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LA EMPERATRIZ
Enciende el mañana con la llama de hoy.
ELIZABETH BARRET BROWNING
Quien cuida el silencio del corazón y reconoce su autoridad,
¿qué otras autoridades puede necesitar?
CHUANG-TZU
La ciencia toca a su fin en las fronteras de la lógica,
no así la naturaleza que florece también ahí donde aún
no se ha hecho eco ninguna teoría.
CARL JUNG
SIMBOLISMO DE LA EMPERATRIZ
Ostenta todos los símbolos de su poder: un cetro, una corona y un escudo. Ellos denotan su
autoridad en la familia y en la sociedad.
El águila en su escudo es un símbolo del alma y de la vida. Es el Espíritu Santo que insufla la
vida sobre toda la Creación. El águila es el símbolo más universal del poder; es el ave que vuela
más alto y por ello la que mejor expresa la idea de la majestad divina, de aquí su atribución a
Júpiter.
El cetro indica la influencia que ella ejerce sobre la naturaleza ya que esta es una mujer que
genera y da vida a todos los seres manifestados.
Su corona es el signo de la difusión del principio animador sobre todos los seres y los universos
y del Sol sobre a través del Zodíaco.
La mujer tiene alas lo que da la idea del principio de la espiritualidad y del principio animador
que ella ejerce sobre todos los seres.
CONSIDERACIONES GENERALES
El mundo de La Emperatriz es el lugar perfecto, hermoso, ideal, totalmente natural, sin artificios.
Es un lugar de generosidad y fertilidad, una representación viva del proceso de creación y
nacimiento que ella misma simboliza.
Su poder principal es el poder de la creación. En el caso del Mago, este crea a través de su
voluntad con los elementos que la naturaleza le proporciona y que están ante su mesa. La Papisa
no crea, sino que mantienen toda esa creación en equilibrio a través de su capacidad mediadora
entre los opuestos que aparecen por toda la creación. Sin embargo, La Emperatriz gesta la
creación en sus entrañas y le da belleza y vida. Toda la naturaleza es creación suya. Ella es quien
proporciona los elementos al Mago y a La Papisa para que la acompañen en el arte de la
creación. Ella es la génesis de la Creación. A menudo es demasiado protectora con sus
creaciones y no desea ningún daño para ellas, lo que podría dar al traste con la sobreprotección
desmedida y castantre.
La Emperatriz es líder y el poder que ejerce sobre otras personas es firme, pero amoroso. Sin
embargo, en ocasiones el poder en sus manos puede ser tiránico. Ella es la cara femenina del
poder social, mientras que El Emperador será el aspecto masculino de este poder. En cambio, La
Papisa es el aspecto femenino y matriarcal del poder religioso, mientras que El Sumo Sacerdote
lo será pero en su aspecto masculino y patriarcal en el mismo ramo.
Este arcano ordena pasar algún tiempo en el exterior, al aire libre, lejos del ambiente urbano, en
contacto con la naturaleza; descalce sus pies y póngalos sobre la tierra y el césped húmedo;
disfrute de todos los aspectos de la creación. Fortalezca su conexión con la Madre Tierra.
La Emperatriz nos enseña a amar. Es el amor el que hace que nuestra vida se desarrolle y crezca.
Su único fin es amar por el puro placer de amar. El amor perfecto actúa sin pensar en el amor. Es
la Diosa del amor incondicional. Sin ella, todo sería sombrío y sin vida. Sólo el amor puede
hacer que las cosas florezcan y prosperen. Ha comprendido que el secreto de la vida es el amor, y
así revela e ilumina cuanto amamos, deseamos y alimentamos.
Ama a los niños y todas las criaturas del mundo son sus hijos.
La Emperatriz nos muestra que cada persona es bella por sí misma, sin necesidad de cambiar.
La Emperatriz está asociada al planeta Venus, diosa sensual del amor, la armonía, la
consonancia, la creatividad y las fuerzas naturales.
Le gusta expresarse a través de la música, las canciones de amor, la poesía y las artes en general.
En ocasiones simboliza a la mujer que gasta excesivamente en querer destacar o figurar, que
despilfarra en vestidos lujosos, fiestas sociedad, etc.
La Emperatriz siente unos deseos incontenibles de hacer cosas porque está enamorada de la
creación.
La Emperatriz se proyecta hacia el futuro pero no porque este le preocupe en lo más mínimo. Lo
hace porque necesita impulsar e impulsarse, si no se sentiría enterrada en vida. La sensación de
sentirse capaz de ser ella misma y de entregarse es lo más importante.
Sería interesante comparar La Emperatriz y La Papisa. Esta última es mucho más mental y
seductora y se aparta del mundo para seguir adelante. Sin embargo, La Emperatriz se abre al
mundo exterior y derrocha si energía en él, mientras que La Papisa lo hace en su interior. Son
dos caminos opuestos: uno hacia el interior u otro hacia el exterior, uno de pasividad y otro de
actividad. La Papisa analiza, La Emperatriz no, ella vive y se deja llevar por la inmensa fuerza de
la vida
Salud: es normalmente buena, pero de existir alguna enfermedad indica su pronta curación.
Invertida, indica que se está gestando algún proceso patológico; en algunos casos puede ser de
carácter tóxico o depresivo.
Invertida, es la posibilidad truncada de dichas cualidades, que quedan reducidas a una mera
ostentación de nociones superficiales; también, en algunos casos, puede indicar que dichas
cualidades existen pero son mal utilizadas.
Amor: La Emperatriz representa la idea del amor incondicional, que está unida al tema de la
maternidad. Ella no pide, no pone condiciones, ama a todos por igual. Es el goce del amor
perfecto y abundante. A través de ella tenemos una primera vislumbre del amor en el Tarot. La
Emperatriz es la Diosa del Amor.
Dinero: la situación económica es buena, pero de precisar un crédito es buen momento para
solicitarlo.
Invertida, indica malas inversiones, créditos cuya consecución se dilata o no se consigue tras
mucho esperar, ostentaciones que luego hay que financiar.
SUGERENCIAS DE LA EMPERATRIZ
Trabaje la arcilla.
Coma orgánicamente.
Florezca y prospere.
Cultive la creatividad.
Imagine que planta una semilla. La semilla representa un talento que desea desarrollar. Observe
qué siente. Luego, deje que la semilla crezca en su interior.