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¿Qué verdad importante destaca esta profecía? Que Jehová hará que
sus siervos lleguen a ser “uno solo” (Ezeq. 37:18, 19)(Y cuando los
hijos de tu pueblo empiecen a decirte: ‘¿No nos dirás qué quieren
decir para ti estas cosas? 19 háblales: ‘Esto es lo que ha dicho el
Señor Soberano Jehová: “Miren, voy a tomar el palo de José, que está
en la mano de Efraín, y las tribus de Israel sus socios, y ciertamente
los pondré sobre él, es decir, el palo de Judá, y realmente los haré un
solo palo, y tienen que llegar a ser uno solo en mi mano”’). ¿Se ha
cumplido esta promesa en nuestros días? Sí. La profecía empezó a
cumplirse en 1919. A partir de ese año, el pueblo de Dios fue
reorganizado y reunificado de forma gradual. Los intentos de Satanás
por dividirlos permanentemente habían fracasado.
Hoy día, los dos grupos le sirven a Jehová unidos y tienen un solo rey,
Jesucristo. En la profecía de Ezequiel, a este rey se le llama “mi
siervo David” (Ezequiel 37:24, 25). Hablando de sus seguidores, Jesús
le pidió a su Padre: “Que todos ellos sean uno, así como tú, Padre,
estás en unión conmigo y yo estoy en unión contigo” (Juan
17:20, 21).* (Vea la nota). Jesús también profetizó que el rebaño
pequeño de discípulos ungidos y las “otras ovejas” llegarían a ser “un
solo rebaño”. Y todos seguirían a “un solo pastor” (Juan 10:16). Tal
como predijo Jesús, todos los siervos de Dios están hoy unidos sin
importar si esperan vivir para siempre en el cielo o en la Tierra.
Cuando Jesús dio la profecía sobre los últimos días, les dio varios
ejemplos a sus discípulos. Es interesante que primero habló de un
“esclavo fiel y discreto”, es decir, el pequeño grupo de ungidos que
dirigiría al pueblo de Dios (Mateo 24:45-47). Luego dio varios ejemplos
que se referían a todos los ungidos (Mateo 25:1-30). Y por último
habló de los que apoyarían a los hermanos de Cristo y vivirían para
siempre en la Tierra (Mateo 25:31-46). De manera parecida, cuando la
profecía de Ezequiel empezó a cumplirse en nuestros tiempos, se
cumplió primero en los que tenían la esperanza de vivir en el cielo.
Y aunque las diez tribus de Israel por lo general no representan a los
que vivirán para siempre en la Tierra, la unidad que describe la
profecía de Ezequiel nos recuerda la unidad que hay entre los que
vivirán en la Tierra y los ungidos.