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Justificación
Solo la fe en CRISTO, medio de Justificación
Introducción
La semana pasada iniciamos nuestra primer predicación sobre la justificación con
una pregunta: ¿dónde pasará la eternidad un creyente que en el momento de su
muerte peca? Amados hermanos, la doctrina de la seguridad de nuestra salvación
depende de la doctrina de la justificación. La salvación se realiza en pasos, etapas,
facetas y aspectos, y cada uno de ellos es parte de la salvación y el estudio de cada
uno de ellos por separado, en este caso la justificación, nos ayuda a tener
conocimiento de la grande obra de gracia por la cual Dios nos hace su pueblo. Es
decir, cuando entendemos la obra de Salvación efectuada por Dios, conocemos como
es que podemos tener una ‘correcta’ relación con Él.
Deseo, primeramente, antes de explicar lo que Pablo, inspirado por el Espíritu de Dios,
escribe en los versículos 21-22s; la condición tan oscura, y sin esperanza en la que se
encuentra todo el genero humano, o sea, cómo nos encontramos todos sin Dios. Para esto
necesitamos mirar el versículo 19-20 de este capítulo: “Pero sabemos que todo lo que la ley
dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede
bajo el juicio de Dios; 20 ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado
delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.”
La Bíblia en estos versículos esta enseñando que nadie puede venir delante de Dios y
decirle que ha cumplido toda la ley perfectamente, por tanto, Dios debe reconocerle como
‘Justo’1. Por las obras de la ley nadie puede ser declarado sin culpa y aceptado ante los ojos
de Dios. ¿Por qué no? ¿Qué es lo que la ley de Dios demanda? Nada menos que esto, que
una persona ame a Dios “con todo” su corazón, alma, mente y fuerza, y que ame a su prójimo
como se ama a sí mismo (cf. Mateo 22,37-40; Marcos 12,29-31; Lucas 10,27) Y este amor es
lo que esta ausente tanto en aquellas personas no judías (“Pues habiendo conocido a Dios, no
le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias…” 1,21) como en el corazón del judío (“Pero
por tu dureza y por tu corazón no arrepentido…” 2,5) Con esto se prueba que la Escritura deja
claro que “toda persona” está condenada ante Dios, “Pero sabemos que todo lo que la ley
1 Investigar la manera en la que Pablo hace uso de la Palabra griega “σὰρξ” en él versículo 20.
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dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede
bajo el juicio de Dios; 20 ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado
delante de él…” v19-20.
Teniendo todo esto en cuenta, llegamos a una sola conclusión: EL HOMBRE ESTÁ
PERDIDO, PERDIDO, PERDIDO. No hay ninguna posibilidad de salvación para él. ¡En verdad
amados hermanos, fuera de lo que Dios ha decretado para nuestra salvación, no hay ninguna
posibilidad de salvarse.
Pensemos por un momento en un hombre que cae en una barranca. Se fractura partes de
su cuerpo que son vitales para el movimiento. Él está al fondo de aquella barranca, no puede
salvarse por sí mismo, ya que está “imposibilitado”, sus piernas y brazos no le responden.
Este hombre esta completamente perdido. No tiene ninguna posibilidad de ‘salvarse’ por sí
mismo. Entonces, alguien que es completamente ‘capaz’ de hacerlo, viene en su ayuda, y le
salva. Así es con la Salvación del hombre. Todo el proceso de salvación es de Dios, y no del
hombre.
Entonces, cuando todo se mira oscuro, y sin esperanza, respecto a nuestra salvación. Se
manifiesta un rayo de luz, que revive la esperanza.
Dios es quién viene al rescate de su pueblo. Él es quien actúa con benevolencia, y salva a
los que se habían hecho indignos de ser salvados. ¿Por qué hizo esto? Es algo que nunca
llegaremos a entender plenamente. Pero por ser Dios, el lo hace, sin que nadie le cuestione, y
sin sacrificar su justicia ni retirar la demanda de la ley. O sea, Dios jamás actuará injustamente
al salvar a impíos no merecedores de ser declarados justos.
En le versículo 21 Pablo afirma: “Pero ahora…” o sea, en este tiempo presente, en este
momento - el mismo Pablo lo llama en Gálatas 4,4: ‘el cumplimiento del tiempo’ - ‘…se ha
manifestado la justicia de Dios…’ Esta ‘justicia’ es manifestada ‘aparte de la ley’ ¿Qué
significa? que nadie ‘puede’ obtener esta ‘justicia’ por medio de la obediencia de los hombres
a la ley de Dios. Era y es una justicia ‘aparte de las obras de la ley’. Y esta ‘justicia’, ha sido
anunciada en el A.T, específicamente por la ley y los profetas.
Así que, mis queridos hermanos, Dios desde el Antiguo Testamento, sin eliminar la ley, nos
ha anunciado la manera en la que podemos ser ‘justificados’ ante Él y por medio de Él.
Veamos:
Romanos 3,22 “la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen
en él.”
En líneas generales Pablo repite aquí lo que ya ha afirmado en 1:16, 17. No se olvida de su
tema. En el pasaje anterior él había dicho: “El evangelio ... es (el) poder de Dios para salvación
a todo aquel que pone en acción su fe ... porque en él se revela una justicia de Dios de fe a
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fe ...” Ahora él añade que el objeto de esta fe es Jesucristo. Cf. Mt. 1:21; Jn. 3:16; 14:6; Hch.
4:12.3
Romanos 3,22s-23 “Porque no hay diferencia, 23 por cuanto todos pecaron, y están
destituidos de la gloria de Dios.”
No hay distinción de personas. Todo ser humano esta completamente corrompido por el
pecado. Significa que, toda la gente en todo el mundo, han pecado y por lo tanto no alcanzan,
o carecen de, la gloria de Dios, nadie debe basar su esperanza de ser aceptado por Dios por
que cree ser buena persona. Si una persona quiere ser aceptada ante Dios, y gozar de su
presencia, tiene que ser perfecta, porque la ley de Dios exige perfección y ya nadie es perfecto
ante Dios. Es lo que Pablo ha explicado respecto a las personas no judías (1,18-32) ellas están
total mente depravados. Pero, ha explicado que ‘también’ los judios están completamente
perdidos si continuan confiando en las obras de la ley para ser aceptados por Dios (2,1-3:8)
‘Justificar’ significa declarar justo. Pensemos en una persona condenada a muerte que
está delante del Juez. Este juez está apunto de dictar la sentencia de muerte para el
criminal. Entonces, el mismo juez lo declara como ‘no culpable’. No porque se ha
probado que es inocente, sino en un acto de ‘misericordia’ el juez lo hace. Este
hombre es culpable, por tanto no es una persona ‘justa’ pero por la declaración que el
juez hizo de ‘no culpable’ este hombre legalmente ha sido ‘justificado’ de toda culpa.
Pablo es lo que dice cuando escribe: ‘siendo justificados gratuitamente por su
gracia…” Dios es el juez, nosotros los culpables, cuan grande amor el de Dios, cuando
Él mismo, el Juez del universo, declara a una persona ‘justificada’. Entonces, cuando
hablamos de justificación, quiere decir que todos nuestros pecados, pasados,
presentes y futuros, nos han sido perdonados por Dios. Esta es la felicidad más
grande que un hombre puede experimentar: El perdón de todos sus pecados. El Rey
David lo expresa así en el salmo 32:
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Salmo 32:1 Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su
pecado. 2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad.
Entonces la justificación puede ser definida como: “ese misericordioso acto de Dios
por el cual, solamente en base a la obra mediadora realizada por Cristo, él declara al
pecador justo, y este último acepta este beneficio con un corazón creyente.”4
Entonces, queda claro que el creyente es declarado como no culpable ante Dios. Pero,
¿como se logra que una persona sea declarada no culpable por Dios, si no es por
obedecer la ley de Dios?
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3. Dios anuncia que muchos son justificados mediante la obra de
Cristo. vv25b-26
“…para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los
pecados pasados, 26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que
él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.”
Dios hizo esto para así mostrar su ‘paciencia’, su justicia. Cargó los pecados de
todos nosotros sobre Cristo (cf. Is. 53,6) para demostrar que Él era, es y siempre será
‘justo. Y dado que Él es justo, y también el que declara sin culpa a los de la fe en
Jesús, quien puede condenar a la iglesia como culpable, si Dios es quien los justifica
(cf. Romanos 8)
Amado, si tú aun estas buscando salvarte por que eres una buena persona, déjame
decirte que la Biblia dice que estas perdido, no tienes esperanza. No puedes
justificarte delante de Dios por lo que haces. Pero hoy has escuchado lo que la Biblia
dice al respecto. Cristo vino al mundo, y vivió perfectamente por aquellos que
‘depositan’ su fe en Él. Su obediencia perfecta, es depositada a tu cuenta. Y esto es
gratuitamente. ¡Ven a Cristo en arrepentimiento y fe ! y serás salvo, no por tú fe, sino
por aquel que vivió, sufrió, murió, y resucitó, por nosotros. Amen.
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