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Tema

Tarea 1
NIURKA VANESSA CRUZ
15-5017

MAESTRO
WILSON INOA
EVALUACION DE LA PERSONALIDAD.

SANTIAGO, REP.DOM.
15/07/2019.
Concepto de personalidad.

La personalidad es un constructo psicológico, que se refiere a un conjunto


dinámico de características psíquicas de una persona, a la organización
interior que determina que los individuos actúen de manera diferente ante
una determinada circunstancia. El concepto puede definirse también como el
patrón de actitudes, pensamientos, sentimientos y repertorio conductual que
caracteriza a una persona, y que tiene una cierta persistencia y estabilidad a
lo largo de su vida, de modo tal que la manifestación de ese patrón en las
diferentes situaciones posee algún grado de predictibilidad.
La personalidad puede sintetizarse como el conjunto de características o
patrón (UCCELLI) de sentimientos, emociones y pensamientos ligados al
comportamiento, es decir, los pensamientos, sentimientos, actitudes, hábitos
y la conducta de cada individuo, que persiste a lo largo del tiempo frente a
distintas situaciones distinguiendo a un individuo de cualquier otro
haciéndolo diferente a los demás. La personalidad persiste en el
comportamiento de las personas congruentes a través del tiempo, aun en
distintas situaciones o momentos, otorgando algo único a cada individuo que
lo caracteriza como independiente y diferente. Ambos aspectos de la
personalidad, distinción y persistencia, tienen una fuerte vinculación con la
construcción de la identidad, a la cual modela con características
denominadas rasgos o conjuntos de rasgos que, junto con otros aspectos del
comportamiento, se integran en una unidad coherente que finalmente
describe a la persona. Ese comportamiento tiene una tendencia a repetirse a
través del tiempo de una forma determinada, sin que quiera decir que esa
persona se comporte de modo igual en todos los casos. Es decir, la
personalidad es la forma en que pensamos, sentimos, nos comportamos e
interpretamos la realidad, mostrando una tendencia de ese comportamiento
a través del tiempo, que nos permite afrontar la vida y mostrarnos el modo
en que nos vemos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. Nos
permite reaccionar ante ese mundo de acuerdo al modo de percepción,
retro-alimentando con esa conducta en nuestra propia personalidad. Cada
persona al nacer ya tiene su propia personalidad con ciertas características
propias, que con el paso del tiempo más el factor ambiental y las
circunstancias es como se definirá esa persona. La personalidad será
fundamental para el desarrollo de las demás habilidades del individuo y para
la integración con grupos sociales.

Los Componentes de la Personalidad


Un concepto fundamental del psicoanálisis (tan fundamentan que de hecho a
veces es retomado por otras escuelas de psicología o psicólogos) es el de
los componentes de la personalidad. Se trata técnicamente de una forma de
definir la personalidad (en base a componentes) que fue introducida por la
obra de Freud.

Aquí hablamos de tres componentes de la personalidad que se mueven en


tres niveles. Los tres niveles son -por decirlo de una forma- grados de la
personalidad, mientras que los componentes son sus partes en sí.
Explicados de una manera breve y sencilla son:

Los Niveles

Definen el grado de Consciencia:

Consciente: Es la parte que está presente en este momento, la que


técnicamente nos dice donde estamos y cómo estamos. En esta parte es que
tenemos la Percepción (todo lo que capta por sus sentidos ahora) y el
Pensamiento (lo que pasa por su cabeza en estos momentos).

Preconsciente: Es la parte a la que podemos acceder fácilmente -o con


relativa facilidad-, pero que no está en el consciente en estos momentos.
Aquí se encuentran los Recuerdos y los Conocimientos. Les daré un
ejemplo: Ud. sabe cuanto es 5 multiplicado por 6 (30), ya sea por que lo
recuerda o porque tiene el conocimiento necesario para realizar la
operación, pero hace unos segundos (antes de leer esto) no tenía ese
recuerdo presente en la consciencia a pesar de que estaba ahí, dentro de su
mente (es decir: en el Preconsciente).

Inconsciente:Según Freud, esta es la parte donde se almacena todo aquello


que es Reprimido; se puede pensar en ella como un deposito de todo lo que
es Bloqueado. Aquí no sólo van a dar los recuerdos vergonzosos o
indeseados, si no que también las ideas inadmisibles para el sujeto, como el
caso de ciertas ideas de sexo o agresión que son inadmisibles o
censurables; ideas de incesto, pederastia u otras perversiones, así como
ideas que pasaron brevemente por la cabeza. También podremos encontrar
ideas que podrían ser admisibles por la sociedad, pero que la misma
persona no se atreve a aceptar en él o ella (como una homosexualidad en
uno mismo, una fijación con una expareja o un rencor considerable hacia un
amigo o padre).

Los Componentes

Cada componente se define como bajo la dirección de un principio.

Yo (En su original alemán es "Ich"): Es relativamente fácil de definir,


hablamos de la parte que de la personalidad que se entiende como uno
mismo. El "Yo" es sencillamente Ud. mismo, el que está presente en el aquí
y ahora y vive; el que está vivo, respira, piensa a cada instante y siente lo
que está sintiendo en estos momentos. El Yo se maneja principalmente en el
nivel Consciente, aunque también puede acceder al Preconsciente, o dicho
de otra forma: principalmente se maneja lo que percibe ahora y lo que
piensa en estos momentos, pero puede acceder a los recuerdos y
conocimiento almacenados. Su función se define como la del Principio de
Realidad por eso mismo: la percepción de la realidad.

Súper Yo (En su original alemán es "UberIch", el "Sobre Yo"): Consiste en la


parte formada de "Interiorizaciones"; hablamos de la parte que está formada
por todas las ideas (parámetros sociales) que hacemos nuestras. Tome este
ejemplo: Si Ud. es hombre y el golpear a una mujer es un comportamiento
social tan arraigado dentro de Ud. que infringirlo lo haría sentir mal, eso es
gracias a su Súper Yo (lo mismo aplica si Ud. es mujer con un
comportamiento como una sexualidad desenfrenada y publica. Ahora, si bien
hay gente que viola estos parámetros sin problemas, se trata de casos
particulares, ya que en la mayoría se mantiene la norma). El Súper Yo no
sólo hace "suyas" ideas, conceptos o normas sociales tomadas del exterior
(de su cabeza), también canaliza todos sus impulsos y satisfacción de
necesidades dentro de las normas que le permiten vivir en sociedad, así
resulta el principal encargado de la represión o moderación, y por lo mismo
es definido como el Principio de Perfeccionamiento.

Ello (En su original alemán es "Das Es", "El Es"): Se trata de la parte
conformada por el "armazón" o "plataforma" biológica de nuestra persona,
es decir, su cuerpo en medida que afecta su personalidad o sus actos; en
otras palabras el "soporte biológico" de lo que somos como seres
pensantes.

El Ello se mueve por necesidades básicas del cuerpo: Reproducirse,


Alimentarse, Agredir y Conservar la integridad del organismo; en ese
sentido es sencillo: busca el Placer y evita (lo que en el psicoanálisis se
conoce como) el Displacer, es por eso que el Ello es definido bajo el
Principio del Pacer.

¿Qué son los Trastornos de Personalidad?


Estos individuos suelen tener problemas en distintas áreas de la vida,
incluyendo el funcionamiento social y laboral, y suelen tener habilidades de
afrontamiento pobres y dificultades para formar relaciones sanas. Los
trastornos de personalidad suelen surgir en la adolescencia y continúan en
la edad adulta. Pueden ser leves, moderados o graves, y es posible que
estas personas puedan tener períodos de remisión en el que funcionan
relativamente bien.

A pesar de que las causas no están del todo claras, los trastornos de la
personalidad pueden estar asociados a factores genéticos y ambientales.
Respecto a estos últimos, las experiencias de angustia, estrés o miedo
durante la infancia, así como el maltrato, el abuso o la negligencia
emocional, pueden causar futuro desarrollo de dichos trastornos.

Tipos de Trastornos de Personalidad

Los distintos tipos de personalidad se agrupan en tres grandes grupos o


“clústers”.
•Grupo A: Extraños, excéntricos. Introvertidos y ausencia relaciones
próximas.
•Grupo B: Impulsivos, emocionales, llamativos, extravertidos y social y
emocionalmente inestables
•Grupo C: Ansiosos, temerosos y con presencia de conflictos
interpersonales e intrapsíquicos.
Trastornos de Personalidad del Grupo A

1. Trastorno Paranoide de la Personalidad

El trastorno de personalidad paranoide se caracteriza por una desconfianza


generalizada hacia los demás, incluyendo amigos e incluso la familia y la
pareja. Como resultado, la persona se siente vigilada y bajo sospecha, y
está constantemente buscando pistas que validen sus teorías conspiratorias.
Este tipo de personalidad es el de una persona extremadamente sensible a
los reveses, y fácilmente siente vergüenza y humillación. Tiende a aislarse
de los demás y a destruir relaciones cercanas.

2. Trastorno Esquizoide

El trastorno esquizoide de la personalidad se caracteriza porque los


individuos que padecen esta condición se aíslan y evitan las actividades
sociales y las relaciones interpersonales. Estos individuos organizan sus
vidas de manera que evitan el contacto con otras personas. Por tanto, no
desean ni disfrutan las relaciones cercanas, eligen trabajos y actividades
solitarias y muestra frialdad emocional.

3. Trastorno Esquizotípico

El trastorno esquizotípico se caracteriza por rarezas en la apariencia, el


comportamiento y el habla; por experiencias perceptivas inusuales, y
anomalías en la manera de pensar, que se asemejan a los observados en la
esquizofrenia.

Los esquizotípicos se aíslan porque poseen de un afecto inapropiado y


ansiedad social. Suelen tener pensamiento mágico y se caracterizan por ser
supersticiosos. En ocasiones pueden creer que poseen súperpoderes o que
han sido víctimas experiencias paranormales o con extraterrestres. Tienen
problemas para relacionarse por su frialdad y porque se muestran distantes.

Trastornos de Personalidad del Grupo B


4. Trastorno Antisocial

La persona que sufre este trastorno de la personalidad llamado trastorno


antisocial no tiene en cuenta las normas y obligaciones sociales, es
agresiva, actúa de manera impulsiva, carece de sentimiento de culpa, y
parece no aprender de la experiencia.

En muchos casos, puede no tener dificultad para relacionarse, e incluso


puede parecer superficialmente encantador (por eso se conoce como
“psicópata con encanto”'). Ahora bien, sus relaciones no suelen durar
mucho. Este tipo de trastorno de personalidad está estrechamente
relacionado con la conducta criminal.

5. Trastorno Límite de Personalidad

Las personas con trastorno límite de la personalidad o borderline a menudo


se sienten vacías y abandonadas, y pueden tener dificultades para hacer
frente a los acontecimientos estresantes. Tienen una personalidad débil y
cambiante, y dudan de todo. Pueden pasar de momentos de calma a
momentos de ira, ansiedad o desesperación en solo unos segundos.. Estas
personas viven sus emociones al máximo, y sus relaciones amorosas son
intensas, porque idolatran a la otra persona.

La sintomatología se caracteriza por ira intensa e incapacidad de


controlarla, esfuerzos frenéticos por evitar el abandono, real o imaginario,
alternancia entre extremos de idealización y devaluación en las relaciones
interpersonales, autoimagen marcadamente inestable, y sentimientos
crónicos de vacío. En ocasiones estos individuos pueden tener episodios de
paranoia, y tienden a involucrarse en conductas de riesgo, tales como sexo
sin protección, consumo excesivo de alcohol, y el juego.

6. Trastorno Histriónico de la Personalidad


Las personas afectadas por el trastorno histriónico e la personalidad tienen
una baja autoestima y buscan llamar la atención de otras personas
dramatizando o jugando un papel, son emocionalmente muy sensibles en un
intento de ser escuchados y vistos. Por tanto, estos individuos prestan
excesiva atención al cuidado de su apariencia y se comportan de una
manera demasiado encantadora y seductora. Tienen baja tolerancia a la
frustración y buscan continuamente la aprobación de los demás.

Su vida se convierte en un círculo vicioso que puede afianzarse, pues si se


sienten rechazados, más histriónicos se vuelven; y cuanto más histriónicos
se vuelven, más rechazados se sienten.

7. Trastorno de Personalidad Narcisista

Las personas con trastorno de personalidad narcisista creen que son más
importantes que los demás. Tienden a exagerar sus logros y pueden
presumir de su atractivo o el éxito constantemente. Sienten una profunda
necesidad de admiración, pero carecen de empatía por otras personas.
Además de su comportamiento egocéntrico, también se caracterizan por ser
personas muy rencorosas, y suelen mantener actitudes de resentimiento y
venganza hacia los demás.

Trastornos de Personalidad del Grupo C

8. Trastorno de la Personalidad por Evitación

Las personas con este tipo de trastorno suelen experimentar sentimientos


de inferioridad. Por lo general viven pendientes de las críticas de los demás
y evitan participar en nuevas actividades o hacer nuevos amigos porque se
consideran socialmente ineptos y poco atractivos. Viven con un miedo
constante a ser avergonzados o rechazados.

Este trastorno de personalidad está fuertemente asociado con un trastorno


de ansiedad, y puede tener su origen en el rechazo por parte de los padres
o compañeros de infancia.
9. Trastorno de Personalidad Dependiente

En el trastorno de personalidad dependiente, los individuos que sufren esta


condición dependen de otras personas para satisfacer sus necesidades
emocionales y físicas. Son incapaces de tomar decisiones por sí solos y, por
lo general, evitan estar solos, pudiendo ser propensos a tolerar el abuso
físico y verbal.

10. Trastorno de Personalidad Obsesivo-Compulsivo

Las personas con trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo suelen


ser personas muy disciplinadas, con una imperiosa necesidad para la orden,
y se adhieren fuertemente a las normas y reglamentos. Se caracterizan por
ser rígidas, perfeccionistas, rumiadoras, moralistas, inflexibles e indecisas.
Se sienten muy incómodas cuando no logran la perfección.

Evaluación multiaxial:

Un sistema multiaxial implica una evaluación en varios ejes, cada uno de los
cuales concierne a un área distinta de información que puede ayudar al
clínico en el planeamiento del tratamiento y en la predicción de resultados.
En la clasificación multiaxial DSM-IV se incluyen cinco ejes:

Eje I: Trastornos Clínicos. Otros problemas que pueden ser objeto de


atención clínica: Describe todos los trastornos incluidos en la clasificación
excepto los trastornos de personalidad y el retraso mental. Cuando una
persona presenta un trastorno del Eje I y otro del Eje II, se supondrá que el
diagnostico principal o el motivo de la visita corresponde al Eje I, a menos
que el diagnóstico del Eje II vaya seguido de la expresión < (diagnostico
principal)> o < (motivo de consulta)>. En el caso de no presentarse ningún
trastorno del Eje I, este hecho debe codificarse como Z03.2. Si hay que
aplazar un diagnóstico del Eje I hasta recoger alguna información adicional,
este hecho se codificara como R69.

Eje II:Trastornos de la personalidad. Retraso Mental: También puede


utilizarse para hacer constar mecanismos de defensa y características des
adaptativas de la personalidad (en estos casos no debe utilizarse ningún
número de código). Cuando una persona tiene más de un trastorno del Eje II
deben hacerse constar todos los diagnósticos. Cuando no se presenta
ningún trastorno del Eje II, este hecho debe codificarse como Z03.2. Si hay
que aplazar un diagnóstico del Eje II hasta recoger alguna información
adicional, este hecho se codificara como R46.8.

Eje III: Enfermedades Médicas: Cuando se supone que un trastorno mental


es consecuencia fisiológica directa de la enfermedad médica, en el Eje I
debe diagnosticarse un trastorno mental debido a enfermedad médica, y esa
enfermedad debe registrarse tanto en el Eje I como en el Eje III. Por
ejemplo, cuando un hipotiroidismo es causa directa de síntomas depresivos,
su designación en el Eje I es “Trastorno del estado de ánimo debido a
hipotiroidismo con síntomas depresivos”, y se hace constar de nuevo al
hipotiroidismo en el Eje III.

Cuando la relación etiológica entre la enfermedad médica y los síntomas


mentales este insuficientemente probada para garantizar un diagnostico en
el Eje I de trastorno mental debido a enfermedad médica, debe codificarse
en el Eje I el trastorno mental apropiado, y la enfermedad medica solo se
codificará en el Eje III.

Hay otros casos en los que deben registrarse las enfermedades médicas en
el Eje III a causa de su importancia para la comprensión general o el
tratamiento del sujeto afecto del trastorno mental. Un trastorno del Eje I
puede ser una reacción psicológica a una enfermedad médica del Eje III.
Algunas enfermedades médicas pueden no estar relacionadas directamente
con el trastorno mental, pero pueden llegar a tener implicaciones
importantes para su pronóstico o tratamiento (por ejemplo, en la elección de
farmacoterapia).
Cuando una persona tiene más de un diagnostico clínicamente relevante en
el Eje III, deben hacerse constar todos ellos. Si no hay ningún trastorno del
Eje III, este hecho debe indicarse anotando “Eje III: ninguno”. Si hay que
aplazar un diagnóstico del Eje III, a la espera de recoger alguna información
adicional, este hecho se indicará anotando “Eje III: aplazado”.

Eje IV: Problemas Psicosociales y ambientales: que pueden afectar el


diagnóstico, el tratamiento y el pronóstico de los trastornos mentales (Eje I
y II). En general, el clínico sólo debe hacer constar aquellos problemas
psicosociales y ambientales que hayan estado presentes durante el año
anterior a la evaluación actual. Sin embargo, el clínico puede decidir el
registro de problemas psicosociales y ambientales acaecidos antes del año
anterior si han contribuido claramente al trastorno mental o se han
constituido en un objetivo terapéutico. Si un problema de este tipo
constituye el centro de la atención clínica, se hará constar también en el Eje
I, con un código derivado del apartado: “Otros problemas que pueden ser
objeto de atención clínica”.

Por razones de conveniencia los problemas se han agrupado en las


siguientes categorías: 1. Problemas relativos al grupo primario de apoyo,
2. Problemas relativos al ambiente social,
3. Problemas relativos a la enseñanza,
4. Problemas laborales,
5. Problemas de Vivienda,
6. Problemas económicos,
7. Problemas de acceso a los servicios de asistencia sanitaria,
8. Problemas relativos a la interacción con el sistema legal o el crimen,
9. Otros problemas psicosociales y ambientales.

Eje V: Evaluación de la actividad global: incluye la opinión del clínico acerca


del nivel general de actividad del sujeto. Esta información es útil para
planear el tratamiento y medir su impacto, así como para predecir la
evolución.
El registro de la actividad general en el Eje V puede hacerse utilizando la
escala de evaluación de la actividad global (EEAG). La EEAG considera
solamente la actividad psicológica, social y laboral a lo largo de un
hipotético continuum de salud-enfermedad. No hay que incluir alteraciones
de la actividad debidas a limitaciones físicas (o ambientales). En la mayoría
de los casos las evaluaciones de la EEAG deben referirse al periodo actual
puesto que estas reflejaran la necesidad de tratamiento o intervención. La
EEAG se hace constar en el Eje V del modo siguiente: “EEAG = seguido por
la puntuación de 1 a 100, entre paréntesis anotar el periodo de tiempo
reflejado en la evaluación, por ejemplo, “actual”, “mayor nivel en el último
año”, “en el alta”.

De 100 a 91: Sin síntomas

De 90 a 81: Síntomas ausentes o mínimos

De 80 a 71: Síntomas transitorios y esperables

De 70 a 61: Síntomas leves

De 60 a 51: Síntomas moderados

De 50 a 41: Síntomas graves

De 40 a 31: Alteración de la verificación de la realidad

De 30 a 21: Ideas delirantes o alucinaciones. Alteración grave de la


comunicación o el juicio

De 20 a 11: Peligro de causar lesiones a otros o a si mismo

De 10 a 0: Peligro persistente de lesionar gravemente a otros o a sí mismo.


El uso del sistema multiaxial facilita una evaluación completa y sistemática
de los distintos trastornos mentales y enfermedades médicas, de los
problemas psicosociales y ambientales, y del nivel de actividad, que podrían
pasar desapercibidos si el objetivo de la evaluación se centrara en el simple
problema objeto de la consulta. Además, el sistema multiaxial promueve la
aplicación del modelo biopsicosocial en clínica, enseñanza e investigación.

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