplinado.

Diferencias más evidentes:


La GLOBALIZACION es el estudio de algo como un todo que se analiza
empleando todos los instrumentos a nuestro alcance. La globalización no
puede ser una suma de disciplinas más o menos coordinadas.
La INTERDISCIPLINARIEDAD es la coordinación, prevista de antemano, de
dos o más disciplinas para estudiar algo.
La diferencia fundamental entre ambos conceptos viene dada por el hecho de
que la globalización no pone límites a lo que se va a aprender mientras que la
interdisciplinariedad limita, de alguna manera, aquello que se va a aprender (al
decidir previamente las materias que van a intervenir en lo que vamos a
trabajar en clase). Por tanto la globalización se desarrolla en los procesos del
trabajo investigativo que se realiza en la clase para resolver un problema
concreto, y nunca en la programación previa de los mismos como ocurre en la
interdisciplinariedad.
Una escuela que parte del niño encontrará en la globalización un refuerzo
importante para el empleo de una metodología de trabajo investigativa que
facilite al niño y a la niña, que acuden a nuestras clases, la integración y la
comprensión de su entorno. Pero veamos por qué:
1°- La realidad se presenta ante el niño de una manera global, sin parcelación
ni compartimientos. Los problemas y conflictos que el niño se encuentra, y se
encontrará de adulto, a lo largo de su vida no podrá resolverlos de una manera
simplista o lineal sino desde una perspectiva global que le permita su
compresión.
2°- La Ciencia recurre a la parcelación para facilitar el estudio sistemático de
aspectos determinados de la realidad.
3°- El niño vive y siente sus experiencias espontáneas de una manera global,
disociando progresivamente los distintos elementos que la componen bajo la
influencia de estímulos afectivos, tendencias y sentimientos.
Pero, ¿qué significa globalizar en la escuela respetando los intereses, las
necesidades y el ritmo natural de aprendizaje individual y colectivo de nuestros
alumnos?
Significa afrontar el conocimiento de la realidad de un modo global, sin
parcelaciones y sin la obligatoriedad previa de utilizar el resto de las materias
del currículo que irán apareciendo de una manera progresiva en los distintos
trabajos que van haciendo en la clase.
Significa conectar con las materias de estudio a partir de cualquier trabajo de
investigación.
Significa concebir las disciplinas escolares como herramientas instrumentales e
interpretativas parciales de una realidad que se presenta compleja ante los ojos
del niño. Disciplinas que alcanzarán su sentido educativo en el momento que
ayudan a conseguir una comprensión del entorno, estando en íntima relación
con otras que darán otra perspectiva de la realidad.
Significa no encontrarse por la rigidez de los programas escolares ni por la del
libro de texto.
Significa estar en disposición de afrontar un trabajo que va a exigirnos gran
esfuerzo profesional.
Significa escuchar y observar al niño en la clase para descubrir sus gustos y
sus intereses.
Y, ¿cómo globalizamos?
Es conveniente partir de un problema o de un aspecto concreto que despierte
el interés del grupo clase para que este problema se vaya aclarando o
resolviendo mediante la observación, el tanteo, la asociación y la expresión de
los descubrimientos que se hacen utilizando para ello los conocimientos
conceptuales y las destrezas que integran las disciplinas curriculares.
Pero, el intento de aplicar en la práctica la globalización en la escuela
encuentra una serie de dificultades y de obstáculos por las enormes defi-
ciencias físicas, estructurales y organizativos que presentan los centros esco-
lares:
- Mínima formación inicial y permanente del profesorado.
- Escaso hábito de trabajo en equipo en el profesorado.
- Escasa tradición globalizadora.
- Nulo apoyo de asesores e inspectores.
- Número excesivo de alumnos por aula para un trabajo de esta envergadura.
- Excesivo número de horas de docencia a la semana y escaso número de
horas para actividades de preparación, de análisis y de evaluación del trabajo
docente; y para elaborar con los compañeros de ciclo o nivel un programa que
sistematice y ordene los conocimientos según las necesidades de aprendizajes
de cada materia y de acuerdo con el proceso evolutivo y de las capacidades de
los alumnos.
- La rigidez de los programas escolares, encorsetados por los libros de texto.
- El enorme esfuerzo personal que requiere un trabajo globalizado.
 Estas dificultades no deben de servir de excusa para no afrontar la
globalización en el trabajo que desarrollamos en nuestras aulas. Intentaremos
globalizar siempre que podamos aunque comencemos con ciertos temores y
dudas.
Creo que es importante comenzar a globalizar poco a poco sin preocuparnos
excesivamente el no poder globalizar en todo momento por tener que dedicar
un tiempo específico, dentro del horario escolar, para trabajar la adquisición de
ciertas habilidades que presentan una mayor dificultad, como algunas nociones
matemáticas.

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