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Hay quienes dicen: “yo creo a mi manera y no voy a cambiar”. Otros creen
“según les han enseñado”, pero, cuando les preguntas, descubres que no
saben bien que es lo que les han enseñ ado. Algunos se declaran ateos. En
el fondo lo que hay es temor por ignorancia.
LA EXISTENCIA DE DIOS.
¿Existe Dios? Esta pregunta la has oído muchas veces y es probable que tu
mismo te la hallas hecho mas de una ocasió n. La biblia da por sentada la
existencia de Dios y ni siquiera intenta argumentarla. Por eso comienza
diciendo “en el principio creo Dios los cielos y la tierra”.
Piensa en tu forma de ser. Cuando haces lo malo, una voz interior te dice
que lo que has hecho no esta bien; y cuando haces lo bueno te sientes bien
contigo mismo. Es algo que hace parte de ti. ¿crees que tu condició n es
fruto del azar?.
¿COMO ES DIOS?
Dios es espíritu. (San Juan 4:24). Esto significa que no esta limitado por
un cuerpo físico como el nuestro y que no podemos verle ni tocarle. Y por
lo tanto, es absurdo hacer imá genes o representaciones de Dios. Es mas, la
biblia prohíbe hacerse tales imá genes: “no te hará s imá genes, ni ninguna
semejanza de lo que este arriba en el cielo”. (É xodo 20:1-6).
Dios es eterno. No tiene principio ni fin. No cambia con el paso del
tiempo ni le afecta la distancia ni el espacio. El ha creado todas las cosas.
la biblia dice: “¿no has sabido, no has oído que el Dios eterno es el Señ or,
el cual creo los confines de la tierra? No desfallece, ni fatiga con cansancio,
y su entendimiento no hay quien lo alcance” (Isaías 40:28).
LECCION 3 EL HOMBRE
“yo hice la tierra y cree sobre ella al hombre. Yo, mis manos, extendieron los cielos y a todo su
ejército mandé” (Isaías 45.12).
Esta lecció n trata del hombre ¿Quiénes somos? ¿de dó nde venimos? ¿A
dó nde vamos? Buscaremos la respuesta en la biblia, no en nuestras
propias opiniones.
¿Qué hizo el hombre con sus privilegio?. Una de Las primeras cosas fue
desobedecer a Dios (Génesis 3). Esta primera desobediencia introdujo el
pecado en el mundo y afecto a toda la creació n; y desde entonces todos
heredamos una naturaleza pecadora. El rey David lo expresa así: “he aquí
en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre” (Salmos
51:5).
Una de las consecuencias del pecado es la muerte. Dios no nos hizo para
morir, sino para vivir, pero el pecado torció el plan original, introdujo un
cambio en nuestra naturaleza (somos pecadores por naturaleza) y dio
paso a la muerte. Desde entonces todos mueren, grandes y pequeñ os, rico
y pobres. Si pudiéramos volver a empezar.
Cuando un hombre fracasa daría cualquier cosa por volver a empezar. “si
pudiera volver a empezar”, esta es una expresió n que hemos oído muchas
veces. Hay quienes a comienzos del añ o, se proponen a cambiar muchas
cosas, pero cambian muchas cosas, peor pasan los meses y las cosas no
cambian. ¿Qué podemos hacer?.
La biblia afirma que “la paga del pecado es muerte”. Gracias a Dios, el
mismo versículo también sigue diciendo: “mas el regalo de Dios es vida
eterna en Cristo Jesú s Señ or nuestro” (Romanos 6.23).y otro texto bíblico
dice que “si alguno esta en Cristo, nueva criatura es; Las cosas viejas
pasaron; he aquí toda son hechas nuevas” (2 Corintios 5.17). ¡ahora tienes
la posibilidad de volver a empezar!.
2 SEGUNDA UNIDAD
El pecado hace esclavos a los hombres. Jesú s dijo “todo aquel que hace
pecado, esclavo es del pecado” (juan 8:34). Lo triste es que, a veces, el
pecado no solo afecta a quien lo comete, sino también a otros.
¿QUE ES EL PECADO?
¿hay alguien que este libre de pecado? la biblia dice que “cualquiera que
guardare toda la ley, pero ofendiere en algú n punto, se hace culpable de
todos” (Santiago 2:10). En otras palabras, todos hemos pecado, porque
todos hemos quebrantado la ley de Dios en un punto u otro. Por eso dice
la biblia que “todos pecaron” y que “no hay justo ni aun uno” (Romanos
3:23 y 3:10).
Dios ha provisto el remedio para nuestro mal. De eso trata la pró xima
lecció n.
LECCION 2 JESUCRISTO.
“yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi” (juan 14:6).
El mismo texto de la biblia dice que “la paga del pecado es muerte”
también afirma que “el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesú s Señ or
nuestro” (Romanos 6:23). ¿Qué quiere decir esto? Que Dios ha previsto
una salida para nosotros. No porque hayamos hecho algo que nos haga
dignos, sino porque Dios es amor. Dios nos ama tanto que envió a su Hijo
Jesucristo a morir por nosotros, en nuestro lugar. Jesú s vino a pagar el
precio que nosotros teníamos que pagar por nuestros pecados.
Jesús es hombre verdadero. Esto quiere decir que nos comprende muy
bien porque se hizo igual a nosotros. La biblia dice que “no tenemos un
sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,
sino uno que fue tentado en todo segú n nuestra semejanza, pero sin
pecado” (Hebreos 4:15-16).
Jesús vino para salvarnos. Jesú s fue engendrado por el Espíritu Santo y
nació de la virgen María hace má s de dos mil añ os; su nacimiento tuvo
lugar en una pequeñ a aldea llamada Belén, en palestina (Mateo 1:23,
Lucas 1:35).
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no vera la vida, sino
que la ira de Dios esta sobre él”. (Juan 3:36).
Un carcelero al servicio de Roma hizo esta pregunta: “Señ ores, ¿ que debo
hacer para ser salvo?”. Y la respuesta que recibió fue: “Cree en el señ or
Jesucristo, y seras salvo, tu y tu casa” (Hechos 16:30-31). Quien le
respondió fue el Apó stol Pablo. Si te has hecho la misma pregunta, ésta es
la respuesta de la biblia.
¿Qué significa creer en Jesú s?. Hay quienes piensan que creer no es má s
que una aceptació n mental que no afecta para nada la vida diaria. ¿será
eso creer?. La biblia enseñ a que creer implica un compromiso personal
con la verdad en al que se cree. El que dice que cree en Jesucristo debe
vivir del modo que a É l le agrada.
1 Juan 5:11-12. “Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida esta en
su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de
Dios no tiene la vida.
Juan 11:25. “yo soy la resurrecció n y la vida; el que cree en mí,
aunque esté muerto vivirá .
Juan 5:24. “el que oye mi palabra, y cree al que me envió , tiene vida
eterna; y no vendrá a condenació n, má s ha pasado de muerte a
vida”.
3 TERCERA UNIDAD
LECCION 1 LA FE
“sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le
hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).
Hay tres virtudes que son indispensables para los cristianos: fe, esperanza
amor. “y ahora permanece en la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero
el mayor de ellos es el amor” (1 Corintios 13:13). En esta lecció n vamos a
reflexionar sobre la fe.
¿QUE ES LA FE?
Hay quienes piensan que la fe consiste en creer que las cosas falsas son
verdaderas. Está n equivocados. La fe cristiana se nasa en lo que Dios ha
dicho y mostrado de si mismo al tratar con los hombres. La fe es el
impulso interior que nos mueve a poner la confianza en Dios. la
biblia dice que “la fe es la certeza de lo que se espera, la convicció n de lo
que no se ve” (Hebreos 11:1).
La biblia enseñ a que nadie puede salvarse q través de las buenas obras,
porque por mucho que el hombre haga, nunca podrá por si mismo
librarse de naturaleza pecadora. Solo por la fe en Cristo podemos recibir
la gracia de Dios y la naturaleza divina. “justificados, pues, por la fe,
tenemos paz para con Dios por medio de la fe en medio de nuestro Señ or
Jesucristo.
Lo que has estudiado hasta ahora debe darte una idea bastante clara de la
fe cristiana, es decir, del conjunto de verdades aceptadas por todos los
cristianos. Para terminar esta lecció n, presta atenció n a esto:
La biblia dice que “todo el que es nacido de Dios vence al mundo; y ésta
es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es él que vence
al mundo, sino el que cree que Jesú s es el hijo de Dios” (1 Juan 5:4-5).
LECCION 2 LA ESPERANZA.
“bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo
reconocer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos” (1 Pedro 1:3).
las pruebas que nos vienen en la vida son oportunidades para reafirmar
nuestra fe y esperanza en Dios. la esperanza se nutre de la fe y hace que
seamos positivos ante situaciones difíciles de la vida. Cuando pasamos
por la adversidad, podemos decir lo mismo que el Apostol Pablo: “yo sé ha
quien he creído” (2Timoteo 1:12).
No hay nada que sorprenda a Dios. El universo se rige por leyes que É l ha
establecido. Sabe cual es el fin de las cosas antes de que empiecen. Ni
siquiera un pajarillo cae a tierra sin que Dios lo sepa. Incluso nuestros
cabellos está n contados (Mateo 10:29-30). Dios sabe la fecha exacta de tu
muerte. Dios hace que todas las cosas, incluso la adversidad, sirva para
nuestro bien. “a los que aman a Dios, todas las cosas le salen a bien, esto
es, a los que conforme a su propó sito son llamados” (Romanos 8:28).
Esperamos en la justicia de Dios. Jesú s promete saciar la sed de justicia
de cuantos sufren por causa de la injusticia (Mateo 5:6). Dios es justo.
Vendrá un día en el que todos tendremos que rendir cuentas a Dios, por
cuantos, está estableció para los hombres que mueran una sola vez, y
después de esto el juicio” (Hebreo 9:27).
Muchos de los valores del mundo se oponen s Dios y son una fuente de
aflicció n para los creyentes. Jesú s dijo: “en el mundo tendréis aflicció n;
pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). Ahora, todos los que
hemos creído en É l “esperamos, segú n sus promesas, cielos nuevo y tierra
nueva, en los cuales mora la justicia” (2 Pedro 3:13).
LECCIÓN 3 EL AMOR
“Amados, amémonos unos a otros; por que el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de
Dios” (1 Juan 4:7).
La religiosidad sin amor es como el metal que resuena, fría y vacía; y nos
sirve de nada a quien la practica. El religioso que sirve sin dar amor se
engañ a a si mismo, se cree que es algo cuando en realidad no es nada.
¿COMO ES EL AMOR?
Jesú s abre sus brazos y nos dice: “venid a mí todos los que está is
trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). “Al que a
mí viene, no le echo fuera” (Juan 6:36). Jesú s nos recibe a todos, y espera
que nos hagamos lo mismo con los demá s. el Apostol Pablo dice:
“Recibimos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió ”
(Romanos 15:7). El amor de Cristo nos mueve a aceptar al “otro” con sus
diferencias.
Jesú s nos enseñ a a servir por amor, sin esperar nada a cambio. El que
sirve por precio o recompensa es simplemente un asalariado. La biblia
dice: “y todo lo que hagá is, hacedlo de corazó n, como para el Señ or y no
para los hombres; sabiendo que del Señ or recibiréis la recompensa de la
herencia, porque a Cristo É l Señ or servís” (Colosenses 4:23-24).
Enseñ ando sobre el día en que las naciones será n juzgadas, Jesú s dijo que
todo lo que hacemos por los que sufren y tienen necesidad es como si se
los hiciéramos a É l. este es el servicio al que Dios nos ha llamado. Léelo en
Mateo 25:31-46
4 CUARTA UNIDAD
En la biblia hay historia, pará bolas, figuras literarias, símbolos, tipos, etc.
Normalmente, tan solo es necesario un poco de sentido comú n para
comprender la mayor parte de los pasajes bíblicos; y aquellos que son un
poco mas difíciles, suelen aclararse, teniendo en cuenta el contexto y la
forma en que está n escritos.
Lá piz y papel. Cuando leas procura tener a mano un lá piz para subrayar
los versículos que te son de inspiració n, para señ alar las promesas y para
marcar los pasajes sobre los cuales necesitas explicació n.
LECCION 2 ORAR
“Orad sin cesar” (1 tesalonicenses 5:16).
Hay pocas cosas en la vida que hagamos sin cesar. No comemos sin cesar,
ni bebemos sin cesar; no trabajamos sin cesar, ni dormimos si cesar. En
realidad no hay nada que hagamos sin cesar, excepto respirar. Si dejamos
de respirar nos morimos. Igual pasa con la oració n.
¿QUE ES ORAR?
Orar es hablar con Dios. No consiste en rezos ni en decir cosas que otros
han dicho, sino en abrir el corazó n delante de Dios. la verdadera oració n
es aquella que expresas con tus propias palabras. Al orar esta hablando
con Dios como los arias con un amigo.
Una vez los discípulos de Jesú s le pidieron que les enseñ ara a orar, y el les
dijo: “cuando oréis, decid: Padre nuestro que estas en los cielos, santificado
sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así
también el la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos
nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos
deben. y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal” (Lucas 11:1-4).
Jesú s no pretendía que los discípulos repitieran esa oració n siempre que
se pusieran a orar. Se trata de una oració n guía, es decir, de un modelo
para expresar correctamente sus propias oraciones. Así, nuestras
oraciones deben tener por lo menos estos ingredientes:
Adoración y alabanza. Así reconocemos lo que Dios es y su autoridad
sobre nosotros. É l es santo y sublime, y es también nuestro padre.
Ora en el nombre de Jesús. “De cierto de cierto os digo, que todo cuanto
pidieres al Padre en mi nombre, os lo dará . Hasta ahora nada habéis
pedido en mi nombre: pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea
cumplido” (Juan 16:23-24).termina siempre tus oraciones con
expresiones como estas: “en el nombre de Jesú s”, “en el nombre de Jesú s
tu Hijo amado. Amen. Si quieres que Dios te escuche, haz tu oració n en el
nombre de Jesú s.
Orar con fe. Jesú s dijo: “todo lo que pidieres orando, creed que lo
recibiréis, y os vendrá ” (Marcos 11:24). “sin fe es imposible agradar a
Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y
que es galardonador de los que l buscan” (Hebreos 11:6).
Ya hemos visto que para ser salvos hay que creer en Jesú s. Y tenemos que
hacernos las mismas preguntas que se hizo Pablo: ”có mo, pues, invocaran
a aquel en el cual no han creído? ¿y como creerá n en aquel del cual no han
oído? ¿y como oirá n sin haber quienes les predique?” (Romanos 10:14).
Alguien tiene que hacerlo.
Este estudio bíblico es un ejemplo prá ctico. Tú estas leyendo esto porque
alguien te hablo de Jesú s y te entrego un folleto de Testimonio Cristiano a
Cada Hogar. ¿Está s dispuesto hacer lo mismo? Muchas personas jamá s
oirá n del amor de Dios amenos que tú les hables.
¿DONDE EMPEZAR?
Empieza por los que están mas cerca, es decir, por tu familia. Habla
de Jesú s a tus padres, hermanos, tíos, primos, abuelos, cunados, etc. Es
posible que encuentres oposició n y hostilidad. No te asustes. Sé humilde y
paciente. Ora por ellos diariamente para que Dios toque sus corazones.
Continúa con el vecindario. Habla a tus vecinos. Entrégale un folleto de
testimonio cristiano a cada hogar. Procura que lean este estudio bíblico.
Ofrece tu ayuda a los que tengan dificultades para leer o para entender lo
que leen.
Es muy importante que te reú nas con otros cristianos para estudiar la
palabra de Dios y orar juntos. La biblia nos manda que lo hagamos
(Hebreos 10:25). La biblia dice que los cristianos somos miembros los
unos de los otros, y, por lo tanto, nos necesitamos los unos a los otros,
para la edificació n mutua y el testimonio (1 Corintios 12:1-27). Te sugiero
que hagas lo siguiente: