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2.6 LESIONES Y HOMICIDIO COMPLEMENTADOS CALIFICADOS.

(CONTINUACIÓN) ALEVOSÍA
(CÓDIGO PENAL VIGENTE PARA EL DISTRITO FEDERAL).

2.6.1 CONCEPTO: Hay alevosía cuando el culpable comete


cualquiera de los delitos contra las personas empleando
en la ejecución medios, modos o formas que tiendan
directa o especialmente a asegurarla, sin el riesgo para
su persona que pudiera proceder de la defensa por parte
del ofendido.

2.6.2 CONTENIDO DE LOS ARTICULOS RESPECTIVOS DE


LA LEY PENAL VIGENTE.
ARTICULO 318. LA ALEVOSIA CONSISTE: EN SORPRENDER INTENCIONALMENTE A
ALGUIEN DE IMPROVISO, O EMPLEANDO ASECHANZA U OTRO MEDIO QUE NO LE
DE LUGAR A DEFENDERSE NI EVITAR EL MAL QUE SE LE QUIERA HACER.

ARTICULO 319. SE DICE QUE OBRA A TRAICION: EL QUE NO SOLAMENTE EMPLEA


LA ALEVOSIA SINO TAMBIEN LA PERFIDIA, VIOLANDO LA FE O SEGURIDAD QUE
EXPRESAMENTE HABIA PROMETIDO A SU VICTIMA, O LA TACITA QUE ESTA DEBIA
PROMETERSE DE AQUEL POR SUS RELACIONES DE PARENTESCO, GRATITUD,
AMISTAD O CUALQUIERA OTRA QUE INSPIRE CONFIANZA. 
(FE DE ERRATAS PUBLICADA EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACION EL 31 DE
AGOSTO DE 1931)

ARTÍCULO 138 FRACCIÓN III. EXISTE ALEVOSIA: CUANDO EL AGENTE REALIZA EL


HECHO SORPRENDIENDO INTENCIONALMENTE A ALGUIEN DE IMPROVISO, O
EMPLEANDO ACECHANZA U OTRO MEDIO QUE NO LE DE LUGAR A DEFENDERSE
NI EVITAR EL MAL QUE SE LE QUIERA HACER.

2.6.3 FORMAS LEGALES DE ALEVOSÍA.

Alevosía Proditoria, Alevosía Súbita o Inopinada, Alevosía de Desvalimiento

La definición legal de la alevosía, refiere invariablemente la concurrencia de los siguientes


elementos:
a) En primer lugar, un elemento normativo. La alevosía solo puede proyectarse a los delitos
contra las personas.
b) En segundo lugar, un elemento objetivo que radica en el "modus operandi", que el autor
utilice en la ejecución medios, modos o formas que han de ser objetivamente adecuados
para asegurarla mediante la eliminación de las posibilidades de defensa, sin que sea
suficiente el convencimiento del sujeto acerca de su idoneidad.
c) En tercer lugar, un elemento subjetivo, que el dolo del autor se proyecte no sólo sobre la
utilización de los medios, modos o formas empleados, sino también sobre su tendencia a
asegurar la ejecución y su orientación a impedir la defensa del ofendido, eliminando así
conscientemente el posible riesgo que pudiera suponer para su persona una eventual
reacción defensiva de aquél. Es decir el agente ha de haber buscado intencionadamente la
producción de la muerte a través de los medios indicados, o cuando menos, aprovechar la
situación de aseguramiento del resultado, sin riesgo.
d) Y en cuarto lugar, un elemento teleológico, que impone la comprobación de si en
realidad, en el caso concreto, se produjo una situación de total indefensión, siendo
necesario que se aprecie una mayor antijuricidad en la conducta derivada precisamente del
modus operandi, conscientemente orientado a aquellas finalidades.

Entre las distintas modalidades ejecutivas de naturaleza alevosa, esta Sala por ejemplo S.
49/2004 de 22.1, viene distinguiendo:
a) alevosía proditoria, equivalente a la traición y que incluye la asechanza, insidia,
emboscada o celada, situaciones en que el sujeto agresor se oculta y cae sobre la víctima
en momento y lugar que aquélla no espera.
b) alevosía súbita o inopinada, llamada también "sorpresiva", en la que el sujeto activo, aun
a la vista o en presencia de la víctima, no descubre sus intenciones y aprovechando la
confianza de aquélla actúa de forma imprevista, fulgurante y repentina. En estos casos es
precisamente el carácter sorpresivo de la agresión lo que suprime la posibilidad de defensa,
pues quien no espera el ataque difícilmente puede prepararse contra él y reaccionar en
consecuencia, al menos en la medida de lo posible.
c) alevosía de desvalimiento, que consiste en el aprovechamiento de una especial situación
de desamparo de la víctima, como acontece en los casos de niños de corta edad, ancianos
debilitados, enfermos graves o personas invalidas, o por hallarse accidentalmente privada
de aptitud para defenderse (dormidas, drogada o ebria en la fase letárgica o comatosa).
En estos casos, hay una mayor peligrosidad y culpabilidad en el autor del hecho, que revela
con estos comportamientos un animo particularmente ruin, perverso, cobarde o traicionero
(fundamento subjetivo) y también una mayor antijuricidad por estimarse más graves y más
lesivas para la sociedad este tipo de conductas en que no hay riesgo para quien delinque
(fundamento objetivo).

Para que la circunstancia de alevosía pueda ser apreciada es preciso que el modus operandi del
sujeto se caracterice por el empleo en la ejecución de medios, modos o formas que tiendan
directa y especialmente a asegurarla sin el riesgo de defensa que pudiera proceder del ofendido.
En este sentido, de ordinario, no habrá lugar a apreciar tal circunstancia cuando concurra una
previa agresión por parte del ofendido, ni una defensa activa por parte del mismo, del mismo
modo que cuando el agente avisa al agredido de su propósito de ataque o éste tenía motivos
sobrados para sospechar un ataque inminente; sin embargo, la mera concurrencia de una defensa
pasiva, autoprotección o defensa dentro del marco del instinto de conservación por parte de la
víctima no impedirá la apreciación de la alevosía. No obstante lo dicho, la alevosía no podrá
excluirse simplemente porque la víctima haya tenido conocimiento de que existía una posibilidad
de agresión por parte del autor ni tampoco cuando el agredido tenía alguna posibilidad de defensa
ya que cuando el atacante utiliza un arma de fuego frente a una persona desarmada, tal
posibilidad es meramente ilusoria 15 . La alevosía solo admite su realización en régimen de
comisión o actuación activa o positiva, debiendo rechazarse la posibilidad de que pueda
determinar la conformación de la alevosía la omisión pura o propia o incluso la comisión por
omisión Para la apreciación de esta circunstancia es precisa la concurrencia de un elemento
subjetivo o intencional del agente, de suerte que con su conducta busque o se aproveche de la
indefensión de la víctima, representándose de esa forma la facilidad de su perpetración18. La
prueba de la alevosía requiere el que deban tomarse en consideración todos los datos que hayan
aparecido y se hayan manifestado alrededor del hecho criminal, tanto los externos que afirmen,
de un lado, la manera de la agresión según las manifestaciones de los presentes, algunas veces
también por medio de signos puramente objetivos, como los provenientes y correspondientes al
pensamiento íntimo del agresor . Respecto a la compatibilidad de la circunstancia agravante de
alevosía con el dolo eventual, es una cuestión polémica que no ha recibido tratamiento unánime
ni por la doctrina ni por la jurisprudencia. En principio parece que el carácter tendencial de la
circunstancia exige que el sujeto tenga dolo directo respecto a la circunstancia misma, es decir,
que el sujeto conozca que el modo de ejecución del hecho persigue a un tiempo asegurar su
ejecución y eliminar riesgos para el agente20, pero no deben existir obstáculos en admitir la
posibilidad dogmática de que pueda suceder que concurra aquel dolo directo respecto a la
circunstancia y un dolo eventual respecto al resultado del delito de que se trate. Como es sabido,
el dolo eventual presupone que el sujeto se represente un resultado dañoso, cuya producción es
simplemente posible aunque no necesaria, y en cualquier caso no es directamente querida,
aunque si aceptada conscientemente.

2.6.4 LA ALEVOSÍA Y LA RIÑA.

La alevosía es compatible con la autoprotección y defensa pasiva surgida como reacción del
instinto de protección. También se mantiene que la situación de riña aceptada y reconocida no
ampara la utilización sorpresiva de arma blanca de considerables proporciones dirigidas hacia una
zona vital como el tórax y sin que la víctima tuviera tiempo de reaccionarSi en ningún momento se
estableció una contienda de obra entre el quejoso y su víctima, y aquél se encontraba armado y el
ofendido inerme, y por último, si aquél atacó a éste cuando se encontraba de espaldas, el
homicidio no fue realizado dentro de una riña, sino cometido con las calificativas de ventaja y
alevosía. Amparo penal directo 2968/50. Trejo Villeda Anatolio. 14 de noviembre de 195l. Mayoría
de tres votos. Ausente: Luis G. Corona. Disidente: José Rebolledo. La publicación no menciona el
nombre del ponente.

2.6.5 LA ALEVOSÍA Y LA VENTAJA.


Existen dos clases de alevosía, la primera, consiste en la sorpresa intencional de improviso o
acechanza de la víctima, figura que coincide siempre con la premeditación, puesto que requiere
actos preparatorios, y la segunda, en el empleo de otros medios que no le den lugar a defenderse
ni a evitar el mal, pero esta forma del aleve siempre coincide con la calificativa de ventaja, y si no
existió ésta, debe expresarse que la alevosía tampoco se encuentra plenamente configurada.

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