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María José Zaldívar insiste en que pensiones es la prioridad y que la agenda laboral queda
en segundo plano. Detalla el calendario que fijó con los senadores de oposición para ver la
reforma. Además, se abre a que el 13% de cotización pueda ser transferido entre AFP y
ente público, pero con igualdad de condiciones.
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Finalmente esta semana empezó la discusión de la reforma previsional en el
Senado, y ya hay un acuerdo con la oposición respecto a tiempos de tramitación,
cuenta la ministra del Trabajo, María José Zaldívar. “Si seguimos el cronograma
acordado, podríamos salir de la Comisión de Trabajo en cuatro o cinco semanas.
Luego pasamos por la Comisión de Hacienda, donde los aspectos que se tienen que
ver son algunos, no todos. Por lo tanto, si logramos llegar a un acuerdo técnico, es
probable (poder aprobar el proyecto antes del plebiscito sobre una nueva
Constitución). Pero puede ser que lleguemos (a un acuerdo), o que no ocurra,
porque tienen que estar abiertas las distintas alternativas”, comenta la ministra.
-Hemos tenido una primera semana bien intensa en reuniones. A pesar de que en
un principio no estaba en tabla, el proyecto de pensiones comenzó su vista en la
Comisión de Trabajo. Esa es una muy buena señal. También es una muy buena
señal haber tenido una reunión con los parlamentarios de oposición y que hayamos
definido un cronograma de trabajo. También fue buena señal que el actual
presidente del Senado, junto al vicepresidente, manifestaron que este proyecto
tiene urgencia para los parlamentarios.
-La razón por la cual se modificó la urgencia fue porque vimos una coincidencia
con la oposición: esto para ellos también es urgente. Establecimos un cronograma
de trabajo en el cual nos plantearon que haya dos días lunes con audiencias, y que
los días miércoles veamos el proyecto. Lo que les planteé es que para los días
miércoles definamos un calendario en el cual tratemos, primero, los temas que son
menos conflictivos y que podemos sacarlos más fácilmente, como son los seguros
de lagunas, mejoras en el sistema de cobranza, el subsidio de dependencia, en lo
cual podemos ir avanzando. Después de ello, dejamos para dos semanas distintas el
destino del 6% y la regulación de la industria.
¿En la tercera y la cuarta semana?
-Hay que hacer varios pasos previos. Primero, hay que ver cuál es el destino del 6%
de cotización adicional. Si es lo que proponemos nosotros, un 3% sería para ahorro
colectivo, y otro 3% a cuenta individual. Entonces, eventualmente, podría existir la
posibilidad de llevar un 13% de un lado a otro, salvo que se establezca que las reglas
de inversión serán diferentes, es decir, que se defina que este monto adicional se
invertirá en instrumentos de largo plazo, contrario a lo que pasa en las AFP, que
tienen que ser muy líquidas. Si existe el mismo horizonte de proyección para las
inversiones, no debería haber problemas. Como gobierno no tenemos problema en
analizar una alternativa en la cual se pueda hacer traspaso del 13%, siempre y
cuando sea en ambas direcciones, y eso es reconocer de antemano que la inversión
del CASS debe hacerse de la misma manera, para que sean comparables.
-Lo que hay que entender es que los beneficios que se otorguen deben ser
financiados con las cotizaciones y deben ser sostenibles en el tiempo. El análisis
que hemos hecho es que estamos en una situación de equilibrio con las UF 2 para
hombres y UF 2,7 para mujeres, pensando en que además hay otro beneficio que se
incorpora después para los pensionados futuros, que son las UF 0,04 por cada año
cotizado, además de la garantía de UF 10,6 para quienes cotizan más de 30 años.
Por lo tanto, si es que subiéramos el beneficio base, tendríamos que disminuir
alguno de los otros para poder mantener este equilibrio.
-Llegó a su tope, porque hay que mantener los equilibrios, ese es un factor bien
importante. Lo que se destina a solidaridad colectiva tiene que ser de tal magnitud,
que permita mejorar los beneficios, pero no se puede perder el foco que, para poder
tener mejores pensiones, hay que tener incentivos a la cotización.
-No, nosotros lo que tenemos es el documento de la mesa técnica, que son los
principios en torno a los cuales ellos quieren construir su propuesta, y justamente
esa fue nuestra dificultad, por eso habíamos pensado inicialmente ponerle
discusión inmediata, para que a través de la discusión de indicaciones concretas
pudiésemos saber cómo esos principios generales se traducen en una norma,
porque en su gran medida esos principios nosotros los compartimos, y creemos que
sí están contemplados en nuestro proyecto.
La industria ha dicho que con el ahorro colectivo se beneficia mucho a
los actuales pensionados, pero a los jóvenes no necesariamente, ya que
eso dependerá de cuánto tiempo coticen, cuánto aportan al sistema, y si
es hombre o mujer.
-Hay una norma que está pasando desapercibida, que es entregarle nuevas
facultades al Consejo Consultivo Previsional. Dentro de esas atribuciones está el
revisar periódicamente los parámetros.
-Este es un tema que es bien importante que nosotros como sociedad lo asumamos:
tenemos que despolitizar el sistema de pensiones, es un tema que debería ser
técnico, y debería llevarse y resolverse bajo este tipo de parámetros.
-Hay que mantener los equilibrios, necesitamos entregar las mejores pensiones
posibles, pero con sostenibilidad. Todos los análisis que se han hecho en torno al
uso del 3% para solidaridad y para financiar inmediatamente un beneficio para los
actuales pensionados, de la magnitud de la que ya hemos señalado, estaría
absolutamente dentro de lo posible, y en ningún caso pondríamos en riesgo el
fondo, según los análisis que tenemos y que ha desarrollado el Ministerio de
Hacienda.
Ministra del Trabajo: “Tenemos que despolitizar el sistema de pensiones, es un tema que debería ser
técnico”
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Expresidente del Banco Central: “Un cambio constitucional es lo que necesitamos hacer para dar el
salto al desarrollo”
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HACE 9 HORAS
Otro de los acuerdos a los que llegaron con los diputados DC era que se
evaluarían exenciones totales o parciales de cooperativas que se
constituyan como AFP. ¿Lo van a ingresar en las indicaciones?
-No podemos tener entidades con un estándar mayor que otras. Por lo tanto, una
filial de cooperativas que se quiera constituir para administrar los fondos va a tener
que cumplir con toda la normativa que sea aplicable para las AFP en aquello que no
sea incompatible.
-Ese es un tema absolutamente técnico que es parte de lo que tenemos que trabajar.
Debemos tener un benchmark que nos permita poder hacer esta comparación, y
que sea construido para este efecto (...) Si todos los mercados van a la baja,
obviamente que la situación es distinta (y no se devolverían comisiones), pero si las
administradoras tienen retornos negativos, y eso es diferente a lo que ocurre en el
resto de los mercados, obviamente que van a tener que hacer devolución de
comisiones.
Pero en la historia de rentabilidades de las AFP no ha ocurrido algo así.
¿No hay que sincerar a los afiliados que es muy difícil que exista una
devolución de comisiones?
-Hay años en los que sí. En el año 2008 veíamos que sí se habría producido una
situación donde existía un periodo superior a doce meses (con retornos negativos).
-Sí, pero por eso mismo hay que ver cómo fue la rentabilidad de las AFP respecto
del resto.
-Hay tres puntos que hay que tener presentes. En primer lugar, los impuestos se
pagan después de cotizaciones, por lo tanto, si libero el tope imponible habrá
menor recaudación de impuestos. Ese es un tema importante a tener en cuenta,
porque a través de los impuestos tenemos la posibilidad de otorgar mayores
beneficios. Segundo, liberar el tope imponible implica un mayor costo para el
empleador, porque el 6% no se tendrá que pagar respecto de los $2 millones, sino
que de un porcentaje que puede ser mayor. Hemos sido supercuidadosos de no
aumentar el costo del empleador más allá de un determinado monto, porque
tenemos que cuidar las fuentes de trabajo. Lo tercero es que nosotros hoy en día
estamos visualizando que los beneficios del fondo de ahorro colectivo solidario
vayan a ser para personas que financien o tengan pensiones autofinanciadas
inferiores a UF 25. Si libero el tope imponible, voy a hacer que esas personas vayan
a contribuir aún más, contra nada.
-Eso no quiere decir que no haya espacio, hay que hacer el análisis del tema
tributario, el análisis de costo, y de hasta qué punto la medida puede ser regresiva y
generar una subcotización.P
-Puntualmente lo que hubo fue un mal manejo de los datos. Cuando se hace un
cambio de metodología se tiene que informar el cambio, y mantener las dos series
por un tiempo prolongado. Junto a ello, se debe reconstruir otra serie para que los
datos sean comparables. Los datos son muy relevantes, ya que con ellos se elaboran
políticas públicas.
¿No les preocupa que avance, considerando que cuenta con los votos de
la oposición y el respaldo ciudadano?
-Si hay personas que están con sospecha de coronavirus, corresponde que se le
entregue una licencia. Si son más de 10 días, la licencia se paga completa, y como
son 14 días de cuarentena, eso es lo que corresponde.
Columna de Oscar Contardo: Verde
oscuro
HACE 4 HORAS
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El verano de 2017 marcó el fin de la relación que Carabineros había logrado
mantener con la opinión pública desde el retorno a la democracia. A pesar de todo,
de su participación en la dictadura, de la indolencia frente a las desapariciones de
las adolescentes en Alto Hospicio, de la conducta de la policía durante las protestas
de 2006 y 2011, de las recurrentes denuncias de maltratos en La Araucanía,
Carabineros había logrado que la confianza de los ciudadanos en ellos no
disminuyera. En gran medida, creo, debido a nuestra debilidad cultural por los
símbolos y gestos autoritarios y porque la policía uniformada mantenía una fama
de honestidad y probidad que contrastaba con los cuerpos policiales de otros países
latinoamericanos. La experiencia nos indicaba que intentar coimear a un
carabinero en Chile era un riesgo que pocas personas correrían, a diferencia de lo
que ocurría en naciones vecinas. Esa podía ser la experiencia con el policía que
habitualmente hacía rondas en la calle en contextos cotidianos, sin embargo, no
estábamos al tanto de lo que ocurría en la cúspide institucional.
Había un pacto tácito de confianza entre la policía militarizada y los chilenos, una
suerte de pilar de respeto mutuo que se proyectaba una y otra vez en las encuestas:
hasta 2017, Carabineros era una de las pocas instituciones que se libraba de la
debacle generalizada que sufría la mayor parte de las organizaciones que
administraban el poder político, económico y moral de nuestro país. Aun más, la
muerte de uno de sus directores generales en un accidente aéreo en 2008, en
Panamá, había provocado un pesar generalizado, alimentado sobre todo por la
televisión de la época, que transformó el funeral del general Alejandro Bernales en
un luto nacional espontáneo, con manifestaciones callejeras para quien fuera
bautizado como “el general del pueblo”. Todo ese apego comenzó a enfriarse a
principios de marzo de 2017, cuando a partir de una causa abierta en Punta Arenas
surgió la primera pista de un desfalco de grande proporciones. Primero eran 600
millones, un mes después dos mil millones, al finalizar 2017 -y con la Operación
Huracán llenando portadas y colmando noticieros- se acercaba a los 20 mil
millones. Pese a todo, el entonces gobierno de Michelle Bachelet mantuvo al
general director de Carabineros en su cargo y permitió, incluso, que se descargara
públicamente en contra de la prensa que indagaba en el asunto. Diferentes medios
siguieron y dieron a conocer los flujos de dinero irregular al interior de la
institución y el estilo de vida de oficiales de la policía, cuyo patrimonio distaba
mucho del de un funcionario de ingresos medios que vive de un sueldo. Cuando ya
era evidente que el fraude no se trataba solo de un caso circunscrito a un momento
específico, ni a una zona en particular, sino un sistema que se había mantenido en
el tiempo involucrando a decenas de oficiales, Ciper informó que durante siete años
-es decir desde 2010- había dado a conocer indicios de lo que ocurría con los
fondos públicos en Carabineros. El centro de investigaciones periodísticas aseguró
que hubo más de 40 alertas “que nadie quiso escuchar”. ¿Quiénes eran los que
decidieron hacer como si nada?
Carlos Larraín: “Lo que estamos presenciando hoy es el fracaso del liberalismo”
HACE 3 HORAS
HACE 4 HORAS
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Esta semana, el Consejo de Defensa del Estado interpuso una querella criminal por
malversación de recursos fiscales y falsificación de instrumento público en contra
de 16 personas, incluyendo a tres generales de la policía y a Javiera Banco,
exsubsecretaria de carabineros entre 2006 y 2010. La querella involucra, incluso, al
recordado “general del pueblo”, Alejandro Bernales. Otra vez sobres de dinero que
se reparten como regalo por buena conducta, otra vez un tejido fino entre la política
de las apariencias, que simulaba una normalidad predicada con ahínco, pero tan
enclenque como una fama levantada sobre intereses torcidos. Una máscara de
normalidad que nos está haciendo pagar un costo demasiado alto como para no
pensar en la necesidad de un gran cambio de la institución policial, uno real, de
largo plazo, y no este sendero de parches y mentiras que nos ha obligado a recorrer
a cuenta del Fisco y a costa de la democracia.
Mi última columna
29 FEB 2020 08:05 PM
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Escribo para La Tercera desde el año 2006 y, de manera periódica todos los
domingos, hace ya más de una década. De las más de 600 columnas, hay algunas
malas, varias regulares y un buen puñado que me dejaron completamente
satisfecho; por lo que mi mayor autocrítica se refiere a la irregularidad. En un lapso
de tiempo tan largo, el mayor enemigo es siempre el tedio y la rutina. El
entusiasmo y las ganas no siempre son amigas de la experiencia y la sabiduría; y
cuando sientes que algo adquiriste de las segundas, es probable que también hayas
perdido un poco de las primeras.
Nunca he creído que el análisis político pueda ser neutral o aséptico, y así lo
expresé en mis columnas. Siempre he escrito en primera persona, como hijo de mis
circunstancias, mi historia y lo que me tocó vivir. Intenté, con mi verdad, hablar
desde la objetividad que me fuera posible, pero siempre consciente que servía a una
causa, aquella de mis convicciones e ideales. Quizás por lo mismo, mi pluma
también refleja mis obsesiones. A ratos fui vehemente, categórico y prejuicioso; y
justamente por eso quiero sinceramente pedir disculpas a todos aquellos que se
sintieron injustamente maltratados. Pido excusas por las veces que lo hice de
manera involuntaria, pero más todavía cuando tuve conciencia de mi arbitrariedad,
cuestión de la cual no me siento para nada orgulloso.
Quiero agradecer a todas las personas que me leyeron, tanto a quienes con
entusiasmo siempre me celebraban, como también a los muchos críticos,
esporádicos o permanentes, que tuve todos estos años. Tengo un especial buen
recuerdo de todos aquellos lectores que se tomaron el tiempo para reprochar y
cuestionarme de manera enérgica pero siempre civilizada. Algunos me detuvieron
en la calle, me llamaron o enviaron un correo, y varios escribieron sus réplicas y
descargos en este mismo medio. A los otros, me refiero a aquellos que solo me
prodigaron anónimos insultos, quiero decirles que la mayoría de éstos me dolieron
poco, pocos me dolieron mucho, pero ninguno lo suficiente.
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Hipocresía
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Y dado que desarrollé este oficio en paralelo a mis actividades como abogado, fui
especialmente cuidadoso de nunca confundir ambos planos. En la década y media
escribiendo para este diario, no encontrarán ningún texto que fuera publicado para
beneficiar mis intereses profesionales o personales. Compartí los vicios de muchos
columnistas, pero nunca el de escribir para mis clientes.
Cuando se acaba mi ciclo con La Tercera y publico la última columna para este
medio, quiero agradecer y reconocer a todos sus profesionales que en este largo
tiempo me brindaron su confianza y paciencia. Pero especialmente agradecer a mi
familia, por el tiempo que este oficio les ha robado.