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Al lector.
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Esta no es una novela biográ.fíca, ni crutobio á
fica. Cualquier parecido con hechos o personajes de
..
la realidad, es completamente casual, porque la vida
está hecha de casualidades.
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la imaginación y la fantasía.
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Yo, asesino!
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después. Porque ya
Iba a seguir Letras, había ingresado a la Univsrsida .
d.
za de mi madre. L luego Derecho. Esa era la esperan ias manos. Me impo rtaba jugar, divertirme, ir al ci-
a
tado más ser marin verdad es que a mí me habría gus �e galantear a las muchach s Me juntaba con un gru-
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o,
atraído siempre. Me como mi padre. El mar me ha o' de muchachos de m d d Y salíamos a pasear al
la Herradura, hor gustab a tirarme en la Parque, por las tard s. 1A_flí acechábamos el desfile de
as de horas, sinti playa �
endo el estallido de las chicas barranqumas, res parladoras. Toda-
las olas, rompien
lanzarme al agua,
do contra las roc
nad
as. I me g ustab
ar lo más lejos posi
de
a
vía me suenan los ca�ca bª
e ��\ de �us risas en las no
do las correntadas ble desaf ches solitarias. Todav1a las veo por entre los ár�oles
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y ian
chos, todos del bar la resaca. Iba con varios mucha- · cuajados de fl�res m?r d con los rostros sonre1d'?s,
Una vez ·estuve rio, todos compañ picarezcos, de JOvenc1tf� aires de mujer. I aspiro
a punto de ahogarm eros del Colegio. fuerte su perfume mezc d al de las lilas... Ellas 1 <;·
un poco picado y un e.
tro. Yo luché por a inmensa ola me El mar estaba blan la noche eterna ae ;1 �a Prisión. Ellas .. . ella. P 5 1,
regresar a la play lle vó mar aden orque había una entre to das, de grandes ojos negros !
ra, pero la resaca a
me volvía a meter más de una ho �
..
da vez más Cuan y me alejaba ca de pelo cetrino que c;il p sa . to a mí dejaba resba- .�
do y pensé qu e
do ya estaba fatig
ado, me entró mie lar su mirada ?e terc 1 e� ���:;, mis oios tímidos de i
me
qué curioso! pensé ahogaría. No, no pensé e n Dios, deseos. Todav1a la v �g' �elgada, grácil, apenas �u
tremendo susto . . . en lo que diría mi madre , en J·er ' con su andar de paÍmera. Pero no puedo precisar
su
ban sin atre verse Lejos, en la playa, mis amigos mira sus rasgos, se me escapan como s1· se estuvieran bo-
·
a entrar
né fué a no tragar al agua. Lo Único rrando poco a p �co de la pizarra de mi pensam1ent o.
toy perdido. Una ag ua. Si abro la boca, m e que ati Así me estoy olv1dando de cómo se vive afuera.
g dije, es
revolcó en la aren ran ola me lanzó a la playa y
a. Así salí. Me me . J(. J(. :(.
chachos, mudos d� rodearon los mu
-
"el pibe".
. � ellos. Escuché a otros
V arias veces mas vo1v1,
11 ,
. 1
do con sus pro- vida
. sus sonrisas no eran a\egres ni se les veía rebel
des..' Apoca
. dos, t'im1'dos, se d'ina . , ' que· síemprG debían
- 10
11 -·
poco sabían lo
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oírles, fui sintie
una tormenta, lo que el a roJa a las playas aban " Pero yo, de tanto car, libros, a in
�. go, empecé a bus
donadas. Derrotad0s por la vi' d I naufragos , que se aga- . Lue
ci:if
de sus pala bras Universidad. Ya
rran a la primera tabla f ota �n el mar. Eso era a en el primer año de la
dagar. Estab sin darles ma-
doctrinas sociales,
�in duda el partido para
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os· algo sobre descubrién
. . había leído nos con ceptos fueron
En cambio los líderes m impresionaron de otra ncia . Algu los a
yor importa iendo el por qué de
manera. Sonrientes Y satisfec os, llevaban en sus ros- 1 fui comprend
������ � do se · pa ra mí . que no che a noch e,
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tros la expresión de d' a ores de favores. A ellos sos de los hombres y mujeres del par-
plau za a los locales
� renovada esperan
se acercaban los ca c n rendidas genuflexio
11
acudían con
nas, Y con. las manos en al o. n una de esas veces
tido.
uno de los líderes ffiº
.,
� so nno, parec1a , ser amigo de un �
� e mis compañeros.
a las ofici
:�fo �� Pepe me hiz o subir
Empecé a interesarme. eu?ndo sabia , que iba a
Una vez mi amigo que sólo
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dado al
h cblar un líder ya n pr iso que � is amigos me a éste un lugar ve
nas del "je fe" . Er l parti , o los
instcran a acu ir.cl . no habia estado antes
podían ingresar los
altos dirigentes de
do
e que tenía cier
0n reuniones polí ticas. En 1os 1ocales del partido me ados. Pepe parec
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bía n sid o cit
que ha r demasiado
familiaricé con nuevos co �ce t q e nunca había co lo hicieron espera
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ios , pu es no
� �' 1:1 tos pr ivi leg cabía en mí de
nocido: justicia social re aciones de los dere del "jefe". Yo no
ch os del pueblo, repar o e t ti d� la ��. queza ... Por
y pasó a presencia
el "jefe" fué muy
amable conmigo
. . nerviosidad. Pero spués muchas ve
pnmera vez oí la palabra "impenahsmo · Había que la timidez. Fuí de
. . 1 ista. Al comienzo no le- y me hizo perder ida. Por lo gene
luchar contra el pulpo impena
y mp re tuv e un a cordial acog
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�ue las cantaban. o de as im ilar sus gestos, su
Alguna de las muchas ve es que asisha con mis a- sante de S"e era muy ge n
fe" mismo... Este
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"je
t r 9 ª uno de ellos, al que
el
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irm e en
migos, me atreví a pre convert me apretaba
igo ; me pa lm ea ba las espaldas,
consideraba i iás prepa d til conm untas, que yo res
; . cía mil y una preg
.
- L 'dime. tu ' que' es 1a JUSt'ic1a social? los muslos, me ha estar a su lado.
ndo, pero feliz de
Mi amigo vaciló Parecía t;1Il poco enterado como
· pondía tartamudea
·
no menos de seis
1
por la
ves córr:io aplauden esos? S on gentes que trabajan,
bla ba mu ch o, co n una especie de
obreros, albañiles, sirvientes ... . blaba, ha sus viajes, de sus
labras. Hablaba de
Ah 1 dije yo, eso debe ser· s·i no, no s� entusiasma-
• de sus propias pa
rían tanto. - 13 -
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. hacía
Me quedé atu rdi do . Yo , líder?. Yo, que no ro
libros, de. gus planes Algun;rs
.
e en es tos tie mp os ha y
" Entre todos los l'ideres hab'ia uno muy allegado al po rqu pe ra! Tenemos amarga ex-
."jefe'' y con c 1 , e s á�rg s entrevist?s pri- ¡Quié n sa be lo qu e no s es
vadas. Era u�� J� e��� h i����� uc¿1�es que, mas que periencia.
Al día siguiente me reccaog ía en una esquina de l
�do�, los líderes, jamás estaba en �ac�erdo con el centro y me llevaba aveun a s� de modesta co saludar, nd ici ón
11
Una noche "el califa" se me acerco, Y me dijo en tural. docena de veces, anteaslas mi.:
.. un aparte: " Fuimos una media tan tas
. eres. El "jefe" radas temerosas de laosdu6 eñ a de casa. I otr l fon
Te felicito mucha �ho, ya se, quien - en la pared de
.
s�m flojos, indolentes, pura b��� E Je fe cree que cio - Te ne mos que eliminar a
tu llegarás.. de un lar go silen
pués do. - Sí, - conti
�: · · ·
- me dij o. Lo mi ré as om bra
- A qué· ? - me apresure' a preguntar. alguien igo del
:l.T. s estorba . . . Es un enem
.
�· - A ser uno de los dirigentes d e 1a Juventud, uno de nuó - a alguien que noun emigo de años atr ás, au-
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partido y del pueblo,raciasende
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xtos. Cuan
. ...
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A quién? me atreví a preguntar. no sirven para nada. Siempre tienen prete
la mujer. I lo
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la buen a vida.
estarías dispuesto a llevar a cabo esa honrosa misión ... que hay es miedo, cobardía, y gusto a
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mom,ento, l�
Qué te sucede Chack? Estás enfermo . . . ? - me pre plieron el deber que les de�andab::i el
guntó alarmada. guerra. . . Pero hay otros heroes, digamos,
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?roes ci
los que se sacn hcan por
No . . . nada, mamá . . . Estoy bien . . . viles mucho más valerosos,
1 pueb lo. Los altru istas .
Imposible, hijo, esos ojos están irritados, como si el bien de la humanidad, por el
no hubieses dormido. ¿O es que estás bebiendo . .. ? I cómo? ,
11 ros,
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nombre. En mi cerebro se hizo una confusión. ¿Qué " En todo este tiempo no veía al "jefe". Tácitamen
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importancia podía tener esa persona? Miguel me lo te me. había alejado de él hasta que no estuviera se-
explicó. Desde su diario movía la opinión pública y ·guro de saber cumplir . . . .
Un día Miguel como por cas,uahdad� me deJ,o la
. ,
Pero yo no lo conocía, ni sabía cómo era. " Yo quise protestar, ·pero el ni me escucho siquiera ,
11
"
Un día Miguel me llevó a un sitio estratégico y me subiendo apresurado a la oficina del "jefe .
11
lo enseñó. Era un señor de edad, calmado, un poco Pasaron dos tres días sin que viera a Miguel . Has
ta creí que hab Ía desistido. Sentí un poco de a livio Y
11
- 19-
- 18-
El· "jefe" sabe? - pregunté asombrado.
Se echó a reir. �
" Por las noches tenía tremendas pesadillas y desper
Pero es que supones que un acto de tal magnitud taba aullando como un loco.
v.a a ignorarlo el "jefe"? " Todos los días iba a verlo recorrer el sitio acostum
I él quiere que yo lo mate . . . ? - debieron brillar brado. Pero dajó de salir dos o tres días y yo pensé que
�· · me los ojos del asombro. me había observado y se cuidaba. Entre tanto, yo tra
·_ Te asustas de matar ... ? Entonces, me he equivo taba de medir el terreno, los .pasos que me separarían
cado .. .? de mi víctima. Paseaba nervioso y miraba a todas par
- Oh, no, no es que me asuste .. . Es que yo cre í que tes por ver si alguien se fijaba en mí.
estas cosas las ignoraba el "jefe" . .. Es decir . . . " Pensé en todo. Sí, seguramente trataría de defen
- Tú no eres el único, ni el primero. . . Además, ¿no derse. Tal vez alcanzaría a sacar su revólver. Pero yo
sabes ya cuántos "camaradas" han muerto por culpa dispararía una y otra vez. El arma era segura. ¿I la
de ese monstruo ... ? Su· vida no paga todas las que gente? . .. Correríqn a cogerme. No le dispararía todas
debe, pero por lo menos deiará de hacer más daño . . . las balas. Una guardaría para mí.
Ninguna revolución se ha hecho sin sangre. I es pre " Pero esa vez también me falló. Una pequeña aglo
ciso que lo sepas de una vez, estamos en una e tapa meración de gente me separó de mi víctima y éstos
revolucionaria. Pronto habrá un levantamiento para de -él y ella- lograron estar a más distancia de lo que
rrocar al régimen dictatorial y correrá mucha sangre . .. yo tenía calculado.
•• No te asustes. Tú sólo vas a dar la primera voz de a "
Esa noche al llegar al partido, el "califa" me reci
lerta. I luego vendrá nuestra época . . . La grande . . .1 bió sonriente.
" Así fué cómo llegó el día. - Sí, sí . . . no digas nada. Ya lo sé. Te estuve obser
vando. La próxima vez será . ..
Y la próxima fué.
Esa noche ví al "jefe". Estaba como siempre, eufó· " A· qué relatarle los momentos terribles que viví al
rico. Hablaba de un futuro viaje al extranjero, de sus ejecutar el acto?
planes para cuando el partido triunfase. De vez en "
Aquello fué como un relámpago. Toda la energía
1 .
cuando se dirigía a mí y me palmeaba en el hombro.
Creí ver en sus ojos una mirada de aprobación. Yo no acumulada durante · tantos .días, tan largas horas, esta
cabía en mí de la emoción que me poseía. El "jefe" ha lló de pronto. Se hizo acto. Ya yo no era yo. Era una
. .
.·
bló del dolor que produce todo alumbramiento. Pero mano dura, férrea apretando el gatillo. Así lo había vi
después surgía una nueVa: vida, y a ella había que sa vido horas de horas, en las torturadas noches sin sue
crificarle el gran dolor. ño. Así lo había ejecutado una y mil veces en mi pen
" Durante tres, cuatro días, yo no viví sino para esa samiento. Realizarlo en ese instante ya no era sino re
.. petir el gesto mecánico, aprendido de memoria, sin un
L. I
pensamiento: matar. Terminar. Me ahogaba la idea .
" Ya estaba muerto en mi cerebro, ya lo veía tendi solo cambio idéntico a sí mismo. No me tembló l a ma
do en la acera, con los ojos abiertos, o boca abajo, re no. Disparé casi sin ver. Una, dos, t res veces creo. Era
volcándose. lo oolculado. De pronto algo falló, se salió de lo pre
establecido. La mujer! Ese ser extraño a mi proyecto,
- 20 -
- 2.1 -
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" Sentí" una cosa horrible que me apretaba la qar
que aunque la veía todos los días, nq podía situarla
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do. Pero no. Venía algo más. La calumnia ! La calum
nia, con su baba pestilente, salpicó a mi madre! Quién
inventó aquello? Era diabólico. Yo matando a ese hom
bre por venganza personal? Mi madre adúltera, 'aban
donada en su verguenza, era vengada por mí, come
tiendo crimen de parricidio? . . . Ah , ésto sí que era su
·�.. · perior a mis fuerzas. Todo ésto se murmuró, se dejó co
rrer como bola de nieve, se deslizó como un veneno
. sutil en la agitada opinión pública. ¿De dónde había,
salido?
" .
No del lado de las víctimas.
" Eso lo comprendí, lo descubrí más tarde. Para ale 15 de agosto de 1935.
jar la sospecha política y salvar a l Partido de la acu
sación de asesinos, se inventó el horrendo infundio de
que yo había matado para vengar el honor de mi ma La señora .Marta acababa de venir de la calle. Esa
I·
mañana sentía una extraña sensación de angustia. Eso
que se a p o. dera a veces de nosotros, sin razón, y que
dre . .. !
Durante todo el proceso viví a ciegas, des.conecta
.·
do del mundo. Mi contacto era sólo con los médicos, nos hace pensar en cosas desagradables. Presentimien
los enfermeros que ponían y quitaban vendas. Me ha to. No, tont�rías.
bían -'.anestesiado para extraerme la bala de la sien, y La señora Marta , 45 años. Rubia, un poco gruesa,
•: .
- lo supe después - ante la inminencia de mi condena hermosa. Un marido marino -. inglés - cuyos largos
a muerte, al extraer la parte · de cráneo destrozado, no viai_e s la sumían en permanente nostalgia. No podía
pusieron en su lugar ningún trozo de materia - a lumi viajar con él, no era permitido. 4 hijos, dos hombres y
nio, platino, qué se yo - y cerraron la herida sobre la dos muieres. Y una vida sin mayores conmociones, co
masa encefálica, medio desgarrada y palpitante. Así mo el de-slizarse de una peqúeña corriente de agua en
está hasta ahora, latiéndome los sesos bajo la _piel. un lecho tranquilo.
Lo vé usted .. . . ? Aparte de las enfermedades de los niños, de las
despedidas periódicas y las periódicas llegadas del es
poso , la señora Marta no conocía mayores dolores. Ah,
sí, la muerte de la madre, viuda hacía años, y cuando
!- ya ella estaba casada y con dos hijos. Ese dolor sí que
fué el turbio sacudón que hizo un paréntesis amargo
en su vida; luego, · los años suavizaron la herida, y el
deber y el amor a los suyos, terminaron por· cicatrizarla.
.. Pero, a qué todos estos recuerdos? Si nada había
sucedido. La mañana era clara, sin nubes, pero tam
poco había sol . La falta de sol siempre la predisponía
24 - - 25". - .
un poco a la melancolía. Un poco a pensar en cosas
tristes. . - Qué, qué pasa? .... (Habrá muerto, por qué ese
Sobre la cómoda del dormitorio sonreían los retra grito de deseperación?)
tos amados. Su madre, su marido, sus hijos. Charles ... - Oh, mamá ....! -No podía entenderla. Carmen
Este hijo . . . Qué le sucedería a este hijo?. Una peque hablaba entre sollozos, se golpeaba la cabeza, se tira
ña punzada al lado izquierdo la obligó a pasarse la ba contra los muebles. 1 ella sentía como si una nube
mano. No podía comprender el por qué del cambio de le cubriera los ojos, los oídos, y todo danzara a su al
su hijo. Dócil, juguetón, alegre. Convertido en un ser rededor.
huraño, hosco. Apenas si le veía la cara, apenas si le Su hijo con una pistola en la mano . . . Su hijo ma
oía hablar desde hacía algunos meses. Hasta la voz tando, matando, matando .. . ¿A quien? .. . Por qué?....
le había cambiado.
Ayer no más quiso pescarlo un rato para mirarle
los ojos como cuando era un chiquillo, pero se le esca
Cuando despertó en su cama, la habitación estaba
pó bruscamente.
en una semi penumbra. Voces opacas cortaban frases
Tengo que hacer, mamá, déjame.
l.
sin sentido.. Varias caras extrañas rodeaban su lecho.
Pero Charles, que te sucede? Estás enfermo?
Rostros de hombres, con los sombreros puestos, con el
I ya en la puerta de la calle:
ceño fruncido, la miraban. Estaría soñando? Todo el
No mamá.. . es que estoy muy ocupado ... - I el
cuerpo le dolía y estaba húmeda su cara y el pecho,
golpe seco de la puerta al cerrarla con su mano violenta.
y había un olor a remedios. Ah, sí, valeriana, agua de
SL su hijo está nervioso. I no es de ahora. Hace Florida, colonia... como cuando 'murió su madre ...
tiempo que lo ve cavilóso, ensimismado en lÓs breves De pronto recordó. Se sentó en la cama violenta
momentos que llega a la casa. ¿Habrá que decírselo mente, mirando esos rostros extraños.
a su padre? No, tal vez sea mejor dejarlo así. Los mu
chachos, cuancl.o entran a la juventud, se crean proble '
?
- Q ue pasa..... lJO ?
M'i h"• • • •
mas sentimentales que los padres no podemos alcan - Mamá,.... mamacita... . contrólate ....! -lloraba
zar. Si le hablara sobre ésto, me diría: "Tú no sabes, Carmen- Charles está bien ... Sólo que.. . -se aho
mamá, tú no puedes comprenderme ...'' Como si una
...
gaba.
. - Su hijo es un asesino ... -aulló la voz de una de
r;;,:.. madre no fuera capaz de comprenderlo todo!... ¿Se
..
.
habrá enamorado? Eso es, tal vez esté enamorado ... esas caras horribles.
Pero, qué tonto, si todo el mundo se enamora ... Mí Asesino? .. . No, no, no .. ! .
De rGpent�, la catástrofe. Algo estalló sin saber - Ha dicho Ud. asesino? ... Ud. se equivoca ... Ud.
dónde. no lo conoce ... Es un hijo modelo ... -Se le atropella
- Mamá! ... mamá! ... Charles! ... ban las suposiciones, las sospech�. Veía a su hijo si
.
lencioso, huidizo ... Asesino! ... I por qué?
- 28 -
- 27 -
tan extrañaí' ... Pero no debía dejar traslucir sus. pen
samientos. Para ganar tiempo contestó:
- Ud. debe saber muchas cosas, señora, y es preciso
- Mire Ud., no sé nada de estas cosas que Ud. dice
que se calme y ordene sus ideas. Tiene que declarar.
de mi hijo. Sólo sé que apenas tiene 19 años. Siempre
Su hijo acaba de matar a dos personas ...
ha sido respetuoso, correcto. Un buen hijo y un buen
M i hijo?... No le puedo creer! ...
cristiano ... Matar él?... Por orden de otros?... -Se
De súbito recuperó el dominio de sí misma. Si que
sonrió. Junto a la cómoda sus dos hijas habían cesado
ría salvarlo, debía ser dueña de sus palabras, cuidar
, te de llorar y la miraban. Ella vió sus ojos, asustados. I
lo que decía. Un estremecimiento interior le hacia n; tuvo la exacta sensación de que todo era verdad, de
blar ligeramente los labios. Acababa de llegar el
me
que había comenzado su agonía, su lento morir para
dico de la familia, llamado por su hija. Se le acerco,
el resto de sus días.
receloso.
.
Entonces le entró una especie de furia, de rabia
- Ya está Ud. mejor, señora? Repóngase bien. Un
shock nervioso, nada más. - I luego a Carmen - Aquí
•
contra esos miserables que habían asaltado su casa,
aprovechándose de su desmayo. Se irguió enérgica y
está, señorita, déle estas cucharadas cada dos horas y
- I Uds. quienes son?... Que hacen aqm,, en m1. dor
se puso de pié con el gesto ir?cundo.
si es posible, que descanse un poco. Adios.
- Adios ' doctor Valdez -respondió '9lla, mirándole
mitorio? -les gritó.
t;r .·. fijamente-. Ah, era verdad. Algo muy grave había su
cedido. Este médico de la familia era un amigo de con
- La policía ... somos de la policía ... -I uno de ellos
enseñó una placa detrás de la solapa.
fianza y ahora, delante de estos hombres, la trataba
r
lt· - I qué... qué ha sucedido? -preguntó a los intru ro aquí nó, este es mi hogar. A mi dormitorio sólo en
¡. tran mis hijos y mi marido. .. -I avanzó hacia ellos,
sos que apenas se movían de su lado. La voz le tem
empujándolos, hasta hacerlos salir. Sus dos hijas se pre
blaba, pero ella estaba segura de poder oirlo todo, aún
cipitaron a su lado y la abrazaron llorando convulsiva
lo peor.
mente.
- Ah, se siente mejor, no?... Ud. debe saber las an
- No, no ... déjense de llorar ... Voy a arreglarme ...
danzas de su hijo, en estos últimos tiempos ...
- Mi hijo?... No, no .. . Ah, sí, como joven tiene sus Sin duda me llevarán a declarar ...
amigos, sus compañeros de estudio. Porque es estu - Todo lo han revuelto, mamita! Se han cogido un
montón de cosas, libros, papeles, la pisto.la de papá ...
diante ...
gemía Carmen.
- No se haga la inocente, señora. Su hijo estaba afi
-·
liado a una organización terrorista ... Ah, foragidos. .. se lo diré al Prefecto ... Ya ve
_...:.
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. �o�odada, ansiosa de imitar-. En los bares y cantfups/
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·� : ·�� o.so . . . Se trata del director del diario "El Heraldo" . . .
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ponde al nombre de Charles Stciol, hijo de un capitán � jo Stool, todos tus sueños . nat;fra:1 aron · · · Ya no d�s
a tu esposa hel
de la marina mercante del Perú . . . " '.� cansarás en tu casita con iardm, ¡unto
·.
* * * per-
··".), ro, si se hubieran equivocado? .. . Gran Dios, como
co alumbrado.
'
b i ar
se crispan
sobre . la mesa de
y
mármo
descarg
vasos y caer las botellas..
��: , Lo tres se ponen de pié y se juntan a Stool. De-
s
l gris·
an
que
dos gol-
hacen
.
· t ·
· ·
.·
fatalidad ha posado su mano sobre los tres, y los tres ! .�! . uego deambulan por las avenidas iluminadas,
comparten el horror d: ld noti�ia. A veces, ur:o de �llos, � ) por Llos muelle�, .rumbo ?} "Am�zonas". El viejo M oon
:rp.urmura por lo baJo. . Imposible·. .. parece imposible... �;\.
rezonga una vieJ a cancion . .. Todos los puertos sue-
·
'l- .El "Amazonas" sale al amanacer. Stool se suena . {'.ñan, sueños de amor. . . en todos nos esperan · · " Y nos
,de vez en cuando su roja nariz y limpia despaciosa- .- ��dicen adiós.. . "Su voz, mezclada de alcohol,. suena
�:,
t{ : mente sus anteojos. Los demás lo imitan, casi sin mi- · .�profunda y triste. .
� rarlo. Hay una calma tensa, que parece que fuera a . .
·
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estallar en una violenta tempestad.
Un vaho cálido . penetra por las puertas abiertas.
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... .
, . idiomtx nativo.
Stool muerde las ropas de la cama y sollozó
•
¡
un niño.
Afuera, el mar y la noche prenden idénticas estre
llas. I .hay un largo silencio que se hace más denso.
con el golpe del agua en los costados de la nave.
'
·
;.
·si al centro del antiguo" convento, y hasta aquí no lle-
ga ningún ruido. Todo es paz, paz y silencio. Como
i, en lo alto de cada entrada: "Si lencio y obediencia".
< Aquí se ·puede pensar, hacer un recuento de lo v ivi9.o. ·
Es su prim�ra noche en la prisión. La otra, aque
lla en que la trajeron, la - pasó en la comisaría, situa
·éia en la parte de a fuera, hacia la calle. Allí estuvo
�con las presas comunes: borrachitas, . mujeres de mal
Yivir, vagas. La g ua rdiana la hizo entrar, después de
tomarle sus "generales" - la traía un g endarme desde
llilO prisión del puerto, con órdenes escritas - · y a la
mañana, una monja de hábito gris, · la condujo' a esta
.celda. Para qué, no se puede negar, no está del todo
mal esta celda. Un catre de f ierro, muy antiguo, un col:- .
�éhón de paja, sábanas de tocuyo, pero limpias, una
- 36
'
- 37 -
. . J
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... ... •W ......._
fra'.?ada de lana de esas que usa la. trÓpa. Todo el día 1:iat� ···>dormir �n la · comisaría, para deja.rlas Úbres 'a lq,;,
'\: ; .
mañana siguiente.
·
ha estc;:rdo sola, nadie ha venido ni siquiera a interro I tú, por qué has venido? - le pregunta la loca.
garla. ·
·
ofrezca un . aspecto tan repugnante: los pelos hirsutos . razo ... I tú, la nu�va,
le c�en sobre la cara, sucios quiñapos cubren su es-·, sar el resto de la noche en la aislada ..
·
.
m�rnado cuerpo. Luego M aría de la Luz se da cuenta
.
- 3 'S -
- 38 -
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· . .
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: <if:- no lo sabe María 1de la Luz - ' es.-·�uncr estrecha �eÍ-
.
-.::1.· en pie.
· •
.. ,
Mana de la Luz se · echaría "':'� a llorar si no . fuera
�
.s
:
,•
:; porque no es digno de una revolucionaria ·.
.
dejars e ver
:débil. Pero siente 'que ·el llanto , la ahoga y muer
."'. de en silencio su pañuelo. �,•
'
'
· :
·�- Acaba de amanecer •'y una débil luz se filtra por
� '
·
'"
�
..é..
. . . de un mundo que termina" . . . pero, cuán-
,.
es
. ? Como una tromba, empuja la puerta Stool. La
�·
.< do•. . . . Ven dran
k; ' ' ''
d 10s meJOres, tamb ien habrá j usticia
.
·
.. visill9s, en esa
�, .
para ellas . . . trabajo dignificador, familia, hijos . . . I posa le ha visto venir, a través de los
espera de días y de días. El "Ama zonas ' ' acoderó a
l
si no parc;x éstas, P?r� las generaciones que vendrán . . . o, entreg ó toda la
. las 8 de la mañana y el viejo marin
Vn hilillo de lagrimas le corre insensible por la ca- y bajó rápid amen
documentación al segundo de abordo
r
,
1ra. Esta echada de espaldas, sujetándose la nuca con
te a tierra.
las manos. Al fondo, la blanca pared se ilumina con
Durante los ocho días de navegación, nadie le vió
. ·
queña hija . . . !
r� . ,
mientos. El
trataron de aliviarle los sombríos pensa
�\·
¡
'
con la pena
De repente, un aletazo pasa � ozándole la cara y barco entero ha estado de duelo, solidario
v.:.
.
.
enfila hacia la ventana. Un murcielago enorme ha en del viejo capitán .
.Jrado en la celda siguiendo el rastro de la luna, y pa- �, Días y noches atisbando las oscuras aguas del
nas. Días
salir, ha pasado muy cerca de su cara. . mar Pacífico, hasta divisar las costas perua
y· noches fumando su vieja pipa de espuma de
mar,. y,
1'0aría de la Lúz se estremece toda, se cubre la
r'-cara con la sábc;ma y rompe a llo¡:ar en sollozos baji a veces, bebiendo el fuerte ron de Jamai ca. Tal vez al
·:i.tos, incapaz de contener por más tie;rnpo el torrente de gtinas noches el . rumor del oleaj,e se mezcl ó con sus
,sus lágrimas. s9llozos.
:�- · Cuando entró en la casa, se· le plantó la esposa por
·
delante. Se atravesaron las miradas Y él confirmó
la
verdap de su traged ia. ¡No había n mentid o los perió-
- 40 -
41 -
.. .
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• •
.
dicosl Se desvaneció la última esperanza de que fuese pido,
apenas si corníc;::r . . . Por momentos se quedabtf;:.
•
un error: Su hijo era un asesino . . . l Con la voz estrm1- callado, él que era tan hablador, o se paseaba n�rvio-
gµlada, preguntó: .�·
so por su cuarto a la hora en que llegaba . . . A veces
'>: lo venían a buscar sus amigos y salía apresurado
•
· -
¿Cómo . . . fué? , �co
- No lo sé . . . no lo puedo saber . . . mo si alguien le urgiera a salir.
·
Los dulces ojos están enrojecidos por el llanto in- l . . . ? - sigue exigiendo el viejo . .
·-
finito y toda ella es un temblor doloroso. Ha envej eci Cuando yo le preguntaba, me contestaba de mal
modo . . . él que nunca me dió un disg1:1sto . . . ! "Tú no
do. Lacia, pálida, un rictus amargo le agesta la boca
_
.despintada.
.. sabes, mamá, son cosas de hombres . . . " Una vez llegó
'., � decirme: "Quieres
Marta . . . este es el fin . . . ! - gime Stool. tenerme bajo tus póUeras, pero
.
- El fin de tu carrera, ya lo sé . . . .:- · yo ya soy un horn re . . . .
b /1 1 ·
Había pensado tantas veces en este momento, en ' - Un hombre . . . ! para eso . . . para matar . . . ? .
cómo lo afrontaría. I sin embargo, ahora es tan difí-·'i
cil, casi no le salen las palabras. - Creo que me lo han embrujado . . . El no era así . . .
Aplastado, Stool se deja caer en el ancho sofá y ·
. Tan bueno, tan dócil . . .'
Pero tú, no has sabido . . . ?
Q ue, . . . ?.
con gesto mecánico, se seca el sudor de la cara. Su .:
roja cara está congestionada.
- Renunciaré antes que me den de baj a . . . me Lo que se dice . . .
lejos . . . lejos . . . Lo que se dice . . . ? Que es un terrorista . . . ? ¿que
. - I yo . . . ? y tus hijos . . . ? I Charlie . . . ? -gime ella. cumplió órdenes de su partido . . . ? porque se había he-
No, no, ésto no lo esperaba. Irse su marido sí que cho unionista . . . ¿sabes. . . . ?
es superior a sus fuerzas. Lo ha aguardado corno un su-· - No, no . . . no es tó'do . . . dicen -baja la voz.
pTemo refugio, para hundirse en él y juntar sus últimas Qué . . . ? sabes algo más, Chal . . . ?
fuerzas a las suyas. .. I ·tú . . . ? no sabes nada más� . . ?
- No, Marta, no me iré . . . ¡ni sé lo que digo . . . 1 pe Yo sé lo que· dice todo el mundo . . . I es tan poco
ro no quiero ver a nadie, ¿lo oyes? a nadie . . . ni a la
familia . . . Marta, - ruega al fin - ¿cómo ha sido . . . ?.
,
¡ D ime 1o tu, .1 . . .
- Bien quisiera saber, explicármelo, para justifificar�
. terrorista . . .
Es ·que dicen . . . ah, qué estúpidos, qué infames . . . 1 .
·
. :··•
·�1�
i!'.f.
lo . . . pero nunca habló . . . nunca . . .
i· - . Que es hijo de ese a quien el rnató por venganza . . . ": ",
- ¿No decía nada . . . ? I ese era tu hijo . . . ? . .
insensátez._ . .'�
7rlt
_ por salvar tu honor . . . Ja, . . . Ja, . . . J,a . . . 1
- . M i hijo . . . 1 Había cambiado tanto . . . Al principio '
creí que estaría enamorado. Los muchachos cambian, La risa
del viejo Stool suena a locura, a
;, . se ha reído por no romper en llanto, porque sabe cómo·
me decía, se aislan. Se vuelven para adentro. Pero
,. hunde un puñal en el corazón de su esposa.
;,
,
después . . ..
que . . . ?.
·
D espues,,
. .
: Ella le mira con . los ojos desorbitados, corno viera si
- Después le veía nervioso, entraba apurado, salía rá- "·' alzarse un fantasma entre ella y el marido. Los hijos·
- 42: - - 43 -
. .
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...' .·--<'"'; , ..
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í!li�. · · · · . :; �"l• .
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·· :;.. . �ff:
l l'T(� l
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.
. · . -. · . . . . 1
sufrir así .. ? .
Nada, Marta ... nada ...
Quién nos odia para hacemos tanto daño . . .?
No lo sé ... estoy como ciego .. mi pobre pequeña
muier .! ..
. En adalant-a, nadie habla en voz. alta en esta casa.
Los pasos suenan a sordina, como si hubiera un enfer-
44 - 45 -
.
..' ........ ,, ...... . · '· ·
.. ,;·� :·..r.• .;. .
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.
Omza se habra� cansado ya de venir . . . quizás. 'poco el mar. . . ¡Cóino nos hizo llorar la broma._ . . 1 To
l estos pensamientos le roen el co:razón, le :pertu�-' dos los del ·grupo olimos el agua y. nos emborracha-
�
- 46 - 47 -
.. .
' .
· mos con. su acre ·perfume a algas marinas, a yodo, a Era buenamoza . . .
', podredumbre . . . Luego, · nos mojamos las manos y la Ahora está mejor . . .
cara . . . era tan poca cosa . . . 1 apenas si pudimos sa I así. I ésto nos alivia. Lo preferirnos. Sobre todo �·
borear su frescor. La arena la guardarnos para poner�,... •.,_ a los largos y embarazosos silencios, cuando . parecen :r
la debajo de la almohada y sentir por la noche su ás agotados todos los temas y · solo que�a un rn1ra�se de� .
.
perá caricia. Fué un goce amargo . . . reojo, para guardarse la imagen querid a, pero sm que..
Lo peor de todo en las visitas son las sonrisas y ' lo vean los demás .
las risas femeninas. Cómo se nos meten en. el interior.
de los oídos y quec;lan ahí vibrando días de días. I uno
quisiera poder tenerlas al alcance de las manos y a "'
ser posible, estrujarlas para que no sigan riendo, por-
que sus risas rnartill-ean sobre nuestros senUdos y nos
arrebatan la tranquilidad, que tanto cuesta sostener.
Cuando se van las visitas, los penados entrarnos
en fila hacia el interfor de la pri$iÓn, a los patios. Allí
nos recuentan, porque no vaya a ser que alguno s·a
haya escapado. I no sé lo que será, pero un silencio "
de plomo nos chorrea encima y nos pesa por muchas
horas. No, no es la disciplina que lo impone. Es que
estarnos saturados de lo que acabarnos de oir, de ver,
de adivinar, y cada uno quisiera prolongarlo, rumián5' ·
...
· .. J. ·
/ . Hace sémanas ocuparon el colaboro, por tumos, ··
·
... dos mujeres a las que se les encontró metidas e n una
�-' sola cama. La guardiana, haciendo su ronda noctur
. na, desGUbrió a las culpables y una después de la o
tra, pasaron ocho días en la celda de rigor. Cuando
j aparecieron a la luz, estaban transparentes por el ayu
no y la falta de aire.
Pero la "loca'' patea, gime y maldice en su hue
co de piedra y no cesa en sus gritos de auxilio.
Marilú la oye. Se tapa los oídos, pero la oye. A
través de la distancia, a través de l�s muros de piedra, .
Jornada.
de las hondas arcadas del convento hecho cárcel, re
�.
. suenan los ecos gimientes, maldicientes de la "loca" y
. - Señora Mar
.
todo su ser se estremece de horror. La noche llega en ·
ar1'l u
ilú . . . J J señora M ,
' . ·. · me estar
0Y 1 1 1 can
tondo . . . ay, ay i ma- medio de. las quejas de la encerrada y entonces la guar
. malditas . . . .1 .1 ··
�
, allas asesi nas aux diana le lanza el chorro de agua. Castigo cruel; la mu
, , ilio . . .
··
. la "loca" S i,
· ' 1 e estan , ªpe e resuenan los aullidos de Los días pasan y las voces de la loca se van ha
gando por h bers ciendo cada vez más débiles. A- veces sólo sale un
'.., i do con la .guardiana .
.
,ª e insolenta-
Y
Sue nan, tamb1en, los
� los . latigazos ' como canto desvaído.
�
gritos de ·· ; ,s1·· 1enc10
' ." I puerca
e
·
�-
o va s 1 Señora Marilú . . . por favor, dígale a la monja que
�
qu e le lanza 1 a guar '
• I
a ca lab ozo · 11
dian enfurec1da.
� 1f1
Agitación en la me saque de aquí . . . a usted le hace caso . . . me es
·
. vasta sala de
·
la.s de tem . ·
.; vé s Y candados . Luego l �a
s urmullos, sonar de toy muriendo . . .
lla
cronos rezos de '
m a Y de nuevo los La "loca" es reincidente, antigua cliente de la cár- •
las detem'd as. (L isó-
"
, ex-detemda a guardiana cel.
'
común 0
��;
. es una
:�:·· han empleado en
- ·
· ·
n por su bu ia co A los ocho 'días justos sacan a la· "loca'' del ca
�1 � �;: nducta, la
·
:"
i 1or de la pn. s1on). . �- �
�
\ labozo. Está ardiendo en fiebre. Tiene congestión púl-
.. . A l a "loca ' ' l a
�... curo antro ubicado en han en ce ado en monar y echa escupitajos de sangre espumosa. Se la -
#. a':-
el calabozo, os-
el fon llevan al hospital. Montón disminuído de harapos y · w
que foqna un ángu del gr n dorm itorio Y
1
;� ,. e una, arnncona
..
:,
f:a la piedra. N{ ai · da con� A las 3 de la madrugada empiezan los rezos. · A.:·:.
re, ni luz.· una tum
� . ,por d1q ,
Y
ba do d
s las insurrectas
q e faltan ? � �e pudren las 4 pasan las detenidas a la capilla. A las 5 regresan · '
la d1 sc1plma o co-
t..,.
l..
met en acto s reñi dos con a
moral .·
ª .
y· siguen rezando. A las 6 desayuno; un jarro de agua .-
�- , . oscura con un pan ne9ro. A las 7 aseo general. A las ··
. :
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vado de ro. otro papelito con una de'ténida. Marilú le manda de-:· .·,,
��rezo. A las . g la .
�·
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11 �
A 1as l O. rezo. A la
. .
��
njurge de s
ne�ra Y papas, un a cor: trozos de,
Y freJOles. A las
poco de arr - carn e superiora. Los papeles cesan y la cara de la "chile
---vado general Y ,
..;. l'impieza de los pa .
1 2 la- na'' se torna en odio y desprecio .
:��
t' . A 1 a. l silencio
·
s1 en�10.
- .. Para ir a la capil la·s manos vacías y las caras hoscas. Antes, pasaron
ipor 'las ergústulas de la Prefectura.
la , las de tem'da
I �.,da para la s
"'r-' lante de la ce
,� pas an por de-
"' .
) f
pelito enrollado . M ' ?
"
:;
"Señora yo puedo lavarle - .
su ropa - centaron durante la noche y ha empezado a expeler
· · ·
No se asuste, ,
yo la q uiero sangre. Está pálida y ojerosa. Pero no llora.
¿acaso no. mucho . . .
re s? . . . suya . ·. e pueden querer La · celda es grande y han habilitado hasta seis
dos
camas. A las otras detenidas las llevan a dormir a la
. In és ". muje-
.
Marilú se queda sala de las comunes. De día regresan a la sección de
-, ·:. ti. o, perpleja. La "chilen
a" es de buen
'
p blanca, alta, jov en , -las políticas.
. 1 Se arreg 1a ma
¡
.. mdas comunes. , s que las dete-
Está en a caree -
� :�
., da d e haber int l hace n ano, El pequeño patio se llena de voces, de olores, de
� acusa-
o. 1o efu..on- r
I
entad
·
� �� ��
fós, a ropa sucia, a cuerpos sin aseo. Es verano. Mari
. De sd e es e día . lú ejerce su calidad de líder y establece la hora del.
. �, rezo de- la tarde
cuand
Y asan d la e
l
� r lusas r gres
e ai: del baño. De ahí en adelante la vida de la celda queda
" la celda, las l pequeno :_ pati
más audaces le o de organizada como una célula unionista, con su hora-
, i
icm Y sonn,en 1anzan mrr · a das
:.- Mar1'l u es ta' aver d e ma-
·
·
ra no
,
tiguo local de
mera en el aseo. I se baña a las 7 de la mañana, de
la cárcel de
San to Tomás.
'
- 52 -
- 53 . -
._..:
h;.t:• \',, •• : . .�. ' ' }. '�����'� ··-:. ,. ,·� ·�:,,.�'�,,. !.
."'.,•j.(..'��º;
<:1gúa fría, · sih.:1ªªª al ' pie .de la a�osa higuera del :p-�
•.
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S1 consegmmos al .muerto , habremos logrado entre- · :r,
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su derrumbe. :i
!'1.i: -
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das desastrozas . . Lo único que conseguimos es · actl· t
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:.;:;, .
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gre, si es en plena lucha, pero en la sombra y por la�
espalda, me parece cobardía . . . Además, este muerto... �.
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.. s• - - - 55 -
��t . . .
1 •
. .,li:o.J'
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('. .. ·
· .2...: · -'Qué lenguaje usa�? El de un j ovencito recié.R sali-
í do del colegio o el de un político con años de acción . . . T
-·
- El de un revolucionario, Miguel , tú lo sabes . . .
Justamente nuestra revolución ex ige muchos sacri
.� fidos de vidas . . .
- Ya tenemos una larga lista de sacrificados . . . ami
. . go13 y enemigos. . . . Pero lo que no acepto es que ten
·
gamos
1 . que sacrificar también a niños . . . ¡ para agitar
. .,
·a opm1on p úbl'ica . . . . .1
Sentimentalismos femeninos . . . Un niño o un hom
, bre, lo mismo da. Además, no ignoras que estamos en
� un callejón sin salida . . . I el miedo es mal consejero . . .
:. - La masa está desorientada. Espera una solución
- para salvar la crisis.
- . La masa es siempre la misma: obedece. Démosle
.. . uli. !1 motivo y saldrá ·a las calles, aunque · sea a recibir
. bola . . . Tenemos que darle el motivo. ·
-1,:..,!�
.,¡. ifü �1El muerto?
Cff�.
Sí; el muerto. - · I apretándose las manos con fruic
Vi�Ó�l�'.�·
- Haremos una formidable demostración de fuer
zqi; . . Levantaremos los ánimos de los "unionistas" . . .
veremos a tomar las calles . . .
.· r
.
:' El "muerto" esta vez sól'o tenía 14 años. · Era ·un
":io"Ven estudiante de un colegio nacional en huelga ( huel
gb_' provocada por los agitadores del partido para dis�
�
•. t��!Pi'
k1. qpinión pública ). Una bala perdida - "dispa
, rá ? por la policía" - cegó sus entusiasmos juveniles
. -pttra siempre. ,
" · El partido aumentó el número de sus mártires y pu-
, ep.)�zar a las calles a una exaltada multitud que re
damaba justicia .
. ; : El "califa'' se apretaba las manos, sop.riertao ner
. ;
·Vlosamente: · ·
- 57 - .'
- 56 -
G��A�m•mm�ll.l���=�:�·.�1-'f�.tf.i��-; ..
. ....... �.· "
.';�· ·'::·'::?· ·'-"J:ei'-�,��:";���lltT
,�;:t"t;:
� :r:·,:
..
\
�
· 'deológicos decisivo s? O es que el adversa a veces,
": iene razón, a veces, defiende lo justo y el partido se
.,, b,a colocado en la posición contraria?
Nuestra lista de muertos es ya demasia . do larga.
·
·f
l?s virtudes �eróicas de sus militantes. "Ese es /
. ' Creo que los más avisados, los viejos "camaradas",
tido cuyos ahh.ados se dejan matar por sus idea un par-::.
s", di,· están sintiendo un poco el olor a cadaverina que dei:;-
cen los que espectan desde las galerías. � pide el partido. Alguien ha dicho, refiriéndose a nues-
tra voluminiosa estadística mortuoria: va a llegar el
. Pero, a veces, los muertos
pesan como lozas de .;.i
i:-' día en que el partido · sea más de muertos que de vi�
. •' .
piedra sopre la vida del partido. I es que no �
siempre
nos pertenecen. Muchas, son del otro lado. I entonc ··- ¡ ·.� vos. El'�'"jefe" ha recomendado elevar cenotafios en las
es .
las represalias son mil veces peores que la persecu�...· ,,. ', ciudades más decididamente unionistc;xs . . .
ción política. Ya no se trata de combatir las idea . t'
sbciadoras, los principios izquierdistas, los métodoss di.:/ Parece que cuando las cosas han llegado a su - ·
·;
:
de · asesinos.
. ..ó��1
.
os proyectos pr� enemigo. Por ejemplo, podemos decir que ellos ISmo� . ,
�:. han sacrificado a uno de los suyos para in�';llpar al '.c !t';
sentados al Congreso por los representantes unio ·
nistas:
�- ·partido y pedir nuestra liquidación. I si el muerto ·
- 58 -
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·
cuta su gesto ha "discretos" que no permitan que nadie se le acerque de
bitua , cuan o cree haber des masiado pará mejor cuidarlo, y uno de ellos cumple la
cub iert o un truco salva-
; d or . se soba las manos, las orden al menor descuido. Todo ·2s cuestión de organi-
; aprieta, las entrechoca
Es ta en la antesala de la jefa . zación. .....
t tura.
· ·
g.�
�.
I si "br� t?nizáramos" al "pibe"
Espectac1on. En la �:mtesala: sólo
. . .?
1 - Brutal . . . l -- sentencia otro líder. (Además, la de
: !;aparición del "pibe", pretencioso y petulante, abre mu
� rri
hay tres rd res
��-
i· . que e pen;::m aud ·chas posibilidades a· los que le v-an la ambición de su
� iencia del "jefe". Son los más ín .
�� ceder al "jefe". No está mala la idea . . . ).
i
�
los mc;rs pro.ba os. Viejos luch
adores a quienes n � · 1 1 • f 11
I e l i e e . . . ?. Q ueI d ma • fe . . . ?.
' I e1 1 1 Je
�
ca oco la p o parte. "Los genera
. . Las � :
m a
les mueren en la ea
pr� s1ones, las persecuciones, no . :_ Al "jefe" me lo trabaio yo . . . déj-enmelo a mí . . .
. les dejaron no intervengan ustedes. .No hay que olvidar la situa
huella � . Al fm y al cabo, son ,
los . , cerebros" del parti i1dón política cada vez más difícil. Cualquier sacrificio
do. S1 ellos des parece:i;r; e par }
�·�·�;·'' · ·
? tido pierde sus cabe · es poco para conseguir levantar los "bonos' ' del par
/· zas. Hay que cmdar a los lide
res
�
·': tido . Puede ser el "pibe" puede ser otro líder cualquie-
�·. , �
(" retonizar" es un nuevo v cab 'ra . . . (los tres líderes se miran de reojo, inquietos . . . )
lo de i�vención
�
e;x:clus1va de "califa". El "califa"
es uno de los cere � puedo ser yo, inclusive . . .
� ;! �
·
�os el · partido. erte
i!\•: Jef� , . Br tano fue nnece líde
al equipo de consejeros del - Sólo que tú eres el qua piensa en estos drásticos
remedios y el "jefe" no podría aceptar · tu auto elimina
T � r político· de una República
vecma, q�e fue asesinado por sus ·ción . . .
enemigos, levantan
-�
�<? las mas enc�ndidas protestas. - Hago lo que puedo . . . Mi único anhelo es salvar
Es obvio el signifi-
�
o · al partido . . .
� . vocablo . . . ).
Algmen repite, con expresión incrédu I . . . ¿crees que e l "pibe" care.ce de olfato . . . ?
la·
·
�·
;,�- q��};.º'
·_
¿·"Bretanizar'' al "pibe"?
·
�
d ce e:l "califa", así tendríamos nue
stro � iante a los tres líderes entre los cuales hay Ulil,0
1" del
' :. ,ryiu7 � 0 � 1 1, que? :muerto! De norte a sur de
.l. púbh a la Re · que desconfía, por su amistad con él "pibe").
· •
·
·
- 61 -
60 -
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sal
�;Ji..;;i�3.;;;.
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:i;. •• J,;,...:4�..:.�..;i.
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:· '1', . :··� -.�.:·..·>".'.,
}-:ri>'t:¡�- ··:
. �-..":� 1 .:
:<;
las infidéncias de esta clase se pagan con uno . . . Ó uizá . . . Com o en el ccrso del cof onel Vi?.:._- .,_ ..
-. � I ph
�· : lenciamiento . . . . - sentencia el "califa". Uégas .. .
. ·•
':""
Lo malo es que los grandes remeledio s deben ap1i-
Cuando el "jefe' ' se entera del proyecto, prorrum- !.6tt!l::ill •:\r
.� ·
·
.
- El alza inmediata de los ' 1bonos" del partido .. . ,¡; nces en "Collahuasi" . ..
.
Ento
·
·
. · ' L
'
- replica rápido el "califa". "'· Mas bien, pero a1e jan do a 1os mueh achos . .. eso s
,
- Que te crees tú eso . ..J No olvides que la reacción "son asustadizos . ..
es muy astuta y que atarían cabos. Una exhaustiva · No tengas cuidado, Machivello .. . no habrá na-
··
No, pero háy demasiados complicados . .. :al "jefe" no le gusta la sangre... Per9 al "pibe" no
Hum J No será un poco de sentimentalismo "Je- ·I¡
�le gustan las bromas .. .
·
.
- Tal vez, algo hay de eso .. . pero, déjame · pensar-
lo. '(oy a consultar con Perico ... . �l tiene más sentido
comun que todos ustedes .. . - I rubrica su argumento
con una ancha sonrisa.
-�.,':' I s.i consultáramos con Eliphas Leví? pregunta
!"J'"-'
"'""' tas. .
�}��- . - . Está en Lima el mediurri? - pregunta . el "jefe" in- ,
·
teresado. ·
Creo que sí . . lo buscamos ...
No estaría mal... Quizá recibamos un consejo o-
r.
62 -
- 63
, ...
� t:.; �. . . . l::J::í,..
.
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·n:: �l ·� 'lj;
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a
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.
6onfidente trae la noticia para que tratemos · de sal- .
.1o.
<11,. ...¡ ;s¡¡,·..
. ....
Clorita, es preciso hacer algo . . . sé que lo matá-
�- Pero . el prefecto va a ir a una comida con "los ofi
�
fr }Y; ����
. ·.�
.
<?
�� �
vmciano, Y nuestra P de este rmcon pro Por qué ·ha caído Jorge . . . ? Estaba en compañía de
.
tres o cu.::it ro camaradas de los recién llegados de Li
vie
nis ia fu gi tivo .. Tembla ' c� , ref�g10 de tanto unio
- sÍ l o seran los so ma . . . Cumplían órdenes de entrevistarse con Jorge pa
Cbra . . . Camarada plones? ,
.
drosa, detrás del po C ara . . . - dice .
una voz me-
·ra organizar la resistencia en esta región . . . Estaban
rtón R econozco la solos, en lugar seguro . . . Luego, cayó la policía y só
investi gador de la po voz. Sí, es un..
. Un li¿a , pe ro de lo s lo . Jorge fué Ópresado ., . . Los otros lograron escapar . . .
tipo alto ' blanco , aso nue stros .
dejo ·antrar, y cierro ma l os OJO S d esorbitado Abro y;r;ya se fueron a Lima. ¿Cómo es que dejaron a Jorge
·
s. Le
·
e h bl · la
- - Clan· ¡ a ª . Jorg& es un líder obrero de recio temple. Su men
· · esta ªs 11 eva ,
�
noche
que . lo van a matar . . .. le�'. de uga ran a Jorge . . Oiidad demasiado simplista, carece de las sutilezas de
·
arf f:t
p�eso�. L a policía l
..t.
quiere su ri . 1 o. Es sur, ha caído líd�res, porque sabe que si él no se opusiera, se. ha
mzador, un batallado un gran orga,. rían realizado conversaciones con las autoridades de
f
r inc e. Se mult iplica ·
tá en 'todas partes,
pese a aª orden de Y es- olicía. ¡En los justos momentos en que se j uega la
apresarl o. Al
- 65 :T
- 64 -
. . .
�
suérte del movimiento unionista ! J�rge ha lieg�d
. . . �� ( Aiá . . . Bueno, voy a ver a los miembros. de de
pronunciar uña fea palabra: traición . . . ! fensa . . . No sé si los encontraré. . . con el estado de
Ahora está preso. I yo camino de casa sitio . . . , n . . . Tambie, n con
:_ Germa
.
pidiendo a los camaradas libres· que hagan Ya habl� con Julio y con
salvarlo. .
,.f+:Celestino ...
.
Pero, qué cosa tan extraña . . . , Veo caras '-_ Ah, ya te adelantas te . . . ?.
gestos evasivos. Miedo . . . ? � Claro, tenía que hacer algo . . . �l tiempo no� ga-
na . . . y es la vida de Jorge la
- · Podemos organizar un grupo de ocho o diez cama
que esta de por medio . . .
casi ruego.
. _
gran luchador, el mejor ·de todos . . .
- No te enojes, anda tranquila a tu casa . . . Yo voy
·
- Pero, quién nos dice que no s·ea una emboscada . . . ? ·0 ver eso . . . Para algo soy el jefe de defensa . . . .
Tu, crees que a Jorge lo van a dejar con solo cuatro ( .....:- Sí, ya. me voy . . . pero iré donde todos, y avisaré
hombres . . . ? - I mueve lá cabeza. Es el jefe de los ;0 todos . . . por si tú te duermes por el camino . . .
defensistas. Insisto.
Es qu-e el prefecto se va a una comida con los oÍi I salgo. Un horrible presentimiento me agarrota las
piernas. Sé que no hará nada, lo he visto, lo siento . !
�
onan?
de ·hombres, Clorita . . . Déjame averiguar todo . a ver
qué posibilidades tenemos . . . ¿Por qué el co�fidente
Pepe no vino donde mí . . . ? · A las 1 2 de la noche una partida de soplones ve
i:iidos de Lima, conducen, en varios autos, a Jorge a
- Qué se yo . . . porque le daría miedo tu casa, siem-� , él capital.
pre vigilada . . . pensaría que mi casa es menos peli-" i Por las afueras, en un lugar desértico, lo hacen ba-
grosa . . . y como sabe quien soy . . . - Empiezo a sen�' jar. . Que camine . . . El se vuelve, como una fiera
'
,1
t .
. No consigue terminar. Diez pistolas le acribillan y �l:l
recio cuerpo se abate sobre las arenas calientas . . . :
Sin tiempo.
·
emp ieza a perder la noción de los días. Estos adquie
ren entonces la dimensión de nuestra angustia.
•. Al comi-enzo uno quiere contar minuto a m inuto,
los días que van pasando. Se inventa un calendario
y se señala los días que pasan, los meses . . . pero lle
ga el día en que ningún calendario puede marcar el
tiempo que transcurre.
�. . Decimos: es invierno, porque los días amanecen
opacos y el sol no sale sino de vez en cuando. Porque
amaneqe más tarde y oscurece más temprano.. Deci-
. Jnos: ha llegado el verano, porque sentimos el canto �
- 68
-.- 69 ;-
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: , la� rev olucio.- .
�0 porque era d..el par
. tido Ust ed sabe
11
s, sino 1os l'lderes. Ellos
, ·
1
Han venido múchos. Diez, veinte. Hay rumores, ; = mento, pero éste no llegó . .
. No s detuvieron ant es . . .
acallados por las violentas órdenes de· los guardianes, i!.
I ahora . . ?
les porque 11ay mil i
de que ha habido un levantamiento. Cuando ésto pa -
No. sé . . . Hay Cortes Marcia
·
. ro de. ,.ácostarme � .
7
la casa.
·
Ante todo, Juan Alberto era un hombre de trabª · uno debe estar en lo que os, una vida mejor , de u-' ·�'
·
l.
' mismo pueblo natal '...
.
s?stener su h�gar - cinco hjos, la mujer, la madre an:
c1ana - . L� vid? es dura Y hay que luchar muy fuerte: dales ; y tercera, porque erachodel . Se sentíá como. parte /
E� pobre se:>lo tiene amplia la espero.nza I 1a educa- que el "je f·e" y eso ata mu as fav· ·erecido que los ,
.
. integrante, del "jefe" mismo. M no.
� ·
cion ·
, de 1os h"lJOS s1gm' fica �n . esfuerzo superior a sus cia
ci'tros, pues era su comprovininto
· -�
v1eJos, que sean hombres de bien, no ignorantes, . mes sentia como un amigo, come,o alg
,
.
chves a todas las tentaciones Y sobre t6do, .1ner
para defenderse en la lucha p�r la superv'ivencia· pen-·· el "jefe" un afecto entrañabl o los mismos pensamien-�}
. , sentia
, 1a saliva amarga.· .. .hubieran estado juntos, pensad
sando as1 tos, luch ado por los mismos ideales.. I él creía. que .el-�
.
·
.
�i gún auxilio por parte del Estado, pese.a sus cin- . : � . )'9 e' 1e correspon
1 1 • f 11 d'10. . s ' �
Qué imp orta ba que el "jef e" fues e de fam ilia más�.. .
eo hiJOSr;n No era obrero ' no estaba ªfect 0 mn:guna ley
.
soé:ial. So' lo · atem'do a sus propios recursosª y a la fuer''- 1distinguidas? Eran como Juan Alb erto, pobres, paupé-
ían "las traposas" por la v�jez de su� ·;
·.
- 72 - - 73 -
h c-�l.\."! � :"t!f;�f! ·����mt�m
. ;. ,. •;,':';'.����� \(.,�
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.
.
•
· ' . . ,·
. ms�o proclamaba la igualdad social y Juan Albert .,(.u.ego, sin darle importancia, continuó con
·
.
, 0
·
, sabia comportarse. También él tenía su cultura fo:
·.....- fa; absurdo que te· enfrentes a la disciplina unio-
��ora le habían hecho llamar de la Secretaría de nista por defender a una muje r. . . Tú, un jefe de sec-
.
D1sc1plma ·para notificarle que el "jefe" �staba surna- tor, un viejo militante.
mente Me asombra lo que dices, camarada. No se tra-
. , d's1 gus tado con e' l. Motivo: su defensa, ante un
. a de uná mujer . . Se trata de una camarada . . ' .
·-
1 \
·: -r-:-
- Dile a Pedro que cuando llegue Enrique, lo haga ;.' · cualquier afiliado.
pasar de inmediato. I tú, prepárame esas _cartas para i �- Sólo que lo que ella pretende es que yo hablE? con
los comandos de región, que deben salir esta misrria 1 ·el agente de los socialistas, y ya sabes en qué concep-
.
�
·izquierdistas. Me basta con el unionismo.
·
'! admITac
··
ha . .,
1on �ue 1e . inspiraba este hombre, tan
:. 1._;- Aceptando tu tesis, · escúchale y rébátele. Pero en ·
·
·
' ¡___ Error, craso ·error. Eso es lo que yo llamo entender
,.., . ue t� trae · aquí? - dHo el "jefe" las cosas al revés. No tenemos nada de común con so
Q
I
�,.
:
' Alb erto.
:_;,..,.,,, .Somos autónomos y no obedecemos consignas impor
l
·
·
·
ta . .
1� - · Ah ' s1:
re'o q�e tenemos que habla r. : . por . lo de Clari-
. ·
g1do - ¿,que .
'
�� -s.
.
protesciri dodrinets .._d.a éforma social · como noso 'l;iombr es � ml,ljer�s, todos,, .el ��blo -.it-"'...qµe. ha- �pr:m�
.
tros, no · .
_ _
tad contigo,· con mi "jefe" y mi· hermano. smo expu 1s�o El 111· efe" se habia levantado vio-
, · lentamente de su asiento y casi :ozaba con 1as pa1 a-
· · · _ ·
llég6 a dad� mieao. No lo hubiera creído ·· Ah, te pesará . . ! A dónde irás que no lleves la
.
jarriás.· Se ·
_
ed;iad.o aqajp \l:t:id cc;xr53ta. No se -�le ocurrió El "jefe" empezó a recorrer la habit<=: ci?� a gran- ..
nada. .
... -- Estoy désconcerkrdo, dijo, me · parece
· d·�s trancos. Estaba frenético, como un �1stenco . . �lzc;:r- . ,..
y
.
· que me he
equ.iyocado _ al juzgarle, jefe. Yo creí' que
en· · un· parti-· ba bajaba los brazos, gesticulc:indo airado. Parecia .
·f do ae :q:r:ganJ?:ación deinocrtrtica,
. �
:- -: : .f\�to9rí!ka,,· . deinocra .
. da,_ . 5ioctrina . .. . pa_iáb�g�; pa-. .
.
. lap:r:o� y . .P< :
:rlab
. ras. - remarcó. D3masiado sabe Ud.· da había escuchado toda la dis�usión. E� . su, ;� n,�enor
lf- · qli é . 1a cabe .
.
·
za soy yo y qÚe ··n��q:· �e hace ·eri el parti
. do si .YQ PQ lo orgqnizq, lo plánéo y 10 ordeno. verse . . . discutir . . . el partido soy yo . . . ,' Y l�ego ,el
· ---;� E.�J9,n��:s , - _ "je�é'' , el
'
saber!"� ya " y no . lida del local central del pcn:tido. ¿Sena est� la ultm�a "
� asómbrcirté ' - . su voz era . désafici:nte
·
r. :M:i<lió er etecto de
"' ' sus P�fW?.�a�, :-:
: ; �-:J.l��.or�X:sf?y1J y?
·
·
· '·'· meradas, de · viejos luchadores! Aquí s� . enterr.�9a. . _.s u
qu�� l� cJice·, · ��:mi.p.r
J
.
·
�l�
�ido · no es usted, sino la masa, los dirigag<;:r1, 9u� er. p�r:. ·
entes· de grupo,
- 77
- 76 - '
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faltas gra-
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por
das que conversaban en · g�pos, n o vió a nadie. No . . 0 vino un rápido proceso de expuls
. había sino él, en un comienzo de · soledad infinita. To- � es a la disciplina . . . · Y una .noche · · ·
camaradas de
. . sió. Le ardía la garganta y el dolor del pulmón se hi-t-llH....,.., A ese barrio no llegaban nunca los , . La sórdida ..
:·· .��...zo más agresivo. No, había que vencer, había que su- 1 �utomóviL sólo los de, óm ni �
� s o tran via
1,,,., perarse. . El pc:rrtido era él, el "jefe" claro que sí, ¿no miseria aleja a los ma s her oicos. . .,
Juan Alberto smtio el ro-
•• •
� mandó al ma yo de
de mujer joven, tendría también que someterse o sa- los de los cobradores. No salió él, El muchacho sal:io, Y
lirse como él ·a sufrir sola su impotencia? Pero, y las � ·sus hijo s, su Héctor, de 1 5 año s.
consecuencias de su actitud? ¿No sería desrnoraliaa- . volvió con el recado. .
dor para la masa? ¿Cómo explicarla . . . ? Hubiera que- , pap á, son uno s cam ara das . · · qui eren
Te buscan
rido regresar: Volverse. . Dicen que
. hablar contigo en la esquina . . ? Que entren . · · Siem
salg a �· · ·
_
-
No hay más unionismo. Eso se acabó. A pensar S-e asombró. ¿Por qué afuera
en otra cosa. pre han entrado.
El cielo estaba alto de estrellas. La ·noche f�ía pe- No; dicen que no van a entrar. Son
tres. Te espe-
netraba, en los ojos, en los poros. Juan Alberto sentía
_
.,
ran.
una extraña satisfacción de ese frio, que le calrna·ba el - Quienes son · ?
. creo que uno d e e-
·
ahitas de sombra. Caminó como si despertara de un ' llos, -es el "za mb o". ieran -y la
·
sueño, largamente .soñado. Sintió corno si las piernas no le obedec tuvo hem-
.
No
Vivía en una calle solitaria, en un barrio pobre, sangre le bajó de la nuca hasta los pies. cobarde.
lleno de humedad. Cuando llegó, su mujer le espera- ·.': · po de pensar. Salió. No digan que soy un
dó ad�ntro , alerta. De repente un gnto
_
ba como siempre, levantada. Tiritaba.
- Alcánzame mi bebida caliente . . . voy a acostar- · '�
;· ' Su hijo que
pesado er1 el
. , . sordo y un golpe seco al caer un cuerpo Y quier� gnta : r
me. suelo. El muchacho sale despavorid rueda sm
·
o
cono-
- Debes sentirte muy enfermo. - dijo ella por todo J y sólo siente un mazazo en la cabeza y
s su pad re
rezongar. cimiento. Le han partido .el cráneo, mientra
r agoniza con una puñalada eri el pecho.
·
Esa noche tosió mucho y mezcló su tos con su ra-
bia. Todo se había desmoronado en unos cuantos mi-
m1tos ¿Estaría él equivocado? Así termina sus días un disidente unionista
. Ju<l:n. ' .�
·
Días después, algu�en le dijo: hay que darle tiern- ha sido castigado .
po al tiempo. Ya les pasará y vendrán a buscarte. . Te
i;ecesita1:1 . Ez:. la seccional todo el n;undo pregunta p�r
h, que s1 estas enfermo, que por que te has alejado . . .
Bueno. ·
- 79
.
_
- 78 -·
·�,...
ft<i,....,.... _ ,,...
.,. '. . "' 8,,�'
r:,_� -.�.,.--�·{:
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..,
-te' ��:� ��� ..R C...�
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c.
� ;. --t-' s · .. .7·
�
.;
. .. •.
...
s, y se d1s&.-.::-
(.• �
'.
.,· ... · . .
·1 uz, b aJo · 1a mira· da· d-e los guardias y las \roces de or- las culpas que no
,. los inocentes han tenido que ar
den de los carceleros han com etido ?.
. ·· �a no.che es la s�ledad, es estarse cil fin con uno ¡Pen itenciaría de Lima! los añon?. . resb
. . .
alan como
·.,. mi. mo,, , leJos
� de los forzosos compañeros, que se le piedras sobre el túmulo de mi cor azó . ¿Cuántos . . . ?
qu_1eren meter a �no hasta en el alma, y que le cuentan Ya no hay calendario para mí, que vine con los' cabe
. ?- :ino una Y ryiil veces su "causa", sus secretos más
-/ uta corona gris, so-
.
. mhmos, 9us mas repugnantes necesidades llos negros y hoy sólo tengo una hirs
bre mi frente ·de penado.
. e: Ten�ido sobre el camastro de la ceÍda, Charles Los qlie me indui·aron a matar me pel han olvidado. Ya
):: ...tool d�Ja corre� sus pensamientos.
.
1lla . . . ? <?uantas veces ha pensado lo mismo . . . 1 Cuan- Por eso todas mis tentativas de evamá
t. o :ef.d mr:�' bueno, nmo
. . _ exactamente no, sino un mu
y por último, me han rem
achaqo s, haciéndome a
_.
c�acho de unos 1 2 años, leyó un cuento, no recuerda rdia. Yo que corría·
· .
. co�o se llam�ba. Pero era así: un príncipe joven im por delante, le disparé un balazo· carabina a la es-
yi
paciente, deseo alcanzar de una vez la felicidad. s� ha palda . . . !
;�ª adrm . � le presentó un carret fl ·3n el cual estaba en
Paro no ·importa, si llegara a salir, si llegara a
sa-
yue to el hilo de . su vida. El príncipe tiró del hilo Y su ijr . . .
,., '
- -- -- ·
- so - 81 -
Ahora sólo me queda . el recuerdo. so; un barco' Ha muerto? - pregunto al fin.
."
"!'.. · de velas anclado en la soledad rocosa de un mar · de s Sí . . . aye r . . . ¿Sabía Ud . algo . .
?
.
davía vivo.
no hago nada . I yo . . . ? Por que no muero yo . s su-
,
endo broma
El "primero" tiene la cara llena de verdugones. En la cuadra está el "primero" dici . e::: ·
Dice que le picó la uta en la sierra. Ahora se venga s a los pre sos . Me mir a con su sonnsa t orc1' d a. ..,•ien-
da
la garganata h�sta cor
en los presos su fealdad. Siente un extraño placer ha to que le hundo los dedos en
o nada- Ca�mno, voy ,
ciéndonos daño. Nada mejor para él que traernos las tarle la respiración. Pero no hag , cia del C1;1-
la pes tilen
a los retretes. Allí me hundo en
·
'::f·
-
�
# Hoy ha clavado sus ojillos minúsculos en mí. ¡ no
•.-
.
·� pi�rnas.
\.- Camino a · la Dirección. Camino, me flaquean las
.
,,
Lá · máno de Enrique le tiene tomado el brazo y se
· _
lo prieta rev�ladorarnente. Su cuerpo se junta al de
a
Mcir�a · ºdé lci Luz. Esta se sorprende.
_:_ Que . . . que te suce º d·e . . . ?.
I I
concluye cínico.
Estúpido! Y yo que te había creído otra clasé horn
. bre . . .
_
os. Un va-·
c10 desolador, una soledad que nada llen paz! Tan tímido, tan sin personalidad, atreverse . . .
a, la hacen ·
moverse desapaciblemente en la cama.
·
Sí, tres fraca . ¿Es que ella debía ser l a presa fácil de estos tipos, te
sos senti�entales . . I qué importa . . . ? Es jove n, ¿por-' nidos por modelo de corrección, de moralidad, de dis
que, sentirse conclmda ;
'ói
. . . ? Ya se recu'parará . . . ) . ciplina . . . ? Una ºrabia sorda le mordía el pecho. Qui
Tú eres una mujer lióre . . . eres revolucionari siera . poder escupirlos. I no es por escrúpulos purita
no creo que tengas p:rajuicios,. . . a . . . :
nos. No, María de la Luz no tiene prejuicios, cree en
No, pero no creo que haga falta . ·¡ci libertad en el amor. Pero así no. Ella cree en el amor.
/
.
· superiores a las 1 0 horas de trabajo. Vienen luego las
* * *
� muj erés de la clase me�iia , emp l eadas de comercio, o
. funcionarias en las reparticiones de Gobierno, maes
-
'tras, estudiantes, profesionales pobres. Estas son las , .
·
. �
auténticas "unionistqs", que se han inscrito en el par- ·· '
'.
· dentro de las normas democráticas. . Sabe lo que nece- ·
86 - - 87
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cómoda. Requieren otra clase de trato, más frívolo, más ,. ría. En el fondo de su corazón guarda un profundo rem
an
·
de acuerdo con su posición. Con todas se tutea en pl ·. cor contra todas las mujeres que la aventajan en ju
·amistoso, pero no las siente en realidad amigas. - ventud y que están en condiciones de vivir su vida.
A las "damas unionistas" les preocupo más a lo A la mística es fácil descubrir1e en el rictus de ld ··
.
hora que terminarán sus maridos sus conferencias po
.
var semejante indumentaria y exhibirla ante el pueblo organizaciones gremiales. Ha llegado al partido ansjo
mal vestido. Prefiere usar sus vestidos más sencillo s y sa de figuración, y se ha encontrado con que para al
si ha de tocarse con un sombrero, siempre lo hará con canzar un puesto directivo, hay que pasar por la es
una boina. cuela de capacitación que dirije María da la Luz. Esto
Entre las damas unionistas destacan por su especicil la cohibe, pues ella se siente con condiciones suficien
peculiaridad, el grupo de las más allegadas a los lí tes para actuar de líder.
deres. la e'sposo del médico del "jefe", semi culta., in Una media docena de "damas unionistas" forman
trigante, con femeninos arrestos de líder. Le gustaría el grupo básico de la aristocracia del partido. Estudic;:rp
llegar a ser "alguien", pero no le agrada la compañía tes, profesionales, maestras; de mayor rango social l�s
de la plebe. No está dispu-csta a tener que juntarse con hacen co:ro y las estimulan en su actitud un tanto rivdl
su criada y que ésta le llame "camarada" . - ... de las Únionistas del montón.
A la esposa del médico se i� deben señalados fa. Estas u'nionistas - no inscritas, m'uchas de ellds
vores durante· la persecución. El "jefe" ha sido su hués - son las que organizan las kermeses, fiestas de cari
ped obligado. Ella ahora piensa que debe ser justa- dad, repartos de juguetes, etc etc. que se realizan en el
mente recompensada.
·
su situación es altamente importante en el partido, pe Otro grupo sirve de contrapeso a estas. Las que, ·
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. breras, mujeres de . los líderes menores o sub-líderes�
� . .. intriga con el "jefe ". I han sali�o gm:ando. Al
Estas mujeres están en. puestos de confianza dentro dé'
las organizaciones femeninas, representan a Marilú an- �· ''jefe" n los chismes. I ella se siente impotente
e te
tes los comités de barrio y le sirven de secretarias . en para repeler los golpes bajos. No sabe luchar �
rse. Pero siente
las diversas secciones de que consta la organización de rrenó a desnivel. Prefiere no d � fende
capacitación femenina. Son útiles . trabajadoras, acti- · . una especie de malestar, como si se fuera desm orona n
tado.
vas, pero llenas de tremendas ambiciones personales y do un castillo de naipes ardoro �amente levan
d8 pequeños celos entre ellas mismas. La indiscutible .' ·
. I es que en realid ad, Mari u n�? conoc e a las m�
si empre muy superh�
autoridad de' que goza Marilú impide que surjan dis- . . jeres . Su trato con ellas ha sido
. . �om
·.
crepancias más ostensibles entre este grupo de muie temdo amigo s. Con los
.cial. Por lo general, ha
eptos
res unionistas. bres· se ha sentido mucho más cómoda, ya que
o lucha-
'Ütra cosa es la masa femenina del partido. Disci han sido camaradas en su vida de estudiante
plinadas, en su mayoría incultas, siguen l a marcha de . · dora social.
. es
carácter despierta . resis.tencias? Es que en realidad
ella tan distinta a las demá
habrá cenotafios en el partido. No son sino mujeres. s muier es que 11:º puede en
contrar espíritus �afines entre las de su sexo . . . ? HaX
Las mujeres son los muros de contención en las s1
:una especie de celo en el grupo que la rodea, como
grandes ' avalanchas persecutorias. Las que �nvueltas
'. ella estuvierq usurpando un lugar que no le pertenece.
en sus ropas, llevan y traen armas, misivas, órdenes
peligrosas. Las que no piden nada ahora, sino maña
., Lo cierto es que M�ría de la Luz no e � igual a nin·
na, mañana, cuando amanezca un nuevo sol que alum
·guna de las unionistas, sin que ella se .s1;nta por.. en
bre el camino de todos.
.cima ni por debajo de las misma s. Qmzq demasiado
el
. �'ili liil\IJi•.introvertida, ignora la forma de la frivolidad que es
Ahora María de la Luz está ·un poco descon a las muieres. Por lo menos ,
· , dima que mejor les viene
certada. Las "damas .unionistas'' le han armado una·
·· a la mayoríct.
90 . - - -9 1
..
· La in!_riguiHa que le han armado ha leva
. ntado u
na pequena tempestatj en el s eno unionista
. . . . Su orgu- ".
llo y si.i sorpresa le · imp iden hacer aclaracione.s. Se
� a�shene, apenada y asquead
a.. Son las piedras del :ca
.
613
':t: �us nidos en los arbolitos del penal. Tiene unos ojos .
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da su actitud és ul).a ·queja. Pienso que siempre tiene· .m�jor este . camino . . . Esa bocina es nueva. Qué . bien ·
�miedo. Cucmqo le dken su número, tiembla, se le \l'e sue,na! Debe ser un carrito pequeño, joven. Debe per ...
en los ojos. rrenecer a 'Olgún muchacho alegre. O tal vez a una mu- ·
•
Ya entramos en la celda. Nos encierran. Doble · . Ch acha de· mirada atractiva, de manos nerviosas, de
llave a la reja de hierro. �a celda tiene dos metros de 1 P!=llo rebelde sobre la pequeña frente . . . una mu
largo por uno y medio de ancho. Al lado izquierdo lct . ·chacha . . . · Esa otra bocina es ronca, de auto viejo, de
tarima arrimada a la pared, al otro lado, un banco. �be ser de algún señor de edad, de chofer uniformado.
Al r·incón, una lata. No hay nada qué hacer. Arriba , . �
' ( está apurado por p'asar, quiere que l.e dejen el paso
en el techo, un foquito de luz, tan miserable que arden libre . . . Qué apuro, señor, todos tenemos que pasar . . .
los ojos cuando uno quiere leer algún trozo de diario · ' Ahora varias bocinas a la vez . . . se ha embotellado
�l tráfico . . . No hay un policía . . . ? No hay un polic ía! :
·
golosina. Me tiro al camastro y pienso. El tiempo co · . . . im¡:::osib1e! Esos están siempre en todas partes . . .
rrl? sin prisa, minuto a minuto, como un hilo de agua ' p
ero se aturden, sí señor, se aturden con el ruido y las
delgado que saliera de una oculta canilla. Cae des ,, voces de protesta. Porque sin duda están protestando
pacio, sin ruido, lentamente. � 1• • • qué gracioso . . . ! ja, ja, ja! 1 ! ! . . . . Son tontos esos
tenue, y la noche invade los rincones que apenas alum .,. Ahora suenan los pasos de la ronda . . .
bra la lamparilla de luz. Oye, tú, 6 1 3 . . . Estás dormido . : . ? Qué te pasa . . . ?
Poco a poco el chirriar de las llaves se hace más ríes solo . . .
lejano. · Los oídos s� aguzan y empiezo a percibir. En Súbitamente han cesado los ruidos en la celda,
el ancho silencio, , sólo el pitear de los guarc;lianes. Sin (
Ahora el silencio recupera su imperio. S e pierden en
· embargo, afuera hay ruidos, traqueteo, idas... y venidas · · el corredor los pa§os de lá ronda. Me doy vuelta en
: el camastro y alejo el pensamiento. .Ya no hay más
.
La prisión · está en plena ciudad, pero sus muros son de
piedra. Escucho. Deben ser ruidos de autos que cru- : . ruidos de la calle. Ya no hay más bodnas. Sólo cae en .
_.zan, bocinas que resuenan. Los ruidos se tamizan y . ' la noche el piteo del guardia cada minuto.
llegan muy lejdnos . Pero los oigo. Oigo las bocinas, Estoy solo en mi celda y soy nada más que un
sobre todo, con su ulular agudo, urgente. Quienes irán 6 1 3.
dentro de esos automóviles? Gentes · libres, tal vez a-
legres, tal vez a una fiesta. Las ·calles tendrán movi� · '
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sin saber por qu,é, con la sonrisa ac;iyecta de su
. u.fümaria inconsciencia. . Porque la masa es absoluta-
, ..........
w.i ente irrasponsable. Sólo actúa cuando alguien la con-
p uce.
.
. Avanzan hacia las tribunas levantadas a un cos
tado de la plaza. I desde arriba se les ve: sus caras
Jguales, miran con ojos . in�xpresivos, sonríen sin por
mié, cambian breves palabras sin dejar de mirar ha
cia arriba, esperando que se produzca el hecho sensa
cional de ver y oír a los líderes.
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'
i
_1, una esp�ra d� toda la vida que no llega a cuajar en
oscuras que se mueve en oleadas.
No es posible distingtiirles las caras, los ojos, las r c:ilidad. I esta tarde todos se har; vestido de es.peran
bocas aleladas., Apenas si se sabe si son varones :10. �a. Todos creen que al fin cogeran con las manos la
mujeres. S.e ve sólo que son seres humanos, que �e. flor de sus viejos dolores y que al fin tomarán la re
nen urgidos por una sola necesidad: demostrar qué és. v�ncha de su anti<;:i:ua amargura.
:
br,i
tán. Vi·enen anónimos, con el anonimato . de la masa Muchos llevan la certeza de que ya nada les se
convertidos en ese monstruo de miles de cabezas, para de la felicidad. D-3 que esa tarde se cumplirán
zos y piernas que es la masa, con . un solo pensarriieri}o tódas · las promesas y un nuevo sol amanecerá para
y un solo anhelo. Todos marchan al paso, todos Üé toaos.
nen l� misma estatura. : Por eso avanza como un río de a9uas turbias in
.
, . ,
:;,:'
Miradla: s1 le ordenms - reir, reira a carca1adas, con C<Dntenible, amenazante de desbordarse, sino fuera la
.
·
.
..
por qué.
fi
las mil bocas de sus mil caras, sin saber bien . �
laza tan ancha para contenerlo.
Si llorar, llorará con la congoja de su viejo dolor, pero > -Algui-<m · creería . ·que puede alborotarse y revep.tar
sin acertar por qué le salen las lágrimas. La ma8a mo si se saliese de madre, y avanzar y caer sobre
piensa · y siente con el pensamiento y el sentimiento d�f do y avasallarlo. Pero. no, la plaza lo contiene, lo al-
que 1a dirije. Son instrumentos ciegos del líder. Por.f!'ga, le abre cauce y el río se acomoda, seguro; se
eso la masa es· terrible, porque es capaz de derri a'• aplacando dentro de sus . límites y va convirtiéndo-
bar
cualquier muralla, de echar ab_a jo cualquier ídolo, :·,� e e ' en esa cosa amorfa de movipiientos tenues que �s
1
escucha y especta.
- 98 .-
- 99 - ·
.'• .. . ,
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como bálsamos o como licor sedante para adormecer. Discursos
,.. los ímpetus iniciales.
11·
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..
I luego vendrá el desbande. El río que se desliza
'
por las bocacalles hacia todas las rutas, vaciando pc).
Esta noche el comité del barrio rebosa de cama
rádas de los dos sexos. Hay actuación y v·andrán en
co a :¡::oco la ancha plaza,· como si se le hubieran abier
to mil compuertas. I de nuevo, las mil caras de la ma·
recorrido los líderes. Vendrá el "jefe". Este es un ho
sa se tornarán en una sola tímida, desvaída, acobarda
da, con el viejo pavor de su pequeñez y su impotencia�
� Ór extraordinario, pues no siempre se puede disfrutar
· El monstruo habrá dejado de serlo. Icr presencia pel "jefe". Pero viene porque está pasan
do revista a l.os cuarteles union_istas, y ahor:a le toca
el · N<? 1 0.
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Uria salvd· de· aplcnisos y :de vivas
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palabras deben ·ser · sen�illas para dejars� �nte
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que al fin y al cabo, ella ha estudiado más que los que nos ·.
contra una sociedad basada en el privilegio que
la escuchan . . . que muchos de los líderes . . . el 'jefa'' niega el derecho a la felicidad. El partido quiere
que
·
·
. . . oh, él sí · que sabe más que todos, él está pm eñ. cite, para que, lado a lq
la mujer se prepare, se capa
cima de todos los líderes . . . A él sí le tiene mi-ado. do del · hombre, colabore ep la conq uista de los dere
,
Mientras ella soliloquia, la multitud ha entonado el hirn. chos del pueblo. Por eso nuestros comités femeninos ·
_ no del partido . . : Ahora nabla, para abrir el acto, el
1
sacrificio . . . .
Una salva saluda el anuncio de su nombre, hecho
"
por el secretario del sector. Entre vítores y aplausos ha dejado María de la Luz
María de la Luz tiene una voz cálida, llena, vibran. ' su lugar junto al micro y se ·ha retirado al fondo del ta
te. Casi no necesita el altoparlante. Sus notas son ar bladillo. Ahora hace su avance a la tribuna el "jefe".
mónicas, graves, de tonalidad musical. No es la voz El secretario pretende anunciarlo. No hay anuncio. La
chillona que por lo general, les sale a las mujeres cuan- , masa grita, aplaude, exitada. Suenan los hurras y los
do pronuncian arengas o discursos. Oyéndola se lle aplausos. I el nombre del "jefe" es insistentemente corea
ga uno a olvidar que está hqblando, sino fuera por el do por esa multitud enfiebrecida. María de la Luz sien
contenido revolucionario de sus palabras. María d8 lcr te que los ojos se le llenan de lágrimas. ¡Cuánto espe.
Luz cuando habla, parece que canta. ra ·y cuánto anhela este pueblo : . . ! I si lo defrauCl.a :
' ron . . . .
Poco , a poco se olvida <;le su miedo y concentra su .
pensamiento · en el mensaje· que debe d$cir a la masa: · El "jefe" . habkx. Tiene la voz ligeramente atipla
da, con una variación un poco femenina. Pero eso mis
•.
rendas en · 1a lucha social misma. Su primer cuidado J del tabl�dillo, que cae sobre el público . Tales sus ím
·
nitud de derechos.
11
. . . porque nuestras luchas, camaradas, no son por absoluto para coger al vuelo sus palabras. I él siE¡mte
reinvindicaCiones del . sexo, lucha que dejamos paro las que está e;n comunicación espiritual con su público.
"feministas"; nosotras luchqmos por la justicia para. fü.
do�, porque si élla viene para nuestros camaradas va " . . . . durante siglos el pueblo ha soportado el dogal
rones{ . vendrá como consecuencia para nuestros hijds del explotador feudal-burgués . . . durante siglos los po
y para nosotras . . . El partido no hace distingos . . . Tan · bres han llevado sobre sus espaldas el peso agobiador
explotados los hombres como las mujeres. La injusti'.. del régimen impuesto por los ricos . . . Nuestra patria
cia social oprime por igual a hombres y mujeres. El ha · pasado sucesivamente ·ae un régimen de esclavitud·
hambre, la desnudez; la miseria pesan sobre las muj é- colonial a un régimen de esclavitud republicana . . . los
!
-. 1 04 - - 1 05 -
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-� "� -....i -��· .��� • � _..... ."' ..
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. le. ..·hci:cia .
' .: afuera .
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sus '• acenü:x:iií .... . r--.
'�lollos; herederos di�ectbs de los españoies, · no cam-. ,... ... :'.·
'
·
·
·
cetrodo.
��bimon las cadenas, 3Ólo lm; etiquetas· del grillete que Todavía se oyen los vítores, los gritos, los
;J:iabía de ajustars� más a los tobillos del pueblo: . . De rios . . . "No nos provoquen . . . " eso ha dicho el "jefe" .:_ ...
�un tirano civil se ha pasado a un tirano militar. . . y . . "No damos ni pedimos cuartel . . . '' "queremos pan ,,
�· siémpre ha sido la misma casta feudal-burguesa la que con libertad . . . ' '
.
.
· mas µna nueva hrama . . . . . .
todo ésto . . ! ¿qué importa lo sufrido? Esó pertenece al
i.
!I.. .
Ovación clamorosa: No, no! ! ! Jamás . . . !
fin hemos llegado· y bien valen los largos años de su-
+
i .. frimiento!
\ " · . . . P-ero no queremos una libertad · sin pan . que-
t remos pan con libertad . . I es. sobre ustedes, camara�
.· .
mejor arma es la justicia de la causa que defendemos, · Marilú .si�hte que tiene que mentir: Sí, cambiará. :n.
1"- .:poI;' la que abriremos barricadas en las calles para con Es la situación en que se vive la que ·hace que la:. qen- · :'
.�:. quistar nuestro derecho a la libertad y a la justicia . . . " . te sea como es todavía. La miseria ha;ce a la may'oría
�.. intolerqntes, brutales . . . Pero ahora que todo va a ccnn- · ,�.
�>·
�.::
El . "jefe" casi ha saltado los escalones q�e le se
f:1·,paran d$1 piso del corralón, y sin dejarse apretar; de·
1'. fendido por los "disciplinarios" que . le abren calle , sa
biar, también las costumbres cambiarán. . .
- Eso creí hace veinte años, cuando yo •olo teníd 25. .
·
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"'I .J{ ecuerda usted, .compañerita ... ? Qué' id�as nos hici-'
. todos luchando por el mismo' ideal
'mos ... todos unidos, les dan trabaj o ... I esos no han luchado ... Ah, cornpa..:
ya voy para vieja . . . ·
-��-
ñerita Marilú, estoy dejando de creer .. . 0.ejcindo de
Pero e s que aún · no hemos triunfado ...
-
creer ... .
Casi, casi, camarada . . .. Esta libertad de que gcna-
- Es verdad que no a todos se les puede servir, ca- '
·
.
nuevo las tarjetas de recomendación siguen surtiendo ·. ·�
Además, su casa ha sido mucho tiempo local clandes
tino del partido... crlH habían : reuniones ...
los mismos efectos que durante todos los regímenes cm- -
- - Sí, cómo no.. . ¿I ella quería un puesto para Jo-
teri.ores ..; Sólo que ahora son tarjetas del · propio "je·
· sefina ...? .' fe'' o de los, altos dirigentes del partido .. . y los pues
·� Así es ...· Pero no le dieron nada. El camarada tos no son ¡:ara la hambreada masa unionista que d�
· Caso le dijo, después de hacerla esperar muchos días ran te años y años soportó el boicot de las oficinas del
_para recibiíla, que el par do no ?ra una s ?ciedad d� � gobierno y de las empresas explotadoras, separándolos · ,
' auxilios mutuos... que que se cre1an, que s1 le iban a
, de sus puestos y arrimándolos a las sentinas del ham- - t
.:.: \ <:l<Zlr puesto a todos los ·unionistas, no alcanzana toda la
bre,... los puestos son para los amigos de los líderes
.'administración pública ... · e n fin. - ·
· dice· . c:orno p ra: ·s1, . , o para los uníonistas de última hora que quieren apro?
. .. Ajá ... qué. co$aS .. . - � arilu�
•
. . - ·
·. -
� vecharse de la oportunidad. A los líderes les encan- ..
- Pero mi comadre fustina sabe muy bien · a .cuantos, ta hacer favores. -..... . Pero, y el puéblo ...? la masa de
·. . que no son unionistas, hombres y. ·mujeres, . les ;J.an tra·
hombres y mujeres que se sacrificó hasta el fin ...? �
bajo ... llevan una tarjetita, . dicen . que de los lideres Y . ,
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Ji. :to �
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etus de los derribadores de bastillas, con las
'
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van los Í
antorchas en alto, portadas por la juventud. . . ..
También las frases de orden son simbólicas:__unión;�
fraternidad comunidad de destinos., lucha so��daria con- :.e
'J
, forma la masa, los lados hacia arriba son los líderes bolos, hay otros que responden: . A qué preocu�nos? .1•
y la punta de arriba es el "jefe". '
Nosotros somos la "masa". Seguimos el derro)ero que .: ·
' ·. No. El partido es una estrella de cinco puntas. Las los líderes nos marcan. Bien o mal, nosotros no somos;:.
t. - O.os de abajo són la masa, el pueblo. Las del centro,
son los líderes, y la der medio. hacia �rriba, �s el "jefe".
responsables. Allá ellos. .
También el saludo unionista es un símbolo: las dos �
· _; · ·
�· .
,
·
La disciplina mantiene en perfecta armoma esta mcinos · en alto abiertas, extendidas, demostrando que ; .
:.
'distribución. La masa sostiene todo .el equilibrio del par están limpias y puras, que no portan instrumentos de ��,
., tido, pero los brazos ejecutan la acción y la cabeza pien- muerte, que están aptas para el trabajo dignificador. ....,
i. \ sa. La estrella unionista es como un hombre de pié, con
Podría pensarse que son manos implorantes,· manos dE? .'J
· Ias piernas ligeramente abiertas, para mejor s_ostenerse.
vencido que piden rrietced al enemigo; pero no. Son -
. El partido ha fabricado su bandera. Es roja y ama
·
,
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. ;· ·., , - 1'10 -
•
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¡¡,:, ;,"l
. , -
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r -t� gel pue Sobl'e todo, de un � eblo de extr;c�.i ¿ • .
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.;Jan _.ingenµa, tan carente de una cultura superiqr. ¿Qué
·hanan· los unionistas si no cantaran, si no fabricaran
,"'banderitas rojo-amarillo, si no dibujaran en sus · esca
rapelas y aún en sus objetos familiares, su ave simbó
lica, su estrella de cinco puntas . . . ?
Los símbolos son como la liturgia en las religiones,
o como la . miss en escene en el teatro: no se puede re
presentar un drama o una comedia sin el escenario, los
trajes, los muebles, el decorado, el telón de fondo
°
I el partido unionista está representando un gran
drama: el drama de la vida y la muerte de todo un El "Jefe"
pueblo.
·- 1 1 2 - - 1 13 -
•Y. " ;.,,,.'lf . ·:;. , �.. · .:��....,_ • • 11 '',. -·�i.. ·t: -: ' ...;'... . .
"
-��•
.. .. �
. ·,;.
. . . So1ª e a . cama, ren confusíon y deso .
,/
os. Es kx
. bros, corbatas, medias, papeles, sobres vací . 1
�
_m uy mohosos, pero :
en a relucir cada " personas, él siempre se siente en escena. Su may
le agrada que sus íntimos los saqu
vez que se ofrece la ocasión. Sien placer es escucharse. Cuando habla, se es ch a a
mismo y se auto admira. A v:eces se coloca el c:int� de
te placer que le re
cuerden que desciende de la raza
española, quizá en-1
troncada con algún capitán de Piza
rro, pero también· 1 un espejo para estu iar sus ade rr:anes, el movimie ;J. nto
le agrada parecerse a un antiguo de sus manos, sus i,npetus oratorios.
emperador indígena¡¡�· · . Sus viajes al extranjero y sus lecturas,· le dan ar
lotarlas ·hábilmente an.f �•
. Ambas coincidencias suele exp _
�
tual entrega a la causa de los opri
midos.
El "jefe'' está cansado de las com abla de todos los temas y está al día en lecturas.
El " · ?fe"· tiene sus propias teorias en cuanto a la
tº ��
idas pobres, de
;�
,
esas que tenía que soportar dura
nte sus años de estu- t
diante y luego en las épocas de
J
interpret ión económica de la historia. Si u�
persecución. Ahora se
alimenta pródigamente. Son nota porque sus doctrinas son una amalgam a de as oc
nas sociales, ya implantadas y algunas superad� s en
bles sus comidas. Tie
ne una cocinera provinciana com
o él, que le prepara
suculentos platos regiona les. Por el viejo mundo, se diría que es un innovador social. .
A pesar de sus doctrinas de reforma Y de . sus d 1s
eso su gordura que •ya
-linda con la obesidad.
.
Pero en el aspecto de su person rursos incendiarios, al "jefe" no le gusta l� �7olencia:
alidad, hay que re�
con ocerle que tiene una atra
cción casi · magnética pa· S
u natural sensible se resiste ante la ?osibihdad d �
ra la masa, sobre todo, para la
juventud. Basta que le ' un d-arramamiento de sangre. Por eso siempre �rgam
.
oigan. una vez para que los jóv
enes se sientan atraídos zc:i revoluciones, fragua , golpes, pero no , los eJecuta.
cuando ya van a estallar, da marcha otras. Las revo
�
por ·el "jefe". De ahí que su
partido haya sido prepon
derantemente un partido de
jóvenes . "Los viejos · a la luciones que han llegado a estall�r, no ,I:ian co tad�
tumba, los jóvenes a la obra", · con su autorización. Se han producido a pesar de Je
repiten sus leales, rocor '
dando la consigna de un vie
jo reformador social. fe", contrariándo lo o en su ausencia. I como llevan e
:
�
. Lo que desagrada en el "jef sú estructura el condimento del fraca�o: no tnu� �cm
°o 0
e' ' es su figura un .po _
co antiestética por lo deform e. f d y el "jefe" ha tenido la razon. S1 el hubiera podi
Grueso, más bien de' ba
ja estatura, tiene la cabeza d a tiempo habría dado la consabida contra-orden.
Sus manos son muy pequeñ
metida entre los hombros:
as y fofas. Su voz se le
-I unque fue a d destiempo, la habría detenido, tr0ns·
� �
· quiebre en falsete. La · formándola en un movimiento provocador, fraguado
mirada felina, casi nunca mir
de frente. Su - andar a-rrítmico a · . por los enemigos.
ave palmípeda en actitud de
, da la impresión de un
ht.iída. Cuando ríe, ense- .''..
. _.:
Hay algo en sus proc,edimientos que hace pensar
ña la <:J'Oble hilera de . di-ente , que el "jefe" es el tipo clasico del frustrado, del impo-
s, desiguales, amarillentos,
enormes. Uno creE?ría que no tente que no llegará. .
1 ·,-
se cepilla lqs dientes. Quizá si su ilusión más querida sea llegar al po
.
.
der en los brazos del pueblo, de los hombres jóvenes,
- 1 14 - ,
· · sin derramar una gota de sangre!
- 1 15 -
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::�·�:;; , rtt!!C��:ia
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ofreddo
1\:las ventajas que se han �
.
pms.
Esa amistad ha permitido la formación de pactos-,
en los que nada tiene que ver la ideología avanzada
deil unionismo. Lo único que ha interesado son las mu- ·
- 1 16 -
--
cer mérito�. A lo s ojos del "jefe" los que rp.ás valen son
;,Jos que mayor adhesión le demuestran. I el solo hecho
de pensar en reemplazarlo, es ya una especie de trai- -
ción. El "jefe" se ha sentido defraudado. .I ha dismi
· nuido su afecto y confianza a los que insinuaron la
substitución. Porque el anuncio de su posible desapa
rición es de mal agüero. I aunque alguna vez, urgido
por las circunstancias, se ha sometido a pensar en esta
.. posible contingencia de la sucesión, lo ha hecho con
Escala de valores · visible repugnancia. El es insubstituible.
Por lo general los líderes descienden de "buenas
'familias" . Emparentados con la pequeña y media bur
Es decir, no t�
No todos los líderes son iguales,
guesía, rentistas, profesionales, comerciantes, pertenecen
dos están a la misma altura, al
mismo nivel. Unos son a la clase media "decente". (En la clase media tam-
de �;� me�a categoría, los direc tam
ente situ ado s después . bién hay una extensa escala de valores). Todos los lí
del Jefe . . Otros esta, n despue1 s
de éstos; otros son só deres han sido estudiantes, alguno::; se han hecho pro
lo sub-líderes.
fesionales, y han tenido c<;mtacto con la inteligencia.
su cataloga�ió��
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d�staca con caractereá · Tiene muchos libros en su casa, por todoS' los riricpnes,
hasta · en la cóchera. -A su mujer no le gustan los librds�-
·
co- ..
fe". De gran ductilidad, es uno de los predilectos del humilde, de tono menor. Sirve para llevar y traer
'
'. 'Jefe". Muchos le dan el apodo de Rasputín, ¡:;ar sus misiones, encargos. Es como la pelota del partid y o
intrigas iz:iternas. Pero el · "jefe" le dice "Mcichiavello" en consecuencia, sufre los puntapiés de todo el equi ·
Y él está orgulloso de este apodo.
to-
' po y también del equipo enemigo. Pero él lo hace
do sonriendo, . sin incomodarse ....
jamás . Sabe que está �...
. ' De gran dinamismo, ejecutor y enérgico, a . él se le
que la recompensa se-: ..
sirviendo a la causa unionista y
.
.
mentarlq fQgo, · y a criticar. Comenta, también, libros. · cienes precisas y son los más discretos. Aunque caré::_·'·
- 120 -· 1 2 1. -
.. .. . .
�.en 1de .e:Xperieqcia, sbn magníficos ejecutores: A este·
· equipo se agregan siempre nuevos elemenfos, escogidos
·,., pgr el "jefe'' entre los recién llegados, Son los "puros":
· ;
.
·
):
.
iR�
�e tre tqntos hombres. Además, siempre . está en juez.
anµo ella hace su aparición en el Alto Comando, se
trf,�? sólo de asuntos · formáles. I cuando ella discute, la
m ayoría de los miembros , del Comando la rebaten. Se
." ciueda . sola. Muchas veces abondona la sala en señal
': a�.: . protesta, y todos respiran.
1 22 -
..
.
v.
�
solo fi�, ascender, llegar, conquistar las alturas del .�' .
"'
-
derato . . . . y luego, el poder . . . peregrinand9 hambrea:.
do por las capitales del mundo, hecho un guiñapo, en�:_
fermo, asistido por una solterona sentimental que le la- ·
era hacerlos hablar, aclararlos, pero se nuca, para evitar seguir malográndoselas. Eso le <lis.
e�<;:abulh, an, se escapaban. ¡Los cobardes gustaba a Jorge. .
! Cuando él
�?on su �locl.,lencia y sus argumentos· irrebatibles, los de� Lo que es a Hernando hay que aplicarle el "hielo".,
as . . . puaf ! -
Jaba ?�1cos, aplastados como cucarach
·
, _ . ifa" es muy · cuco pa su insolencia. ¿O cómo creen éstos que voy a proceder'?' ·
,tii' · �a deJarse pe car en descubierto. ¿Cómo un débil mental? Perdonando, · complaciente ·:d
.::i .tiene bu n c dado d�
� Ese no. Si discrepa, · .
?. . u;, callarse, porque desconfía de to todos · sus culpables errores . . . No! Castigar duro y siri '
:· 1
_
. .dos. El pibe . . . es el mas , peli compasión.
gros o . . . ese sí que es
/� �
� de tem er Sus amb icio nes está n a la vist a. Reempla Ya saben cómo es eso del "hielo". La prueba: Gar
r o a el . . ; canallas! Toda su vida
;
dedicada a un litos. Se me subió hastc:i la cabeza, con sus mimos ·y;·
halagos y luego abusó de mi confianza. Le bajé de . u� .
124 - solo golpe. Ahí está como un perro apaleado, escon-
- 125
': --\:rs./:f�·'C;n · s�s · �ers�s ram�l;n� .� · ��· t<fmaoie: ..io�· ras-.
i..., fi 1'
en fotograf1 a Y. qoi:-
• '
sino
"
cacielos
'
•
�;�-'8.íéndqse1 de
,
todos, pero saliéndome al · encuentro pa·ra m�e,ndo como perr?s hambrientos. Los poetas no d��.'.
bencm comer . . . m lo otro . . .
' �
,. .
· · Ahora tengo que cambiarme de medias. J.orge di
mí mismo, como los animales con el continuo trato eón · ·
la gente, toman sus gestos, sus hábitos, así Pedro. .Se ;
, ce que c;lebó hacerlo todos los días. Si me baño, no
' ·
puede se� que me huelan los pies . . . A la noche, bue-
. , no estare con esos. Toda la noche . . . ¡Quien sabe! · ha vuelto inteligente. Yo le consulto, y él me da m-q.- ·
;· Esos gastan yardley hasta en el bigote . . . Se estreme- chas veces la clave de lo qu-a necesito. Porque carece ...
.'
. c10. Un cosquilleo de emoción le hizo bajar las manos de variidad, como · los otros, y dice las cosas simple- �·
� de. debajo de la nuca. mente. '
Al agua, "jefe" . . .
- Nunca se sabe . . . pero no. Tengo que controlar-
Al agua . . . ! huy! cómo está de fría . . . I
�
,
,,me, un poco, por lo menos. A veces son espías, pro
·
!t:. 1 .. '
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...
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•.
- No .es -pe imismo . . . soy realista, qÚé quiere·. · He- . '. :'�....... ,..;.111
�
•
Ellos cuentan con el ejército. rría quedarse para "actuar" . . . Todos se creen indis�
:· -
. L'os · · clases responden al partido . . . nuestras ·orga pensables en el partido. . . todos creen que tienen una
.- nizaciones secretas los tien,en minados. De oficiales rpisión que cumplir . . .
pa-
..r� . .abajo, todos son unionistas . . .
- En realidad, los únicos que son aptos pa;ra esos ·
-·
- Es fácil deshacer esa organización. Bastan unos . menesteres, son los "cerebros" del partido . . . ¿no?
cuanto� cambios. Tenemos experiencia. · . Efectivamente, Marilú, aunque usted lo diga con
f:,$1
.::..:. . Pero1 por qué ese· pesimismo, Marilú . . . ? Cuan
-
...
• "
r
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,.:"\_(� ,
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.. . ..a;,·',��·
\ .,. �.!'\
·-
·�!'('! .
o,
<r r •
"' " - · �ª. madre, bastante tiene con la gloria del hijo . . . comunistas . . .
Marilú se ríe . . . Qué gracioso . . . 1 Es un vie10
. ,
�� . la pns1on , lo ha hecho celebre . . . por su crimen altruis y
¡q ta . . . - El "califa' ' ríe porque cree que ha descubier- la oliga rquía cuan
gastado argumento que usan los de
públi ca . . . pe
to una salida genial. do quieren asustar a la mojigata opinión
- La pns1on una -gloria . . . l no sea usted cínico, Mi ro aquí, en el partido, nadie cree en eso . . .
g�el. Bastante hacen ustedes para desacreditar al tal.
-·
h110. ¿Pero no cree usted que la opinión pública, la Oh, embriaguez de la libertad'. . . 1 Las calles rebo
se abrazan
masa, puede pensar que el partido utiliza a sus hom san de gentes, todo el mundo sonríe, todos
por las calles. Surge? manifestacione s espo ntáneas . . .
. bres y luego que los hunde, los abandona . . . . ? Yo lo
masa
Canciones, canciones alegres, triunfadoras. La
·
encuentro peligroso. . .
. �onqu istar la
- Quién nos va a tomar cuenta a nosotros . . . ? La está en las calles La masa ha vuelto a
e
masa . . . ? La masa es lo que nosotros querramos que calle . . . 1 Está eufórica, desarmada, pero fuerte porqu
sea. S?lo sirve para hacer alboroto cuando conviene es libre . . .
es-
Ahora la luz es más luz, y las voces ya no se
·
;- c:rl partido, pero son incapaces de pensar por sí mis- por los
.1 . mas. . . I luego tenemos muchos argumentos para re cuchan mediatizadas, por el temor de ser oídas
s li
batir ctlalquier suposición inconveniente. soplones . . . Se habla en voz alta, se grita . . . Somo
Argumentos tan deleznables como éste de la glo bres . . . 1 'Algunos han bebido, algunos profie ren hasta
ria de la prisión . . . insultos contra · 1a reacción . . . Los tímidos alzan la voz
a
- La que va resultando p.eligrosa. es usted, Marilú·. . . y se esfuerzan porque se les oiga. Los que te ignor
por despr ecio, ahora te bus
,
usted y sus cnticas. ban al pasar, por temor o
son
Crítica y autocrítica son la democracia del partido can la cara para saludarte con su más obsequiosa
.; a de cualq uier
risa. Ahora te salen amigos a la vuelt
Después de todo, yo no soy la masa. ¡Es tan
esquina . . . Pero tú no lo sientes, ni te importa.
. ·
_ ·-.
felicidad i
l::> en
r
tas. Qué importa? Por estas horas de
.
Péro, p or qué para siempre . . . ? Diga usted p�r un � ·Ahora sólo falta que regresen los deportados a sus
.tiempo mas, un año, dos, pero siempre . . . ? ¿S9be us- ,
·-.
.
131
1 30 -
. ' ' .
. ''¡ •
He esperado en vano una demostración de frater�
nidad, de comprensión, por parte de mis camaradas . . �
'
silencio? -�
.. .
••
Soy peor que un muerto: soy un q 1 v i d a d ol
132 - ·
. - 133 -
� !?!'-. • .. ·�
·��
, ,- • A·;: 1"-1 • t.,
'"'! ¡
·.
· ��- ·
es�
. _. . · .. ,.
· , •
f
\ . pera durante miles de h0ras, de días y noches, l a U�"' ·
gada de . este día. No en vano se ha sufrido como yófÍ'.:
torturas y desprecios, para alcanzar' al fin este momen� - ;;¡:¡-
. =:¡,;;:¡
;;,:,;.
to. Ahora voy_ a disfrutarlo plenamente. No importa'"'�
que todo el mundo me mire y se pregunte. Voy a ser».y
libre . . . l Oh, Dios, le tengo miedo a la libertad . . . 1
\.j,.�lega a su termmo. Esto no debe de tardar. tido? Pero siempre fracasaban y de nuevo a empezar . . .
-: -.,... ·Muchos dicen que estamos en las vísperas del gran Pero ahora se trata de otra cosa. Ahóra han llega: · 1 �
.dia. La libertad! Ya apenas si sé qué es la libertad. do a pactar con los contrarios, hay acuerdos, convenios',_
. �era, caminar por las calles, libre de las miradas del
: qué se yo. Ahora se abrirán las cárceles y saldrán tó� :, ;
_
dos los presos . . . Eso es. I yo. también seré libre. Só- .
fJq�.
: gendarme , . salir, pasear, deambular sin rumbo fijo·, con
manos en los bolsillos, silbando una canción cual lo que ya no aguanto más la impaciencia.
. ,.quiera . . .
� .;. Dejar. la celda � . . las cuadras . . . no oir · más los pi
�;/ ·
- 134 -
-. - 135 -
·'
,,,...
Salimos. Detrás de nosotros resuenan las pisada;>
.
tad?
El� ciue menos se hace afeitar por otro preso, aplancha · Cogemos nuestros paquetes, nuestras :aletas, y s �
..
�
. n ::t; · .
:... sus: printalon.es, lava apresurado su ropa interior. To 2J. ...
limos. No corremos. Hay que darle d1gmdad a nu� ,.
.. }dos. piensan que van a salif. Los presos comunes nos
·
· llegado la hora . . . - Temblamos de pies a cabeza. - Se · ha preparado una manifestación. . . - dice - . '.
·.-· · Deben estar listos, continúa, pues de un momento Lucho saldrá e n hombros del penal y será llevado .has-
·- :· a · otro recibo la orden de su libertad, y que no los en ta el local de nuestro diario . . . Allí dirigirá algunos pa-: -�,,
·
·
·se dirije al poeta · •
.
l
� �lístense . . . - I rubrica su gesto con palmaditas en la
-
·
,._
- 136 - 137 -
.. .. '-';:: � • !!;' •. • . � �
-�-. .
. . .• :f '! � .....�
- ,¡:
-·· ::
- A
•
•
. • •
Yo, asesino!
15 �'935
. . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ·
�ionar con tu libertad. Hay que tener motivos para ex de agosto de . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ·
.
liibir nuestras fuerzas . . . conviene.
Ponomá, hora cero
Todos nos hemos quedado estupefactos. El Direc
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . · · · · · · · · · · ·
.
Entonces Stool se queda?
Suspenso
..,;.y:_,_ Sí, Director, se queda . . . Guárdemelo usted para
· · ·
.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . · · · · · · · ·
. .
_·· -:�la
pr6xima . . . Lo víspera . . . . . . . . . . . . . . . . · . . · · · · · · · · · · · · · · · · · ·
\ . . .
; avanza,
Jornada
55
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
I
. . . . . . . . . . . . . . .
. .
llevándose a los dos compañeros de pre
.
. !':lf'_,
.....
-�
El dilema
Sidio hacia la puerta, hacia la libertad . . .
58
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . .
Los muertos .
·
64
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . · . · · · · · · · ·
. . ..
. .. · Siento que el mundo se desploma sobre mí. Se ha'
· '··cerrado la trampa. El Director evita mirarme. Yo no
El mártir
69
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.
. . . . . . . .
.
. . . . . . .
.
. . . . . . . . . . . . . . . . .
.
.
.. .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El asedio . . . . ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Mujeres . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
613
.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Un poeta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . · · . · ·
La masa
101
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . · . . . .
. . . . . . . . . . . . . . .
Discursos .
110
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.
. . . . . . . . . . . . . . . . .
Los SÍft'!bolos
...................................... 113
. . . . . . . . . � . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El "jefe"
,.................. . 118
.
Escala de valores . . . . . . . . . . . .
Soliloquio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La tregua . . . ·
. 128
1 33
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . · .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .: . . . . . . .
Miedo . . . . . . . . : . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • .
1 38 ......................................
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