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En América latina este periodo tuvo como principal característica, que sus élites políticas
adoptaron, de manera entusiasta, las políticas de liberalismo y cambio de apertura de
mercados promovidos por los países metropolitanos. La producción de materias primas
para la exportación atrajo la inversión extranjera a la región. Los países de Latinoamérica,
México entre ellos, cubrieron las nuevas demandas que tenían los dueños del capital,
quienes se sirvieron de los estados nacionales para invadir la agricultura y apoderarse de los
principales recursos naturales. Para extraer las materias y facilitar la introducción de los
equipos y mercancías, el capital financiero estimuló la construcción de puertos y
ferrocarriles y, para que funcionara todo esto, de servicios públicos.
ASPECTO POLITICO
Porfirio Díaz figuró como un protagonista central de tales disputas, al levantarse en armas
en dos ocasiones: una en 1871, en contra de la reelección del presidente Juárez con el plan
de la noria, movimiento que, a pocos meses, fue derrotado. Al morir Benito Juárez, en
1872, se registro una nueva disputa por el poder, saliendo victorioso Sebastián Lerdo de
Tejada. Al intentar éste reelegirse en 1876, Porfirio Díaz se levantó en armas, por segunda
ocasión, ahora con el plan de Tuxtepec, resultando vencedor.
En el 1876, a llevar a cabo el plan Tuxtepec, el general Díaz propuso como “Ley
suprema” de la nación el principio de la no reelección del presidente y gobernadores;
además, aseguró que él en ningún momento aspiraba a permanecer en el mando y que, al
obtener el triunfo, volvería “a la quietud del hogar domestico”. Pero no lo cumplió. Al
asumir por segunda ocasión la Presidencia de la república, en 1884, se reeligió de manera
ininterrumpida, hasta que una nueva revolución, la de 1910 lo obligó a renunciar y dejar el
país.
La reelección del general Díaz lo hizo ser el hombre más importante de México por
espacio de treinta años. En este tiempo sucedieron muchas cosas sobresalientes en el país:
se logró alcanzar la estabilidad política; se registró un extraordinario crecimiento
económico, disminuyó considerablemente la delincuencia y el bandolerismo casi
desapareció como fenómeno social. Pero a la par de estos grandes cambios a favor de la
patria, también hubo grandes abusos tales como: despojo de la propiedad comunal
indígena; se fortaleció el latifundismo; se reprimió con mano dura, mediante la ley fuga o
la pena de muerte, a quienes alteraran el orden público o se opusieran al régimen; se ataco
la libertad de prensa y la gran parte de la población se mantuvo en la pobreza.
Al empezar el mandato del general Díaz la mayoría de sus colaboradores eran liberales,
pero al terminar el siglo XIX el llamado grupo de los “científicos” había alcanzado una
gran influencia dentro del mandato del general. Para los liberales su principal lema era la
libertad, pero para el grupo de los científicos era el progreso, este grupo ejerció una fuerte
influencia en el pensamiento del general, la filosofía del régimen fue el positivismo y su
lema “Orden y progreso”
En este periodo no se puede hablar de una democracia, ya que esta fue ficticia y la única
antirreleccionista era la muerte. Por su permanencia indefinida en el poder, el régimen
porfirista era, en los últimos años, un gobierno gerontocrático: la edad promedio de sus
ministros, senadores y gobernadores era de 70 años; hacia 1910, Porfirio Díaz tenía 80
años.
Fue tan firme su política en contra de la delincuencia o los disidentes que, ante la noticia
de un complot revolucionario en Veracruz, se le atribuye la orden de “mátalos en caliente”;
Pero Porfirio Díaz también fue un gran conciliador, pues lo mismo integró en su gobierno
a liberales que a conservadores, y fue capaz de convertirse en punto de equilibrio entre
posturas y anteriormente confrontados. Al gobierno del general Díaz también se le atribuye
la política de “pan y palo “, pan para el que trabaja, palo para el que se rebela.
ASPECTO ECONÓMICO
En cuestión de números el avance económico era basto, para 1880 el total de las
inversiones extranjeras era de 110 millones de pesos, para 1910 dicho monto era de 3400
millones.
Las exportaciones aumentaron durante el periodo 600%. Este modelo económico, apoyado
en las inversiones extranjeras y orientado a satisfacer las demandas del mercado mundial,
es llamado por los economistas “dependiente” con “crecimiento hacia a fuera”, es decir,
que el resultado del crecimiento económico no es resultado del proceso de maduración de
las fuerzas productivas nacionales, sino de factores externos.
MODERNIZACIÓN DE LA INFRAESTRUCTURA
Las principales obras realizadas en México durante el mandato del General Díaz son las
siguientes: el gran canal del desagüe, el hospital general, el teatro general hoy bellas artes,
el palacio de correos entre otros. En esta época, la ciudad de México se confrontaba en
belleza con las mejores ciudades de Europa.
LATIFUNDIOS. BANCOS
de Londres y México y el Nacional de México, fueron los más importantes del periodo,
contaban con sucursales en las capitales con mayor importancia. En 1889 se aprobó la Ley
de Instituciones de Crédito y en 1899 se creó el banco central Mexicano.
El primero y más importante sector social del Porfiriato era el que estaba formado por los
latifundistas. Para los hacendados se promovieron diversas leyes que tendieron a eliminar el
límite a la propiedad privada y la obligación de sus propietarios de cultivar toda la tierra
poseída. En los primeros años del régimen, por ejemplo, las leyes de colonización
establecían un límite de 2,500 hectáreas a la propiedad individual, con el compromiso de
colonizarlas; en 1893, estas restricciones fueron eliminadas. A lo largo del tiempo las
haciendas fueron favorecidas. Se ha calculado por ejemplo, que en Chihuahua una persona
poseía 7, 000,000 millones de hectáreas; en Oaxaca. Otra persona poseía 2, 000,000 de
hectáreas; en Baja California cuatro personas poseían 11, 500,000 hectáreas, entre otros.
ASPECTO SOCIAL
Esta afirmación es casi increíble. Yo no lo hubiera creído; acaso ni después de haber visto
la forma como los hacen trabajar, el modo de azotarlos y de matarlos de hambre, si no
hubiera sido por el hecho de que los propios amos me dijeron que era verdad. Hay quince
mil de estos esclavos en Valle Nacional… ¡Quince mil nuevos cada año!
-Al sexto o séptimo mes empiezan a morir como las moscas durante la primera helada
invernal y después no vale la pena conservarlos. Resulta más barato dejarlos morir, hay
muchos más en los lugares de donde éstos vinieron.
Con estas palabras nos damos cuenta de la paradoja en la que estuvo envuelto el periodo de
el general Díaz, por un lado la ciudad de México compitiendo en belleza con las mejores
ciudades europeas y en el sur como ya lo he mencionado podía haberse hecho pasar por
otra nación la gente moría despiadadamente.
Una de las principales características del sector campesino es la siguiente, el pago a los
campesinos se hacía por lo general, en dinero y especie esto último mediante las llamadas
tiendas de raya propiedad del hacendado. Mediante estas tiendas de rayas el campesino
tenía que recurrir al endeudamiento, este endeudamiento obligaba a los campesinos a
permanecer en las haciendas y con ello los hacendados tenían la garantía de la mano de
obra para su tierras. Además estas deudas eran hereditarias.
EDUCACIÓN Y CULTURA
Durante el Porfiriato más de diez millones de habitantes no sabían leer ni escribir, aunque
como en todos los aspectos del Porfiriato este sector también tenía claros y oscuros, como
se ha podido notar el sur del país era el más afectado y las grandes metrópolis desarrollaron
un gran índice de alfabetización.
El gobierno trato de hacer algo por la educación y por ello creó una serie de instituciones
que enlistare a continuación:
En 1891 creó el Consejo Superior de Instrucción Pública y en 1905 fue elevado al rango de
secretaría.
En 1910 Justo Sierra reunió las escuelas de especialidades y las organizó en una
Universidad Nacional.
EL esplendor del
régimen porfirista lo
podemos ubicar entre
los años de 1890 y
1905. Desde 1900
empezaron a
organizarse círculos
opositores a Porfirio
Díaz, siendo los más
importantes los
clubes liberales. Así,
el primer Congreso
Liberal , celebrado
en San Luis Potosí
en 1901, solicitó el
estricto
cumplimiento de la
constitución de 1857
de las Leyes de
Reforma.
Ante el auge de los clubes liberales, el régimen respondió con represión. Cárcel
persecución, destrucción de imprentas clausura de periódicos y espionaje fue parte de la
política aplicada hacia los opositores. Debido a la persecución de que eran objeto, los
principales promotores y organizadores de los clubes liberales, entre ellos los hermanos
Ricardo y Enrique Flores Magón, tuvieron que emigrar a Estados Unidos pero continuaron
trabajando de manera activa en contra de la dictadura de Porfirio Díaz. Como resultado de
sus trabajos, en 1906 formaron el partido Liberal Mexicano con el lema “Reforma, Libertad
y Justicia” y ejercieron un fuerte influencia en las huelgas de Rio Blanco y Cananea. El
programa de este partido plasmó demandas fundamentalmente obreras, constituyéndose en
el antecedente más importante del artículo 123 de la constitución de 1917.
benéfico sobre la faz de la tierra”, pero que, desde el punto de vista del mexicano común, el
Vgobierno de Díaz era “un tratante de esclavos, un ladrón, un asesino”, pues no tenía
misericordia ni impartía justicia, sólo se dedicaba a explotar a su población. Cierto es que,
para tener una opinión equilibrada sobre este periodo, debemos conocer sus claros y
oscuros, sus virtudes y defectos, sus logros y retrocesos.
Sin embargo, en no pocos casos, para los peones de las haciendas, los jornaleros del campo,
los mineros y los obreros fabriles, es decir, para la clase trabajadora, la paz social y la
estabilidad política de que tanto se vanagloria el régimen significaron arbitrariedades,
explotación, sometimiento y represión, particularmente cuando daban alguna señal de
protesta o rebeldía. Tales injusticias, permitidas y solapadas generalmente por los prefectos
políticos que eran autoridades locales, conformaron lo que se conoce como “la leyenda
negra” del Porfiriato y constituye uno de los lados oscuros.
Lo que para los hombres del régimen era motivo de orgullo, para un sector ilustrado de la
clase media era motivo de crítica e indignación. La prensa volvió a sus fueros y un sector
de jóvenes periodistas acusó a Porfirio Díaz de extranjerismo desmesurado, de vender la
patria a los extranjeros, de mantener a la población sumida en la pobreza y, sobre todo,
denunciaron la falta de libertad política.
En medio de grandes tensiones y conflictos llegó 1910, un año de grandes sorpresas para
los mexicanos de entonces: apareció el cometa Halley, se realizó la convención de los
clubes antirreleccionista, con bombo y platillo el régimen festejó el primer centenario de la
Independencia de México, se consumó la séptima reelección de Porfirio Díaz para
presidente de la República y, como resultado de esto último, inició un movimiento
revolucionario de largo alcance, en el mes de noviembre, que obligaría al anciano
presidente a dimitir del cargo e irse de México. Por ello es un año clave en la historia
nacional.
Porfirio Diaz acabo con el estado de anarquía al establecer un gobierno, estaría fincado el
despotismo y la dictadura.
El discurso maderista expresaba que el pueblo no exigía pan, sino libertad y democracia;
que la dictadura se derrumbaría ante los embates del pueblo.
Madero continuaba su campaña política y atacaba a Ramon Corral, a quien habían dado el
cargo de la vicepresidencia, pues Madero sabia que el seria el heredero viable para
continuar el régimen profirista a la muerte del caudillo.
El 18 de noviembre de 1910, la casa que habitaban los hermanos serdan, era el centro
antirreeleccionistas, fue atacada por las fuerzas publicas matando a sus moradores, Carmen
y Aquiles Serdan, entre otros.
El 13 de febrero Madero ingreso al pais y en virtud del Plan de San Luis se autodesigno
presidente provisional y organizo su gabinete. Para apoyarlo estaban Pascual Orozco, Jose
de la Luz Blanco, Francisco villa, Venustiano Carranza y otros.
Estados Unidos ya veía con desdén a Diaz, no garantizaba seguridad para los intereses de
los norteamericanos radicados en México. En marzo de 1911 Diaz ordeno a Jose Yves
Limantour que regresara de Europa para mediar contra los rebeldes y evitar la caída
presidencial.
Así ha sido llamado el lapso de diez días —9 a 19 de febrero de 1913—en el que llegó a su
culminación el acoso permanente de que fue objeto el gobierno legítimo y popular de
Francisco I. Madero. La legitimidad y popularidad del Presidente no bastaron para
protegerlo de los ataques del congreso y la oligarquía porfiristas, la prensa díscola y los
antiguos partidarios resentidos.
Las rebeliones de Pascual Orozco y Félix Díaz en 1912 no habían sido más que anuncios
estentóreos de lo que sucedería en ese febrero de 1913, triste y aciago para Madero y para
México.
La vacilación de Madero en la atención de los principales problemas del país; sus promesas
incumplidas; su negativa a reprimir, incluso de manera legal, a sus atacantes; el
distanciamiento con Pascual Orozco, Emiliano Zapata y otros antiguos partidarios; su
confianza incondicional en Huerta y otros infidentes, y la sucia intervención del embajador
norteamericano, Henry Lane Wilson, fueron las causas más visibles de la tragedia.
Madero encabezó el gobierno más libre y democrático de la historia mexicana, que ganó
limpiamente con el 98% de los votos. Fue un hombre bueno, noble e íntegro, con principios
firmes que nunca contradijo y por los cuales murió. siempre insistió en que la democracia
es la forma de gobierno más digna y por la que vale la pena luchar
En los primeros combates hubo cientos de víctimas, la gran mayoría de ellos, civiles.
10 de febrero. Félix Díaz y un agente de Huerta llegan a acuerdos para continuar con la
revuelta.
Madero intenta nombrar a Felipe Ángeles como Jefe de la Plaza, pero el Ministro de Guerra
impone a Huerta argumentando el respeto al escalafón. En otro acto suicida, Madero
accede.
Huerta disimula para no causar daño a las fuerzas de Félix Díaz, las que continúan
amagando a las fuerzas leales a Madero; desea demostrar que el gobierno de Madero es
incapaz de frenar la sublevación.
13 de febrero. Los cañones de los golpistas destrozan la “Puerta Mariana” del Palacio
Nacional.
Madero envía una carta al Presidente Taft en la que le explica la situación para prevenir el
desembarco en Veracruz de tropas estadounidenses, que ya se rumoraba.
16 de febrero. Se pacta un armisticio por 24 horas. Los rebeldes lo violan. Madero reclama
a Huerta su inefectividad.
Advertido por varios de sus colaboradores de que Huerta está pactando con los insurrectos,
Madero, ya en autoinmolación desenfrenada, le ratifica su confianza al traidor.
19 de febrero. El embajador Wilson convoca a parte del cuerpo diplomático y recibe a los
golpistas. Se redacta el Pacto de la Embajada o Pacto de la Ciudadela, en el que se
desconoce al gobierno de Madero y se establece un gobierno provisional al mando de
Victoriano Huerta. Se dan por terminadas las acciones bélicas. Doña Sara Pérez de Madero
y los otros familiares del todavía oficialmente Presidente se refugian en la embajada
japonesa. Se echan a vuelo las campanas de la Catedral.
Madero es obligado a presentar su renuncia. Solicita garantías para salir del país con su
familia. El Congreso nombra Presidente a Pedro Lascuráin, Ministro de Relaciones
Exteriores, quien designa a Huerta Ministro de Gobernación y éste renuncia de inmediato
para que éste último se convierta automáticamente en Presidente provisional. Estaba
acordado que oportunamente convocaría a elecciones para que fueran ganadas por Félix
Díaz,
Así terminó oficialmente la Decena Trágica, pero no las tribulaciones de Madero, sus
familiares, amigos y partidarios.
El día 21, familiares y amigos de Madero, y los embajadores de Cuba, Chile y Japón, hacen
gestiones ante Wilson para que pida a Huerta garantías para Madero y Pino Suárez. El
embajador se niega aduciendo que como diplomático no podía intervenir en los asuntos
internos del país.
Huerta ofrece una recepción al cuerpo diplomático, durante la cual Wilson pronuncia un
discurso en el que lo halaga profusamente.
Mientras Madero y Pino Suárez eran asesinados, don Porfirio, acompañado de su familia,
contemplaba con asombro senil las cataratas de Asuán en las Márgenes del Río Nilo
CAMBIO SOCIAL
Sin duda alguna, la guerra civil iniciada el 20 de noviembre de 1910, llamada Revolución
Mexicana, trajo algunos importantes beneficios para la población del país. El primero: el
fin del régimen de Porfirio Díaz, quien se mantuvo más de tres décadas en el poder, el cual
fue ejercido en forma despótica en perjuicio de la mayoría de los mexicanos. Como otro de
los puntos positivos cabe mencionar la creación, a raíz a la instauración del “régimen
revolucionario”, de instituciones políticas y sociales sólidas que contribuyeron a fortalecer
la República y mejorar las condiciones de vida de la mayoría de los habitantes. No
obstante, las consecuencias negativas de la Revolución también marcaron el desarrollo de
México durante el siglo XX. La principal: el establecimiento de una nueva dictadura, no
personal, sino de partido, que gobernó durante siete décadas de manera autoritaria, la cual
repercutió en la llegada tardía de la democracia. A 95 años de aquella lucha armada que
cobró la vida de cientos de miles de mexicanos, la realidad del país ha cambiado en muchos
aspectos pero en otros, se mantiene igual, al menos en esencia. La disminución de la
desigualdad social es hoy, como lo era en 1910, uno de los principales retos de la
República. La bandera de la justicia social la continúan enarbolando grupos sociales y
políticos de muy diversa índole: indígenas, partidos políticos, guerrilleros, organizaciones
no gubernamentales, religiones, entre otros. Pese a que la erradicación de la pobreza ha sido
parte de los objetivos principales de prácticamente todos los gobiernos, los resultados son
magros. Poco más de la mitad de la población vive aún en la miseria. En el ámbito político,
el régimen de partidos ha sustituido al de partido de Estado, sin que esto haya repercutido
en la apertura de las instituciones hacia el ciudadano de a pie, el cual sigue viendo muy
lejanos a los gobiernos y sus representantes. También en este aspecto, aún queda mucho por
hacer.
LUCHA DE FACCIONES
La etapa de lucha de facciones hace referencia a los distintos grupos que se crearon en la
Revolución Mexicana, que mantenían ideologías e intereses diferentes y que fueron los
motivos de la prolongada lucha.
Desde su comienzo, la revolución mexicana, no tuvo un carácter homogéneo, sino que
consistió en una serie de revoluciones y conflictos internos, protagonizados por distintos
jefes políticos y militares que se fueron sucediendo en el gobierno de la nación.
En su origen, las primeras tentativas revolucionarias, inspiradas por Francisco I. Madero,
pretendían el derrocamiento de Porfirio Díaz, que se había mantenido en el poder durante
más de treinta años. Tras el triunfo de los maderistas, la necesaria reconstrucción del país se
vio dificultada por las disputas entre las propias "facciones revolucionarias".
Después del asesinato de Madero, hubo nuevas luchas en las que triunfó Venustiano
Carranza, quien promulgó la constitución de 1917, paso decisivo para la organización del
estado posrevolucionario.
No obstante, los sectores más radicales de la revolución mantuvieron la lucha hasta 1920;
algunos de ellos fueron, en el norte, Pascual Orozco y Francisco (Pancho) Villa, con unas
tropas improvisadas, empezaron a asaltar las guarniciones gubernamentales; y en el sur, en
Morelos, Emiliano Zapata llevó a cabo una sangrienta campaña contra los caciques locales.
Otros focos revolucionarios destacados fueron Sonora, con José María Maytorena, y
Zacatecas.
En noviembre de 1911, Zapata se rebeló contra Madero en Morelos a causa del retraso en la
restitución de las tierras a las comunidades indígenas, punto que se había acordado en el
plan de San Luis. Asimismo, Orozco optó en Chihuahua por la lucha armada ante la
resistencia a poner en marcha la reforma agraria y nacionalizar el ferrocarril.
Las tensiones llegaron al límite cuando estalló la revuelta de Félix Díaz, sobrino de Porfirio
Díaz, que se enfrentó con las tropas federales del general Victoriano Huerta en la misma
ciudad de México. El 18 de febrero de 1913, después de nueve días de bombardeos,
conocidos como "la decena trágica", Huerta y Díaz se entrevistaron con el embajador
estadounidense Henry Lane Wilson, y los tres concretaron un pacto contra Madero. Huerta
asumió la presidencia de México y detuvo a Madero, que fue asesinado a los pocos días.
Las primeras medidas del nuevo presidente Huerta, fueron: la prohibición de la libertad de
prensa, la eliminación de destacados revolucionarios y la persecución de los movimientos
obreros, contaron con el apoyo de los sectores más conservadores. Sin embargo, la
oposición se organizó y pronto estalló una nueva insurrección en diferentes puntos.
En el norte, en los estados de Chihuahua, Sonora, Sinaloa y Tamaulipas, se sublevaron
Venustiano Carranza y Pancho Villa; y en el sur, en Morelos, Zapata volvía a erigirse en
líder de la revuelta. La alianza entre ambas facciones, tras el acuerdo de Guadalupe, y el
apoyo del presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson a la causa revolucionaria,
con el envío de tropas a Veracruz, llevaron a Huerta a exiliarse en julio de 1914.
La designación de Carranza como nuevo presidente el 20 de agosto de 1914, en contra de
las ideas de Villa, desató una nueva época de anarquía y luchas entre los distintos bandos
revolucionarios.
En la convención de Aguascalientes intervinieron representantes carrancistas, zapatistas y
villistas y comparecieron Álvaro Obregón, aliado de Carranza, y Villa. En ella se intentó
conciliar las facciones en lucha, pero resultó un rotundo fracaso. Se puso de manifiesto la
rivalidad existente entre Villa y Carranza, y tan solo se pudo llegar a la designación de
Eulalio Gutiérrez como presidente interino de la nación.
Villa solicitó la ayuda de Zapata y ambos se enfrentaron a las tropas de Obregón y
Carranza, que tenían el apoyo de los Estados Unidos. Los primeros fueron derrotados en
1915 en la batalla de Celaya y decidieron retirarse a sus respectivos estados. Zapata regresó
a Morelos y allí fue asesinado en 1919 en una emboscada. Por su parte, Villa reorganizó su
ejército en Chihuahua y, aunque fue vencido en Agua Prieta, aún pudo mantener una
guerrilla, con la que realizó varias incursiones contra los Estados Unidos (a los que acusaba
de apoyar a Carranza). La actitud belicosa de Villa obligó a los estadounidenses a enviar al
general John J. Pershing en su persecución.
Batalla de Columbus
La batalla de Columbus fue un enfrentamiento entre las tropas irregulares de Francisco
Villa y un destacamento de caballería del ejército estadounidense que tuvo lugar en el
Después de su derrota militar, Pancho Villa se replegó a Chihuahua, desde donde fraguó un
golpe militar, que le serviría además para vengarse de Estados Unidos, después de que este
país apoyara a Venustiano Carranza. Villa estaba enfurecido en contra de los Estados
Unidos y contra el presidente Woodrow Wilson, por el uso que hizo de faros gigantes,
alimentados con energía eléctrica estadounidense, para ayudar a Álvaro Obregón a repeler
el ataque nocturno de las tropas villistas al pueblo fronterizo de Agua Prieta, Sonora el 1 de
noviembre de 1915. En enero 1916, un grupo de villistas al mando del general de órdenes
Ramón Banda Quesada emboscaron un tren del Mexico North Western Railway (Compañía
del Ferrocarril del Noroeste de México), cerca de Santa Isabel, Chihuahua, y masacró a 18
empleados estadounidenses de la compañía minera ASARCO. Sin embargo parece ser que
se puede relacionar con un comerciante de armas llamado Samuel Ravel, aunque no se
conoce el problema en el cual éste tomo parte. El combate también podría relacionarse con
el interés de Alemania, inmersa en la Primera Guerra Mundial, de que México entrara en
guerra con los Estados Unidos de América. En aquel entonces México era la primera
nación en producción petrolífera, siendo un aliado de gran interés para los alemanes.
Dos años antes, el ejército del general Francisco Villa había derrotado a los ejércitos
federales del dictador Victoriano Huerta que se exilió en París. Huerta entabló
conversaciones con el káiser Guillermo II en las recibió una fuerte suma de dinero para que
lanzara una contrarrevolución a cambio del petróleo que tanto necesitaba Alemania. Junto
con el dinero, también le proporcionó a Huerta más de doce millones de balas 7 x 57
Mauser.
Mientras los Estados Unidos deciden a cuál de las facciones mexicanas reconocer como
gobierno oficial, Huerta solicita al Departamento de Estado un permiso y salvaconducto de
Nueva York a El Paso (Texas). Los estadounidenses se lo conceden, pero el gobierno del
presidente Wilson no tenía la menor intención de permitir a Victoriano Huerta la
oportunidad de comenzar un nuevo conflicto en México. En cuanto llegó el ex dictador a
Nueva York es arrestado, le confiscan el dinero y sus 12 millones de balas 7 x 57 Mauser.
Victoriano Huerta es trasladado a la cárcel militar de Fort Bliss (Texas), donde se cree que
falleció por una inyección letal puesta por agentes del Servicio Secreto de los Estados
Unidos.
Pronto también se le ordena al cuerpo conocido como los Texas Rangers que maten a
Pascual Orozco quien se encontraba en Texas esperando la llegada de Huerta. Los Ranger
matan a Orozco en una emboscada en las cercanías de El Paso.
APOYO A CARRANZA
Villa compró las municiones 7 x 57 Mauser que le hicieron fracasar en la batalla de Celaya
y perdió gran parte de su ejército. En la misma Batalla de Celaya se unieron a Álvaro
Obregón aliados de Inglaterra y Alemania pese a que eran enemigos en Europa porque aún
combatían en la Primera Guerra Mundial. También se le unió a Obregón el poderío de
Estados Unidos. Villa no pudo contra las tres potencias mundiales y Obregón resultó
vencedor.
Después de su derrota militar ante las fuerzas constitucionalistas, Francisco Villa se replegó
a Aguascalientes. Tras ello le sucedieron una serie de derrotas en diversos estados de la
república. A fines de 1915 el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, reconoció al
de Carranza como gobierno de facto en México, procediendo al intercambio de
embajadores y prohibiendo la venta de armas a fuerzas armadas contrarias al
constitucionalismo, medida que enfureció a Villa ya que era el principal afectado por esta
medida. Por ello planeó su represalia. Se decidió atacar Columbus porque ahí se encontraba
Samuel Ravel, que le había vendido municiones en mal estado.
A LA CAPTURA DE RAVEL
Villa después mandó al coronel Candelario Cervantes a Columbus, Nuevo México a pedirle
cuentas a Samuel Ravel por las municiones inútiles que le había vendido a Villa a cambio
de sumas fuertes en oro y plata. Villa le exigió que devolviera el dinero o que remplazara el
material. Samuel Ravel creyéndose sano y salvo en Estados Unidos le respondió a Villa por
medio del coronel Cervantes que el "ya no iba a tratar con bandidos mexicanos". Villa
mandó sus fuerzas a Columbus con el propósito de arrestar a Samuel Ravel y fusilarlo en
México. Villa recibió el informe en la Hacienda de San Jeronimo el 17 de febrero de 1916.
El día siguiente salió de la Hacienda de San Jeronimo con 589 hombres para atacar a los
Estados Unidos, que no había sido atacado en su propio territorio desde el fin de la guerra
anglo-estadounidense.
Antes del amanecer del 9 de marzo de 1916, Villa, junto con 589 efectivos de su ejército,
invadió el territorio estadounidense y atacaron el pueblo de Columbus.
Las bajas resultantes en el combate indican que ambos bandos sufrieron en la misma
medida, pero gran parte del poblado fue devastado en la lucha. Los villistas capturaron 80
caballos, 30 mulas y 300 fusiles; incendiaron un hotel desde donde los civiles les
disparaban a placer (las llamas se extendieron por el centro dejándolo en cenizas) y mataron
a ocho militares estadounidenses y diez civiles (ente ellos dos mexicanos). En
contrapartida, siete fueron hechos prisioneros.
Esta acción por parte de Villa provocó la Expedición Punitiva encabezada por el general
John J. Pershing que oficialmente iniciaría el 14 de marzo de 1916 y concluiría el 17 de
febrero de 1917. El propósito de la intervención de los estadounidenses del norte en México
era capturar a Villa para ajusticiarlo en EE. UU. como un bandido cualquiera. Pershing
mantuvo las tropas estadounidenses en México durante once meses en los cuales nunca
encontraron a Villa. El general mexicano se había refugiado en una cueva de la sierra
Tarahumara recuperándose de una complicada herida de bala que había recibido en la
rodilla.
LA CONVENCION DE AGUASCALIENTES
La Convención de Aguascalientes fue una importante reunión que tuvo lugar durante la
Revolución Mexicana. La convocatoria de la Convención se dió el 1 de octubre de 1914 por
Venustiano Carranza, jefe del Ejército Constitucionalista, que lo describió como la Gran
Convención de Jefes Militares Con mando de Fuerzas y gobernadores de los ESTADOS.
Sus primeras sesiones se celebraron en la Cámara de Diputados en la Ciudad de México,
pero fueron trasladadas a la ciudad de Aguascalientes, de ahí su nombre, donde se reunió a
partir del 10 de octubre a el 9 de noviembre del año 1914.
LA CONVENCIÓN DE AGUASCALIENTES
La convención fue un intento para conciliar las diferencias entre los "cuatro grandes"
señores de la guerra que jugaron un gran papel en el derrocamiento de Victoriano Huerta
del gobierno de la República de los Estados Unidos Mexicanos: Pancho Villa, Emiliano
Zapata, Venustiano Carranza y Alvaro Obregón. Desde el comienzo, sin embargo, la
Convención estuvo dominada por los villistas, que impusieron sus puntos de vista sobre los
demás delegados. Los seguidores de Emiliano Zapata no llegaron hasta el 26 de octubre
(una delegación de 26 personas, dirigido por Paulino Martínez y Antonio Díaz Soto y
Gama). Carranza queria continuar con la Constitución mexicana de 1857, pero muchos
seguidores de Villa querían un programa más radical y socialista. Carranza consideró que
los convencionalistas también eran demasiado radicales cuando llegaron al tema de
repartición de tierras .
Convención de Aguascalientes.
El artículo 3° establece que la educación que impartirá el estado debía mantenerse por
completo ajena a cualquier doctrina religiosa y estaría basa en los resultados del progreso
científico; luchará contra la ignorancia y sus efectos.
El artículo 5° señaló que ninguna persona podía impedir que se dedicara a la profesión,
industria, comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos. Además, establece que nadie
podia ser privado del producto de su trabajo.
El artículo 27° decreto que la propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los
límites del territorio nacional correspondía originalmente a la nación, la cual tenía el
derecho de transmitir su dominio a los particulares, construyendo en propiedad privada; las
expropiaciones sólo podrán hacerse por causa de utilidad pública y mediante
indemnización.
El artículo 123° instituye que toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil
que la duración máxima por jornada serian 8 horas, la jornada máxima nocturna de 7 horas
y quedaron prohibidas las labores insalubre o peligrosas y que por lo menos tenían que
tener 1 dia de descanso.
El artículo 130° otorgó facultades y a los´poderes federales para ejercer en materia de culto
religioso y disciplina externa el artículo recoge el espíritu liberal de la constitución de 1857.
Meses antes, Carranza había jurado la nueva Constitución el 5 de febrero de 1917, al día
siguiente había convocado a elecciones para el 11 de marzo en las cuales resultó electo
como candidato del Partido Liberal Constitucionalista.
Entre los miembros de su gabinete destacarán: Ernesto Garza Pérez, Relaciones Exteriores;
Manuel Aguirre Berlanga, Gobernación; Miguel Román, Justicia; Alberto J. Pani, Industria
y Comercio; Manuel Rodríguez Gutiérrez, Comunicaciones; Rafael Nieto, Hacienda; Jesús
Agustín Castro, Guerra y Marina. Embajador en Estados Unidos Ignacio Bonillas.
La tarea inmediata del nuevo gobierno constitucional será la pacificación del país, pues
todavía operan grupos zapatistas, villistas, felicistas y aun constitucionalistas dedicados al
pillaje. Al efecto se reorganizará al ejército, se establecerán fábricas de armamento y
comenzará el licenciamiento de tropas. Las acciones militares de pacificación provocarán
algunos hechos reprobables como el asesinato de Zapata y el fusilamiento de Felipe
Ángeles. Otras acciones consistirán en el reparto de tierras, la normalización de las
actividades económicas y del abasto a las ciudades, así como la reanudación de las obras
públicas que crearán empleos y generarán confianza de la población en el gobierno.
Asimismo, se reducirá el gasto público y adoptará el patrón oro para normalizar la situación
monetaria.
Carranza sufrirá el acoso del clero para modificar los artículos tercero y 130 de la nueva
Constitución y no aplicará el 27 para no afectar propiedades de extranjeros. En el ámbito
internacional, seguirá soportando presiones del gobierno norteamericano debido a la
legislación petrolera y a la neutralidad mexicana en la Primera Guerra Mundial.
El camino que se siguió desde las primeras críticas a la antigua Constitución vigente, la de
1857, hasta su entrada en vigor el 1 de mayo de 1917, no fue en modo alguno en un
contexto de paz y armonía sino todo lo contrario: se originó a partir de la nueva realidad
social que vivía México tras el inicio de la Revolución Mexicana, realidad que necesitaba
una nueva Constitución Política que se ajustara a ella y garantizará los derechos de todos
los mexicanos.
A partir de su entrada en vigor han sido distintas las reformas que se la han hecho para
mantenerla vigente de acuerdo a los cambios sociales y económicos en México y el mundo,
buscando de esta forma garantizar la inclusión de todos los ciudadanos, como la reforma
hecha en 1953 que otorgó el derecho al voto a las mujeres y las múltiples reformas hechas
para garantizar la libertad de voto en cargos de elección popular.
Aunque hoy nuestra Constitución difiere en muchos aspectos de la forma en que fue
concebida en 1917, debido a las reformas que se le han hecho, representa un baluarte de la
democracia de nuestro país y una herencia viva de la lucha revolucionaria de nuestros
antepasados.
La Constitución de 1917
El 5 de febrero fue promulgada la constitución de
1917 Política de los Estados Unidos Mexicanos, por el
presidente constitucionalista Venustiano Carranza, como producto de los movimientos
revolucionarios de 1910.Este documento continúa vigente, aunque a lo largo de la historia
ha sido reformada en más de 200 ocasiones.
El camino que se siguió desde las primeras críticas a la antigua Constitución vigente, la de
1857, hasta su entrada en vigor el 1 de mayo de 1917, no fue en modo alguno en un
contexto de paz y armonía sino todo lo contrario: se originó a partir de la nueva realidad
social que vivía México tras el inicio de la Revolución Mexicana, realidad que necesitaba
una nueva Constitución Política que se ajustara a ella y garantizará los derechos de todos
los mexicanos.
A partir de su entrada en vigor han sido distintas las reformas que se la han hecho para
mantenerla vigente de acuerdo a los cambios sociales y económicos en México y el mundo,
buscando de esta forma garantizar la inclusión de todos los ciudadanos, como la reforma
hecha en 1953 que otorgó el derecho al voto a las mujeres y las múltiples reformas hechas
para garantizar la libertad de voto en cargos de elección popular.
Aunque hoy nuestra Constitución difiere en muchos aspectos de la forma en que fue
concebida en 1917, debido a las reformas que se le han hecho, representa un baluarte de la
democracia de nuestro país y una herencia viva de la lucha revolucionaria de nuestros
antepasados.