Desde 2008, la crisis financiera y las repetidas crisis alimentarias han
empeorado el problema. Los precios de los alimentos fluctúan, con alzas que provocan etapas en las que el acceso a una alimentación suficiente es imposible para millones de familias. Según datos del Banco Mundial, en el último año el precio de los alimentos ha aumentado un 36%, debido en parte a la subida de los combustibles. Se calcula que, desde junio de 2010 hasta abril de 2011, 44 millones de personas han caído en la pobreza como consecuencia de ello.
¿Cuál es el mejor indicador de lactancia de materna?
1. El inicio temprano de la lactancia materna:
proporción de niños nacidos en los últimos 23,9 meses que fueron puestos al seno en la primera hora de nacimiento
Lactancia materna exclusiva hasta los seis meses:
proporción de niños 0-5,9 meses de edad que son alimentados exclusivamente con leche materna.
Lactancia materna continuada hasta el año:
proporción de niños de 12 a 15,9 meses de edad que son alimentados con leche materna.
Introducción de alimentos sólidos, semisólidos o blandos:
proporción de niños 6-8,9 meses de edad que reciben alimentos sólidos, semi sólidos o blandos
Diversidad mínima de la dieta:
proporción de niños de 6 a 23.9 meses de edad que reciben alimentos de cuatro o más de los siete grupos de alimentos
Frecuencia mínima de comidas:
proporción de niños amamantados y no amamantados 6-23.9 meses de edad que reciben alimentos sólidos, semisólidos o blandos (incluyendo tomas de leche para niños no amamantados) el número mínimo de veces o más
Dieta mínima aceptable:
proporción de niños de 6 a 23.9 meses de edad que reciben una dieta mínima aceptable (aparte de la leche materna)
Consumo de alimentos ricos en hierro o fortificados con hierro:
proporción de niños de 6 a 23.9 meses de edad que reciben alimentos ricos en hierro o fortificados con hierro, que está especialmente diseñado para los bebés y niños pequeños, o que se fortalece en el hogar.
2. Que impacto ha tenido la nutrición infantil en el mundo y su contraparte que
es la desnutrición en la población pediátrica.
La malnutrición es un problema mundial que va más allá del impacto mediático
de la palabra hambre. Muchos niños y niñas que no se han visto nunca afectados por una hambruna están malnutridos. Las dietas pobres en nutrientes, la falta continuada de unos mínimos energéticos para afrontar su crecimiento y su día a día y enfermedades que dificultan la absorción de vitaminas y minerales son los responsables de 1 de cada 3 muertes infantiles en el mundo. Quienes sobreviven, a menudo lo hacen con secuelas que limitarán toda su vida y también la de sus hijos A veces se dice, en sentido figurado, que la malnutrición es casi una enfermedad hereditaria. Realmente no se transmite a través de nuestros genes, pero tiene un impacto tan dramático en el desarrollo de una persona, que consigue saltar generaciones y perpetuar el ciclo de malnutrición, enfermedad y pobreza de padres a hijos. Los niños y niñas que crecen con limitaciones nutricionalespueden desarrollar problemas físicos por déficit de vitaminas y minerales y experimentan retrasos en su aprendizaje y desarrollo cognitivo. Esto afecta de por vida a su potencial de desarrollo y el de sus hijos. En pleno siglo XXI la malnutrición condena a comunidades enteras a una dramática reducción del potencial humano. Lo hace al impedir a niños y niñas ir a la escuela y aprender, al debilitar sus cuerpos y hacerlos más vulnerables a enfermedades, al obligarles a trabajar para sobrevivir y al condenarlos a la exclusión. Estos niños sin opciones se convierten en adultos sin opciones, que a su vez encuentran grandes dificultades para hacer progresar a sus propios hijos.
Vivimos en un momento de la historia de la Humanidad en el que por primera
vez existen recursos y conocimientos suficientes para acabar con el hambre y la pobreza. No hay escasez de alimentos. En el mundo hay suficiente comida para que toda población pueda alimentarse adecuadamente. En más de la mitad de los países desarrollados, en torno al 50% de la población tiene sobrepeso3, y diariamente se tiran a la basura grandes cantidades de comida. En los últimos años, el conocimiento sobre la desnutrición, sus causas y sus consecuencias ha mejorado mucho. El mundo sabe la importancia de actuar, qué hay que hacer, cómo hacerlo y cuánto cuesta. Está identificado el periodo fundamental para prevenir la desnutrición: el embarazo y los dos primeros años de vida del niño, lo que se conoce como los 1.000 días cruciales para la vida. Aunque los países en vías de desarrollo han conseguido logros significativos, los datos de esos logros reflejan valores promedio, mientras que la diferencia entre pobres y ricos sigue aumentando. De ahí la importancia de que las soluciones tengan un enfoque de equidad para llegar a las poblaciones más vulnerables y con mayores dificultades para acceder a sus derechos. Existen ejemplos de éxito en muchos países que demuestran que el impacto de las soluciones es incomparablemente mayor y más efectivo cuando se trabaja con un enfoque de equidad. Se trata de soluciones factibles, rentables y efectivas en términos de nutrición, salud, educación y desarrollo en general.