Feminismo no asusta solo a algunos hombres. Hay muchas mujeres
que se sienten intimidadas. Pero intimidadas porque no reconocen el verdadero sentido de la palabra y de lo que ha conllevado su materialización durante siglos. Lo cierto es, que si supieran, lo que ha significado el Feminismo, cambiarían de opinión. Yo misma, en este proceso de introspección y de conciencia de lo que es ser mujer en este planeta, sentí por un lado, orgullo del poder que tenemos las mujeres y, poder me refiero a su afán de lucha y perseverancia. Pero también sentí indignación porque nuestros derechos han sido y siguen siendo vulnerados. Han sido las luchas de muchas mujeres, las que nos permiten hoy gozar de derechos que en un pasado muy próximo fueron negados. Mientras no cambien las sociedades en las que vivimos, serán básicamente las reivindicaciones y éxitos de las mujeres las que permitirán seguir avanzando en la igualdad formal -legal- en unos casos y en la igualdad real -de oportunidades y trato. Las mujeres, igual que los hombres, tienen opiniones y actitudes políticas e ideológicas muy diversas porque tienen intereses muy diferenciados, pero como seres humanos tienen una serie de derechos comunes que van desde el derecho al trabajo, a la libertad de expresión, a participar activamente en la política, a estudiar, al sexo, y también al merecido descanso después de largas jornadas de trabajo, el derecho al ocio, la cultura y los aspectos lúdicos. El que defiende sus derechos o posiciones política no es culpable de la reacción contraria que pueda suscitar. Una cosa es que un hecho desencadene otro y otra muy distinta acusar un movimiento de haber provocado otro. Esto no quiere decir que no sea responsable de sus respectivos actos, de los efectos que pueda provocar su acción, pero no necesariamente de las consecuencias que provoque en otros. “Si eres mujer y…
“Puedes votar, agradéceselo a una feminista.
“Recibes igual salario al de un hombre por hacer el mismo trabajo, agradéceselo a una feminista. “Te casas y tus derechos humanos civiles no desaparecen dentro de los derechos de tu esposo, agradéceselo a una feminista. El Feminismo ha sido una lucha, un movimiento. Son mujeres (y algunos hombres) que han tratado de lograr vindicaciones para la mujer. Por ejemplo, la petición del filósofo Nicolas de Condorcet, en 1790 a la nueva República (Francia) para que educase igualmente a mujeres y hombres. O los escritos de Flora Tristán en 1843 sobre la importancia de la educación de la mujer para el progreso de la clase trabajadora.
Feminismo Liberal (sobre todo la necesidad de formar y promover
mujeres para ocupar puestos públicos), el Feminismo Radical (desarrollaron una salud y una ginecología “no patriarcales”, fundaron guarderías, centros para mujeres maltratadas, centros de defensa personal).