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Escrito con base en el texto de Damasio “De apetitos y emociones” y la charla que se dio sobre

“Objetividad y credibilidad en las ciencias sociales” de Iván Rodríguez

Según lo comprendido en la lectura de Damasio sobre “apetitos y emociones” es necesario ubicar


esta teoría en las ramas de la neurociencia cognitiva. Esta teoría nos da la posibilidad de dar una
mirada objetiva, todo a partir de los las emociones y la forma de analizarlas mediante los
comportamientos corporales y cerebrales del ser humano. En efecto, Damasio argumenta que el
fenómeno de las emociones se establece en los rasgos corporales o fisiológicos, enfocado
principalmente en las neuronas que responden a las emociones que estimulen diferentes puntos
corporales. Ahora, esta teoría se ubica, no solo en una parte especifica del cerebro humano y sus
conexiones neuronales, sino en varias regiones que puedan adjuntar diferentes experiencias
emocionales del ser humano.

No obstante, la teoría de Damasio comienza desde los estudios de las emociones, esencialmente,
desde las formas más naturales y básicas que responden ante estímulos que el ser humano tiene
para lograr alcanzar el umbral de la vida y su sentido de supervivencia. Es, por decirlo de alguna
manera, que todo ser vivo posee una especie de sentido interno que ayuda al cuerpo a desplegar
diferentes mecanismos que ayuden a proteger de amenazas o de sacar el mayor provecho a las
diferentes situaciones u oportunidades; reconocer peligros y satisfacer las necesidades básicas.
Para dar mayor contexto, y centrar la argumentación, el objetivo de esta investigación es, en
esencia, sobre las emociones y como están sujetas a los cambios fisiológicos que preceden a
dichas emociones. Ahora, es posible entender que la objetividad del enfoque teórico de Damasio
está basado en métodos empíricos; la fisiología, en el nivel cerebral y corporal, o como el estudio
de las emociones pueden desencadenar inexplicablemente algunas eventualidades físicas, por
ejemplo: los celos excesivos pueden crear estrés, y este, a su vez, crear un fuerte dolor en la boca
del estómago “gastritis”. Asimismo, todas estas eventualidades físicas podrían explicarse mediante
el estudio de las emociones. Ahora, para darle cabida a la charla que se efectuó el día 6 de
noviembre en el auditorio de fundadores, el ponente Iván Rodríguez apunta a que los problemas
emocionales, a la hora de pasarlos por una explicación racional, pondrían en aprietos a la hora de
juzgar estos fenómenos mediante ciertas disciplinas como, por ejemplo, las ciencias sociales, la
psicología y la filosofía.

Uno de los factores que contradice la objetividad de algunas investigaciones, es que estás carecen
de reproductibilidad y de factibilidad, la cual se centra en solo la posibilidad de publicar; sin
embargo, estas publicaciones llevan condiciones casi imposibles de cumplir, sobre todo, por la
cantidad de resultados que, obligatoriamente, muestre positivamente. Otro de los factores
fundamentales es que la consecución de las distintas disciplinas antes mencionadas, suelen
carecer de un hilo conductor en los procedimientos y estudios como, según Iván, en las ciencias
sociales y en las ciencias cognitivas, los contextos y todo lo que enmarca una investigación suelen
quedarse cortos a la hora de experimentar y a esto se le suma los factores externos y
contingentes, los cuales, no ayudan reproducir una correcta objetividad de las investigaciones.

En la ponencia del miércoles 6, Iván también argumentó que existía la posibilidad de evidenciar
otro problema. Este se enmarca en el contexto especifico del investigador, tanto a su contexto
ideológico y social. Ahora, las posibilidades de los resultados que arroje el investigador, sea cual
sea su investigación, puede encontrarse fuera de la objetividad al que debe llegar. Esto hace que
pierda credibilidad y objetividad el desarrollo investigativo ya que encontraríamos un sesgo en el
cual se evidencia la tergiversación de la investigación, solo por demostrar la creencia personal de
intentar descubrir de forma objetiva un fenómeno. Teniendo en cuenta estas consideraciones,
Damasio no pasa desapercibido los casos que advierten ciertas patologías emocionales, en
consecuencia, con la corporalidad, es decir, como se investigan dichos casos que están asociados
las emociones con la corporalidad. También advierte que las condiciones, tanto corporales como
neuronales, no son en una sola dirección, sino que, presentan diferentes causas y consecuencias
las cuales condicionan las emociones, que forman cualquier pensamiento y que llegan a describir
un sentimiento objetivo.

Bibliografía: Damásio, António. 2007. “De apetitos y emociones” en En busca de Spinoza.


Drakontos: Barcelona.

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