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Artículo 553 - NACI - Cód. Civil y Comercial (P.L.N.) / Ley 26.994 (P.L.N.) - 9999-12-31 Artículo 553 - NACI
- Cód. Civil y Comercial (P.L.N.) / Ley 26.994 (P.L.N.) - 9999-12-31 CCC Derecho de visitas en favor de una
abuela. Conducta reticente de la progenitora. Ejecución de la sentencia. Medidas pedagógicas. Maltrato infantil.
Tareas comunitarias. Artículo 557 - NACI - Cód. Civil y Comercial (P.L.N.) / Ley 26.994 (P.L.N.) - 9999-12-31
Artículo 557 - NACI - Cód. Civil y Comercial (P.L.N.) / Ley 26.994 (P.L.N.) - 9999-12-31 CCC Derecho de
visitas en favor de una abuela. Conducta reticente de la progenitora. Ejecución de la sentencia. Medidas
pedagógicas. Maltrato infantil. Tareas comunitarias. Voces: ABUELOS ~ DERECHOS DEL MENOR ~
EJECUCION DE SENTENCIA ~ REGIMEN DE VISITAS
Hechos:
La abuela de una niña promovió demanda ejecutiva a fin de lograr el cumplimiento de la sentencia que
determinó un régimen de visitas a su favor y dispuso la intervención del Equipo de Régimen de Comunicación
Asistido del CAI. El juez le hizo lugar.
Sumarios:
1 . Una serie de medidas pedagógicas deben decretarse a fin de lograr el efectivo cumplimiento de la sentencia
firme que estableció que una menor tiene derecho a comunicarse, a visitar y mantener contacto con su abuela,
con el objeto de atacar la raíz de la obstrucción que viene dada por la negativa injustificada de la madre, quien
con su conducta y actitudes ha demostrado un desinterés por el cumplimiento de las resoluciones judiciales
dictadas en protección de los derechos de su pequeña hija, sin dimensionar el daño que esto puede causar a su
psiquis.
2 . Ante la actitud obstructiva de la demandada en relación al sistema de visitas fijado por sentencia judicial
firme en favor de la abuela de su hija, debe darse intervención a las autoridades administrativas encargadas de
aplicar las medidas de protección de derechos que prevé la ley 26.061, pues su conducta implica una especie de
maltrato infantil, dado que privó a la menor de contar con todo aquello que las abuelas dan desinteresadamente.
3 . La progenitora que ha tomado una conducta obstruccionista respecto del cumplimiento de la sentencia —que
fijó un régimen de visitas en favor de la abuela de su hija— deberá realizar trabajos comunitarios en
dependencias de los hogares donde se alojan los niños institucionalizados por el sistema de protección de
derechos, a fin de que pueda apreciar las posibilidades que su actitud reticente está haciendo perder a su pequeña
hija.
Texto Completo:
1ª Instancia.- Mendoza, abril 6 de 2017.
Considerando:
La presentación de la Sra. M. R. F. a fs. 9/10 interponiendo demanda ejecutiva a fin de lograr el
cumplimiento de la sentencia de este mismo Juzgado que determina un régimen de visitas a su favor con su
nieta, la niña C. B., que se encuentra firme a la fecha.
Manifiesta que en Abril de 2015 este Juzgado dictó la sentencia disponiendo un régimen de visitas de dos
días al mes por espacio de cuatro horas entre la actora y su nieta y se dispuso la intervención del Equipo de
Ofrece su domicilio para que se lleven a cabo las visitas y critica el informe psicológico presentado por la
demandada.
A fs. 65 emite su dictamen la Sra. Asesora de Menores solicitando la intervención de la Fundación Accionar
a fin de evaluar la posibilidad de restablecer el contacto de C. con la actora.
Que a fs. 67 se dicta el auto de sustanciación y no existiendo prueba pendiente de producción, quedan los
autos para resolver.
La ejecución de la sentencia de régimen de comunicación:
Que el derecho a la debida comunicación de un niño con sus familiares se plantea como un problema en caso
de crisis familiares después de la separación de los padres, o por otras diversas circunstancias que generan la
necesidad de organizar sistemas o dispositivos eficaces para lograr destrabar la conflictiva y permitir al niño el
pleno ejercicio de sus derechos.
Este derecho es de raigambre constitucional y comprende una amplia gama de situaciones que consolidan
una misma y concreta realidad, el contacto entre padres e hijos.
El trámite ejecutivo impreso a las presentes actuaciones demuestra esa conflictiva entre la actora y la madre
de la niña, en que ha quedado entrampada la pequeña, quien lleva la mitad de su vida sin tener contacto ni
comunicación con su abuela que, además, ha luchado en todas las instancias judiciales para lograr visitar a su
nieta.
Surge con total claridad la actitud obtruccionista de la demandada en relación a la posibilidad de que la
abuela paterna vea y se comunique con C.
Así lo destaca la Dra. E. O., Asesora de Menores, a fs. 65 y así lo considero probado en estos autos en que
una vez más intenta entorpecer esa vinculación, generando sin dudas un gravísimo perjuicio en la pequeña al
privarla del derecho de mantener una comunicación con su familia.
Las medidas eficaces para el cumplimiento de la sentencia:
El art. 557 del Cód. Civil y Comercial de la Nación otorga al Juez la facultad para imponer medidas
razonables para asegurar la eficacia al responsable del incumplimiento reiterado del régimen de comunicación.
La norma resulta una concreción de los principios sentados en la Convención de los Derechos del Niño en
materia asistencial, cuyos arts. 3°, 4°, 12 y 27, entre otros, establece reglas específicas que deben aplicarse a los
casos particulares, como por ejemplo: el Interés Superior del Niño tendrá consideración primordial en todas las
medidas concernientes a los niños; todo niño tiene derecho a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico,
mental, espiritual, moral y social; los padres u otras personas encargadas del niño tienen la responsabilidad
primordial de proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos, las condiciones de vida
necesarias para el desarrollo del niño; y los Estados partes deben tomar todas las medidas apropiadas,
incluyendo la celebración de acuerdos internacionales, para asegurar el pago de los alimentos por parte de los
padres u otras personas responsables, en particular, cuando tales personas vivan en un Estado distinto de aquel
en que resida el niño; se garantiza al niño el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que
lo afecten (conf. Pitrau, Osvaldo Felipe. “Alimentos para los hijos: el camino desde la Convención de los
Derechos del Niño hasta el Cód. Civil y Comercial de la Nación, en Derecho de las Familias, Infancia y
Adolescencia”, p. 390. infojus.com.ar).
Ahora bien, los arts. 553 y 557 Cód. Civ. y Comercial tienen su fuente en el derecho comparado, y también
en las experiencias de las legislaciones provinciales, los aportes de la doctrina y alguna jurisprudencia que la
despojó de las rígidas estructuras procesales, operan a la manera de cierre del plexo normativo orientado a la
eficacia de la sentencia de alimentos y de régimen de comunicación, a la vez que facultan al juez para disponer
“medidas razonables” para asegurar el cumplimiento de lo fijado en la sentencia.
En nuestro país se ha comenzado a abrir un camino muy interesante por parte de jueces preocupados por la
eficacia de la sentencia y en consecuencia se ha comenzado a observar la imposición de sanciones para los casos
de incumplimientos de cuotas alimentarias, como condenas pecuniarias al estilo de las astreintes, que pueden
aplicarse para forzar al deudor alimentario al cumplimiento oportuno, fijándose en un porcentaje de la cuota que
se devenga por día a partir del primer día de retraso de cada periodo, una vez notificada y ejecutoriada la
resolución que las impone, o la inscripción en los registros de deudores alimentarios morosos que genera, entre
otras consecuencias, que los inscriptos no pueden obtener licencias o permisos de las instituciones u organismos
públicos provinciales, ni ser designados como funcionarios jerárquicos en la administración pública, o ser
proveedores de ningún organismo del Estado, como tampoco pueden ser postulantes a cargos electivos de la
provincia, desempeñarse como magistrados o funcionarios del Poder Judicial, obtener viviendas sociales, etc.
Asimismo, se viene abriendo camino, una línea jurisprudencial que ha comenzado a volcar todas estas
experiencias a los sistemas de comunicación entre niños y sus familiares, cuando ese vínculo se ve
obstaculizado por otro familiar.
En nuestro caso, la sentencia de este Juzgado y la intervención del Equipo de Régimen de Comunicación
Asistido del CAI y más tarde la confirmación de la sentencia por parte de la Cámara de Apelaciones de Familia
determinaron que C. tiene derecho a comunicarse, a visitar y mantener contacto con su abuela, y ese derecho
debe hacerse efectivo, debe concretarse a través de medidas enérgicas y pedagógicas que ataquen la raíz de la
obstrucción, que, lamentablemente, viene dada por la negativa injustificada de la madre, Sra. I. S. que con su
conducta y actitudes ha demostrado un desinterés por el cumplimiento de las resoluciones judiciales dictadas en
protección de los derechos de su pequeña hija, sin dimensionar el daño que esto puede causar a su psiquismo.
En este orden de ideas estimo necesario articular una serie de medidas tendientes a lograr el efectivo
cumplimiento de la sentencia ejecutada, que se encuentra firme por haber sido confirmada por la Alzada
Las medidas razonables en particular:
A la hora de establecer pautas y criterios para propender a la eficacia de una sentencia, entiendo que los
parámetros sentados por los antecedentes jurisprudenciales descriptos (en relación al cumplimiento de la
sentencia que fija alimentos) se aplican también a los casos de resoluciones judiciales que determinan regímenes
de comunicación a favor de un niño.
Ello así, desde que uno de los tantos principios o valores axiológicos sobre los cuales se edificó el Cód. Civ.
y Comercial es el de realidad, la cual se muestra compleja y en constante movimiento. En este contexto,
sanciones que pueden ser una buena medida disuasiva en el marco de un grupo familiar en conflicto pueden no
serlo en otro, de allí que la nueva legislación abre el juego a que se puedan proponer distintos tipos de medidas
según la cultura interna del grupo familiar en conflicto. Así, si una persona suele viajar bastante al exterior,
impedir la renovación del pasaporte y la consecuente restricción de salida del país podría ser una medida, más
efectiva que una sanción pecuniaria, ante el incumplimiento reiterado del respeto por el derecho de
comunicación. También, si una persona es hincha fanático de un club de fútbol y por ello concurre todos los
fines de semana a la cancha, la suspensión del ingreso al estadio o de su carácter de socio de la institución
podría ser también una medida hábil a los fines que se pretende.
En consecuencia, esta regulación delega en las habilidades de los abogados y los jueces en solicitar —los
primeros— y ordenar —los segundos— las distintas medidas que podrían ser pertinentes según la conflictiva
familiar que se presenta, a la vez que permite respetar ciertas medidas que son propias de algunas jurisdicciones
locales, que crean y regulan registros en cuyas nominas incluyen a quienes obstruyen vínculos familiares, como
el caso de nuestra provincia.
Si está claro que el fin del Derecho es el de producir un cambio en la realidad, es insuficiente el
pronunciamiento de un juez relativo a la existencia de una obligación, como contrapartida de un derecho, si
luego ésta no se hace efectiva. El término “eficacia” hace alusión al logro de la finalidad del Derecho, al
cumplimiento de una norma ya sea general o individual (resolución judicial) y frente a la falta de observancia
voluntaria de un precepto jurídico, debe operar la tutela jurisdiccional.
En nuestro caso, se ordenarán las siguientes medidas razonables:
1) La compulsa penal:
De lo expuesto surge habilitada la vía para disponer el apercibimiento dispuesto en autos, a fs. 21 pto. I y en
consecuencia, disponer la intervención de la Justicia Penal a fin de investigar la posible comisión de los delitos
de impedimento de contacto de personas menores de edad, tipificado por la ley 24.270 y el de incumplimiento
de las resoluciones judiciales, previsto por el art. 239 C. Penal (desobediencia).
Es que la actitud asumida por la demandada a lo largo de estos trámites que buscan la satisfacción del
derecho de C. a la vida familiar, debe ser desalentada y modificada por la vía que sea necesaria.
A lo largo del trámite de determinación de régimen de comunicación, durante la apelación y en este proceso
ejecutivo, sólo ha demostrado su falta total de interés en el cumplimiento del derecho de su hija a mantener
contacto con su abuela paterna, reconocido por sentencia firme de este Juzgado de Familia.
Las excusas planteadas no alcanzan a conmover esta conclusión y solo buscan hacer más profundo ese
distanciamiento entre la niña y la familia paterna.
Así, por ejemplo, el informe de la psicóloga tratante de fs. 29/30 no desaconseja en ningún momento la
relación de C. con su abuela. Por otro lado, las medidas de prueba ofrecidas por la demandada en la presente,
sólo tenían una actitud dilatoria, etc.
Puedo asegurar que se encuentra acreditado el incumplimiento infundado de la demandada con la sentencia
de este Juzgado y en consecuencia, corresponde disponer que la Justicia Penal investigue las conductas de la
misma para que en el caso de encuadrar en figuras delictivas típicas de la ley 24.270 y del art. 239 Cód. Penal,
se aplique la sanción respectiva.
2) La intervención del organismo de protección contra el maltrato infantil (OAL):
Por otro lado, puedo aseverar que la conducta obstructiva en la demandada en relación al sistema de visitas
fijado por sentencia judicial firme, implican una especie de maltrato infantil.
Como dije más arriba, C. tiene derecho a la vida familiar reconocido por la Convención de los Derechos del
Niño y por la ley 26.061 que, junto con la ley 6354 de Mendoza, articulan el eje central de los derechos
reconocidos a los niños.
La niña, a partir de la actitud y conducta omisiva y obstructiva de la madre, se ha visto privada durante la
mitad de su vida de contar con las experiencias, valores, vistitas, cariño, afectuosidad, regalos, enseñanzas, etc.
de parte de su abuela paterna que no ha bajado los brazos en una incesante lucha judicial para que su nieta
cuente con todo aquello que las abuelas dan desinteresadamente.
Tengo claro que esa actitud obstruccionista constituye una forma de maltratar a una pequeña niña de cinco
años: quitarle la posibilidad de conocer a su abuela, jugar, reír con ella, aprender de ella, obtener consejos,
compañía, obsequios, etc., resulta despreciable cuando tiene como víctima a una niña y es una especie de
maltrato.
Por lo expuesto, estimo necesario dar intervención a las autoridades administrativas encargadas de aplicar
las medidas de protección de derechos que prevé la ley 26.061.
Ello, como dije, atento la posibilidad de que la niña pueda ver involucrado el normal ejercicio de sus
derechos a la adecuada comunicación con el resto de su familia u otros de igual o mayor importancia, ya que el
impedimento u obstaculización del contacto de una niña puede constituir, reitero, una forma de maltrato infantil
que este Juzgado no va permitir en modo alguno.
Así expuesto, atento el sistema de protección integral de los derechos de los niños, consagrado por los arts.
1, 3, 32 ,37, 40 y cc de la ley 26.061, considero que la difícil situación familiar debe ser abordada por el Órgano
Administrativo Local - OAL correspondiente al domicilio de la niña, ya que existen signos de vulnerabilidad
familiar que autorizan el abordaje del mencionado organismo, todo de conformidad con las disposiciones de la
mencionada ley 26.061, en este sentido, es sabido que la ley despliega su ámbito protector hacia el grupo
familiar, tal y como lo dispone en su art. 4° “las políticas públicas de niñez y adolescencia se elaborarán de
acuerdo a las siguientes pautas: a) fortalecimiento del rol de la familia en la efectivización de los derechos de las
niñas, niños y adolescentes;...”, en el mismo sentido, en su art. 7°, expresa “...El padre y la madre tienen
responsabilidades y obligaciones comunes e iguales en lo que respecta al cuidado, desarrollo y educación
integral de sus hijos. Los organismos del Estado deben asegurar políticas, programas y asistencia apropiados
para que la familia pueda asumir adecuadamente esta responsabilidad y para que los padres asuman, en igualdad
de condiciones, sus responsabilidades y obligaciones”; en este orden de ideas, con relación al caso que nos
ocupa, este Juzgado puede establecer parámetros, pero la toma de medidas tendientes al fortalecimiento familiar,
le corresponde al Estado; por lo tanto, entiendo que es ahora cuando debe hacerse visible lo dispuesto en el art. 7
última parte de la mencionada norma, considerando que los profesionales de O.A.L. deben disponer aquellas
medidas que sean necesarias para que la familia fortifique sus roles tanto en lo intrafamiliar como en lo social, a
los fines de seguir los lineamientos protectores de la ley 26.061 y de asegurar que no se vulneren los derechos
de C.
En consecuencia, se dispondrá la citación de los profesionales del OAL de Capital para asumir la
intervención aquí acordada.
3) La terapia bajo mandato:
Atento que el Juez de Familia se encuentra habilitado para disponer terapias o tratamientos socioeducativos
a fin de amparar a los hijos y a la familia, sin que ello implique una vulneración a la intimidad o a la libertad de
las personas (del voto en disidencia del Dr. Guardiola en LA LEY BA 2010 Junio, 545-LA LEY BA 2010
Octubre, 1004, con nota de Sabrina M. Berger), y de conformidad con lo que vengo sosteniendo, se dispondrá la
obligación a la Sra. S. de realizar o continuar realizando tratamiento psicológico con acreditación al Juzgado del
estado de avance del mismo.
En tal sentido ha dicho la CN Civil Sala K, también en un caso de régimen de visitas “...se ha propiciado
moderadamente la tendencia de que el Juez debe actuar bajo un modelo de justicia en donde no prevalezca la
contienda, el magistrado no actúe como mero órgano legal, controlando el cumplimiento de las leyes de fondo y
de rito para llegar a una sentencia formalmente válida, pero que no soluciona el problema existente en la familia,
sino se trata de que la misma se oriente fundamentalmente a obtener soluciones conducentes para resolver
racionalmente los conflictos, en los que el principal afectado es el menor (CNCiv. Sala K, del 13/03/2000 (ED.
195-543) De este modo se resolvió la terapia bajo mandato.
Señala Molina que, sobre todo cuando hay niños de por medio, el juez puede disponer terapias o
tratamientos socioeducativos para los mayores, con el alcance de terapias bajo mandato judicial, sin que pueda
alegarse agravio alguno a la intimidad o libertad de las personas, pues se está amparando a los hijos en forma
inmediata y a la familia en forma mediata (Molina Alejandro “La violencia familiar ante un juez y un proceso
que ayudan a superarla”, en Derecho de Familia Revista Interdisciplinaria de Doctrina y Jurisprudencia, n° 24,
pág. 99 y ss, Lexis - Nexis, Abeledo Perrot).
Que atento las consideraciones vertidas en el apartado referente a la intervención de las autoridades
administrativas de protección contra el maltrato infantil, la terapia que deberá obligatoriamente efectuar la
madre la de la niña, busca lograr destrabar la existencia de conflictos o modalidades de interacción, etc. que
entorpezcan a la niña el ejercicio de sus derechos.
Por lo demás, la ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes N° 26.061 ha
admitido en su art. 37 inc. f la adopción de tratamientos de esta índole como medidas de protección, siguiendo el
camino de muchas regulaciones provinciales que establecen su obligatoriedad (Santa Fe, Río Negro, San Juan,
Santa Cruz; v. Galli Fiant, María Magdalena “Los complejos caminos de la protección integral de derechos de
niños y adolescentes” LA LEY, Litoral 2009, junio, 511).
En consecuencia, y con la finalidad de lograr que la demandada comprenda cabalmente la necesidad de
priorizar los derechos e intereses de su hija por sobre los conflictos que mantengan las personas adultas de la
relación parental o familiar extensa, se impondrá a la misma la obligación de realizar o continuar realizando
tratamiento psicológico en miras al fortalecimiento en el rol parental y acompañamiento de la evolución de la
niña frente a su terapia; y para que pueda visualizar y modificar cuáles son sus características que le impiden en
el adecuado ejercicio del rol materno en el proceso vincular de la niña con el resto de su familia extensa.
4) El punto de encuentro familiar:
Entiendo que el caso que ha puesto de manifiesto que la dinámica familiar atraviesa dificultades que afectan
considerablemente el derecho a la comunicación y vinculación, encuadra perfectamente en las previsiones de la
ley mendocina 8647 que crea los llamados “puntos de encuentro familiar” bajo la órbita de la SCJMza., en
nuestra provincia y que, a pesar de no encontrarse aún reglamentada, nada obsta a su aplicación.
Es que por aplicación del art. 83 inc. f de la ley 6354, reformado por la ley 8647, se encuentra entre las
facultades del Juez de Familia la de ordenar que el régimen de visitas y comunicación entre el niño, niña o
adolescente con uno o ambos progenitores, con el titular de un derecho subjetivo familiar o con una persona que
acredite un especial vínculo afectivo con el menor de edad, se desarrolle en los Puntos de Encuentro Familiar,
siempre que las circunstancias del caso así lo requieran.
Los Puntos de Encuentro Familiar son un espacio cuya finalidad principal es garantizar, promover y
efectivizar el derecho a la comunicación y vinculación que tiene todo niño, niña y adolescente, en función de las
indicaciones que, en su caso, establezca la autoridad judicial o administrativa competente, (art. 2) y su objetivo
principal es producir, facilitar y acompañar el encuentro y la vinculación de niños, niñas y adolescentes con sus
padres, familiares y demás personas relacionadas, sea mediante derivación de autoridad judicial o administrativa
competente.
Técnicamente, el Punto de Encuentro Familiar es un organismo técnico especializado en concretar el
régimen comunicacional en situaciones de ruptura familiar, facilitando el ejercicio del derecho de los niños,
niñas y adolescentes a mantener la relación personal con ambos progenitores, otros familiares y referentes
afectivos. Trasciende en una intervención de carácter temporal, llevada a cabo por profesionales en un espacio
idóneo y neutral, que tiene como objetivo principal la normalización de las relaciones familiares, garantizando
durante su desarrollo la seguridad de los usuarios del programa.
El mismo artículo prevé que la actuación de estos espacios esté a cargo de un equipo técnico
interdisciplinario y será de carácter subsidiario y temporal.
Puede afirmarse que el Punto de Encuentro Familiar es un servicio especializado para aquellos casos que por
la conflictiva familiar no puede resolverse con una sentencia o que su resolución no cumplió el fin buscado, o
cuando existen factores que imposibilitan la relación comunicacional de los niños, niñas o adolescentes con los
padres o con alguno de ellos u otros parientes o personas vinculadas afectivamente, y se torna necesario conocer
el desarrollo y desenvolvimiento de las circunstancias puntuales por las que atraviesa la vinculación para
comprender las causas que impiden su normal desarrollo.
De allí que, mientras la ley no se reglamente y en consecuencia contemos en nuestra provincia con la
efectivización institucional de estos espacios, debamos implementarla con esfuerzos de los recursos con que
actualmente cuenta el Poder Judicial y la Sociedad Civil, cuya intervención consistirá en favorecer las relaciones
entre el niño y sus familiares y colaborar en el cumplimento del régimen de visitas fijado por la autoridad que
haya derivado el caso (conf. art. 3), quienes a todo evento deberán respetar los principios de intervención que la
propia ley impone: a) Interés Superior del menor de edad, es decir la máxima satisfacción, integral y simultánea
de los derechos y garantías reconocidos en esta Ley, y de conformidad a las previsiones del art. 3 ley 26.061; b)
Neutralidad, es decir sin vinculación a ningún grupo ideológico, político o religioso y evitando interferir en su
desempeño profesional sus propios valores o circunstancias personales, actuando únicamente con el fin de
proteger el interés superior del menor de edad; c) Confidencialidad, o sea que los datos e informes que se
elaboren a raíz de la actuación de los equipos técnicos solamente serán facilitados cuando sean requeridos por
Autoridad Competente; y d) Subsidiariedad y transitoriedad, por los que la actuación de los Puntos de Encuentro
Familiar sólo se realizará mientras sea el mejor o único medio posible para facilitar las relaciones entre los
niños, niñas y adolescentes y su familia.
Habiendo dejado bien en claro que estamos frente a un caso de maltrato infantil generado por la madre de C.
y atento la sugerencia efectuada por la Dra. E. O., Asesora de Menores, encomendaré a los profesionales de la
Fundación Accionar, especialistas en la temática de la lucha contra el maltrato infantil, la intervención y
asistencia para “evaluar la posibilidad de reestablecer el contacto de C. con la actora” (del dictamen del
Ministerio Pupilar de fs. 65) y funcionar como una especie de punto de encuentro familiar con facultades para
convocar a reuniones, efectuar entrevistas a los miembros de la familia nuclear y extensa, proponer sistemas de
comunicación o determinar los requisitos que deberán verificarse para ese fin, etc. debiendo, considerar la
situación particular de las partes en la proyección de un plan que tenga presente las modalidades que la ley
propone en su art. 5 (a.- Encuentros Supervisados: Son aquellos encuentros derivados por la Autoridad
Competente y que deben realizarse bajo la supervisión del equipo técnico del Punto de Encuentro Familiar, b.-
Encuentros Familiares:. El desarrollo de estos encuentros no requerirá intervención del equipo técnico y
contemplará la posibilidad de realizar salidas fuera del Punto de Encuentro Familiar, siempre y cuando las
circunstancias así lo permitan; y c.- Lugar de Encuentro: El Punto de Encuentro Familiar es utilizado como
lugar donde los progenitores y familiares retirarán y restituirán a los menores de edad, evitando cualquier
situación de controversia que pudiese ocurrir entre ellos.), para que, previa vista del Ministerio Pupilar, se fije
judicialmente el sistema para el caso.
Una vez que se acepte la intervención de la Fundación Accionar, se le atribuirán, por imperio del art. 17 y
entre otras, las siguientes funciones: a) Realizar un abordaje inicial de la situación familiar, por medio de
entrevistas y de la información recibida de la autoridad competente; b) Efectuar una entrevista personal con la
niña, comunicándole, en función de su edad y madurez, el derecho que detenta a ser oído cuantas veces lo
solicite, sin la presencia de sus familiares; y c) Planificar la estrategia de trabajo de acuerdo al caso concreto,
pudiendo realizar sugerencias de cambios en la modalidad del encuentro a la autoridad competente, conforme a
los resultados del desarrollo de tales encuentros.
Que la experiencia judicial en materia de cumplimiento de sentencias que fijan sistemas de comunicación de
niños con sus familiares frente a un padre que obstaculiza injustificadamente los vínculos, indica la necesidad de
ser creativos y funcionales a la hora de lograr el cumplimiento o la ejecución de la orden judicial, y en estos
casos, la participación activa de profesionales especializados en la temática infanto juvenil y maltrato, ha
resultado productiva y eficaz permitiendo destrabar los obstáculos que impiden la vinculación de los niños con
sus padres o familiares.
Ahora bien, cabe destacar que los honorarios que genere la intervención de los profesionales de la Fundación
Accionar será soportados por la parte condenada en costas.
5) El trabajo comunitario:
A más de las medidas que se han analizado hasta aquí tendientes a dotar de efectividad a la sentencia dictada
por este Juzgado (confirmada por la Cámara de Apelaciones de Familia) de régimen de comunicación entre C.
B. y su abuela paterna, estimo razonable ordenar medidas “sancionatorias” respecto de la madre que obstruye el
contacto y comunicación ordenados e incumple las resoluciones judiciales.
Así dispondré, la obligación de realizar trabajos comunitarios a cargo de la Sra. I. S. y a tales fines deberá
cumplir tareas en dependencias de los hogares de la DINAF donde se alojan los niños institucionalizados por el
nieta un momento que, sin dudas, ayudará a construir la historia vital de la niña en un crecimiento rodeado de
afecto y amor; mientras la progenitora, por el contrario, ha cerrado todas las puertas a ese deseo.
Estoy convencido que la adopción de medidas sancionatorias, como algunas de las dispuestas en la presente,
lograrán disuadir a la madre incumplidora, hacerla recapacitar en las posibilidades de amor y afecto que está
negando a su hija.
7) La comunicación del incumplimiento:
En ese mismo orden de ideas, y como una medida más específica se dirigirá una comunicación de la
situación de incumplimiento por parte de la progenitora de C. para con el derecho a la vida familiar y a mantener
adecuada comunicación con su abuela, que titulariza su hija, con destino a las instituciones públicas o privadas
donde la demandada ejerce los actos de su vida cotidiana.
A tales efectos, y sin perjuicio de otras, se comunicará a las autoridades escolares (escuela, institutos de
idiomas, artes plásticas, etc.), deportivas (club, institutos de danza, etc.), recreativas (peloteros, salones de
fiestas etc.), y laborales o profesionales (lugar de trabajo de la madre, agrupación o colegio profesional, etc.) que
la Sra. I. S. es una persona que obstaculiza injustificadamente los lazos familiares entre su pequeña hija menor
de edad y su abuela paterna, con la finalidad de apuntalar las demás medidas razonables dispuestas en la
presente, y generar en la incumplidora una actitud positiva frente a los derechos de su hija, que tienda a priorizar
los intereses de la niña por sobre los odios y rencores.
A tales efectos, ambas partes deberán informar al Juzgado, los datos de las instituciones públicas o privadas
a las que hice referencia con indicación de nombre o razón social, y domicilio, a fin de dirigir los respectivos
oficios de comunicación.
8) Otras medidas razonables:
Que el elenco de medidas eficaces para el cumplimiento de la sentencia ejecutada en autos, no se agota en su
enumeración sino que, de persistir el incumplimiento injustificado por parte de la progenitora, se completará con
otras que podrán consistir en la imposición de sanciones conminatorias y pecuniarias, la prohibición de salir del
país, la revisión del sistema de custodia y cuidado personal de la niña, la imposición de una guarda de
protección en cabeza de un tercero, etc.
He dejado en claro a lo largo de esta sentencia que no tengo dudas acerca de la configuración del
incumplimiento injustificado en la demandada y he afirmado que la situación de autos configura una especie de
maltrato de la madre sobre C., y he dispuesto una serie de medidas a fin de lograr la efectividad en el
cumplimiento de la sentencia que fija las visitas de la niña con su abuela en el convencimiento pleno de que se
trata de medidas razonables y justificadas que buscan hacer frente a una actitud obstruccionista que el Estado no
puede dejar pasar, especialmente cuando se encuentran en juego los derechos de una persona vulnerable.
De allí que, de no menguar la actitud de la demandada y pedido de parte o de oficio se podrá disponer otras
medidas en el mismo orden de las aquí ordenadas.
La razonabilidad de las medidas:
Este criterio de razonabilidad, descrito claramente hace años por la Dra. Kemelmajer de Carlucci (in re:
Martínez Amada y otros c. Lucero Pascual, SC Mendoza, sala I, mayo 21 de 1998) ... donde se ha resuelto que
“... En el fondo está el “principio de la razonabilidad” como exigencia de todas las conductas de los poderes
públicos y de los particulares. Cada potestad, cada obligación, han sido instituidas para que vivan
razonablemente si no hay exorbitancia. Ello es así porque todas las normas jurídicas, aun las imperativas y las
de orden público, deben ser interpretadas razonablemente en función de las circunstancias particulares del caso
concreto, principios generales del ordenamiento jurídico y normas de jerarquía constitucional que le atañen (CS
Tucumán —15/04/1994— con comentario favorable de Bueres y Vázquez Ferreyra publicado en la revista de
Derecho Privado y Comunitario N° 10, 1996, p. 232; en idéntico sentido; CNCiv. sala B. LA LEY, 1997-B, 954;
tales fines, dese intervención a los profesionales de la Fundación Accionar para “evaluar la posibilidad de
reestablecer el contacto de C. con la actora” (según dictamen Ministerio Pupilar a fs. 65) y funcionar como una
especie de punto de encuentro familiar con facultades para convocar a reuniones, efectuar entrevistas a los
miembros de la familia nuclear y extensa, proponer sistemas de comunicación o determinar los requisitos que
deberán verificarse para ese fin, etc. debiendo, considerar la situación particular de las partes en la proyección
de un plan que tenga presente las modalidades que la ley propone en su art. 5. A tales efectos, cítese a la titular
de la Fundación Accionar Lic. V. J. a comparecer a este Juzgado dentro del tercer día siguiente a su notificación.
VII. Aceptada que sea la intervención de la Fundación Accionar, confiérase las siguientes funciones: a) Realizar
un abordaje inicial de la situación familiar, por medio de entrevistas y de la información recibida de la autoridad
competente; b) Efectuar una entrevista personal con la niña, comunicándole, en función de su edad y madurez,
el derecho que detenta a ser oído cuantas veces lo solicite, sin la presencia de sus familiares; c) Planificar la
estrategia de trabajo de acuerdo al caso concreto, pudiendo realizar sugerencias de cambios en la modalidad del
encuentro a la autoridad competente, conforme a los resultados del desarrollo de tales encuentros; y d) Efectuar
las propuestas de intervención de los profesionales del Cuerpo Auxiliar Interdisciplinario (C.A.I.), la Dirección
de Derechos Humanos y Acceso a la Justicia del Poder Judicial u otros organismos públicos y privados que
considere necesarios para la generación de nuevos espacios, en función de los considerandos de la presente
resolución. VIII. Imponer a la demandada las costas por los honorarios profesionales que genere la intervención
de los profesionales de la Fundación Accionar. IX. De conformidad con lo dispuesto por el art. 557 CCC, en
consecuencia, imponer a la Sra. I. S. la Realización de veinte (20) horas en un mes de tareas comunitarias en
beneficio de los niños alojados en dependencias de los hogares de DINAF en el Sistema de de Protección de
Derechos, quedando las tareas específicas a cargo de la dirección, seguimiento y control de la Dirección de
Cuidados Alternativos (Ex Dirección de Restitución de Derechos) que deberá informar a este Juzgado sobre la
evolución de las tareas y la actitud de la obligada a fin de evaluar la necesidad de extender la obligación por un
mes mas. X. A tales fines, cítese a comparecer dentro del tercer día siguiente a la notificación a la Directora de
la Dirección de Cuidados Alternativos (Ex Dirección de Restitución de Derechos), Lic. B. C. a fin de tomar
conocimiento de la medida ordenada y sugerir la modalidad (días, horarios, etc.) de cumplimiento de la misma,
con facultades para entrevistar a la obligada, y bajo apercibimiento de ley. XI. Procédase a la Inclusión de la
demandada, Sra. I. S. DNI N° ... en el Registro creado por la ley 7644 de Obstaculizadores de lazos familiares.
Cúmplase XII. Dispóngase la Publicación edictal en los diarios Los Andes y Uno comunicando y haciendo saber
que la progenitora, Sra. I. S. es una persona que obstaculiza injustificadamente los lazos familiares en relación a
su hija menor de edad. (Aplicación por analogía ley de Registro de Deudores Alimentarios N° 6879 modificada
por ley 8326) Cúmplase. XIII. A fin de apuntalar las demás medidas razonables dispuestas en la presente, y
generar en la demandada una actitud positiva frente a los derechos de su hija, Comunicar la imposición de estas
medidas a las autoridades escolares, deportivas, recreativas y laborales o profesionales a las que asiste la niña y
la Sra. I. S., haciendo saber que la última es una persona que obstaculiza injustificadamente los lazos familiares
entre su pequeña hija menor de edad y su abuela paterna. Oportunamente ofíciese. XIV. A tales efectos,
emplazar en cinco días a ambas partes a informar al Juzgado los datos de las instituciones públicas o privadas de
referencia con indicación de nombre o razón social, y domicilio, a fin de dirigir los respectivos oficios de
comunicación, bajo apercibimiento de ley. XV. Asimismo, Hágase saber a la demandada, Sra. I. S. que ante el
incumplimiento reiterado de las órdenes judiciales y demás deberes emanados de la responsabilidad parental
será pasible de otras medidas eficaces como por ejemplo, las sanciones pecuniarias conminatorias o astreintes, la
prohibición de salida del país o asistir a determinados lugares, la imposición de más tareas o trabajos
comunitarios, la revisión de la guarda, custodia o cuidado de la hija, etc. XVI. Afectos de notificar los alcances
de la presente por parte del suscripto en asocio de la Sra. Asesora de Menores, cítese a la demandada, Sra. I. S. a
comparecer al Juzgado el día 26 de abril de 2017 a las 9 hs. haciendo saber que deberá concurrir con patrocinio
letrado. XVII. Imponer las costas a la demandada. XVIII. Regular los honorarios profesionales de las Ab. A. V.
M. y A. N. D. en las sumas de $...- y $...-, respectivamente por su labor en estos obrados, conforme arts. 3 y 10
de la ley 3641. Cópiese. Regístrese Notifíquese. Cúmplase. — Graciela Valverde de Colombi. — Rodolfo G.
Díaz.