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EL PORFIRIATO

El periodo de 1876 a 1911


está marcado dentro de la
historia de nuestro país como
porfiriato, y se refiere al
gobierno de Porfirio Díaz,
quien ocupo la presidencia del
país durante el lapso antes
mencionado, con la excepción
de 1880 a 1884, donde el
presidente de la patria fue
Manuel González. Pero a
partir de 1884, y hasta el
quinto mes de 1911, la gran
figura política nacional fue la
del general Porfirio Díaz.

Esta etapa del país coincide


con  un momento particular
del desarrollo capitalista que
ha sido llamado imperialismo.
Este periodo, en un ámbito
internacional, tuvo como principal característica un nuevo tipo de colonialismo, en el cual
los grandes países capitalistas de Europa y Estados Unidos ya no se preocuparon por
controlar de una manera directa el resto del mundo, sino mediante la apropiación de los
recursos naturales y su mano de obra, por ejemplo la tierra, los minerales, los metales
preciosos y la fuerza de trabajo entre otras cosas más. El control que ejercieron estos países
se hizo realidad a través de la inversión de capitales en los países en vías de desarrollo o
recién liberados de estructuras de dominio colonial, lo que trago consigo importantes
cambios, como el surgimiento de la clase obrera en países industrializados aceleraron la
producción y exportación de alimentos y materias primas en los países que no eran
participes de este desarrollo. Así los países implementaron medidas económicas favorables
al capital extranjero, lo que finalmente  los convirtió  en países  mono exportadores de café,
carne, azúcar, trigo, algodón y estaño entre otros.

En  América latina este periodo tuvo como principal característica, que sus élites políticas
adoptaron, de manera  entusiasta, las políticas de liberalismo y cambio de apertura   de
mercados promovidos por los países metropolitanos. La producción de materias primas
para la exportación atrajo la inversión  extranjera a la región. Los países  de Latinoamérica,
México entre ellos, cubrieron  las nuevas demandas que tenían los dueños del capital,
quienes se sirvieron de los estados nacionales para invadir la agricultura y apoderarse de los
principales recursos naturales. Para extraer  las materias y facilitar la introducción de los
equipos y mercancías, el capital financiero estimuló la construcción de puertos y
ferrocarriles y, para que funcionara todo esto, de servicios públicos.
ASPECTO POLITICO

México estaba envuelto  en


una profunda crisis general,
pero en especial económica 
a causa de las diversas
guerras que lo habían
azotado; los caminos
estaban  plagados de
bandidos, la delincuencia en
las ciudades a la orden del
día, el trabajo escaseaba y
las inversiones  extranjeras
no arribaban a México ante
la falta de garantías, tales
como seguridad y de más
servicios.

Porfirio Díaz  figuró como un protagonista central de tales disputas, al levantarse en armas
en  dos ocasiones: una en 1871, en contra  de la reelección del presidente Juárez con el plan
de la noria, movimiento que, a pocos meses, fue derrotado. Al morir  Benito Juárez, en
1872, se registro una nueva disputa por el poder, saliendo  victorioso Sebastián Lerdo de
Tejada. Al intentar éste reelegirse en 1876, Porfirio Díaz se levantó en armas, por segunda
ocasión, ahora con el plan de Tuxtepec, resultando vencedor.

En el 1876, a llevar a cabo el plan Tuxtepec, el general Díaz propuso  como “Ley
suprema”  de la nación el principio de la no reelección del presidente y gobernadores;
además, aseguró  que él en ningún momento  aspiraba a permanecer en el mando y que, al
obtener el triunfo, volvería “a la quietud del hogar domestico”. Pero no lo cumplió. Al
asumir por segunda ocasión la Presidencia de la  república, en 1884, se reeligió de manera
ininterrumpida, hasta que una nueva revolución, la de 1910  lo obligó a renunciar y dejar el
país.

La reelección del general Díaz  lo hizo ser el hombre más importante  de México  por
espacio de treinta años. En este tiempo sucedieron muchas cosas sobresalientes en el país:
se logró alcanzar la estabilidad  política; se registró  un extraordinario  crecimiento
económico, disminuyó considerablemente la delincuencia  y el bandolerismo casi
desapareció como fenómeno social. Pero a la par de estos grandes cambios a favor de la
patria, también hubo grandes abusos  tales como: despojo de la propiedad comunal 
indígena; se fortaleció  el latifundismo; se reprimió con mano dura, mediante la ley  fuga  o
la pena de muerte, a quienes alteraran el orden público o se opusieran  al régimen; se ataco
la libertad de prensa y la gran parte de la población se mantuvo en la pobreza.

En términos generales se puede decir que el Porfiriato es un periodo en la historia nacional


de marcados claros y oscuros: liberal pero al mismo tiempo conservador, conciliador y
represivo, demócrata y autoritario, es un periodo polémico; los mismos historiadores tienen
opiniones encontradas. La prensa de la época, por ejemplo, dependiendo del momento y su
filiación, al referirse  al caudillo de Tuxtepec  lo mismo pintaba como un dictador  que el
héroe de la paz; a un violador de leyes  y libertades individuales que al  árbitro supremo de
la nación; al vendedor de su propia patria que al constructor del México moderno. El
historiador Francois- Xavier Guerra destacó al respecto: “Fue el Porfiriato un régimen
extraño: sus contemporáneos los calificaban de patriarcal; los revolucionarios  le llamaron
dictadura;  nuestros contemporáneos lo designan con etiquetas diferentes que van de
caudillismo a régimen autoritario”

Al empezar el mandato del general Díaz  la mayoría de sus colaboradores eran liberales,
pero al terminar el siglo XIX el llamado grupo de los “científicos”  había alcanzado una
gran influencia dentro del mandato del general. Para los liberales  su principal lema  era la
libertad, pero para el grupo de los científicos  era el progreso, este grupo  ejerció una fuerte
influencia en el pensamiento del general, la filosofía del régimen fue el positivismo y su
lema “Orden y progreso”

En este periodo no se puede hablar de una democracia, ya que esta fue  ficticia y la única
antirreleccionista era la muerte. Por su permanencia indefinida en el poder, el régimen
porfirista era, en los últimos años, un gobierno gerontocrático: la edad promedio de sus
ministros, senadores y gobernadores era de 70 años; hacia 1910, Porfirio Díaz tenía 80
años.

Ante la situación, el general Díaz se propuso básicamente dos objetivos: el primero,


pacificar a como diera lugar el país; el segundo, promover con todos los medios a su
alcance el crecimiento económico, pero el presidente Díaz tenía bien claro que sin
crecimiento económico, la paz  social nunca se alcanzaría.

Fue tan firme  su política en contra de la delincuencia  o los disidentes que, ante la noticia 
de un complot revolucionario en Veracruz, se le atribuye la orden de “mátalos en caliente”;
Pero Porfirio Díaz también fue un gran conciliador, pues lo mismo integró  en su gobierno
a liberales  que a conservadores, y fue capaz  de convertirse en punto de equilibrio entre
posturas y anteriormente confrontados. Al gobierno del general Díaz también se le atribuye 
la política de “pan y palo “, pan para el que trabaja, palo para el que se rebela.

ASPECTO ECONÓMICO

Para promover el crecimiento económico del país durante


su periodo el general promovió políticas liberadoras  de
la economía nacional y México mostró una gran apertura
al capital extranjero. Los principales países que  trajeron
su capital al país fueron: Inglaterra, con concesiones
mineras y administrando el Istmo de Tehuantepec,
España con la industria de  hilados y tejidos, y por
supuesto nuestro vecino del norte al cual se le dieron las
concesiones para la construcción de ferrocarriles. Este
crecimiento económico no favoreció a todas las regiones
del país, era notorio que este crecimiento solo llego a las grandes metrópolis tales como
Guadalajara, Monterrey y por supuesto la capital del país, era también notorio que las
regiones del sur del país eran las que mostraban un mayor atraso.

En cuestión de números el avance económico era basto, para 1880 el total de las
inversiones extranjeras era de 110 millones de pesos, para 1910 dicho monto era  de 3400
millones.

El capital extranjero dominaba, casi de manera absoluta, la minería, la explotación


petrolera, la banca y los, ferrocarriles. En el sector minero, por ejemplo de las 1030
compañías que operaban en 1910, 840 eran estadounidenses, 148 nacionales y el resto de
otros países. Cálculos aproximados  estiman que, para 1910, del total  de las inversiones
extranjeras 38% eran estadounidenses, 29% inglesas y 27% francesas, mientras que el resto
se distribuía entre otras de menor importancia. En un lapso de treinta años, las inversiones
inglesas pasaron de  9.2 a 90.7 millones de libras esterlinas; las francesas,  de 15 a 1,675
millones de francos; en tanto las estadounidenses pasaron de 30 a 1,008 millones de
dólares. Como resultado de estas inversiones diversos sectores registraron un extraordinario
crecimiento: en veinte años se triplicó la producción de plata; el valor de la producción de
cobre pasó de 260 mil a 32 millones de pesos, la producción de henequén paso de 3 mil
pacas anuales al iniciar este periodo y a un millón de pacas al termino del mismo, en
contrate la producción  de productos para el consumo interno  disminuyo, un ejemplo claro
de esta paradoja es la baja en la producción de  maíz.

Las exportaciones aumentaron durante el periodo 600%. Este modelo económico, apoyado
en las inversiones extranjeras y orientado a satisfacer  las demandas del mercado mundial,
es llamado por los economistas “dependiente” con “crecimiento hacia a fuera”, es decir,
que el resultado del crecimiento económico no es resultado del proceso de maduración de
las fuerzas productivas nacionales, sino de factores externos.

MODERNIZACIÓN DE LA INFRAESTRUCTURA

El periodo en el cual el general Díaz estuvo al frente


de la presidencia del país se caracterizaron por la
modernización de la nación; esto significa que
arribaron los avances tecnológicos más
sobresalientes de la época. Este crecimiento se vio
claramente marcado en dos ramas de la vida nacional
en lo económico y lo administrativo.

La modernización económica fue posible


principalmente a la expansión del ferrocarril, que
facilitara el acceso rápido a todas las regiones
distantes y el traslado de  mercancías, otro avance que ayudó al desarrollo de la economía
fue el tendido de la red telegráfica y telefónica. El ferrocarril era considerado la “palanca
del progreso”.
En 1876 México tenía aproximadamente 580 kilómetros de vías férreas; para 1884 se había
elevado a 5,731, en tanto que en 1910 el tendido ferrocarrilero alcanzaba  ya los 24, 288
kilómetros. Con el ferrocarril las exportaciones a Estados Unidos se vieron notablemente
favorecidas: al finalizar el siglo XIX, alrededor del 70% del total de las exportaciones
mexicanas tenían como destino el vecino país del norte. Esto provocó una grave y notable
dependencia económica hacía  el país de las barras y las estrellas, circunstancia que hizo
que Porfirio Díaz exclamara “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados
Unidos”

Las principales obras realizadas en México durante el mandato del General Díaz son las
siguientes: el gran canal del desagüe, el hospital general, el teatro general hoy bellas artes,
el palacio de correos entre otros. En esta época, la ciudad de México se confrontaba en
belleza con las mejores ciudades de Europa.

LATIFUNDIOS. BANCOS

Durante el Porfiriato se consolidaron los primeros bancos de emisión de billetes. El banco

de Londres y México y el Nacional de México, fueron los más importantes del periodo,
contaban con sucursales en las capitales con mayor importancia. En 1889  se aprobó la Ley
de Instituciones de Crédito y en 1899 se creó el banco central Mexicano.

El primero y más importante sector social del Porfiriato era el que estaba formado por los
latifundistas. Para los hacendados se promovieron diversas leyes que tendieron a eliminar el
límite a la propiedad privada y la obligación de sus propietarios de cultivar toda la tierra
poseída. En los primeros años del régimen, por ejemplo, las leyes de colonización
establecían un límite de 2,500 hectáreas a la propiedad individual, con el compromiso de
colonizarlas; en 1893, estas restricciones fueron eliminadas. A lo largo del tiempo las
haciendas fueron favorecidas. Se ha calculado por ejemplo, que en Chihuahua una persona
poseía 7, 000,000 millones de hectáreas; en Oaxaca. Otra persona poseía 2, 000,000 de
hectáreas; en Baja California  cuatro personas poseían 11, 500,000 hectáreas, entre otros.

ASPECTO SOCIAL

Al finalizar el régimen, hacia 1910, México


tenía aproximadamente  15 millones de
habitantes, de los cuales 11 millones eran
campesinos que sobrevivían con salarios que
iban entre los 25 y 30 centavos diarios. En
términos generales podemos distinguir cuatro
clases  de trabajadores en las haciendas: los
peones acasillados o gañanes, de residencia
permanente; los trabajadores eventuales; los
arrendatarios y los medieros o aparceros.

Al igual que en la economía, las condiciones


de los campesinos variaban dependiendo de las regiones del país, por ejemplo, en el sur se
llegaron a registrar condiciones de esclavitud disfrazadas, esta situación se puede a preciar
más claramente en el libro “México Bárbaro” del periodista estadounidense  John Knneth
Turner el cual hizo un recorrido por toda la parte sur del país,  resaltado los lugares de
Yucatán y Valle Nacional Oaxaca. En el capítulo IV  de su obra llamado “los esclavos
contratado de Valle Nacional” donde menciona lo sig. “Valle nacional es, sin duda, el
peor centro de esclavitud en  México. Probablemente es el peor del mundo. Cuando visite 
Valle Nacional esperaba encontrar algo más benigno que Yucatán, pero resultó ser más
lastimoso. En Yucatán, los esclavos mayas mueren más rápidamente de lo que nacen, y dos
tercios de los esclavos yaquis mueren durante el primer año después de la llegada a la
región; pero en Valle Nacional todos los esclavos, con excepción de muy pocos –acaso
cinco por ciento-, rinden tributo a la tierra en siete u ocho meses.

Esta afirmación es casi increíble. Yo no lo hubiera creído; acaso ni después de haber visto
la forma como los hacen trabajar, el modo de azotarlos y de matarlos de hambre, si no
hubiera sido por el hecho de que los propios amos me dijeron que era verdad. Hay quince
mil de estos esclavos en Valle Nacional… ¡Quince mil nuevos cada año!

-Al sexto o séptimo  mes empiezan a morir como las moscas durante la primera helada
invernal y después no vale la pena conservarlos. Resulta más barato dejarlos morir, hay
muchos más en los lugares de donde éstos vinieron.

Con estas palabras nos damos cuenta de la paradoja en la que estuvo envuelto el periodo  de
el general Díaz, por un lado la ciudad de México compitiendo en belleza con las mejores
ciudades europeas y en el sur como ya lo he mencionado podía haberse hecho pasar por
otra nación la gente moría despiadadamente.
Una de las principales características del sector campesino es la siguiente, el pago a los
campesinos se hacía por lo general, en dinero y especie esto último mediante las llamadas
tiendas de raya propiedad del hacendado. Mediante estas tiendas de rayas el campesino 
tenía que recurrir al endeudamiento, este endeudamiento obligaba a los campesinos a
permanecer en las haciendas y con  ello los hacendados tenían la garantía de la mano de
obra para su tierras. Además estas deudas eran hereditarias.

EDUCACIÓN Y CULTURA

Durante el Porfiriato más de diez millones de habitantes no sabían leer ni escribir, aunque
como en todos los aspectos del Porfiriato este sector también tenía  claros y oscuros, como
se ha podido notar el sur del país era el más afectado y las grandes metrópolis desarrollaron
un gran índice de alfabetización.

El gobierno trato de hacer algo por la educación y por ello creó una serie de instituciones
que enlistare  a continuación:
En 1891 creó el Consejo Superior de Instrucción Pública y en 1905 fue elevado al rango de
secretaría.

En 1910 Justo Sierra reunió las escuelas  de especialidades y las organizó en una
Universidad Nacional.

CRISIS POLÍTICA Y ECONÓMICA: CLUBES LIBERALES Y PARTIDO


LIBERAL MEXICANO.

EL esplendor del
régimen porfirista lo
podemos ubicar entre
los años de 1890 y
1905. Desde 1900
empezaron a
organizarse círculos
opositores a Porfirio
Díaz, siendo los más
importantes los
clubes liberales. Así,
el primer Congreso
Liberal , celebrado
en San Luis Potosí
en 1901, solicitó el
estricto
cumplimiento de la
constitución de 1857
de las Leyes de
Reforma.

Ante el auge de los clubes liberales, el régimen respondió con represión. Cárcel
persecución, destrucción de imprentas clausura de  periódicos y espionaje fue parte de la
política aplicada hacia los opositores. Debido a la persecución de que eran objeto, los
principales promotores y organizadores de los clubes liberales, entre ellos los hermanos
Ricardo y Enrique  Flores Magón, tuvieron que emigrar  a Estados Unidos pero continuaron
trabajando de manera activa en contra de la dictadura de Porfirio Díaz. Como resultado de
sus trabajos, en 1906 formaron el partido Liberal Mexicano con el lema “Reforma, Libertad
y Justicia” y ejercieron un fuerte influencia en las huelgas de Rio Blanco y Cananea. El
programa de este partido plasmó demandas fundamentalmente obreras, constituyéndose en
el antecedente más importante del artículo 123 de la constitución de 1917.

BALANCE HISTÓRICO DEL PORFIRIATO


El Porfiriato fue un periodo de marcados contrastes. Dependiendo del sector que uno
analice, se puede llegar a conclusiones totalmente divergentes. El escritor estadounidense
John Kennet Turner, en 1911 por ejemplo señaló que para sus compatriotas que emprendían
negocios en México, el régimen de Díaz era “el más sabio, el más moderno y el más

benéfico sobre la faz de la tierra”, pero que, desde el punto de vista del mexicano común, el
Vgobierno de Díaz era “un tratante de esclavos, un ladrón, un asesino”, pues no tenía
misericordia ni impartía justicia, sólo se dedicaba a explotar a su población. Cierto es que,
para tener una opinión equilibrada sobre este periodo, debemos conocer sus claros y
oscuros, sus virtudes y defectos, sus logros y retrocesos.

El extraordinario crecimiento económico que experimentó el país, la modernización urbana,


el saneamiento de las finanzas públicas y la estabilidad la política fueron algunos de los
logros más importantes del Porfiriato. Después de más de medio siglo de estancamiento
económico y aislamiento comercial, México se insertó de lleno en la economía mundial
ocupando un lugar clave, aunque de manera  dependiente, dentro del desarrollo del
capitalismo. Como resultado directo del pronunciado crecimiento económico, irrumpieron
destacados centros urbanos y fabriles: Torreón y Aguascalientes se convirtieron en
importantes centros de distribución ferroviaria, Monterrey  y Orizaba se consolidaron como
ciudades industriales, Mérida creció significativamente con la exportación de henequén y
chihuahua con la venta de ganado.

Sin embargo, en no pocos casos, para los peones de las haciendas, los jornaleros del campo,
los mineros y los obreros fabriles, es decir, para la clase trabajadora, la paz social y la
estabilidad  política de que tanto se vanagloria el régimen significaron arbitrariedades,
explotación, sometimiento y represión, particularmente cuando daban alguna señal de
protesta o rebeldía. Tales injusticias, permitidas  y solapadas generalmente por los prefectos
políticos que eran autoridades locales, conformaron lo que se conoce como “la leyenda
negra” del Porfiriato y constituye uno de los lados oscuros.

Lo que para los hombres del régimen era motivo de orgullo, para un sector ilustrado de la
clase media era motivo de crítica e indignación. La prensa volvió a sus fueros y un sector
de jóvenes periodistas acusó a Porfirio Díaz de extranjerismo desmesurado, de vender la
patria a los extranjeros, de mantener a la población sumida en la pobreza y, sobre todo,
denunciaron la falta de libertad política.

En medio de grandes tensiones y conflictos llegó 1910, un año de grandes sorpresas para
los mexicanos de entonces: apareció el cometa Halley, se realizó la convención de los
clubes antirreleccionista, con bombo y platillo el régimen festejó el primer centenario de la
Independencia de México, se consumó la séptima reelección de Porfirio Díaz para
presidente de la República y, como resultado de esto último, inició un movimiento
revolucionario de largo alcance, en el  mes de noviembre, que obligaría al anciano
presidente a dimitir del cargo e irse de  México. Por ello es un año clave en la historia
nacional.

Disidencias huelgas y represión.


Durante toda la etapa porfiriana hubo
diversas manifestaciones de repudio y
descontento contra el régimen de
Díaz que fueron reprimidas y
acalladas para mantener la paz y el
orden.
Comunidades indígenas lucharon
aguerridamente por conservar sus
tierras, su autonomía, y su régimen
comunal. La respuesta de la dictadura
porfiriana fue desarraigar a dichas
comunidades de su lugar de origen,
trasladando a cientos de yaquis a
Yucatán para hacerlos trabajar en haciendas henequeneras, en condiciones de franca
esclavitud.
Los obreros de sectores industriales como el ferrocarrilero, el minero y el textil también
estaban descontentos, ya que se veían obligados a competir laboralmente en condiciones de
desigualdad. Diversos levantamientos y huelgas de los ferrocarrileros se acallaron con
violencia.
En 1906, en Sonora, los obreros de la mina de Cananea estallaron una huelga para exigir
mejor salario y condiciones de igualdad respecto de los trabajadores extranjeros; fueron
igualmente reprimidos por órdenes de Díaz, quien tuvo además el apoyo del ejército
estadounidense.
En 1907 la fábrica de textiles Rio Blanco inicio una huelga exigiendo mejoras en las
condiciones laborales y en el salario. Díaz apoyo a los dueños y reprimió a los obreros de
manera brutal y sangrienta.
A pesar de estar cancelada la libertad de expresión, surgieron periodistas e intelectuales que
se oponían al régimen y que se manifestaron atravez de la prensa escrita la cual circulaba
muchas veces en forma clandestina. Las críticas abonaron el camino para crear una clara
conciencia de la falta de libertad en que vivía la mayoría de la sociedad mexicana por lo
que son considerados como precursores de la revolución mexicana, de ellos hablaremos
enseguida.
La revolución maderista, 1910-1911
Sucesos importantes

Porfirio Diaz acabo con el estado de anarquía al establecer un gobierno, estaría fincado el
despotismo y la dictadura.

El gobierno de Diaz, envejeció y entro en decadencia, para evitar su derrumbe total


restableció la vicepresidencia que ocupo a Raul Corral, diaz dejaría el país en rebeldía.

Francisco I. Madero encabezo la oposición, en 1908 publico la sucesión presidencial en


1910, criticaba el gobierno y planteaba organizar partidos políticos para acabar con la
dictadura. pero lo contradictorio fue que se pronunciaba la permanencia de diaz en la silla
presidencial. la maquinaria gubernamental (ejercito, gobernadores, caciques, fuerzas
rurales, etc.) quedaba intacta. no daba solución a los problemas económicos o sociales.

En 1909 el centro antirreeleccionista y mas tarde la constitución de 1857 y el sufragio


efectivo. en 1910 fundo el partido antirreeleccionista.

El discurso maderista expresaba que el pueblo no exigía pan, sino libertad y democracia;
que la dictadura se derrumbaría ante los embates del pueblo.

El 15 de abril de 1910, se inauguro la convención de antiorreeleccionista , Madero no


participo. A pesar de ello, se le proclamo candidato a la presidencia y a Francisco Vazquez
Gomez para la vicepresidencia, la autoridad dispuso quitar de en medio a Madero, quien
fue aprehendido en Monterrey con la acusación de inicitar al pueblo a la rebelión. De
Monterrey se le traslado a San Luis Potosí, donde fue recluido en la penitenciaria del
estado.

El 26 de junio de 1910, se realizaron las elecciones. Porfirio Diaz y Ramón Corral


resultaron triunfadores, el 22 de julio abandono la prision.

En septiembre de 1910 se conmemoro el primer centenario del comienzo de la guerra de


independencia.
El 5 de octubre de 1910, Madero firmo el Plan de San Luis dicho plan fue publicado en San
Antonio texas y con su proclamación inicio el proceso revolucionario

Sucesos mas relevantes

Madero continuaba su campaña política y atacaba a Ramon Corral, a quien habían dado el
cargo de la vicepresidencia, pues Madero sabia que el seria el heredero viable para
continuar el régimen profirista a la muerte del caudillo.

El 18 de noviembre de 1910, la casa que habitaban los hermanos serdan, era el centro
antirreeleccionistas, fue atacada por las fuerzas publicas matando a sus moradores, Carmen
y Aquiles Serdan, entre otros.

El 13 de febrero Madero ingreso al pais y en virtud del Plan de San Luis se autodesigno
presidente provisional y organizo su gabinete. Para apoyarlo estaban Pascual Orozco, Jose
de la Luz Blanco, Francisco villa, Venustiano Carranza y otros.

Estados Unidos ya veía con desdén a Diaz, no garantizaba seguridad para los intereses de
los norteamericanos radicados en México. En marzo de 1911 Diaz ordeno a Jose Yves
Limantour que regresara de Europa para mediar contra los rebeldes y evitar la caída
presidencial.

El 24 de marzo de 1911 el presidente hizo cambios en su gabinete, Francisco Leon de la


Barra ocupo la Secretaria de Relaciones Exteriores.

El gobierno se encontraba en posición delicada, porque en caso de que Ciudad Juarez o


cualquier otra población fueran atacadas, no podría defenderías. incluso habría una
propuesta violenta de Estados Unidos debido a que sus ciudadanos podrían sufrir daños.
ante este peligro se firmo un armisticio entre Francisco I. Madero y Juan Navarro, al tiempo
que se iniciaba las platicas de paz.
La Decena Trágica

Así ha sido llamado el lapso de diez días —9 a 19 de febrero de 1913—en el que llegó a su
culminación el acoso permanente de que fue objeto el gobierno legítimo y popular de
Francisco I. Madero. La legitimidad y popularidad del Presidente no bastaron para
protegerlo de los ataques del congreso y la oligarquía porfiristas, la prensa díscola y los
antiguos partidarios resentidos.

Las rebeliones de Pascual Orozco y Félix Díaz en 1912 no habían sido más que anuncios
estentóreos de lo que sucedería en ese febrero de 1913, triste y aciago para Madero y para
México.

La vacilación de Madero en la atención de los principales problemas del país; sus promesas
incumplidas; su negativa a reprimir, incluso de manera legal, a sus atacantes; el
distanciamiento con Pascual Orozco, Emiliano Zapata y otros antiguos partidarios; su
confianza incondicional en Huerta y otros infidentes, y la sucia intervención del embajador
norteamericano, Henry Lane Wilson, fueron las causas más visibles de la tragedia.

Madero encabezó el gobierno más libre y democrático de la historia mexicana, que ganó
limpiamente con el 98% de los votos. Fue un hombre bueno, noble e íntegro, con principios
firmes que nunca contradijo y por los cuales murió. siempre insistió en que la democracia
es la forma de gobierno más digna y por la que vale la pena luchar

Enseguida una breve reseña de aquellos diez días aciagos.


9 de febrero. Varios militares se sublevan contra Madero y liberan a Félix Díaz, “el sobrino
de su tío”, y Bernardo Reyes, exministro porfirista, que estaban presos por insurrectos. En
el intento de toma del Palacio Nacional, Reyes muere a las puertas de éste. Félix Díaz y sus
seguidores se apostan en La Ciudadela, a escaso kilómetro y medio.

En una decisión suicida, Madero designa a Victoriano Huerta, ya involucrado en la intriga,


Comandante Militar de la Plaza, en sustitución del General Lauro Villar, quien había
sucumbido en la defensa del Palacio Nacional.

En los primeros combates hubo cientos de víctimas, la gran mayoría de ellos, civiles.

10 de febrero. Félix Díaz y un agente de Huerta llegan a acuerdos para continuar con la
revuelta.

Madero intenta nombrar a Felipe Ángeles como Jefe de la Plaza, pero el Ministro de Guerra
impone a Huerta argumentando el respeto al escalafón. En otro acto suicida, Madero
accede.

11 de febrero. Félix y Huerta se reúnen directamente en una casa de la colonia Juárez, y el


embajador Wilson visita al presidente de la República; le expresa sus simpatías por Félix
Díaz y lo amenaza con la intervención militar en caso de cualquier daño que se cause a los
extranjeros.
12 de febrero. Se suspende la energía eléctrica en la ciudad.

Huerta disimula para no causar daño a las fuerzas de Félix Díaz, las que continúan
amagando a las fuerzas leales a Madero; desea demostrar que el gobierno de Madero es
incapaz de frenar la sublevación.

Cunde el pánico entre la población.

13 de febrero. Los cañones de los golpistas destrozan la “Puerta Mariana” del Palacio
Nacional.

El embajador Wilson envía al Presidente Taft informes alarmistas y exagerados sobre lo


que estaba sucediendo, para promover la intervención.

14 de febrero. A pesar de las artimañas de Huerta, los sublevados ya se encuentran sitiados.

Madero envía una carta al Presidente Taft en la que le explica la situación para prevenir el
desembarco en Veracruz de tropas estadounidenses, que ya se rumoraba.

15 de febrero. El embajador Wilson intriga entre el cuerpo diplomático europeo haciendo


hincapié en la incompetencia de Madero para resolver el conflicto.

Pedro Lascuraín, Ministro de Relaciones Exteriores, y 24 senadores de oposición solicitan a


Madero su renuncia, pero el Presidente los rechaza. Madero, otra vez suicida, permite a
Huerta designar a su cómplice y ya conocido sanguinario Aureliano Blanquet como jefe del
resguardo del Palacio Nacional.

16 de febrero. Se pacta un armisticio por 24 horas. Los rebeldes lo violan. Madero reclama
a Huerta su inefectividad.

Advertido por varios de sus colaboradores de que Huerta está pactando con los insurrectos,
Madero, ya en autoinmolación desenfrenada, le ratifica su confianza al traidor.

17 de febrero. Gustavo A. Madero, hermano del Presidente, habiendo comprobado la


traición de Huerta, con pistola en mano detiene a éste y lo acusa ante Madero. Huerta niega
la traición y le promete al Presidente que en 24 horas detendrá a los rebeldes. Madero
vuelve a confiar en él y lo libera.

18 de febrero. Huerta se desenmascara y se pone al frente de la sublevación. Ordena a


Aureliano Blanquet que tome el Palacio Nacional.

El Presidente Madero y el Vicepresidente Pino Suárez son aprehendidos. Mientras, Huerta


tiende una celada a Gustavo A. Madero en el Restaurante Grambrinus; lo detiene y entrega
a Manuel Mondragón.
Una soldadesca de 90 o 100 esbirros, se burla del hermano del Presidente, lo insulta y lo
martiriza. Uno, de apellido Melgarejo, con su bayoneta le saca el único que tenía. Gustavo,
ciego, lanza alaridos de dolor y desesperación. ¡Cobarde!, ¡ojo parado!, ¡llorón!, le gritaban
los asesinos. Finalmente lo masacran con marrazos, espadas y puñales. Ya yerto, su cuerpo
destrozado recibió además la descarga de decenas de fusiles. Todavía su pobre cadáver fue
mutilado y sus pertenencias despojadas.

19 de febrero. El embajador Wilson convoca a parte del cuerpo diplomático y recibe a los
golpistas. Se redacta el Pacto de la Embajada o Pacto de la Ciudadela, en el que se
desconoce al gobierno de Madero y se establece un gobierno provisional al mando de
Victoriano Huerta. Se dan por terminadas las acciones bélicas. Doña Sara Pérez de Madero
y los otros familiares del todavía oficialmente Presidente se refugian en la embajada
japonesa. Se echan a vuelo las campanas de la Catedral.

Madero es obligado a presentar su renuncia. Solicita garantías para salir del país con su
familia. El Congreso nombra Presidente a Pedro Lascuráin, Ministro de Relaciones
Exteriores, quien  designa a Huerta Ministro de Gobernación y éste renuncia de inmediato
para que éste último se convierta automáticamente en Presidente provisional. Estaba
acordado que oportunamente convocaría a elecciones para que fueran ganadas por Félix
Díaz,

Así terminó oficialmente la Decena Trágica, pero no las tribulaciones de Madero, sus
familiares, amigos y partidarios.

El 20 de febrero Madero y Pino Suárez permanecen detenidos en Palacio Nacional,


acompañados por el valiente embajador cubano Manuel Márquez Sterling, en espera de ser
llevados al tren que los conduciría a Veracruz para embarcarse hacia Cuba.

El día 21, familiares y amigos de Madero, y los embajadores de Cuba, Chile y Japón, hacen
gestiones ante Wilson para que pida a Huerta garantías para Madero y Pino Suárez. El
embajador se niega aduciendo que como diplomático no podía intervenir en los asuntos
internos del país.

Huerta ofrece una recepción al cuerpo diplomático, durante la cual Wilson pronuncia un
discurso en el que lo halaga profusamente.

Madero y Pino Suárez continúan prisioneros, y acompañados por el embajador cubano


Márquez Sterling para evitar que sean asesinados. Madero es visitado por su madre,
Mercedes González Treviño, quien le comunica la muerte de Gustavo. El ya expresidente
pasa la noche llorando en silencio.

Finalmente, el día 22 Félix Díaz, Manuel Mondragón, Aureliano Blanquet y Victoriano


Huerta acuerdan deshacerse de Madero y Pino Suárez, con la anuncia del embajador
Wilson. Ya dormidos, fueron despertados y se les informó que serían trasladados a la
Penitenciaría. Se les trasladaba en automóviles separados. Cuando llegaron a Lecumberri,
Francisco Cárdenas ordenó a Madero que bajara del coche; ante la negativa, lo mató
disparándole en la cabeza. Pino Suárez intentó huir pero fue herido y rematado por Rafael
Pimienta. Para simular un asalto, se hicieron disparos contra los vehículos. Momentos
después, Huerta declaró en una conferencia de prensa que la escolta que conducía a Madero
y Pino Suárez había sido asaltada por una turba enfurecida, y que se realizaría una
investigación para esclarecer los hechos. Los asesinos fueron recompensados con el pago
de dieciocho mil pesos.

Mientras Madero y Pino Suárez eran asesinados, don Porfirio, acompañado de su familia,
contemplaba con asombro senil las cataratas de Asuán en las Márgenes del Río Nilo

CAMBIO SOCIAL

Sin duda alguna, la guerra civil iniciada el 20 de noviembre de 1910, llamada Revolución
Mexicana, trajo algunos importantes beneficios para la población del país. El primero: el
fin del régimen de Porfirio Díaz, quien se mantuvo más de tres décadas en el poder, el cual
fue ejercido en forma despótica en perjuicio de la mayoría de los mexicanos. Como otro de
los puntos positivos cabe mencionar la creación, a raíz a la instauración del “régimen
revolucionario”, de instituciones políticas y sociales sólidas que contribuyeron a fortalecer
la República y mejorar las condiciones de vida de la mayoría de los habitantes. No
obstante, las consecuencias negativas de la Revolución también marcaron el desarrollo de
México durante el siglo XX. La principal: el establecimiento de una nueva dictadura, no
personal, sino de partido, que gobernó durante siete décadas de manera autoritaria, la cual
repercutió en la llegada tardía de la democracia. A 95 años de aquella lucha armada que
cobró la vida de cientos de miles de mexicanos, la realidad del país ha cambiado en muchos
aspectos pero en otros, se mantiene igual, al menos en esencia. La disminución de la
desigualdad social es hoy, como lo era en 1910, uno de los principales retos de la
República. La bandera de la justicia social la continúan enarbolando grupos sociales y
políticos de muy diversa índole: indígenas, partidos políticos, guerrilleros, organizaciones
no gubernamentales, religiones, entre otros. Pese a que la erradicación de la pobreza ha sido
parte de los objetivos principales de prácticamente todos los gobiernos, los resultados son
magros. Poco más de la mitad de la población vive aún en la miseria. En el ámbito político,
el régimen de partidos ha sustituido al de partido de Estado, sin que esto haya repercutido
en la apertura de las instituciones hacia el ciudadano de a pie, el cual sigue viendo muy
lejanos a los gobiernos y sus representantes. También en este aspecto, aún queda mucho por
hacer.

LUCHA DE FACCIONES

La etapa de lucha de facciones hace referencia a los distintos grupos que se crearon en la
Revolución Mexicana, que mantenían ideologías e intereses diferentes y que fueron los
motivos de la prolongada lucha.
Desde su comienzo, la revolución mexicana, no tuvo un carácter homogéneo, sino que
consistió en una serie de revoluciones y conflictos internos, protagonizados por distintos
jefes políticos y militares que se fueron sucediendo en el gobierno de la nación.
En su origen, las primeras tentativas revolucionarias, inspiradas por Francisco I. Madero,
pretendían el derrocamiento de Porfirio Díaz, que se había mantenido en el poder durante
más de treinta años. Tras el triunfo de los maderistas, la necesaria reconstrucción del país se
vio dificultada por las disputas entre las propias "facciones revolucionarias".
Después del asesinato de Madero, hubo nuevas luchas en las que triunfó Venustiano
Carranza, quien promulgó la constitución de 1917, paso decisivo para la organización del
estado posrevolucionario.
No obstante, los sectores más radicales de la revolución mantuvieron la lucha hasta 1920;
algunos de ellos fueron, en el norte, Pascual Orozco y Francisco (Pancho) Villa, con unas
tropas improvisadas, empezaron a asaltar las guarniciones gubernamentales; y en el sur, en
Morelos, Emiliano Zapata llevó a cabo una sangrienta campaña contra los caciques locales.
Otros focos revolucionarios destacados fueron Sonora, con José María Maytorena, y

Zacatecas.
En noviembre de 1911, Zapata se rebeló contra Madero en Morelos a causa del retraso en la
restitución de las tierras a las comunidades indígenas, punto que se había acordado en el
plan de San Luis. Asimismo, Orozco optó en Chihuahua por la lucha armada ante la
resistencia a poner en marcha la reforma agraria y nacionalizar el ferrocarril.
Las tensiones llegaron al límite cuando estalló la revuelta de Félix Díaz, sobrino de Porfirio
Díaz, que se enfrentó con las tropas federales del general Victoriano Huerta en la misma
ciudad de México. El 18 de febrero de 1913, después de nueve días de bombardeos,
conocidos como "la decena trágica", Huerta y Díaz se entrevistaron con el embajador
estadounidense Henry Lane Wilson, y los tres concretaron un pacto contra Madero. Huerta
asumió la presidencia de México y detuvo a Madero, que fue asesinado a los pocos días.

Las primeras medidas del nuevo presidente Huerta, fueron: la prohibición de la libertad de
prensa, la eliminación de destacados revolucionarios y la persecución de los movimientos
obreros, contaron con el apoyo de los sectores más conservadores. Sin embargo, la
oposición se organizó y pronto estalló una nueva insurrección en diferentes puntos.
En el norte, en los estados de Chihuahua, Sonora, Sinaloa y Tamaulipas, se sublevaron
Venustiano Carranza y Pancho Villa; y en el sur, en Morelos, Zapata volvía a erigirse en
líder de la revuelta. La alianza entre ambas facciones, tras el acuerdo de Guadalupe, y el
apoyo del presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson a la causa revolucionaria,
con el envío de tropas a Veracruz, llevaron a Huerta a exiliarse en julio de 1914.
La designación de Carranza como nuevo presidente el 20 de agosto de 1914, en contra de
las ideas de Villa, desató una nueva época de anarquía y luchas entre los distintos bandos
revolucionarios.
En la convención de Aguascalientes intervinieron representantes carrancistas, zapatistas y
villistas y comparecieron Álvaro Obregón, aliado de Carranza, y Villa. En ella se intentó
conciliar las facciones en lucha, pero resultó un rotundo fracaso. Se puso de manifiesto la
rivalidad existente entre Villa y Carranza, y tan solo se pudo llegar a la designación de
Eulalio Gutiérrez como presidente interino de la nación.
Villa solicitó la ayuda de Zapata y ambos se enfrentaron a las tropas de Obregón y
Carranza, que tenían el apoyo de los Estados Unidos. Los primeros fueron derrotados en
1915 en la batalla de Celaya y decidieron retirarse a sus respectivos estados. Zapata regresó
a Morelos y allí fue asesinado en 1919 en una emboscada. Por su parte, Villa reorganizó su
ejército en Chihuahua y, aunque fue vencido en Agua Prieta, aún pudo mantener una
guerrilla, con la que realizó varias incursiones contra los Estados Unidos (a los que acusaba
de apoyar a Carranza). La actitud belicosa de Villa obligó a los estadounidenses a enviar al
general John J. Pershing en su persecución.

Batalla de Columbus
La batalla de Columbus fue un enfrentamiento entre las tropas irregulares de Francisco
Villa y un destacamento de caballería del ejército estadounidense que tuvo lugar en el

poblado de Columbus, Nuevo México, la madrugada del 9 de marzo de 1916.

Motivos del ataque

Después de su derrota militar, Pancho Villa se replegó a Chihuahua, desde donde fraguó un
golpe militar, que le serviría además para vengarse de Estados Unidos, después de que este
país apoyara a Venustiano Carranza. Villa estaba enfurecido en contra de los Estados
Unidos y contra el presidente Woodrow Wilson, por el uso que hizo de faros gigantes,
alimentados con energía eléctrica estadounidense, para ayudar a Álvaro Obregón a repeler
el ataque nocturno de las tropas villistas al pueblo fronterizo de Agua Prieta, Sonora el 1 de
noviembre de 1915. En enero 1916, un grupo de villistas al mando del general de órdenes
Ramón Banda Quesada emboscaron un tren del Mexico North Western Railway (Compañía
del Ferrocarril del Noroeste de México), cerca de Santa Isabel, Chihuahua, y masacró a 18
empleados estadounidenses de la compañía minera ASARCO. Sin embargo parece ser que
se puede relacionar con un comerciante de armas llamado Samuel Ravel, aunque no se
conoce el problema en el cual éste tomo parte. El combate también podría relacionarse con
el interés de Alemania, inmersa en la Primera Guerra Mundial, de que México entrara en
guerra con los Estados Unidos de América. En aquel entonces México era la primera
nación en producción petrolífera, siendo un aliado de gran interés para los alemanes.
Dos años antes, el ejército del general Francisco Villa había derrotado a los ejércitos
federales del dictador Victoriano Huerta que se exilió en París. Huerta entabló
conversaciones con el káiser Guillermo II en las recibió una fuerte suma de dinero para que
lanzara una contrarrevolución a cambio del petróleo que tanto necesitaba Alemania. Junto
con el dinero, también le proporcionó a Huerta más de doce millones de balas 7 x 57
Mauser.

Mientras los Estados Unidos deciden a cuál de las facciones mexicanas reconocer como
gobierno oficial, Huerta solicita al Departamento de Estado un permiso y salvaconducto de
Nueva York a El Paso (Texas). Los estadounidenses se lo conceden, pero el gobierno del
presidente Wilson no tenía la menor intención de permitir a Victoriano Huerta la
oportunidad de comenzar un nuevo conflicto en México. En cuanto llegó el ex dictador a
Nueva York es arrestado, le confiscan el dinero y sus 12 millones de balas 7 x 57 Mauser.
Victoriano Huerta es trasladado a la cárcel militar de Fort Bliss (Texas), donde se cree que
falleció por una inyección letal puesta por agentes del Servicio Secreto de los Estados
Unidos.

Pronto también se le ordena al cuerpo conocido como los Texas Rangers que maten a
Pascual Orozco quien se encontraba en Texas esperando la llegada de Huerta. Los Ranger
matan a Orozco en una emboscada en las cercanías de El Paso.

En un rancho cercano a El Paso, llamado Canutillo, los estadounidenses inutilizaron las


municiones de Huerta. Éstas terminan en manos del principal proveedor del general Villa,
Samuel Ravel con la condición de que no se lo vendiera a nadie más que a Villa.

APOYO A CARRANZA

La decisión de apoyar a Venustiano Carranza y no a Francisco Villa ya se había tomado en


Washington D. C.. Esta decisión fue tomada tras las demandas del gobierno de Wilson
pidiéndole a Villa y a Carranza que cedieran a EE. UU., el territorio de la Baja California.
Villa se negó en rotundo en un acto de patriotismo, mientras que Carranza aceptó con tal de
consolidar su poder con el apoyo de Washington. Carranza no cedió la Baja California pero
si todo el patrimonio mexicano ya en manos extrajeras.

Villa compró las municiones 7 x 57 Mauser que le hicieron fracasar en la batalla de Celaya
y perdió gran parte de su ejército. En la misma Batalla de Celaya se unieron a Álvaro
Obregón aliados de Inglaterra y Alemania pese a que eran enemigos en Europa porque aún
combatían en la Primera Guerra Mundial. También se le unió a Obregón el poderío de
Estados Unidos. Villa no pudo contra las tres potencias mundiales y Obregón resultó
vencedor.
Después de su derrota militar ante las fuerzas constitucionalistas, Francisco Villa se replegó
a Aguascalientes. Tras ello le sucedieron una serie de derrotas en diversos estados de la
república. A fines de 1915 el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, reconoció al
de Carranza como gobierno de facto en México, procediendo al intercambio de
embajadores y prohibiendo la venta de armas a fuerzas armadas contrarias al
constitucionalismo, medida que enfureció a Villa ya que era el principal afectado por esta
medida. Por ello planeó su represalia. Se decidió atacar Columbus porque ahí se encontraba
Samuel Ravel, que le había vendido municiones en mal estado.

A LA CAPTURA DE RAVEL

Villa después mandó al coronel Candelario Cervantes a Columbus, Nuevo México a pedirle
cuentas a Samuel Ravel por las municiones inútiles que le había vendido a Villa a cambio
de sumas fuertes en oro y plata. Villa le exigió que devolviera el dinero o que remplazara el
material. Samuel Ravel creyéndose sano y salvo en Estados Unidos le respondió a Villa por
medio del coronel Cervantes que el "ya no iba a tratar con bandidos mexicanos". Villa
mandó sus fuerzas a Columbus con el propósito de arrestar a Samuel Ravel y fusilarlo en
México. Villa recibió el informe en la Hacienda de San Jeronimo el 17 de febrero de 1916.
El día siguiente salió de la Hacienda de San Jeronimo con 589 hombres para atacar a los
Estados Unidos, que no había sido atacado en su propio territorio desde el fin de la guerra
anglo-estadounidense.

Antes del amanecer del 9 de marzo de 1916, Villa, junto con 589 efectivos de su ejército,
invadió el territorio estadounidense y atacaron el pueblo de Columbus.

Las bajas resultantes en el combate indican que ambos bandos sufrieron en la misma
medida, pero gran parte del poblado fue devastado en la lucha. Los villistas capturaron 80
caballos, 30 mulas y 300 fusiles; incendiaron un hotel desde donde los civiles les
disparaban a placer (las llamas se extendieron por el centro dejándolo en cenizas) y mataron
a ocho militares estadounidenses y diez civiles (ente ellos dos mexicanos). En
contrapartida, siete fueron hechos prisioneros.

Los seguidores de Villa fueron de casa en casa buscando al comerciante de armas. No lo


encontraron porque el día anterior Samuel Ravel se había trasladado a El Paso, Texas, por
culpa de un dolor de muelas. Pero sí encontraron a su hermano menor al que dejaron en
paz. Sin embargo, el hermano mayor de la familia Ravel fue llevado a Chihuahua y allí fue
fusilado. Los villistas arrasaron la casa del Samuel Ravel, su tienda y su hotel, que venía a
ser la mitad del pueblo de Columbus.
EXPEDICIÓN PUNITIVA DE PERSHING

Esta acción por parte de Villa provocó la Expedición Punitiva encabezada por el general
John J. Pershing que oficialmente iniciaría el 14 de marzo de 1916 y concluiría el 17 de
febrero de 1917. El propósito de la intervención de los estadounidenses del norte en México
era capturar a Villa para ajusticiarlo en EE. UU. como un bandido cualquiera. Pershing
mantuvo las tropas estadounidenses en México durante once meses en los cuales nunca
encontraron a Villa. El general mexicano se había refugiado en una cueva de la sierra
Tarahumara recuperándose de una complicada herida de bala que había recibido en la
rodilla.

La campaña fue conocida como la Expedición Punitiva. En esta operación, el ejército de


Estados Unidos probó su más novedoso equipo militar que, sin saberlo, usaría un año más
tarde en la Primera Guerra Mundial, donde Pershing fue uno de los Generales más
destacados.

El trigésimo cuarto presidente de Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower, y el posterior


general George Patton, fueron oficiales en esta intervención, con el rango de tenientes.

SALVACIÓN DE LOS VILLISTAS PRISIONEROS

Pershing regresó a Columbus fracasando en capturar a Villa, pero sí pudo arrestar a 33


villistas que fueron internados en la cárcel de Deming, Nuevo México. A estos villistas se
les negó comida por más de tres semanas causando la muerte de cuatro de ellos por
inanición. El abogado Octaviano Ambrosio Larrazolo visitó la cárcel por un cliente vio a
los villistas sobrevivientes ya en los huesos y preguntó su identidad. Al enterarse de su
nacionalidad pronto acudió a la comunidad mexicana de la población que los socorrió
dándoles de comer. Después este mismo letrado llegó a ser el fiscal del estado y más tarde
gobernador y fue el primer Senador de origen mexicano en EE. UU. En ambos cargos obró
por ayudar a este grupo de villistas. Como gobernador fue él quien les concedió el perdón
permitiéndoles regresar a México.

LA CONVENCION DE AGUASCALIENTES
La Convención de Aguascalientes fue una importante reunión que tuvo lugar durante la
Revolución Mexicana. La convocatoria de la Convención se dió el 1 de octubre de 1914 por
Venustiano Carranza, jefe del Ejército Constitucionalista, que lo describió como la Gran
Convención de Jefes Militares Con mando de Fuerzas y gobernadores de los ESTADOS.
Sus primeras sesiones se celebraron en la Cámara de Diputados en la Ciudad de México,
pero fueron trasladadas a la ciudad de Aguascalientes, de ahí su nombre, donde se reunió a
partir del 10 de octubre a el 9 de noviembre del año 1914.

ANTECEDENTES DE LA CONVENCIÓN DE AGUASCALIENTES DE 1914

El general Victoriano Huerta, quien había usurpado la presidencia en un golpe de Estado en


febrero del año 1913, renunció al cargo en julio de 1914 a causa de las presiones de la
Revolución Mexicana en curso y abandonó el país. Fue reemplazado por Venustiano
Carranza, que deseaba discutir las políticas de su gobierno con los líderes revolucionarios,
y es así como llamó a la Convención que tendría lugar. Pero, ante la ausencia de los
zapatistas (que no reconocíeron la autoridad de Venustiano Carranza en el gobierno) y la
negativa de Francisco "Pancho" Villa para asistir a una reunión en la Ciudad de México, se
acordó trasladar la Convención a la ciudad de Aguascalientes.

LA CONVENCIÓN DE AGUASCALIENTES

La convención fue un intento para conciliar las diferencias entre los "cuatro grandes"
señores de la guerra que jugaron un gran papel en el derrocamiento de Victoriano Huerta
del gobierno de la República de los Estados Unidos Mexicanos: Pancho Villa, Emiliano
Zapata, Venustiano Carranza y Alvaro Obregón. Desde el comienzo, sin embargo, la
Convención estuvo dominada por los villistas, que impusieron sus puntos de vista sobre los
demás delegados. Los seguidores de Emiliano Zapata no llegaron hasta el 26 de octubre
(una delegación de 26 personas, dirigido por Paulino Martínez y Antonio Díaz Soto y
Gama). Carranza queria continuar con la Constitución mexicana de 1857, pero muchos
seguidores de Villa querían un programa más radical y socialista. Carranza consideró que
los convencionalistas también eran demasiado radicales cuando llegaron al tema de
repartición de tierras .

EMILIANO ZAPATA Y PANCHO VILLA (EN LA SILLA PRESIDENCIAL

La Convención se declaró soberana, eligió al general Eulalio Gutiérrez Ortiz como


Presidente de la República, y nombro a Pancho Villa como comandante del ejército de
convencionalista, que pronto se enfrentaría al ejército constitucionalista de Carranza.
Debido a los desacuerdos entre Venustiano Carranza, Emiliano Zapata y Pancho Villa, los
tres se negaron a asistir a la convención y esto trajo como consecuencia pocos resultados a
dicha reunion.

Después de la Convención de Aguascalientes, los recién reconciliados Pancho Villa y


Emiliano Zapata entraron en la ciudad de México el 6 de diciembre, a la cabeza de un
ejército de 60,000 hombres. Carranza y sus seguidores huyeron a la ciudad de Veracruz en
consecuencia.
TRIUNFO CONSTITUCIONALISTA

El triunfo de los carrancista, o del movimiento constitucional encabezado por Venustiano


Carranza, se debió a varios factores por un lado, habría que señalar la mejor dirección
militar, por otro, la división del movimiento campesino ante las dificultades de pactar una
sólida alianza entre sus principales dirigentes; influyo, también como una razón principal,
el que los constitucionalistas lograron representar al mayor número de grupos sociales,
ubicados a casi todo lo largo del territorio nacional. Finalmente lo que coronó su triunfo fue
la proclamación de una nueva constitución política, el 5 de febrero de 1917 en la ciudad de
Queretaro. Dicho documento, si bien fue elaborado exclusivamente por los integrantes del
movimiento constitucionalista, recogió las propuestas sociales surgidas del movimiento
revolucionario en su conjunto de garantías sociales como fueron los artículos 3°, 5°, 27 y
123, mismos que reflejaron su participación de los diversos sectores de la sociedad en la
lucha armada y sus principales demandas el Partido Liberal Mexicano, el Plan de Ayala y
las propuestas de la convención de Aguascaliente entre otros.

Convención de Aguascalientes.
El artículo 3° establece que la educación que impartirá el estado debía mantenerse por
completo ajena a cualquier doctrina religiosa y estaría basa en los resultados del progreso
científico; luchará contra la ignorancia y sus efectos.

El artículo 5° señaló que ninguna persona podía impedir que se dedicara a la profesión,
industria, comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos. Además, establece que nadie
podia ser privado del producto de su trabajo.

El artículo 27° decreto que la propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los
límites del territorio nacional correspondía originalmente a la nación, la cual tenía el
derecho de transmitir su dominio a los particulares, construyendo en propiedad privada; las
expropiaciones sólo podrán hacerse por causa de utilidad pública y mediante
indemnización.

El artículo 123° instituye que toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil
que la duración máxima por jornada serian 8 horas, la jornada máxima nocturna de 7 horas
y quedaron prohibidas las labores insalubre o peligrosas y que por lo menos tenían que
tener 1 dia de descanso.

El artículo 130° otorgó facultades y a los´poderes federales para ejercer en materia de culto
religioso y disciplina externa el artículo recoge el espíritu liberal de la constitución de 1857.

GOBIERNO DE VENUSTIANO CARRANZA

Conforme a la Constitución de 1917, el Congreso de la Unión lo declara presidente


constitucional de los Estados Unidos Mexicanos para el período comprendido del 1º de
mayo de 1917 al 30 de noviembre de 1920.
Se legitima así jurídica y políticamente el poder de facto que ha venido ejerciendo como
Primer Jefe del Ejército Constitucionalista desde 1913. El próximo primero de mayo
tomará posesión del cargo.

Meses antes, Carranza había jurado la nueva Constitución el 5 de febrero de 1917, al día
siguiente había convocado a elecciones para el 11 de marzo en las cuales resultó electo
como candidato del Partido Liberal Constitucionalista.

Entre los miembros de su gabinete destacarán: Ernesto Garza Pérez, Relaciones Exteriores;
Manuel Aguirre Berlanga, Gobernación; Miguel Román, Justicia; Alberto J. Pani, Industria
y Comercio; Manuel Rodríguez Gutiérrez, Comunicaciones; Rafael Nieto, Hacienda; Jesús
Agustín Castro, Guerra y Marina. Embajador en Estados Unidos Ignacio Bonillas.

La tarea inmediata del nuevo gobierno constitucional será la pacificación del país, pues
todavía operan grupos zapatistas, villistas, felicistas y aun constitucionalistas dedicados al
pillaje. Al efecto se reorganizará al ejército, se establecerán fábricas de armamento y
comenzará el licenciamiento de tropas. Las acciones militares de pacificación provocarán
algunos hechos reprobables como el asesinato de Zapata y el fusilamiento de Felipe
Ángeles. Otras acciones consistirán en el reparto de tierras, la normalización de las
actividades económicas y del abasto a las ciudades, así como la reanudación de las obras
públicas que crearán empleos y generarán confianza de la población en el gobierno.
Asimismo, se reducirá el gasto público y adoptará el patrón oro para normalizar la situación
monetaria.

Carranza sufrirá el acoso del clero para modificar los artículos tercero y 130 de la nueva
Constitución y no aplicará el 27 para no afectar propiedades de extranjeros. En el ámbito
internacional, seguirá soportando presiones del gobierno norteamericano debido a la
legislación petrolera y a la neutralidad mexicana en la Primera Guerra Mundial.

Desgraciadamente, el nuevo gobierno no terminará su periodo. Carranza, temeroso de los


militares, intentará imponer como su sucesor al sonorense Ing. Ignacio Bonillas, quien
habiendo ocupado diversos puestos públicos durante el porfiriato, se unió al maderismo, fue
diputado local, secretario de Comunicaciones del Primer Jefe Carranza y embajador. Este
intento de imposición, originará la rebelión de Agua Prieta que hará que Carranza abandone
la capital en mayo de 1920 para ser asesinado en Tlaxcalaltongo días más tarde. El periodo
será terminado por Adolfo de la Huerta, el gobernador sonorense promotor de esa rebelión.

El 5 de febrero fue promulgada la constitución de 1917 Política de los Estados Unidos


Mexicanos, por el presidente constitucionalista Venustiano Carranza, como producto de los
movimientos revolucionarios de 1910.Este documento continúa vigente, aunque a lo largo
de la historia ha sido reformada en más de 200 ocasiones.

El camino que se siguió desde las primeras críticas a la antigua Constitución vigente, la de
1857, hasta su entrada en vigor el 1 de mayo de 1917, no fue en modo alguno en un
contexto de paz y armonía sino todo lo contrario: se originó a partir de la nueva realidad
social que vivía México tras el inicio de la Revolución Mexicana, realidad que necesitaba
una nueva Constitución Política que se ajustara a ella y garantizará los derechos de todos
los mexicanos.

La constitución de 1917 fue la primera en la historia en incluir los derechos sociales,


marcando de esta forma un antecedente para el resto del mundo, lo que le otorgó el
reconocimiento de “la primer Constitución social del Siglo XX”.

Los antecedentes de esta Constitución están en el Acta Constitutiva de la Federación, la


Constitución de los Estados Unidos Mexicanos de 1824, las Siete Leyes Constitucionales
de 1836, las Bases Orgánicas de la República Mexicana de 1843, el Acta Constitutiva y de
Reformas de 1847 y la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1857.

Dentro de las principales aportaciones de la Constitución de 1917, y que la distinguían por


completo de las anteriores, aunque se hayan retomado algunos elemento de éstas, se
encuentra la no reelección del presidente, las garantía individuales; se enfatizó, también, la
división de poderes en Ejecutivo, Legislativo y Federal; dejo de existir la figura de
Vicepresidente al tiempo que se le daba una mayor soberanía a todos los estados de la
República.

Además se establecieron leyes en lo referente a la propiedad de la tierra; igualmente, en el


aspecto laboral y educativo, señala jornadas de trabajo de 8 Hrs. y una educación laica y
gratuita. La libertad de expresión y libre asociación de los trabajadores son también otros
logros importantes que se ven plasmados en esta constitución.

A partir de su entrada en vigor han sido distintas las reformas que se la han hecho para
mantenerla vigente de acuerdo a los cambios sociales y económicos en México y el mundo,
buscando de esta forma garantizar la inclusión de todos los ciudadanos, como la reforma
hecha en 1953 que otorgó el derecho al voto a las mujeres y las múltiples reformas hechas
para garantizar la libertad de voto en cargos de elección popular.

Aunque hoy nuestra Constitución difiere en muchos aspectos de la forma en que fue
concebida en 1917, debido a las reformas que se le han hecho, representa un baluarte de la
democracia de nuestro país y una herencia viva de la lucha revolucionaria de nuestros
antepasados.

La Constitución de 1917
El 5 de febrero fue promulgada la constitución de
1917 Política de los Estados Unidos Mexicanos, por el
presidente constitucionalista Venustiano Carranza, como producto de los movimientos
revolucionarios de 1910.Este documento continúa vigente, aunque a lo largo de la historia
ha sido reformada en más de 200 ocasiones.

El camino que se siguió desde las primeras críticas a la antigua Constitución vigente, la de
1857, hasta su entrada en vigor el 1 de mayo de 1917, no fue en modo alguno en un
contexto de paz y armonía sino todo lo contrario: se originó a partir de la nueva realidad
social que vivía México tras el inicio de la Revolución Mexicana, realidad que necesitaba
una nueva Constitución Política que se ajustara a ella y garantizará los derechos de todos
los mexicanos.

La constitución de 1917 fue la primera en la historia en incluir los derechos sociales,


marcando de esta forma un antecedente para el resto del mundo, lo que le otorgó el
reconocimiento de “la primer Constitución social del Siglo XX”.

Los antecedentes de esta Constitución están en el Acta Constitutiva de la Federación, la


Constitución de los Estados Unidos Mexicanos de 1824, las Siete Leyes Constitucionales
de 1836, las Bases Orgánicas de la República Mexicana de 1843, el Acta Constitutiva y de
Reformas de 1847 y la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1857.

Dentro de las principales aportaciones de la Constitución de 1917, y que la distinguían por


completo de las anteriores, aunque se hayan retomado algunos elemento de éstas, se
encuentra la no reelección del presidente, las garantía individuales; se enfatizó, también, la
división de poderes en Ejecutivo, Legislativo y Federal; dejo de existir la figura de
Vicepresidente al tiempo que se le daba una mayor soberanía a todos los estados de la
República.
Además se establecieron leyes en lo referente a la propiedad de la tierra; igualmente, en el
aspecto laboral y educativo, señala jornadas de trabajo de 8 Hrs. y una educación laica y
gratuita. La libertad de expresión y libre asociación de los trabajadores son también otros
logros importantes que se ven plasmados en esta constitución.

A partir de su entrada en vigor han sido distintas las reformas que se la han hecho para
mantenerla vigente de acuerdo a los cambios sociales y económicos en México y el mundo,
buscando de esta forma garantizar la inclusión de todos los ciudadanos, como la reforma
hecha en 1953 que otorgó el derecho al voto a las mujeres y las múltiples reformas hechas
para garantizar la libertad de voto en cargos de elección popular.

Aunque hoy nuestra Constitución difiere en muchos aspectos de la forma en que fue
concebida en 1917, debido a las reformas que se le han hecho, representa un baluarte de la
democracia de nuestro país y una herencia viva de la lucha revolucionaria de nuestros
antepasados.

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