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“Suele decirse que así como la Justicia es el paradigma del Derecho Material, la Verdad es
el paradigma del Derecho Procesal Penal”. Winfried Hassemer
Introducción
Como podemos observar, cada una de estas fases tiene finalidades bien demarcadas, siendo
la etapa de Juicio el escenario idóneo para la practica de la prueba recabada, promovida y
admitida en las fases que le anteceden, sin embargo, el objeto del presente trabajo es
realizar un análisis jurídico de la Prueba Anticipada (art. 307 COPP), como excepción a la
regla antes señalada.
1.-La Prueba:
Por su parte, Clariá Olmedo[5] define la prueba como: “El conjunto de declaraciones de
voluntad o de conocimiento, reguladas legalmente y producidas por los intervinientes en el
proceso, con la finalidad de adquirir un conocimiento sobre la materialidad del objeto
procesal y sobre sus consecuencias penales…”
Dentro de los doctrinarios patrios, Delgado Salazar[6], destaca que la prueba: “…en
un sentido amplio y procesalmente hablando, es lo que sirve para producir en las partes y
en el juez el convencimiento sobre la veracidad o falsedad de los hechos que son materia de
un proceso y, por consiguiente, para sustentar las decisiones judiciales”.
Bajo estos antecedentes doctrinarios, podemos aportar una noción de prueba, como
aquel acto debidamente desarrollado en el proceso, que permite más allá de toda duda
razonable, crear convicción (Grado de certeza), no solo en la persona del juez, sino también
en las partes intervinientes[7], de lo veraz o falso que pueden ser los hechos controvertidos
en el mismo, lo que conllevaría (en el caso del proceso penal), a la construcción de la
culpabilidad, o en su defecto, a la confirmación de la inocencia del procesado.
2.-Dicotomía de la Prueba:
Cuando el Fiscal del Ministerio Público, tiene conocimiento de la notitia criminis, tiene su
primer acercamiento al hecho penalmente relevante que presuntamente ocurrió[8], lo que
implica el desenvolvimiento del aparataje investigativo a los fines de resguardar todos
aquellos elementos que puedan permitir la construcción procesal de la situación fáctica
generadora del conflicto penal.
Llegado a este punto, es necesario ahondar sobre una de las características que impregnan
la actividad probatoria, la cual es la Dicotomía de la Prueba[9]. Hay que saber diferenciar
entre lo que son Actos de Investigación y Actos de Prueba, por cuanto no en pocas
oportunidades se observa en la praxis, como representantes del Ministerio Público Fiscal y
uno que otro Juez, suelen sincretizar las resultas de la investigación con la prueba[10]. Los
primeros, son aquellos actos realizados en la etapa de investigación preliminar que tienen
como objetivo primordial, recabar todos los elementos de información que permitan
establecer la existencia del hecho, y la individualización e identificación de los presuntos
responsables de la comisión del mismo[11] (Por ejemplo, la inspección técnica, práctica de
reconocimientos médico legales, experticias toxicológica, protocolo de autopsia, entrevista
a testigos, experticia tricológica), que posteriormente serán promovidos, admitidos e
incorporados a través de medios de prueba al juicio oral y crear convicción (probar), estos
(como señala Vásquez González[12]): “Se caracterizan por ser actos unilaterales no
sometidos a control por las partes y practicados durante la fase preparatoria del proceso”.
Los actos de prueba, en cambio, son la acreditación de esos actos investigativos
(informativos), previamente incorporados mediante los medios de prueba, que son
desarrollados en el Juicio Oral, y cumplen con el fin de la actividad probatoria, crear
convicción (Por ejemplo la deposición en Juicio Oral de los Expertos que suscribieron las
experticias practicadas en la fase preparatoria, el interrogatorio y contrainterrogatorio de los
testigos que rindieron declaración en la fase investigativa). A diferencia de los actos de
investigación, los actos de prueba si exigen la existencia del control, la contradicción y la
intervención de dicha prueba por parte del órgano judicial.
“El Procedimiento acusatorio impone la preponderancia del juicio oral como fase
fundamental del juzgamiento, a diferencia del inquisitivo, que privilegia la investigación
sumarial, cuyo acervo probatorio pasa a ser valorado íntegramente en la sentencia
definitiva, a menos que resulte desvirtuado en el plenario”.
3.-La Inmediación:
“El principio de inmediación, reconocido como rector para diversos procesos, se caracteriza
porque el Juez que ha de dictar la sentencia, debe presenciar personalmente la
incorporación de las pruebas en las audiencias destinadas a ello, presencia personal y
rectora que, según el tipo de procedimiento de que se trate, puede legalmente exigirse en
determinados actos procesales distintos a los probatorios, donde el juez –al finalizar los
mismos- debe dictar decisión”.
Indudablemente que el principio de inmediación es una regla dentro del proceso penal[18],
empero es necesario indicar, que existe una excepción legal a la inmediación[19], y esta
contemplada en el artículo 307 del Código Adjetivo Penal, denominada como Prueba
Anticipada o Anticipo de Prueba.
Esta institución procesal esta regulada en el artículo 307 del Código Orgánico
Procesal Penal, que forma parte de las normas que componen el Título I, de la Fase
Preparatoria, Capítulo III “Del Desarrollo de la Investigación”, de la siguiente manera:
El Juez o Jueza practicará el acto, si lo considera admisible, citando a todas las partes,
incluyendo a la víctima aunque no se hubiere querellado, quienes tendrán derecho de asistir
con las facultades y obligaciones previstas en este Código”.
“Es aquella que en el proceso penal se realiza, en principio, en la fase preparatoria, por
razones de urgencia y necesidad de asegurar su resultado, pudiendo ser apreciada por el
juez como si se hubiera practicado en el juicio, siempre que se incorpore allí mediante
lectura del acta que la contiene”.
“…La prueba anticipada es aquella que se realiza antes de la oportunidad procesal en que
debería tener lugar, ya sea por razones de urgencia (periculum in mora) o de necesidad de
aseguramiento de sus resultados (irrepetibilidad). De ahí su denominación anticipada”.
Tenemos pues, que la prueba anticipada es el desarrollo de una prueba en una fase previa a
la que naturalmente corresponde[22], en razón de la naturaleza definitiva e irreproducible
del acto, que hace imposible su producción en el Juicio Oral y Público[23].
“Para el proceso penal debe tenerse como de la misma naturaleza cautelar, a los fines de
capturar los hechos o los medios de prueba antes de la oportunidad de su inserción en el
juicio y ante la posibilidad de que desaparezcan, pero es incuestionable que su práctica se
aparte del importante postulado de inmediación, ya que en principio, la lleva a cabo un juez
distinto del que preside el juicio oral y la evalúa en su sentencia”.
Esa naturaleza cautelar, viene dada justamente por la finalidad misma del anticipo
de prueba, en palabras de Rivera Morales:
“impedir que la prueba se desvirtúe o pierda, o que al transcurrir el tiempo se alteren las
circunstancias de hecho que han de probarse o se dificulte su reconocimiento, o bien para
conservar las cosas que posteriormente se deben probar en el proceso”.
En torno a este punto, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, ha
asentado el siguiente criterio: “En la prueba anticipada las partes ya controlaron la prueba
en el momento en que se practicó, conociendo el contenido o resultado de la misma
quedando sólo pendiente la incorporación a través de su lectura, pero condicionado tal
inclusión a la aceptación expresa de las partes y el tribunal”.
Si las partes que ejercieron el control de la prueba anticipada, y conociendo el contenido y
resultado, podrá ser incorporada al Juicio Oral con la aceptación de las partes y el Tribunal.
Es posible, sin embargo, que una vez practicada y registrada la prueba anticipada,
para el momento de la celebración del Juicio Oral, la circunstancia que hacia irreproducible
la practica de la prueba haya desaparecido (Sobre todo en la prueba testimonial y de
experticia)[30], por lo que deberá reproducirse en el Juicio Oral, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 307 del COPP: “Si el obstáculo no existiera para la fecha del
debate, la persona deberá concurrir a prestar su declaración”. Lo que no es claro, porque
pareciera que el legislador bajo esas circunstancias le restara eficacia a la prueba anticipada,
visualizándola como una especie de prueba provisional.
Similar criterio comparte Miranda Estrampes en España, cuando opina que: “Si en
el momento de iniciarse las sesiones del Juicio Oral hubiere desaparecido la causa que
motivó la práctica anticipada de la prueba, ésta deberá perder su eficacia y, por tanto,
reproducirse nuevamente en el acto de la vista oral”.
El Juez o Jueza practicará el acto, si lo considera admisible, citando a todas las partes,
incluyendo a la víctima aunque no se hubiere querellado, quienes tendrán derecho de asistir
con las facultades y obligaciones previstas en este Código.
…/…La prueba anticipada es aquella que se realiza antes de la oportunidad procesal en que
debería tener lugar, ya sea por razones de urgencia (periculum in mora) o de necesidad de
aseguramiento de sus resultados (irrepetibilidad). De ahí su denominación anticipada.
Todo lo cual implica, que la prueba anticipada puede ser solicitada en la fase preparatoria o
intermedia del proceso penal, en razón de la naturaleza definitiva e irreproducible del acto,
que presenta una lógica posibilidad de que se haga imposible su producción en el Juicio
Oral.
El artículo 290 del Código Orgánico Procesal Penal establece que terminada la práctica
anticipada de la prueba, las actas serán entregadas al Ministerio Público, las víctimas y las
partes podrán obtener copia.
Para el proceso penal debe tenerse como de la misma naturaleza cautelar, a los fines de
capturar los hechos o los medios de prueba antes de la oportunidad de su inserción en el
juicio y ante la posibilidad de que desaparezcan, pero es incuestionable que su práctica se
aparte del importante postulado de inmediación, ya que en principio, la lleva a cabo un juez
distinto del que preside el juicio oral y la evalúa en su sentencia.
…/… impedir que la prueba se desvirtúe o pierda, o que al transcurrir el tiempo se alteren
las circunstancias de hecho que han de probarse o se dificulte su reconocimiento, o bien
para conservar las cosas que posteriormente se deben probar en el proceso.
Ello representa una dificultad apreciativa y un evidente riesgo para quien solicitó la
anticipación, ya que el Juez que deberá analizar y decidir sobre la prueba anticipadamente,
es el Juez de Juicio, que salvo cuando la prueba supere el obstáculo que permitió su
anticipación y pueda rendirse en el juicio, el juez de juicio no tendrá un contacto sensorial y
quinestésico con la prueba, por lo cual sólo tendrá acceso a su contenido por la
incorporación mediante su lectura, como lo establece el numeral 1 del artículo 322 del
Código Orgánico Procesal Penal.
Es posible, sin embargo, que una vez practicada y registrada la prueba anticipada, para el
momento de la celebración del Juicio Oral, la circunstancia que hacía irreproducible su
práctica, hayan desaparecido, en particular cuando se trata de la prueba testimonial o el
juicio de un experto, por lo que deberá reproducirse en el Juicio Oral, de conformidad con
lo dispuesto en el artículo 289 del Código Orgánico Procesal Penal, que señala: “Si el
obstáculo no existiera para la fecha del debate, la persona deberá concurrir a prestar su
declaración”. Lo que no es claro, sin embargo pareciera que el legislador bajo esas
circunstancias le restara eficacia a la prueba anticipada, visualizándola como una especie o
forma de prueba provisional, condicionando su existencia a una situación futura.
Similar criterio comparte el tratadista español Miranda Estrampes Manuel, cuando afirma
que: “Si en el momento de iniciarse las sesiones del Juicio Oral hubiere desaparecido la
causa que motivó la práctica anticipada de la prueba, ésta deberá perder su eficacia y, por
tanto, reproducirse nuevamente en el acto de la vista oral”.
Todo ello evidencia, que la Prueba en sentido estricto es la que se practica en el Juicio Oral,
sin embargo, existe la posición que respalda lo inoficioso de volver a reproducir la prueba
que fue objeto de anticipo, por cuanto la misma fue materia de control y contradicción por
las partes, así como en su formación existió la correspondiente aceptación de los resultados
materiales que pudo arrojar la práctica de la misma.
De igual forma, este criterio sostiene que la única justificación posible para evacuar
nuevamente una prueba anticipada en juicio, estaría centrada en la necesidad de confrontar
posibles contradicciones que puedan suscitarse entre el acta que registró la prueba
anticipada y el desarrollo de la prueba en el Juicio Oral. Esta posición sostiene que el
testimonio practicado anticipadamente, no es una mera declaración como las rendidas en
los actos de investigación, sino que ella comporta en sí misma un acto de Prueba.
Extracto:
"...la prueba anticipada, prevista en el artículo 289 del Código Orgánico Procesal Penal, a
través del supuesto de procedencia referido a la posibilidad de que pueda practicarse
cuando se trate de una declaración que, por algún obstáculo difícil de superar, se presuma
que no podrá hacerse durante el juicio, puede interpretarse a los fines de su aplicación y en
el interés superior, para preservar las declaraciones de los niños, niñas y adolescentes, ya
sea en condición de víctima o en calidad de testigo, en el marco de cualquier proceso penal,
con el objeto fundamental de garantizar su protección integral y su derecho a ser oído, en
condiciones que no ocasionen perjuicios.
Por otra parte, en el caso de los niños, niñas y adolescentes en calidad de testigos, es
preciso señalar que el tiempo que transcurre -desde el momento de la ocurrencia del hecho
y hasta la deposición que le correspondiere en el juicio oral- constituye un obstáculo difícil
de superar, que incide en la posibilidad de que aquellos olviden información relevante
acerca del conocimiento que tienen sobre los hechos debido a su natural proceso de
madurez y desarrollo. Tal circunstancia justifica la práctica excepcional de la prueba
anticipada en el caso de tales testigos.
Por ende, es menester que los operadores de justicia no efectúen referencias indistintas a la
condición de víctima y de testigo, pues en todo caso la prueba anticipada requiere del Juez
o Jueza la motivación correspondiente a las circunstancias del caso concreto al cual se
aplicará.
En tal sentido, esta Sala considera que la práctica de la prueba anticipada, prevista en el
Código Orgánico Procesal Penal, para la fijación del testimonio de los niños, niñas y
adolescentes, ya sea en condición de víctima o en calidad de testigo, constituye el medio
idóneo para garantizar los derechos fundamentales de aquellos y, a su vez, permitir la
incorporación de la prueba de forma válida, legal y lícita al juicio oral.
Ahora bien, visto que el criterio aquí establecido constituye una interpretación
constitucional de esta Sala aplicable a un supuesto excepcional, como lo es la declaración
de los niños, niñas y adolescentes en el marco de cualquier proceso penal, se considera
también la preocupación de proteger los derechos constitucionales del imputado.
Por tal motivo esta Sala establece que, la práctica de la prueba anticipada, únicamente a los
efectos de los supuestos descritos en la presente decisión, y corresponderá a los jueces o
juezas de instancia efectuarla en los casos descritos, previa solicitud motivada del Fiscal del
Ministerio Público o de cualquiera de las partes, de conformidad con el artículo 289 del
Código Orgánico Procesal Penal.
En consecuencia, y a los efectos de la sana aplicación del criterio vinculante que se
establece a partir la presente decisión, es menester precisar que las declaraciones
practicadas como diligencia de investigación a los niños, niñas y adolescentes, antes de la
vigencia del presente fallo podrán ser consideradas únicamente como elementos de
convicción a los efectos del acto conclusivo correspondiente. Sin embargo aquellas causas
que, para la fecha de la publicación del presente fallo, se encontrasen en etapa de
investigación o en etapa intermedia, podrán aplicar el presente criterio y practicar la prueba
anticipada, observando los fundamentos previamente descritos.
Asimismo, en las causas que se encuentren en etapa de juicio para la fecha de publicación
del presente fallo, el Juez o Jueza de Juicio podrá practicar de oficio la prueba anticipada en
esta etapa, a los fines de preservar el testimonio del niño, la niña o el adolescente, la cual se
practicará con la participación del acusado, su defensor y demás partes, a tenor del criterio
establecido en el presente fallo. Es relevante precisar que tales circunstancias serán
aplicables como régimen transitorio y de forma exclusiva y excluyente a las causas que se
encuentren en etapa de juicio, para la fecha de la publicación del presente fallo.
Sobre la base de los razonamientos anteriores, esta Sala establece con carácter vinculante
que, conforme al artículo 78 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
los Jueces y Juezas con Competencia en materia Penal que integran los distintos Circuitos
Judiciales de la República, podrán emplear la práctica de la prueba anticipada, prevista en
el artículo 289 del Código Orgánico Procesal Penal, previa solicitud del Fiscal del
Ministerio Público o de cualquiera de las partes, para preservar el testimonio de los niños,
niñas y adolescentes, ya sea en condición de víctima o en calidad de testigo, sobre el
conocimiento que éstos tienen de los hechos. Así se declara."
Prueba Anticipada
Ahora bien, del estudio de las actas procesales aprecia la Sala uque contrario a lo expuesto
por los abogados accionantes, la Sala N° 1 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial
Penal del Estado Miranda, pr requisitos propios de toda prueba: licitud, legalidad,
pertinencia, conducencia y utilidad; siendo la finalidad básica de la prueba anticipada,
impedir que la prueba se desvirtúe o pierda, o que con el transcurrir del tiempo se alteren
las circunstancias de hecho que han de probarse o se dificulte su reconocimiento, o bien
para conservar las cosas que posteriormente se deben probar en el proceso.
…omissis…
En este sentido, vale decir, que si se llegara a materializar el temor fundado manifestado
por el Ministerio Público, en relación a las víctimas y testigos ut supra mencionados, y
ocurra la doble victimización de los mismos, esto traerá como consecuencia, la
imposibilidad manifiesta de deponer sobre el conocimiento que tienen sobre los hechos
investigados por ra la procedencia de la prueba anticipada; aunado al hecho de que si el
obstáculo ‘difícil de superar’, no existiera para la fecha del debate oral, los testigos tendrán
el deber de concurrir a prestar su declaración ante el Juez de Juicio correspondiente y en ese
momento procesal, será el Juez de Juicio quien lo aprecie en la definitiva.
Corolario a lo anterior, considera esta Alzada, que la decisión emitida por el Tribunal Sexto
de Control, en fecha treinta y uno (31) de julio de dos mil catorce (2014), en la cual declara
sin lugar la oposición formulada por la defensa privada en cuanto a la celebración de la
audiencia de prueba anticipada fijada por el A-quo, no produce lesión a derechos
fundamentales, toda vez, que el referido pronunciamiento jurisdiccional es el producto de la
previa valoración del asunto sometido a su consideración, y para ello realizó el previo
análisis de la diligencia cuya oposición se pide, que no es otra que la solicitada por quien
ostenta las facultades legales y constitucionales que le han sido conferidas como el director
de la investigación, y resuelta por el Tribunal de Instancia en la fase preparatoria del juicio
oral y público, tal y como lo señala el artículo 264 del Código Orgánico Procesal Penal,
cuando establece que dentro de esas facultades del ejercicio del control judicial, le
corresponde controlar el cumplimiento de los principios y garantías establecidos en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela e igualmente practicar pruebas
anticipadas, y es por ello que considera este Tribunal Colegiado, que el ejercicio de tal
deber mal podría comportar infracción al debido proceso, o lesionarse el derecho a la
defensa, toda vez que estamos hablando de formulas precautelativas más no definitiva en
caso de que la prueba sea repetible en el tiempo.
Así pues, esta Sala 1 de la Corte de Apelaciones con Sede en Los Teques, evidencia, que no
causa indefensión que el Tribunal a-quo, acordara fijar audiencia para practicar la prueba
anticipada solicitada por el Ministerio Público, con objeto de tomar declaración a las
víctimas y testigos, toda vez que el mismo, está obligado a velar por los intereses de las
víctimas en todas las fases del proceso, y los jueces deben garantizar la vigencia de sus
derechos, y (…) reparación del daño causado, observándose que al momento de la
evacuación de la prueba que hoy ocupa nuestra atención y en preservación del principio de
contradicción de la prueba no hubo intervención alguna ni por las partes presuntamente
incursas en el delito ni por parte de sus respectivas defensas, quienes nos ejercieron ese
derecho, estando presente en el acto (…)”.
Se observa que la Sala N° 1 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Estado Miranda, analizó minuciosamente el otro fallo impugnado en apelación, esto es la
decisión del 5 de agosto de 2014, igualmente dictado por el Juzgado Sexto de Primera
Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Miranda, mediante
el cual entre otras cosas, se admitió la antes mencionada prueba anticipada de testigos. Al
respecto dicha Corte de Apelaciones expuso:
“En el presente caso, y observadas las circunstancias que rodearon el hecho, podemos
inferir que estamos en presencia de un delito donde interviene la delincuencia organizada y
dentro de sus actividades, la EXTORSIÓN y la DELINCUENCIA ORGANIZADA,
constituyen actualmente, uno de los mayores males que afectan a nuestra sociedad, pues las
víctimas de estos delitos, pertenecen a los diferentes estratos de la sociedad, sin importar
raza, condición social, política o económica.
En este sentido, las Naciones Unidas, en aras de promover la cooperación, para prevenir y
combatir eficazmente la delincuencia organizada, señalan en los artículos 24 numeral 2
literal b y 25 de la Convención de Palermo, celebrada en la ciudad de Nueva York, en el
año dos mil cuatro (2004), lo siguiente:
…omissis…
Por lo tanto, el temor, el miedo que sienten no sólo las víctimas, sino las personas que
tengan la condición de testigos por haber presenciado el o los hechos punibles, a juicio de
esta Superioridad, sí constituyen un verdadero obstáculo difícil de superar, que permite
ordenar la evacuación anticipada de estas declaraciones rendidas durante la investigación
como prueba anticipada, siempre y cuando las mismas se hayan realizado cumpliendo con
las exigencias del artículo 289 del Código Orgánico Procesal Penal, como es la
convocatoria de todas las partes, incluyendo a la víctima, aún cuando no se hubiere
querellado, y ante la presencia del Juez de Control, como garantía de la licitud y legalidad
de la misma, sometiéndolas al contradictorio y control como garantía indeleble del sagrado
derecho de defensa.
En este sentido, el Tribunal Supremo de Justicia en Sala Penal (sic) en Fecha cuatro (04) de
agosto de dos mil (2010), dictó sentencia con ponencia de la Magistrada Dr. MIRIAM
MORANDY MIJARES, Exp.10-117, en la que se señala:
…omissis…
Observa esta Alzada que en el caso sub judice, no ocasiona un gravamen irreparable como
lo han mencionado en su escrito impugnatorio la defensa privada, por cuanto, tal como se
indicó ut supra, nuestra normativa penal adjetiva establece que la práctica de la prueba
anticipada procederá siempre y cuando exista un obstáculo difícil de superar y quedó
demostrado en la presente causa, que existe una situación clara de que las víctimas y
testigos del hecho, tienen temor fundado en relación a la evacuación de las pruebas, por el
conocimiento que tienen de los hechos, aunado al hecho que son los únicos testigos
presenciales de los hechos, razón por la cual se declara Sin Lugar la presente denuncia. Y
ASÍ SE ESTABLECE”. (Negrillas agregadas).
Al respecto, destaca la Sala que conforme al artículo 289 del Código Orgánico
Procesal Penal el juez de control podrá, a solicitud del Ministerio Público o cualesquiera de
las partes, recibir una declaración como prueba anticipada, siempre y cuando exista un
“obstáculo difícil de superar” que se presuma que no podrá hacerse durante el juicio; y que
en caso de que el obstáculo no existiera para la fecha del debate, la persona deberá
concurrir a prestar su declaración. Efectivamente, el artículo 289 eiusdem dispone:
“Artículo 289. Cuando sea necesario practicar un reconocimiento, inspección o experticia,
que por su naturaleza y características deban ser consideradas como actos definitivos e
irreproducibles, o cuando deba recibirse una declaración que, por algún obstáculo difícil de
superar, se presuma que no podrá hacerse durante el juicio, el Ministerio Público o
cualquiera de las partes podrá requerir al Juez o Jueza de Control que lo realice. Si el
obstáculo no existiera para la fecha del debate, la persona deberá concurrir a prestar su
declaración.
El Juez o Jueza practicará el acto, si lo considera admisible, citando a todas las partes,
incluyendo a la víctima aunque no se hubiere querellado, quienes tendrán derecho de asistir
con las facultades y obligaciones previstas en este Código.
Así las cosas, ratifica la Sala que la actividad que realiza el juzgador al decidir, si bien debe
ajustarse a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y a las leyes, al
resolver una controversia, le confiere un amplio margen de valoración del derecho aplicable
a cada caso, por lo cual puede interpretarlo y ajustarlo a su entendimiento como actividad
propia de su función de juzgar, sin que el juzgador de amparo pueda inmiscuirse dentro de
esa autonomía del juez en el estudio y resolución de la causa, salvo que tal criterio viole
manifiestamente derechos o principios constitucionales, lo cual no ocurre en el presente
caso (Vid. Sentencia de esta Sala N° 3.278 del 26 de noviembre de 2003, entre otras).
DECISIÓN
Por las razones precedentemente expuestas, esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley,
declaraIMPROCEDENTE in limine litis la acción de amparo constitucional ejercida por los
abogados Miguel Leonardo Risso Zambrano y José David Becerra Márquez, en su carácter
de defensores privados de los ciudadanos ELVIN JOSÉ CABEZA BASTIDAS, PEDRO
LUIS ARÉVALO y JOHAN EDUARDO ROMERO RONDÓN, ya identificados, contra la
sentencia dictada el 16 de octubre de 2014, por la Sala N° 1 de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Estado Miranda.
La Presidenta de la Sala,
http://historico.tsj.gob.ve/deci
siones/scon/marzo/175365-252-12315-2015-14-1366.HTML
El Juez o Jueza practicará el acto, si lo considera admisible, citando a todas las partes,
incluyendo a la víctima aunque no se hubiere querellado, quienes tendrán derecho de asistir
con las facultades y obligaciones previstas en este Código.
1. Los testimonios o experticias que se hayan recibido conforme a las reglas de la prueba
anticipada, sin perjuicio de que las partes o el tribunal exijan la comparecencia personal de
el o la testigo o experto o experta, cuando sea posible.
3. Las actas de las pruebas que se ordene practicar durante el juicio fuera de la sala de
audiencias.
Cualquier otro elemento de convicción que se incorpore por su lectura al juicio, no tendrá
valor alguno, salvo que las partes y el tribunal manifiesten expresamente su conformidad en
la incorporación."
Del mismo modo, la Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
del 30 de julio de 2013, Ponente Carmen Zuleta De Merchán, Exp. 11-0145, la cual
establece, con carácter vinculante que, conforme al artículo 78 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, los Jueces y Juezas con Competencia en materia
Penal que integran los distintos Circuitos Judiciales de la República, podrán emplear la
práctica de la prueba anticipada, prevista en el artículo 289 del Código Orgánico Procesal
Penal, previa solicitud del Fiscal del Ministerio Público o cualquiera de las partes, para
preservar el testimonio de los niños, niñas y adolescentes, ya sea en condición de víctima o
en calidad de testigo, sobre el conocimiento que éstos tienen de los hechos.
Recomiendo leer la sentencia Nº 447 de fecha 11-08-2008, de la Sala de Casación Penal del
Tribunal Supremo de Justicia con Ponencia de la Magistrado Mirian Morando Mijares,
Exp. C08-100, la cual menciona a su vez a la sentencia Nº 728 del 18 de diciembre de 2007
de la misma Sala. Acá se señalan los requisitos de procedencia de la solicitud de
reconstrucción de los hechos, la cual debe hacerse sobre la base de la llamada prueba
anticipada, en la fase de investigación, del proceso penal a tenor de lo dispuesto en el
artículo 307 del Código Orgánico Procesal Penal, vigente para la época:
“… de conformidad al contenido del artículo 307 del Código Orgánico Procesal Penal,
únicamente en casos que se deba preservar, actos que por su naturaleza sean considerados
definitivos e irreproducibles y, que no puedan ser practicados durante el juicio oral, lo que
constituye una justificada excepción a los principios generales de oralidad e inmediación
que rigen el proceso penal acusatorio…”
Véase también, la Ley de Protección de Víctimas, Testigos y demás Sujetos Procesales del
año 2006 en su artículo 41 sobre cómo debe ser la incorporación al juicio.
Publicadas
Recurso de casación.
Caso: Recurso de casación interpuesto por los abogados EMILIO MELET y MARIELBA
ANDREÍNA CASTILLO, en su condición de Defensores Públicos Cuarto y Sexta adscritos
a la Unidad de Defensa Pública Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Cojedes, en
el proceso penal seguido contra ADA MAGALYS ESTRELLA CAMPOS, FRANK JOSÉ
GÓMEZ MATA y HEIKER JOSÉ LÓPEZ ARIAS.
Extracto:
En tal sentido, la Sala Accidental Primera de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial
Penal del Estado Cojedes, al pronunciarse sobre el recurso de apelación, debió controlar los
fundamentos de hecho y de derecho expuestos por el tribunal de primera instancia, y por lo
tanto constatar si las circunstancias fácticas fueron correctamente subsumidas en una norma
penal, o por el contrario si tales circunstancias susceptibles de ser consideradas como una
acción típica y antijurídica podían ser o no atribuibles a los justiciables, como parte de la
labor de revisión que ejerce el órgano jurisdiccional sobre la decisión en que se fundamenta
la apelación.
Constituye un deber fundamental para la corte de apelaciones (más aún, siendo alegado por
los recurrentes), verificar que en la sentencia que se revisa, se haya realizado un análisis
detallado de las pruebas debatidas en el juicio oral, e igualmente materializar la
comparación de unas con otras bajo el método de la sana crítica racional, con la
determinación clara y precisa de los hechos que se dan por probados y el Derecho aplicable.
Actuación no ejecutada por el tribunal de alzada en el presente caso.
La Sala Penal ha señalado reiteradamente, que los jueces están obligados a resolver cada
uno de los puntos o denuncias de la apelación y con suficiente claridad los motivos que le
sirven de sustento a la decisión judicial, pues de ser omitidas por el sentenciador se estaría
violando el derecho a una segunda instancia, que permite ejercer un control de revisión
sobre las sentencias dictadas por otro órgano jurisdiccional.”
Tales principios que busca preservar la Sala son consustanciales a los que establece la
normativa del Código Orgánico Procesal Penal.
Fuente: http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scp/octubre/191491-394-251016-2016-C16-
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