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CONTENIDO
Introducción 3
Introducción
La gran comisión dada por nuestro Señor Jesucristo de evangelizar y hacer discípulos es
un mandato infalible que la Iglesia Metodista de Río Cuarto debe obedecer. Para lograr este fin,
hemos establecido el ministerio de grupos de crecimiento integral (GCI) como un instrumento
eficaz para compartir el evangelio en el contexto natural de las relaciones interpersonales y
formar discípulos en un ambiente de compañerismo y amistad.
Cada estudio de la serie ha sido diseñado para que el estudiante tome una decisión
relacionada con el tema de la lección, por esta razón, se incluye una oración de guía para afirmar
nuestro compromiso con Dios y su palabra.
Es nuestra oración que esta serie de estudios nos ayude a ir edificando una iglesia
saludable, familiar y amistosa.
LA VIDA
EN CRISTO
“A este Cristo proclamamos, aconsejando y
enseñando con toda sabiduría a todos los
seres humanos, para presentarlos a todos
perfectos en Él.”
(Colosenses 1:28)
Objetivo de la lección: Comprender que el sacrificio de Jesucristo fue suficiente para la salvación
de la humanidad.
Lectura bíblica: Hechos 4:12; 2 Corintios 5:21; 1 Timoteo. 2:5; 1 Juan. 5:11-12
Preguntas de reflexión:
1. ¿Qué significado tiene el sacrificio de Cristo para la humanidad?
2. ¿Es posible que el sacrificio de Cristo sea suficiente para salvar a la humanidad?
3. ¿Qué debo hacer para obtener la seguridad de la salvación?
Introducción
Una de las mayores inquietudes que tienen los hombres y las mujeres está
relacionada con el perdón de pecados y la seguridad de la salvación después de
la muerte. Dios, quien ama a todo ser humano, envió a su Hijo Jesucristo para
morir por todos los hombres y las mujeres, el sustituto de nuestra condenación;
de esta manera, por medio del sacrificio de Cristo, Dios nos ofrece gratuitamente
la salvación y la vida eterna. (Juan. 5:24; Romanos. 3:21-24).
1. Definición de salvación
La palabra salvación en la Biblia tiene varios significados, entre ellos: sanidad emocional o del
cuerpo (Mt. 9:20-22), protección de un peligro (Mateo 8:25; 14:30), liberación de las fuerzas
demoníacas que destruyen y denigran a las personas (Lucas 8:36), especialmente, perdón de
pecados (Mateo 1:21). Esta clase de salvación nos permite disfrutar de una correcta relación con
Dios y ser liberados de la condenación eterna. (Romanos 5:9; Colosenses 1:13; 1 Juan 5:11-12).
La Biblia es la Palabra de Dios y nos enseña que toda persona es pecadora y, por consiguiente,
está destituido y rechazado de la gloria de Dios (Romanos 3:23), lo que
implica que el pecado lo aleja de su presencia le impide disfrutar de las “pues todos
bendiciones que Él tiene preparado para toda persona que le ama y obedece han pecado y
sus mandamientos (Isaías 59:1-2). Además, compara a las personas como están privados
ovejas que se alejan del redil, de la protección de su pastor y se desvían por de la gloria de
Dios."
caminos y senderos peligrosos (Isaías 53:6). De igual manera, los seres
(Romanos 3:23)
humanos nos hemos descarriado del camino de Dios que nos ha trazado en
su Palabra para seguir el sendero de la desobediencia, del pecado, de
conductas, actitudes y estilos de vida que desagradan a Dios. Por esta razón, Dios declara: "No
hay un solo justo, ni siquiera uno… Todos se han descarriado, a una se han corrompido. No hay
nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo!" (Romanos 3:10-12).
Como hemos mencionado anteriormente, Dios envió a su Hijo amado Jesucristo para mostrarnos
cuánto ama a las personas. La muerte de Cristo en la cruz ha sido la mayor evidencia del amor de
Dios para el amor y la mujer. Así como en el Antiguo Testamento se ofrecía con cordero para
expiar los pecados del ofrendante; de igual manera, Cristo como el "cordero de Dios" (Juan 1:29)
ofreció su vida como el sacrificio perfecto y derramó su sangre para pagar el precio de nuestra
salvación. (Hebreos 5:9; 7:25).
El Señor Jesucristo y los apóstoles destacaron que la salvación es un regalo de Dios (Efesios 2:8)
que se obtiene cuando reconocemos que somos pecadores y con un corazón sincero y
arrepentido le confesamos a Dios Padre nuestros pecados y le pedimos que nos perdone. La Biblia
dice: "Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiarán
de toda maldad" (1 Juan 1:9). Esta oración debe surgir de una decisión que la voluntad y con el
compromiso de obedecer a Dios y su Palabra. (Juan 14:6; 1 Pedro 3:18).
Objetivos de la lección: (a) Reconocer que el pecado perjudica nuestra relación con Dios y nos
aleja de su presidencia. (b) Practicar la confesión de pecados para disfrutar del perdón que Dios
nos ofrece a través de nuestro Señor Jesucristo.
Lecturas bíblicas: Salmos 51; Isaías 59:1-3; Lucas 10:9-14; Santiago 4:17
Preguntas de reflexión:
1. ¿Has experimentado en tu vida que Dios está lejos de ti y que no escucha tus oraciones?
2. ¿Sufres algún sentimiento de culpabilidad y remordimiento por haber ofendido a Dios?
3. Te has preguntado: ¿Cómo disfrutar de una conciencia libre de pecado?
Introducción
La Biblia menciona que el pecado es como una gran barrera que afecta
nuestra relación y comunión con Dios Padre. Además, declara que a través de
la confesión de pecados y de la fe en el sacrificio de Cristo en la cruz,
obtenemos el perdón de pecados y nos habilita para disfrutar de la presencia
y comunión con Dios. (Lucas 18:9-14).
1. Definición de pecado
Es considerado como una violación o transgresión de la ley de Dios (1 Juan 3:4), una iniquidad o
maldad (1 Juan 5:17), una conducta de rebeldía contra Dios y su santidad (Deuteronomio 9:7) y
una acción que Dios aborrece o desprecia (Proverbios 15:9; Jeremías 44:4). Es el reflejo de un
corazón no renovado por la gracia de Dios y el poder de su Espíritu Santo (Mateo 15:19; Juan
8:31-36; 2 Corintios 5:17). La Biblia compara el pecado como la acción de " errar al blanco o al
intento fallido de alcanzar la meta" (Stott, 101), de igual manera, los seres humanos hemos errado
en satisfacer u obedecer las demandas de Dios. Todos los seres humanos " andábamos perdidos,
como ovejas; cada uno seguía su propio camino." (Isaías 53:6).
El Señor Jesucristo fue acusado por los líderes religiosos de su época como el "amigo de los
pecadores" por su acercamiento y relación con ellos (Mateo 11:19; Lucas 7:34). Esta relación de
Jesús con los pecadores debe interpretarse como la buena voluntad de Dios para rescatar a las
personas de su condición pecaminosa. En la parábola del fariseo y el publicano o recaudador de
impuestos, el Señor condenó la actitud arrogante el fariseo que se creía superior al publicano y,
especialmente, su auto-justificación ante Dios; por esta razón, él no alcanzó el perdón de pecados;
sin embargo, el publicano que era considerado por los estándares religiosos de la época como
una persona indigna del amor de Dios, oró con humildad y reconociendo su lamentable condición
decía: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!" Con esta sencilla oración de fe, él
alcanzó el perdón y la bendición de Dios.
Oración:
Padre celestial te pido perdón por todos mis pecados y te
ruego que limpies mi corazón con la sangre de tu Hijo
Jesucristo. Te ruego que me ayudes a llevar una vida
íntegra delante de tu presencia. Amén
Objetivos de la lección: (a) Destacar la nueva naturaleza que tiene el cristiano cuando reconoce
a Jesucristo como el Señor de su vida.
(b) Desafiar a los participantes a vivir de acuerdo a la nueva vida en Cristo.
Lecturas bíblicas: Romanos 5:12; 6:1-7; 2; 2 Corintios 5:17; Gálatas 2:20; 2 Pedro 1:3-4
Preguntas de reflexión:
1. ¿Te has sentido frustrado por la vida moral y espiritual que practicas?
2. Te has preguntado: ¿Cómo puedo cambiar de vida y agradar a Dios?
3. ¿Es posible obtener una transformación total en mi vida?
Introducción
Cuando Adán y Eva pecaron desataron una secuela de consecuencias funestas
que experimentamos todos los seres humanos. De ellos heredamos una
naturaleza pecaminosa (adámica), la cual nos induce a revelarnos contra Dios y
su Palabra. Pero Dios, que es misericordioso, envió a su Hijo Jesucristo a morir
en una cruz y con su poder liberarnos de esta influencia pecaminosa y darnos
una nueva naturaleza o vida nueva.
Cuando Dios creó a la primera pareja humana, Adán y Eva, les dio el privilegio de disfrutar de una
relación amigable y amorosa con él y como mayordomos o representantes de Dios recibir
autoridad para administrar y gobernar toda la creación (Génesis 1:28-31; 2:15).
Lamentablemente, así como el Presidente de un país toma decisiones que afectan negativamente
o positivamente a los habitantes de una nación, de igual manera, Adán como cabeza de la
humanidad, al desobedecer a Dios y su Palabra afectó negativamente a todos los seres humanos.
La Biblia relata en Génesis 3 de manera muy explícita la actitud desobediente y las consecuencias
funestas de pecado de Adán y Eva. Entre ellas están:
“Así Dios nos ha
a. Se despertó la conciencia por el pecado y el sentimiento de entregado sus
culpabilidad: “conocieron que estaban desnudos.” (v. 7). preciosas y
b. Esconderse que la presencia de Dios. (v. 8). magníficas
c. Se distorsionó el concepto de Dios de amor por el “Dios” de temor. promesas para…
(v. 10). lleguen a tener
parte de la
d. Se evade la responsabilidad y la culpabilidad personal buscando
naturaleza
formas de justificar el pecado. (v. 11). divina.”
e. Culpar a Dios por su infortunio. (v. 12). (1 Pedro 1:4)
f. Se introduce la muerte espiritual en la raza humana. (Romanos 5:12).
Con respecto a la obra de Cristo en la cruz debemos destacar los siguientes beneficios:
a. Al derramar su sangre nos dio la oportunidad de limpiar nuestros corazones de todo pecado,
purificar nuestra conciencia acusadora, ser declarados justos y estar libres de toda condenación.
(Romanos 5:9; 8:1; 1 Juan 1:7-9).
b. Cristo, por en medio de su sangre no se liberó de la influencia del mundo y de los poderes
demoníacos y nos compró para ser propiedad de Dios. (1 Corintios 5:20; 1 Pedro 1:18-19).
d. Como una oruga sobre una metamorfosis o transformación para convertirse en una bella
mariposa, una gran manera, una persona pecadora y rebelde puede ser renovada por la obra de
Cristo al recibirle en su corazón y demostrar el fruto del Espíritu Santo. (Gálatas 5:22; Colosenses
3:5-14).
Preguntas para dialogar
Objetivos de la lección: (a) Comparar el comportamiento de la vida sin Cristo con la nueva
naturaleza. (b) Demostrar que el carácter de Cristo es la mayor evidencia del nuevo nacimiento.
Lecturas bíblicas: Romanos 6:12-14; Gálatas 5:16-26; Colosenses 3:1-17; 1 Pedro 1:13-21
Preguntas de reflexión:
1. ¿Cuáles son las demostraciones prácticas de la nueva vida en Cristo?
2. ¿Cómo practicar una conducta agradable a Dios en todas las áreas de la vida?
3. ¿Es posible ser un imitador del carácter de Cristo?
Introducción
Por la gracia de Cristo en la cruz del Calvario y nuestras vidas, se nos
permite disfrutar del perdón de nuestros pecados, de una correcta relación
con Dios y de la regeneración de todo nuestro ser. Además, cuando Cristo
es el centro de nuestra vida nos imparte su Santo Espíritu, el cual nos da
poder para obedecer, practicar e imitar el ejemplo de Cristo.
A través de toda la Biblia Dios demanda a sus seguidores y creyentes, llevará un estilo de vida y
una conducta ejemplar, que refleje con sus acciones y carácter las virtudes de la perfección y
santidad de Dios. Por ejemplo "Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el Señor se le
apareció y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso. Vive en mi presencia y sé intachable.” (Génesis
17:1). Al pueblo de Israel le exigió practicar la santidad y abstenerse de imitar las conductas
inmorales y desagradables que practica las naciones paganas. (Éxodo 19:5-6; Levítico 18:19-24;
19:1) El Señor Jesucristo les dijo a sus discípulos “Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que
negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme.” (Mateo 16:24). Con esta exigencia, el Señor les
demanda a sus discípulos a obedecer la Palabra y los mandamientos de Dios, a rechazar las
conductas egoístas que le desagradan y, especialmente, demostrar el carácter de Cristo en su
comportamiento. Para lograr este propósito en nuestras vidas, debemos practicar las prioridades,
principios y valores del reino de Dios.
2. El cambio de carácter
Oración:
Señor te pido perdón por haber practicado conductas que a ti no
te agradan. Ahora te pido que transformes radicalmente mi ser,
quiero seguir tu ejemplo para reflejar las virtudes de tu carácter
como una evidencia de ser una nueva persona en Cristo.
LA VIRTUD
DE LA BIBLIA
Lecturas bíblicas: Josué 1:8; Jeremías 15:16; 23:29; Hechos 8:26-40; 2 Timoteo 3:16-17; 2
Tesalonicenses 3:1
Preguntas de reflexión:
1. ¿Cómo iniciar el estudio de los libros de la Biblia?
2. ¿Qué tipo de literatura se encuentran en la Biblia?
3. ¿Cómo están clasificados los libros de la Biblia?
Introducción
Es muy común encontrar personas que afirman que leen la Biblia y no la
comprenden. Esta situación los desanima y abandonan la disciplina de la
lectura bíblica. ¿Te ha sucedido a ti algo parecido? Para una mejor
comprensión de la Biblia, es muy importante que comprendas los
diferentes libros que conforman la Biblia y su aplicación a nuestras vidas.
1. La inspiración de la Biblia
La Biblia es el único libro “inspirado” (2 Timoteo 3:16-17) por Dios que encontramos en la
literatura humana. El término inspirado significa "soplar” y se compara con el momento cuando
Dios formó un muñeco inerte de barro “y sopló en su nariz hálito de vida, y el hombre se convirtió
en un ser viviente." (Génesis 2:7). De igual manera, la Biblia tiene el soplo divino y la virtud de
impartir aliento de vida espiritual a quienes la leen común actitud reverente y con el deseo de
conocer a Dios. A diferencia de muchas otras obras literarias la Biblia imparte ánimo al que está
desalentado, esperanza al desesperado, fe al que está inmerso en la incredulidad y guía por el
camino de vida eterna en Cristo al que está perdido. (Salmo 42:3; 119:25, 92, 130; Lucas 24:27;
Juan 5:39). Este acto de inspiración de la Biblia ha sido aceptado entre los cristianos de todos los
siglos. Dicha inspiración se evidencia en la compilación de todos los libros, ya que tuvo una
duración de 1600 años y que entre sus libros o autores no existen contradicciones; por esta razón,
al ser inspirada por Dios, se puede afirmar que la Biblia se interpreta a sí misma.
Cuando el apóstol Pablo le escribió a su discípulo de confianza, Timoteo, le elogió que él “Desde
tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, que pueden darte la sabiduría necesaria para la
salvación mediante la fe en Cristo Jesús.” (2 Timoteo 3.15). Para conocer a Dios y crecer en la fe
cristiana, se exige que seamos disciplinados en leer, estudiar, memorizar y reflexionar cada día
en la Biblia. Para lograr este fin, es aconsejable leer tres capítulos por la mañana del A.T. y uno
del N.T. en la noche. Al realizar esta disciplina diaria nuestra mente se saturará de los
pensamientos de Dios, estaremos en mejores condiciones para enfrentar las adversidades y
creceremos en el conocimiento de Dios. (2 Pedro 3:18)
Preguntas para dialogar
Lecturas bíblicas: Josué 1:8; Salmos 119:9-11, 105; Juan 5:39; 8:32; 15:3,7; Hechos 20:32; 2
Timoteo 3:16-17; 1 Pedro 2:2
Preguntas de reflexión:
1. ¿Es posible conocer a Dios a través de la Biblia?
2. ¿Qué importancia tiene la Biblia en la vida cristiana?
3. ¿Cómo poder sacar el mejor provecho a la lectura de la Biblia?
Introducción
La Biblia Es La Palabra inspirada por Dios, fue escrita por unos 40 autores en
un período de 1500 años, recopilado en un solo volumen de 66 libros. Su
mensaje revelador está dirigido al ser humano de cualquier época, cultura o
lugar geográfico. La Biblia tiene varias finalidades, entre ellas: conocer a
Dios y su plan de salvación a través de Jesucristo y guiarnos en nuestro
crecimiento espiritual.
La palabra revelación es un término que significa correr el velo para descubrir lo que está oculto,
y recalca la manera de cómo Dios se ha dado a conocer a la humanidad. Dios anhela que las
personas lo conozcan y aprendan a confiar en él; por esta razón, ha utilizado una variedad de
medios para darse a conocer. Entre ellos: las obras de la naturaleza (Salmo 19:1), la conciencia
humana (Salmo 16:7), el consejo de otras personas sabias (Salmo 141:5) y su palabra escrita, la
cual fue expresada a través de los profetas que “hablaron de parte de Dios, impulsados por el
Espíritu Santo.” (2 Pedro 1:21).
Por último, deseo destacar la promesa que aparece en el versículo 165 donde se afirma que
quienes leen y practican la Palabra de Dios disfrutan de mucha paz en medio de las tribulaciones
de la vida y no causan tropiezos a otras personas.
Lecturas bíblicas: Salmos 25:4-5; 43:5; Efesios 1:15-19; Colosenses 1:9-14; Santiago 1:5-7
Introducción
Es muy común escuchar personas afirmando que leen la Biblia pero que
no entienden su significado o mensaje central. Esta posición puede ser
interpretada como una excusa para evitar la disciplina de leer la Biblia o
como un argumento sincero que refleja nuestra incapacidad para
comprender el mensaje divino. Ante esta situación, la oración es vital
para que Dios nos abra el entendimiento para comprender cuando
estudiamos la Palabra de Dios.
Además, la oración es vital cuando anhelamos dialogar con nuestro Padre celestial. Sin embargo,
se debe evitar que este tipo de diálogo con Dios sea un monólogo; por esta razón, se le debe
permitir a Él que exprese su voluntad y nos responda a través de su Palabra. Por consiguiente, es
aconsejable, antes de leer la Biblia pedirle al Señor que abra nuestro entendimiento y nos dé
sabiduría para recibir su mensaje.
El otro aspecto importante para mejorar nuestra comprensión del mensaje de la Biblia es
aprovechar la madurez y el conocimiento de otras personas que conocen y han estudiado el texto
bíblico. Por ejemplo: cuando “un etíope eunuco, alto funcionario encargado de todo el tesoro
de Candace, reina de los etíopes” regresaba de Jerusalén hacia su país, mientras viajaba en su
carro, iba leyendo al profeta Isaías, pero no comprendía su lectura. Ante esta situación, el
evangelista Felipe se le acercó y le preguntó “¿Acaso entiende usted lo que está leyendo?” y el
eunuco con un tono de frustración le respondió “¿Y cómo voy a entenderlo –contestó- si nadie
me lo explica?” a partir de este momento, Felipe comenzó a explicarle el texto bíblico, su mensaje
evangelístico y la aplicación práctica y espiritual. (Hechos 8:26-40).
Es muy común que cuando leemos un pasaje de la Biblia no comprendemos a cabalidad la idea
principal del texto, ante esta situación, debemos buscar la orientación de otras personas y
exponerles nuestras dudas o inquietudes y juntos comentar, analizar y estudiar el texto bíblico
para encontrar el sentido principal y original del pasaje y su respectiva aplicación a la vida.
Debemos considerar que el estudio de la Biblia se enriquece en comunidad; ésta puede ser en el
seno familiar, un grupo de estudio bíblico y en la vida congregacional. Ser parte de un grupo
pequeño de estudio permite el intercambio de ideas, exponer y aclarar las dudas, recibir apoyo y
orientación para aplicar la Palabra de Dios para todas las áreas de la vida.
Preguntas para dialogar
Objetivos de la lección: Descubrir los mandamientos y las promesas en la Palabra de Dios para
fortalecer nuestra fe y confianza en Dios.
Lecturas bíblicas: Deuteronomio 4:7 el-9, 39-40; Salmo 19:7, 25:4-5; Proverbios 1:7; 2 Corintios
1:20; Efesios 6:17; Colosenses 3:16; Hebreos 4:12; Santiago 1:22-25
Preguntas de reflexión:
1. ¿Es posible confiar en las promesas de Dios que tiene la Biblia?
2. ¿Cuál es la importancia personal de obedecer los mandamientos de Dios?
3. ¿Cómo podemos aprovechar los consejos que nos ofrece la Biblia?
Introducción
Cuando el apóstol Pablo le escribió Timoteo le recordó que la Palabra de
Dios es útil para enseñar, redargüir, corregir e instruir. La Biblia
contiene: mandamientos para obedecer y protegernos de los desastres
morales, consejos que nos orientan en el diario vivir y promesas que
fortalecen nuestra fe en Dios y palabras de ánimo que nos estimulan a
enfrentar con firmeza las pruebas de la vida.
El Nuevo Pacto o la nueva alianza en Cristo Jesús tienen la virtud de concederle al cristiano el
poder del Espíritu Santo quiero fortalecer espiritual y moralmente para obedecer los
mandamientos de la Palabra de Dios y le transmite una actitud de gozo y amor para cumplir las
ordenanzas del Señor con alegría. (Gálatas 5:16-25; Hebreos 8:7-13).
“Si ustedes me
2. Las exhortaciones de la Palabra de Dios aman,
La palabra exhortar está relacionada con la idea de animar, consolar y obedecerán mis
advertir sobre las consecuencias de alguna conducta o actitud mandamientos.”
pecaminosa que debemos corregir. La exhortación tiene como finalidad (Juan 14:15)
1. ¿Qué significa estar bajo la gracia de Dios o los principios del nuevo pacto?
2. Comente sobre su experiencia de obedecer los mandamientos de la Palabra de Dios.
3. ¿Ha tenido alguna experiencia de desánimo y cómo la pudo superar?
4. Comparta cómo las promesas de Dios le han fortalecido en su vida personal, familiar, laborar.
5. Dedique unos momentos para compartir una promesa bíblica que haya aprendido.
Oración:
Señor dame fuerzas para obedecer tus mandamientos y así
agradarte. Gracias por tus palabras de ánimo que fortalecen mi
fe y por ser fiel en cumplir tus promesas en mi vida. Amén.
CONOCIENDO
A DIOS
La revelación de Dios
Lecturas bíblicas: Salmo 46:10; Isaías 45:15; Jeremías 15:16; 23:29; Juan 17:3; Hechos 17:22-31;
1 Timoteo 1:17; 2 Pedro 3:18
Preguntas de reflexión:
1. ¿Es posible conocer a Dios personal e íntimamente?
2. ¿Cuáles medios ha utilizado Dios para revelarse a la humanidad?
3. ¿Cómo se ha manifestado Dios a nuestra vida?
Introducción
Los seres humanos tenemos el deseo innato de conocer a Dios.
Lamentablemente, las personas no tenemos la capacidad espiritual o
intelectual para conocerlo de manera veraz e íntima; por esta razón, ante la
incapacidad humana, Dios tomó la iniciativa de revelarse. Para este fin, ha
utilizado varios medios. En esta serie analizaremos algunas formas que Dios
ha utilizado para darse a conocer.
1. La revelación de Dios
El término “revelación” (hebreo gala) significa “quitar la cubierta”, “descubrir”, “quitar el velo”,
“revelar”. Se refiere a comprender o tener un conocimiento personal sobre la persona de Dios,
su carácter; atributos y sus propósitos o planes hacia la humanidad. Este conocimiento no surge
por medio del ejercicio racional o mental, sino de un acto misericordioso de Dios donde se
comunica con el ser humano y se da a conocer (1 Corintios 2:14). Por ejemplo, el apóstol Pablo
siendo un riguroso fariseo y esmerado estudioso de la Ley, los Salmos y los Profetas, no
comprendió el plan de salvación de Dios en Cristo hasta que lo recibió por revelación. Él afirmó
que el evangelio “no lo recibí ni lo aprendí de ningún ser humano, sino que me llegó por
revelación de Jesucristo.” (Gálatas 1:11-12). Así que, podemos afirmar que Dios se revela a sí
mismo con el propósito de que las personas puedan conocerle de una manera íntima y personal;
establecer una relación de amor con Él; confiar en su fidelidad para cumplir sus promesas; servirle
abnegadamente y obedecerle como el único Dios y Señor. (Génesis 15:1; 41:39; Daniel 2:28; Amós
4:13).
Objetivos de la lección: Analizar el significado de los nombres de Dios los cuales están
relacionados para fortalecer su relación con los seres humanos.
Lecturas bíblicas: Éxodo 20:7; Levíticos 19:12; 24:16; Salmos 8:1; 96:8; 124:8; Jeremías 15:16;
23:29; Mateo 6:9; Juan 17:6; Hechos 4:12; Romanos 10:13; Filipenses 2:9
Preguntas de reflexión:
1. ¿Cuál es el valor del nombre en la Biblia?
2. ¿Cuáles son los nombres más significativos de Dios?
3. ¿Qué relación tienen los nombres de Dios en la vida personal?
Introducción
A diferencia con los nombres modernos que se les asignan a las
personas y que no reflejan las virtudes de la persona, en la Biblia estos
se revisten de significado. En cuanto a Dios, sus nombres son una forma
de revelación que sirve para manifestar el carácter y los atributos de
Dios a su pueblo. El conocimiento de sus nombres tiene como finalidad
fortalecer la fe y la confianza en Dios.
Oración:
Gracias Dios por revelarnos tu glorioso nombre a nuestras vidas y
deseo reverenciar siempre tu nombre. Amén.
Objetivo de la lección: Motivar a los integrantes del grupo a estrechar la relación con Dios como
el Padre eterno.
Lecturas bíblicas: Deuteronomio 32:6; Isaías 63:16; 64:8; Jeremías 3:4, 19; Malaquías 2:10, 12;
Mateo 6:6-14; Juan 1:12-13; Romanos 8:15-16; 2 Corintios 6:18; Gálatas 4:6-7; Efesios 1:4-6
Preguntas de reflexión:
1. ¿Cuál es el concepto que tienes de Dios?
2. ¿Es posible conocer a Dios como nuestro Padre?
3. ¿Qué implicaciones tiene para nuestra vida el concepto de Dios como Padre?
Introducción
El Antiguo Testamento revela a Dios de diferentes maneras y utiliza varias
metáforas para transmitir conceptos eternos sobre el carácter de Dios; sin
embargo, la mayoría de estas imágenes no se refieren a Dios como Padre.
Es con la revelación, el mensaje y obra de nuestro Señor Jesucristo, cuando
se desarrolla la enseñanza de Dios Padre que nos adopta como sus hijos.
¿Cuáles son algunas ideas de Dios como Padre de Israel que menciona el Antiguo Testamento? La
más sobresaliente considera a Dios como el Padre y Creador de su pueblo, esta idea se ilustra con
la imagen del alfarero que toma un poco de barro y hace una obra de arte (Deuteronomio 32:6;
Isaías 64:8; Malaquías 2:10); el profeta Isaías destaca la relación entre la paternidad de Dios y la
acción de redimir a su pueblo de las penurias y maltrato de sus enemigos (Isaías 63:16) y el profeta
Jeremías acusa a Israel de llamar a Dios como Padre y desobedecer sus mandamientos (Jeremías
3:4, 19-20).
Es importante aclarar que la Biblia enseña que los seres humanos no son hijos de Dios, pero
destaca que son la máxima expresión de su creación (Juan 8:44). Así que, el aspecto sobresaliente
de la paternidad de Dios está relacionado con la obra de Jesucristo. Es decir, si una persona
pecadora reconoce a Jesucristo como el Señor y Salvador de su vida se convierte en un hijo de
Dios, como lo afirma el evangelio de Juan: “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios. Éstos no nacen de la sangre, ni por deseos
naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios.” (Juan 1:12-13). De esta manera la
persona llega a disfrutar de la comunión con Dios como su Padre, de la vida eterna, de su amor
incondicional, del perdón de los pecados y de las bendiciones espirituales (Romanos 8:15-16;
Gálatas 4:4-6; Efesios 1:3-11).
Oración:
Dios, te doy gracias por adoptarme como tu hijo (a). Decido
estrechar profundamente mi relación contigo. Amén.
La revelación de la Trinidad
(La Triunidad)
Objetivo de la lección: Estudiar las bases bíblicas de la doctrina de la Trinidad y su relación con la
experiencia cristiana.
Lecturas bíblicas: (Deuteronomio 6:4; Mateo 3:13-17; 28:19; Juan 1:1; 14-16; 1 Corintios 12:4-6;
2 Corintios 3:17; 13:14; 1 Pedro 1:2
Preguntas de reflexión:
1. ¿Cuál es la idea central de la doctrina de la Trinidad?
2. ¿Es posible entender ampliamente la doctrina de la Trinidad?
3. ¿Por qué la doctrina de la Trinidad es considerada un “misterio”?
Introducción
La verdad absoluta de un único Dios se expone a través de todo el Antiguo
Testamento; sin embargo, a partir de la manifestación y revelación de la
persona y obra del Señor Jesús, los cristianos comenzaron a adorar y a
identificar a Jesucristo como Dios hecho carne. De esta revelación surge la
simiente y el desarrollo de la doctrina de la Trinidad.
EL SERVICIO
A DIOS
Objetivo de la lección: Estudiar el modelo de Cristo como siervo y ser desafiados a servir a Dios y
a su obra con buena disposición y compromiso.
Lecturas bíblicas: Isaías 42:1-4; 49:1-6; 50:4-9; 52:13-53:12; Mateo 20:20-28; Lucas 19:6; 22:24-
30; Juan 13:1-17; 1 Corintios 4:1-2
Preguntas de reflexión:
1. ¿Es posible que un Dios excelso le sirva a las personas?
2. ¿Qué significa la palabra siervo?
3. ¿Cuáles lecciones podemos aplicar del modelo de Cristo como siervo?
Introducción
En nuestros días los términos “siervo” o “esclavo” han quedado obsoletos.
La humanidad ha logrado superar la esclavitud deshumanizante, sin
embargo, cuando la Biblia menciona el término siervo lo relaciona con el
trabajo que realizaba un esclavo. El Señor Jesucristo, siendo Dios, decidió
encarnarse y servir a Dios y a los hombres como un esclavo.
En el mundo antiguo era común que los pies de las personas estuvieran expuestas al polvo y la
suciedad; por esta razón, cuando llegaban a una casa, el anfitrión demostraba su hospitalidad
lavando los pies del visitante. Ahora bien, según la costumbre de la época, esta acción era
considerada como un acto servil que solamente los sirvientes o esclavos la realizaban. (1 Samuel
25:41). Sin embargo, el Señor “se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la
cintura. Luego echó agua en un recipiente y comenzó a lavarles los pies a sus discípulos y a
secárselos con una toalla que llevaba en la cintura.” (v. 4). Con esta acción el Señor Jesús
demostró su interés y humildad para servir a sus amados discípulos. Aun el mismo Judas Iscariote,
quien traicionaría al Señor, recibió un ejemplo de sencillez y humildad (v. 2). Desde esta
perspectiva es comprensible la reticencia y negación de Pedro (vs 6-8) por evitar que su “Señor y
Maestro” (v. 13) le lavara los pies. Aunque los discípulos lucharan entre sí por ser servidos y llegar
a ser “el más importante en su reino” (Lucas 22:24), el Señor Jesús estaba interesado en servirles
como si fuera un esclavo “revestido de humildad”. (1 Pedro 5:5).
Oración:
Señor, gracias por haber venido a servir a la humanidad y
entregar tu vida por mí. Decido servirte por amor. Amén
Lecturas bíblicas: Deuteronomio 6:13; Mateo 4:10; 9:35-38; Lucas 19:6; 22:24-30; Juan 12:26;
15:8; 1 Corintios 15:58; Colosenses 3:23-24; 1 Pedro 2:9-10
Preguntas de reflexión:
1. ¿Cómo puedo servir a Dios?
2. ¿Qué significa servir a Dios en nuestros días?
3. ¿Tiene sentido servir a Dios y utilizar nuestras capacidades para su servicio?
Introducción
A través de la historia, Dios ha utilizado a hombres y mujeres quienes
comprometidos con su obra se entregaron a Él para ser sus siervos e
instrumentos de bendición a la humanidad. Actualmente, Dios busca y llama
personas comprometidas para que le sirvan. Si cada cristiano asume su
responsabilidad de servir, la obra de Dios avanzaría con mayor eficacia.
1. La necesidad de obreros
Dios siempre ha estado presente en la historia de la humanidad (Juan 5:17); su intención es salvar
al pecador de su vida pecaminosa y de la condenación eterna (Lucas 19:10); su anhelo es ayudar
a las personas que sufre los embates del pecado y las consecuencias de sus malas decisiones; su
deseo es socorrer a los pobre y necesitados (Lucas 4:18-19); Él ansia rescatar a las familias que
sufren conflictos internos, violencia intrafamiliar y desajustes relacionales y, especialmente,
anhela impartir la vida eterna en Cristo a toda persona. En resumen, Dios desea profundamente
bendecir a cada ser humano. Es obvio que Él pueda realizar estas y otras acciones en favor de la
humanidad; sin embargo, en su soberanía ha decidido trabajar en sus hijos e hijas y con la
colaboración de ellos, como afirmó el apóstol Pablo: “nosotros somos colaboradores al servicio
de Dios.” (1 Corintios 3:9).
De igual manera, los cristianos hemos recibido “talentos” o “bienes” para servir a Dios, a la Iglesia
y a nuestro prójimo; por lo tanto, es nuestro deber utilizarlos con diligencia, responsabilidad y
compromiso ante Dios. (Colosenses 3:23-24).
1. Comenta tus apreciaciones sobre la parábola de los talentos y la actitud del siervo negligente.
2. Comenta cómo puedes servir a Dios, a la iglesia y a la sociedad.
3. ¿Qué pasos concretos podemos hacer para servir a Dios y ser de bendición a otras personas?
Oración:
Señor, perdóname por mi negligencia en el servicio. Decido
comprometerme a servirte con todo mi corazón. Amén.
Objetivo de la lección: Destacar el desarrollo del carácter y la madurez espiritual como elementos
básicos para servir en la Iglesia y en la obra de Dios.
Lectura bíblicas: Colosenses 3:23-24; Efesios 4:17; 1 Timoteo 3:1-12; Tito 2:1-15
Preguntas de reflexión:
1. ¿Cuáles son las cualidades personales para servir a Dios?
2. ¿Es posible llegar a tener el carácter de Cristo?
3. ¿Qué se entiende por madurez espiritual?
Introducción
Servir a Dios produce una de las mayores satisfacciones de la vida espiritual y
emocional. Ser y sentirse utilizados por Dios como un medio para bendecir a
otras personas nos ayuda a nuestro crecimiento espiritual; sin embargo, para
ser efectivos y eficaces en la obra de Dios es indispensable desarrollar madurez,
tener buen testimonio y, especialmente, reflejar el carácter de Cristo.
1. Definición de carácter
El carácter está relacionado con la forma de ser de una persona y con sus reacciones ante las
diferentes circunstancias de la vida; con el desarrollo de los hábitos que conforman sus valores y
principios; con las actitudes que lo motivan a realizar o dejar de hacer las tareas y responsabilidad
y con el comportamiento en el diario vivir. El Señor Jesús mencionó que tenía un carácter
“apacible y humilde de corazón” (Mateo 11:28-29) y a sus discípulos los desafió a negarse a sí
mismos para ser “perfectos, así como su Padre celestial es perfecto.” (Mateo 5:48, 10:24),
destacando de esta manera, la madurez del carácter de la persona que anhela servir a Dios.
a. Rechazar toda “inmoralidad” y evitar “toda clase de actos indecentes” (v. 19). Esta
exhortación está relacionada con la pureza sexual. La práctica de los escándalos sexuales dañan
profundamente nuestra vida espiritual y el testimonio personal.
b. Controlar las manifestaciones de aquellas emociones violentas, como el enojo y la ira (vs. 26,
31). El enojo descontrolado daña las relaciones familiares e interpersonales.
c. Desechar la mentira (v. 25) y el robo (v. 28). Estas dos conductas nos impide llevar una vida
de honestidad e integridad. La mentira provoca el deseo de engañar a nuestro prójimo y el robo
a sustraerle sus bienes y su estabilidad espiritual, emocional y familiar.
d. Renunciar a la amargura de espíritu (v. 31 comp. Hebreos 12:15) que se refleja en los gritos
y la queja y la falta de perdón hacia aquellos que nos han ofendido, maltratado o herido.
Oración:
Señor, transforma mi carácter para servirte con efectividad. Me
entrego en tus manos para que moldees mi vida. Amén.
Objetivo de la lección: Animar a los participantes a descubrir y ejercitar las capacidades que el
Espíritu Santo le ha encomendado para servir a Dios.
Lecturas bíblicas: Romanos 12:1-8; 1 Corintios 7:12-13; Efesios 4:7; 1 Pedro 4:10
Preguntas de reflexión:
1. ¿Qué es un don espiritual?
2. ¿Cuál es la utilidad de un don espiritual?
3. ¿Cómo puedo descubrir mis dones espirituales y como utilizarlos en el servicio a Dios y a la
Iglesia?
Introducción
En ocasiones los cristianos experimentamos la frustración cuando tratamos de
colaborar con Dios porque encontramos que somos ineficaces para servir con
excelencia y efectividad, sin embargo, cuando descubrimos la capacidad que
Dios nos ha dado, nuestro servicio se convierte más efectivo y satisfactorio.
Oración:
Señor gracias por haberme dado tus dones para servirte. Te
entrego mis capacidades a tu servicio. Amén.
LA
MAYORDOMÍA
CRISTIANA
“Su Señor le respondió: ¡Hiciste bien, siervo
bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré
a cargo de mucho más
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Serie de estudios bíblicos
La mayordomía cristiana
Lecturas bíblicas: Génesis 39-41; 2 Crónicas 29:10-16; Mateo 25:14-30; Lucas 6:38; 12:41-48; 1
Corintios 4:1-2
Preguntas de reflexión:
1. ¿Qué relación existe entre el dinero y la vida cristiana?
2. ¿Qué significa el término mayordomía?
3. ¿Cuáles son los principios de una buena mayordomía?
Introducción
La palabra mayordomía está asociada “administración”, el “cometido”, o el
“encargado” que los cristianos hemos recibido para cuidar o administrar los
bienes, virtudes, talentos y capacidades que Dios nos ha confiado. Implica ser
sabios, prudentes y, especialmente ser fieles en utilizar estos recursos para la
gloria de Dios y bendición del prójimo, de la familia, de la Iglesia y la sociedad.
1. Definición de mayordomía
El término mayordomía viene de la relación cultural entre amos y esclavos, donde un esclavo de
confianza administrativa, protegía y aumentaba los bienes de su dueño. En el contexto del
Antiguo Testamento se refería al supervisor de la casa o hacienda. (Génesis 41:40). En el Nuevo
Testamento se alude a una persona encargada de los asuntos familiares o de un tutor (Gálatas
4:2). Implica reconocer a Dios como el dueño absoluto de todo cuanto existe y al cristiano como
su mayordomo o administrador de sus bienes, de los dones que nos ha otorgado, del tiempo que
nos da diariamente, de los recursos materiales, humanos y económicos que nos ha delegado y
del ministerio que hemos recibido del Señor (Lucas 16:2). Además, se refiere a una persona que
sirve al prójimo con una actitud de amor. (Mateo 20:28).
Por ejemplo, cuando José fue vendido por sus hermanos y trasladado a Egipto, llegó a ser esclavo
de Potifar, “éste se dio cuenta de que el Señor estaba con José y lo hacía prosperar en todo.
José se ganó la confianza de Potifar, y éste lo nombró mayordomo de toda
su casa y le confió la administración de todos sus bienes.” (Génesis 39:3).
Una vez que José fue nombrado mayordomo y se le delegó la “A todo el que
se le ha dado
responsabilidad de administrar los recursos de la hacienda de Potifar y de
mucho, se le
la organización de su personal, Potifar comenzó a disfrutar de una mayor
exigirá mucho;
prosperidad de sus bienes y es desentendió de muchas labores de su y al que se le
hacienda y de su casa. “Por esto Potifar dejó todo a cargo de José, y tan ha confiado
sólo se preocupaba por lo que tenía que comer.” (Génesis 39:6). mucho, se le
Posteriormente, cuando José fue acusado injustamente y enviado a la pedirá aún
cárcel, el capitán de la cárcel observó que “el Señor estaba con él” y que más.”
tenía virtudes y capacidades administrativas, entonces, el Señor “hizo que (Lucas 12:48)
se ganara la confianza de guardia de la cárcel” (Génesis 39:21) quien lo
nombró mayordomo de la prisión y “de todos los prisioneros y de todo lo que allí se hacía”
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Serie de estudios bíblicos
Lecturas bíblicas: Éxodo 35:20-29; 36:2-7; 1 Crónicas 29:1-9; Lucas 6:38; Juan 3:16; Hechos 4:32-
37; 1 Corintios 16:1-4; 2 Corintios 8:2; 9:5, 11-13; Colosenses 3:5-6; 1 Timoteo 6:18
Preguntas de reflexión:
1. ¿Qué significa la palabra generosidad?
2. ¿Cómo relacionar la generosidad con el carácter de Dios?
3. ¿Practicamos la generosidad cuando damos ofrenda o el diezmo?
Introducción
Los cristianos hemos sido bendecidos abundantemente por Dios en todos
los aspectos de nuestra vida, en lo espiritual y material, por lo tanto, una
manera de expresar a nuestra gratitud a Dios, es entregarle todo lo que
somos y lo que poseemos, reconociéndole como el Señor de nuestras vidas
y aportando a su obra a través de nuestros diezmos y ofrendas.
a. La generosidad surge de la “entrega al Señor” (8:5) y del anhelo de seguir el ejemplo de Cristo
“que por amor se hizo pobre, para que mediante su pobreza” (8:9) enriquecer a la humanidad.
Esta actitud del Señor enfatiza que las limitaciones materiales no deben ser excusa para ser
generosos.
b. La generosidad debe ser una virtud del carácter cristiano y una expresión de servicio y amor
a Dios y al prójimo. (8:4, 7).
c. La generosidad surge de una “buena disposición” (8:12). Es una decisión voluntaria donde se
desprende del egoísmo y la avaricia para desarrollar un carácter generoso.
d. La generosidad es una expresión de la gracia de Dios y un medio para suplir “la escasez” de
la obra de Dios. Nuestros actos de generosidad da gloria a Dios y abre la oportunidad para que
otras personas abunden en acciones de gracias a Dios. (8:14; 9:12-13).
e. La generosidad es comparada con la ley de la siembra y la cosecha. Así como un agricultor
siembra poca o mucha semilla recibirá la cosecha en proporción de lo sembrado. (9:6-9).
f. La generosidad será recompensada por Dios, quien “pueden hacer que toda gracia abunde
para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda
buena obra abunde en ustedes.” (9:8).
Preguntas para dialogar
Objetivo de la lección: Desarrollar la práctica del diezmo como una forma de adoración y
agradecimiento a Dios.
Lecturas bíblicas: Génesis 4:3-6; 14; 28:10-22; Salmos 50:23; Mateo 23:23; Lucas 6:38; Romanos
4:11; 1 Corintios 16:1-4:11; Filipenses 4:10-20
Preguntas de reflexión:
1. ¿Es el diezmo una expresión de adoración a Dios?
2. ¿Cuáles son las bases bíblicas para diezmar?
3. ¿Qué beneficios tiene practicar el diezmo?
Introducción
La práctica del diezmo se remonta desde los días del patriarca Abraham,
“padre de todos los que creen” (Romanos 4:11). Luego se extendió a su
nieto Jacob (Génesis 28:22). Posteriormente, fue regulado por la ley
mosaica. El Señor en su reforma de la ley no eliminó el diezmo, sin
embargo agregó la importancia de conjugarla con la misericordia (Mateo
23:23); San Pablo destaca que el dar es una manifestación de la gracia
de Dios en la vida del ofrendante. (2 Corintios 8:7).
1. La ofrenda como un acto de adoración (Génesis 4:3-5; 9:20-21)
El concepto de adoración a Dios a través de la ofrenda ha sido una costumbre que se remonta
desde Adán y Eva. Sus hijos Caín y Abel practicaron la ofrenda en su culto a Dios. En este relato
bíblico, es evidente que Dios se complace cuando se le adora con un corazón sincero “y el Señor
miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no miró así a Caín ni a su ofrenda.” (Génesis 4:5;
Hebreos 11:4). A partir de este acontecimiento se establecen los principios del culto a Dios que
se irá desarrollando a través de toda la Biblia. Es decir, la verdadera adoración es el reflejo de una
vida de santidad, a su vez, debe ir acompañada con una actitud de desprendimiento de las cosas
materiales y, especialmente del reconocimiento del señorío de Dios sobre nuestras vidas. (2
Corintios 8:5).
1. ¿Cuál debe ser la actitud principal para adorar a Dios con el diezmo y la ofrenda?
2. Principios de mayordomía que demostró José que pueden aplicar a nuestra vida
3. Comente sobre el carácter de José como mayordomo.
Oración:
Señor; gracias por el trabajo y las bendiciones materiales. Ahora
decido ser un diezmador fiel. Amén.
Objetivos de la lección: Analizar las consecuencias de los personajes bíblicos que fueron
materialistas en contraposición de aquello que practicaron la generosidad.
Lecturas bíblicas: Josué 7; Nehemías 5:1-19; Hechos 4:32-37; 5:1-11; Filipenses 4:10-13; 1
Timoteo 6:6-10
Preguntas de reflexión:
1. ¿Puede el amor al dinero competir con nuestra fidelidad y amor a Dios?
2. ¿Es posible encontrar en la Biblia modelos de generosidad?
3. ¿Cuáles personajes de la Biblia fracasaron por la obsesión al dinero?
Introducción
La generosidad y el desprendimiento de una vida egoísta y materialista
es una lucha espiritual. El Señor Jesús mencionó la adversidad entre Dios
y el dios “Mammon” (arameo), significa riqueza, tesoro o dinero, es
decir, Jesús reconoce que Dios compite por la fidelidad de las personas
que viven obsesionadas por llevar una vida materialista.
Dios anhela que las personas disfruten de la vida, que sean felices, que
“Hay más dicha
estén libres de congojas y de complicaciones innecesarias, pero destaca en dar que en
que ésta no se logra por medio de la obtención de las riquezas materiales recibir.”
sino a través de una relación personal con Él y cuando servimos (Hechos 20:35)
abnegadamente a nuestro prójimo. (Isaías 55:1-2; Mateo 6:33). Debemos
aclarar que el dinero y las riquezas materiales en sí mismas no son dañinos, el peligro es “El amor
al dinero” que “es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la
fe y se han causado muchísimos sinsabores.”
A SOLAS CON
DIOS
Objetivos de la lección: Destacar la importancia de la oración como un medio para dialogar con
Dios.
Lecturas bíblicas: Salmos 34; Mateo 6:1-14; 7:7-11; 26:41; Filipenses 4:6-7; Santiago 4:1-3; 5:13-
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Preguntas de reflexión:
1. ¿Cómo puedo disfrutar de una relación personal con Dios?
2. ¿Qué significa la oración?
3. ¿Cuál es la importancia de la oración diaria y permanente?
Introducción
El hombre y la mujer fueron creados para disfrutar de una relación
personal, amistosa e íntima con el Señor. La lectura de la Palabra de Dios
y la oración son los medios que Dios utiliza para fortalecer los vínculos de
la relación con sus hijos. En esta serie estudiaremos algunos principios
claves para desarrollar la disciplina de la oración.
1. Definición de oración
La oración se ha definido como el medio para dialogar con Dios. Esta experiencia personal de
conversar con Dios se constituye en un gran privilegio y una excelente oportunidad para
expresarle a Él nuestras inquietudes, problemas, frustraciones, dudas o confusiones, proyectos o
planes personales, familiares y laborales y, especialmente, es el mejor medio para expresarle
nuestro amor y adoración. Además, podemos afirmar que la oración es una experiencia espiritual
que afecta positivamente todo nuestro ser, que renueva nuestro espíritu, clarifica nuestros
pensamientos, da paz a nuestra alma, fortalece nuestra vida para soportar las tentaciones y nos
ayuda a descubrir y comprender la voluntad de Dios para nuestras vidas.
Por último, la oración refleja la impotencia del ser humano para superar sus debilidades e
imperfecciones. Cuando una persona se humilla en oración ante Dios, demuestra con esta actitud
que Él es quien tiene poder, gloria y los recursos para solucionar nuestros problemas, a su vez,
está evidenciando su fragilidad humana y la necesidad de depender de su compañía, ayuda y de
su misericordia.
Oración:
Señor; gracias por el privilegio de dialogar contigo. Ayúdame a
enriquecer la práctica de la oración diaria. Amén.
El Padre nuestro:
una guía para dialogar con Dios
Objetivo de la lección: Resaltar la oración del “Padre nuestro” como una guía para dialogar con
Dios.
Preguntas de reflexión:
1. ¿Qué importancia tiene la oración del Padre Nuestro en la vida cristiana?
2. ¿Cuáles son los principios básicos de la oración que enseñó el Señor Jesucristo?
3. ¿Es aplicable la oración del Padre Nuestro para nuestros días?
Introducción
El Señor Jesucristo enseñó y practicó la oración como el medio de dialogar con
Dios. En la oración conocida como el Padre Nuestro da una serie de principios
prácticos para enriquecer y disfrutar de la disciplina de la oración. Estudiaremos
esta breve y profunda oración y su importancia en la vida cristiana.
También el Señor nos anima a orar con fe y confianza, es decir, con la seguridad de que nuestro
Padre responderá nuestras peticiones, porque “porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan
antes de que se lo pidan.” (Mateo 6:8).
d. Perdón (v. 12). Si la petición anterior destaca el cuido material de Dios sobre sus hijos, esta
parte de la oración enfatiza el interés de Dios por nuestro bienestar espiritual y emocional. El
perdón es liberación de toda culpa por haber pecado contra Dios para restablecer nuestra
comunicación con Él; el perdón otorga paz a nuestra alma y tranquilidad a nuestro espíritu, lo cual
redunda en beneficio de todo nuestro ser. (Salmos 32; 103:8-12; Santiago 5:11).
e. Protección (v. 13). El Señor reconoce la existencia del diablo y sus maquinaciones para
destruir nuestras vidas; por esta razón, nos anima a pedir protección para no “caer en tentación”
ni en el engaño del “maligno” que nos induce a pecar. (Salmos 18:6; 45:1; 121; 1 Pedro 5:8).
1. ¿Qué importancia tiene la oración del Padre Nuestro como modelo de oración?
2. ¿Qué aspecto de la oración del Padre Nuestro debes implementar en tu vida?
3. Sugiera ideas cómo aplicar esta oración a nuestra vida personal.
Oración:
Dios; gracias por ser mi Padre perfecto y amoroso. Anhelo tener
comunión contigo y depender cada día de tu eterno amor. Amén
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Serie de estudios bíblicos
Lecturas bíblicas: Génesis 18:16-33; 19:29; Éxodo 17:8-13; 2 Crónicas 7:14; Jeremías 29:7;
Ezequiel 22:29-31; Juan 17; 1 Timoteo 2:1-4; Santiago 5:16
Preguntas de reflexión:
1. ¿Es la oración un medio para disfrutar individualmente de la presencia de Dios?
2. ¿Cuáles son los principios elementales de la oración intercesora de Cristo por sus discípulos?
3. ¿Cómo puedo utilizar la oración para el beneficio de mi prójimo?
Introducción
Como hemos estudiado, la oración es un medio para dialogar con Dios y
presentarle nuestros conflictos, necesidades, problemas y para recibir su
ayuda. En esta ocasión estudiaremos como la oración puede ser utilizada
para el beneficio de nuestro prójimo.
Ante esta desagradable noticia, el patriarca Abraham reacciona intercediendo ante Dios para que
no destruya a los ciudadanos justos que habitan en estas ciudades. En su intercesión apela a la
compasión y misericordia de Dios para que cambie sus planes de juicio y destrucción. Ante esta
oración intercesora, Dios no respondió satisfactoriamente a todos los detalles de la petición de
Abraham; sin embargo, decide salvar a su sobrino Lot y a su familia. “Así arrasó Dios a las
ciudades de la llanura, pero se acordó de Abraham y sacó a Lot de en medio de la catástrofe
que destruyó a las ciudades en que había habitado.” (Génesis 19:29).
Es muy común entre los cristianos indignarse y desatar juicios por la violencia, depravación,
corrupción e inmoralidad que se practica en nuestras ciudades y comunidades; sin embargo, la
actitud intercesora del patriarca Abraham nos sirve de modelo para orar
y suplicar ante Dios en favor de nuestras comunidades, pueblos y “Mientras tanto,
naciones. Es nuestra responsabilidad cristiana interceder por nuestras ustedes nos
naciones como le aconsejó Jeremías a sus conciudadanos al decirles: ayudan orando
“busquen el bienestar de la ciudad adonde los he deportado, y pidan al por nosotros.”
(2 Corintios 1:11)
En su oración al Padre, el Señor interese para que sus discípulos disfruten de la plenitud de la
“vida eterna” (V. 3); para que en medio de las pruebas, adversidades y dificultades de la vida y el
ministerio sean protegidos “con el poder de tu nombre” (v. 11); de esta manera, podrán cumplir
con la misión evangelizadora y discipuladora en el mundo, también pide que sean guardados de
los ataques y sutilezas “del maligno” (v. 15). Además, intercede “para que todos sean uno. Padre,
así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el
mundo creía que tú me has enviado.” (v. 21). Por último, ora para que todos sus discípulos sean
santificados “en la verdad” (v. 17) y para que lleguen a ver su “gloria, la gloria que me has dado
porque me amaste desde antes de la creación del mundo.” (v. 24).
Esta actitud del Señor de interceder por sus discípulos en el momento más difícil de su vida y
ministerio, destaca su decisión de olvidarse de su interés personal para clamar por el bienestar y
la seguridad de sus seguidores. De igual manera, los cristianos debemos desprendernos del
egoísmo e interés personal para interceder a Dios en favor de nuestro prójimo, como dice el
apóstol Pablo: “Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y
acciones de gracias por todos.”, al practicar la oración intercesora lograremos tener “paz y
tranquilidad” en nuestras comunidades y llevar “una vida piadosa y digna.” (1 Timoteo 2:2), ya
que “esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador.” (1 Timoteo 2:3).
3. Aplicación personal
Así como Abraham y el Señor Jesucristo aplicaron la oración para interceder en favor de otras
personas, los cristianos debemos interiorizar la convicción de que Dios busca intercesores
quienes, como sacerdotes, le rueguen por las necesidades del prójimo y por el bienestar de
nuestras comunidades.
Preguntas para dialogar
Objetivo de la lección: Resaltar la vida y el ejemplo del Señor Jesús como la persona que utilizó
la oración para depender y dialogar con Dios el Padre.
Lecturas bíblicas: Marcos 1:35; Lucas 6:12-13; 11:1; 22:31-46; Hebreos 5:7
Preguntas de reflexión:
1. Si Jesús era el hijo de Dios ¿Por qué tuvo que practicar la oración?
2. ¿Qué principios de la vida de oración modeló el Señor Jesús?
3. ¿Cuál es la importancia de la oración en la vida y el ministerio del Señor Jesús?
Introducción
El Señor Jesucristo enseñó y demostró con su vida la importancia de
mantener una correcta relación con Dios a través de la oración. Su vida y
ejemplo nos enseña algunos principios claves para desarrollar la
disciplina de la oración, a disfrutar de la comunicación con Dios y a
depender de Él para enfrentar las vicisitudes y tentaciones de la vida.
El Señor Jesús, durante el ejercicio de su ministerio, practicó la oración en todas las facetas de su
vida, por ejemplo: antes de iniciar su ministerio público se retiró al desierto a orar y “ayunó
cuarenta días y cuarenta noches” (Mateo 4:1); luego, antes de elegir a sus discípulos y futuros
apóstoles de la de Iglesia “pasó toda la noche en oración a Dios. Al llegar la mañana, llamó a sus
discípulos y escogió a doce de ellos” (Lucas 6:12-13); también oraba continuamente antes de
realizar sus responsabilidades ministeriales diarias y se despertaba “cuando todavía estaba
oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar.”
(Marcos 1:35). Además, cuando se enfrentaría a las pruebas más difíciles de su vida y de su
ministerio, es decir, su arresto, pasión, crucifixión y muerte se retiró “como de costumbre, se
dirigió al Monte de los Olivos y sus discípulos los siguieron… Entonces se separó de ellos a una
buena distancia, se arrodilló y empezó a orar…” (Lucas 22:39-41). Es interesante notar que “un
día estaba Jesús orando en cierto lugar” y cuando concluyó su oración,
sus discípulos se le acercaron y “le dijo uno de sus discípulos: -Señor, “La comunión
enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos.” (Lucas 11:1- íntima de Jehová
es con los que le
2). Es muy probable que su ejemplo motivó a sus discípulos a solicitarle
temen.”
que les enseñara a orar con mayor efectividad y precisión. (Salmos 25:14)
b. Desahogar su presión interna. Cuando el Señor llegó al huerto del Getsemaní a orar, llevaba
consigo una profunda nostalgia y, con sencillez y sinceridad, les comparte a sus discípulos el dolor
interno de su alma y les dice: “Es tal angustia que me invade, que me siente morir-les dijo-.
Quédense aquí y manténganse despiertos conmigo.” (Mateo 26:38-39). Esta faceta de la práctica
de la oración es vital para mantener una buena salud espiritual y emocional, lo cual implica
desahogar nuestras frustraciones y presiones internas en oración con la finalidad de traspasarle
a Dios nuestras “ansiedades” (1 Pedro 5:7), para que Él tome el control de ellas y confiar que en
su amor encontraremos la paz. (comp. 1 Samuel 1:9-17).
c. Fuerza para vencer la tentación. El Señor Jesús conocía a sus discípulos y las debilidades de
cada uno de ellos; por esta razón, cuando se avecinó la prueba más difícil para sus vidas, les
aconsejó: “Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El Espíritu está dispuesto, pero
el cuerpo es débil.” (Mateo 26:41). Los cristianos que han logrado superar sus debilidades y
tentaciones, han encontrado en la oración la fortaleza moral y espiritual para prevalecer ante
ellas.
d. Fortaleza para hacer la voluntad de Dios. Desde su nacimiento hasta su muerte, el Señor Jesús
comprendió que debía morir en la cruz en favor de la salvación de la humanidad (Mateo 16:21);
sin embargo, en vísperas de su pasión y muerte, buscó confirmar la voluntad de Dios y oró:
“Padre, si quieres, no me hagas beber este trago amargo, pero no se cumpla mi voluntad, sino
la tuya.” (Lucas 22:42). Con esta frase reafirma su deseo de cumplir con la voluntad del Padre
Celestial. De igual manera, los cristianos encontramos comprensión de la voluntad de Dios y
fortaleza espiritual para agradarle en todas las áreas de nuestra vida.
Preguntas para dialogar