La antropología en México tiene una larga trayectoria tanto profesional y
académico, sus antecedentes desde la antropología remontan hacia la conquista, cuando los mesoamericanos y misioneros produjeron relatos etnográficos con una gran magnitud que, a su paso, sin embargo, la antropología se inició a principios del siglo XX en toda la relación con el estado, la misma actividad intelectual y el dialogo entre las corrientes intelectuales de Europa y E.U.A. La antropología ha ampliado sus campos y sujetos de investigación, como las socioeconómicas, culturales y/o políticas, a su vez, las aproximaciones teóricas han tenido siempre cambios significativos que también siguen continuando con cambios. La praxis antropológica ha tenido dos campos profesionales que han configurado a lo largo del tiempo, uno es la formación e investigación de universidades y centros de investigación especializados en antropología y el otro al trabajo de las instituciones públicas dedicadas a las políticas indigenistas, culturales y patrimoniales del nuestro país. En 1911 se fundó la Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americanas, impulsada por Franz Boas. En 1938 de creo el Departamento de Antropología dentro de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN), todo esto se acordó que era para fundar y formar profesionistas con una meta y perfiles que los definirían socialmente. En 1942, se trasladó la idea de formar antropólogos al recién fundado el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), donde también se fundó la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), quien ha tenido una suma importancia e impacto para la formación de antropólogos(as) en México, más adelante, en 1957 la universidad veracruzana creo una carrera para formar antropólogos(as). A partir del inicio del siglo XXI existen veinticuatro escuelas y/o facultades en las que se forman antropólogos(as). Esta oferta abarca desde el nivel licenciatura hasta el doctorado en donde se pretende desarrollar la investigación e impulsar al estudiante y al docente. En la actualidad los egresados(as) en las carreras de antropología, han sido convocados para estar en distintos proyectos que van desde la investigación de campo, ya sea en áreas remota y con presencia en los pueblos originarios de México. Aguirre Beltrán, conocido como el “antropólogo aplicado”, ha construido una larga lista de publicaciones, en donde ha trabajado en diferentes dependencias como la secretaria de gobernación, el Instituto Nacional Indigenista (INI), la secretaría de educación pública y el instituto indigenista interamericano. Aguirre Beltrán nos decía que no debe hacerse una distinción entre la antropología aplicada y la no aplicada, es decir, hay una idea aristocrática de división de las disciplinas y siempre sostuvo que la teoría emerge de la práctica. Mientras que Manuel Gamio estableció que se hace práctica y que a partir de ella se obtienen normas que son útiles para guiar la investigación y la aplicación. Sostenía que toda la teoría indigenista salió de la practica; no es más que práctica llevada a nivel científico. Los antropólogos tienen diferentes áreas de investigación con bases sólidas que hacen que tengan nuevas metodologías de su campo laboral y así mismo, desempeñar grandes elementos que sean novedosos, que tengas habilidades, que sean creativos y puedan ser mejores en su especialización. Las políticas públicas para los indígenas se han orientado a la política del desarrollo social, es decir, son estrategias focalizadas en la atención de la población en condiciones de pobreza y también la pobreza extrema, así mismo, se han distribuido apoyos económicos por parte del gobierno mexicano que son distribuidos para reducir la inequidad y la marginación mediante programas o fondos regionales. Hay fuentes de empleo para los antropólogos como la Secretaria de Educación Pública, quien es la que se encarga de la población rural e indígena, también la Dirección General de Educación Pública y el Consejo Nacional para el Fomento Educativo (CONAFE). También la Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe. El Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales (CEAS), vigila activamente las actividades de la profesión y la investigación, con fines de promover y divulgar el trabajo de cada persona o, mejor dicho, el trabajo del antropólogo(a). El objetivo principal del CEAS es promover la formación, la capacitación profesional y la divulgación de las actividades de cada una de las disciplinas de la antropología. El futuro del mismo debe mantenerse y fortalecerse desde el gremio antropológico.