Sei sulla pagina 1di 3

Liliana Bernal Moreno, jueza 35 penal de

La problemática conocimiento de Bogotá y autora de la


sentencia contra Rafael Uribe Noguera por
del feminicidio en feminicidio agravado, secuestro simple y
acceso carnal violento.

Colombia
El día de hoy hemos tenido la oportunidad de
compartir algunas palabras con la Dra.

Su sentencia fue la ganadora en los premios de genero


y justicia al descubierto de la organización Womens Link Worldwide, lo cual representa un hito en el
país, pues es a primera sentencia que juzga como un feminicidio el asesinato de una niña y por
primera vez se reconoce que el delito de feminicidio puede cometerse en contextos diferentes al de
las relaciones de pareja.
Iniciamos la entrevista con unas breves aclaraciones conceptuales a cerca de como debe entenderse
el delito de feminicidio. Así pues, la Dra. Liliana nos explica que el feminicidio ocurre cuando “una
persona le causa la muerte a una mujer en razón de su género”. A pesar de la complejidad que se
encuentra dentro de este nuevo tipo penal, esta breve definición abarca lo que debe entender la
comunidad como el feminicidio y contrastarlo de un homicidio ordinario.
Señala que, anteriormente, existía una “agravación punitiva” en el Art. 104 del Código Penal
cuando se causaba la muerte de una mujer. En principio, este agravante reconocía una posición de
debilidad de la mujer. Sin embargo, lo que se logra con el reconocimiento del feminicidio como
delito es que el Legislador, quien es el que crea las normas y los códigos que regulan las conductas
de la sociedad, reconozca que no solo existe una situación de inferioridad y debilidad de la mujer
en determinados conflictos, sino que además se reconoce que esta circunstancia tiene su origen en
una serie de eventos culturales, políticos y sociales en la historia del Colombia donde la cultura
patriarcal y machista se ha impuesto sobre la los derechos y libertades de la mujer que re reflejan
en la desigualdad, la discriminación, la violencia, etc.
La juez nos comenta que, a pesar de la tipificación penal del feminicidio, esto no ha sido suficiente
para abordar con eficacia dicha problemática: “El país se encuentra sobre diagnosticado”, ya se ha
estudiado e investigado desde diferentes áreas del conocimiento la problemática del feminicidio, ya
se entiende que dicho conflicto genera situaciones de discriminación contra la mujer y provoca
violencia contra la misma. También, existen diversos mecanismos y herramientas promovidas por
diferentes instituciones del estado como la secretaria de salud, La Fiscalía, Planeación Nacional,
etc. Cuya función es prevenir y tratar la problemática del feminicidio y, sin embargo, esta excesiva
producción de legislación no ha producido frutos. “El verdadero problema es la cultura”, la Doctora
explica que si no se deja de pensar en el feminicidio como un problema individual y empieza a
considerarse un problema de salud pública, no vamos a lograr un cambio circunstancial en la
sociedad colombiana ni en el mismo feminicidio.

Por otro lado, con el trágico caso de Rosa Elvira Cely, surge la Ley 1761 de 2015, por el cual se
logró materializar la problemática del feminicidio, creando un tipo penal con este nombre. La Dra.
Liliana nos explica que, por un lado, la ley ha sido positiva a la hora de visibilizar y concientizar la
problemática del feminicidio. Pero, analizando las estadísticas nos podemos dar cuenta que también
ha sido insuficiente toda vez que no el trabajo de las autoridades no ha sido el efectivo a la hora de
investigar y atacar el problema.
Nos menciona que su acercamiento profesional hacia este tema ha sido frustrado pues, teniendo en
cuenta que el sistema penal que tenemos ahora en Colombia, al tener una tendencia “acusatoria”
restringe de forma relevante las facultades del juez y por eso mismo tienden a limitar su decisión al
trabajo que realicen las partes en el proceso (tanto defensa como acusado). Es por lo mismo que la
mala praxis de la fiscalía a la hora de investigar cierto delito impide que siquiera el termino de
feminicidio llegue al juicio y se termine condenando al acusado por homicidio ordinario o cualquier
otro delito que, dadas las circunstancias y hechos, es evidente que se trataba de un feminicidio.
Inclusive, el tema se ha limitado tanto que la mayoría de los casos que se judicializan por el delito
de feminicidio solo ocurren cuando se tratan de problemas de pareja o se encierran dentro de la
esfera personal, sabiendo que el feminicidio es un problema que abarca tanto a la esfera personal
como a la pública y se puede cometer sin que exista el requisito de ser parejas o tener una relación
sentimental con la víctima. A modo de ejemplo nos expone situaciones en las cuales también se
puede presentar el feminicidio fuera de la esfera individual como el “feminicidio obstétrico” donde
se considera la muerte de mujeres a manos de personal medico inescrupuloso, ya sea por
negligencia o porque pierden la vida por falta de insumos o fallas en la esterilización.
Con respecto al polémico y trágico caso de la niña Yuliana Samboni, le preguntamos si consideraba
que el Estado de había cumplido a la niña: “No, el estado no le ha cumplido a Yuliana” Condenar al
victimario no es cumplirle a la niña pues sigue siendo el día en el que el Estado no ha invertido en
la educación de las niñas en relación al abuso y la esclavitud sexual a la que puede llegar una de
ellas así como termino Yuliana, El Estado no ha promovido herramientas y controles eficaces sobre
el embarazo adolescente, el Estado no ha cumplido con la educación de la sociedad para que esta,
mas que reconocer la problemática, se concientice y actúe para prevenir la muerte de mas niñas y
mujeres en razón de su género.
Para finalizar, ante la pregunta de ¿Cuál sería su consejo para que toda la gente que no esta
familiarizada con el mundo jurídico sea consciente y actúe frente a esta problemática del
feminicidio?, la Dra. Liliana responde que “La principal base para solucionar esta problemática es
la educación”. La educación debe empezar desde la infancia, y esto involucra instituciones sociales
como el colegió y la familia. Se debe promover una formación en valores y conductas que le
permitan a los jóvenes separarse de la cultura retrograda, violenta y machista que permite el
crecimiento de ideas de superioridad en razón del genero y la cultura. También, para la gente mayor
que ya tiene arraigado dentro de su consciente ideas discriminatorias y machistas, se necesita un
proceso personal de introspección y autocuestionamiento que facilita el reconocimiento de
conductas de discriminación y de violencia contra la mujer.
El derecho penal debe seguir entendiéndose como la “ultima instancia” a donde debe llegar
cualquier conflicto y mas uno como el feminicidio. La gente debe visibilizar este conflicto y
solucionarlo antes de que llegue a un juicio penal, pues para este momento la victima ya esta muerta
y nada puede hacerse para devolverle la vida.

Potrebbero piacerti anche