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CieloTierrA

Escuela de Astrología
Humanísica
Coordinación: Eugenia Sandrini
cielo.tierra.astrologia@gmail.com
Tel: 4941-9906 / 4729-8726

(Visualización) Visualizamos nuestro planeta Tierra, azul girando durante

 millones de años en nuestro sistema solar. Su movimiento se ha repetido a través


de millones de años. Ha creado vida en la Tierra, y esta vida ha evolucionado
Cáncer lentamente.
Nos acercamos a nuestro planeta y vemos a nuestros antepasados, viviendo en
cuevas, mirando la luz de la luna, vemos las mujeres primitivas dando de comer a sus crías. Sentimos
que fuimos como ellos, que es el comienzo de la humanidad que busca refugio para poder continuar.
Vemos al hombre y a la mujer evolucionando a través del tiempo y vemos en cada mujer que sostiene
a un bebé a la mujer primitiva, cuidando su cría, su cueva.
Vemos todos los hogares construidos con el anhelo de permanecer en este mundo y
perpetuarse en los lazos familiares, en el amor y el cuidado de lo más cercano. Vemos como cada
generación ha trasmitido a las siguientes su protección a pesar de las dificultades para que
pudiéramos continuar.
Nos visualizamos en nuestro hogar o en un hogar imaginario donde nos sentimos protegidos. Estamos
con nuestros seres más queridos y sentimos profundamente a los que ya no están con nosotros pero
que nos constituyen con su historia. Estamos protegidos y en paz en nuestro mundo más íntimo,
protegemos nuestra historia para continuar con nuestra vida.
otra. Vemos como cada movimiento se relaciona con otro que a su vez se intercambia. El universo
está en una danza constante, intercambiando datos de su propia existencia de un lado hacia otro.
Un movimiento acompasa la existencia del otro dentro de la forma, dando lugar a la pluralidad
en el universo. Sentimos como la conexión de una existencia con otra aparece y desaparece dando
nuevos significados. Percibimos la profunda comunicación e intercambio de todo lo que existe. Cada
pequeño movimiento en seguida genera otro y otro al lado. Todo está en comunicación permanente.
Todo es vínculo.
Vemos nuestro planeta girar en su constante movimiento, uno más dentro del gran
movimiento del universo. Nos acercamos a él.

Cáncer
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Vemos a todos los humanos, trasladándose, comunicándose. A través de las palabras de todos
los elementos que trasmiten la información. Vemos como se encuentran, luego se alejan y vuelven a
encontrarse con otra persona. Vemos los caminos que hemos creado. Sentimos el parecido de los
caminos y las palabras, con los patrones del pensamiento. Sentimos las variables unirse de un lado a
otro de nuestra mente, a las palabras yendo de persona en persona, las posibilidades abrirse y cerrarse
continuamente. Todo está en constante asociación. No existe una sola cosa aislada, nada está fuera de
la comunicación infinita del Universo.
Bueno vamos abriendo los ojos…

―No parece mucho de Agua este signo

Es un Agua protectora, ya vamos a ver. Claro ella tiene mucho de doce, es un Agua distinta.

―yo sentí la protección y me llamó la atención porque fui a parar a la casa donde vivía mi
abuela, que es la única casa que a mí me dio alguna… seguridad, de pertenencia

Es interesante que te hayas conectado en la visualización de Cáncer con una casa de que dio
esa sensación, porque la energía de Cáncer es una energía de todos los seres humanos, tengamos
mayor o menor posibilidades al día de vivirla arquetípicamente como es Cáncer. Pero la necesidad
interna está, porque es la necesidad del mamífero que todos somos. Fíjense como acá, nosotros
veníamos en el mandala como describiendo una realidad, esotéricamente; un principio de vida
espiritual, una forma en la materia, un “entre”. Y acá pasa otra cosa, algo cambia acá, de esta vida que
habla el Zodíaco. Dice la tradición esotérica “Las almas encarnan en Cáncer”, también dicen, no sé si
son palabras de Eugenio o de otro maestro “aparece el psiquismo”. Acá aparece algo que los tres
primeros signos no tienen que es esta clara división entre el mundo interno y el afuera, donde el
afuera ya no me pertenece. Es algo de lo cual yo me preservo, acá aparece una identidad, pero una
identidad por pertenencia, estamos en el elemento Agua, y el Agua siempre remite al pasado, a la
memoria, las distintas Aguas, ya vamos a ver de qué maneras diferentes. En realidad el signo de
Cáncer estaría remitiendo… tradicionalmente, ahora vamos a ver, tiene que ver con la familia, la
madre, etc.; pero nos estaría remitiendo a esta pasado que todos tenemos que es esa necesidad de
protección, yo le llamo el mamífero, todos nacemos de una madre, tomemos o no la teta mamamos de
alguna manera, esta relación con la protección que es física pero que es emocional y esta necesidad,
esta simbiosis tan grande que nosotros tenemos, los seres humanos, durante tanto tiempo, tiene que
ver con el signo de Cáncer, con esto que cierra hacia adentro. Si bien vamos a tener una identidad
definida en Leo, el signo siguiente, acá ya hay un sujeto que se define de alguna manera en esta
relación humana. Entonces, el Agua es, desde mi punto de vista, muy misteriosa en el zodíaco porque
siempre remite a un pasado, como un residuo, después vamos a ver las distintas Aguas, pero cuando

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uno encarna la energía de Agua estaría encarnando de alguna manera, estaría viviendo en este lugar
que siempre tiene que ver con algo anterior, en este caso en Cáncer con esta condición de la
humanidad, con la necesidad emocional, la necesidad de resguardo, con esto que hacemos todos de
alguna manera, todas las personas funcionamos en algún lugar a la manera canceriana. Tengamos o
no energía de Cáncer. Y, de alguna manera, lo evolutivo de la humanidad, otro tipo de energías,
algunas vivencias a las que estamos expuestos, muchas cosas que no podemos como humanidad abrir
o crecer, es porque hay mucha conciencia canceriana en nosotros, la tenemos en el cuerpo esa
necesidad de protección hacia adentro, Cáncer tiene que ver con lo conocido, en el mundo de Cáncer
yo me muevo dentro de un mundo conocido y que se retroalimenta. Hacia adentro, acá no hay
condición con lo externo, lo externo es un borde hacia adentro, la retroalimentación es interna. Una
imagen, y una realidad, canceriana es el embarazo, bien arquetípico de Cáncer, que es un ser adentro
de otro que se alimenta de ese ser. No se alimenta destruyendo, ni uno destruye al otro como puede
haber otro tipo de simbiosis, sino que es una simbiosis necesaria para la vida, entonces el momento
canceriano tiene que ver con un momento de simbiosis, las personas que encarnan el momento de
Cáncer tienen que ver con esta suerte de simbiosis hacia adentro, con todo lo que compone el mundo
interno pero necesario para la vida, acá la intensidad es tolerable, diría que es necesaria, la intensidad
emocional necesaria para la vida. Porque después vamos a ver en Escorpio, en la siguiente Agua, que
hay una intensidad que ya en algunas circunstancias va más allá de la intensidad canceriana. Pero acá
estaríamos dentro de lo humano, del emocional tolerable, y de esta simbiosis con lo que uno crea que
es el mundo de uno. Este es el funcionamiento de Cáncer. Entonces vamos a ir trayéndolo un poquito
para verlo más de cerca el funcionamiento. Una persona que encarna la energía de Cáncer tiene la
necesidad de un mundo protector, un mundo conocido. No tiene que ver con, digamos, puede haber
conflicto o no, pero es un conflicto que queda puertas para adentro, es un conflicto tolerable, es un
conflicto que se resuelve dentro de un código en común, acá no se rompe el código, acá no hay nada
que descubrir, simplemente hay algo que alimentar. Cáncer tiene que ver con una estructura
emocional, es alimentar siempre de la misma forma, como se alimenta a un bebé para que vaya
creciendo, pero no hay nada de interpretar o… es simplemente sentir y nutrir.
Cuando veamos los otros signos vamos a ver qué pasa en el mandala con ese mundo interior.
Estamos aislando el signo de Cáncer, porque una persona tiene Cáncer pero también tiene otras
energías. Conozco personas con mucho Cáncer, y el mundo es de puertas hacia adentro muchas veces.
Está bien que puede haber un crecimiento muy grande, muy elaborado de la energía canceriana,
podemos hablar a lo mejor de La Madre Teresa, donde la humanidad forma parte de ese borde, pero
de todas maneras hay un borde porque toma un nivel que es el nivel del cuidado, digo, no está
haciendo negocios o… es la humanidad, pero es un borde y el borde sería ese, toma ese lugar de

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cuidar, cuidar en el dolor. Es Cáncer, pero muy expandido, muy abarcador. Sea como sea siempre
tiene que ver con algo hacia adentro, con un interior.
Fíjense la vivencia de este mundo y de esta simbiosis, simbiosis porque todos los elementos del
mundo de esta persona son hacia adentro y funcionan entrelazados. Acá podemos deducir qué tipo de
vínculos va a tener una persona que encarna la energía de Cáncer, son vínculos conocidos, estables.
Porque sin estabilidad no hay conocimiento, Cáncer es un mundo conocido, que me alimenta. Si no es
estable y si pasan todos los días cosas diferentes, qué cosa conocida, qué pertenencia puedo tener.
Entonces, nosotros veníamos desde lo geminiano, donde la realidad la veíamos como
información y donde había una serie de asociaciones, “asocio esto con esto, esto con el otro” y está
siempre en movimiento ese nivel de la realidad. Acá es como que se detiene, se hace un marco, queda
un “afuera” inexplorado y que tampoco interesa, y en ese adentro se cierra un borde y en esas
relaciones empiezan a ser estables. En realidad cuando se generan relaciones sólidas a nivel
emocional, hay un nivel de estabilidad. Si uno lo observa, el mandala está hablando de la realidad, no
porque uno no pueda tener relaciones importantes o íntimas en un segundo, podría ser que uno se
cruzó con alguien en la calle y se trabó algo, podría ser. Pero desde un lugar humano, nosotros
necesitamos emocionalmente, cierta estabilidad emocional para nuestro funcionamiento, de esto está
hablando Cáncer, Cáncer es un signo que tiene que ver con el pasado, y tiene que ver con el pasado de
la humanidad, de lo que somos, también con la familia, con las raíces, el pasado reciente, con el hogar,
lo que voy creando desde emocional que necesita estabilidad, cierro. Hay un autor, Arroyo, que dice
que el hogar es el lugar donde las personas están sin la tensión externa, asimilándolo a la energía de
Cáncer, donde la persona puede aflojarse sin esa presión exterior. Es algo conocido, si todos los días
nos cambian adentro las relaciones, o el lugar sería algo bastante caótico. Entonces energéticamente
se cierra y se hacen estos vínculos estables. Cáncer es el signo número cuatro, el cuatro tiene que ver
con la estabilidad. El regente de Cáncer es la Luna y es un signo Cardinal, el segundo signo Cardinal
del zodíaco.
El zodíaco nos está hablando de un viaje de la conciencia y Cáncer y Leo son los signos más
humanos, ya vamos a ver Leo. Si bien Cáncer y Leo son los signos más humanos, en el momento
canceriano, tal vez una persona dentro de este marco, es probable, como dice Eugenio, que la
identidad corra peligro en el sentido de lo que es la individualidad, los rasgos individuales que salen
de este código común, porque acá hay una identidad por pertenencia. Si bien nace de la energía
canceriana, es como un hijo que nace de la madre, pero después cuando empieza a crecer y a ser otra
persona vienen los conflictos. Es bien bien arquetípico de Cáncer-Leo, entonces en el momento
canceriano, frente a una individualidad que corta el código común, ya hay algo que tiende a ponerlo
afuera, si es una persona con mucha energía de Cáncer y a su vez tiene otras energías, por ejemplo
más de Fuego va a tener este conflicto, porque en la pertenencia siempre hay un mismo código, yo no

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voy a cambiar algo porque tengo esa inspiración o esa fuerza de vida. Entonces acá hay un movimiento
que aparece cuando hay energías de Cáncer, y aparece en todos de alguna manera, en este hecho en la
vida que es romper con la pertenencia, (no sé si uno rompe la pertenencia, cuanto más la rompe más
cae en la pertenencia), pero digo romper en este sentido es un tema de Cáncer – Leo, de dónde vengo
y cómo me voy definiendo, que es bien de lo que es el crecimiento, en el momento canceriano
estaríamos solamente en, “de dónde vengo” “qué es lo que me alimenta”. Siempre dicen el hogar, pero
va más allá lo canceriano, va al hogar humano también, por eso la cría, el mamífero, los antepasados,
la cueva, cómo nos protegemos, llevado más allá del cuerpo, fíjense que a veces algo nuevo, cuando
aparece algo nuevo que uno no puede codificar, como cierra uno naturalmente, esto también es una
forma de la energía canceriana. Si de golpe surge algo muy desconocido, los seres humanos cerramos
rápidamente. Y esta es una de las formas en la que también tiene que ver cómo nosotros vivimos esta
energía, porque, esto sería el lado oscuro de la energía canceriana, la discriminación, la xenofobia,
cerrar una puerta a lo que es diferente, tiene que ver con protegerme. En los animales se ve cuando
son de distintas especies, pero entre nosotros los seres humanos hemos cerrado a distintos seres
humanos. En realidad, Piscis, que es la última Agua y el último signo, va a hablar de que todo está
incluido, pero esto es uno de los puntos, hemos hecho tribu y la seguimos haciendo. Es natural este
movimiento en los seres humanos, el tema es que cuando solo queda en este estadio, el que está
afuera, el que es de la otra tribu, no existe. Ese es un lugar oscuro de la energía canceriana.
No poder incorporar lo de afuera es otra característica de lo canceriano, no es un lugar oscuro,
es propio de la energía de Cáncer y tiene que ver con este lugar emocional que necesita estabilidad y
que todos tenemos por ser seres humanos. Por eso es pasado, van a ver que el Agua siempre es
pasado, nacemos ya con un condicionamiento que es ser seres humanos, pero el no poder incorporar
lo de afuera, limita, esto es, como dice Eugenio, toda energía tiene “talento y detrimento” al mismo
tiempo, si bien no podemos vivir, tengamos o no Cáncer en nuestra carta, no podemos vivir los seres
humanos sin la condición de la energía canceriana, por otro lado esto cierra, va creando algo que
queda en ese lugar, cerrado. Digamos, si alguien nace con la energía de Cáncer es por algo, viene a
trabajar con un pasado evidentemente y a crear una estructura emocional estable. Pero fíjense que de
alguna manera, muchas veces la tradición, las cosas que se perpetúan en el tiempo, más allá de lo que
la vida va pidiendo terminan produciendo crueldad. Porque la tradición también tiene que ver con lo
canceriano, si uno se queda en lo conocido y la propia estructura hace que esto no se renueve. Después
vamos a ver qué pasa con el Cáncer interno cuando hay otras energías más complejas. Lo vamos a
volver a ver cómo funciona. Uno de los puntos también sería saber que uno tiene esa necesidad, pero
que también puede ir cubriendo la necesidad y operar con cierta soltura, como para poder, abrir.
Y Cáncer en tanto Cardinal, ¿qué sería lo nuevo acá?, fíjense este borde. Se acuerdan cuando
hablamos de lo Cardinal la otra vez que decíamos que es un nuevo movimiento que genera algo
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distinto pero que fue emplazado sobre lo anterior. El zodíaco presenta una realidad energética, acá
aparece algo distinto, el psiquismo, la conciencia de ser por pertenencia, pero está dentro de la otra
realidad, no empieza por Cáncer. Aparece el Universo, y aparece el psiquismo acá. Es muy esotérico,
muy profundo, uno dice “la madre” y todo, pero es muy profundo que de esta realidad
femenino―masculino y de esta vincularidad que hay aparece esta realidad que tiene que ver con el
pasado energético de esta misma realidad. Es como si alguien, un ser pudiera encarnar, (es un signo
femenino) este pasado. Quizás tenga que ver con esto de que nosotros los seres humanos,
compartimos con los animales gran parte de nuestra estructura, de alguna manera compartimos
muchísimo, fíjense las estructuras sociales que tienen muchísimo que ver con el animal; pero tenemos
esa capacidad espiritual, es muy misterioso, acá después de esta “realidad” (Aries―Tauro―Géminis)
aparece Cáncer que cierra hacia adentro, y, después, va a nacer Leo que es un nuevo Fuego, pero es
una suerte de… es como si apareciera la posibilidad de reflejar la realidad energética en un ser y
aparece otro viaje. Ya lo vamos a ver, el resto del zodíaco.
En Cáncer estaríamos protegidos porque ese afuera, queda afuera, está afuera del borde.
Nosotros estamos acá, en Cáncer y todo forma parte de esa unidad que cerramos hacia adentro.
Después vamos a ver que el zodíaco continúa y eso que quedó afuera aparece, todo eso que quedó
afuera aparece convertido en otra energía y en otros momentos, que para la psiquis ya son bastante
más complejos, porque hay una parte nuestra que está conformada de este momento canceriano. Esto
que hablábamos con ella mientras tomábamos el café, que hablábamos de los bebés, y yo le decía que
el bebé humano es muy inmaduro, como cachorro es más inmaduro que un perrito o un gatito, y habla
mucho esto de la humanidad y de este momento canceriano por esta necesidad tan grande que tiene el
ser humano de estar protegido y crear una simbiosis que dura mucho tiempo, lo sienta uno o no lo
sienta, lo registre o no, la simbiosis que necesita un ser humano para sobrevivir, desde lo
físico―emocional, desde lo psicológico, es muchísima. Porque la persona, a lo mejor lo hace a los
tortazos, lo hace como puede, pero esto ocurre, el ser humano tarda muchísimo en desarrollarse, y
esto tiene que ver con ese momento canceriano y esa necesidad de cerrar. De hecho las lesiones que se
producen por una apertura de este momento a destiempo son muy grandes en los seres humanos. Es
el caso de la gente que ha tenido muchos hogares, o madres muy desquiciadas que no han logrado una
suerte de simbiosis estable. Hay una película maravillosa, la historia de una esquizofrénica, una
historia real, y la madre todo el tiempo la trata bien y de golpe le pega brutalmente; de golpe se fue el
parámetro. Las lesiones (psíquicas) son terribles. Los seres humanos estamos constituidos de este
momento, pero estamos llamados, según dice el zodíaco y muchos otros lenguajes, a algo más, y acá
cuando veamos las siguientes energías vamos a ver cómo funcionamos desde Cáncer. Nosotros en
general sentimos, cuando uno se dedica a cosas que son, no quiero decir que son trascendentes, digo
que uno siente que son trascendentes, siente que como ya superó un montón de cosas, pero en
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realidad está funcionando adentro, uno debiera ser muy consciente de la necesidad profunda que
tiene de este lugarcito porque está, está por debajo de todo, y está también en la forma en la que nos
relacionamos, cuando algo lastima mucho, como cerramos rápidamente, es ese lugar muy propio de la
humanidad que tanto cuesta y tanto lleva a diferencias muy grandes entre los seres humanos. Es una
necesidad casi animal, de cerrarse a lo desconocido, ya hablando de esto, la herida que se produce en
una persona que tiene mucho Cáncer, la herida emocional, es larguísima de sanar. Porque hay mucha
memoria, y volver a cerrar…
Todos tenemos esto adentro, es muy difícil después si algo de alguien nos hirió mucho, volver a
tener intimidad, a todos creo que nos ocurre, no me refiero a lo sexual aunque podría ser, a intimidad
real, vieron cuando a veces uno se enoja mucho con alguien que quiere mucho, siente como algo muy
desacomodado adentro, porque no puede volver a hacer intimidad rápidamente, y la necesita. Esto es
el momento canceriano, necesito volver a cerrar y volver a tener ese código en común. Esto es propio
de la energía canceriana. Si el conflicto está dentro del código, está todo bien, el problema es cuando
viene un conflicto que está fuera del código canceriano, ahí hay algo que se desestabiliza
internamente, en Cáncer sería una separación muy grande, una ruptura muy grande. A lo mejor en
otra persona que no tiene tanto Cáncer pero sí tiene un lugar canceriano es interesante observar,
como todavía funcionamos con esta defensa que es la defensa del animal, y ocurre muchas veces en
relaciones muy cercanas. No podemos por más que uno crea, a lo mejor uno filosóficamente lo supera,
pero hay algo en el cuerpo, en la memoria del cuerpo y en la memoria emocional que, es interesante
observarlo, porque al poder observarlo le permite a lo mejor tener eso más nutrido y al mismo tiempo
más libre. Uno está mucho más condicionado de lo que uno cree.
Vamos a traerlo a las escenas cotidianas.

―El hogar es muy importante

El hogar es muy importante, los marcos de pertenencia, pueden ser instituciones. Puede ir
creciendo pero siempre va creciendo en marcos de pertenencia. Va ampliando el marco de
pertenencia.
Escenarios de Cáncer, todo lo que es nursery, cuidado de los chicos, una madre con sus hijos,
también una abuela, aunque puede tener algo de Capricornio, una abuela con sus nietos, todo
momento íntimo, la mateada, un almuerzo familiar. Como profesiones, las maestras de jardín, los
pediatras, las niñeras.
Son muy memoriosos también, estamos en Agua, y en Cáncer es una memoria personal y
familiar. Algo que les quería decir, que así como vimos que las mujeres de Aries, aún todavía hoy en
día a nivel expresión es libre en las mujeres, fíjense que es difícil de expresar, aún hoy en día para el
varón, la energía de Cáncer es difícil de expresar, fíjense que el varón tiene otro cuerpo, no es muy
afín y muchas veces lo que hace que sí se ve mucho, se ve mucho en el adolescente canceriano, se pone
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duro hacia afuera, muy defensivo hacia afuera y puede parecer agresivo pero en realidad es como que
hay una cosa muy blanda adentro y para poder identificarse como varón o quizás en un medio que a lo
mejor le resulta hostil… es un poco lo de la patota, llevándolo a una cosa más extrema, a veces pasa en
el varón canceriano, que es de difícil expresión la energía, o los ascendentes en Cáncer. Alfonsín es
Luna y Ascendente en Cáncer. Y se acuerdan la famosa frase “la casa está en orden” que era un
desastre lo que estaba pasando y dijo “la casa está en orden”. Es gracioso, la Argentina es de Cáncer y
tenemos muchos presidentes de Agua.
Y físicamente, que no lo hablamos, en general son personas de rasgos redondeados, como
blandito. Son muy memoriosos, bueno eso lo habíamos dicho y mentalmente tienen esto de la
memoria, tienen profundidad, la energía de Agua es muy profunda, la profundidad y la lentitud se
llevan bien. Desde este punto de vista mental tiende a esto, memoriosa y profunda.

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Dane Rudhyar “Astrología y vida espiritual” 1979. p. 50 y 51

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