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El contrato es de, por y para todas las partes que lo construyeron de consuno a través de su consentimiento. O no es contrato.
(Caumont, 2008, p. 149)
El mundo cambia rápidamente, la tecnología lleva en sí, procesos que antes eran inimaginables, en este desarrollo rápido, los contratos
dejaron de ser procesos lentos y con un “clic” se puede estar pactando al otro lado del mundo en segundos. Con este avance de
tecnología y procesos rápidos, los términos de la contratación han tenido que estandarizarse por segmentos de clientes, esto conlleva a
no individualizar los términos. Esto ha dado pauta para que el contratante realice, a su conveniencia, términos contractuales que no
siempre cuidan los intereses del cliente y siendo el principal fin del Estado, la seguridad jurídica, esta se ve violada frecuentemente; de
allí nacen las “cláusulas abusivas o leoninas” como protección al consumidor. Por lo tanto, se necesita que, con la nueva tecnología, se
le proporcione al usuario o consumidor el resguardo legal, para cuidar sus intereses.
Antecedentes históricos
Esopo fue un escritor griego que vivió durante el siglo VI a.C, su escritura se enfocaba en la fábula, uno de los géneros más antiguos de la
literatura universal y un tipo de relato breve protagonizado por animales personificados con la intención didáctica de dar a conocer una
moraleja final,
Toma su origen de una fábula de Esopo, una vaca, una cabra y una oveja habían hecho compañía con un león, y cazaron un ciervo.
Partiéndolo en cuatro partes, y queriendo cada uno tomar la suya, dijo el león: la primera parte es mía, pues me toca como león; la
segunda me pertenece porque soy más fuerte que ustedes; la tercera me la tomo porque trabajé más que todos; y quien tocare la
cuarta, me tendrá por su enemigo; de modo que tomó todo el ciervo para sí. En esta fábula se halla el origen de la expresión “cláusula
leonina”.
Esta mala práctica contractual, se viene tratando de revertir desde mediados del siglo XIX por la doctrina y legislación europea, en
América se realiza un poco más tarde, a partir de la década del 40. Cabe recalcar que en los dos continentes se conculcan estas
costumbres, porque tratan de erradicar esta práctica en los contratos. Desde un inicio se ha tratado de buscar solución a este tipo de
cláusulas, pues si bien, limita el derecho de consumidor, no desvirtuaba la eficacia de las demás cláusulas. Es decir, se buscaba proteger
la esencia del contrato a pesar de los aspectos contrarios al consumidor. En la época de los años 70, este tipo de cláusula provoca una
crisis contractual en el ordenamiento jurídico, paralelamente decaía el sistema económico, generándose una arraigada mala práctica
comercial, que se tradujo en abusos económicos en contra de la parte más débil del contrato. [CITATION Ret08 \p 51 \l 2058 ]
Definición
Son todas aquellas disposiciones del contrato que son puestas únicamente por una de las partes interesadas y que lesionan derechos
fundamentales de la parte que se adhiere a él
Como tal, varios tratadistas y estudiosos han definido este tipo de cláusulas que están inmersa en algunos contratos.
Las que afectan inequitativamente al consumidor en el cotejo entre los derechos y obligaciones de ambas partes. [CITATION Ret08 \p
51 \l 2058 ]
En la Tesis: Análisis Jurídicos frente a la existencia de cláusulas leoninas (2011), Mónica Echeverri cita a Andrés Calvo: “(…) aquella que
implica un atentado contra el principio de la buena fe en la medida en que involucra una desproporción significativa entre las
obligaciones y beneficios que adquieren las partes”. [CITATION Ech11 \p 125 \l 2058 ]
Calvo también cita: también, se consideran como, (…) aquellos términos de la negociación que no fueron debidamente pactados de
forma independiente y que atentan contra la buena fe contractual, perjudicando a la parte que no la ha acordado y en consecuencia ha
desequilibrado las intenciones pactadas, aprovechándose de la situación de la otra parte. (…) Ésta se debe tomar en cuenta de
conformidad con los bienes o servicios que se pretendieron pactar y con base en las circunstancias, al momento de la celebración de
este.[CITATION Aso16 \p 1 \l 2058 ]
Elementos
Para ello se ha determinado que existe abuso en una relación contractual cuando se encuentran los elementos básicos para poder
identificarlas:
1) Debe existir un desequilibrio injustificado en perjuicio del consumidor;
2) Ausencia de negociación sobre el determinado punto de discusión;
3) Falta de equidad contractual;
4) Estar propenso a un daño o haberse efectuado;
5) Desigualdad jurídica o económica;
6) Imposición del contendido de un acuerdo, por decisión particular.
Hay que dejar claro que el desconocimiento o poca claridad de una cláusula no da por entendido que la misma es dolosa, ni que todos
los contratos por adhesión conllevan en sí, una cláusula de este tipo.
Causa jurídica
El contrato nace con la autonomía de la voluntad, lo establece su principio más preciado; ambas partes se ponen de acuerdo
conjuntamente en crear, modificar y extinguir derechos y obligaciones. Cuando una de estas partes, aprovecha su estado de
contratante para actuar a su favor, sin respetar la autonomía de la otra parte, allí estamos en ante una violación a su principio
fundamental.
El abuso es una restricción a la voluntad de las partes y su finalidad, rompe el equilibrio en las relaciones privadas. D’Ors (1968) cita a
Cicerón: summum ius suma injuria, es un aforismo latino que se puede traducir por "sumo derecho, suma injusticia", "a mayor justicia,
mayor daño" o "suma justicia, suma injusticia", en el sentido de que la aplicación de la ley al pie de la letra a veces puede convertirse en
la mayor forma de injusticia.
Por lo tanto, se establece que la existencia de este tipo de cláusulas, en un negocio jurídico, da como resultado, la nulidad de la cláusula
del contrato, es decir, se excluye del conjunto de disposiciones que atentan contra lo pactado, pero sin afectar aquellas disposiciones
que tutelan el meollo del negocio. Por lo que se debe buscar disposiciones ecuánimes para solventar las disposiciones que quedarán a
la deriva.