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Una gran parte del agua que llega a la tierra, vuelve a la atmósfera en forma de

vapor, ya sea directamente por evaporación, o a través de las plantas, por


transpiración. La cantidad de agua que así se escapa al posible uso por el
hombre, dada la dificultad de medir por separado ambos términos, se reúne
frecuentemente bajo el nombre de evapotranspiración.

EVAPORACIÓN
La evaporación es el resultado del proceso físico por el cual el agua cambia de
estado líquido a gaseoso, retornando directamente a la atmósfera en forma de
vapor.
Este proceso se distingue por dos razones
a) La evaporación se puede producir a cualquier temperatura, mientras que la
ebullición se produce únicamente a una temperatura determinada, que es función
de la presión atmosférica (100°C a nivel del mar)
b) En la ebullición, el agua pasa del estado líquido al estado de vapor en forma
tumultuosa

También el agua en estado sólido (nieve, hielo, etc.) puede pasar directamente a
vapor y el fenómeno se denomine sublimación.

Origen de la evaporación los distintos orígenes desde los que el agua se puede
evaporar. Una parte de la precipitación es captada por la vegetación
(intercepción), desde donde se evapora parcialmente, por lo que la cantidad de
agua que realmente llega a la superficie de la tierra se ve disminuida con respecto
a la precipitación medida en una estación. Otra parte llega al suelo, lo embebe, y
así se deberá considerar también la evaporación desde la superficie del suelo
húmedo, con variaciones del grado de humedad de aquél. Una vez saturado el
suelo, el agua corre por la superficie (aún no por cursos definidos), y también se
evapora, por último, alcanza los cauces, dando origen a la evaporación desde
superficies líquidas continuas, es decir, mares, lagos y ríos. A los casos señalados
deberá agregarse el estudio de la sublimación.

6.a.2. NATURALEZA DEL PROCESO

La evaporación desde una superficie de agua libre (lago, río, etc.) como la forma
más simple del fenómeno, éste puede esquematizarse de la siguiente manera: Las
moléculas de agua están en continuo movimiento. Cuando llegan a la superficie
del líquido se calientan por efecto de la radiación solar, aumenta su temperatura y
en consecuencia, su velocidad, creciendo por tanto su energía cinética, hasta que
algunas consiguen liberarse de la atracción de las moléculas adyacentes, que
tienden a conservar la tensión superficial del agua, y atravesar así la interfase
líquido/gas, convirtiéndose en vapor. La temperatura del líquido disminuye por
cada escape, por tanto la evaporación consume calor y produce descenso de la
temperatura. El intercambio de calor que requiere este cambio de estado es de
aproximadamente 600 calorías por cada gramo de agua evaporada. Para que se
mantenga la temperatura de la superficie, estas cantidades de calor deben ser
suministradas por radiación y conducción de la capa de aire en contacto, o a costa
de la energía almacenada por debajo de la superficie Las moléculas de vapor de
agua que salen de la superficie libre del agua chocan con las que se encuentran
en el aire, adquiriendo algunas de ellas, en la fase gaseosa, la suficiente energía
cinética para volver a penetrar en el líquido, condensándose. La diferencia entre la
cantidad de moléculas que abandonan el líquido y las que vuelven a él, marca el
carácter global del fenómeno.
Si es positiva, se está produciendo evaporación; si es negativa, condensación.
Cuando el número de moléculas que escapa iguala al número de las que caen de
nuevo al agua, se produce un equilibrio entre la presión ejercida por el escape de
las moléculas y la presión de la atmósfera circundante, estado que se denomina
saturación.
Así la evaporación desde la superficie del líquido y la condensación forman un
proceso continuo. La evaporación es mayor que la condensación en el espacio,
por encima de la superficie del agua, cuando aquél no se halla saturado.

FACTORES QUE AFECTAN A LA EVAPORACIÓN


La tasa de evaporación varía dependiendo de factores meteorológicos y de la
naturaleza de la superficie evaporante

Factores Meteorológicos y Varios

Si la evaporación natural se considera como un proceso de intercambio de


energía, se concluye que la radiación solar es sin lugar a dudas el factor más
importante, por lo que resulta apropiado el término de evaporación solar. Sin
embargo, los análisis teóricos y experimentales demuestran que la magnitud de la
evaporación desde una superficie de agua a una temperatura dada, es
proporcional a la velocidad del viento y que depende en gran medida de la tensión
de vapor existente en la capa de aire inmediatamente superior. Se ha observado
también que, aunque en menor medida, influye en el proceso la presión
atmosférica del lugar.
Como consecuencia de la influencia de la radiación solar en el fenómeno, la
evaporación varía con la latitud, estación del año. hora del día y condiciones de
nubosidad.
La velocidad y turbulencia del viento ayuda a la renovación de la masa de aire que
recibe el vapor y, en consecuencia, disminuye su tensión de vapor, incrementando
la evaporación.
La velocidad y turbulencia del viento ayuda a la renovación de la masa de aire que
recibe el vapor y, en consecuencia, disminuye su tensión de vapor, incrementando
la evaporación.
Dalton en 1802 estableció la expresión:

Calidad del Agua


La pureza del agua es otra variable a considerar, dado que el efecto de la
salinidad o la presencia de sólidos disueltos en el agua, reduce la tensión de vapor
de la solución. y con ello disminuye la evaporación.
Factores que Dependen de la Superficie Evaporante
Otro grupo de factores influyentes, surgen al considerar la naturaleza y forma de la
superficie evaporante

Evaporación desde Superficies Líquidas


Son las que presentan el mínimo de dificultades a la evaporación. En estos casos
(mares, lagos) influyen, además de los factores ya analizados, los siguientes:

 La extensión, que influye en relación a los vientos, que si llegan a la


superficie de agua desde el interior y relativamente secos, producen
abundante evaporación, pero a medida que avanzan en su recorrido sobre
la masa líquida, al irse cargando de humedad, disminuye su poder
evaporante.

 La profundidad, como consecuencia de la inercia térmica. Masas líquidas


de poca profundidad siguen rápidamente las variaciones de la temperatura
del aire; en cambio. Cuando hay mayor profundidad, la temperatura del
agua se retrasa respecto a la del aire, con lo que se reduce la evaporación

Como órdenes de magnitud, en superficies líquidas, la evaporación varía entre los


500 a los 3.000 mm anuales.

Evaporación desde los Suelos


La evaporación de la humedad de un suelo sin vegetación se produce en la capa
superficial. Al disminuir la humedad de ésta, se genera un desequilibrio y hay una
atracción de la humedad subyacente, que asciende por capilaridad a la superficie,
prosiguiendo la evaporación hasta que esta agua capilar se agota. Así pues, la
evaporación desde la superficie de un suelo queda limitada por la disponibilidad de
agua

Evaporación de Nieve y Hielo


La evaporación a partir de la nieve y del hielo es un fenómeno aún poco
estudiado. Se sabe únicamente que la evaporación a partir de la nieve aumenta
cuanto mayor contenido tenga en fase líquida, de allí que las evaporaciones sean
mayores poco antes de los deshielos

UNIDADES
La evaporación se mide en las mismas unidades que la precipitación (mm), con el
fin de homogeneizar las medidas de las magnitudes que intervienen en el ciclo
hidrológico. Por lo general se acompaña el periodo de tiempo considerado
(mm/día, mm/mes, etc.).
INSTRUMENTOS DE MEDICIÓN DE LA EVAPORACIÓN

Los instrumentos para medir la evaporación desde superficies de agua libre se


denominan en forma genérica atmómetros o evaporímetros (también
evaporómetros, en algunos textos), y se clasifican en cuatro tipos, de los cuales
sólo el primero resulta de interés en ingeniería hidrológica:
a) Tanques de evaporación
b) Evaporímetros de balanza
c) Porcelanas porosas
d) Superficies de papel húmedo

Tanques de Evaporación
Uno de los instrumentos más empleados para la medición de la evaporación está
constituido por tanques, que tienen como principio común la medida del agua
perdida por evaporación contenida en un depósito de regulares dimensiones.
Generalmente son fabricados de hierro galvanizado, cinc o cobre, diferenciándose
los distintos modelos entre sí por su tamaño, forma y ubicación en el terreno.

Tanques Exteriores
Tienen la ventaja de una instalación muy sencilla y que sus resultados no corren el
riesgo de ser falseados por el rebote de las gotas de lluvia que caen sobre el
terreno próximo. En cambio son muy sensibles a las variaciones de la temperatura
del aire y a los efectos del sol sobre las paredes laterales, que al calentar el metal
aumenta la temperatura del agua contenida en ellos y por ende, la evaporación.
Si se aíslan térmicamente las paredes exteriores del tanque se observan
reducciones en las medidas de evaporación.

Tanques Enterrados

Son menos sensibles a las influencias de la temperatura ambiente y de la


radiación solar sobre las paredes, pero aunque su borde sobrepasa el nivel del
suelo en alrededor de una docena de centímetros, las gotas de lluvia que rebotan
en el suelo así como los detritos que recogen, pueden causar errores de medida.

Tanques Flotantes
Son particularmente usados cuando se desea estudiar la evaporación de grandes
superficies de agua.
Su instalación suele ser difícil por los problemas de amarre y estabilidad; además,
las mediciones, aparte de ser mucho menos cómodas que en tierra pueden verse
falseadas, sobre todo en días de vientos fuertes

Medidas en los Tanques


Para la medición del agua evaporada en los tanques, la que se realiza con una
frecuencia de una por día, a igual hora, se suelen utilizar dos métodos:
a) El primero, o método volumétrico, consiste en medir los volúmenes de agua que
es preciso añadir (o eventualmente extraer) periódicamente al tanque para
reponer en éste el nivel inicial o de referencia, el que se obtiene haciendo que el
agua del depósito enrase con la punta metálica de un vástago, soldado al fondo o
a la pared del tanque.
b) El segundo está basado en la medida diaria de los niveles que el agua tiene en
el tanque, deduciendo por diferencia la evaporación producida en el tiempo
transcurrido entre las mediciones.

Evaporímetros Registradores
En los tanques de evaporación puede combinarse el enrase del nivel del agua,
con un flotador terminado en una varilla y una pluma (o un dispositivo registrador
electrónico), que inscribiendo sobre un tambor giratorio, dejará constituido un
registrador de evaporación, a los que se conoce con el nombre de evaporígrafos.

Instrumental Complementario
Puesto que la evaporación depende de las condiciones atmosféricas, en cada
emplazamiento deben recogerse en forma simultánea datos meteorológicos,
fundamentalmente: velocidad media del viento, temperatura del aire, temperatura de la
superficie del agua, humedad del aire y precipitación.
Para medir la temperatura del agua del tanque, se utilizan termómetros comunes
graduados en grados centígrados.

que la parte superior del bulbo quede a 3 ó 4 milímetros por debajo de la superficie del
agua y provisto de un separador que evita su contacto con las paredes del tanque. La
lectura se realiza en forma directa, sin sacarlo del agua.

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