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Texto e ilustración
© 1996 IDEA BOOKS, S.A.
Printed ¡n Spain by
Emegé, Industria Gráfica, Barcelona
EDICIÓN 1997
De las distintas modalidades de asociaciones interespecíficas que
pueden establecerse entre los seres vivos, el parasitismo, que
constituye un caso extremo de especialización trófica o nutricia,
ofrece un interés científico indudable. Pero la atención que pue
den despertar los seres parásitos no se reduce a este aspecto pu
ramente especulativo, puesto que la existencia de un considera
ble número de especies asociadas de manera parasitaria con el
hombre o con sus animales domésticos tiene una evidente reper
cusión sanitaria y económica.
Esta realidad, universalmente reconocida, ha orientado la redac
ción de este ATLAS DE PARASITOLOGÍA. Con su publicación se
pretende llevar a cabo una función divulgadora: la de poner en
manos del joven estudioso, y en las del público general deseoso
de saber, unas nociones básicas, expuestas en la forma más ele
mental posible, sobre qué son y representan para nosotros los
animales parásitos, cómo logran la invasión de nuestro organis
mo, y también acerca de las acciones nocivas que pueden desa
rrollar una vez conseguida esta invasión, y lo relativo a los me
dios de que disponemos para evitarla o combatirla.
En una primera parte, de carácter general, se exponen las ideas
fundamentales: concepto y extensión del parasitismo, adaptacio
nes morfológicas y biológicas derivadas del parasitismo e influen
cias ejercidas por los parásitos sobre los organismos que los al
bergan.
La segunda parte comprende el estudio monográfico de las prin
cipales especies parásitas del hombre y de sus animales domésti
cos. Seleccionadas según su mayor frecuencia e importancia, y
ordenadas de acuerdo con la sistemática zoológica, su estudio se
aborda de una manera principal bajo el aspecto biológico-epide-
miológico, y se completa con unas ideas elementales referentes a
su significación patógena. En la parte final se incluyen unas bre
ves nociones de lucha antiparasitaria, tanto en lo tocante a su fa
ceta preventiva o profiláctica como a la curativa o terapéutica.
Queremos subrayar y agradecer la eficaz colaboración de José
María Thomas Doménech y de los otros dibujantes que, bajo su
dirección, han logrado plasmar, tan acertada como artísticamen
te, nuestras ideas sobre la parte iconográfica de este Atlas; su me
ritoria labor contribuye, de un modo fundamental, a hacer más
fácil e inteligible nuestra exposición
Si esta obra logra captar el interés del lector y merecer su aproba
ción, si con ella hemos logrado satisfacer su afán informativo,
nuestra labor quedará cumplidamente recompensada.
El a u to r
Los parásitos animales
Qué es un animal parásito nos se reducen fundamentalmente a dos mo
dalidades: ganchos y ventosas.
El parasitismo es un tipo de asociación inte Están presentes, las primeras de estas forma
respecífica entre dos seres vivos en la que el ciones, en Protozoos (Gregarinas) (fig. 1),
beneficio es exclusivamente unilateral, deno Monogénidos (disco adhesivo caudal) (fig. 2),
minándose parásito al ser que resulta benefi Cestodos (escólex) (fig. 4 y 5), Acantocéfalos
ciado de esta simbiosis o vida conjunta, y (trompa retráctil) (fig. 6), y asimismo en diver
huésped u hospedador al otro organismo sos grupos de Artrópodos.
afectado por esta vida de asociación. Las ventosas coexisten con los ganchos en
Un animal parásito (del griego: pará = «al los Monogénidos (fig. 2) y los Cestodos (figs.
lado de», sitos = «alimento») es aquel que 4 y 5), y son los únicos órganos fijadores en
vive a expensas de un individuo de otra es los Tremátodos (fig. 3). Tampoco falta en los
pecie, estrechamente asociados en los as Artrópodos parásitos (Crustáceos branquiu-
pectos biológ ico y ecológico durante una ros, fig. 7), Acaros sarcoptoideos, etc.), e in
parte o la totalidad de sus ciclos vitales. El cluso se hallan formaciones ventosiformes en
parásito utiliza el organismo d el huésped algunos Flagelados enteroparásitos (Lamblias)
com o biótopo o vivienda y deja para su (fig. 8).
huésped la función de regular, parcial o to El apéndice fijador de los Lerneidos (fig. 9)
talmente, sus relaciones con el medio am (Crustáceos copépodos), que les sirve a la
biente. El parásito no sólo se sirve de su vez para succionar la sangre de los peces, sus
huésped com o hábitat temporal o perm a huéspedes, constituye uno de los tipos no re
nente, sin o que adem ás lo co n vierte en ferible a ninguno de los dos principales ya ci
fuente directa o indirecta de alimentos, ya tados.
utilizando a tal fin los mismos tejidos del Órganos locomotores. — Generalmente atro
hospedador, ya usufructuando las sustancias fiados en los endoparásitos (gusanos intesti
que éste prepara para su propia nutrición. nales) y especialmente en los parásitos intra-
Esta asociación, sin perjuicio perceptible pa celulares (Leishmanias, etc.), su reducción,
ra el huésped en ciertos casos, puede ser no más o menos acentuada, puede también ser
civa en menor o mayor grado para éste en observada en algunos grupos de animales ec-
otras ocasiones. Así, el parásito se convierte toparásitos (apterismo parcial o total de algu
en el agente causal de enfermedades parasi nos insectos ectoparásitos).
tarias, a veces de carácter grave, pero sólo Aparato digestivo.— Su desarrollo difiere en
excepcionalmente mortales para el huésped distintos grupos de zooparásitos. Gran núme
en un plazo breve. Al contrario de lo que ro de endoparásitos (Cestodos, Acantocéfa
ocurre con los animales depredadores, que los) carecen de él totalmente, y la entrada de
deben matar a las víctimas de que se alimen los alimentos se efectúa de manera directa a
tan, parece que al parásito le interese conser través de su tegumento, mientras que en
var la vida de su asociado, cosa comprensi otros (Nematodos) el tubo digestivo es de
ble, pues la muerte del huésped implica la conformación normal. En algunos ectoparási
del parásito, por falta de alojamiento y ma tos hematófagos (ácaros. sanguijuelas) se
nutención. aprecia, en cambio, un hiperdesarrollo del
tubo digestivo que, aparte la notable capaci
La adaptación a la vida parasitaria dad de dilatación de sus paredes, presenta
La adaptación de los animales a la vida para divertículos o expansiones ciegas gastrointes
sitaria se manifiesta fundamentalmente según tinales que aseguran la provisión de una gran
dos tendencias: desarrollo de órganos que masa nutricia; las glándulas con secreciones
aseguran una estable y eficaz fijación en el hemolíticas, en estas formas hematófagas, fa
organismo de sus huéspedes; reducción de vorecen su peculiar régimen alimenticio.
órganos superfluos y una simplificación ana Aparato respiratorio.— Puede considerarse
tómica y funcional, que, con frecuencia, se como norma su ausencia en los animales en
acompaña de la hiperactividad de los órga doparásitos, adaptados generalmente a un ti
nos subsistentes, sobre todo los sexuales po de respiración anaerobio. En los ectopará
Órganos de fijación.— La presencia de órga sitos este aparato suele presentar un desarro
nos adhesivos, que aseguran su fijación en el llo similar al de las formas de vida libre con
organismo del huésped, es una de las carac las que están relacionados.
terísticas más comunes en los animales pará Aparato excretor.— Salvo en los Nematodos
sitos. A pesar de la extensiva distribución del y Platelmintos parásitos, cuyos conductos ex
parasitismo en la escala animal, estos órga cretores suelen alcanzar notable desarrollo,
ATLAS DE PARASITOLOGIA
á r ga n o s
de f i ja c i ó n R/1
Ventosa bucal
Ventosa ventral
Disco adhesivo
y
Trompa retráctil
con
ganchos
Segundas maxilas
transformadas en
Órganos fijadores
sudores
Saco ovífero
LOS PA R Á SITO S A N IM A L E S
G e ne ra li d ad e s
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
A dap tac ion es I
r e p r o d u c t o r a s H llliiH
Repetición seriada de
órganos sexuales
A TLA S D E P A R A S IT O L O G ÍA
lo
Ciclos biológicos
de los a n i m a l e s p a r á s i t o s
Desenqu i stamiento
Quiste
Maduración del quiste Amibas intestinales'
Amiba intestinal
Penetración por la piel.
Migración 'flemática
y pulmonar
Huevo
Gusano adulto intestinal Formación y eclosión de la 1* larva ^ muda larvaria 2a muda larvaria
Cisticerco enquistadc
en los músculos 7
Ingestión de carne
.con cisticercos
Fig. 3.- Taenia sagina-
Liberación del embrión
ta. D ihetero xéno. exacanto en el intestino
Transm isión pasiva. del buey
Vaso hemático
Trompa
Huevo
Fig. 5.- D ip h yllo b o -
thrium (botriocéfalo).
Poliheteroxeno. Paso a larva plerocercoide en peces
Transm isión pasiva. Coracidio libre
I ATLAS DE PARASITOLOGÍA
E x t en si ón del p a r a s i t i s m o
en el reino ani mal
M ¿im ite
(A rácnidos
A ves
P e ntastó m ido i
¡¿tTclC M erostc
M iriá p o d o s
ifópodos
C e tá lo c o rd a dos
En te ro D m p sto s
B rio zo o s
T u n icad o s
p tiu ro id e o s
P oliplacóforos
Braciuió o o do s
Rotíferos^
E q u in o id e o s11
N em ato do s
'A ste ro id e o s
irokieos
[L A T E R A L E S D E U T E R O S T O M A S
¿c i to zo o s
% H iru d ín id o s
A n to zo o s
a rio s
Nemertinos
H id ro zo o s Moncgmickjs
Trem átodos
R A D IA D O S
B IL A T E R A L E S P R O K B T O M A S
R izó p o d o s jo ro s
C ilió fo ro s
A p ic o m p l;
Se indican, en rojo, los grupos cuyqs representantes son todos parásitos; en violeta, los que MJIU 1U SUN UI Id l
gris azulado, los que carecen de parasitismo.
LO S PARÁ SITtjfS A N IM A LE S
13
Protozoos
LOS P R O T O Z O O S PARÁSITOS El hombre adquiere la infección como con
Rizópodos secuencia de la ingestión de quistes madu
ros contenidos en el agua o en alimentos
LOS AMÉBIDOS (verduras, etc.) que han sufrido una conta
minación fecal. Estos quistes son eliminados
Su cuerpo está formado por una diminuta con las heces, formes o pastosas, de los su
masa citoplasmática que engloba uno o más jetos parasitados, muchas veces aparente
núcleos de estructura vesiculosa. Además mente sanos.
de esta forma trofozoica, que se mueve y Una vez en el intestino, la acción de la trip
alimenta gracias a la emisión de seudópo- sina provoca el desenquistamiento y libera
dos, presentan otra fase, la quística, estadio ción de los trofozoítos metaquísticos. Arras
quiescente cuya cu bierta, relativam ente trados por el fiujo intestinal alcanzan el in
gruesa, permite su supervivencia frente a testino grueso, en cuya luz se multiplican
condiciones ambientales adversas. como trofozoítos de la forma minuta, libe
rando de cuando en cuando formas quísti-
LAS AMIBAS PARÁSITAS HUMANAS cas, únicas que salen al exterior con las he
«Entamoeba histolytica» ces formes.
La amiba disentérica o histolítica (figs. 1 a El paso de la forma minuta a la tisular o he
4) es la única especie patógena entre las matófaga es el que originará la aparición de
que alberga el hombre. Durante su ciclo la disentería amibiana, de carácter leve o
evolutivo pasa por los estadios siguientes: severo, según la gravedad de las lesiones,
Trofozoíto, estadio móvil y trófico, en que v iru le n c ia del parásito y resistencia del
se multiplica por división binaria. La «forma huésped.
minuta» o de la luz intestinal, de unas 11 a Aparte su parasitismo intestinal, las amibas
15 p de diámetro, se distingue: por su nú de las úlceras entéricas pueden ser arrastra
cleo vesiculoso, que posee un pequeño ca- das por la corriente sanguínea a otros órga
riosoma central y una capa periférica de fi nos, provocando, por estas metástasis, la
nos granulos cromatínicos; por una neta dis aparición de graves abscesos am ibianos,
tinción ectoendoplasmática, y por la forma principalmente hepáticos y pulmonares.
rápida, explosiva, con que emite sus seudó-
podos. Mediante la liberación de enzimas Otras amibas parásitas intestinales
proteolíticas lisan las células epiteliales del Otras especies, no patógenas (fig. 5), habi
intestino grueso y penetran activamente en tan el intestino humano: Entamoeba coli, la
su pared, donde se convierten en «formas t¡- más semejante a la histolítica, pero no he
sulares» de mayor tamaño, hasta 30 p, que matófaga, y con quistes octonucleados: En-
se nutren fagocitando los glóbulos rojos, los dolim ax nana, de pequeñas dimensiones y
cuales aparecen englobados en el citoplas con quistes ovales y tetranucleados; loda-
ma del trofozoíto. En cada lesión así produ moeba bütschlii, característica por la gran
cida se establece una colonia, que continúa vacuola yodófila de sus quistes mononucle-
su proceso destructivo y origina úlceras san ados; Dientamoeba fragilis, con formas ex
grantes, dilatadas en su parte profunda. clusivamente trofozoicas, se considera ac
Quiste, forma inmóvil y esferoidal, de 8 a tualmente como un flagelado.
20 p de diámetro, de cubierta relativamente
gruesa y citoplasma condensado. En su inte Amibas parásitas facultativas
rior, el núcleo sufre dos divisiones sucesivas, Algunas amibas de vida libre y que prospe
poseyendo cuatro núcleos los quistes madu ran en aguas cálidas pueden comportarse
ros; en su citoplasma, es frecuente la pre como parásitos facultativos. Naegleria flo-
sencia de unos cuerpos cromidiales. bacili weri, que además de formas ameboides pre
formes y de extremos romos, tenidos por senta formas biflageladas, puede invadir el
sustancias de reserva. organismo humano por vía nasal y, siguien
do los nervios olfatorios, llegar al cerebro y
Disentería amibiana causar graves meningoencefalitis de curso
Es la afección intestinal causada por el para casi siempre fatal. Otras especies, pertene
sitismo hístico de E. histolytica y caracteri cientes al género Acanthamoeba (A. caste-
zada por frecuentes y dolorosas evacuacio llani, etc.), y de carácter menos virulento,
nes de heces diarreicas. mucoso-sanguino- pueden también afectar al sistema nervioso
lentas, en las que se descubren las formas central, o bien causar afecciones de la cór
trofozoicas hematófagas del parásito. nea ocular, vías respiratorias, etc.
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
Rizópodos.
Rmébidos p a r á s i t o s del hombr e
Fprma lisular
Quiste maduro
Tinción con hematoxilina férrica.
Fig. 2.- Trofocito de E. histolyíica ado Fig. 3.- Comienzo de la lesión. p¡g, 4 .. Lesión ya desarrollada en forma
sado a las células de la mucosa intesti de "matraz invertido". (Ampliación me
nal. nor que las anteriores).
Trofozoíto
Trofozoíto
Quiste
Dientamoeba fragilis
Endolimax nana
Quiste
lodamoeha butscbUi
Fig. 5.- Otras amibas parásitas del intestino humano (tinción con hematoxilina férrica).
PROTOZOOS
P r o t o zo os
At l a s de p a r a s it o lo g í a
F l a g el a d os i n t e s t i n a l e s
y atriales
T ro to zo íto d e frente
PROTOZOOS
P r o t o zo os
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
F l ag el ados
hemotisulares
PRO TO ZO O S
it f - “
P r o to z oo s
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
ñpi comp le xa.
Coccidi os m o n o xe n os
Fig. 1.- Zoíto de un Apicom plexa mostrando sus estruc Fig. 2.- A, estructura del ooquiste de Cryptosporidium; B, ooquis-
turas peculiares. C . conoide; Mcr. micronemas; R, Rop- tes de Crystosporidium teñidos con fucsina acida.
trias.
PROTOZOOS
P r o t o zo os
ñ m m m fé
j^ ^ H B |A S IT O L O G ÍA
flpicomplexa.
Hemosporidi os y p i ro p la s me o s
Fig. 2.- Frotis de sangre con Plasmodium vivax. Fig. 3.- Frotis de sangre con babesias.
PROTOZOOS
P r o to z oo s
M ixozoos Cilióforos
Parásitos obligados de vertebrados poiquilo- Protozoos de organización compleja y típi
termos (Peces) y de invertebrados, se carac cos de las colecciones acuosas y con abun
terizan por sus formas infestantes, unas espo dante materia orgánica, pero con algunas es
ras (fig. 1) protegidas por una cubierta bi- o pecies adaptadas a la vida parasitaria.
plurivalvada y provistas de una o más cápsu El nombre del Tipo alude a los cilios u órga
las polares en uno o dos extremos, cada una nos locomotores que recubren más o menos
de ellas dotada de un filamento tubular en completamente su cuerpo. Poseen citosto-
rollado en espiral y desenvaginable. ma, especie de orificio bucal celular que
Algunas especies tienen gran interés econó permite la ingestión de partículas sólidas, in
mico por los daños que pueden ocasionar en gestión que es auxiliada por las corrientes
las piscifactorías. M ixobolus pfeifferi es el provocadas por los cilios peribucales, con
agente causal de la «peste de los barbos», frecuencia más desarrollados que los del res
distinguiéndose los peces enfermos por las to del cuerpo, los cuales faltan en algunos
voluminosas masas tumorales, repletas de grupos. En su citoplasma se encuentran dos
esporas, que deforman su cuerpo (fig. 2). Mi- o más núcleos: un m acronúcleo, de forma
xobulus cyprini lo es de la «viruela de las variable, estructura maciza y rector de las
carpas», enfermedad caracterizada por la funciones tróficas; uno o varios micronúcle-
presencia de manchas cutáneas de color os, de aspecto vesiculoso, que tienen a su
blanquecino y aspecto papuloso (fig. 3). A4f- cargo las reproductoras. No sólo difieren de
xosoma cerebralis lo es de la «tornada de los los restantes Protozoos por su peculiar dupli
salmónidos». cidad nuclear, sino también por su particular
método de fecundación, que se efectúa por
M icrosporos conjugación.
Grupo próximo al anterior y con especies Su capacidad de enquistarse, que favorece la
también exclusivamente parásitas, pero con supervivencia de las formas de vida libre
esporas (fig. 4) desprovistas de cubiertas val- frente a las condiciones adversas del medio,
vadas y de cápsulas polares, aunque poseen permite también la invasión de los nuevos
también un tubo filiforme polar, arrollado al huéspedes, ya que los quistes son las formas
rededor del núcleo, cuya evaginación facilita dotadas de capacidad infestante en todos los
el paso del esporoplasma a las células que Protozoos enteroparásitos.
parasitan. Balantidium co li (fig. 5) es la especie más
Su interés reside en su capacidad patógena importante entre las parásitas. De gran tama
frente a insectos útiles para el hombre: No ño — hasta 80 p— y aspecto piriforme, se
sema bombicis es el responsable de la «pe- distingue fácilmente por la presencia de dos
brina» de las orugas de la mariposa de la se vacuolas pulsátiles, un voluminoso macro
da, que nacen ya infectadas de los huevos y núcleo reniforme y un pequeño micronúcleo
no llegan a formar sus capullos; N. apis lo es vesiculoso, alojado en la escotadura o con
del «loque» o diarrea de las abejas. cavidad de aquél. Prácticamente inocuo pa
Otras especies (algunas del género Guglea ra el cerdo, que es su huésped normal, su in
por ej.) pueden causar epizootias en peces o vasión ulcerativa de la pared del colon hu
cangrejos y, por lo tanto, son potencialmente mano puede ocasionar una disentería balan-
peligrosas en piscicultura. tidiana de carácter grave.
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
M íh o zo o s ,
mi cr o s p o r o s y cilióforos B/7
V ista frontal
N ú c le o s
N ú cle o s
V a c u o la
Fig. 2.- Barbo con típicas lesiones tumorales de la "peste de los barbos".
V ista lateral
v a c u o la
e sp o ro p lasm a
n ú c le o
fila m e n to p o la r
Fig. 4.- A, espora de-un Microspórido; B, célula intestinal de gusano de seda con esporas de Nosema bombicis.
Fig. 5.- Balantidium coli. En a, trofozoítos y quiste sin teñir; en b, teñidos por la hematoxilina.
PROTOZOOS
Platelmintos
LOS PLATELMINTOS PARÁSITOS ventosas anteriores, logrando avanzar con la
repetición de las citadas maniobras.
Los Platelmintos (del griego platys = «ancho», Su desarrollo directo podemos verlo en Polys-
helmins, genitivo -inthos = «gusano») son gusa tomum integerrimum (figuras 3 a 5), parásito
nos generalmente hermafroditas, con simetría de la vejiga urinaria de la rana cuando adulto,
bilateral y cuerpo deprimido, sin metameriza- cuyo ciclo biológico (fig. 6) muestra una nota
ción. Su cavidad general se encuentra oblitera ble correlación con el de su huésped.
da por un tejido mesenqulmatoso conjuntivo en Los huevos son eliminados a través de la cloa
cuyo seno se hallan incluidos el tubo digestivo, ca y, una vez en el agua y en el transcurso de
ciego en aquellos que lo poseen, y los órganos unas semanas, se desarrolla en su interior un
genitales. Interesan las Clases siguientes: embrión ciliado, con un disco caudal armado
Monogénidos.— Casi siempre ectoparásitos, de 16 ganchitos dispuestos circularmente. Al
con el tegumento desnudo; órgano de fijación salir del huevo deben alcanzar la cámara bran
constituido por un disco adhesivo caudal (el quial de un renacuajo; se fijan en sus bran
opistohaptor) provisto de ganchos, ventosas o quias y comienza el desarrollo, en su disco ad
de ambos tipos de formaciones; ciegos intesti hesivo, de las ventosas, que irán apareciendo
nales, simples o ramificados; ciclo vital simple dos a dos. Permanecen en la cámara branquial
(de donde el nombre de la clase). un par de meses, hasta que va a producirse la
Tremátodos.— Endoparásltos con tegumento metamorfosis del anfibio; cuando ésta llega a
desnudo; órganos de fijación constituidos ge su fin, el parásito pasa a la cavidad bucal y si
neralmente por dos ventosas, en una de las guiendo el tubo digestivo, llega finalmente a la
cuales, la anterior, suele abrirse el orificio bu cloaca para pasar desde allí a la vejiga urina
cal; tubo digestivo bifurcado y ciego; ciclo vi ria; después de fijarse sobre las paredes de és
tal complicado, con alternancia de generacio ta, el parásito continúa su desarrollo, el cual
nes (Digénidos). no completa hasta el cabo de unos tres años.
Cestodos.— Endoparásitos con tegumento Gyrodactylus eiegans (fig. 1), cuyo opistohaptor
desnudo y cuerpo segmentado de un modo está únicamente provisto de ganchos, es parási
peculiar (estrobilado); órgano fijador (el escó- to branquial de peces ciprínidos de agua dulce
lex) situado apicalmente y provisto de variadas (carpas, etc.); en invasiones masivas puede inter
formaciones adhesivas; aparato digestivo au ferir los mecanismos respiratorios de sus huéspe
sente; ciclo vital complicado. des, ocasionándoles la muerte por asfixia.
Existe un solo huevo uterino, que, por su esca
Los Monogénidos so vitelo, se desarrollará intrauterinamente; es,
En su mayoría son ectoparásitos de Peces, en cu por lo tanto, una especie vivípara, que da na
yas branquias, aletas y escamas viven adheridos cimiento a individuos ya preadultos. Es muy
gracias a su opistohaptor; algunas especies curioso el hecho de que cuando el embrión se
muestran tendencia hacia el endoparasitismo y encuentra todavía en el útero tiene ya formado
viven en el tramo anterior del tubo digestivo y en en su interior el germen de un segundo em
la vejiga urinaria de Peces, Anfibios y Reptiles. brión; éste puede contener ya un tercero, y el
Su fijación se realiza por medio del disco ad tercero puede presentar incluso un cuarto ger
hesivo caudal u opistohaptor, cuya cara ventral men en su interior (fig. 1, números I a IV).
está dotada de ganchos y ventosas, o de sólo Diplozoon paradoxum (fig. 2) es también pará
uno de los tipos de formaciones citadas; ade sito de las branquias de Ciprínidos. Es un caso
más existen ventosas anteriores más rudimen sumamente curioso porque, ya en su estado lar
tarias. Sus desplazamientos los realizan en for vario, los individuos se unen íntimamente dos a
ma similar al modo que las sanguijuelas: el pa dos, de modo que los adultos presentan sus
rásito fija sus ventosas cefálicas en la superficie cuerpos fusionados y, al parecer, sólo pueden
del órgano parasitado y, después de despren sobrevivir así apareados. Este estado de cópula
der el opistohaptor de su soporte, encorvan el permanente es uno de los ejemplos que pueden
cuerpo aproximando ambos extremos; fijan de ilustrar las adaptaciones sexuales al parasitismo,
nuevo el disco caudal y extienden el cuerpo cuando éstas tienen como fin asegurar la fertili
hacia adelante, para fijarse otra vez con las zación de los óvulos.
ÁTLÁS DE-PARASITOLOGÍA
Monogénidos
Fig. 1 Gyrodactylus
elegans.
Fig. 5.- Fases sucesivas del desarrollo del disco adhesivo caudal
(opistohaptor).
PLATELMINTOS
P l at e lmi n to s
A TLA S DE PARASITOLOGÍA
10
T r e má to d os .
Distómidos o f as c ío lo id e os
P lat el mi nt os
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
T r e m át o do s.
Esquistosómidos ItodEJ
P LA T E LM IN T O S
,1 "
P l at e lmi n to s
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
C es t o d o s . i
B o tr i oc é fa l o S ^ f c #
Fig. 1.- Botriocéfalo adulto. Fig. 5.- Ciclo biológico del botriocéfafo.
PLATELMINTOS
P l at e lmi n to s
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
C e s t o do s.
«Taeni a solium» y «T aeni a s a g i n a t a »
T. solium
Fig. 1 Escólex T, solium T. saginata
Fig. 2.- Anillos grávidos
PLATELMINTOS
P l at e lmi n to s
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
C e s t o do s.
Tenia equi nococo
hifTddosis™0005 cor^ero con 'ntensa Fig. 3.- Quiste hidatíríico hepático seccionado (2 vesículas hijas y numerosas
vesículas nietas).
P LA T E LM IN T O S lo
39
P l a t el m i n t os
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
C e s t od o s. « Hy me nol e pi s n an a» M
y «Dipylidium cani nu m» »
E scó le x
A n illo
grá vid o
PLATELMINTOS =
P l at e lmi n to s
■ i— n — M ^ iA s iT n i o r .Í A
Cestodos.
Dauai nei dos y an op l oc ef á li d os
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
R s ca r oi d eo s .
«H sc ar i s l umbri coi de s»
ABONO
FECAL
Alas cefálicas
Extremo cefálict
NEMATODOS
Ne mat od os
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
Oxiuroideos.
« E n t e r o b i u s u e r mí c u i ar i s»
ÍI
N iñ o pa rasitad o
N iñ o sano
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
E st rongil oideos.
Rnqui lost ómi dos ■ U H l
Hembra
"\
^ )' 1
Huevo con ocho tJfSüífSmeros
NI MAIODOS
4 9 ^
Ne mat od os
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
E s trongil oi deos
de a n i m a l e s d o m é s t i c o s D/4
c if á jt ' MadeiaS de Haem° nchus sobre la mu“ “ del Fig. 8- Bronquios de cordero con Dictyocaulus.
NEMATODOS
Ne mat od os
A T L A ® ^ ? A S IT O L O G Í A
Rabdit oi deos. M H
« S tr o n g y l o i d e s s t e r c o l a r i s » ■ J E S
b: Reinfestación
endógena
c: Reinfestación exógena
Hembra de
a: Infección exógeria
Larva estrongiloide o filariforme (5)
Fig. 1.- Ciclos evolutivos corto (1-2-5-1) y largo (1-2-3 y 4-2 bis- Fig. 2.- Modalidades de la infestación humana en la
5-1) del parásito. anguilulosis.
NEMATODOS
Ne mat od os
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
Dr acuncul oi deos
y e s p ir u ro i de o s U | ¡ ]
NEMATODOS
Ne mat od os
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
Fi laroi deos
Fig. 4.- Individuos afectos de elefantiasis. Fig. otras ;,|ari.,. tumor ahierto con
oncocercas.
NEMATODOS
Ne mat od os
Tricocefalosis Triquinosis
Las infestaciones ligeras cursan sin sintoma- La triquinosis humana puede cursar con sín
tología manifiesta. Cuando son muy intensas tomas leves, pero si la invasión muscular del
pueden provocar acentuados trastornos intes cerdo es intensa (1 g de embutido puede
tinales (dolores abdominales, diarreas y vó contener 3.000 quistes), basta la ingestión de
mitos) y pérdida del apetito, con frecuencia una pequeña cantidad de carne para ocasio
asociados a síntomas neurotóxicos (irrita nar al hombre una triquinosis grave.
ción, insomnio, vértigos, etc.). Las formas parásitas intestinales causan
una enteritis catarral febril, con dolores ab
«Trichinella spiralis» dominales, diarrea, náuseas y vómitos. Las
La triquina es un parásito de amplia difusión larvas emigrantes originan intensas m ani
mundial. Frecuente en América y en algunos festaciones toxémicas, siendo el edema fa
países europeos, abunda poco en África y en cial y el dolor de cabeza las más manifies
Asia y es muy raro en Oceanía; el parásito es tas. La invasión m uscular, con la co n si
prácticamente desconocido entre los maho guiente inflamación de los músculos afec-
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
Tri curoí deos.
T r icocé fal o y t riquina
Larvas enquistadas
en los músculos
tuesta de embriones en la
mucosa intestinal.
NEMATODOS
5'9
ñcantocéíalos
tados, se evidencia por la aparición de do chos (acantha = «espina», «gancho»; kefaleé
lores reumatoides y dificultades respiratorias, = «cabeza»).
masticatorias y de la deglución. La fase final,
la de enquistamiento, puede ser el comienzo «Macracanthorhynchus hirudinaceus»
de una recuperación lenta y progresiva, o de Es un parásito cosmopolita del cerdo. Los
un empeoramiento que conduce a un fatal adultos, de dimensiones relativamente gran
desenlace. des (10 a 30 cm las hembras y 5 a 12 cm los
machos), se encuentran fijados mediante su
Otros Tricuroideos probóscide en la mucosa del yeyuno (figura
1), y se caracterizan por su cuerpo aplanado
Diversas especies del género Trichuris son y atenuado en la región caudal, su color gris-
parásitos de animales domésticos: T. suis, es rosado y por presentar la cutícula sembrada
pecie próxima a la del hombre, lo es del cer de acentuadas arrugas transversales.
do; T. vulpis del perro; T. ovis y T. globulosa Las hembras realizan una puesta diaria de
se encuentran en corderos, cabras y bovinos. unos 80.000 huevos embrionados (fig. 3), cu
Otro género, Capillaria, de cuerpo con as yo embrión, denominado acantor, posee una
pecto enteramente capilar, incluye, entre corona de ganchitos en su polo anterior.
otras, especies responsables de graves afec Cuando son ingeridos por los denominados
ciones gastrointestinales en aves de corral «gusanos blancos» (larvas de Cetonia, fig. 4,
(por ej. C. annulata y C. caudinflata, frecuen Melolontha y otros Escarabeidos), los embrio
tes en esófago y buche de gallinas, pavos, pa nes eclosionan y se dirigen a la cavidad gene
tos y palomas), que se adquieren a través de ral de estas larvas de escarabajos, donde, des
la ingestión de lombrices de tierra que actúan pués de sufrir una muda, quedará enquistada
como huéspedes intermediarios. la larva metacíclica infestante (cistacanto).
Son también frecuentes las capilariasis en La infestación del cerdo se produce como
mamíferos, tanto domésticos como silvestres, consecuencia de la ingestión de las larvas de
que en algunos casos pueden actuar como escarabeidos infestadas. Los parásitos dan lu
reservorios de afecciones humanas. C. bovis gar a la aparición de necrosis locales de la
parasita el intestino de bovinos, caprichos, mucosa Intestinal, que pueden ser origen de
venados y antílopes. C. aerophila se localiza una perforación intestinal y de la subsiguien
en el árbol respiratorio de perros y gatos, así te peritonitis; los lechones pueden morir sú
como en carnívoros silvestres, y ha sido cita bitamente, sin haber mostrado antes ningún
da ocasionalmente en el hombre. C. hepática síntoma. El parasitismo humano, accidental,
(D/8, fig. 4), frecuente en el hígado de ratas, es muy raro.
se halla también en diversos mamíferos, el
hombre entre ellos. C. ph ilipinensls, cuyo «Moniliformis moniliformis»
huésped reservorio normal se desconoce, es Es parásito intestinal de las ratas y sólo ex
un parásito intestinal humano altamente pa cepcionalm ente del hombre. Los gusanos
tógeno en el SE asiático. adultos, cuyas dimensiones son similares a
las de la especie anterior, tienen un aspecto
LOS A CAN TO CÉFALO S muy característico (fig. 5), al cual alude su
nombre científico (moniliforme = «arrosaria-
Forman un grupo muy característico de gusa do»). El desarrollo larvario se efectúa en di
nos parásitos intestinales de ciclo evolutivo versas especies de cucarachas (fig. 7).
indirecto; las formas adultas pueden encon
trarse en el intestino de diversos grupos de Acantocéfalos de los animales domésticos
Vertebrados, mientras que las formas larvarias En Norteamérica el perro es parasitado por
se desarrollan fundamentalmente en Artrópo O ndeóla canis, pequeño acantocéfalo que
dos (crustáceos e insectos), que cumplen el infesta con frecuencia al coyote. Polymorphus
papel de huéspedes intermediarios pasivos. boschalls y Filllcolis anatis son especies de ta
Los Acantocéfalos son gusanos unisexuales, maño inferior a 1 cm que parasitan con cierta
con los machos siempre más pequeños que frecuencia a las palmípedas domésticas (pato,
las hembras y con el cuerpo, ¡nsegmentado, oca y cisne) y salvajes, más raramente a la ga
de aspecto cilindráceo o algo aplanado. Su llina, y cuyo desarrollo larvario se efectúa en
rasgo más característico es la presencia de pequeños Crustáceos acuáticos (Asellus acua-
una probóscide o trompa cefálica (figs. 2 y ticus, Cammarus pulex, etc.); las infestaciones
6), la cual utilizan como órgano de fijación Intensas pueden llegar a ocasionar una eleva
y cuya superficie aparece erizada de gan da mortalidad en las aves parasitadas.
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
« M a c r a c a n t o r h y n c h u s h i r u d i n ac e us » I
y « Mon il i for mi s moni l if or mi s» m SM M
Fig. 2.- Tompa con ganchos dis Fig. 3.- Huevo embrionado de
puestos en series espirales de M. M . hirudinaceus.
hirudinaceus.
ACANTOCÉFALOS
Pentastómidos
GENERALIDADES Únicam ente dos especies tienen relación
Forman un pequeño conjunto de Metazoos con el hombre o con los animales domésti
exclusivamente parásitos. Su asignación siste cos.
mática no está muy clara; situados por algu
nos entre los Arácnidos, la tendencia actual «Linguatula serrata»
es la de considerarlos como un tipo indepen Las formas adultas de este parásito se locali
diente, con afinidades con los Crustáceos zan en las fosas nasales del perro (fig. 6) y
Branquiuros. del gato, y con menor frecuencia en los se
Los Pentastómidos (perita = «cinco»; stoma = nos frontales. Su nombre alude a la forma de
«orificio», «boca») reciben también el nom lengüeta de este pentastómido y al aspecto
bre de Porocefálidos. Ambas denominaciones aserrado de los bordes de su cuerpo (figuras
aluden a un típico carácter de estos parásitos, 1 y 5). Las hembras, que llegan a medir unos
la presencia de cinco poros u orificios en el 9 o 10 cm, son mucho mayores que los ma
extremo cefálico (fig. 2), en uno de los cuales, chos, cuya longitud raramente rebasa los 2
el central, se abre la boca, mientras que los cm.
otros cuatro corresponden a unas invagina Los huevos puestos por la hembra son arras
ciones cutáneas en las cuales se encuentran trados al exterior con las mucosidades nasa
unos ganchos que son usados como órganos les y los estornudos y así contaminan la hier
de fijación. ba y ganan después acceso a los rumiantes
Su cuerpo, vermiforme y desprovisto de seg domésticos, los cuales adquirirán la infesta
mentación, presenta un aspecto anillado; en ción larvaria al pacer en los pastos contami
algunas especies (fig. 1), el cuerpo es deprimi nados.
do y presenta los anillos cuticulares con el La linguatulosis provocada por los adultos
borde posterior más ancho que el anterior del no suele tener consecuencias graves para los
subsiguiente, por lo cual el cuerpo muestra carnívoros domésticos. En cambio, las for
un aspecto aserrado; en otras, el cuerpo es ci mas larvarias del parásito, enquistadas en el
lindrico y está provisto de unos engrasamien hígado y ganglios linfáticos mesentéricos de
tos anulares que le confieren un aspecto de las vacas, cabras y ovejas, pueden ser causa
tomillo (fig. 7). de trastornos graves en los animales que so
Su dimorfismo sexual se hace patente por el portan infestaciones intensas.
diferente tamaño de los individuos de uno y
otro sexo. Su ciclo evolutivo, indirecto o hete- «Armillifer armillatus»
roxeno, se cumple totalmente en huéspedes Es una especie frecuente en los pulmones y
vertebrados; los adultos habitan en los con la tráquea de los grandes ofidios africanos.
ductos respiratorios de vertebrados de hábitos De dimensiones similares a las de la linguá-
carnívoros, mientras que las formas larvarias tula, su aspecto es muy característico e in
son alojadas por otros vertebrados de alimen confundible (fig. 7).
tación herbívora u omnívora que les sirven de Las ninfas de L. serrata pueden pasar a la re
huéspedes intermediarios. Durante el transcur gión rinofaríngea humana al consumir híga
so de su vida, una hembra pone varios miles o dos poco cocidos de animales parasitados,
cientos de miles de huevos embrionados (fig. ocasionando una afección conocida como
3), que llegan al exterior reunidos en grupos y «halzoun». Las de A rm illifer afectan con
arrastrados por las mucosidades que segregan cierta frecuencia a los nativos de ciertas re
las vías respiratorias. Cuando estos huevos son giones del África Tropical. Esta frecuencia
ingeridos por un huésped adecuado, los em tiene su explicación en el hecho de que los
briones (fig. 4), provistos de dos pares de indígenas utilizan estas serpientes como ali
apéndices articulados y armados de dos uñi- mento, así como en la manipulación de es
tas, eclosionan al llegar a su intestino; después tos ofidios en el ritual de algunos cultos indí
de abandonar el conducto digestivo y de sufrir genas. Las larvas desarrolladas (fig. 8), a las
las correspondientes mudas, las larvas metací- que algunos autores dan el nombre de «nin
clicas o infestantes (figuras 5 y 8) se enquistan fas», se enquistan arrolladas en espiral, en el
en diversas visceras del huésped intermedia pulmón, hígado y mesenterio de los anima
rio, esperando a que éste sea devorado por un les que actúan a modo de huéspedes inter
huésped definitivo para completar en él su de mediarios, como es el caso, habitualmente,
sarrollo. de los antílopes y de los monos.
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
« L i ng u at u l a» y
Rr mi l li fe r a r m il l at u s»
pen tast | m id o s
Artrópodos
LOS ARTRÓ PO D O S pueden atacar al hombre, fijándose en sus extre
PARÁSITOS midades interiores, o extendiéndose por todo el
cuerpo, si son muy numerosas: una vez sacia
El interés parasitológico de los Artrópodos deri das, se dejan caer al suelo, se entierran para pa
va del elevado número de especies que viven sar el invierno en fase quiescente, y alcanzan el
como endoparásitos o ectoparásitos permanen estado adulto al llegar la nueva primavera.
tes o temporales, que actúan como vectores me Trombicula autumnalis, el «ácaro de la siega»,
cánicos o biológicos de los más diversos agentes es una especie europea que provoca en el
¡nfecto-contagiosos, o que sin/en de huéspedes hombre una intolerable erupción cutánea co
intermediarios pasivos de otros parásitos. nocida con el nombre de «eritema otoñal». T.
Las especies de mayor interés en Parasitología alfreddugesi está ampliamente extendida en el
humana y animal se encuentran entre los Arác Nuevo Continente. T. akamushi, especie asiáti
nidos y los Insectos. Los primeros, artrópodos ca, vehicula una grave rickettsiosis denomina
esencialmente terrestres, quelicerados y traque da «fiebre fluvial del Japón».
ados, de cuerpo dividido en dos únicas regio
nes — cefalotórax y abdomen— y con cuatro ÁCAROS MESOSTIGMADOS
pares de patas en su estado adulto, incluyen un LOS DERMANÍSIDOS
solo orden digno de nota bajo el aspecto que
nos ocupa: el de los Ácaros. Los segundos, Ácaros de escaso tamaño y finos tegumentos,
también traqueados pero antenados, tienen el provistos de escudos dorsales que sólo cubren
cuerpo dividido en tres regiones — cabeza, tó la parte central de esta región: sus finos quelí-
rax y abdomen— y los adultos poseen tres pa ceros, a menudo aciculares en las hembras, fa
res de patas, acompañados de dos pares de cilitan sus hábitos hematófagos.
alas en la mayoría de los Órdenes que com Dermanyssus gallinae (fig. 5) mide unos 3/4 de
prende la Clase. mm. Vive escondido durante el día en las grie
tas de los gallineros y sale por las noches, a ve
Ácaros parásitos ces a miríadas, para saciarse sobre las aves en
ÁCAROS PROSTIGMADOS reposo. Estas acusan la acción expoliatriz e irri
LOS DEMODÍCIDOS tante que ejercen tales parásitos, por la apari
ción de estados anémicos (los polluelos pue
Son los diminutos ácaros de los folículos pilo den morir exangües) y por la reducción de la
sos, característicos por el peculiar aspecto de puesta. Ornithonyssus bursa, especie propia de
su cuerpo, alargado y anillado en la región ab los países cálidos, suplanta a la anterior en el
dominal, y con patas reducidas a muñones. Nuevo Continente; común sobre gallinas y pa
El Demodex folliculorum (fig. 1) vive en los fo lomas, puede atacar también, aunque sea de
lículos pilosos del hombre (fig. 2), principal modo ocasional, al hombre.
mente en los pliegues nasales: a pesar de que
su parasitismo es frecuente, éste pasa en gene ÁCAROS ASTIGMADOS
ral inadvertido, siendo dudoso el papel que al LOS PIROGLÍFIDOS
gunos le asignan respecto a ciertas afecciones
cutáneas. Son ácaros de vida libre y de tamaño micros
Otras especies, en cambio (D. canis del perro, cópico (fig. 6). Rostro con quelíceros promi
D. phylloides del cerdo, etc.), pueden causar nentes y cuerpo alargado, con la cutícula fina
graves sarnas demodécicas en los animales do mente plegada y las estrías interrumpidas por
mésticos, sarnas que se inician con la apari uno o dos escudos dorsales finamente puntea
ción de erupciones nodulares depilantes y que dos, y con los tarsos de sus patas provistos de
pueden conducir a un fatal desenlace en las in una ventosa. Los machos, más pequeños que
vasiones generalizadas. las hembras, presentan usualmente un par de
ventosas adanales.
LOS TROMBICÚLIDOS Se encuentran a veces en nidos de aves y ro
edores, pero su interés radica, principalmen
Las formas adultas, depredadoras, resaltan por te, en su presencia en el polvo doméstico,
sus colores vivos y la forma de su cuerpo densa constituyendo una importante fracción de la
mente piloso (fig. 3). Las larvas hexápodas (fig. fauna acariña presente en el mismo.
4), conocidas en Suramérica con el nombre de D erm atophagoides pteronyssinus, D. fari-
«bichos colorados», abundan sobre la vegeta nae y Euroglyphus maynei pueden ser muy
ción en algunas zonas, principalmente a fines abundantes en el ambiente doméstico, so
de verano y en otoño. Las de algunas especies bre todo en dorm ito rios, ya que se aIi-
ATLAS DÉ PARASITOLOGÍA
Picaros p r o st i gma d os ,
mesostigmados y astigmados
Fig. 5.- Dermanyssus gallinae hembra, visto Fig. 6 .- Dermatophagoides pteronyssinus, hembra, y extremo posterior del
dorsalmente. (Dermanísidos). macho vistos ventralmente. (Piroglífidos).
ARTRÓPODOS
Artrópodos
mentan con las escamas dérmicas que se des llo. Cnem idocoptes gallinae causa la sarna
prenden del cuerpo humano Su presencia está desplumante de las gallinas, y Cnemidocoptes
estrechamente relacionada con las alergias o mutans (fig. 3) produce la sarna de las patas de
atoplas respiratorias, caracterizadas por acce estos volátiles, en las cuales se forman unas
sos asmáticos, que sufren las personas hiper- prominentes costras de estructura esponjosa
senslbil Izadas frente al polvo casero. (fig. 4), en cuyo interior los ácaros pululan en
grandes cantidades.
LOS SARCÓPTIDOS
LOS PSORÓPTlDOS
Son Acaras de tamaño muy pequeño, apenas
perceptibles a simple vista, y de cuerpo vesicu A diferencia de los Sarcóptidos, los Psorópti-
loso y color grisáceo o rosado, con el tegu dos, de cuerpo oval y largas patas, permane
mento recorrido por una fina estuación trans cen sobre la piel de sus huéspedes, realizando
versal que recuerda el dibujo de las huellas di la puesta de los huevos en los bordes de las le
gitales Las patas, muy reducidas en algunos siones. Muestran preferencia por las reglones
grupos, están sostenidas por refuerzos cutáneos densamente pilosas; las lesiones, al extender
(epímeros) y aparecen Implantadas en dos gru se, provocan la caída ya del pelo, ya de la la
pos, uno anterior y otro posterior, terminando na, de las regiones afectadas
en ventositas pediceladas o en largas cerdas. Psoroptes equi (fig. 5), con numerosas varieda
Machos y hembras difieren por el menor tama des adaptadas a diferentes animales domésti
ño de los primeros, provistos, en algunos gru cos, es el causante de las sarnas psorópticas,
pos, de ventosas copuladoras, siendo también de las cuales es especialmente importante la
un carácter distintivo la diferente distribución de las ovejas (fig. 6). Otodectes cynotis origina
de las ventositas pediceladas en las patas de lesiones purulentas graves en el conducto au
los Individuos de uno u otro sexo. ditivo del gato y del perro. Diversas especies
Los Sarcóptldos tienen hábitos excavadores, del Género Chorioptes actúan como agentes
penetrando profundamente en la epidermis. Es de las sarnas coriópticas, en las que las lesio
tas actividades minadoras producen una inten nes se encuentran, de preferencia, en las patas
sa irritación local que, complicada con la infla y las orejas.
mación provocada por la rascadura, conduce a
la aparición del cuadro típico de las sarnas. LOS ACÁRIDOS
Sarcoptes scabiei (fig. 1) es el «arador de la sar
na» del hombre, en quien las lesiones asientan Son ácaros pequeños, pero muchos de ellos per
preferentemente en sitios de piel fina (pliegues ceptibles a simple vista, como puntos blancos,
interdigitales y de la muñeca y los codos, cara nacarados, que se desplazan. Su cuerpo, alarga
interna del muslo, escroto en el hombre y plie do y ornado con largos pelos y con patas bien
gue submamario en la mujer). El prurito se acen desarrolladas y terminadas por una uña y una
túa por la noche, durante la cual transcurren las carúncula adhesiva, termina apicalmente por
horas de máxima actividad de los parásitos. Las unos quelíceros muy desarrollados (fig. 7. q).
hembras ponen los huevos en los túneles exca Se encuentran frecuentemente sobre alimentos y
vados por ellas y a los pocos días eclosiona la otros productos almacenados. Acarus syro prin
larva hexápoda, la cual pasa a ninfa octópoda cipalmente en cereales y sus derivados (harinas,
en una galería que nace de la materna, o bien etc.); Tyrophagus putrescentiae y otras especies
sale a la superficie para iniciar la excavación de próximas (T. longior) infestan habitualmente pro
una galería propia, en donde alcanzará la ma ductos con alto contenido graso y proteico, co
durez sexual. Las hembras permanecen siempre mo jamones y quesos, en los que también es
en sus galerías, mientras que los machos salen al frecuente hallar Tyrolichus casei, conocido co
exterior para buscarlas y efectuar la cópula. Las mo «ácaro del queso». Otros Acáridos se hallan
formas juveniles (ninfas y hembras inmaduras) con frecuencia asociados a frutos secos, semillas
son las responsables del contagio de la sarna, oleaginosas y harinas de todo tipo.
que se adquiere por contacto directo enfermo- Su abundancia, a veces extraordinaria en estos
sano, o por el uso de ropas (pongamos por caso productos almacenados, facilita su paso al
de cama, toallas, etc.) que, poco antes, hubiesen hombre, especialmente a aquellos que los ma
estado en contacto con un paciente. nejan, ocasionando dermatitis muy prurigino-
Otras especies del Género Sarcoptes causan sas, conocidas como «sarnas de los tenderos o
las sarnas sarcópticas de los animales domésti especieros», que revelan un estado especial de
cos. Notoedres cati (fig. 2) produce la sarna sensibilización al contacto no sólo de los áca
notoédrica del gato, en la que las lesiones ros vivos, sino también a sus exuvias y excre
asientan en las orejas y región dorsal del cue ciones.
i ATLAS DE PARASITOLOGÍA
Rc ar os a s t i g m a d o s
Fig. 1.- Sarcoptes scabiei. En A, la larva; en B, el macho visto ventralmente; en C , la hembra vista dorsalmente, y en D,
hembra en una galería epidérmica.
Fig. 3.- Cnemidocoptes mutans, hem Fig. 4.- Sarna nemidocóptica de las patas
bra. Cara dorsal. de la gallina.
Fig. 2.- Notoedres cati, hembra. Cara
dorsal.
Fig. 5.- Psoroptes equi, macho, Fig. 6.- Sarna psoróptica de la oveja. Fig. 7.- Tytophagus putrescentia*
cara ventral. hembra. Cara dorsal.
ARTRÓPODOS
Artrópodos
Fig. 9.- Argas persicus. Fig. 10.- Otobius megnini. Fig. 11.- Ornithodorus erraticus
á fM
ARTRO K JP O S
6”
Artrópodos
J H I^ ^ ^ p tA S IT O L O G ÍA
I n s e c t o s , ñnopluros,
m a l ó f a g o s y h em í p t e r o s
Fig. 8.- El Cim ex lectularius. En A, hembra; en B, huevo, y en C, ninfa. Fig. 9.- El Tria toma megista.
ARTRÓPODOS
Artrópodos
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
Insectos.
Dí pteros b ra q u í c e r o s : t a bá ni dos
Fig. 1.- Tabanus bovinus. Fases de su ciclo biológico. En A, hembra; en B, puesta de huevos; en C, larva; en D, pupa.
ARTRÓPODOS
73
Artrópodos
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
Insectos. I V h!
Dípteros c ic l o r r a f os : m ú s ci do s y fáni dos
Fig. 4.- Stomoxys calcitraras y arista antenal. Fig. 5.- Clossina palpalisy arista antenal.
Hrtrópodos
a tlas de P a r a s i t o lo g ía
Insectos.
Dípteros c ic lo r r a f o s : cal if ór idos y s a r c o f á g i d o s
Fig. 4 .- Larvas de Califóridos y Sarcofágidos. En A , estigmas posteriores de la larva de Lu c ilía ;e n B, larva de Crysomya; en C , larva
de Callitroga americana; en D, larva de Sarcophaga y sus estigmas posteriores, d).
ARTRÓPODOS
Artrópodos
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
78
Insectos. M R
Dípteros c ic l o r r a f os : é s t r i d o s y pupíparos
Fig. 3.- Oestrus ovis, hembra. En A , su larva. Fig. 4.- Hypoderma bovis, hembra. En A, el huevo, y en B, la
larva.
Fig. 5.- Dermatobia hominis, hembra. Fig. 6 .- Hippobosca equina. Fig. 7.- Melophagus ovinus.
ARTRÓPODOS
Artrópodos
DÍPTEROS NEMATÓCEROS por otra parte, patógenos para las aves do
mésticas.
El interés de estos Dípteros, conocidos gené
ricamente con el nombre de mosquitos, resi LOS HELEIDOS
de en el importante papel vectorial que tie
nen a su cargo muchas de sus especies, pa Son (fig. 2) los más diminutos. Nematóceros
pel que está asociado a los hábitos hemató de interés sanitario, raramente superiores a los
fagos de las hembras. 2 mm, que en época nupcial vuelan en en
jambres sobre charcas y pantanos. Las espe
LOS SIMÚLIDOS cies de interés pertenecen al Género Culicoi-
des, siendo conocidas como «jejenes» en Su-
Son (fig. 1) los Nematóceros de aspecto me ramérica. Los adultos, con alas en forma de
nos acorde con el concepto vulgar de mos raqueta y moteadas con manchas pálidas, pi
quito. Los adultos son pequeños insectos (2- can durante el día, al aire libre, y penetran
5 mm) de color generalmente oscuro, cuerpo por la noche en las casas. Sus larvas acuáticas
robusto y giboso, alas cortas, triangulares e son diminutas criaturas de cuerpo filiforme,
iridiscentes, y antenas también cortas y de que nadan activamente con movimientos on
aspecto an illado . Activos durante el dia, dulantes semejantes a los de una anguila; las
pueden verse volar cerca de las corrientes de pupas recuerdan las de los Culícidos, pero
aguas limpias y de curso rápido. tienen el cuerpo recto y permanecen immóvi
Las hembras ponen sus diminutos huevos fi les en contacto con la superficie del agua.
jados sobre las piedras y sobre la vegetación, C. grahami, C. austeni y C. furens transmiten
inmediatamente por debajo del nivel del dos filarlas parásitas humanas (A. perstans y
agua. Las larvas, que sólo viven en aguas M . ozardi), en tanto que otras especies vehi
limpias y bien oxigenadas, donde respiran culan las oncocercas del caballo y otras han
mediante pequeñas branquias anales, tienen sido consideradas responsables de la transmi
un aspecto fusiforme, cabeza provista de dos sión de virus, tales como el de la «lengua
potentes brochas de pelos, destinadas a re azul» de los corderos y el de la «viruela
mover el agua y a arrastrar a la boca los mi aviar» de las gallinas.
croorganismos y partículas orgánicas de que
se nutren, y un apéndice ventral en su región LOS FLEBOTÓMIDOS
torácica, indivisa; su abdomen termina en
una especie de disco adhesivo con el cual se Son (fig. 3) diminutos Nematóceros (2-3 mm)
fijan en las rocas y otros objetos sumergidos, de largas antenas, color pajizo y cuerpo y alas
evitando así el ser arrastradas por la corrien enmascarados por abundante pilosidad, que
te. Al ir a transformarse en pupas, tejen un se posan con sus alas lanceoladas divergentes,
capullo en forma de bolsillo sobre las hojas dispuestas formando un ángulo de unos 45°
de las plantas acuáticas sumergidas, en cuyo con el eje corporal. Conocidos en España con
interior se alojarán las pupas, dotadas de el nombre de «beatas», son malos voladores,
branquias de aspecto arborescente; la eclo que se desplazan sobre los muros volando a
sión de los ¡magos se efectúa en la superficie pequeños saltos ascendentes. Las larvas, que
del agua. viven en lugares umbríos, sobre la materia or
Como sucede con los restantes Nematóce gánica en descomposición, semejan pequeñas
ros, sólo las hembras son hematófagas. Ata orugas y se distinguen por los largos pelos im
can a los animales domésticos y al hombre, plantados en el último segmento abdominal;
pudiendo causar accidentes, graves cuando las pupas conservan la cutícula o exuvia lar
lo hacen en enjambres, como sucede en el varia en su extremo abdominal .
área centroeuropea, donde Simulium colum- Los adultos, atraídos por la luz eléctrica, pe
baczense, que pica al ganado en los con netran en las habitaciones por la noche, pro
ductos nasales, puede causar en la mucosa duciendo picaduras dolorosas y muy prurigi-
nasal intensas inflamaciones, capaces de ori nosas. Phlebotomus papatasii vehicuia el vi
ginar la muerte de los animales por asfixia. rus de la «fiebre papataci» o «de los tres dí
S. damnosum, del África tropical, y S. avi- as»; P. verrucarum y P. noguchi son los vecto
dum, de América, se cuentan entre los vec res de la «fiebre de Oroya», bartonelosis pro
tores de la Onchocerca volvulus; otros Simú- pia de los valles andinos del Perú; numerosas
Iidos vehiculan, aparte oncocercosis del ga especies peridomésticas y silvestres de los gé
nado, diversas especies de Leucocytozoon y neros Phlebotomus y Lutzomyia son respon
Haemoproteus, hematozoarios relacionados sables del contagio de las leishmaniosls cutá
con los causantes del paludismo humano y, neas y viscerales.
B ^ * |A S IT O L O G ÍA
I n s e c t o s . Dípteros n e m a t ó c e r o s :
s imúl idos, he le idos y f l ebot ómi dos
ARTRÓPODOS
81
Artrópodos
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
Insectos.
Dípteros n e m a t ó c e r o s : culícidos 6/1 0
■
Culex, posición de
Anopheles, posiciór
de reposo
Cabeza de Culex
Cabeza de Anopheles
A nopheles maculipennis
Cabeza de Culex
Cabeza de A nopheles
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Larva de Anopheles
Pupa de Culex
L a rva d e Culex
P up a d e A nopheles
Fig. 2.- Fases del ciclo biológico de los Culícidos, mostrando los caracteres diferenciales entre Culicinos y Anofelinos.
ARTRÓPODOS
Artrópodos
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
Insectos.
S i f o n á pt e ro s
Fig. 1.- Fases del ciclo biológico de Pulex ¡rritans. En A , hembra; en B, macho; en C , huevos; en D, larva, y en E,
pupa separada del capullo.
Fig. 2 Cabeza de Xenopsylla cheopis. Fig. 3.- Cabeza y pronoto de Ctenocephalides felis.
Fig. 4.- Tunga penetrans. En A, hembra joven; en B, hembra grávida, y en Fig. 5.- Echidnophaga gallinácea. Cabeza de.
C, niguas fijadas en el dedo gordo del pie. gallina infestada por esta pulga.
ARTRÓPODOS
La lucha antiparasitaria
LA LUCHA ANTIPARASITARIA mineros— les predisponga al contagio.
Algunos quistes de protozoos y huevos de
La lucha antiparasitaria se propone interrumpir helmintos (oxiuros) pueden seguir viables en
o desorganizar el ciclo blológico-propagativo tre el polvo casero, más aún si la atmósfera es
de los parásitos de importancia sanitaria o eco húmeda: evitar la dispersión y levantamiento
nómica, y con esto, la reducción de la inciden del polvo contribuye, pues (fig. 6), a evitar la
cia de las enfermedades parasitarias del hombre difusión de estos agentes parasitarios.
y de los animales domésticos, y la limitación o Vimos que algunas helmintiasis subsiguen a
la prevención de las nuevas infestaciones de los la ingestión de pescados (botriocefalosis) o de
huéspedes potenciales todavía sanos. carnes (triquinosis, teniasis) infestados con las
Recursos a tal fin: a, la destrucción de los pa formas larvarias metacíclicas. De no existir
rásitos adultos, en el organismo de los hués absoluta certeza sobre la inocuidad de estos
pedes definitivos; b, de sus formas evolutivas alimentos, sólo se ingerirán después de per
de vida libre, o la alteración de las condicio fectamente cocidos o de haber permanecido
nes ambientales que favorecen su desarrollo y un tiempo suficiente a temperaturas de con
persistencia; c, la destrucción de los huéspe gelación de -20° (figs. 7 y 8).
des intermediarios, o modificación de los fac Frente a las parasitosis de diseminación debi
tores ambientales que propician su existencia da a los Artrópodos — principalmente los In
y multiplicación; d, la adopción de las medi sectos— y tanto si la vehiculación es mecáni
das que impidan el acceso, al organismo del ca (enteroparasitosis varias) como metacíclica
huésped definitivo, de las formas infestantes y activa (paludismo, leihsmaniosis, tripanoso
parásitas. miasis, etc.), las medidas profilácticas pueden
El recurso a es objeto de la terapéutica antipa ser de carácter pasivo o activo. De protección
rasitaria; los restantes b, c y d, preventivos, pasiva: empleo de mallas metálicas o de plás
constituyen diferentes facetas o enfoques de tico en puertas, ventanas, etc. (fig. 9), contra
la profilaxis antiparasitaria. la penetración de los insectos vectores en las
viviendas; aislamiento de los alimentos (fig.
Profilaxis antiparasitaria 10) en cuanto a las moscas y otros disemina-
PROFILAXIS INDIVIDUAL dores mecánicos (cucarachas, por ejemplo);
O PERSONAL aplicación de productos químicos «repelen
tes» o «ahuyentadores» (¡ndalona, dimetilfta-
Adecuada atención a la higiene personal, idó lato, etc.) sobre las ropas o la piel para alejar
neo tratamiento del agua de bebida y de cier a los insectos hematófagos y evitar sus pica
tos alimentos —fuentes frecuentes del conta duras. La profilaxis activa se lleva a efecto re
gio—, tales son las medidas primordiales de curriendo al empleo racional de modernos in
esta profilaxis individual. El cuidadoso lavado secticidas de contacto (organoclorados, orga-
de las manos, sobre todo antes de comer, y el nofosforados, carbamatos y piretroides) (fig.
de las verduras (fig. 3) que se ingieren crudas 11), cuyo poder residual elevado hace que
(ensaladas), o su desinfección, reducirán el sus efectos persistan bastante tiempo en los
riesgo de la ingestión de quistes y huevos de locales o estancias a que fueron aplicados.
protozoos y gusanos enteroparásitos (amibas, Indicaremos, finalmente, la posibilidad de lo
giardias, ascáridos, tricocéfalos, etc.), que se grar una protección individual mediante la ad
evita también absteniéndose de beber aguas ministración, con carácter preventivo, de algu
de origen dudoso que no hayan sido previa nos fármacos antiparasitarios. Así, la adminis
mente filtradas o hervidas (fig. 2). Debe deste tración de cloroquina, cuya toma se inicia an
rrarse el pernicioso hábito de defecar en cam tes del desplazamiento a una zona palúdica y
po abierto, origen frecuente de esta polución se finaliza una vez se regresa a la zona de re
del suelo y del agua, como también el em sidencia, puede proporcionar una eficaz pro
pleo de las excretas humanas para el abonado tección frente a una eventual infección.
de hortalizas (fig. 4), que convierte estos ali
mentos en vehículos de infestaciones parasi PROFILAXIS GENERAL O PÚBLICA
tarias.
Contra los parásitos cuyas formas metacíclicas La adopción de medidas preventivas generales
infestantes penetran a través de la piel (esquis- frente a la difusión de enfermedades parasita
tosomas, anquilostomas, anguílulas, etc.), la rias en la masa de la población incumbe ex
protección individual puede lograrse emple clusivamente a las autoridades sanitarias, y
ando calzado impermeable (fig. 5), sobre todo con frecuencia son llevadas a efecto en estre
por personas cuya profesión — agricultores, cha cooperación internacional. En colabora-
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
Pr of i la xi s
indiuidual H/l
Fig. 1.- Higiene personal. Fig. 2.- Filtrar o hervir el agua de bebida dudosa. Fig. 3.- Lavar las verduras consu
midas crudas.
Fig. 4.- Rigurosa abstinencia de empleo Fig. 5.- Protección de las piernas en las Fig. 6.- Evitar el barrido en seco para no
de aguas residuales. operaciones de cultivo. levantar polvo.
Fig. 7.- Cocer bien las carnes o pescados sos Fig. 8 La congelación, prolongada suficientemente, a -20° C puede causar
pechosos. la muerte de las larvas de helmintos contenidos en carnes y pescados.
Fig- 9.- Evitar la penetración de los insec- Fig. 10.- Evitar el contacto de los ali- Fig. 11.- Uso racional de insecticidas,
tos vectores en las viviendas. mentos con los insectos.
LA LUCHA ANTIPARASITARIA
La lucha a n t i p a r a s i t a r i a
ción con las rectoras de los servicios públicos, depresión (afectos de SIDA entre ellos). Para
previenen los peligros de contagio de gran nú combatir las devastadoras coccidiosis de las
mero de enteroparasitosis, asegurando un idó aves de corral, del conejo y del ganado, ade
neo suministro de aguas potables y conduc más de algunos fármacos clásicos (sulfaquino-
ción y eliminación adecuadas de las residua xalina, nicarbazina, etc.), se cuenta con una
les; estudian y dirigen el saneamiento de terre amplia gama de compuestos (amprol, ethoba-
nos, modificando las condiciones ambientales te, ¡salocid, monensina, princina, salinomici-
frente al desarrollo de numerosos vectores na, etc.) que, si bien con actividad diversa
(mosquitos, simúlidos, etc.) o de determinados frente a las distintas especies de coccidios res
huéspedes intermediarios (moluscos acuáticos ponsables de las mismas, aseguran, adiciona
en que se desarrollan las formas larvarias de dos a los piensos, una quimioprofilaxis efecti
los esquistosomas y otros tremátodos); pro va de estas afecciones parasitarias.
mueven las grandes campañas de lucha activa Para el tratamiento de la enfermedad del sue
(desinsectación masiva, lucha molusquicida), ño, además de la suramina, introducida ya en
y aseguran una intervención efectiva de los 1920, y de la pentamidina, sólo activas antes
alimentos potencialmente peligrosos (profila de que el tripanosoma haya iniciado la inva
xis de la triquinosis). sión del sistema nervioso central — la primera
Complemento positivo de estas medidas es la de ellas además con acción quimioprofilácti-
propaganda sanitaria educativa (escolar, fami ca— se cuenta con derivados arsenicales, co
liar. etc.), ya que el éxito de todos los factores mo el melarsoprol o Mel B, activos contra las
en juego para mantener a raya estas afeccio formas neuroinvasoras del parásito. La tera
nes depende, en gran manera, de una colabo péutica de la tripanosomiasis americana se ba
ración activa de la población. sa en el uso de productos (nifurtrimox y benz-
nidazol), activos tanto frente a las formas tripo-
Terapéutica antiparasitaria mastigotas hemáticas del parásito como contra
Tan solo mencionaremos —y de un modo par sus formas amastigotas intracelulares. Además
cial— algunos de los fármacos de reconocida de los citados para la tripanosomiasis africana,
actividad usados en las parasitosis de mayor inte otros fármacos se emplean con éxito en las tri
rés y difusión (ver lám. H/2). El carácter tóxico de panosomiasis de los mamíferos domésticos,
algunos, dependiente de las dosis y pauta tera entre ellas la quinipyramina y el diminazeno.
péutica empleadas, hace imprescindible el con El glucantime y pentostam son fármacos de
trol médico o veterinario de todo tratamiento. elección para el tratamiento de las leishmania-
sis, quedando como armas de segunda línea la
TERAPÉUTICA DE LAS PROTOZOOSIS pentamidina, usada en las leishmaniosis viscera
les recidivantes que no responden a las primera
El tratamiento de la disentería amibiana se ha mente citadas, y anfotericina B que, bajo un
simplificado con el uso de los derivados nitroi- control muy estricto, se aplica en las formas clí
midazólicos, metronidazol y tinidazol, activos nicas muy resistentes a los tratamientos indica
sobre todo frente a las formas tisulares. intesti dos o, de forma electiva, en las leishmaniasis cu-
nal y hepática, del parásito; para el tratamiento táneo-mucosas del nuevo mundo.
de los portadores sanos suelen asociarse a La cloroquina sola (P. malariae y falciparum), o
otros compuestos, como el iodoquinol y paro- asociada a la primaquina en las formas recidi
momicina. vantes (P. vivax y ovale), son los principales anti
Los nitroimidazólicos citados son también los palúdicos, a sustituir por la quinina o asociacio
electivos en la terapéutica de la giardiasis, que nes diversas (proguanil o pirimetamina con sul-
raramente deja de responder a una repetición fonamidas, por ej.) en los casos de resistencia a
del tratamiento. Su actividad se extiende a la la medicación que se presentan con frecuencia.
eliminación de los restantes flagelados intesti Rara el tratamiento de las formas graves de to-
nales y son también los fármacos de elección xoplasmosis se utilizan, solos o asociados, tres
para la tricomoniasis vaginal, en tanto que es productos principales: la spiramicina, la piri
te papel es compartido con la tetraciclina en metamina y la sulfodiazina, la segunda con
la balantidiosis. traindicada durante el embarazo por su posi
Mientras que la coccidiosis humana debida a ble acción teratogénica.
I. belli se trata con éxito con la asociación de Por último, las graves piroplasmosis del ganado
trimetoprima y sulfometoxazol, no se conoce, cuentan, para su control terapéutico y profilác
en cambio, una terapéutica eficaz para el tra tico, con fármacos específicos: por ejemplo
tamiento de la cryptosporidiosis humana y pentamidina y amicarbalida en las babesio-
animal, coccidiosis de pronóstico muy grave sis, y diminazona en las theileriosis, entre los
en sujetos afectados por un estado de inmuno- principales.
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
T e r a p é u t i c a de las
enfermedades parasitarias
LA LUCHA \ \ riPARASITARlA
89
La lucha a n t i p a r a s i t a r í a
ATLAS DE PARASITOLOGÍA
CUADRO
DE MATERIAS
E ÍNDICE
LOS PARÁSITOS ANIMALES Estrongiloideos de los animales
Qué es un animal parásito. La domésticos............................................................... D/4
adaptación a la vida parasitaria.................... A/1 Rabditoideos........................................................... D/5
Acciones nocivas ejercidas por los Dracunculoideos. Espiruroideos...................D/6
animales parásitos................................................A/2 Filaroideos.................................................................D/7
Tipos de animales parásitos..............................A/3 Tricuroideos.............................................................D/8
Extensión del parasitismo en el reino
anim al.........................................................................A/4 LOS ACANTOCÉFALOS
Acantocéfalos parásitos del
LOS PROTOZOOS PARÁSITOS hombre y animales domésticos......................E/1
Las amibas parásitas humanas.........................B/l
Los Flagelados parásitos LOS PENTASTÓMIDOS
intestinales y atóales............................................B/2 Porocefálidos parásitos del
Los Flagelados parásitos hemotisulares ....B/3 hombre y animales domésticos......................F/1
Los Apicomplexa: Esporozoos.
Coccidios monoxenos......................................... B/4 LOS ARTRÓPODOS PARÁSITOS
Esporozoos. Coccidios heteroxenos............B/5 Ácaros parásitos:
Esporozoos. Hemosporidios.............................B/6 Demodicoideos. Prostigmados.
Mixozoos, Microsporos y Cilióforos............B/7 Mesostigmados y Astigmados....................... C/1
Astigmados (continuación).............................. G/2
LOS PLATELMINTOS PARÁSITOS Metastigmados.......................................................G/3
Monogénidos...........................................................C/1 Insectos parásitos: Anopluros,
Tremátodos. Distómidos................................... C/2 Malófagos y Hemípteros................................... G/4
Tremátodos. Esquistosómidos..........................C/3 Dípteros braquíceros.......................................... G/5
Cestodos botriocefálidos. Botriocéfalo...... C/4 Dípteros ciclorrafos: Múscidos y
Cestodos ciclofilídidos. Solitarias Antómidos (Fánidos)............................................G/6
armada e inerme.................................................... C/5 Califóridos y Sarcofágidos............................... G/7
Cestodos. La tenia equinococo......................C/6 Éstridos y Pupíparos............................................G/8
Cestodos comunes al hombre y a Dípteros nematóceros. Simúlidos,
animales.....................................................................C/7 Heleidos y Flebotómidos.................................. G/9
Cestodos de los animales domésticos........C/8 Culícidos.................................................................G/10
Sifonápteros..........................................................G/11
LOS NEMATODOS PARÁSITOS
Ascaroideos.............................................................. D/1 LA LUCHA ANTIPARASITARIA
Oxiuroideos.............................................................D/2 Prolilaxis antiparasitaria....................................H/1
Estrongiloideos.......................................................D/3 Terapéutica antiparasitaria................................H/2
SERIE A D/4.— Nematodos
D/5.—
A/1.— Generalidades D/6,—
A/2.— 0/7.—
A/3.— D/8.—
A/4.—
SERIE E
SERIE B
E/1.— Acantocéfalos
B / l.— Protozoos
B/2.— SERIE F
B/3.—
B/4.— F/1.— Pentastómidos
B/5.—
B/6.—
SERIE G
B/7.—
Atlas de Geología
Atlas de Mineralogía
Atlas de la Naturaleza
Atlas de los Fósiles
Atlas de la Arqueología