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1.060.873.659
GRUPO: 201510_8
PROGRAMA AGRONOMIA
POPAYAN
MARZO 2020
INTRODUCCION.
Las causas que originan conflictos de uso son del suelo son amplias y complejas, actuales y
pretéritas. Se identifican, entre muchas, las características de la tenencia de la tierra en el
país (concentración y tamaño), reflejo de la inversión en tierra como activo de acumulación
patrimonial y no por su rendimiento económico (Echavarría, 2001), muy limitada reforma
agraria integral, índices altos de pobreza de la comunidad rural, políticas agrarias
insuficientes (crédito, precios, subsidios y estímulos a la producción, etc.), violencia,
desplazamiento e inseguridad; aunados a la muy poca aplicación de normas de manejo y
limitada generación, difusión y apropiación de tecnología específica para el país.
Las tierras en pastos (41.669.796 ha) corresponden al 36.5% del país; de las cuales 26% son
de pastos naturalizados o introducidos, con grado variable de manejo, y 10.5% de
vegetación natural y seminatural de sabanas. El área cubierta por pastos aumentó en los
últimos 15 años, desplazando áreas agrícolas y forestales en todas las regiones naturales del
país. Ella representaría un incremento entre 5 y 10%, si se incluyen las presentes en las
asociaciones de cultivos y en los bosques fragmentados.
Las tierras en bosques naturales poco y moderadamente intervenidos cubren 57.6 millones
de ha (50.6% de la superficie nacional), de ellas, 8.5% corrresponden a bosques
fragmentados. Los bosques plantados abarcan cerca de 170.000 ha, lo cual confirma que la
actividad forestal de producción en el país depende primordialmente del aprovechamiento y
explotación de las masas boscosas naturales. La disminución de tierras en bosque natural,
en los últimos 15 años, lleva a una tasa de deforestación de aproximadamente 221.000
ha/año.
Según un estudio realizado previamente por Oxfam para 15 países de América Latina, el
1% de las explotaciones agrícolas de mayor tamaño concentra la misma extensión que el
99%. De acuerdo a los últimos datos, en Colombia el resultado es aun más dramático: el
1% ocupa 81% de la tierra, mientras el 99% ocupa tan solo el 19%. De otra parte, los
predios grandes (de más de 500 Ha) ocupaban 5 millones de hectáreas en 1970 y en 2014
pasaron a ocupar 47 millones. En el mismo periodo su tamaño promedio pasó de 1.000 a
5.000 hectáreas.
Mientras tanto, las explotaciones de menos de 10 hectáreas representan el 81% del total,
pero ocupan apenas el 5% del área, con un tamaño promedio de 2 hectáreas. Las mujeres se
ven especialmente afectadas por la falta de acceso a tierras. Solo el 26% de las unidades
productivas están a cargo de mujeres y sus explotaciones son más pequeñas, predominando
las de menos de 5 hectáreas, con menor acceso a maquinaria, crédito y asistencia técnica
La falta de relevo generacional en el campo es evidente. Por un lado, están las grandes
mayor edad, cuyo conocimiento es valioso y combinarlo con las nuevas ideas y fuerza de la
juventud.
desarrollo del sector agrícola. En conjunto ambos temas pueden generar mayor producción
Según cifras arrojadas del Censo Nacional Agropecuario tenemos el siguiente dato el cual
profundiza la problemática que tiene Colombia para el uso del suelo.
De las 43 millones de hectáreas con uso agropecuario, 34,4 están dedicadas a la ganadería y
solo 8,6 a la agricultura; La situación debería ser inversa, pues se recomienda que 15
millones de hectáreas deberían utilizarse para ganadería pero se usan más del doble, por su
parte, 22 millones son aptas para cultivar pero el país está lejos de llegar a esa cifra.
Los predios de más de 1000 hectáreas dedican 87 % del terreno a ganadería y solo el 13 %
agricultura. En los predios más pequeños, es decir, los menores a 5 hectáreas, el 55 % del
predio se dedica a ganadería y el 45 % a agricultura. A pesar de que la situación es menos
dramática en este último sector, la tendencia a la ganadería siempre es más alta que otras
formas de explotación de la tierra.
De esta manera se puede fortalecer los conocimientos de los campesinos y hacer una
retroalimentación acerca de los saberes que ellos tienen sobre el uso de los suelos.
Para hacer un aprovechamiento mas integral del suelo se pueden emplear técnicas de
producción como lo es los sistemas silvopastoriles y/o agroforestales; ya que estos sistemas
nos permiten asociar plantas, arboles y animales de manera sinérgica y ambientalmente
sostenible.
PREGUNTAS QUE PUEDEN ORIENTAR SU SOLUCION.
¿Cuáles los principales problemas a los que se enfrentan nuestros suelos hoy en día?
El problema más serio al que hacemos frente hoy es la degradación de los suelos.
Degradación de los suelos no quiere decir solamente erosión, sino también compactación.
Después, debemos considerar la disminución del carbono orgánico y la reducción de la
biodiversidad. También debemos tener en cuenta los efectos de la mala gestión de la tierra
y el uso de esta y la aplicación de maquinaria no adaptados a los lugares, tanto en la
agricultura como en la silvicultura. Esto provoca la compactación, la reducción de los
suelos y el aumento de la erosión, con los consiguientes efectos de cambios mundiales.
Para algunos es un chiste proponer una política que consideran obsoleta, porque Colombia
dejo de ser rural y es un “país urbano”, o porque los avances tecnológicos han hecho que la
tierra importe menos en la “función de producción” agropecuaria.
Para otros es una amenaza porque consideran la tierra como un simple patrimonio o una
fuente de rentas, cuando es más que eso: es un factor productivo fundamental para
cualquier sociedad, además de un elemento trascendental para la cultura campesina.
¿La política rural del gobierno es una buena herramienta democrática en cuanto al
conflicto de uso del suelo?
La agenda del gobierno está enmarcada por el Acuerdo con las FARC pero también por el
Plan de Nacional de Desarrollo y por las recomendaciones de organismos multilaterales
sobre el mundo rural. Y aunque “Reforma Rural Integral” es el título del primer punto del
Acuerdo de la Habana, su implementación – hasta ahora- no coincide con el propósito de
democratizar la propiedad sobre la tierra.
El análisis de Oxfam indica que Colombia es el país de América Latina con mayor
concentración en la tenencia de tierra, en un continente donde los niveles de concentración
son de por sí muy altos.
El 0,1 % de las fincas que superan las 2000 hectáreas ocupan el 60 % de la tierra.
En 1960 el 29 % de Colombia era ocupado por fincas de más de 500 hectáreas, en el 2002
la cifra subió a 46 % y en 2017 el número escaló al 66 %.
El 42,7 % de los propietarios de los predios más grandes dicen no conocer el origen legal
de sus terrenos.
A raíz de esto se ha producido una gran crisis humanitaria que viven los campesinos
hace más de 50 años, por un conflicto social y armado en el que la élite pretende
defender su poder político y económico poniendo en riesgo derechos
fundamentales, económicos, sociales, culturales y ambientales de los campesinos.
Ante esta grave crisis se hace necesario una reforma agraria que no sólo solucione el
problema de la repartición de la tierra sino que brinde condiciones de vida digna a
los campesinos.
BIBLIOGRAFIA