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FACULTAD DE TEOLOGÍA
ADMINISTRACIÓN ECLESIÁSTICA
BACHILLERATO EN TEOLOGÍA
IBARRA-ECUADOR
DICIEMBRE 2019
INTRODUCCIÓN
Es necesario que los lideres de la iglesia local y sobre todo el pastor de la iglesia tome en
cuenta de manera muy responsable el tema de la administración. Es necesario que los
lideres sean capaces de administrar correctamente lo que Dios ha puesto en sus manos y así
ser obreros aprobados por Dios.
Este libro trata temas concisos acerca de la administración de forma general y al mismo
tiempo le da el enfoque de la administración eclesiástica.
CONCEPTOS GENERALES SOBRE ADMINISTRACIÓN
Este primer capitulo trata conceptos de manera general de lo que es la administración y sus
principios básicos.
El autor del libro empieza contando una anécdota acerca de como él se convirtió en un
administrador de empresas cristianas, dentro de este proceso la incógnita mas importante
que marcó su vida y lo llevó a ser un administrador fue ¿Cómo lograr hacer un gran
impacto en la iglesia local con los pocos recursos que tenía?, ¿Cómo lograr una
congregación sana y fuerte en todo el sentido de la palabra? Su conclusión fue que Dios
únicamente era quien tenía respuesta a estas preguntas, por lo tanto, debería confiar en la
previsión y dirección de Dios. Era tan solo cuestión de decidirse a confiar en Dios, pero al
mismo tiempo debían ser fieles y comenzar a trabajar con lo que Dios les había dado.
El escritor comenta que luego de pensar en esto y mirar la provisión de Dios, tenía que
poner en orden algunas bases en su vida como reconocer que Dios era el dueño de su vida y
por lo tanto su vida tenía que estar basada en Dios mismo. De esto emerge por lo tanto el
principio de que todo lo que él tenía Dios el había dado y le sus bienes le pertenecían a
Dios por lo cual debía poner esos recursos a disposición de él. Para ello era necesario que
ponga a cuentas una vez mas su vida delante de Dios y mantener su vida siempre a cuentas
con él.
Para una persona ser un administrador debe ser un buen mayordomo de lo que Dios le ha
dado para de esta manera pueda el Señor pueda derramar bendición sobre su vida y lo que
él hacía, mientras Dios por su parte daba seguridad para que él pueda desarrollar lo que
estaba a su disposición.
El escritor de este libro menciona que todo aspecto de la vida del ser humano necesita
administración, en cada área y con cada cosa que el ser humano hace pone en evidente si es
un buen o un mal administrador, de todos modos, el hombre tiene que ser un administrador.
Entonces para una buena administración es necesario tomar en cuenta a la empresa, los
objetivos que la empresa debe tener, la administración, un administrador, las metas, la
gente y material humano en cada área para así lograr el éxito de la empresa.
El autor toma a la administración como un arte, pero menciona que al mismo tiempo es una
ciencia que debería llevar al administrador a ser hábil para manejar asuntos administrativos
y contables.
Un verdadero cristiano y administrador, combina estas dos áreas tanto la espiritual como la
general.
En este capítulo dos se toca el tema del propósito de la iglesia y su misión. Si la iglesia
cristiana quiere hacer lo que Dios le ha mandado, debería aplicar los conceptos y principios
bíblicos en su administración y no dejarse influenciar por ser un administrador como el
mundo secular lo quiere ya que tienen muchas cosas que no se basan en los lineamientos de
Dios. Esto tendría que llevar al administrador cristiano a consultar en la Palabra de Dios el
como llevar adelante lo que Dios ha puesto en sus manos.
Si bien es cierto en el tiempo pasado la iglesia hizo una separación de estos dos conceptos
hablados en el capitulo anterior, los cristianos se preocuparon únicamente de la parte
espiritual y no tomaron en cuenta la parte administrativa. La iglesia se encaminó en un
fortalecer el liderazgo espiritual, que en si fue muy bueno, pero no tomó en cuenta el
liderazgo administrativo. Es ahora, en este último tiempo que la iglesia ha visto la
necesidad de tener un liderazgo administrativo dentro de la iglesia.
El administrador debe ser serio en lo que Dios le ha dado a su cuidado por lo que debe
dedicarse a hacerlo con honra para el Señor ya que lo que él cristiano dirige es la empresa
del Señor y por ende es de mucha mas importancia que una empresa secular. Es Dios
mismo quien dirige su iglesia y el cristiano solo es administrador de la misma por lo cual el
administrador debe tener mucho cuidado al momento de manejarla ya que por medio de la
iglesia Dios cumple su plan y propósito, el de anunciar el amor de Dios y sus propósitos a
la humanidad.
La iglesia de Dios y el cristiano como administradores del plan de Dios deben diferenciarse
de la administración secular de una empresa, ya que la empresa secular defiende y se
maneja para su propio beneficio, y la iglesia de Dios debe administrar fijándose en los
intereses de Dios, es por eso por lo que no es lo mismo administrar una empresa cristiana o
iglesia, que una empresa secular, hay mucha diferencia.
La iglesia y su liderazgo de cierta manera se han desviado del propósito de Dios, han
buscado ser capacitados por empresas seculares o entrenadores impíos que al momento de
administrar no toman en cuenta a Dios, esto ha llevado al cristiano a querer administrar la
iglesia de la misma manera, empleando una filosofía secular, siendo esto del desagrado de
Dios. En este punto hay dos extremos, muchas iglesias han fracasado por pesar que las
actividades y operaciones realizadas en la iglesia son cuestiones solamente espirituales y
dejan de lado la parte administrativa. O el otro extremo que es el de tener a personas
altamente capacitadas, profesionales, que si bien es cierto son muy responsables en su
trabajo pero que han olvidado que la empresa(iglesia) es de Dios y por lo tanto él es el
principal.
Un tema que se topa mucho en la administración secular es que se manejan realiza trabajos
con el uso del agente humanos solamente y llegan a ser explotadores, no importándoles la
vida de la gente que tienen bajo su mando, trabajando para ellos. La iglesia y empresas
cristianas en muchos casos han tomado esta manera de trabajar, dejando de lado la
importancia que debe tener la vida de los que trabajan en la iglesia o empresa cristiana, se
enseñorean de la vida de la gente. Sin embargo, Jesús mismo menciona que el cristiano no
debe hacerlo de esta manera, sino que el cristiano debe servir, en este caso un buen
administrador sirve a sus trabajadores. Es necesario que el administrador cristiano se
preocupe por la vida de aquellos a quienes está dirigiendo, poniéndoles la máxima atención
ya que en primer lugar Jesús mismo lo ordenó, y en segundo lugar porque son ellos quienes
realizan el trabajo de la empresa o iglesia de Dios. Entonces como debe administrar un
cristiano, es a base de la oración, trabajo, confianza y fe, para de esta manera la iglesia
pueda tener éxito. Muchas veces el cristiano piensa que no es necesario tomar en cuenta la
parte administrativa cuando la organización o empresa o iglesia es pequeña, sin embargo,
no debe menospreciar lo que Dios a puesto a su disposición y debe hacer un trabajo bueno
sin importar el tamaño de su organización sino simplemente hacerlo bien siendo buenos
administradores, teniendo fe en que es Dios quien maneja todo y quien provee y lleva a
cabo sus propósitos con la organización. El cristiano debe ponerse del lado de Dios para
poder ser un buen administrador.
Este capítulo empieza haciendo énfasis en la importancia de que la iglesia tiene que cumplir
su propósito por el cual Dios la ha puesto en este mundo, para que la iglesia cumpla este
propósito es necesario que la iglesia se administre como una empresa, siendo Cristo la
cabeza de la misma administración, el Espíritu Santo lo que mueve a la gente y líderes. A
pesar de que esta idea puede ser rechazada por muchos debido a su falta de entendimiento,
la iglesia debe ser administrada como una empresa. Si bien sabemos que la iglesia esta
puesta con fines espirituales, esto no quiere decir que los lideres de la iglesia no deben
tomar en cuenta la parte administrativa, muchos por ver a la iglesia solamente desde el lado
espiritual, los ha llevado a pensar que todo lo que relaciona con el negocio debe ser
extirpado de la iglesia. Este pensamiento ha causado que muchas iglesias no se desarrollen
como deberían desarrollarse. Este pensamiento es muy sutil y muchos pastores que no lo
han podido entender, hablando de la importancia de administrar la iglesia, ha llevado a que
los pastores y lideres carezcan de visión y lleguen a fracasar en las tareas que Dios les ha
dado que es administrar la grey de Dios.
Por esta razón, cada pastor y líder de una iglesia debe ser un buen administrador, para así
cumplir la tarea que Dios le ha encomendado, por lo cual deben ser lideres capacitados para
llevar una buena administración en la iglesia.
El escritor hace un análisis muy importante diciendo que si bien es cierto muchos lideres se
sienten muy bien capacitados para dirigir una iglesia, los mismos no lo están para dirigir
una organización. A pesar de esto lo que no se ha llegado a comprender es que un pastor
debe actuar como un buen líder en el campo de la administración, llevando a la gente a
vivir una vida motivada, afrontando desafíos, tomando como líder la iniciativa de las cosas
y teniendo una organización correcta en lo que se le ha encomendado, entonces se puede
decir que un buen líder tiene que ser un buen administrador de todos las áreas de la vida.
Ahora para que un líder sea un buen administrador, requiere de mucha dedicación, de
mucho tiempo que el líder sea capacitado, el llegar a ser un buen líder y al mismo tiempo
un buen administrador, requiere de todo un proceso, no se puede llegar a ser un
administrador sin ningún esfuerzo. Por esto el líder tendrán que cumplir sus
responsabilidades, pero todas pensando en que el cuerpo de Cristo sea edificado, es decir
que todo el cuerpo de Cristo llegue a ser un buen administrador y de manera personal cada
creyente sea un buen administrador, de esta manera la iglesia, cada miembro cada persona y
unidos como cuerpo de Cristo cumplirán con el cometido que Dios dispuso para su iglesia.
Otro aspecto importante para lograr ser un buen administrador nace de los lideres de la
iglesia, al capacitar no solamente de manera espiritual como en teología doctrina, etc., sino
también dándole una importancia especial a preparar a la persona para administrar primero
su propia vida y la de su familia y al mismo tiempo esté capacitado para dirigir un grupo,
de esta manera el líder o persona podrá desempeñar su ministerio en forma productiva.
Analizando todo esto dicho, podemos concluir que Dios quiere que el cristiano sea un claro
testimonio de Jesucristo, siendo también buenos administradores de la multiforme gracia de
Dios. De otra manera si estos principios no se fomentan en la iglesia, sin importar lo que se
haga, la iglesia de todos modos fracasará.
Al momento de hablar sobre una buena dirección a la iglesia por parte de los lideres al
capacitar en todo sentido, incluido la administración, hay que tomar muy en cuenta lo que
es ser un buen administrador de los dones que Dios ha dado a su pueblo por medio del
Espíritu Santo, este es el fin principal de los lideres para los creyentes, ya que de esta
manera el creyente también podrá trabajar para el Señor, poner a disposición de la iglesia
sus dones y para todo esto es necesario un líder administrador que sepa administrar estos
dones, de esta manera el Señor bendice mas allá de lo que uno se ha esperado, pero siendo
responsables en capacitarse y capacitar para ser buenos administradores, de otra manera no
lograremos estas expectativas.
No hay que perder de vista el equilibro que los buenos lideres deben tener en estas dos
áreas, la parte espiritual y administrativa, un buen líder sabe poner el peso merecido a cada
una de ellas y llevar juntas de la mano, siempre con la aprobación y dirección
principalmente de Dios ya que él es el motor principal de la iglesia y de la administración.
Es importante que los pastores hoy en día tomen en cuentas estos consejos y puedan
empezar a capacitarse en administración, y al mismo tiempo enseñar en la iglesia la
importancia de ser buenos administradores, todo esto desde el punto de vista bíblico.
En este capítulo se topa el tema muy importante de las tareas que la iglesia debe hacer para
cumplir con el plan que Dios ha dado a la iglesia, pero este pensamiento de cumplir con el
plan de Dios requiere de administrar l que Dios ha dado a la iglesia y con esto surge una
pregunta obvia, ¿Qué administra la Iglesia? Para muchos esta pregunta tendrá muchas
respuestas y para otros seguirá siendo una incógnita.
La respuesta a esta pregunta es que la iglesia administra muchas cosas, entre ellas las mas
importantes administra vidas, y todo lo que en ella se representa, lo que la persona es, sabe
y tiene, los dones que Dios le ha dado, sus talentos, capacidades, conocimiento de la misma
manera la iglesia también administra dinero, tiempo, etc. Algo que es d suma importancia
es la administración del gobierno de la iglesia ya que es la estructura que tiene la iglesia
para desarrollarse, por lo tanto, la iglesia tiene muchas áreas que debe administrar.
Hablando del cuerpo, existe una autoridad que esta bajo la cabeza que es Cristo, esta
autoridad es puesta por Dios en primer lugar y reconocida por la iglesia, la organización en
el cuerpo depende de su tamaño y de acuerdo con esto se lo establece y por lo general la
organización está dada con comisiones, departamentos y ministerios.
Con esta organización va un concilio eclesial que esta conformada por el pastor y por los
lideres de cada ministerio o departamento, ellos se encargan de tomar las decisiones que
serán luego consultadas con la iglesia.
La organización también debe contar con dos secretarias, una de actas y otra de
corresponsal, todo esto dependiendo del tamaño de la iglesia, ya que en muchas ocasiones
si la iglesia es pequeña puede contar solamente con una secretaria de actas que cumple las
dos funciones.
En la organización eclesial muchas iglesias también tienen co-pastores así como un cuerpo
de diáconos que tienen como objetivo ser colaboradores y soporte del pastor. En muchas
congregaciones dan el trabajo a los diáconos de visitadores, ando atención espiritual a los
miembros, y dejando que el pastor se encargue del gobierno de la iglesia, tomando en
cuenta que es una comisión como se habló anteriormente y de la cual los diáconos también
forman parte.
Una vez organizada de esta manera la iglesia, debe determinar la frecuencia de las
reuniones administrativas, de concilio, etc.
De igual manera cada año es recomendable elegir nueva directiva, en algunas ocasiones la
iglesia da un periodo de uno o dos años para que ejerzan esta responsabilidad. En cuanto al
pastor, muchos lo ratifican cada año y en muchas ocasiones lo dejan ejercer el pastorado
por muchos años hasta que la congregación decide cambiarlo o por voluntad propia del
pastor.
El meollo del asunto de este capitulo es que debemos administrar los recursos con
responsabilidad y que la iglesia es responsable de administrar correctamente las ofrendas
diezmos etc., que sus miembros dan a la iglesia y con esto ser transparentes u rendir
cuentas.
Cada ministerio y líder debe tener objetivos y metas claras para poder ser buenos
administradores.
Una de las bendiciones que Dios ha dado al creyente es sus dones, talentos, capacidades,
conocimientos y tiempo. La iglesia cristiana tiene recursos muy abundantes en cuanto a
estas bendiciones, cada creyente ha sido dotado con estas bendiciones y al ser una
congregación con muchos miembros podemos decir que la iglesia esta llena de este tipo de
bendiciones.
Muchas veces estas bendiciones no son explotadas porque aun no han sido descubiertas, las
iglesias necesitan despertar y ayudar al creyente a observar, aprovechar y desarrollar estas
bendiciones espirituales, es necesario que los lideres dediquen tiempo para poder ayudar a
los miembros a descubrir sus dones espirituales para así ponerlos al servicio del Señor
primeramente y al mismo tiempo bendecir así a la iglesia local.
Si esto no se logra en la gente, sus dones y talentos, y demás bendiciones espirituales se ven
atrofiados y desperdiciados, en cambio al ponerlos en práctica y explotarlos produce mas
bendiciones por causa de ese don y talento, si esto los líderes de la iglesia no lo logran
prácticamente están haciendo un daño a la iglesia de Cristo y al cristiano y están evitando
que Dios se manifieste con bendiciones sobre sus vidas por ser buenos administradores.
Hablando en la práctica, muchas veces los pastores, en realidad tienen muchas actividades
y cosas que tienen que hacer que en verdad les falta tiempo, sin embargo, si es sabio en
administrar a las personas, sus dones y talentos, delegando, procurando ayuda, y
encargando responsabilidades a diáconos y ancianos de la iglesia, para así poder cumplir
con las responsabilidades que la iglesia demanda, esto evita que se cometa el error que por
falta de tiempo la iglesia se descuide o los lideres dejen de hacer cosas importantes.
Otro aspecto que nosotros tenemos que administrar es los talentos, Dios mismo ha dado al
hombre talentos, atributos que debemos aprovecharlos. Estos talentos son dados en
diferentes maneras, no todos reciben la misma distribución de talentos, a Dios a unos les ha
dotado de mas proporción que a otros, esto es un indicador de que no todos tienen la misma
capacidad para administrar estos talentos, y por ende Dios pone en nuestras manos lo que
vamos a poder administrar, no más, no lo que no podemos, para así poder entregar y
desarrollar en totalidad y con responsabilidad el talento que Dios nos ha dado, ya que Dios
exige el 100% de nuestro talento para su obra, entonces él nos dará lo que podamos
administrar. Esto no quiere decir que Dios es injusto, sino que da a cada uno conociendo su
capacidad, y quien más tiene, tiene al mismo tiempo más responsabilidad de administrarlo
y que Dios se agrade de como lo está administrando. De no hacerlo así, y siendo mal
administradores de los talentos que Dios nos ha dado, Dios nos tomará en cuenta y nos
juzgará por ser irresponsables de lo que él nos ha dado.
Los dones son otro regalo que Dios ha dado a su pueblo para que sea administrado como
Dios quiere, a parte de los talentos Dios ha provisto a su pueblo de dones para que así
seamos útiles para él, su servicio y su iglesia. Es por eso por lo que anteriormente se
mencionó que la iglesia tiene que llevar al creyente a descubrir sus dones y a animarlos
para ponerlos al servicio de la iglesia.
Por lo visto hasta el momento todo en nuestra vida requiere de administración, por lo tanto,
es una responsabilidad descubrir los talentos, dones y capacidades que Dios nos ha dado
para así ser siervos fieles que produzcan, que sean medios para que la iglesia produzca
frutos y para que Dios mismo se gloríe por ser buenos administradores de su gracia.
De la manera que se mencionó en el capitulo anterior en relación con los dones espirituales,
haciendo énfasis en que en muchas ocasiones estos dones están escondidos, o dormidos, en
este capitulo se habla de que la parte financiera se encuentra de la misma manera, dormida
en la iglesia y en los creyentes. Le iglesia gracias a la bondad de Dios cuenta con un
potencial que está inactivo, la iglesia es la encargada de despertar este potencial, ya que, si
se sigue de la misma manera, Dios se encargará de condenar y castigar a aquellas iglesias y
miembros que no son fieles administradores de la parte económica que él les ha dado.
El autor de este libro nos da tres pasos para tener en cuenta al momento de administrar las
finanzas:
1. La iglesia debe arbitrar los medios para que el dinero sea entregado por la
congregación dentro de un espíritu de ofrenda y no de demanda. En toda la biblia
vemos que la ofrenda ocupó un lugar muy importante en el culto del pueblo de
Dios, es más, el pueblo no podía rendir culto y adorar como Dios lo requería sin
primero dar su ofrenda al Señor y se puede observar que lo hacían con una acción
de gracias por lo que Dios les había dado, y por ende es una de las partes mas
importantes del culto a Dios. Nosotros como lideres y colaboradores de la iglesia
estamos en la obligación de enseñar a la congregación lo que en verdad la biblia
enseña y dice sobre los diezmos y ofrendas. Muchas veces en las congregaciones
cuando se topa el tema de las ofrendas y diezmos se escucha mas como una
demanda que como lo que verdaderamente es. El pastor y líderes que guían a la
iglesia son llamados a ser portavoces de lo que Dios dice en cuanto a este tema y
por ende son llamados a ser testimonio de una vida de mayordomía en cuanto a los
diezmos y ofrendas, la iglesia se irá al abismo si el líder de la iglesia no enseña y no
vive lo que es la mayordomía en la iglesia en cuanto al aspecto financiero.
2. Emplear el dinero para la realización de actividades que tiendan a extender el reino
de Dios, demandando para ello sabiduría divina, evitando actitudes que puedan
crear dudas o conflictos. Para ellos la iglesia está llamada a realizar presupuestos de
acuerdo con lo que la iglesia requiere, bien estructurados, adecuados, estudiados, y
que han sido aprobados por la comisión o junta de la iglesia con representantes de
cada ministerio. Una mala administración no solo tiene que ver con el manejo malo
de los fondos sino también está inmerso la planificación y realización de actividades
ajenas a la iglesia, que se salen del propósito de la iglesia.
3. Administrar adecuadamente, con corrección, evitando malas interpretaciones.
Cuentas claras, bien transparentes, sabiendo que no estamos engañando solamente a
los hombres sino a Dios mismo. La iglesia y sus lideres deben cuidarse de caer en el
error común de las iglesias conservadoras, de poner todo el énfasis en la parte
espiritual, de modo que si se habla de dinero en la iglesia es pecado.
Dios demanda del creyente que sea un buen administrador de su dinero, el cual Dios
mismo le ha dado y para que la iglesia entienda esto los pastores y líderes son los
encargados de encaminarles a la verdad, a lo que Dios desea en cuanto a los bienes
que él nos ha dado, no solamente la parte financiera sino todo lo que hemos
estudiado anteriormente. Pero para esto, en primer lugar, el pastor o líder debe
entender para si mismo estos principios para luego ser transmitidos a aquellos que
pastorea.
La mayordomía es un concepto del cual se habla en gran parte de las escrituras, eso
muestra la importancia que Dios y Cristo mismo le dio a este tema, ya que Dios
demanda el 100 % de nuestras vidas, en vivir en integridad, él requiere lo justo para él
de parte de sus hijos, no es el que más da, sino el que es justo, y fiel en lo que el Señor
le ha encargado. La falta de esta enseñanza, de manera clara llevará a que la iglesia no
crezca y viva enferma y se pierda de las bendiciones que Dios quiere para su pueblo.
Una de las cosas más importantes para que una empresa u organización crezcan y progresen
siempre ha sido el capital humano. En el ámbito eclesial, debemos reconocer que Dios ha
dotado a la iglesia de mucho capital humano, y debemos aprovechar esa calidad que Dios
mismo ha dado a la iglesia, la iglesia, sus lideres deben aprovechar al máximo, llevando a
la congregación a descubrir sus dones, para así los pongan al servicio de Dios y el capital
humano sea aprovechado en su máxima capacidad. Dios utiliza a la iglesia para administrar
estas capacidades y así llevar a cabo sus propósitos aquí en la tierra.
Si dijimos anteriormente que Dios ha dotado a la iglesias de creyentes con capacidades,
debemos concluir que ningún creyente está exento de recibir el privilegio de ser capacitado
como dones y talentos para así ser de beneficio y de ayuda para la iglesia, es por eso que el
autor hace énfasis en la importancia que tiene el capital humano para que la iglesia,
empresa u organización progrese de manera extraordinaria con el fin de que la iglesia
alcance el propósito que Dios le ha dado aquí en la tierra.
He aquí la importancia para que la iglesia se preocupe por organizar a sus lideres para
capacitar a sus miembros en el conocimiento correcto de lo que es la administración de las
capacidades que Dios le ha dado, pero para que esto sea posible es necesario que sus líderes
estén capacitados para capacitar a los miembros de la iglesia. Cuando la iglesia está
consiente de esta situación y dedica tiempo para capacitar y ayudar a los lideres a explotar
estas capacidades, la iglesia crece, es una iglesia con vida y lo mas importante, esta
siguiendo la voluntad y propósitos de Dios, a más de hacer crecer al creyente en su propia
vida espiritual.
Una pregunta que el autor se hace es ¿Cuántos creyentes hay en la iglesia que todavía
tienen sus capacidades de dones y talentos, aún dormidos? ¿Podría la iglesia despertar ese
talento dormido, mediante la capacitación?, la respuesta es sí, si la iglesia se dedica a hacer
el trabajo como debe ser hecho, y se dedica a administrar de manera correcta todo el
capital humano que Dios ha dado a la iglesia, muchos despertarían de esta estado y
pondrían sus capacidades al servicio del Señor y al servicio de la iglesia, pero lo lamentable
es que muchos lideres y pastores no o saben o simplemente no les interesan desarrollar o
invertir su tiempo en la capacitación de sus lideres en el campo de dones talentos y la
puesta al servicio de la iglesia. Es necesario que el pastor vea la necesidad de preparar a sus
líderes para descubrir sus dones y lo pongan al servicio de la iglesia, y al mismo tiempo que
ellos puedan ayudar a capacitar a otros lideres y resto de miembros de la iglesia, así ser
haría un trabajo encadenado que daría resultados increíbles.
Dios quiere utilizar a la iglesia y a sus miembros para cosas grandes, para llevar a cabo su
plan perfecto, pero la iglesia debe tomar su responsabilidad de capacitarse todo el tiempo.
El ministerio que se va a realizar durante el año, que tiene que ver prácticamente con la
visión de la iglesia y en ese sentido debe ser amplia, en cuanto a evangelización, educación,
misiones actividades especiales, etc., y el involucramiento de los miembros en la misma. Si
los miembros han sido sanamente educados en este aspecto, todos deberían estar incluidos
en el trabajo de la iglesia durante el año en curso.
La segunda parte es el costo de este ministerio que va a ser realizado. Toda tarea
planificada tendrá un costo para ser realizado. Para que la iglesia pueda llevar a cabo esta
planificación es necesario tener una visión e inversión económica, el cual es un desafío para
la iglesia y el creyente, ya que ellos son los responsables de generar esta parte económica
para desarrollar el ministerio de la iglesia, mediante su aporte ya sea de diezmos ofrendas o
contribuciones voluntarias.
Estos aportes deben darse de acuerdo con lo establecido por la escritura, bajo principios
bíblicos, sin aprovecharse de sus aportes y tampoco siendo infieles con los mismos, estos
portes deben ser dados bajo el principio del agradecimiento y amor a Dios por lo que ha
hecho por su vida en cuanto a la provisión de parte de Dios y no debe ser dado por presión
de la iglesia u obligación de parte de sus miembros, esto demanda nuestra responsabilidad
como iglesia de Dios.
Ahora estos aspectos son un poco difíciles de que los miembros lo comprendan y lo tomen
como verdaderamente es, para solucionar este problema es necesario que la iglesia y sus
lideres incluyan a los miembros en la participación de la elaboración del presupuesto, y
enseñarle al miembro a que se integre de manera voluntaria a ser parte de este ministerio y
a ser responsable con el mismo de a cuerdo a sus capacidades económicas y a sus dones y
talentos.
El autor de este libro nos da pautas para elaborar un presupuesto. En primer lugar, hay que
tomar en cuenta los conceptos previos en los que están incluidos los miembros y el desafío
que ellos deben sentir, estos conceptos previos están relacionados con la realidad, contar
con lo posible y que sea de aporte a la visión y misión de la iglesia. En segundo lugar, el
análisis de los programas y necesidades actuales, que se refiere a que, una vez hecha una
propuesta de programas por cada departamento o ministerio de la iglesia, esto debe entrar a
la reunión de consejo y ser analizado primeramente fijándose si estos programas están
aportando a la visión de la iglesia, y si son viables y al mismo tiempo si esto no quita lugar
a cosas mas importantes en la iglesia.
En tercer lugar, se requiere una preparación de propuestas de ministerios, que es lo
mencionado anteriormente, en lo cual tiene que ver con el propósito del ministerio y sus
planes de trabajo, recordando nuevamente si esta propuesta apoya a las metas y propósitos
de la iglesia, estas propuestas pasan a ser evaluadas y luego coordinadas para ser aprobadas
pro el consejo ministerial y administrativo de la iglesia.
Dios quiere guiar a su pueblo, a su iglesia para que cada día sean perfeccionadas en su
administración a fin de engrandecer el reino de Dios y que las iglesias puedan cumplir con
el propósito que Dios les ha dado. En todos estos aspectos la iglesia debe ser de testimonio
para el mundo porque estamos representando a la iglesia de Dios, por lo tanto, la iglesia,
sus miembros, lideres, ancianos, diáconos y pastores deben tomar la responsabilidad
necesaria para llevar a cabo los propósitos de Dios, bajo su sabiduría.es necesario pedir
ayuda al Señor para que podamos ser obreros fieles y buenos administradores de su gracia.