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Discapacidad auditiva

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La Discapacidad auditiva es un déficit total o parcial en la percepción que se evalúa por el grado de
pérdida de la audición en cada oído. Las personas con esta discapacidad se distinguen entre:

 Sordas: poseen una deficiencia total o profunda.


 Hipoacúsicas: poseen una deficiencia parcial, es decir, que cuentan con un resto auditivo el
cual puede mejorar con el uso de audífonos (aparato electrónico que amplifica los sonidos).
En la mayoría de los casos, los hipoacúsicos van a necesitar durante la Educación Infantil el apoyo
de códigos visuales aumentativos del lenguaje oral, con dos objetivos:

 Palabra complementada. Para asegurar la correcta discriminación auditiva de los sonidos de


la lengua que permita, a su vez, acceder a la lectura. Esta vía de acceso a la cultura es
imprescindible para las personas con deficiencia auditiva.
 Sistema de comunicación bimodal. Para favorecer la comunicación y asegurar el acceso a la
información transmitida en el aula. Recurso necesario al menos, hasta que el trabajo de
entrenamiento en discriminación auditiva y producción del lenguaje, así como la adquisición de
la lectura, haga innecesario el uso de este sistema.
Clasificación de la sordera según la localización de la lesión[editar]
 Sordera de transmisión. Se relaciona con problemas de oído medio. Son las que producen
el deterioro de la audición menos grave.
 Sordera de percepción. Se relaciona con problemas de oído interno y produce un mayor
deterioro de la audición.
Clasificación de la sordera según su etiología[editar]
Según su origen, las podemos clasificar en:

 Genéticas: son hereditarias.


 Adquiridas: la discapacidad se adquiere durante alguna etapa de la vida.
 Congénitas: estas, a su vez, se clasifican en prenatales, por una enfermedad que adquirió la
madre durante el embarazo (sarampión o rubéola); y peri natales, por traumas del parto,
prematurez, partos prolongados y anoxias (falta de oxígeno).
La discapacidad auditiva no viene acompañada necesariamente de otra discapacidad, lo que
destierra el mito de que las personas sordas tienen un intelecto menor. La edad de comienzo de la
sordera es un factor a tener en cuenta, por eso se divide en congénita, del nacimiento a los tres
años y después de los tres años. En las personas que adquieren la discapacidad después de los
tres años, pueden recordar la lengua oral, es decir que su competencia lingüística podrá ser
enriquecida a partir de la experiencia acumulada. Otro factor que va a influir en la adquisición del
lenguaje y desarrollo de su intelecto es que la sordera no esté acompañada de otro trastorno o
patología asociada.

Clasificación según el grado de pérdida auditiva[editar]


 Audición normal: es aquella en la que se perciben sonidos por debajo de los 20 decibelios.
 Pérdida auditiva leve: cuando solo se percibe entre 20 y 40 decibelios.
 Pérdida auditiva media: si la percepción se sitúa entre los 40 y los 70 decibelios. Aún se
puede adquirir la oralidad.
 Pérdida auditiva severa: cuando solo se oyen sonidos entre 70 y 90 decibelios (algunas
palabras amplificadas).
 Con más de 90 decibelios, estamos ante una pérdida auditiva profunda. No puede percibirse
el habla a través de la audición. Se precisa la ayuda de códigos de comunicación alternativa
¿Cuáles son las causas de la pérdida de audición en el niño?
La pérdida de audición en el niño puede tener muchas causas, en particular causas
congénitas, es decir las que están presentes en el nacimiento o poco después, y causas
adquiridas, las que se manifiestan durante la niñez. Entre las causas de la pérdida de
audición en el niño figuran las siguientes:
 Factores genéticos: Provocan cerca del 40% de la pérdida de audición en la
niñez. Según se ha demostrado, la pérdida de audición es mucho más frecuente en niños
nacidos de uniones consanguíneas que en los nacidos de progenitores sin parentesco
próximo. Las malformaciones congénitas del oído y del nervio auditivo, que pueden ser
consecuencia de factores genéticos o de la influencia del entorno, pueden provocar la
pérdida de audición.
 Afecciones perinatales: Por ejemplo, prematuridad, bajo peso al nacer, falta de
oxígeno (asfixia perinatal) o ictericia neonatal.
 Infecciones: Durante el embarazo, la madre puede ser infectada por virus tales
como los de la rubéola o el citomegalovirus, que provocan pérdida de audición en el niño.
También la meningitis, las paperas y el sarampión pueden provocar en la niñez la pérdida
de audición. En los entornos de bajos recursos, las otitis son bastante comunes entre los
niños, a menudo en forma de otitis media crónica supurada. Además de la pérdida de
audición, las otitis pueden provocar complicaciones potencialmente mortales.
 Enfermedades del oído: En los niños, diversas afecciones comunes del oído
pueden provocar la pérdida de audición. Es el caso, por ejemplo, de la presencia de
tapones de cera o de la otitis media adhesiva no supurada causada por la acumulación
de líquido en el interior del oído.
 Ruido: Los sonidos intensos, incluidos los producidos por dispositivos personales
tales como los teléfonos inteligentes y los lectores de MP3 utilizados a gran volumen
durante periodos prolongados, pueden causar pérdida de la audición. Incluso los sonidos
breves de alta intensidad como los de los fuegos artificiales pueden provocar una pérdida
de audición permanente.
 Medicamentos: Los medicamentos, como los utilizados en el tratamiento de las
infecciones neonatales, el paludismo, la tuberculosis farmacorresistente y el cáncer,
pueden provocar una pérdida de audición permanente.

Dificultades en el desarrollo cognitivo


Los problemas de audición afectan, en mayor o menor medida, a la generación y
desarrollo de las representaciones fonológicas, que son las representaciones
mentales basadas en sonidos y/o grupos fonológicos del habla. Esta dificultad crea una
serie de problemas o aspectos diferenciales en las distintas áreas del
desarrollo del niño.

 El desarrollo del lenguaje no ocurre de forma espontánea, sino que su adquisición y


desarrollo es fruto de un aprendizaje intencional mediatizado por el entorno: entorno
familiar, posibilidad de que los padres tengan el mismo problema, necesidad de uso del
lenguaje de signos, etc.
 Retraso en el vocabulario como consecuencia del lento desarrollo fonológico,
 Desarrollo tardío del juego simbólico, lo que puede afectar en la evolución
intelectual.
 Retrasos y limitaciones en el control y adquisición de determinadas conductas.
 A partir de una cierta severidad del déficit auditivo, empiezan a producirse dificultades
en la adquisición y asimilación de conocimientos por problemas en la recepción de la
información y su adecuada elaboración.
 Problema en la lectura de textos.

Necesidades Educativas Especiales de los


alumnos con discapacidad auditiva
En mayor o menor medida, según los casos, y como consecuencia de las
repercusionesde la discapacidad auditiva en las distintas áreas de desarrollo citadas en
el punto anterior, las necesidades educativas especiales (NEE) de este alumnado
pueden concretarse en las siguientes:

 La adquisición temprana de un sistema de comunicación, ya sea oral o de signos,


que permita el desarrollo cognitivo y de la capacidad de comunicación y favorezca el
proceso de socialización.
 El desarrollo de la capacidad de comprensión y expresión escrita que permita el
aprendizaje autónomo y el acceso a la información.
 La estimulación y el aprovechamiento de la audición residual y el desarrollo de la
capacidad fonoarticulatoria.
 La construcción del autoconcepto y la autoestima positivos y el desarrollo emocional
equilibrado.

 La obtención de información continuada de lo que ocurre en su entorno y de normas,


valores y actitudes que permitan su integración social por vías complementarias a la
audición.

 La personalización del proceso de enseñanza y de aprendizaje mediante:

o   Las adaptaciones del currículo que sean precisas.

o   Empleo del equipamiento técnico para el aprovechamiento de los restos auditivos, el
apoyo logopédico y curricular y, en su caso, la adquisición y el uso de la lengua de
signos.

Un aspecto fundamental a la hora de acercarse a la educación de los niños con


deficiencias auditivas es que si no tienen otras deficiencias asociadas, su
capacidad intelectual es similar a la de los que tienen una audición dentro de los
parámetros normales. Por lo tanto, aunque en algunos casos pueda presentarse un
cierto retraso en su desarrollo cognitivo, este puede ser corregido en la propia
aula con medidas de apoyo y refuerzo, ya que suele estar motivado por causas
secundarias como: dificultades lingüísticas, problemas de regulación, sentimientos de
inseguridad o dificultades en sus relaciones sociales.

El «toca y pasa»
Los balones con lastre tienen la particularidad de estimular el sentido propioceptivo, es
decir la conciencia de uno mismo. Puedes organizar un pequeño juego de 3 personas o
más, con el objetivo de pasar de uno a otro los balones. El niño tendrá la ocasión de sujetar
en sus manos diferentes pesos y su cuerpo va a integrar la potencia muscular necesaria
para sujetar cada baló

 El juego de huellas 


Se trata de aliar la memoria táctil y la memoria visual, fácil a realizar con la caja sensorial,
la plastilina y las pelotas táctiles. El objetivo es asociar las pelotas a las huellas marcadas.

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