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Breve sobre La Prueba Anticipada

- abril 05, 2012

“Suele decirse que así como la Justicia es el paradigma del Derecho Material, la Verdad es
el paradigma del Derecho Procesal Penal”. Winfried Hassemer

Carlos Luís Sánchez Chacín[1]

Introducción

Durante mucho tiempo se ha coincidido en el Derecho Procesal, de que la Prueba es


el motor del proceso. El proceso penal venezolano, lo encontramos divididos en tres Fases
(por lo menos[2]), a saber: Fase Preparatoria (art. 280 COPP, en adelante), que tiene como
objeto la preparación del Juicio Oral, mediante la investigación de la verdad y la
recolección de todos los elementos de convicción que permitan fundar la acusación del
Ministerio Público y la defensa del imputado; la Fase Intermedia (art. 327 ejusdem y
siguientes), que tiene por finalidades esenciales lograr la depuración del procedimiento,
comunicar al imputado sobre la acusación interpuesta en su contra, y permitir que el Juez
ejerza el control de la acusación[3]; y la Fase de Juicio (art. 332 y siguientes del Código
adjetivo penal patrio), la cual es la Fase estelar del proceso penal, donde se intensifican los
principios rectores de inmediación, concentración, oralidad, publicidad y contradicción, en
el cual se produce el desarrollo y valoración del acervo probatorio que permitirá dilucidar la
controversia en aras de la consecución de la verdad y la Justicia en la aplicación del
derecho.

Como podemos observar, cada una de estas fases tiene finalidades bien demarcadas, siendo
la etapa de Juicio el escenario idóneo para la practica de la prueba recabada, promovida y
admitida en las fases que le anteceden, sin embargo, el objeto del presente trabajo es
realizar un análisis jurídico de la Prueba Anticipada (art. 307 COPP), como excepción a la
regla antes señalada.
1.-La Prueba:

El Proceso Jurisdiccional es el conjunto de actos encaminados a aportar una


solución jurídica a los conflictos directos de hecho que suscitan en el desenvolvimiento
causal del hombre en la sociedad. El proceso penal en particular, versa excluyentemente
sobre hechos pasados, y su empleo conlleva la intrínseca finalidad de redefinir la situación
conflictiva, reconstruyendo judicialmente los hechos controvertidos mediante una mínima
actividad probatoria. De esta manera, resulta evidente la trascendencia de la actividad
probatoria en el proceso penal, para la búsqueda de la Verdad y la materialización de la
Justicia.

Ahora bien, es conveniente tratar de explanar una definición de lo que es una


Prueba. Para Cafferata[4], la Prueba es: “…todo lo que pueda servir para el descubrimiento
de la verdad acerca de los hechos que en aquél son investigados y respecto de los cuales se
pretende actuar la ley sustantiva”.

Por su parte, Clariá Olmedo[5] define la prueba como: “El conjunto de declaraciones de
voluntad o de conocimiento, reguladas legalmente y producidas por los intervinientes en el
proceso, con la finalidad de adquirir un conocimiento sobre la materialidad del objeto
procesal y sobre sus consecuencias penales…”

Dentro de los doctrinarios patrios, Delgado Salazar[6], destaca que la prueba: “…en
un sentido amplio y procesalmente hablando, es lo que sirve para producir en las partes y
en el juez el convencimiento sobre la veracidad o falsedad de los hechos que son materia de
un proceso y, por consiguiente, para sustentar las decisiones judiciales”.

Bajo estos antecedentes doctrinarios, podemos aportar una noción de prueba, como
aquel acto debidamente desarrollado en el proceso, que permite más allá de toda duda
razonable, crear convicción (Grado de certeza), no solo en la persona del juez, sino también
en las partes intervinientes[7], de lo veraz o falso que pueden ser los hechos controvertidos
en el mismo, lo que conllevaría (en el caso del proceso penal), a la construcción de la
culpabilidad, o en su defecto, a la confirmación de la inocencia del procesado.

2.-Dicotomía de la Prueba:
Cuando el Fiscal del Ministerio Público, tiene conocimiento de la notitia criminis, tiene su
primer acercamiento al hecho penalmente relevante que presuntamente ocurrió[8], lo que
implica el desenvolvimiento del aparataje investigativo a los fines de resguardar todos
aquellos elementos que puedan permitir la construcción procesal de la situación fáctica
generadora del conflicto penal.

Llegado a este punto, es necesario ahondar sobre una de las características que impregnan
la actividad probatoria, la cual es la Dicotomía de la Prueba[9]. Hay que saber diferenciar
entre lo que son Actos de Investigación y Actos de Prueba, por cuanto no en pocas
oportunidades se observa en la praxis, como representantes del Ministerio Público Fiscal y
uno que otro Juez, suelen sincretizar las resultas de la investigación con la prueba[10]. Los
primeros, son aquellos actos realizados en la etapa de investigación preliminar que tienen
como objetivo primordial, recabar todos los elementos de información que permitan
establecer la existencia del hecho, y la individualización e identificación de los presuntos
responsables de la comisión del mismo[11] (Por ejemplo, la inspección técnica, práctica de
reconocimientos médico legales, experticias toxicológica, protocolo de autopsia, entrevista
a testigos, experticia tricológica), que posteriormente serán promovidos, admitidos e
incorporados a través de medios de prueba al juicio oral y crear convicción (probar), estos
(como señala Vásquez González[12]): “Se caracterizan por ser actos unilaterales no
sometidos a control por las partes y practicados durante la fase preparatoria del proceso”.
Los actos de prueba, en cambio, son la acreditación de esos actos investigativos
(informativos), previamente incorporados mediante los medios de prueba, que son
desarrollados en el Juicio Oral, y cumplen con el fin de la actividad probatoria, crear
convicción (Por ejemplo la deposición en Juicio Oral de los Expertos que suscribieron las
experticias practicadas en la fase preparatoria, el interrogatorio y contrainterrogatorio de los
testigos que rindieron declaración en la fase investigativa). A diferencia de los actos de
investigación, los actos de prueba si exigen la existencia del control, la contradicción y la
intervención de dicha prueba por parte del órgano judicial.

En torno a lo anteriormente expresado, señala Pérez Sarmiento[13]:

“El Procedimiento acusatorio impone la preponderancia del juicio oral como fase
fundamental del juzgamiento, a diferencia del inquisitivo, que privilegia la investigación
sumarial, cuyo acervo probatorio pasa a ser valorado íntegramente en la sentencia
definitiva, a menos que resulte desvirtuado en el plenario”.

Tenemos pues, que esa transformación de los elementos de convicción en pruebas


propiamente dichas, es consecuencia de esa característica bifronte de la actividad probatoria
en el proceso penal.

3.-La Inmediación:

La etapa de Juicio en el proceso penal de corte garantista, conlleva una serie de


principios rectores, que hacen posible su realización con el mayor apego a las exigencias
humanitarias de la justicia penal, entre estos cabe destacar el principio de inmediación[14],
el cual esta contemplado en el artículo 16 del Código Orgánico Procesal Penal[15], de la
siguiente forma:

“Los jueces o juezas que han de pronunciar la sentencia deben presenciar,


ininterrumpidamente, el debate y la incorporación de las pruebas de las cuales obtienen su
convencimiento.” (Negrillas y subrayado del autor).

El principio de inmediación, no es más que la necesidad de que el juez que ha de


pronunciar la sentencia (condenatoria u absolutoria), haya estado presente de forma
constante e ininterrumpida, en el debato y el desarrollo del acervo probatorio, del cual dice,
fundó su convicción[16].

Así lo ha dejado sentado en criterio reiterado, nuestro máximo tribunal[17], al


indicar que:

“El principio de inmediación, reconocido como rector para diversos procesos, se caracteriza
porque el Juez que ha de dictar la sentencia, debe presenciar personalmente la
incorporación de las pruebas en las audiencias destinadas a ello, presencia personal y
rectora que, según el tipo de procedimiento de que se trate, puede legalmente exigirse en
determinados actos procesales distintos a los probatorios, donde el juez –al finalizar los
mismos- debe dictar decisión”.
Indudablemente que el principio de inmediación es una regla dentro del proceso penal[18],
empero es necesario indicar, que existe una excepción legal a la inmediación[19], y esta
contemplada en el artículo 307 del Código Adjetivo Penal, denominada como Prueba
Anticipada o Anticipo de Prueba.

4.- Concepto de Prueba Anticipada:

Esta institución procesal esta regulada en el artículo 307 del Código Orgánico
Procesal Penal, que forma parte de las normas que componen el Título I, de la Fase
Preparatoria, Capítulo III “Del Desarrollo de la Investigación”, de la siguiente manera:

“Cuando sea necesario practicar un reconocimiento, inspección o experticia, que por su


naturaleza y características deban ser consideradas como actos definitivos e irreproducibles,
o cuando deba recibirse una declaración que, por algún obstáculo difícil de superar, se
presuma que no podrá hacerse durante el juicio, el Ministerio Público o cualquiera de las
partes podrá requerir al Juez o Jueza de Control que lo realice. Si el obstáculo no existiera
para la fecha del debate, la persona deberá concurrir a prestar su declaración.

El Juez o Jueza practicará el acto, si lo considera admisible, citando a todas las partes,
incluyendo a la víctima aunque no se hubiere querellado, quienes tendrán derecho de asistir
con las facultades y obligaciones previstas en este Código”.

La prueba anticipada, o anticipo de prueba, es la excepción al principio de


inmediación contenido en el artículo 16 del COPP, al prever la posibilidad de realizar una
prueba antes de la etapa natural del proceso donde corresponde[20].

Respecto de ello, Delgado Salazar, alecciona que la prueba anticipada es:

“Es aquella que en el proceso penal se realiza, en principio, en la fase preparatoria, por
razones de urgencia y necesidad de asegurar su resultado, pudiendo ser apreciada por el
juez como si se hubiera practicado en el juicio, siempre que se incorpore allí mediante
lectura del acta que la contiene”.

Por su parte, Eric Lorenzo Pérez Sarmiento[21], señala:

“…La prueba anticipada es aquella que se realiza antes de la oportunidad procesal en que
debería tener lugar, ya sea por razones de urgencia (periculum in mora) o de necesidad de
aseguramiento de sus resultados (irrepetibilidad). De ahí su denominación anticipada”.

Tenemos pues, que la prueba anticipada es el desarrollo de una prueba en una fase previa a
la que naturalmente corresponde[22], en razón de la naturaleza definitiva e irreproducible
del acto, que hace imposible su producción en el Juicio Oral y Público[23].

Terminada la práctica anticipada de la Prueba, las actas deberán ser entregadas al


Ministerio Público, las victimas y las partes podrán obtener copia (art. 308 COPP)[24].

5.-Naturaleza de la Prueba Anticipada:

La practica del anticipo de prueba, contiene una serie de requisitos, que lo


convierten en un instrumento procesal excepcional. Como se señaló en apartados previos a
este punto, es la prueba anticipada la excepción al principio de Inmediación; esto es así, por
cuanto el Juez llamado a practicarla y valorarla es un juez ajeno a la etapa de juicio (que es
lo natural), pero como se expresó, de forma excepcional.

Algunos doctrinarios consideran, que el carácter excepcional de la prueba anticipada se


debe, a su naturaleza cautelar, como ha comentado Delgado Salazar[25]:

“Para el proceso penal debe tenerse como de la misma naturaleza cautelar, a los fines de
capturar los hechos o los medios de prueba antes de la oportunidad de su inserción en el
juicio y ante la posibilidad de que desaparezcan, pero es incuestionable que su práctica se
aparte del importante postulado de inmediación, ya que en principio, la lleva a cabo un juez
distinto del que preside el juicio oral y la evalúa en su sentencia”.

Esa naturaleza cautelar, viene dada justamente por la finalidad misma del anticipo
de prueba, en palabras de Rivera Morales:
“impedir que la prueba se desvirtúe o pierda, o que al transcurrir el tiempo se alteren las
circunstancias de hecho que han de probarse o se dificulte su reconocimiento, o bien para
conservar las cosas que posteriormente se deben probar en el proceso”.

Los actos de investigación practicados en la fase preparatoria[26] pueden ser considerados


como pre-procesales, en el entendido que de quien dirige la investigación es un ente
distinto al órgano jurisdiccional (a quien le correspondía según el CEC derogado), sin
embargo, hay ciertas actuaciones que debe realizar el Fiscal del Ministerio Público en el
desarrollo de la investigación que sólo procederán previa solicitud al Órgano Jurisdiccional,
y por supuesto, con su debida aprobación, como lo son por ejemplo: Allanamientos de
morada, intercepciones telefónicas, mandato de conducción[27].

Finalmente y para concluir este punto, la prueba practicada anticipadamente, es un acto


procesal y de prueba, ya que la misma se produce tal cual como si se tratare de su escenario
natural, bajo el control y la contradicción de las partes, con la única salvedad, de que el
Juez que deberá decidir (Juez de Juicio), no tendrá un contacto sensorial con la prueba[28],
a la cual sólo tendrá acceso por la incorporación mediante su lectura al Juicio Oral y
Público, como lo establece el numeral primero del artículo 339 del Código Orgánico
Procesal Penal.

6.-Valor Probatorio de la Prueba Anticipada:

Uno de los aspectos más interesantes de la Institución de la Prueba anticipada, es el


relacionado con la valoración de dicho acto. Hemos comentado con anterioridad que la
Prueba Anticipada representa una prueba en el sentido estricto de la palabra, por cuanto es
desarrollada y sometida al control y contradicción por las partes, ante la presencia de un
Juez.

En torno a este punto, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, ha
asentado el siguiente criterio: “En la prueba anticipada las partes ya controlaron la prueba
en el momento en que se practicó, conociendo el contenido o resultado de la misma
quedando sólo pendiente la incorporación a través de su lectura, pero condicionado tal
inclusión a la aceptación expresa de las partes y el tribunal”.
Si las partes que ejercieron el control de la prueba anticipada, y conociendo el contenido y
resultado, podrá ser incorporada al Juicio Oral con la aceptación de las partes y el Tribunal.

En cuanto a la valoración del anticipo de prueba, indica el maestro Binder[29]:

“Una vez convalidada la prueba de un modo anticipado –y convenientemente registrada- se


incorpora ésta directamente a juicio. Esta incorporación se realiza por su lectura, es decir,
leyendo el acta que recogió el resultado de la prueba. Pero, repetimos, éste es un
mecanismo excepcional, ya que el principio de que sólo es prueba lo que se produce en el
juicio es un principio de una importancia fundamental, que no debe ser abandonado
ligeramente”.

Es posible, sin embargo, que una vez practicada y registrada la prueba anticipada,
para el momento de la celebración del Juicio Oral, la circunstancia que hacia irreproducible
la practica de la prueba haya desaparecido (Sobre todo en la prueba testimonial y de
experticia)[30], por lo que deberá reproducirse en el Juicio Oral, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 307 del COPP: “Si el obstáculo no existiera para la fecha del
debate, la persona deberá concurrir a prestar su declaración”. Lo que no es claro, porque
pareciera que el legislador bajo esas circunstancias le restara eficacia a la prueba anticipada,
visualizándola como una especie de prueba provisional.

Similar criterio comparte Miranda Estrampes en España, cuando opina que: “Si en
el momento de iniciarse las sesiones del Juicio Oral hubiere desaparecido la causa que
motivó la práctica anticipada de la prueba, ésta deberá perder su eficacia y, por tanto,
reproducirse nuevamente en el acto de la vista oral”.

Obviamente la Prueba en sentido estricto es la que se practica en el Juicio Oral, sin


embargo, veo inoficioso volver a reproducir la prueba que fue objeto de anticipo, por
cuanto la misma fue objeto de control y contradicción por las partes, así como su
correspondiente aceptación de los resultados de la misma. En todo caso, la justificación de
esa decisión podría encontrarse en confrontar posibles contradicciones que puedan
suscitarse entre el acta que registro la prueba anticipada y el desarrollo de la prueba en el
Juicio Oral y Público, sin embargo, consideró que es contradictorio, porque por ejemplo el
testimonio practicado anticipadamente, no es una mera declaración (acto de investigación),
sino un acto de Prueba.

La anticipación de la prueba: El Código Orgánico Procesal Penal, al respeto establece que:

Artículo 289. Cuando sea necesario practicar un reconocimiento, inspección o experticia,


que por su naturaleza y características deban ser consideradas como actos definitivos e
irreproducibles, o cuando deba recibirse una declaración que, por algún obstáculo difícil de
superar, se presuma que no podrá hacerse durante el juicio, el Ministerio Público o
cualquiera de las partes podrá requerir al Juez o Jueza de Control que lo realice. Si el
obstáculo no existiera para la fecha del debate, la persona deberá concurrir a prestar su
declaración.

El Juez o Jueza practicará el acto, si lo considera admisible, citando a todas las partes,
incluyendo a la víctima aunque no se hubiere querellado, quienes tendrán derecho de asistir
con las facultades y obligaciones previstas en este Código.

En caso de no haber sido individualizado el imputado, se citará para que concurra a la


práctica de la prueba anticipada a un defensor o defensora pública.

La anticipación probatoria o prueba anticipada, es la excepción al principio de inmediación


contenido en el artículo 16 del Código Orgánico Procesal Penal, la cual establece la
posibilidad de realizar el acto probatorio antes de la realización de la etapa natural en el
proceso del juicio oral en donde bien corresponde.

Respecto de ello, Delgado Salazar, señala que la prueba anticipada es:

Es aquella que en el proceso penal se realiza, en principio, en la fase preparatoria, por


razones de urgencia y necesidad de asegurar su resultado, pudiendo ser apreciada por el
juez como si se hubiera practicado en el juicio, siempre que se incorpore allí mediante
lectura del acta que la contiene.

Por otra parte, Eric Pérez Sarmiento, señala que:

…/…La prueba anticipada es aquella que se realiza antes de la oportunidad procesal en que
debería tener lugar, ya sea por razones de urgencia (periculum in mora) o de necesidad de
aseguramiento de sus resultados (irrepetibilidad). De ahí su denominación anticipada.
Todo lo cual implica, que la prueba anticipada puede ser solicitada en la fase preparatoria o
intermedia del proceso penal, en razón de la naturaleza definitiva e irreproducible del acto,
que presenta una lógica posibilidad de que se haga imposible su producción en el Juicio
Oral.

El artículo 290 del Código Orgánico Procesal Penal establece que terminada la práctica
anticipada de la prueba, las actas serán entregadas al Ministerio Público, las víctimas y las
partes podrán obtener copia.

Naturaleza de la Prueba Anticipada: La práctica del anticipo de prueba, es una excepción al


principio de Inmediación; esto es así, por cuanto el Juez llamado a practicarla y valorarla es
un juez distinto al que le corresponde la responsabilidad de valorar las pruebas en la etapa
de juicio. Esta actividad probatoria, por la excepcionalidad contiene una serie de requisitos
propios, que la convierten en un instrumento procesal excepcional. Algunos doctrinarios
consideran, que el carácter excepcional de la prueba anticipada se debe, a la naturaleza
cautelar, como ha comentado Delgado Salazar:

Para el proceso penal debe tenerse como de la misma naturaleza cautelar, a los fines de
capturar los hechos o los medios de prueba antes de la oportunidad de su inserción en el
juicio y ante la posibilidad de que desaparezcan, pero es incuestionable que su práctica se
aparte del importante postulado de inmediación, ya que en principio, la lleva a cabo un juez
distinto del que preside el juicio oral y la evalúa en su sentencia.

Lo cual implica la naturaleza cautelar de la actividad probatoria, que vendrá dada


justamente por la necesidad y finalidad del anticipo de prueba, en tal sentido señala Rivera
Morales, que:

…/… impedir que la prueba se desvirtúe o pierda, o que al transcurrir el tiempo se alteren
las circunstancias de hecho que han de probarse o se dificulte su reconocimiento, o bien
para conservar las cosas que posteriormente se deben probar en el proceso.

Es así como, la prueba practicada anticipadamente, constituyen un acto procesal y de


prueba, ya que la misma se produce siguiendo las reglas establecidas para tal fin en el juicio
oral, ejerciendo el control probatorio y la contradicción de las partes, sin embargo el juez
que la práctica es el juez con competencia en materia de control, pudiendo realizarla tanto
en la fase preparatoria o intermedia del procedimiento penal ordinario.
El Valor Probatorio de la Prueba Anticipada: Uno de los aspectos más interesantes de la
Institución de la Prueba anticipada, es el relacionado con la valoración de dicho acto. Se ha
comentado con anterioridad que la Prueba Anticipada representa una prueba en el sentido
estricto de su concepto, por cuanto es desarrollada y sometida al control y contradicción por
las partes, ante la presencia de un Juez.

Ello representa una dificultad apreciativa y un evidente riesgo para quien solicitó la
anticipación, ya que el Juez que deberá analizar y decidir sobre la prueba anticipadamente,
es el Juez de Juicio, que salvo cuando la prueba supere el obstáculo que permitió su
anticipación y pueda rendirse en el juicio, el juez de juicio no tendrá un contacto sensorial y
quinestésico con la prueba, por lo cual sólo tendrá acceso a su contenido por la
incorporación mediante su lectura, como lo establece el numeral 1 del artículo 322 del
Código Orgánico Procesal Penal.

En cuanto a la valoración del anticipo de prueba, indica el maestro Binder que:

Una vez convalidada la prueba de un modo anticipado –y convenientemente registrada- se


incorpora ésta directamente a juicio. Esta incorporación se realiza por su lectura, es decir,
leyendo el acta que recogió el resultado de la prueba. Pero, repetimos, éste es un
mecanismo excepcional, ya que el principio de que sólo es prueba lo que se produce en el
juicio es un principio de una importancia fundamental, que no debe ser abandonado
ligeramente.

Es posible, sin embargo, que una vez practicada y registrada la prueba anticipada, para el
momento de la celebración del Juicio Oral, la circunstancia que hacía irreproducible su
práctica, hayan desaparecido, en particular cuando se trata de la prueba testimonial o el
juicio de un experto, por lo que deberá reproducirse en el Juicio Oral, de conformidad con
lo dispuesto en el artículo 289 del Código Orgánico Procesal Penal, que señala: “Si el
obstáculo no existiera para la fecha del debate, la persona deberá concurrir a prestar su
declaración”. Lo que no es claro, sin embargo pareciera que el legislador bajo esas
circunstancias le restara eficacia a la prueba anticipada, visualizándola como una especie o
forma de prueba provisional, condicionando su existencia a una situación futura.

Similar criterio comparte el tratadista español Miranda Estrampes Manuel, cuando afirma
que: “Si en el momento de iniciarse las sesiones del Juicio Oral hubiere desaparecido la
causa que motivó la práctica anticipada de la prueba, ésta deberá perder su eficacia y, por
tanto, reproducirse nuevamente en el acto de la vista oral”.

Todo ello evidencia, que la Prueba en sentido estricto es la que se practica en el Juicio Oral,
sin embargo, existe la posición que respalda lo inoficioso de volver a reproducir la prueba
que fue objeto de anticipo, por cuanto la misma fue materia de control y contradicción por
las partes, así como en su formación existió la correspondiente aceptación de los resultados
materiales que pudo arrojar la práctica de la misma.
De igual forma, este criterio sostiene que la única justificación posible para evacuar
nuevamente una prueba anticipada en juicio, estaría centrada en la necesidad de confrontar
posibles contradicciones que puedan suscitarse entre el acta que registró la prueba
anticipada y el desarrollo de la prueba en el Juicio Oral. Esta posición sostiene que el
testimonio practicado anticipadamente, no es una mera declaración como las rendidas en
los actos de investigación, sino que ella comporta en sí misma un acto de Prueba.

Interesante Sentencia Vinculante sobre Prueba Anticipada

Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, del 30 de julio de


2013, Ponente CARMEN ZULETA DE MERCHÁN, Exp. 11-0145, la cual establece, con
carácter vinculante que, conforme al artículo 78 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, los Jueces y Juezas con Competencia en materia Penal que
integran los distintos Circuitos Judiciales de la República, podrán emplear la práctica de la
prueba anticipada, prevista en el artículo 289 del Código Orgánico Procesal Penal, previa
solicitud del Fiscal del Ministerio Público o cualquiera de las partes, para preservar el
testimonio de los niños, niñas y adolescentes, ya sea en condición de víctima o en calidad
de testigo, sobre el conocimiento que éstos tienen de los hechos.

Extracto:

"...la prueba anticipada, prevista en el artículo 289 del Código Orgánico Procesal Penal, a
través del supuesto de procedencia referido a la posibilidad de que pueda practicarse
cuando se trate de una declaración que, por algún obstáculo difícil de superar, se presuma
que no podrá hacerse durante el juicio, puede interpretarse a los fines de su aplicación y en
el interés superior, para preservar las declaraciones de los niños, niñas y adolescentes, ya
sea en condición de víctima o en calidad de testigo, en el marco de cualquier proceso penal,
con el objeto fundamental de garantizar su protección integral y su derecho a ser oído, en
condiciones que no ocasionen perjuicios.

A los fines de la adecuada interpretación y aplicación del presente criterio, es preciso


señalar que los niños, niñas y adolescentes en condición de víctima, requieren de apoyo
inmediato y constante que les permita garantizar la continuidad de su desarrollo personal y
emocional, superando el hecho lesivo que vivieron, motivo por el cual la práctica de la
prueba anticipada en estos casos tiene como fin preservar su declaración y garantizar su
estabilidad emocional evitando su encuentro constante con el acusado.

Evidentemente, en el marco de un proceso penal la víctima que comparece a los diversos


actos debe enfrentarse al hecho cierto de ver reiteradamente a su agresor y, muchas veces,
de someterse a constantes interrogatorios que reiteradamente le recuerdan los hechos,
siendo esta una circunstancia difícil de superar que justifica la práctica excepcional de la
prueba anticipada en tales casos.

Por otra parte, en el caso de los niños, niñas y adolescentes en calidad de testigos, es
preciso señalar que el tiempo que transcurre -desde el momento de la ocurrencia del hecho
y hasta la deposición que le correspondiere en el juicio oral- constituye un obstáculo difícil
de superar, que incide en la posibilidad de que aquellos olviden información relevante
acerca del conocimiento que tienen sobre los hechos debido a su natural proceso de
madurez y desarrollo. Tal circunstancia justifica la práctica excepcional de la prueba
anticipada en el caso de tales testigos.
Por ende, es menester que los operadores de justicia no efectúen referencias indistintas a la
condición de víctima y de testigo, pues en todo caso la prueba anticipada requiere del Juez
o Jueza la motivación correspondiente a las circunstancias del caso concreto al cual se
aplicará.

En tal sentido, esta Sala considera que la práctica de la prueba anticipada, prevista en el
Código Orgánico Procesal Penal, para la fijación del testimonio de los niños, niñas y
adolescentes, ya sea en condición de víctima o en calidad de testigo, constituye el medio
idóneo para garantizar los derechos fundamentales de aquellos y, a su vez, permitir la
incorporación de la prueba de forma válida, legal y lícita al juicio oral.

Al respecto, es propicio señalar que la práctica de la prueba anticipada no limita, en modo


alguno, el derecho de la víctima, concretamente, a deponer en la fase de juicio de forma
voluntaria, con la finalidad de ampliar su declaración sobre los hechos.

Ahora bien, visto que el criterio aquí establecido constituye una interpretación
constitucional de esta Sala aplicable a un supuesto excepcional, como lo es la declaración
de los niños, niñas y adolescentes en el marco de cualquier proceso penal, se considera
también la preocupación de proteger los derechos constitucionales del imputado.

Por tal motivo esta Sala establece que, la práctica de la prueba anticipada, únicamente a los
efectos de los supuestos descritos en la presente decisión, y corresponderá a los jueces o
juezas de instancia efectuarla en los casos descritos, previa solicitud motivada del Fiscal del
Ministerio Público o de cualquiera de las partes, de conformidad con el artículo 289 del
Código Orgánico Procesal Penal.
En consecuencia, y a los efectos de la sana aplicación del criterio vinculante que se
establece a partir la presente decisión, es menester precisar que las declaraciones
practicadas como diligencia de investigación a los niños, niñas y adolescentes, antes de la
vigencia del presente fallo podrán ser consideradas únicamente como elementos de
convicción a los efectos del acto conclusivo correspondiente. Sin embargo aquellas causas
que, para la fecha de la publicación del presente fallo, se encontrasen en etapa de
investigación o en etapa intermedia, podrán aplicar el presente criterio y practicar la prueba
anticipada, observando los fundamentos previamente descritos.

Asimismo, en las causas que se encuentren en etapa de juicio para la fecha de publicación
del presente fallo, el Juez o Jueza de Juicio podrá practicar de oficio la prueba anticipada en
esta etapa, a los fines de preservar el testimonio del niño, la niña o el adolescente, la cual se
practicará con la participación del acusado, su defensor y demás partes, a tenor del criterio
establecido en el presente fallo. Es relevante precisar que tales circunstancias serán
aplicables como régimen transitorio y de forma exclusiva y excluyente a las causas que se
encuentren en etapa de juicio, para la fecha de la publicación del presente fallo.

Es por ello necesario enfatizar la responsabilidad de los operadores de justicia en la práctica


adecuada de la interpretación que efectúa esta Sala mediante la presente decisión, cuya
finalidad es salvaguardar los derechos constitucionales de todas las partes involucradas en
el proceso, pues el objetivo es garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes a
ser oídos en los procesos judiciales de manera de reducir la posibilidad de causar algún
perjuicio, sin que ello se entienda como el menoscabo de los derechos constitucionales que
están reconocidos también al imputado.

Sobre la base de los razonamientos anteriores, esta Sala establece con carácter vinculante
que, conforme al artículo 78 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
los Jueces y Juezas con Competencia en materia Penal que integran los distintos Circuitos
Judiciales de la República, podrán emplear la práctica de la prueba anticipada, prevista en
el artículo 289 del Código Orgánico Procesal Penal, previa solicitud del Fiscal del
Ministerio Público o de cualquiera de las partes, para preservar el testimonio de los niños,
niñas y adolescentes, ya sea en condición de víctima o en calidad de testigo, sobre el
conocimiento que éstos tienen de los hechos. Así se declara."

sábado, 21 de marzo de 2015

Prueba Anticipada

Consideraciones acerca de la motivación de la admisión de la prueba anticipada (Sala


Constitucional)

Ahora bien, del estudio de las actas procesales aprecia la Sala uque contrario a lo expuesto
por los abogados accionantes, la Sala N° 1 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial
Penal del Estado Miranda, pr requisitos propios de toda prueba: licitud, legalidad,
pertinencia, conducencia y utilidad; siendo la finalidad básica de la prueba anticipada,
impedir que la prueba se desvirtúe o pierda, o que con el transcurrir del tiempo se alteren
las circunstancias de hecho que han de probarse o se dificulte su reconocimiento, o bien
para conservar las cosas que posteriormente se deben probar en el proceso.

…omissis…

En este sentido, vale decir, que si se llegara a materializar el temor fundado manifestado
por el Ministerio Público, en relación a las víctimas y testigos ut supra mencionados, y
ocurra la doble victimización de los mismos, esto traerá como consecuencia, la
imposibilidad manifiesta de deponer sobre el conocimiento que tienen sobre los hechos
investigados por ra la procedencia de la prueba anticipada; aunado al hecho de que si el
obstáculo ‘difícil de superar’, no existiera para la fecha del debate oral, los testigos tendrán
el deber de concurrir a prestar su declaración ante el Juez de Juicio correspondiente y en ese
momento procesal, será el Juez de Juicio quien lo aprecie en la definitiva.
Corolario a lo anterior, considera esta Alzada, que la decisión emitida por el Tribunal Sexto
de Control, en fecha treinta y uno (31) de julio de dos mil catorce (2014), en la cual declara
sin lugar la oposición formulada por la defensa privada en cuanto a la celebración de la
audiencia de prueba anticipada fijada por el A-quo, no produce lesión a derechos
fundamentales, toda vez, que el referido pronunciamiento jurisdiccional es el producto de la
previa valoración del asunto sometido a su consideración, y para ello realizó el previo
análisis de la diligencia cuya oposición se pide, que no es otra que la solicitada por quien
ostenta las facultades legales y constitucionales que le han sido conferidas como el director
de la investigación, y resuelta por el Tribunal de Instancia en la fase preparatoria del juicio
oral y público, tal y como lo señala el artículo 264 del Código Orgánico Procesal Penal,
cuando establece que dentro de esas facultades del ejercicio del control judicial, le
corresponde controlar el cumplimiento de los principios y garantías establecidos en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela e igualmente practicar pruebas
anticipadas, y es por ello que considera este Tribunal Colegiado, que el ejercicio de tal
deber mal podría comportar infracción al debido proceso, o lesionarse el derecho a la
defensa, toda vez que estamos hablando de formulas precautelativas más no definitiva en
caso de que la prueba sea repetible en el tiempo.

Así pues, esta Sala 1 de la Corte de Apelaciones con Sede en Los Teques, evidencia, que no
causa indefensión que el Tribunal a-quo, acordara fijar audiencia para practicar la prueba
anticipada solicitada por el Ministerio Público, con objeto de tomar declaración a las
víctimas y testigos, toda vez que el mismo, está obligado a velar por los intereses de las
víctimas en todas las fases del proceso, y los jueces deben garantizar la vigencia de sus
derechos, y (…) reparación del daño causado, observándose que al momento de la
evacuación de la prueba que hoy ocupa nuestra atención y en preservación del principio de
contradicción de la prueba no hubo intervención alguna ni por las partes presuntamente
incursas en el delito ni por parte de sus respectivas defensas, quienes nos ejercieron ese
derecho, estando presente en el acto (…)”.

Se observa que la Sala N° 1 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Estado Miranda, analizó minuciosamente el otro fallo impugnado en apelación, esto es la
decisión del 5 de agosto de 2014, igualmente dictado por el Juzgado Sexto de Primera
Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Miranda, mediante
el cual entre otras cosas, se admitió la antes mencionada prueba anticipada de testigos. Al
respecto dicha Corte de Apelaciones expuso:

“En el presente caso, y observadas las circunstancias que rodearon el hecho, podemos
inferir que estamos en presencia de un delito donde interviene la delincuencia organizada y
dentro de sus actividades, la EXTORSIÓN y la DELINCUENCIA ORGANIZADA,
constituyen actualmente, uno de los mayores males que afectan a nuestra sociedad, pues las
víctimas de estos delitos, pertenecen a los diferentes estratos de la sociedad, sin importar
raza, condición social, política o económica.

En este sentido, las Naciones Unidas, en aras de promover la cooperación, para prevenir y
combatir eficazmente la delincuencia organizada, señalan en los artículos 24 numeral 2
literal b y 25 de la Convención de Palermo, celebrada en la ciudad de Nueva York, en el
año dos mil cuatro (2004), lo siguiente:

…omissis…

Por lo tanto, el temor, el miedo que sienten no sólo las víctimas, sino las personas que
tengan la condición de testigos por haber presenciado el o los hechos punibles, a juicio de
esta Superioridad, sí constituyen un verdadero obstáculo difícil de superar, que permite
ordenar la evacuación anticipada de estas declaraciones rendidas durante la investigación
como prueba anticipada, siempre y cuando las mismas se hayan realizado cumpliendo con
las exigencias del artículo 289 del Código Orgánico Procesal Penal, como es la
convocatoria de todas las partes, incluyendo a la víctima, aún cuando no se hubiere
querellado, y ante la presencia del Juez de Control, como garantía de la licitud y legalidad
de la misma, sometiéndolas al contradictorio y control como garantía indeleble del sagrado
derecho de defensa.

Siendo así, se observa, que en la audiencia de práctica de prueba anticipada, celebrada en


fecha cuatro (04) de agosto de dos mil catorce (2014), se evidencia que la misma se realizó
cumpliendo con las formalidades exigidas para la prueba anticipada, respetando por lo
tanto, las garantías judiciales del debido proceso, en presencia del Juez de control, la
defensa y el representante del Ministerio Público, así como de los acusados.

En este sentido, el Tribunal Supremo de Justicia en Sala Penal (sic) en Fecha cuatro (04) de
agosto de dos mil (2010), dictó sentencia con ponencia de la Magistrada Dr. MIRIAM
MORANDY MIJARES, Exp.10-117, en la que se señala:

…omissis…

Observa esta Alzada que en el caso sub judice, no ocasiona un gravamen irreparable como
lo han mencionado en su escrito impugnatorio la defensa privada, por cuanto, tal como se
indicó ut supra, nuestra normativa penal adjetiva establece que la práctica de la prueba
anticipada procederá siempre y cuando exista un obstáculo difícil de superar y quedó
demostrado en la presente causa, que existe una situación clara de que las víctimas y
testigos del hecho, tienen temor fundado en relación a la evacuación de las pruebas, por el
conocimiento que tienen de los hechos, aunado al hecho que son los únicos testigos
presenciales de los hechos, razón por la cual se declara Sin Lugar la presente denuncia. Y
ASÍ SE ESTABLECE”. (Negrillas agregadas).

De ello, se evidencia que la Corte de Apelaciones denunciada como agraviante, verificó


que sí se realizó un análisis de las circunstancias de procedencia de la prueba anticipada y
constató que la misma se efectuó cumpliendo con las formalidades exigidas en el artículo
289 del Código Orgánico Procesal Penal.

Al respecto, destaca la Sala que conforme al artículo 289 del Código Orgánico
Procesal Penal el juez de control podrá, a solicitud del Ministerio Público o cualesquiera de
las partes, recibir una declaración como prueba anticipada, siempre y cuando exista un
“obstáculo difícil de superar” que se presuma que no podrá hacerse durante el juicio; y que
en caso de que el obstáculo no existiera para la fecha del debate, la persona deberá
concurrir a prestar su declaración. Efectivamente, el artículo 289 eiusdem dispone:
“Artículo 289. Cuando sea necesario practicar un reconocimiento, inspección o experticia,
que por su naturaleza y características deban ser consideradas como actos definitivos e
irreproducibles, o cuando deba recibirse una declaración que, por algún obstáculo difícil de
superar, se presuma que no podrá hacerse durante el juicio, el Ministerio Público o
cualquiera de las partes podrá requerir al Juez o Jueza de Control que lo realice. Si el
obstáculo no existiera para la fecha del debate, la persona deberá concurrir a prestar su
declaración.

El Juez o Jueza practicará el acto, si lo considera admisible, citando a todas las partes,
incluyendo a la víctima aunque no se hubiere querellado, quienes tendrán derecho de asistir
con las facultades y obligaciones previstas en este Código.

En caso de no haber sido individualizado el imputado, se citará para que concurra a la


práctica de la prueba anticipada a un defensor o defensora pública”.

De la norma en cuestión se deduce claramente que en los casos en que excepcionalmente se


admita una prueba anticipada de declaración de testigo por existir el obstáculo difícil de
superar, el juzgador debe motivar el por qué admite tal elemento probatorio y el obstáculo
que impide al testigo presentarse a declarar en el correspondiente juicio oral; y ello debe ser
así porque tal prueba es una excepción al principio de inmediación, establecido en el
artículo 16 del Código Orgánico Procesal Penal, circunstancias que, tal como se expresó
anteriormente, fueron verificadas por la Sala N° 1 de la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del Estado Miranda, por lo que en ejercicio de las potestades que legalmente
le son conferidas, determinó que no existió vulneración de los derechos de los imputados
por parte del Juzgado Sexto de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito
Judicial Penal del Estado Miranda.

Así las cosas, ratifica la Sala que la actividad que realiza el juzgador al decidir, si bien debe
ajustarse a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y a las leyes, al
resolver una controversia, le confiere un amplio margen de valoración del derecho aplicable
a cada caso, por lo cual puede interpretarlo y ajustarlo a su entendimiento como actividad
propia de su función de juzgar, sin que el juzgador de amparo pueda inmiscuirse dentro de
esa autonomía del juez en el estudio y resolución de la causa, salvo que tal criterio viole
manifiestamente derechos o principios constitucionales, lo cual no ocurre en el presente
caso (Vid. Sentencia de esta Sala N° 3.278 del 26 de noviembre de 2003, entre otras).

Lo anteriormente expuesto, denota que el proceder de la Sala N° 1 de la Corte de


Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Miranda, es conforme a derecho y por
ende la presente acción de amparo constitucional no cumple con los presupuestos previstos
en el artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales. En consecuencia, se declara improcedente in limine litis la acción de
amparo constitucional ejercida contra el fallo dictado el 16 de octubre de 2014, por la Sala
N° 1 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Miranda. Así se
decide.

En razón de lo anterior, resulta inoficioso pronunciarse sobre la medida cautelar solicitada.

DECISIÓN

Por las razones precedentemente expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley,
declaraIMPROCEDENTE in limine litis la acción de amparo constitucional ejercida por los
abogados Miguel Leonardo Risso Zambrano y José David Becerra Márquez, en su carácter
de defensores privados de los ciudadanos ELVIN JOSÉ CABEZA BASTIDAS, PEDRO
LUIS ARÉVALO y JOHAN EDUARDO ROMERO RONDÓN, ya identificados, contra la
sentencia dictada el 16 de octubre de 2014, por la Sala N° 1 de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Estado Miranda.

Publíquese y regístrese. Archívese el expediente.


Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, en Caracas, a los 12 días del mes de marzo de dos mil quince (2015).
Años: 204º de la Independencia y 156º de la Federación.

La Presidenta de la Sala,

GLADYS MARÍA GUTIÉRREZ ALVARADO

http://historico.tsj.gob.ve/deci
siones/scon/marzo/175365-252-12315-2015-14-1366.HTML

miércoles, 3 de agosto de 2016

Algunas Sentencias sobre la Prueba Anticipada

Establece nuestro COPP sobre la Prueba Anticipada, tres normas:

"Artículo 289. Cuando sea necesario practicar un reconocimiento, inspección o experticia,


que por su naturaleza y características deban ser consideradas como actos definitivos e
irreproducibles, o cuando deba recibirse una declaración que, por algún obstáculo difícil de
superar, se presuma que no podrá hacerse durante el juicio, el Ministerio Público o
cualquiera de las partes podrá requerir al Juez o Jueza de Control que lo realice. Si el
obstáculo no existiera para la fecha del debate, la persona deberá concurrir a prestar su
declaración.

El Juez o Jueza practicará el acto, si lo considera admisible, citando a todas las partes,
incluyendo a la víctima aunque no se hubiere querellado, quienes tendrán derecho de asistir
con las facultades y obligaciones previstas en este Código.

En caso de no haber sido individualizado el imputado, se citará para que concurra a la


práctica de la prueba anticipada a un defensor o defensora pública."
Actas

"Artículo 290. Terminada la práctica anticipada de pruebas las actas se entregarán al


Ministerio Público. La víctima y las demás partes podrán obtener copia."

En el juicio oral y público, tenemos la lectura:

"Artículo 322. Sólo podrán ser incorporados al juicio por su lectura:

1. Los testimonios o experticias que se hayan recibido conforme a las reglas de la prueba
anticipada, sin perjuicio de que las partes o el tribunal exijan la comparecencia personal de
el o la testigo o experto o experta, cuando sea posible.

2. La prueba documental o de informes, y las actas de reconocimiento, registro o


inspección, realizadas conforme a lo previsto en este Código.

3. Las actas de las pruebas que se ordene practicar durante el juicio fuera de la sala de
audiencias.

Cualquier otro elemento de convicción que se incorpore por su lectura al juicio, no tendrá
valor alguno, salvo que las partes y el tribunal manifiesten expresamente su conformidad en
la incorporación."

Interesante es la Sentencia N° 200 del 18 de Junio de 2014, Expediente: C14-34, sobre el


acto de prueba anticipada:
"...el acto de prueba anticipada es un mecanismo procesal que se realiza en la fase
preparatoria, y de ahí su nombre, por razones de urgencia y de necesidad de aseguramiento
de sus resultados, por lo cual debe ser apreciada como si efectivamente se hubiera
practicado en el juicio; esta consiste en tomar esa declaración o hacerle rendir su experticia
frente a un juez y con la asistencia de todas las partes del proceso y por ende con la
posibilidad de que estas puedan controlar esa prueba o puedan oponerse a ella..."

Del mismo modo, la Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
del 30 de julio de 2013, Ponente Carmen Zuleta De Merchán, Exp. 11-0145, la cual
establece, con carácter vinculante que, conforme al artículo 78 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, los Jueces y Juezas con Competencia en materia
Penal que integran los distintos Circuitos Judiciales de la República, podrán emplear la
práctica de la prueba anticipada, prevista en el artículo 289 del Código Orgánico Procesal
Penal, previa solicitud del Fiscal del Ministerio Público o cualquiera de las partes, para
preservar el testimonio de los niños, niñas y adolescentes, ya sea en condición de víctima o
en calidad de testigo, sobre el conocimiento que éstos tienen de los hechos.

Recomiendo leer la sentencia Nº 447 de fecha 11-08-2008, de la Sala de Casación Penal del
Tribunal Supremo de Justicia con Ponencia de la Magistrado Mirian Morando Mijares,
Exp. C08-100, la cual menciona a su vez a la sentencia Nº 728 del 18 de diciembre de 2007
de la misma Sala. Acá se señalan los requisitos de procedencia de la solicitud de
reconstrucción de los hechos, la cual debe hacerse sobre la base de la llamada prueba
anticipada, en la fase de investigación, del proceso penal a tenor de lo dispuesto en el
artículo 307 del Código Orgánico Procesal Penal, vigente para la época:

“… de conformidad al contenido del artículo 307 del Código Orgánico Procesal Penal,
únicamente en casos que se deba preservar, actos que por su naturaleza sean considerados
definitivos e irreproducibles y, que no puedan ser practicados durante el juicio oral, lo que
constituye una justificada excepción a los principios generales de oralidad e inmediación
que rigen el proceso penal acusatorio…”

Asimismo, tenemos de la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, la


sentencia Nº 167 de fecha 29 de abril del año 2003 sobre la práctica de la prueba
anticipada; la sentencia Nº 406 de fecha 2 de noviembre del año 2004 sobre la declaración
del testigo como prueba anticipada; la sentencia Nº 462 de fecha 6 de agosto del año 2007
donde nos habla de las actas de entrevistas que no son pruebas anticipadas y la sentencia Nº
447 de fecha 11 de agosto del año 2008 sobre la solicitud de reconstrucción de los hechos;
la Sentencia N° 314 del 15 de junio de 2007, Expediente N° 07-0046, que nos dice que es
nula la prueba de reconstrucción de los hechos en la fase de juicio, cuando el experto utiliza
para su elaboración una experticia de trayectoria balística que no fue admitida por el
Tribunal de Control en su oportunidad.

Véase también, la Ley de Protección de Víctimas, Testigos y demás Sujetos Procesales del
año 2006 en su artículo 41 sobre cómo debe ser la incorporación al juicio.

Publicadas

Sala de Casación Penal.

Recurso de casación.

Sentencia Nº 394 Fecha: 25/10/2016.

Caso: Recurso de casación interpuesto por los abogados EMILIO MELET y MARIELBA
ANDREÍNA CASTILLO, en su condición de Defensores Públicos Cuarto y Sexta adscritos
a la Unidad de Defensa Pública Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Cojedes, en
el proceso penal seguido contra ADA MAGALYS ESTRELLA CAMPOS, FRANK JOSÉ
GÓMEZ MATA y HEIKER JOSÉ LÓPEZ ARIAS.

Decisión: Con lugar el recurso de casación, y se anula el fallo recurrido.

Extracto:

“… Destacándose que la motivación de un fallo implica manifestar la razón jurídica que


sirve de base al juzgador para asumir una determinada resolución, ello a través del estudio y
evaluación de todas las circunstancias particulares y específicas del caso controvertido, así
como de los elementos probatorios que surjan durante el desarrollo del proceso penal.

En tal sentido, la Sala Accidental Primera de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial
Penal del Estado Cojedes, al pronunciarse sobre el recurso de apelación, debió controlar los
fundamentos de hecho y de derecho expuestos por el tribunal de primera instancia, y por lo
tanto constatar si las circunstancias fácticas fueron correctamente subsumidas en una norma
penal, o por el contrario si tales circunstancias susceptibles de ser consideradas como una
acción típica y antijurídica podían ser o no atribuibles a los justiciables, como parte de la
labor de revisión que ejerce el órgano jurisdiccional sobre la decisión en que se fundamenta
la apelación.

En el caso particular, la Corte de Apelaciones no constató si el Tribunal en Funciones de


Juicio realizó el análisis y comparación de los medios probatorios controvertidos en el
juicio, así como tampoco que dicha instancia determinara con precisión y de manera
individualizada la responsabilidad penal de cada uno de los acusados, solo se limitó a
transcribir íntegramente el fallo dictado por el Tribunal de Juicio para concluir que la razón
no le asistía a los recurrentes y que el fallo sometido a su revisión se encontraba ajustada a
Derecho.

En tal sentido, la fundamentación de la decisión aquí impugnada, fue exigua y limitada al


momento de dar respuesta sobre el fondo de los puntos sometidos a su revisión, resultando
insuficiente el razonamiento dado, ya que no resolvió en modo alguno las interrogantes
planteadas por la defensa en el recurso de apelación, incumpliendo de esta manera con su
deber revisor como órgano jurisdiccional superior.

Constituye un deber fundamental para la corte de apelaciones (más aún, siendo alegado por
los recurrentes), verificar que en la sentencia que se revisa, se haya realizado un análisis
detallado de las pruebas debatidas en el juicio oral, e igualmente materializar la
comparación de unas con otras bajo el método de la sana crítica racional, con la
determinación clara y precisa de los hechos que se dan por probados y el Derecho aplicable.
Actuación no ejecutada por el tribunal de alzada en el presente caso.

La Sala Penal ha señalado reiteradamente, que los jueces están obligados a resolver cada
uno de los puntos o denuncias de la apelación y con suficiente claridad los motivos que le
sirven de sustento a la decisión judicial, pues de ser omitidas por el sentenciador se estaría
violando el derecho a una segunda instancia, que permite ejercer un control de revisión
sobre las sentencias dictadas por otro órgano jurisdiccional.”

Comentario de Acceso a la Justicia: La Sala pretende establecer que no es posible realizar


un juicio apegado al debido proceso, si el juez no analiza todas las pruebas del juicio, o si
las circunstancias del caso no se subsumen en la norma penal respectiva. Asimismo, en un
juicio penal se deben evaluar los fundamentos de hecho y derecho, y junto con los
resultados que proporcionen las pruebas, dictar una decisión motivada y razonada. Solo así
es posible garantizar todos los derechos del justiciable.

Tales principios que busca preservar la Sala son consustanciales a los que establece la
normativa del Código Orgánico Procesal Penal.

Fuente: http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scp/octubre/191491-394-251016-2016-C16-
81.HTML

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