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LECCION 2 DIOS

“en el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1)

A muchos les incomoda hablar de Dios, lo consideran un tema relegado a


la infancia, un signo de debilidad, un ingrediente de ciertos actos sociales,
algo en lo que se prefiere no pensar.

Hay quienes dicen: “yo creo a mi manera y no voy a cambiar”. Otros creen
“según les han enseñado”, pero, cuando les preguntas, descubres que no
saben bien que es lo que les han enseñ ado. Algunos se declaran ateos. En
el fondo lo que hay es temor por ignorancia.

LA EXISTENCIA DE DIOS.

¿Existe Dios? Esta pregunta la has oído muchas veces y es probable que tu
mismo te la hallas hecho mas de una ocasió n. La biblia da por sentada la
existencia de Dios y ni siquiera intenta argumentarla. Por eso comienza
diciendo “en el principio creo Dios los cielos y la tierra”.

Al contemplar el universo y las leyes que lo gobiernan con precisió n


matemá tica, no podemos por menos una creadora, una mente inteligente
que ha hecho que todo ello sea posible: el Dios ú nico y verdadero que nos
habla la biblia.
Mira la tierra y los seres que se mueven en ella. Contempla las estrellas
que iluminan el firmamento. Piensa en el misterio de la vida, en la luz y el
calor, en la belleza. ¿es posible que todo esto sea fruto de la casualidad?
Hay quienes quieren creerlo así, lo cual es tan absurdo como contemplar
una obra de arte y negar la mano de artista, o leer un libro y atribuirlo a la
casualidad.

Piensa en tu forma de ser. Cuando haces lo malo, una voz interior te dice
que lo que has hecho no esta bien; y cuando haces lo bueno te sientes bien
contigo mismo. Es algo que hace parte de ti. ¿crees que tu condició n es
fruto del azar?.

¿COMO ES DIOS?

Los filtros culturales y religiosos son a menudo un impedimento para ver


con claridad. El dios del catecismo o de los cuentos infantiles se queda
pequeñ o cuando uno tiene que hace4r frente a los problemas de la vida.

¿Có mo es Dios? ¿una fuerza impersonal? ¿una mente descomunal? ¿una


especie de gran policía có smico, listo a dar garrotazos a quienes le
contradicen? ¿un personaje olímpico, lejano y poco interesado en este
mundo? ¡hay tantos conceptos extrañ os de Dios! ¿Qué dice la biblia?.

Dios es espíritu. (San Juan 4:24). Esto significa que no esta limitado por
un cuerpo físico como el nuestro y que no podemos verle ni tocarle. Y por
lo tanto, es absurdo hacer imá genes o representaciones de Dios. Es mas, la
biblia prohíbe hacerse tales imá genes: “no te hará s imá genes, ni ninguna
semejanza de lo que este arriba en el cielo”. (É xodo 20:1-6).
Dios es eterno. No tiene principio ni fin. No cambia con el paso del
tiempo ni le afecta la distancia ni el espacio. El ha creado todas las cosas.
la biblia dice: “¿no has sabido, no has oído que el Dios eterno es el Señ or,
el cual creo los confines de la tierra? No desfallece, ni fatiga con cansancio,
y su entendimiento no hay quien lo alcance” (Isaías 40:28).

Dios es todopoderoso. (San Mateo 19:26). El habla y su palabra se


cumple. “sea la luz” dijo Dios “y fue la luz” (Génesis 1:3). El hizo al hombre
del polvo de la tierra (Génesis 2:7). “É l sana a los quebrantados de
corazó n, y venda sus heridas. É l cuenta el numero de las estrellas, a todas
ellas llama por su nombre. Grande es el Señ or nuestro, y de mucho poder;
y su entendimiento es infinito” (Salmos 147:3-5).

Dios es personal. Muchos se imaginan a Dios como un ser impersonal y


poco interesado en el mundo, pero no es así. La biblia dice que Dios nos
ama y que esta tan interesado en nosotros que llego al punto de enviar a
su propio hijo a morir por nosotros, para que nosotros podamos vivir por
É l. (San Juan 3:16). Dios te ama y quiere lo mejor para ti. É l está a tu lado
ahora. Sabe lo que estas pensando en este momento y quiere que seas
feliz.

Dios está en todas partes. “¿se ocultara alguno, dice el Señ or en


escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice el Señ or, el cielo y la
tierra?” (Jeremías 23:24). Dios está a tu lado ahora, mientras estudias esta
lecció n, y al mismo tiempo está en otro lugar. Dios está en todas partes,
pero muestra su presencia de una forma especial a los que le buscan.
Dios lo sabe todo. “los ojos del señ or está n en todo lugar, mirando los
malos y los buenos” (Proverbios 15:39). Dios lo sabe todo sobre ti, É l
conoce tus má s íntimos pensamientos. No hay nada que puedas apartar
de su vista.

Dios es santo. La palabra santo significa “separado”. Dios está totalmente


separado del mal. El pecado no tiene parte en É l. la maldad y el engañ o
son totalmente contrarios a su naturaleza santa. Dios aborrece el comino
de los impíos y el pensamiento de los malos (Proverbios 15:9-26).dios
odia el pecado, pero ama al pecador que acuda acude arrepentido a É l.
(San Lucas 15:7).

Dios es justo. En otras palabras, es imparcial, sus juicios son justos y


rectos; y no se deja engañ ar por las apariencias. “los juicios del Señ or son
verdad, todos justos” (Salmos 19:9). “Justo es el Señ or en todos sus
caminos, y misericordioso en todas sus obras” (Salmos 145:17).

Dios es amor. La justicia y santidad de Dios nos hace consientes de


nuestra condició n pecadora. Su amor y misericordia nos asegura el
perdó n de su hijo Jesucristo si acudimos a él arrepentido. 2porque de tal
manera amo Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que
todo aquel que en É l cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. (San Juan
3:16).

Dios te ama, aunque tu no has hecho nada para merecerlo. Dios no


cambia. Dios te ha amado siempre, y te amara el resto de tu vida, porque
“Dios es amor “(1 Juan 4:8). El siente tus penas y tus alegrías, y está
esperando a que le invites a entrar en tu vida. ¿lo has hecho ya?.
Dios es uno en tres personas. La biblia dice que Dios es UNO, y que no
hay otro Dios. Y al mismo tiempo nos dice que el Dios unicoy verdadero se
ha manifestado en tres personas distintas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Es
lo que llamamos la “trinidad”. Mira algunos pasajes: Mateo 28:19, 2
Corintios 13:14, Romanos 1:7, Hebreos 1:8.

LECCION 3 EL HOMBRE

“yo hice la tierra y cree sobre ella al hombre. Yo, mis manos, extendieron los cielos y a todo su
ejército mandé” (Isaías 45.12).

Esta lecció n trata del hombre ¿Quiénes somos? ¿de dó nde venimos? ¿A
dó nde vamos? Buscaremos la respuesta en la biblia, no en nuestras
propias opiniones.

ORIGEN DEL HOMBRE.

Este es un tema del que se ha hablado mucho. Hay bá sicamente dos


postura o puntos de vistas.

Aquellos que excluyen a Dios han desarrollado la teoría de la evolució n


de las especies, la cual enseñ a que el hombr3e es un ser que ha
evolucionado partiendo de un elemento bioló gico inferior hasta llegar a
su forma actual. Esta teoría no ha podido demostrarse, por eso, cada vez
son má s los científicos que la rechazan.

La biblia dice que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza (Génesis


1:26-27), que lo hizo del polvo de la tierra (Génesis 2:7),que soplo en su
nariz aliento de vida (Génesis 2:7), y que lo puso en el huerto del Edén
para que lo labrase (Génesis 2:15).

Dios rodeo al hombre de privilegios y le dio instrucciones claras. La


primera, dominara sobre la creació n (Génesis 1:28). La segunda, tener
dominio de sí mismo, sujetá ndose a la palabra de Dios, respetando los
limites (Génesis 2:16-17). Dios nos hizo libres, con capacidad para pensar,
sentir y elegir. Esto quiere decir que somos responsables de nuestros
actos.

UNA ELECCION EQUIVOCADA.

¿Qué hizo el hombre con sus privilegio?. Una de Las primeras cosas fue
desobedecer a Dios (Génesis 3). Esta primera desobediencia introdujo el
pecado en el mundo y afecto a toda la creació n; y desde entonces todos
heredamos una naturaleza pecadora. El rey David lo expresa así: “he aquí
en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre” (Salmos
51:5).

Una de las consecuencias del pecado es la muerte. Dios no nos hizo para
morir, sino para vivir, pero el pecado torció el plan original, introdujo un
cambio en nuestra naturaleza (somos pecadores por naturaleza) y dio
paso a la muerte. Desde entonces todos mueren, grandes y pequeñ os, rico
y pobres. Si pudiéramos volver a empezar.

Cuando un hombre fracasa daría cualquier cosa por volver a empezar. “si
pudiera volver a empezar”, esta es una expresió n que hemos oído muchas
veces. Hay quienes a comienzos del añ o, se proponen a cambiar muchas
cosas, pero cambian muchas cosas, peor pasan los meses y las cosas no
cambian. ¿Qué podemos hacer?.

La biblia afirma que “la paga del pecado es muerte”. Gracias a Dios, el
mismo versículo también sigue diciendo: “mas el regalo de Dios es vida
eterna en Cristo Jesú s Señ or nuestro” (Romanos 6.23).y otro texto bíblico
dice que “si alguno esta en Cristo, nueva criatura es; Las cosas viejas
pasaron; he aquí toda son hechas nuevas” (2 Corintios 5.17). ¡ahora tienes
la posibilidad de volver a empezar!.
2 SEGUNDA UNIDAD

TRES VERDADES QUE DEBES CREER

LECCION 1 LA REALIDAD DEL PECADO


“porque la paga del pecado es muerte, más la dadiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor
nuestro” (Romanos 6:23).

La palabra “pecado” provoca sonrisas iró nicas en aquellos que han


excluido a Dios de sus vidas. Pero el pecado es una trá gica realidad en
todo el mundo, en tu propia vida.

El pecado hace esclavos a los hombres. Jesú s dijo “todo aquel que hace
pecado, esclavo es del pecado” (juan 8:34). Lo triste es que, a veces, el
pecado no solo afecta a quien lo comete, sino también a otros.

¿QUE ES EL PECADO?

Desobedecer a Dios es pecado. Ya hemos visto en la lecció n anterior


que el primer pecado fue un acto de desobediencia a Dios, y que esta
desobediencia introdujo la muerte al mundo. Desde entonces, todos
heredamos una naturaleza caída que nos impulsa a quebrantar una y otra
vez las leyes de Dios. el resultado es un mundo lleno de seres infelices.

No ajustarse al modelo de Dios. Somos pecadores por naturaleza. El


hombre no puede alcanzar por si mismo el ideal de vida que Dios ha
establecido; el pecado le aleja de la presencia salvadora de Dios (romanos
3:23). Y sin su ayuda no es posible llegar al modelo de vida que ha
diseñ ado para nosotros.
La inmoralidad es pecado. Jesú s dijo “oísteis que fue dicho: no
cometerá s adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mirare a una
mujer para codiciarla, ya adultero con ella en el corazó n” (Mateo 5:27-
28). Así pues, todo pensamiento impuro es pecado.

Tener la oportunidad de hacer el bien y no hacerlo es pecado. no


basta que evitemos el mal; hemos de hacer el bien siempre que se
presente la oportunidad. El apó stol Santiago que el pecado consiste en
saber hacer lo bueno y no hacerlo. (Santiago 4:17).

Negarse a creer en Jesús es pecado. “el que en É l cree, no es condenado;


pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creido en el
nombre del Unigénito Hijo de Dios” (3:18; 16:9).

LA SERIEDAD DEL PECADO.

El pecado es una ofensa contra Dios. el pecado es la causa del dolor, la


enfermedad y la muerte. El odio, los celos y la envidia, la infidelidad
matrimonial, las hechicerías, las enemistades y contiendas, los pleitos, las
borracheras, el desenfreno sexual, y muchos otros pecados, llenan a las
familias de dolor.

¿hay alguien que este libre de pecado? la biblia dice que “cualquiera que
guardare toda la ley, pero ofendiere en algú n punto, se hace culpable de
todos” (Santiago 2:10). En otras palabras, todos hemos pecado, porque
todos hemos quebrantado la ley de Dios en un punto u otro. Por eso dice
la biblia que “todos pecaron” y que “no hay justo ni aun uno” (Romanos
3:23 y 3:10).

La solució n para el pecado no esta en la educació n, ni en la posició n social,


ni en los antecedentes familiares. No es una cuestió n de riqueza o
pobreza. Nada de eso afecta el hecho de que eres pecador. ¿te preguntas si
hay alguna solució n?. Gracias a Dios, si la hay.

Dios ha provisto el remedio para nuestro mal. De eso trata la pró xima
lecció n.
LECCION 2 JESUCRISTO.
“yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi” (juan 14:6).

Yo he visto cuan desesperada y trá gica es la condicion del hombre a causa


del pecado. ¿Hay alguna salida? La biblia afirma que la hay, y somos miles
los que la hemos encontrado.

El mismo texto de la biblia dice que “la paga del pecado es muerte”
también afirma que “el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesú s Señ or
nuestro” (Romanos 6:23). ¿Qué quiere decir esto? Que Dios ha previsto
una salida para nosotros. No porque hayamos hecho algo que nos haga
dignos, sino porque Dios es amor. Dios nos ama tanto que envió a su Hijo
Jesucristo a morir por nosotros, en nuestro lugar. Jesú s vino a pagar el
precio que nosotros teníamos que pagar por nuestros pecados.

Jesucristo es Dios. Jesú s no se presenta como un filosofo o un moralista,


ni como un simple reformador religioso, sino como el hijo de Dios, es
decir, como Dios mismo hecho hombre.

La biblia afirma que Jesús es el creador de todo lo que existe. “todas


las cosas por el fueron hechas, y sin É l nada de lo que ha sido hecho, fue
hecho” (Juan 1:13). “porque en el fueron creadas las cosas, las que hay en
los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean
dominios, sean principados, sea potestades; todo fue creado por medio de
él y para él” (Colosenses 1:16).

Jesús es eterno. “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”


(Hebreos 13:8). “Yo soy el primero y el ultimo; y el que vivo, y estuve
muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amen” (Juan
16:28).

Jesús es diferente al padre, pero es Dios juntamente con Él. la biblia


dice que en la eternidad Jesú s “era el verbo”, y el verbo era con Dios, y el
verbo era Dios… y aquel verbo fue hecho carne, y habitó entre vosotros
(Juan 1:1-14). Jesú s mismo afirma lo siguiente. “yo y el Padre somos uno”
(juan 10:30). “salí del padre, y ha venido al mundo” (Juan 16:28)
Siendo Dios, Jesú s lo sabe todo, esta en todas partes, no cambia, es santo,
es justo y recto, es eterno, es amor.

Jesús es hombre verdadero. Esto quiere decir que nos comprende muy
bien porque se hizo igual a nosotros. La biblia dice que “no tenemos un
sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,
sino uno que fue tentado en todo segú n nuestra semejanza, pero sin
pecado” (Hebreos 4:15-16).

A Jesú s le gustaba referirse así mismo como el “hijo de hombre”. En su


condicion de hombre, tuvo hambre, sed, sueñ o, alegria y tristeza. Fue
tentado en todo, como cualquiera de nosotros, pero no pecó . Su vida fue
un ejemplo de servicio a los demá s.

Jesús vino para salvarnos. Jesú s fue engendrado por el Espíritu Santo y
nació de la virgen María hace má s de dos mil añ os; su nacimiento tuvo
lugar en una pequeñ a aldea llamada Belén, en palestina (Mateo 1:23,
Lucas 1:35).

A los treinta añ os de su vida terrenal, dejo la carpintería familiar y


empezó a viajar por todo el país enseñ ando y proclamando un mensaje
de esperanza y salvacion que llega asta nuestros días. Hizo muchos
milagros. Sano a los enfermos, resucitó muertos, dio de comer a
multitudes y anduvo sobre el mar como sobre un pavimento.

Jesú s enseñ aba con autoridad. En el capítulos 5 al 9 del evangelio segú n


San Mateo, Jesú s declara las leyes fundamentales del reino de Dios y
muestra las señ ales milagrosas que siguen a su proclamació n. Léelo tu
mismo. Pídele a Dios que te ayude a entender lo que lees.

Después de tres añ os de intensa actividad publica, Jesú s murió clavado en


una cruz. En realidad avía venido para eso. En má s de una ocasió n habia
hablado de ello. Habia venido a morir en nuestro lugar, a sufrir el castigo
que todos nosotros merecemos por nuestros pecados. Jesú s “se presento
una vez para siempre por el sacrificio de si mismo para quitar de en
medio el pecado” (Hebreos 9:26). Así, pues, en el sacrificio de Jesucristo,
tenemos la solució n al problema del pecado y la muerte.
La muerte de Jesú s no fue el final, sino el principio. Tres días después
resucitó . El relato de la resurrecció n de Jesú s aparece en los cuatro
evangelios. Compruébalo por ti mismo. Mateo 28:1-10; Marcos 16:1-8;
Lucas 24:1-12; Juan 20:1-29. La resurrecció n de Jesú s es un hecho
histó rico atestiguado por sus contemporá neos.

Después de resucitar, Jesú s le apareció a sus discípulos durante 40 días.


Finalmente volvió a Dios el Padre en los cielos, de donde habia salido para
venir a este mundo (Hechos 9:1-11; Lucas 24:50-53; Marcos 16:19).
Ahora está a la diestra del Padre intercediendo por nosotros. Y no solo
eso, É l está también con todos aquellos que le abren su corazó n y la
reciben por fe: “he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin
del mundo” (Mateo 28:20).

Jesú s es el ú nico que puede perdonar tus pecados, nadie má s puede


hacerlo; É l es el ú nico que ha vivido sin pecado y solo É l murió por ti.
Jesú s dice: “yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre,
sino por mí” (Juan 14:6). “venid a mí todos los que está is trabajados y
cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). “El que a mí viene, no le
echo fuera” (Juan 6:37).

LECCIÓN 3 LA VIDA ETERNA

“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no vera la vida, sino
que la ira de Dios esta sobre él”. (Juan 3:36).

Un carcelero al servicio de Roma hizo esta pregunta: “Señ ores, ¿ que debo
hacer para ser salvo?”. Y la respuesta que recibió fue: “Cree en el señ or
Jesucristo, y seras salvo, tu y tu casa” (Hechos 16:30-31). Quien le
respondió fue el Apó stol Pablo. Si te has hecho la misma pregunta, ésta es
la respuesta de la biblia.
¿Qué significa creer en Jesú s?. Hay quienes piensan que creer no es má s
que una aceptació n mental que no afecta para nada la vida diaria. ¿será
eso creer?. La biblia enseñ a que creer implica un compromiso personal
con la verdad en al que se cree. El que dice que cree en Jesucristo debe
vivir del modo que a É l le agrada.

¿QUE DEBES HACER PARA AGRADARLE?

Debes arrepentirte de tus pecados. Jesú s empezó su ministerio,


diciendo: “el tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado;
arrepentíos, y cree en el evangelio” (Marcos 1:15). Después de resucitar,
antes de irse al cielo, instruyó a sus discípulos para que “se predicase en
su nombre el arrepentimiento y el perdó n de pecados en todas las
naciones, comenzando desde Jerusalén” (Lucas 24:47). Para arrepentirte
de tus pecados, tienes que hacer tres cosas.

 DEBES RECONOCER QUE ERES PECADOR. En otras palabras, debes


admitir que tu enfermedad básica es el pecado y que necesitas un
medico que puede curarte.
 DEBES CONFESAR TUS PECADOS. Es decir, debes presentar delante
de Dios toda tu pasada manera de vivir. Confiésale todos tus pecados,
tanto los públicos como aquellos que sólo tú conoces.
 DEBES PEDIR PERDÓ N EN LE NOMBRE DE JESÚ S. La biblia dice
que: “si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar
nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9). El
perdón de Dios es pura gracia, es decir, nos perdona por amor, no
porque no lo merezcamos. “porque por gracia sois salvos por medio
de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para
que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).

Debes recibir a Jesús como tu salvador personal. La biblia dice que


todos los que reciben a Jesú s, son hechos hijos de Dios (Juan 1:12). Recibir
a Jesú s significa que crees en él, que le abres la puerta de tu vida y que
quieres vivir segú n su enseñ anza. Se trata de una decisió n personal, nadie
la puede hacer por ti. La tradició n familiar no sirve. Dios no tiene nietos
sino hijos. Tú debes recibir a Jesú s por ti mismo.
Jesú s no fuerza a nadie. Eres tú quien tiene que abrirle la puerta. É l
quiere salvarte pero solo lo hará si tú le dejas. Estas son sus palabras: “he
aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré a él, cenaré con él, y él conmigo. (Apocalipsis 3:20).

¿CUAL ES EL RESULTADO DE CREER EN JESÚS?

Recibir a Jesú s como salvador personal es la decisió n má s importante de


tu vida. A partir de ese momento, dejas de ser un pecador condenado, te
conviertes en un hijo de Dios y tienes vida eterna. Ahora formas parte de
la familia de Dios. no importa lo que hayas sido antes, ni lo que hayas
hecho. Dios ha borrado tus pecados y nunca má s se acordara de ellos. “las
cosas viejas pasaron y he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios
5:17).

La biblia está llena de textos bíblicos que confirman la verdad de que


ahora tienes una nueva vida, he aquí algunos:

 1 Juan 5:11-12. “Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida esta en
su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de
Dios no tiene la vida.
 Juan 11:25. “yo soy la resurrecció n y la vida; el que cree en mí,
aunque esté muerto vivirá .
 Juan 5:24. “el que oye mi palabra, y cree al que me envió , tiene vida
eterna; y no vendrá a condenació n, má s ha pasado de muerte a
vida”.
3 TERCERA UNIDAD

TRES VIRTUDES QUE DEBES TENER

LECCION 1 LA FE
“sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le
hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).

Hay tres virtudes que son indispensables para los cristianos: fe, esperanza
amor. “y ahora permanece en la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero
el mayor de ellos es el amor” (1 Corintios 13:13). En esta lecció n vamos a
reflexionar sobre la fe.

¿QUE ES LA FE?

Hay quienes piensan que la fe consiste en creer que las cosas falsas son
verdaderas. Está n equivocados. La fe cristiana se nasa en lo que Dios ha
dicho y mostrado de si mismo al tratar con los hombres. La fe es el
impulso interior que nos mueve a poner la confianza en Dios. la
biblia dice que “la fe es la certeza de lo que se espera, la convicció n de lo
que no se ve” (Hebreos 11:1).

Jesú s es el autor y consumador de la fe (Hebreos 12:2). La fe en Jesú s se


origina al escuchar la palabra de Dios (Romanos 10:17). La fe, pues, nace,
crece, y se fortalece meditando en lo que Dios dice, por medio de la
lectura diaria de la biblia.
La fe es necesaria. La fe es necesaria para vivir. Todos los hombre tienen
fe en algo. Pero la ú nica fe que salva es la que se deposita en Jesucristo.
Dios nos salva de pura gracia, por medio de la fe en Jesucristo (efesios
2:8-9). La fe por medio de Jesú s es la puerta por donde todos tenemos que
pasar para ser salvos. ”yo soy la puerta; el que por mi entraré, será salvo”
(Juan 10:9).

La biblia enseñ a que nadie puede salvarse q través de las buenas obras,
porque por mucho que el hombre haga, nunca podrá por si mismo
librarse de naturaleza pecadora. Solo por la fe en Cristo podemos recibir
la gracia de Dios y la naturaleza divina. “justificados, pues, por la fe,
tenemos paz para con Dios por medio de la fe en medio de nuestro Señ or
Jesucristo.

¿CUÁ L ES EL CONTENIDO FINAL DE NUESTRA FE?

Lo que has estudiado hasta ahora debe darte una idea bastante clara de la
fe cristiana, es decir, del conjunto de verdades aceptadas por todos los
cristianos. Para terminar esta lecció n, presta atenció n a esto:

 Creemos que la biblia es la palabra de Dios, inspirada, completa e


infalible, ú nica norma de fe y conducta para todos los cristianos.
 Creemos que Jesucristo es el él hijo de Dios, y que, por lo tanto, es
Dios mismo hecho hombre.
 Creemos que murió por nuestros pecados en la cruz del calvario, en
nuestro lugar, que resucito de los muertos al tercer día, que
ascendió a los cielos y volverá a juzgar al mundo.
 Creemos que la sangre de Cristo nos limpia de nuestros pecados y
que solo por medio de É l podemos ser salvos.
 Creemos que cuando Cristo vuelva todos los creyentes resucitaran
como el É l resucitó .

La biblia dice que “todo el que es nacido de Dios vence al mundo; y ésta
es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es él que vence
al mundo, sino el que cree que Jesú s es el hijo de Dios” (1 Juan 5:4-5).
LECCION 2 LA ESPERANZA.
“bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo
reconocer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos” (1 Pedro 1:3).

Mientras que la fe es el impulso interior que nos mueve a poner la


confianza en Dios, la esperanza es la virtud que nos hace aguardar el
cumplimiento de todo lo que Dios nos ha prometido.

las pruebas que nos vienen en la vida son oportunidades para reafirmar
nuestra fe y esperanza en Dios. la esperanza se nutre de la fe y hace que
seamos positivos ante situaciones difíciles de la vida. Cuando pasamos
por la adversidad, podemos decir lo mismo que el Apostol Pablo: “yo sé ha
quien he creído” (2Timoteo 1:12).

¿QUE ES LO QUE ESPERAMOS LOS CEYENTES?

Esperamos el cumplimiento final de las verdades bíblicas. Por


ejemplo, la segunda venida de Jesucristo, la resurrecció n de los justos, la
desaparició n del pecado con sus secuelas de dolor, enfermedad y muerte,
el establecimiento visible del reino de Dios, y otras. El hecho de que Dios
haya cumplido ya una gran parte de lo que ha prometido, nos hace
esperar, confiados, el cumplimiento del resto.

Esperamos que Dios cumpla su voluntad en nuestras vidas. Dios tiene


un plan perfecto para cada uno de sus hijos. la biblia dice que “cosas que
ojo no vio, ni oído oyó , ni han subido en corazó n de hombre, son las que
Dios ha preparado para los que le aman” (1 Corintios 2:9).

No hay nada que sorprenda a Dios. El universo se rige por leyes que É l ha
establecido. Sabe cual es el fin de las cosas antes de que empiecen. Ni
siquiera un pajarillo cae a tierra sin que Dios lo sepa. Incluso nuestros
cabellos está n contados (Mateo 10:29-30). Dios sabe la fecha exacta de tu
muerte. Dios hace que todas las cosas, incluso la adversidad, sirva para
nuestro bien. “a los que aman a Dios, todas las cosas le salen a bien, esto
es, a los que conforme a su propó sito son llamados” (Romanos 8:28).
Esperamos en la justicia de Dios. Jesú s promete saciar la sed de justicia
de cuantos sufren por causa de la injusticia (Mateo 5:6). Dios es justo.
Vendrá un día en el que todos tendremos que rendir cuentas a Dios, por
cuantos, está estableció para los hombres que mueran una sola vez, y
después de esto el juicio” (Hebreo 9:27).

Con la ayuda de Dios, “aguardamos por la fe la esperanza de la justicia”


(Gá latas 5:5). La esperanza nos hace soportar con gozo las tribulaciones
de la vida, “no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se
ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son
eterna” (2 Corintios 4:17-18).

Muchos de los valores del mundo se oponen s Dios y son una fuente de
aflicció n para los creyentes. Jesú s dijo: “en el mundo tendréis aflicció n;
pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). Ahora, todos los que
hemos creído en É l “esperamos, segú n sus promesas, cielos nuevo y tierra
nueva, en los cuales mora la justicia” (2 Pedro 3:13).

LECCIÓN 3 EL AMOR
“Amados, amémonos unos a otros; por que el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de
Dios” (1 Juan 4:7).

El rasgo distintivo de los cristianos es el amor. Jesú s dijo: “en esto


conocerá n todo que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos en con
los otros” (Juan 13:35). Y el Apostol Juan dice que “el que no ama no ha
conocido a Dios; porque Dios es amos” (1 Juan 8).

Un hombre le preguntó a Jesú s: “¿Cuá l es el gran mandamiento en la ley?


Jesú s le dijo: “Amaras al Señ or tu Dios con todo corazó n, y con toda tu
alma, y con toda tu mente”. Esté es le primer mandamiento. Y el segundo
es semejante: “amaras a tu pró jimo como a ti mismo” (Mateo 22:35-39).
“si alguno dice: yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso.
Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿có mo puede amar a
Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de É l: el
que ama a Dios, ame también a su hermano” (1 Juan 4:20-21).

La religiosidad sin amor es como el metal que resuena, fría y vacía; y nos
sirve de nada a quien la practica. El religioso que sirve sin dar amor se
engañ a a si mismo, se cree que es algo cuando en realidad no es nada.

¿COMO ES EL AMOR?

La mejor manera de responder a esta pregunta es leyendo lo que el


Apostol Pablo dice en el capítulo 13 de su primera carta a los Corintios.

“el amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es


jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no
se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la
verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El
amor nunca deja de ser.” Esta es la clase de amor que Dios quiere que
tengamos.

¿COMO SE MANIFIESTA EL AMOR?

Jesú s es la mayor manifestacion de amor que el mundo ha visto. Su amor


ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, y ahora
espera que sigamos sus pasos: “porque ejemplo os he dado, para que
como yo he hecho, vosotros también hagá is” (Juan 13:15).

El perdón es una manifestacion de amor. Jesú s ha perdonado nuestros


pecados, y ahora espera que nosotros hagamos lo mismo con los que nos
ofenden.

 “De la manera que Cristo os perdonó , así también hacedlo vosotros”


(Colosenses 3:13).
 “Porque si perdoná is a los hombres sus ofensas, os perdonará
también a vosotros vuestro Padre Celestial; mas si no perdoná is a
los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará
vuestras ofensas” (Mateo 6:14-15).
Dios quiere que perdones a los que te han ofendido: familiares , amigos,
vecinos, compañ eros de trabajo, e incluso a tus enemigos. Debes perdonar
a todos. Jesú s fue crucificado entre dos malhechores, en un lugar llamado
la calavera. ¿Sabes que decía estando en la cruz? “Padre, perdó nalos
porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34).

El amor acepta a los demás. una de nuestras necesidades bá sicas es


sentir que somos aceptados por nuestros seres queridos. Hay mucha
gente que se siente rechazada por los que le rodean. Este sentimiento les
causa profundas heridas emocionales.

Jesú s abre sus brazos y nos dice: “venid a mí todos los que está is
trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). “Al que a
mí viene, no le echo fuera” (Juan 6:36). Jesú s nos recibe a todos, y espera
que nos hagamos lo mismo con los demá s. el Apostol Pablo dice:
“Recibimos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió ”
(Romanos 15:7). El amor de Cristo nos mueve a aceptar al “otro” con sus
diferencias.

Aceptar a los demá s significa ser tolerantes ante las diferencias de


cará cter o personalidad. No hay dos personas iguales. Vivimos en un
mundo marcado por las diferencias, y hemos de hacer un esfuerzo de
comprensió n y aceptació n mutua. La biblia nos exhorta a “soportarnos
con paciencia los unos a los otros” (Efesios 4:2).

El amor se expresa sirviendo a los demás. Jesú s dijo de si mismo que


“no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate
por muchos” (Marcos 10:45). Jesú s anduvo haciendo el bien y sanando
todos los oprimidos por el diablo. Su vida fue una continua expresió n de
servicio.

Jesú s subrayo la importancia del servicio con un ejemplo personal.


Mientras cenaba con sus discípulos, “se levantó de la cena, y se quito su
manto, y tomando una toalla, se la ciñ o. Luego puso agua en un lebrillo, y
comenzó a levar los pies de los discípulos, y a enjuagarlos con la toalla con
que estaba ceñ ido”. Y cuando termino, les dijo: “vosotros también debéis
lavar los pies los unos a los oros. Porque ejemplo os he dado, para que
como yo os he hecho, vosotros también hagá is”. La lectura completa de
este episodio la tienes en juan 13:1-15.

Jesú s nos enseñ a a servir por amor, sin esperar nada a cambio. El que
sirve por precio o recompensa es simplemente un asalariado. La biblia
dice: “y todo lo que hagá is, hacedlo de corazó n, como para el Señ or y no
para los hombres; sabiendo que del Señ or recibiréis la recompensa de la
herencia, porque a Cristo É l Señ or servís” (Colosenses 4:23-24).

Enseñ ando sobre el día en que las naciones será n juzgadas, Jesú s dijo que
todo lo que hacemos por los que sufren y tienen necesidad es como si se
los hiciéramos a É l. este es el servicio al que Dios nos ha llamado. Léelo en
Mateo 25:31-46
4 CUARTA UNIDAD

TRES COSAS QUE DEBES HACER

LECCION 1 LEER LA BIBLIA


Espero que las lecciones de este sencillo curso bíblico hayan despertado
en ti el deseo de conocer mas profundamente la palabra de Dios. esto no
es mas que el comienzo dl camino. A medida que avanzas, iras
descubriendo nuevas verdades bíblicas que te llenaran de gozo. Lo que
sigue son las sugerencias que te ayudaran a desarrollar há bitos de estudio
bíblico.

Leer la biblia diariamente. Te sugiero que, antes de empezar a leer,


hagas una corta oració n. Pídele a Dios que te de entendimiento para
comprender lo que lees y sabiduría para aplicarlo q tu vida.

La biblia es el alimento del alma. El cristiano que no lee la biblia


regularmente acaba por debilitarse y enfermarse espiritualmente. Así
pues, debes leer la biblia todos los días. Yo te recomiendo que lo hagas a
primera horade la mañ ana, después de levantarte. A esa hora tu mente
esta fresca y la lectura te aprovecha mas. Si no lo haces entonces, es
probable que no lo hagas el resto del día. Lo mejor es empezar con un
buen desayuno, ¿no te parece?

No corras. Medita en lo que lees. Deja que la biblia te hable. No se puede


leer la biblia como una novela que después se olvida. No estamos ante un
simple informe o narració n histó rica. Su mensaje nos invita a pensar en
el sentido de la vida a la luz de la palabra de Dios. la biblia es como una
mina de oro inagotable, cuanto mas profundizas en ella má s riquezas
sacas.
Sigue un orden de lectura. Es aconsejable empezar a leer primero el
nuevo testamento. Los cuatro evangelios, por orden, Mateo, Lucas, Marcos
y Juan, son el mejor punto de partida y la base para entender los otros
libros. A medida que te mentes en el relato bíblico, desearas saber má s, y
verá s afectada tu forma de pensar y de sentir. Sin darte cuenta llegará s al
apocalipsis, y volverá s a empezar. La palabra de Dios es como el pan
tierno, nueva a cada día.

El Nuevo Testamento nos habla de cumplimiento real de todo lo que se


anuncia en el Antigua Testamento. Así que, después de leer el Nuevo
Testamento varias veces, estará s preparado para empezar a leer el
Antiguo Testamento.

Dificultades de lectura. Al leer te encontrará s pasajes difíciles. No te


asustes. A medida que progresas en la lectura y el estudio, textos que
parecían oscuros y difíciles de entender, se aclararan a la luz de la
totalidad de la palabra de Dios.

En la biblia hay historia, pará bolas, figuras literarias, símbolos, tipos, etc.
Normalmente, tan solo es necesario un poco de sentido comú n para
comprender la mayor parte de los pasajes bíblicos; y aquellos que son un
poco mas difíciles, suelen aclararse, teniendo en cuenta el contexto y la
forma en que está n escritos.

Lá piz y papel. Cuando leas procura tener a mano un lá piz para subrayar
los versículos que te son de inspiració n, para señ alar las promesas y para
marcar los pasajes sobre los cuales necesitas explicació n.

Es aconsejable tener también un cuaderno para tomar notas. Al leer te


surgirá n preguntas, impresiones, comentarios. Escríbelos. No te
preocupes del estilo. Estas notas son para tu uso personal, para tu
desarrollo devocional.

LECCION 2 ORAR
“Orad sin cesar” (1 tesalonicenses 5:16).
Hay pocas cosas en la vida que hagamos sin cesar. No comemos sin cesar,
ni bebemos sin cesar; no trabajamos sin cesar, ni dormimos si cesar. En
realidad no hay nada que hagamos sin cesar, excepto respirar. Si dejamos
de respirar nos morimos. Igual pasa con la oració n.

¿QUE ES ORAR?

La oración es la respiración del alma. Mediante la oració n entramos en


la atmosfera de Dios u respiramos su presencia. Sin oració n el alma se
muere. Por eso necesitaos orar sin cesar. El Apó stol Pablo nos dice que
debemos orar “en todo tiempo con toda oració n y suplica en el Espíritu”
(Efesios 6:18).

Orar es hablar con Dios. No consiste en rezos ni en decir cosas que otros
han dicho, sino en abrir el corazó n delante de Dios. la verdadera oració n
es aquella que expresas con tus propias palabras. Al orar esta hablando
con Dios como los arias con un amigo.

La oración es al mismo tiempo una expresión de amor. Cuando amas a


una persona deseas estar con ella el mayor tiempo posible, las horas
pasan rá pidamente y todo el tiempo del mundo te parece corto. Si tu amor
por Dios es real, deseará s pasar tiempo en su presencia para conocerle
má s.

¿COMO HEMOS DE ORAR?

Una vez los discípulos de Jesú s le pidieron que les enseñ ara a orar, y el les
dijo: “cuando oréis, decid: Padre nuestro que estas en los cielos, santificado
sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así
también el la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos
nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos
deben. y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal” (Lucas 11:1-4).

Jesú s no pretendía que los discípulos repitieran esa oració n siempre que
se pusieran a orar. Se trata de una oració n guía, es decir, de un modelo
para expresar correctamente sus propias oraciones. Así, nuestras
oraciones deben tener por lo menos estos ingredientes:
Adoración y alabanza. Así reconocemos lo que Dios es y su autoridad
sobre nosotros. É l es santo y sublime, y es también nuestro padre.

Intercesión. Es la oració n que hacemos por los demá s, por la obra de


Dios, por el mundo, por nuestro país, por nuestros familiares y amigos.
Debemos interceder para que la voluntad de Dios se cumpla en toda la
creació n.

Petición. Es la oració n que hacemos por nosotros mismos, por nuestras


necesidades personales, econó micas, reconociendo así que Dios es la
fuente de todo.

Confesión. Al pedir perdó n de nuestros pecados nos acogemos a su


gracia y misericordia, recordando que debemos perdonar a los demá s si
queremos ser perdonados.

Ora en el nombre de Jesús. “De cierto de cierto os digo, que todo cuanto
pidieres al Padre en mi nombre, os lo dará . Hasta ahora nada habéis
pedido en mi nombre: pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea
cumplido” (Juan 16:23-24).termina siempre tus oraciones con
expresiones como estas: “en el nombre de Jesú s”, “en el nombre de Jesú s
tu Hijo amado. Amen. Si quieres que Dios te escuche, haz tu oració n en el
nombre de Jesú s.

Orar con fe. Jesú s dijo: “todo lo que pidieres orando, creed que lo
recibiréis, y os vendrá ” (Marcos 11:24). “sin fe es imposible agradar a
Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y
que es galardonador de los que l buscan” (Hebreos 11:6).

Sé perseverante. La perseverancia es hermana de la fe. Jesú s nos enseñ a


a orar insistentemente, día tras día, hasta recibir la respuesta a nuestras
oraciones. (Lucas 11:5-10). La pará bola de la viuda y el juez injusto es una
buena ilustració n de la necesidad de orar y n desmayar. Léela. Está en
(Lucas 18:1-8).

Sé agradecido. Dios quiere que aprendas a diferenciar entre lo que te


gustaría y lo que necesitas, entre el capricho y la necesidad. El suplirá tus
necesidades (Filipenses 4:19). Así que, orar con un corazó n confiado,
agradecido por su bondad para contigo.

LECCIÓN 3 HABLAR DE JESÚS.


“id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15).

Cuando amamos a una persona no podemos evitar hablar de ella. La novia


habla de su novio. Los padres hablan de sus hijos. El esposo habla de su
esposa. Los cristianos hablamos de Jesú s porque le amamos y queremos
que otros le conozcan. Si tu amas a Jesú s, hablaras de el a otros siempre
que se presente la oportunidad.

¿A QUIENES HEMOS DE HABLAR DE JESÚ S?

A familiares, amigos, vecinos, compañ eros de trabajo, hombres, mujeres,


niñ os… A todo el mundo. Jesú s dijo: “id por todo el mundo y predicad el
evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15). Este es nuestro privilegio y
responsabilidad.

Ya hemos visto que para ser salvos hay que creer en Jesú s. Y tenemos que
hacernos las mismas preguntas que se hizo Pablo: ”có mo, pues, invocaran
a aquel en el cual no han creído? ¿y como creerá n en aquel del cual no han
oído? ¿y como oirá n sin haber quienes les predique?” (Romanos 10:14).
Alguien tiene que hacerlo.

Este estudio bíblico es un ejemplo prá ctico. Tú estas leyendo esto porque
alguien te hablo de Jesú s y te entrego un folleto de Testimonio Cristiano a
Cada Hogar. ¿Está s dispuesto hacer lo mismo? Muchas personas jamá s
oirá n del amor de Dios amenos que tú les hables.

¿DONDE EMPEZAR?

Empieza por los que están mas cerca, es decir, por tu familia. Habla
de Jesú s a tus padres, hermanos, tíos, primos, abuelos, cunados, etc. Es
posible que encuentres oposició n y hostilidad. No te asustes. Sé humilde y
paciente. Ora por ellos diariamente para que Dios toque sus corazones.
Continúa con el vecindario. Habla a tus vecinos. Entrégale un folleto de
testimonio cristiano a cada hogar. Procura que lean este estudio bíblico.
Ofrece tu ayuda a los que tengan dificultades para leer o para entender lo
que leen.

Sigue por los pueblos y veredas cercanas. Procura que el evangelio


llegue a todas las casas. No debe quedar ni un solo hogar sin conocer el
evangelio. Sí necesitas folletos, escríbenos y te los enviaremos.

Extiende tu campo de acción. Dios te ha dado la semilla del evangelio


para que la siembres. El campo es el mundo. Hay millones de personas en
todo el mundo que jamá s han oído hablar de Jesú s. Tu puedes hacer que
tengan la oportunidad de oír la palabra de Dios. ¿Có mo? Ora por ellos, ve
a darles el evangelio, y si no puedes ir, contribuye a que otros vayan, es
decir, apoya a la iglesia y a ministerios como el nuestro.

Esté cuaderno ha llegado a ti porque hay cristianos que lo han hecho


posible con su apoyo econó mico. Otros te lo han entregado en mano. Y
otros está n dispuestos a responder tus preguntas y aclarar tus dudas ¿te
das cuenta? Los cristianos formamos un cuerpo en el que cada miembro
cumple una labor.

BUSCA OTROS CRISTIANOS Y REUNETE CON ELLOS.

Es muy importante que te reú nas con otros cristianos para estudiar la
palabra de Dios y orar juntos. La biblia nos manda que lo hagamos
(Hebreos 10:25). La biblia dice que los cristianos somos miembros los
unos de los otros, y, por lo tanto, nos necesitamos los unos a los otros,
para la edificació n mutua y el testimonio (1 Corintios 12:1-27). Te sugiero
que hagas lo siguiente:

 Busca la iglesia evangélica que te dio el folleto y que te puso en


contacto con nosotros. Si no recuerdas que iglesia fue escríbenos y
te lo diremos. Si está muy lejos de donde vives, busca una que esté
mas cerca y empieza a asistir a las reuniones.
 ¿Có mo puedes reconocer una iglesia evangélica? Hay una serie de
características bá sicas que la identifican, he aquí algunas: la biblia
es la base absoluta de su fe. Jesucristo es el centro de su
predicació n. Está dirigida por un pastor o un consejo de ancianos.
Hay comunion y armonía entre los miembros. Tiene comunion con
otras iglesias evangélicas. Tiene un testimonio limpio.

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