Russell admite que los n´umeros son aplicables esencialmente a las
clases ( particularmente a los conjuntos). Si bien es cierto que cuando
un n´umero es finito, sus elementos pueden enumerarse para formar el n´umero dado y adem´as pueden contarse uno por uno sin hacer menci ´on del concepto de clase, tambi´en lo es que todas las colecciones finitas forman clases, as´ı que, en ´ultimas, lo que resulta es el n´umero de una clase. Ahora bien, cuando el n´umero es infinito no siempre es posible enumerar sus elementos y, en consecuencia, debemos acudir a alguna propiedad com´un en virtud de la cual forman una clase. Esta consideraci´on es la que ha hecho posible buena parte de la teor´ıa del infinito ya que nos libera de la necesidad de enumerar los individuos cuyo n´umero se desea considerar
En resumen: Matem´aticamente, un n´umero no es otra cosa que una clase de clases
semejantes: esta definici´on nos permite la deducci´on de todas las propiedades usuales de los n ´umeros, ya sean finitos o infinitos, y es la ´unica que es posible (hasta donde conozco) expresar en t´erminos de los conceptos fundamentales de la l´ogica general. 10 Es facil concluir que • Russell presenta toda la teor ´ıa de los n´umeros cardinales como una rama especial de la l´ogica. • Encuentra contradicciones fundamentales en la definici´on por abstracci´on mostrando que la consideraci´on de un n´umero como una clase de clases conduce a una paradoja completamente indefendible: Un concepto-clase no es en s´ı mismo una colecci´on, sino una propiedad mediante la cual se define una colecci´on. • Su meta respecto al planteamiento de Peano fue la de probar, de acuerdo con la l´ogica general, que existe un significado constante que satisface sus cinco postulados y que este significado constante debe llamarse n´umero cardinal finito.
Ejemplo:
¿Cómo decidiremos que dos clases pertenecen al mismo grupo?. La
respuesta se ofrece: "En contar cuántos miembros contiene cada una de ellas y ponerlas en le mismo grupo si contienen el mismo número de miembros".