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En este nuevo libro, el autor recoge y organiza varias ceremonias

del culto de Nación apuntando a la fuente originaria en los grupos


nagó de Benin. Explica los fundamentos de los ritos y los va
encasillando dentro de cada odù de òrìsà. Ofrece luego otros dos
apartados: Las ofrendas para Òrìsà con algunos ebo y Los toques,
tambores, grados de tamboreros y las consagraciones como
Onílù, Alábè y Ogá-Alábè dentro de Nación.

ISBN 978-1-4357-4875-0
90000
ID: 2259861
www.lulu.com

9 781435 748750
El Regreso A La Raíz

Jeje-Nagô
(ÌPADÀ SI’HÀ GBÒNGBÒ DJÉDJÍ-NAGO)

Ceremonias y Ritos de Nación

Editado por Lulu


www.lulu.com

1
El Regreso A La Raíz Jéjé-Nagó 1
Todos los Derechos Reservados © 2008

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ISBN 978-1-4357-4875-0
AGRADECIMIENTOS
Mo dúpé
Al Ògá-oníilù Bisi Adeleke (nigeriano) – Maestro de tambor
nagó, que aportó importantes datos relacionados con los
toques y los tambores de acuerdo con su origen nagó.

Al Aworo Olujimi Obayemi – Sacerdote de culto a òrìsà en


la región yoruba de Benin.

A todos los mayores que en algún momento de mi carrera


religiosa me dejaron alguna enseñanza:
Pai Armando de Oxalá (póstuma) – casi veinte años de mi
vida a su lado, donde bien o mal recibí mis primeros
fundamentos; Bàbá Edu; Ìyá Zulmira; Mae Ana; Awo
Fanisé; bàbá Adaremi…

A todos mis hermanos en òrìsà y también a aquellos


conocidos que me brindan su apoyo y amistad: Bàbá
Odetumbi (Brasil); ìyá Eva (Brasil); bàbá Paulinho omo
Aganjú (Brasil); Freddy Omo Sàngó (Venezuela); Awo
Orlando Vargas (Cuba); Rudinei Oliveira Omo Aganjú (PA-
Brasil); Edmundo Tatá Kalunga (SP-Brasil); Antón Agafonov
Omo Ogiyán (Rusia); Remedios Omo Obàtálá (España);
Awo Luis Oturasá (Cuba); Antonio omo Sàngó (España)…

A todos mis discípulos en òrìsà: Bàbá Ajani; ìyá Kehìndé


Oloyá; ìyá Oluremi omo Yemoja; ìyá Taiwo omo Òsun; Mae
Ebun Omo Bàrà; Obà Omo Sàngó; Yeremi omo Yemoja;
Natalia Omo Ogiyán; Antoine omo Òsun; Pai Pablo omo
Òsóòsì; Mae Paula Omo Òsun; Pai Gustavo omo Ògún;
Mónica omo Yemoja; bàbá Obalokan Omo Obokun; Carlos
omo Oya; Jorge omo Ode; Richard omo Bàrà (Argentina)… En
fin…Gracias a todos los que han pasado por mi ilé…

A usted por interesarse en mis escritos


Gracias!
CONTENIDO
Prólogo
1era. Parte
Rituales y Ceremonias recuperadas para Nación

Introducción

Ojúbo (Ofrenda en el agujero)

Ìpadé fun Bàrà-Èsù (Reunión para Bará-Exú)

We’rí-omiòrò (Lavado de cabeza con agua espiritual)

Oríbibo (Ofrenda que alimenta la Cabeza)

Ánlodò (Vamos al Río) Ceremonia del Río

Ìpadé fun Ibéjì (Reunión para Ibeji)

Aláyin Ndésùn (Poseedor de la Simiente que Está Llegando a


Dormir)

Ritual de Sábó (Correr y


Escapar)
• Ingredientes
• Preparación del jabón para el baño
• Modo de preparar el baño
• Modo de aplicar el remedio

Àrá-ijó (Danza del Rayo)

Àse-Ògún (Poder de Ògún) Ceremonia de “Axé de Faca”


• Panàdó
• Òbe Òrìsà

Aran fun Yemoja (Canasta para Iemanjá) “Panela de Iemanjá”

Òòsà wí (Habla el Òrìsà) “Fala del


Santo”
A jó pèlú ori rè (Bailamos con su
Cabeza)
Bori atì Igbá Orí (Nutriendo y asentando a Ori)

2da. Parte
Recuperando Ofrendas de Frente y Ebo Diversos

Adìmú ti Òrìsà (Ofrendas de Frente de Òrìsà)


• Ofrendas de Frente con Influencia Umbandista
• Ofrendas de Frente de acuerdo a la tradición nagó

Ebo ti Odù – Algunas ofrendas por odù en los buzios de Nación

3ra. Parte
Recuperando los Toques de Òrìsà en Nación

Toques en Nación de Òrìsà

Tipos de tamboreros y tambores


• Onilù
• Alábè
• Ògá - alábè
PRÓLOGO

El hecho de leer este libro no habilita a nadie ni lo


capacita para efectuar ninguno de los rituales, ceremonias y
ebo que aquí se encuentran, pues ese permiso y poder sólo
se obtienen al recibir las consagraciones adecuadas de
acuerdo al caso dentro del culto de òrìsà de Nación. Por otra
parte, la mayoría de los rituales y ceremonias que se
describen están incompletos ya que se han omitido algunos
pasos importantes en los mismos.
El autor con este libro, solo busca transmitir una idea
de como deben efectuarse la ceremonias y ritos del culto de
Nación desde el punto de vista más cercano a su origen, de
modo que aquellos que ya tienen su Ilé propio puedan
comenzar a recomponer y recuperar estas tradiciones.
1era Parte

RITUALES Y CEREMONIAS

RECUPERADAS PARA

EL CULTO DE NACIÓN
INTRODUCCIÓN

Antes de comenzar con las descripciones de las


distintas ceremonias y rituales, queremos dejarle en claro al
lector, que el material que encontrará a continuación no es
de índole dudosa, ni tampoco proviene de fuentes
distorsionadas o de personas que pretendiendo hacerse los
sabios inventan y mezclan todo, muy por el contrario, hemos
tratado aquí de aportar datos, lo más puros y fidedignos
posibles, basados también en la lógica, el conocimiento y el
estudio que hemos venido haciendo seriamente desde hace
unos veinte años sobre el culto de Nación y en especial el
lado jéjé-nagó. A pesar de esto, también encontrará aquí
datos interesantes e importantes sobre todos los lados del
batuque, pues se han corregido y sacado a la luz aquí varios
rituales que muchos piensan son los correctos y en realidad
han sido desvirtuados en Brasil por haber sido mal
interpretados en un principio por los primeros iniciados.
Aporta mayor seriedad a esta obra, el hecho de que se
transmiten los odù de òrìsà en los cuales están basadas
estas ceremonias y rituales, los cuales serán nombrados
siempre al principio como la principal fuente de
conocimiento y referencia, transmitida por el pueblo Nagó en
Benin (África) oralmente de iniciador a iniciado y guardada
en los odù del culto a òrìsà, recopilados por el autor. Cabe
además señalar que aquí no se mencionarán los caminos de
odù de Ifá, sino que se hace referencia a los caminos de los
odù de òrìsà, específicamente al culto Nagó-vodun (jéjé-
nagó) de Nación de òrìsà.
Es bueno también explicar que lo que se conoce como
nación Nagó en África, cuyos grupos viven en la frontera
entre Benin (ex-Dahomey) y Nigeria, en Brasi recibe el
nombre de “jeje-nago” o “nago-vodum”, entonces cuando
hagamos referencia en este libro a los Nagó, será como
sinónimo de “jeje-nagó”, puesto que es lo mismo. La nación
nagó o anagó pasó a ser llamada en Brasil como “jeje-nagó”
para diferenciarla de la nación yoruba que en Brasil que se
le aplica el nombre de “nago” debido a que los traficantes de
esclavos agruparon a todas las naciones que provenían del
imperio yoruba bajo ese nombre genérico.
Ver el mapa étnico de Benin en la página siguiente,
cuya foto fue sacada en el museo de Abomey, donde el
lector podrá apreciar que el grupo Nagó, indicado con una
flecha, está diferenciado de los que son yoruba.
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El Regreso A La Raíz Jéjé-Nagó
OJÚBO
“Ofrenda en el Agujero”

Odù Balè (Irosun méjì) es donde nace el realizar


esta ceremonia que homenajea la Tierra, los ancestros y las
divinidades en general. El el Odù que rige todos los
“buracos” que se hacen en el terreno por diferentes motivos.

Muchos autores hacen referencia a la palabra “ojúbo”,


citada principalmente en algunos odù, donde, al desconocer
realmente su significado o su ubicación material, la traducen
vagamente como “altar” o “lugar de culto”, sin embargo, el
ojúbo es ciertamente un agujero que conecta el Àiyé con el
Orun, a través del cual se envían ofrendas.
La función del ojúbo es alimentar a los Espíritus e
Irunmalè que viven en el trozo de terreno donde se instalará
un local de culto, de ese modo se obtiene el permiso de las
divinidades para realizar luego ceremonias, sacrificios,
toques, etc. Siendo también el ojúbo la representación
material de que el lugar está debidamente consagrado.
Existen varios tipos de ojúbo, que reciben nombres
específicos de acuerdo con su función:

Ojúbo-Òrìsà – Es un trozo de tierra sin cimentar, casi


siempre de forma circular, que se encuentra dentro del pejí,
generalmente tapado con una estera. Encima de éste se
hacen los sacrificios a los òrìsà y también allí se sientan los
que recibirán consagraciones. Aquí cabe aclarar, que como
la sangre de los sacrificios de òrìsà no debe tocar tierra
profana, se hace justamente un ojúbo en el pejí para que los
restos de sangre caigan directamente sobre tierra
consagrada.
El ojúbo-òrìsà se alimenta una vez por año, ocasión en
la que se abre el “buraco” y se coloca dentro omierò, obì,
òrògbò, ataré, ofrendas para todos los òrìsà, èjè de animales

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El Regreso A La Raíz Jéjé-Nagó 11
todo aquello que indiquen los òrìsà a través del
mérìndínlógún.

Foto de un Ojúbo
Òrìsà dentro de
un pejí de Nación.

Ojúbo-Bàbá – Es el agujero que se hace en el


Balè, donde se colocan ofrendas y determinados objetos
para que el mismo quede consagrado.

Ojúbo Èsù – Es un agujero que se hace al frente del


terreno donde está instalado el Ilé, por lo general, a la
izquierda del portón de entrada. Dentro del pozo, van
ofrendas relacionadas con Èsù y diversos instrumentos que
atraen su àse para que la fuerza de Èsù esté presente en
dicho lugar protegiendo la entrada. Se instala al final de 7
años un Gígún Èsù que será una representación de Exu que
se tornará guardián a la entrada del terreno del Ilé.
Foto de Gígún Èsù - Exu cuidando la
entrada de un Ilé de Nación, sirviendo de
enlace entre la energía de Exu (cultuada
en kimbanda) y la de Òrìsà, donde no
recibe culto directo, sino a través de los
caminos de Bàrà. Se establece así una
perfecta convivencia entre ambas
corrientes.
Todos estos ojúbo deberían existir obligatoriamente en
cualquier Ilé, ya que sus funciones son:
a) Transmitir seguridad, de ahí que vulgarmente
también se le diga “seguranza” a alguno de ellos;
b) Comunicación con el Mundo Espiritual;
c) El transformar un lugar profano en local de culto
consagrado.

Vista de la casita donde está instalado


Èsù a la entrada de un Ilé de Nación.
‘PADÉ FUN BÀRÀ-ÈSÙ
Reunión para Bará-Exú

Odù Sàndì (owanrin-onilè) es la referencia donde se


encuentra el origen de esta ceremonia para nuestro culto.
El nombre del odù significa: “mejora y cierra”
refiriéndose obviamente a que Bàrà mejore las cosas y cierre
las puertas a la entrada de todo mal.
Es muy importante el hecho de que Bàrà debe tener
siempre delante determinadas comidas y bebidas para que
pueda trabajar en beneficio del Ilé, pudiendo al mismo
tiempo alejar la Muerte y las Enfermedades que no son por
vía natural. Algunas casas perdieron la costumbre de colocar
las ofrendas semanales por falta de enseñanza, otras
colocan ofrendas demás o que no corresponden y están
aquellas que a pesar de colocar las ofrendas correctas, no
conocen cual es la ubicación real de las mismas.
Se le colocan alrededor de Bàrà-Èsù de adentro
(cualquiera) en forma de cruz y directamente sobre el piso
los siguientes elementos que activan las energías de Èsù y
Bàrà.

• Omi pèlú epo – Agua con aceite de dendê. Es


para que trabaje el Èsù aliado al camino de Bàrà
que se tiene assentado y se coloca en el piso a la
derecha de Bàrà.

• Omi pèlú oyin – Agua con miel. Es para que


trabajen los Espíritus relacionados con Bàrà-Èsù
directamente que le representan en Nación. Se
coloca en el piso a la izquierda de Bàrà.

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El Regreso A La Raíz Jéjé-Nagó 14
• Omi pèlú itanna ewéko pupa, oyin atì
òòrundidún – Agua con miel, perfume y pétalos
de flores rojas. Es colocado para que trabaje la
energía femenina de Èsù que se considera Madre o
Fuente de todos los Èsù y se ubica atrás del
asentamiento de Exu o en el caso de Nación atrás
de Bàrà.

• Adimú fun Bàrà – Ofrenda de frente para Bàrà.


Se coloca delante de éste, ya que se considera que
en esa ubicación trabaja el Èsù femenino encargado
de transportar las ofrendas.

• Otì Sèkètè – Cerveza de maíz o también vino


tinto o aguardiente, lo cual dependerá del tipo de
Bàrà que se tiene. Es importante resaltar que sólo
se colocan bebidas alcohólicas a Bàrà, cuando éste
se encuentre a la entrada del pedjí y fuera del
mismo, siendo esa su correcta ubicación, ya que su
función es cuidar la puerta del pedjí y servir de
comunicador entre el mundo de los Òrìsà,
representado por el pedjí y el mundo de las
personas, representado por el salón principal donde
se ejecutan las danzas. La bebida va al lado del
agua con miel, a la izquierda de Bàrà y a la
derecha de quien lo está mirando de frente.

Esta forma de colocar las ofrendas, hará que Bàrà-Èsù


pueda trabajar correctamente hacia todas direcciones,
puesto que encontrará elementos detrás, adelante y a sus
costados, los cuales le servirán para tener la ayuda de todas
las fuerzas aliadas que le acompañan:

a) Su Èsù: Que es el que acompaña a Bàrà; por


ejemplo: Èsù Bi es uno de los tantos Èsù
aliados a Bàrà ‘Selú en Nación.
b) Èsù Àjé Birelè, La Madre de Èsù, relacionada
con la brujería e Iyami.

c) Èsù Gberù, considerada como la parte


femenina en general de todos los Èsù,
encargada de transportar las ofrendas sobre su
cabeza.

Estas ofrendas se dejan por el período de una semana,


pues el origen de esta costumbre se relata en un ìtan
(leyenda) donde la Muerte (Ikú) venía al mundo un vez por
semana a llevarse personas a discresión, la Muerte fue
vencida gracias a que se le ofrecieron comidas y bebidas a
Èsù en la puerta del pueblo, al llegar Ikú, Èsù la convidó
con las ofrendas, luego le preguntó que andaba haciendo,
Ikú le respondió que venía a buscar personas para llevarse.
Entonces Èsù le dijo: “Las comidas y bebidas que haz
disfrutado pertenecían a las personas de este pueblo, por lo
tanto ahora no podrás llevarte a nadie, sería una
desconsideración matar a quien te dio de comer!”. Fue así
como se instauró la costumbre de colocar comidas y bebidas
a Èsù en las entradas de los pueblos, de las casas y de los
templos. Claro que eso sucedía cada cuatro días, que son los
que tienen una semana yoruba, pero debe adaptarse a las
costumbres de cada pueblo. Considerando que nuestra
semana tiene 7 días, los despachos son hechos también
cada 7 días. Se escoge el día lunes, por estar relacionado
por nuestra cultura occidental con el trabajo, el “comienzo
de la semana”, el regreso a las tareas, siendo también eso
una de las principales causas por las cuales se asigna este
día a Bàrà y a Èsù.
El Ìpadé (reunión) se hace entonces cada 7 días, con la
concurrencia de los olórisà (prontos) que ayudarán en las
tareas referentes a los despachos y la reposición con nuevas
ofrendas.
Se colocan las ofrendas en el medio del salón y el bàbá
o la ìyá del ilé borrifa con agua de la quartinha de Bàrà,
para refrescar la negatividad que contienen esas ofrendas
viejas y
alejar así los males, haciendo algunos oríkì en alabanza a
Bàrà delante de su asentamiento, mientras mastica obì
junto con otì para derramarle por encima de la otà. Se
coloca oyin
alrededor de las ofrendas para cercar todo mal mientras se
canta el rezo de la miel para Bàrà que comienza
diciendo:

“Bàrà ìlà wí oyin…”

Luego las mujeres “prontas” dan varias vueltas


alrededor mientras se cantan los rezos correspondientes a
Bàrà para la reunión (padé).

Comenzando con Èsù Alálúbánsé, que es el Señor que


permite que se ejecute toda situación y trabajo a efectuarse:

“Làlúpò ago!
Alálúbánsé màá!
Làlùpò se màá!
Alálúbánsé màá!...”

Luego pueden invocarse otros rezos que se usan


normalmente para Bàrà de adentro o simplemente seguir
cantando el anterior por un buen período de tiempo.

Si hubiera presente alguna hija de Bàrà, es factible que


su òrìsà se manifieste durante los toques para aportar su
àse y ejecutar él mismo los despachos.

El proceso de despachar comienza desde adentro hacia


fuera, llevando o arrastrando las cargas hacia el exterior.
Una vez terminada la rueda de las mujeres en homenaje a
Bàrà adentro, los hombres “prontos” colocarán las ofrendas
de Bàrà Lode en el patio exterior, trayendo también lo
correspondiente a Egun desde el Balè (si lo hubiera) y se
procederá de la misma manera que adentro borrifando y
poniendo miel alrededor, con la diferencia que la rueda
afuera es hecha solo por los hombres y los rezos que se
cantan deben invocar a Èsù en el exterior (lode). También
aquí puede suceder que algún hombre pronto sea “ocupado”
por su òrìsà, especialmente si es hijo de Bàrà u Ògún.
En caso de llegar “en tierra” algún òrìsà, serán ellos los
que encabecen la procesión hasta la encruza más cercana
donde se harán las entregas.

El alábè (tamborero) se mantiene tocando todo el


tiempo mientras la procesión sale a la calle, entonando al
final de los cantos para Lode nuevamente invocaciones a
Èsù Alálúbánsé para que se ejecuten los despachos, lo que
será la señal para que las mujeres vengan al patio y se
junten con los hombres, para que todos juntos porten las
ofrendas (mujeres llevan lo de adentro, hombres lo de
afuera) y se dirigen entonces hacia la calle. Al regresar la
procesión al Ilé, el alábè comenzará a cantar el siguiente
rezo que invoca la protección al regresar al Ilé:

“Só só só ni padà…”

Finalmente se despacha a los òrìsà que vinieron al


mundo y junto con los àsérò se renuevan las ofrendas
dejando todo limpio y en orden.

Se hace foribalè (se bate cabeza) al bàbá o la ìyà, a


los mayores y frente a todos los òrìsà en el pedjí y cada
uno parte hacia su casa.

Debemos explicar que dentro de la casa de Bàrà Lode


también van determinadas ofrendas que se ubican de modo
especial para que éste pueda trabajar en forma óptima, pero
por tratarse de un òrìsà ligado a Egun, que solo deben
atender los hombres iniciados y cuyos secretos no deben ser
divulgados, preferimos omitir esa descripción.
We’rí-omiòrò
“Lavado de cabeza con agua espiritual”.

El odù que nos enseña este rito es Ejìonilè (Onilè


méjì), quien indica que siempre se debe primero calmar y
fortificar a Ori (la Cabeza) pues fue quien ganó la primacía y
el lugar más importante como divinidad personal, ya que si
Ori no lo aprueba, ningún òrìsà puede premiar o castigar a
su omo (hijo).
Su función es atraer el àse intrínseco en los vegetales
correspondientes a determinado òrìsà, hacia la cabeza de
alguien. De este modo se consagra dicha cabeza bajo la
influencia del òrìsà, obteniendo su protección, dando al Ori
consciente el conocimiento del òrìsà que le acompañó al
mundo y al mismo tiempo dándole fuerzas por ser él mismo
cabeza de ese òrìsà. Aquí el elemento proveedor de energía
vital no es la sangre animal y sí la sangre vegetal (savia),
obtenida a través de la maceración de vegetales frescos en
agua.
Debemos considerar que ante todo, se debe tener
conocimiento de cual es el òrìsà que rige la cabeza de la
persona a través del dínlogún.
El omiòrò es el elemento que se utiliza siempre en
primer lugar para cualquier tipo de “feitura” de òrìsà, los
componentes generales para todos los òrìsà son las hierbas
que corresponden a los mismos, pero el tipo de agua y otros
elementos varían según el òrìsà.
El “lavado de cabeza” como cualquier otro tipo de ritual
donde se instala un àse, tiene un período de tiempo en el
que su “poder” -àse - se mantiene fuerte, luego se irá
debilitando, por lo que es aconsejable que el mismo sea
renovado cada cierto tiempo, de modo que la cabeza de la
persona tenga vigente la fuerza del òrìsà a través de las
hierbas. El “re-lavado de cabeza” puede hacerse sin
problemas a cualquier omórisà que únicamente tenga ese
tipo de consagración, siendo conveniente que la cabeza de
la persona esté siendo “refrescada” (o re-lavada) con omiòrò
cada seis meses. En el caso de que el omórisà haya recibido
en su cabeza energía vital de aves o cuadrúpedos, el
“refresco” a la misma no debe hacerse solo con omiòrò sino
que se deberá utilizar además energía vital de palomas,
peces, codornices, caracoles u otro similar especificado por
el dínlógún. Este será en estos casos un “refresco” para su
cabeza, especie de renovación del àse específicamente para
la persona, sin tener que incurrir en los gastos que con lleva
renovar el àse de sus òrìsà. Es de notar que el àse instalado
en las otà, atributos y herramientas se conserva mucho más
tiempo por estar dentro del pedjí, lugar que no entra nadie
profano ni nadie que esté en estado impuro, es distinto con
la persona que inevitablemente irá perdiendo el àse (fuerza)
y la pureza ganadas en la “obligación” trás el contacto con
las demás personas y el mundo profano. La renovación del
àse de los òrìsà y la persona juntos debe ser hecha por lo
menos cada cuatro años.
Quienes ya recibieron todo el irunmalè y el àse de
cauríes no escapan a esta regla, todo omórisà, desde el que
tiene solo “lavado con yuyos” hasta el que es bàbá o ìyá
debe renovar la energía (àse ) y fortificarla durante toda su
existencia. Esto no significa, como algunos dicen, que la
persona deba “estar bajo la pata del pai” para siempre, pues
si así lo dictamina el dínlógún de su iniciador, la persona
puede obtener el permiso, luego de su consagración como
bàbá o ìyá para que ella misma alimente su àse (lo que se
conoce como “liberación”). A este respecto algunos dicen
que “sacar de sí mismo para darse a sí mismo” en realidad
no aumenta nada, esto es erróneo porque el àse no se
“saca” de ninguna persona, el àse se obtiene de energías
vitales tales como la sangre vegetal y animal, lo que es
complementado con el “poder de la palabra” (ofo) y el
método aplicado de cada ritual. Si el àse fuera algo que
tiene cada persona, nadie necesitaría “aprontarse” para
recibirlo.
Continuando con el “lavado de cabeza” detallamos los
pasos:
a) Debe prepararse un omierò para descargar el cuerpo
de la persona;
b) Debe hacerse el omiòrò específico para el òrìsà de
cabeza.
La persona debe traer una tela blanca, 1 vela blanca (o
del color de su òrìsà), ropas blancas o claras - la mujer con
pollera y el hombre con pantalón.
Se manda a la persona al baño a limpiar su cuerpo del
cuello hacia abajo con el omierò, luego se enciende la vela,
se invoca la protección de los òrìsà relacionados con la
persona y cantando la reza del òrìsà se procede a lavar
primero la cabeza, mojando un poco la frente, nuca y cuello,
luego se le lava las manos y por último los pies.
El o la ojúgbonà (padrino o madrina) si la persona
hubiera escogido alguno, es el que procede a amarrar el
paño, de lo contrario lo hace el propio bàbá (o ìyá). Todo
este ritual se hace frente a los òrìsà, delante del pedjí, pero
no adentro.
Luego la persona hace foríbalè a los òrìsà, a su nuevo
bàbá (o ìyá) y a su padrino (o
madrina)
Permanecerá sentada frente a los òrìsà durante unas 3
horas, pidiendo todo de bueno para su vida. Luego el
padrino o madrina desata el paño de la cabeza de la
persona, la cual hace foribalè a los òrìsà, a su bàbá o ìyá y
a su padrino o madrina. El bàbá o la ìyá (de acuerdo con
el caso) le tirarán los cauríes (jogará buzios) para saber el
resultado del lavado de cabeza y que odù provisorio tiene
esa persona en su vida, pudiendo ahí mismo saber si tiene
camino para el sacerdocio y si simplemente seguirá su vida
como creyente en los òrìsà. De acuerdo con el odù que
aparezca se le aconsejará cuales son los tabúes que debe
respetar y que tipo de comportamiento deberá tener en la
vida para triunfar.
Sin importar el odù que apareció, siempre la persona
deberá respetar durante 8 días los siguientes ítems:
1- Resguardarse del los rayos del sol del mediodía en
punto y la negatividad de Ikú, debiendo estar a esas horas
bajo techo.
2 - Resguardarse a las 18 horas de los influjos
negativos de iyami osorongá. Debiendo estar bajo techo.
3 - Resguardarse a la medianoche en punto del rocío y
los influjos negativos de Ikú.
4 - Resguardarse a las 6 de la mañana nuevamente de
la influencia de iyami òsórongá.
5 - Mantener la pureza, de modo que no podrá tener
contacto con enfermos, ni visitar hospitales, ni cementerios,
ni tener sexo, ni beber bebidas con alcohol, ni participar de
cultos espiritistas como la umbanda o la kimbanda durante
esos ocho (8) días.
6 – Recibirá una lista de prohibiciones relacionadas con
el odù personal que apareció la primera vez que se le hizo
un registro oracular para determinar su òrìsà de cabeza.

7 – Vestirá de blanco o con ropas claras durante esos


ocho días.

Esto se debe a que el lavado de cabeza, como ya


explicara, nace en el odù Ejìonilè.
ORÍBIBO

La referencia para la descripción de esta ceremonia es


el odù Alàáfìa Gbèlé (Alafia meji).
El nombre del odù significa: “La tranquilidad levanta la
casa”, en una clara alusión a la tranquilidad y seguridad que
transmite esta ceremonia a la persona que se la hace.
La palabra oríbibo proviene de la expresión “Orí-bi-ebo”
- “Ofrenda que alimenta la Cabeza”. También se puede decir
“Leríbibo”.
La finalidad de esta ceremonia, es ante todo, la de
pedir permiso al Orí de la persona para manipular su cabeza
y poder hacer un puente energético entre la misma y su
òrìsà tutelar. Este tipo de ritual para el Orí, se hace
únicamente con palomas blancas, sin importar cual sea el
òrìsà de cabeza de la persona, pues la ofrenda aquí no es
para el òrìsà y sí para Orí.
Se efectúa obligatoriamente un día antes de cualquier
obligación de cuatro patas para el òrìsà de cabeza, aunque
también se pueden sacrificar las palomas en la cabeza para
Orí, momentos antes del sacrificio del animal de cuatro patas
destinado al òrìsà. Aconsejamos que lo más correcto y para
que Ori se alimente debidamente, es que el sacrificio de las
palomas se haga la noche anterior a la de los sacrificios para
el òrìsà de cabeza.
El número de palomas a ser ofrecidas varía de acuerdo
a las siguientes circunstancias:

A) Se ofrece un casal de palomas blancas a Orí cuando


también se fuera a ofrecer un animal de cuatro patas al
òrìsà de cabeza acompañado con las aves correspondientes
e incluso un casal de palomas para el òrìsà.

B) Se ofrece dos casales de palomas blancas (4


palomas) a Orí cuando no se hicieran otros sacrificios.
No se debe confundir las palomas que se deben ofrecer
en primer lugar a Orí, antes de cualquier ceremonia con
animales de cuatro patas a òrìsà, con las palomas que pueda
pedir el òrìsà de cabeza u otros òrìsà como
acompañamiento del cuatro patas, lo cual siempre debe
ser consultado a través del mérìndínlógún.
No se debe mezclar nunca la ceremonia para Orí con la
ceremonia al Òrìsà, pues son en verdad dos divinidades
distintas, a pesar de que luego del oríbibo y con el cuatro
patas de por medio el Òrìsà tutelar de la persona se sume a
compartir la cabeza con Orí apoyándolo. Cabe señalar que
un error muy común entre la gente afroumbandista, es
confundir a Orí con el Òrìsà de cabeza, donde presumen que
el Òrìsà es algo personal, particular e individual, creyéndose
muchos incluso el propio “òrìsà en tierra”, algo disparatado,
pues en verdad lo único personal, individual y propio que
tiene cada persona es su Orí con parte de la esencia del
òrìsà que le acompaña en la cabeza, lo cual recibe el nombre
de Eledá. Ningún òrìsà es pertenencia de nadie, pues
incluso sus asentamientos son apenas una representación
material que sirve para atraer parte de la energía del òrìsà
que servirá de puente comunicador entre el creyente
iniciado y dicha divinidad. Este puente se mantiene solo
durante la vida terrenal de la persona, pues a su muerte esa
representación material (asentamiento), generalmente debe
“despacharse”. De esto se desprende que quien no posea el
asentamiento de determinado òrìsà no tiene en verdad una
comunicación, ni tampoco autoridad material para trabajar,
invocar o asentar dicho òrìsà.
Para realizar el ritual de oríbibo antes que nada se
debe consultar el dínlógún, donde se deberá tener certeza si
los òrìsà indican este tipo de ceremonia en la cabeza de la
persona.

Antes de proceder, se debe hacer adimù para los òrìsà


guardianes del exterior dependiendo con lo que tenga
assentado el Ilé (Bara lode, Ogun Vagán, etc.) También
habrá que hacer adimù para los cuatro òrìsà de cabecera de
la persona: cabeza, cuerpo, brazos y piernas. Todo individuo
posee la esencia de cuatro (4) òrìsà en su cuerpo - al igual
que el número de segmentos que componen cada odù que a
su vez rige la vida de cada persona - comenzando por la
mayor influencia que está en la cabeza (òrìsà tutelar),
siguiendo por el cuerpo (òrìsà huntó) y luego en mucho
menor grado brazos (òrìsà guardián) y piernas (òrìsà
mensajero).
Luego según el Ilé donde se efectúe esta ceremonia,
habrá también que hacer ofrendas de frente para el òrìsà
que rige dicho Ilé, y además a Òrìsànlá; Yemoja; Òsun;
Sàngó y Bàrà - por ser estos òrìsà pilares fundamentales
en el culto - esto siempre y cuando ya no formen parte
del
grupo correspondiente a la persona, pues basta con una sola
“frente” a cada uno. No hay que olvidarse tampoco de Egun,
pues también debe recibir una ofrenda en el lugar reservado
para él dentro del terreno.
El día anterior el ojúgbonà (padrino o madrina)
prepara las hierbas para el ebomisi (baño con hierbas) y el
wèrí (lavado de cabeza)
Al momento de efectuar la ceremonia, si es una mujer,
no debe estar con su período y tanto el hombre como la
mujer no deben haber tenido relaciones sexuales 24 horas
antes, debiendo presentarse con el cuerpo lo más limpio y
puro posible.
Se le da a la persona un recipiente con omierò, para
que se bañe del cuello hacia abajo, luego el bàbá o la ìyá
(dependiendo el caso) le lava la cabeza con omiòrò,
después
se imanta la cabeza y centros vitales del cuerpo con los
elementos que haya dictado el dínlógún, que generalmente
son: ori, oyin, obì, àgbòn, epo, efun, etc. Lo que
dependerá del tipo de òrìsà de cabeza y del odù personal
que tenga ese Orí, ahí es donde el bàbá o la ìyá sabrán
exactamente que es lo que da fuerza a esa cabeza y cuales
son sus prohibiciones en conjunto con las prohibiciones
propias del òrìsà, siendo entonces éste el paso que dará
lugar al nacimiento del Orí personal como divinidad en
la propia
cabeza, pudiendo ser asentado luego en el ritual
complementario a éste que se conoce como eborí-bori o
simplemente borí.
Se procede al sacrificio de las palomas con las
manos (está prohibido el sacrificio de palomas con cuchillas)
y se debe también untar con èjè el Orí y demás centros
vitales. Se debe hacer preparar agua con oyin para el
sacrificio, en el que se moja el muñón y se le agrega
plumas...
El ojúgbonà amarra el paño en la cabeza de la
persona...
Se puede asentar aquí un botijo de barro (quartinha)
para Ori y una guía del color del òrìsà de la persona. A
modo de protección frente a Iyami Òsóròngà se debe
colocar plumas del pecho de las palomas cubriendo el orí y
los puntos de cuerpo que fueron marcados, también se
colocan plumas sobre el botijo y la guía.
Se canta la siguiente reza para Orí en el momento del
sacrificio:

Ori o, Ori o!
Ori a bèrè ori o abi laiye…

No ofrecemos los rezos completos de toda la


ceremonia, porque entendemos que su enseñanza es parte
del secreto que debe ser transmitido por el bàbá o la ìyá al
omórisà.

Deberá permanecer en reclusión hasta el otro día,


cuando temprano por la mañana se le quitará el paño de
cabeza, luego se lava la cabeza con omiòrò para limpiar
restos grandes de sangre y se le entrega una vasija con
mierò para que se bañe del cuello hacia abajo, quitanto la
sangre. La sangre que se lavó con el mierò de la cabeza y el
cuerpo se junta en un solo recipiente y será colocada en el
pozo que se haga para enterrar el ebo como elemento
calmante para la Tierra. Después ya puede tomar baño
normal para terminar de limpiarse, debiendo usar ropas
claras por lo menos durante 3 días. Por ese mismo período
de tiempo la persona deberá observar determinados tabúes
relacionados con el culto de òrìsà y también tendrá ciertas
prohibiciones ligadas al odù que haya aparecido en la lectura
que se haga al finalizar la obligación.
ANLODÒ
Ceremonia del Río

Antes de entrar a describir esta ceremonia, debo


aclarar que la misma, con el paso del tiempo en Nación fue
adaptada a las ciudades y sustituída por ritos similares que
se ejecutan dentro del Ilé, sin embargo, es menester volver
al origen y recuperar esta ceremonia ya que el hecho de no
acudir al río hace que se pierda todo el sentido.
Esta ceremonia forma parte de las tradiciones de
òrìsà en cualquier nación y variante, siendo guardada en el
odù Osé Sonà (El jabón protege en el camino), se
compone básicamente de realizar ofrendas en el monte
antes de pisar en la orilla del río para Bàrà-Èsù Olode y
Ògún Avagán, por ser quienes abren el camino, presentando
luego una ofrenda para Òsun en el río por ser la dueña de
las aguas que traen la vida, se supone que a partir de la
llegada al río el que se va a iniciar está en proceso de
“nacer”. El futuro iyawò (esposa de Òrìsà) lleva sobre su
cabeza desde el ilé hasta el río un recipiente conteniendo
omierò y además: un pollo bebé, paja de la costa, 16 buzios,
esponja vegetal, jabón de òrìsà, jabón de coco, toalla, una
muda de ropa blanca, obì, frente de Òsànlá, Bàrà Àselú, de
su òrìsà de cabeza (si fuera otro) y del que le acompaña.

Novicios cargando recipiente


con mierò sobre sus cabezas
rumbo al río (África)
Luego del sacrificio de aves para los òrìsà guerreros
y algún ebo que fuera marcado por el dínlógún en
adivinación, se cava un gran pozo en el monte costero al río
y se colocan arriba una ramas gruesas a modo de parrilla, el
novicio se para encima vestido con ropas viejas mientras la
madrina o el padrino (ojúgbonà) le va despejando mierò por
el cuerpo y se va bañando (esta parte se adaptó
transformándose en el “baño con mierò” que se dan en el
baño del ilé los que van a “aprontarse”) El que recibe el
baño se va pasando por el cuerpo la esponja junto con los
buzios, la paja de la costa y el pollo bebé amarrado por sus
patas. El bàbá o la ìyá le rasgan las ropas y se la van
quitando a tirones, arrojándolas dentro del pozo, donde
también irá a parar el pollo, los buzios y la esponja. Esto
simboliza el dejar dentro del pozo las cargas y la vida
anterior, se adaptó mal esta parte en las casas de batuques
actuales, dado que se estila que luego del baño el novicio
pase por una limpieza común, que sabemos retirará cargas
pero no habrá rasgadura de vestiduras ni un simbolismo que
represente el cambio de vida o “la muerte de la vida
anterior”.
Se procede luego, a ir desnudo tal cual vino al
mundo la primera vez (en paños menores si hubiera pudor o
también usando bikini o short) hacia el río que está a unos
pasos de donde se hizo el pozo (en el monte del río).

Foto tomada en África durante el


momento en que los novicios toman
baño en el río.

Se presentan las ofrendas y se tira obì antes de


entrar al agua para saber si va todo bien. El novicio entrará
hasta sus rodillas en el agua y será bañado por su madrina o
padrino, que le irá arrojando agua con una mitad de
calabaza (ìgbà) por encima (la calabaza representa el vientre
materno y pertenece a Òsun), mientras finaliza de
descargarse usando jabón de coco. Después el novicio se
bañará solo usando jabón de òòsà, incluso la cabeza. Deberá
cerrar sus ojos y tomar una otà cualquiera al azar de
adentro del agua donde está parado, colocándola en el
recipiente donde había traído el mierò que fue usado para el
baño, sale del agua, se seca y se viste de blanco. En el
recipiente mencionado, el novicio se llevará además de la
otà, un poco de agua del río, lo portará sobre su cabeza
todo el viaje de vuelta y terminará colocándolo dentro del
pejí después de “batir cabeza”. Esa otà, representa al Ori
(*)
del novicio , la cual solamente él puede escoger tal
cual lo hizo en el Orun antes de venir al Mundo.
Recordemos que toda esta ceremonia representa la “muerte”
y “la vuelta al mundo” del novicio, es decir el nacimiento a
una nueva vida como practicante activo del culto de òrìsà.
Sólo uno mismo puede escoger su propio Ori. Con relación
a esta parte del ritual, existe un ìtan del odù-òrìsà Oko-
Jànà que explica el porqué:
“Òrìsà (Òòsanlá) tenía una hija que se llamaba Ìgbá-
Omi-Odò (Calabaza con Agua de Río), ella había sido la primera
iyawò dentro del culto, un día fue a buscar agua al río y
aparentemente murió ahogada, nunca encontraron su cuerpo.
Òrìsà consultó el oráculo y se le dijo que cada nuevo hijo que se
fuera a consagrar debería ir al río con una calabaza en la cual
recogería agua y pondría la cabeza (una otà) de Ìgbá-Omi-Odò la
cual sería la representación de la cabeza del propio iyawò.”
(Historia recogida en Pobé)
Esta calabaza conteniendo la otà del iyawò,
posteriormente se transfomará en la representación material
de su Ori (Ilé-Ori) en el culto de òrìsà según la tradición
nagó, después que el bàbá o la ìyá le agreguen
determinados objetos y elementos que se correspondan con
el mismo, debiendo consagrarse con el sacrificio de palomas
(*1)
blancas , sin importar cual sea el òrìsà de cabeza.
(*) No confundir con el òrìsà de cabeza, cuyas otà debe escoger el
bàbá
o la ìyá.

(*1) No confundir este assentamento con el bori, el cual representa la


unión o el puente que une al Òrìsà con Ori, significando que la cabeza
comió y dio permiso para que coma el òrìsà.
ÌPADÉ FUN IBEJI
Reunión para Ibeji

Odù Oko Boyà – Es la referencia en la cual nuestros


mayores dejaron las enseñanzas para que no se perdiera
esta ceremonia. Oko Boyà significa: “Divide el ebo en el
campo”.
Vulgarmente esta ceremonia recibe el nombre de
"mesa de ibeji", porque está centrada principalmente en
torno a una "mesa" que se arma en el centro del salón
principal del Ilé. No se trata de una mesa profana con
patas, sino que simplemente se coloca una estera (o varias)
sobre el piso y sobre éstas se pone una tela colorida
(mantel) o varias telas de colores alegres. Sobre la mesa se
colocarán luego algunos elementos, que tienen significados
simbólicos; en algunos lados observan un estricto orden
tanto al poner como al levantar la "mesa".
El ‘Pàdé fun Ìbejì es una ceremonia que puede
hacerse tanto orientada hacia el lado JÉJÉ como hacia el
de ÒYÓ,
donde hay algunas diferencias en el ritual y en el significado.
En el batuque el elemento jéjé está presente en todas las
casas, de ahí que esta ceremonia sea hecha en todos lados,
sin importar que nación diga que practica el bàbá o la ìyá.
Lamentablemente en algunas casas ya no se practica por
desconocimiento de como debe hacerse y en otras se hacen
"mesas de ibeji" bastante alejadas del orígen. Aquí nos
enfocamos en la ceremonia tal cual se sigue haciendo en
Africa y en algunas casas más tradicionalistas de Brasil y
Uruguay, dando al lector religioso datos importantes para
cuando realice este tipo de ritual en su templo.
Los protagonistas en la ceremonia, son todos los niños
que asistieron, incluso aquellos que todavía no nacieron y
están en el vientre materno (esta religión está contra el
ABORTO) o aquellos gemelos que murieron y fueron
asentados en imágenes, ellos participarán en espíritu.
Entonces todos los niños que tengan hasta 14 años y las
madres embarazadas harán una fila de menor a mayor (de
acuerdo a la edad de los niños), entrando por la derecha de
la mesa se irán sentando alrededor de la misma sobre una
estera. En algunas casas (en América) buscan que en la
mesa se siente un determinado número de niños, sin
embargo es menester que todos participen sin importar el
número, ya que el niño por naturaleza tiende a sufrir al ser
relegado y una de las finalidades es agazajar a los niños.
Hemos visto que en Benin (lado jéjé) las madres de los
niños muertos danzan en torno a la mesa cantando y
portando las imágenes de sus gemelos muertos amarradas a
la cintura con una tela.
El significado de esta ceremonia es pedir a Òrò-Ìbejì que
siempre haya muchos nacimientos, que la descendencia sea
abundante, que los niños crezcan sanos, fuertes, que se
alejen los abikú y que aquellos que murieron vuelvan pronto
al mundo en una nueva encarnación. Pero además hay un
reconocimiento de los valores que poseen los niños y que los
adultos no deben olvidar, tales como la inocencia, la
sinceridad o el asombro ante lo cotidiano.

La tradición indica que se deben colocar algunos


elementos en el siguiente orden:

1) Eni atì aso (estera con mantel colorido


encima).
2) Iná (vela; brasero; lámpara de aceite; etc)
3) Àmàlà de Ìbejì.
4) Frutas: Obi; ògèdè; àgbon; orogbo; etc.
5) Igò perteneciente a Ìbejì con sus
imágenes.
6) Igò de Yemoja. ( * )
7) Igò de Òòsànlá. ( * )
8) Oyin

( * ) Estos ítems son distintos en el lado jéjé, pues se


colocan los igò de los vodun Sakpata Sobo (Sònpónnó
Soboe) y Sobo Badè (Sàngó Sobo), ambos voduns
relacionados con el trueno y los gemelos.
Luego se coloca sin un orden especial, las demás frutas
que no son obligatorias ni tradicionales; flores; postres;
caramelos; dulces; bebidas; carnes de aves y de animales
cuadrúpedos; pescados; àkàrà; àbàrà; egbo; olele; ekuru;
etc.
(1)
Se le sirve a todos los participantes el àmàlà , el cual
se debe comer tradicionalmente con las manos, por esto
luego que todos los niños terminaron de comer, un
olórisà
(2)
les lava las manos y otro se las seca .
Todos los participantes directos de la ceremonia (niños,
madres embarazadas y madres de gemelos muertos) danzan
luego alrededor de la mesa.
Los gemelos muertos participan de todas las
ceremonias junto a sus madres.
En el lado jéjé se forman tres grupos distintos que
participaran de la ceremonia por etapas:
a) Las madres embarazadas;
b) Las madres de niños muertos;
c) Los niños.
A cada grupo se le ofrece de la mesa un tipo de
alimento principal distinto que simboliza la finalidad por la
cual participa el mismo.
Durante toda la ceremonia el onilù estará cantando y
tocando los rezos correspondientes a Ibeji.
Finalmente harán foribalé delante del pedjí, delante de los
tambores y delante del grupo de mayores que esté presente
(oluwos, oloyes, babas, iyas, etc).
Se hace pàdé fun Ìbejì con motivo del festejo anual a
dicho òrìsà, pero es común hacerlo también en las
obligaciones de asentamiento de òrìsà, cuando se efectúan
los ebo con aves para los mismos, generalmente en al otro
día de lo que se llama vulgarmente “segundo corte”, en el
cual solo se sacrifican aves. También se puede hacer un
pàdé fun Ìbejì siempre que se desee en agradecimiento por
algo o si así lo dispusieran los òrìsà a través del oráculo.

(1) En algunas casas sustituyen el àmàlà por una "canja" (sopa, en


portugués), sin saber que en verdad dicha sopa, hecha principalmente
de arroz con pollo, se le ofrece únicamente al grupo de madres de
gemelos muertos.

(2) Esto se hace únicamente cuando los niños hubieran consumido


àmàlà, ya que lógicamente se habrían ensuciado las manos. De ser así
es conveniente que sea un /a hijo /a de Yemoja el / la que lava y uno/a
de Òòsànlá el / la que seca con un paño blanco.
ALÁYIN NDÉSÙN
(Alain desum)
Poseedor de la Simiente
Que Está Llegando a Dormir

Odù Àselèjú (okanran-osá) del mérìndínlógún de


òrìsà. El nombre del odù significa: àse-ilè-ojú (àselèjú) “El
pozo en la tierra tiene poder”, de este modo con sólo
recordar su nombre y entender yorùbá, el babalórisà ya está
sabiendo que en el mismo se describe esta ceremonia.
“Poseedor de la simiente que está llegando a
dormir” es la forma poética que por la cual se denomina al
(3)
Balè, ya que es el lugar que contiene las “semillas” de
aquellos que murieron, y han sido plantadas allí bajo la
forma de Egun para que puedan crecer espiritualmente
o también para que renazcan transformados como Òrìsà.
Sin embargo, este nombre también se usa para
referirse específicamente al lugar del terreno donde se
entierran los àse de Sàngó Kámukan, considerado como un
pasaje de Sàngó muy ligado a Egun que va afuera del Ilé,
diferenciándolo así del Balè propiamente dicho.
El Aláyin Ndésùn es originario de Òyó, donde Sàngó
tiene primacia como òrìsà supremo y se extendió al culto de
Nación a través de un grupo de seguidores de Sàngó con
influencia nagó, denominado “el camino de Okambi” o
Kambinà (okambi-onà) , Okambi fue el primer rey de Òyó.
Lamentablemente, con el paso del tiempo los descendientes
actuales del linaje primario de los kambinà, tal vez en la
búsqueda de una identidad que perdieron, confundieron el
nombre de origen con el nombre de una región cercana a
Angola: Cabinda; la cual no tiene absolutamente nada que
ver con òrìsà, pues es una región bantú, esto ha traído
aparejado que muchos ahora tiendan a buscar raíces donde
no las hay, mezclando ideas y conceptos que llevan a una
maraña de confusión absoluta.
(3)
Se trata de las quartinhas que contienen el soporte de los
elementos que se consideran como el àse del difunto que ha sido
instalado en el balè.

Toda persona que tenga a Sàngó de cabeza en el culto


de Nación, debería tener assentado en el patio,
preferentemente en el frente de la casa el Aláyin Ndésun,
ya que este ojúbò (hueco donde se entierra àse) existe
también a la entrada del palacio del Aláfìn en Òyó, estando
dedicado en ese caso a Aganjú, ya que en Òyó no se hace
Aganjú de cabeza, mientras que la influencia jéjé en
nuestro culto sí lo permite como un camino de Sàngó. Se
supone que nadie debería tener Sàngó Kámukán directo
de cabeza, pues se trata de un asentamiento para el
terreno y no es personal sino que es colectivo para la familia
religiosa de ese Ilé. En Nigeria, a los òrìsà de carácter
colectivo familiar se les denomina: òrìsà Idilé.
Otros que deben tener Aláyin Ndésùn son aquellos
que tengan a Sàngó “en los brazos”, pues el òrìsà “de
brazos” es el guardián del àse del òrìsà de cabeza de cada
persona, por lo tanto es el que debe ir afuera protegiendo
el Ilé para ese òrìsà. Claro que como regla general, todo
Ilé de Nación, debe tener su Bàrà Lode y Ògún Avagán,
como mínimo, antes de poseer cualquier otro tipo de
seguranza, ojubò o asentamiento en el terreno, pues
solamente después que se completa el Ìrunmalè es que se
empieza a assentar lo que sea necesario de acuerdo al caso
de cada uno y según lo dictamine òrìsà en el mérìndínlógún.
La forma sobre como se procede de acuerdo a las
tradiciones africanas para hacer la ceremonia, es relatada en
el odù Ogbèsé.
Este tipo de ojúbò solo puede ser hecho por quien
tenga el àse para hacerlo y el conocimiento adecuado, no
siendo imprescidible poseer uno propio para assentarlo para
otra persona, solo se necesita tener el ìrunmalè completo
(buzios incluídos) y haber participado en la ceremonia de su
instalación para alguien, debiendo poseer el permiso del
mayor que le inició para ejecutar para otros este ritual.
La forma correcta de proceder para la instalación del
Aláyin Ndésùn es cavar un pozo al frente del Ilé, tal vez,
frente a la casa de Bàrà Lode o al lado, se vuelca dentro
omierò de Sàngó, se forra con hojas de bananero, se coloca
allí una otà que corresponda con el camino de Sàngó
Kámukán que es distinta a las usadas regularmente para los
Sàngó de adentro. Dicha otà deberá ser confirmada por el
mérìndínlógún. Lleva además algunas armas, herramientas,
àmàlà, adimú de Bàrà, 9 àkàrà, granos diversos, 4 eyin
adiè, epo, òsun, obì, etc. Muchos de los elementos que
lleva específicamente el tipo de Sàngó que va a ser
assentado para cada persona que lo precise deben
confirmarse con el mérìndínlógún, así como también se
preguntará que tipos de animales va a comer y que
cantidad, ya que por este camino no se ofrecen carneros a
Sàngó y sí terneros, aunque por lo general basta con el
ofrecimiento de gallos blancos.
Al finalizar los sacrificios, se cubre todo con hojas de
bananero y se tapa con tierra, se arma una casita para
protección del lugar y se coloca encima del montículo que se
formó un Bàrà Èsù-Bi que ya debe haber sido assentado
anticipadamente como corresponde, con cabrito y aves, en
un plato de barro con sus herramientas y armas.

Foto de una
casita cuya
finalidad es
contener el
Aláyin Ndésùn de
un Ilé de Nación.
Este àse se renueva todos los años con el sacrificio de
un pollo, ofreciendo un poco de èjè al Bàrà.
Dentro de esta casita se le ponen ofrendas y ecós para
el Bàrà que allí se encuentra, quien será el intermediario
entre el Sàngó que está assentado allí y la gente del Ilé.
SÁBÓ
Correr y escapar

Este ritual se encuentra en el odù Ofun méjì y debe


hacerse únicamente a personas que tengan ese odù o a
todo aquel que le aparezca en adivinación durante una
consulta cuando se tengan problemas graves de salud. La
finalidad es escapar a la muerte, trocando la vida de la
persona por la de un chivo.

Ingredientes:

10 mts. De tela blanca


10 potecitos de ori (grasa vegetal)
10 tizas de efun
10 barras de jabón de coco
Peregún blanco (palo de agua)
Prodigiosa
Verdolaga
Bledo blanco
2 Palomas blancas
1 chivo
1 coco fresco
Egbo funfun (mazamorra de maíz blanco)
10 eko blancos (esto es crema blanca envuelta en hoja de
bananero)
10 olele
10 bolas de arroz blanco
10 akara
10 flores blancas
Perfume blanco
Preparación del jabón para el baño:

Las hierbas bien limpias se ponen en una vasija y se


dividen en dos: una porción para preparar jabón y otra para
omierò, un olórisà que tenga asentado Osanyin debe ir
machacando las hierbas en una piedra de moler y haciendo
ofò para despertar su àse , en su defecto lo hará el propio
bàbá, ìyá o awo que dirija el baño. Luego se mezcla la
hierba con las barras de jabón ralladas y con el ori, con esto
se hacen 10 barritas de jabón que colocamos en un plato
blanco.

Modo de preparar el baño:

Se prepara una vasija con omierò con la otra porción


de las hierbas también cantándole a las mismas para
despertar su àse, se empieza por el peregún, lleva agua,
leche de chiva (o en su defecto de vaca), agua de la
mazamorra blanca hervida (egbo) y agua de coco fresco.
En otra vasija preparamos agua, los pétalos de las
flores y el perfume blanco.

Modo de aplicar el remedio:

Esta obra debe realizarse preferentemente en un


monte, donde se hará un pozo profundo, dentro se colocará
la persona, la que se sentará sobre una esterilla dentro del
pozo. En caso que la persona estuviera con síntomas muy
graves como para concurrir al monte se puede hacer esto en
cualquier otro lugar dentro de un latón grande para poder
recoger el agua del baño y la sangre, los restos después se
ponen en un pozo o también se puede hacer un pozo en el
patio trasero de la casa.
Pronto todo, se procede a darle el baño con el omiero,
recogiendo el agua con una calabaza y regando el líquido
desde su cabeza hacia los pies, de pie dentro del pozo.
Se va cantando:

“Bàbá wè, ìyá wè, Ofun wè máà wè èwé o!”

Después se le van pasando por el cuerpo todos los


ingredientes comestibles que son akara, eko, olele, bolas
de arroz, egbo.
Se van colocando luego dentro del pozo alrededor de la
persona en sentido horario (como las agujas del reloj).
Luego se cubre totalmente a la persona con la tela de la
cabeza a los pies y es sentada sobre la estera dentro del
pozo ( o en un banquito dentro de una gran palangana).
Antes de proceder al sacrificio se reza un oriki a Èsù y a
Ògún, después el rezo del odù òsé y el del odù Alafia.
Al comenzar el sacrificio se debe cantar o rezar Ofun.
Se canta:
“Afún yéyén, Akan
yéyén, Oyénýén
akan bi àla
Da fun Osanla Oseregbo.
Baba yio bi Bamgbala lómo .
Won ni ki Baba ko
rubo.
Kini on yio ha ru ?
Nwon ni ki o ru egbawa owo
; Ko o ru asò funfun ;
Ko o ru igbin mewa ;
Nwon ni ki o ru agbebo adie
funfun.
Baba rubo
Baba si bi Bamgbala nu u
; O bi Talabi, o bi Alalade.
Omo ko as ni enu
mo,
Ni Baba wa njo, ni nyo
;
Ni nyin awon awo, ni awon awo wa nyin
Osà
P Afún yéyén
e Akan yéyén
Oyenyén akan bi àla
b Da fun Òsanlà Òseregbo.
e

n
i

a
w
o
n

a
w
o

t
i

o
n

n
s
e

e
n
u

r
e
r
e

w
i
.
Baba yio bi Bamgbala lomo.
O ni Ba a lówó
Omo eni kasai ba ni gbala, omo eni
; Ba bi mo
Omo eni kasai ba ni gbala ,omo
eni.
Òfún ni jé be.”

No se debe cortar la cabeza al chivo, sólo se desangra hasta


que muera totalmente, se va quitando la tela a la persona y
con ésta se envuelve el chivo, se ayuda a la persona a salir
del pozo y se coloca al chivo en su lugar. Se pone sobre el
pozo unos palos a modo de parrilla para que la persona se
pare encima, y allí se le va lavando con los jabones y el
omierò mientras se va cantando o recitando:

“Àshe kóòshè mó lòna adifafun Awúre là ti nròdè Ijebu.”

Se termina de enjuagar con el agua con pétalos y


perfume. Se le pinta todo el cuerpo de blanco con las tizas
ralladas de efun, cara, brazos, torso, manos, pies, todo y se
viste de blanco.
Se abre el coco y se le da coco al pozo, consultando a
òrìsà Onilè si está todo bien o si falta alguna cosa. Si
responde Ejife, Etawa o Alafia se toma como un sí y se
arrojan los cocos dentro tapando el pozo, la persona tiene
que pisar encima bastante, enterrando sus problemas de
salud, enterrando la enfermedad, después se le hecha agua
fresca por encima de la tierra rezando para que se
refresque.
Al regresar al ilé, se le sacrifican las dos palomas en la
cabeza y se manda ese ebo al cementerio. Se queda a
dormir en el Ilé. Al otro día debe tomar un baño con 8
hierbas de Obatalá de la cabeza a los pies, luego se volverá
a pintar de blanco totalmente con efun y vestirá de blanco.
Debe mantenerse la persona aislada y sin salir a la calle
durante por lo menos 3 días, no debe tomar sol, se
mantendrá escondido y en una habitación semi-oscura.
Se supone que en tres días el ebo habrá llegado al
Òrun e Ikú habrá confundido al chivo con la persona.
ÀRÁ-IJÓ
Danza del Rayo

Àrá-ijó se traduce como “danza del rayo”, este tipo de


ritual era practicado en tierras nagós por los iniciados
(prontos) en el culto a Sàngó.
Según fuera transmitido por un anciano de la zona de
Ibarapa (Nigeria) en el año 1991, este tipo de ritual fue
prohibido por los musulmanes a fines de 1800, cuando el
Imperio de Òyó terminó de derrumbarse, el odù que apoya
este tipo de rito es Obàrà ‘Barun. Consistía en que el
sacerdote de Sàngó mostrase su poderío a través del
dominio del propio rayo. Para tal fin, durante los sacrificios a
Sàngó, cuyas ceremonias duraban aproximadamente unos
17 días, se armaban ruedas donde todos tomados
fuertemente de las manos avanzaban y retrocedían hacia un
poste central cuya función era atraer el rayo. Durante las
ceremonias, era común que hubiesen tormentas, momento
en que aprovechaban los sacerdotes para la invocación del
rayo, cuya prueba consistía en que parte de la energía del
rayo pasara a través de la cadena formada por las personas
sin causarles daño, terminando de dispersarse en la tierra a
través de los pies. Obviamente, nadie debía soltarse, pues
de ser así, el último de la fila sería golpeado de lleno por la
electricidad, muriendo instantáneamente. Los enemigos de
los yoruba, ante tal despliegue de poder mágico, acabaron
por prohibir dichos rituales pensando que tal vez podrían ser
usados en su contra.
En América, se siguió practicando un remedo de dicho
ritual, en casas cuya tradición proviene de los esclavos nagó,
siendo anterior a la prohibición de fines del siglo XIX. Se le
conoce vulgarmente aquí como “balanza” y según algunos
serviría para medir la enegía atraída hacia los asentamientos
durante los sacrificios. Se mantiene el miedo a soltarse,
pues se aprendió de generación en generación que de ser
así alguien podría morir, pero nunca se explicó realmente el
porqué ni el origen de este mito.
En África solo participaban los iniciados en el culto a
Sàngó, aquí tradicionalmente se acepta que participen
también iniciados en otros òrìsà que también tengan alguna
relación con el rayo o el fuego en sus tipos generales, como
ser: Oya, Bàrà, Sònpònnó, Òsanyìn, Ògún, Ode, Obà.
Por tratarse de un ritual que pretende atraer
electricidad del ambiente, no deberían participar iniciados en
òrìsà que son considerados típicamente de “agua”, como
ser: Yemoja, Òsànlà u Òsun. Una de las razones para esto,
es más que obvia, pues se está trabajando con elementos
contrarios a los que aportarían los iniciados en estos òrìsà;
otra de las razones, es porque esta “danza del rayo” es
terminada siempre con la “danza del fuego” (conocida
vulgarmente en batuque como alujá). El elemento “agua”
dentro de la rueda quita fuerza y dispersa la corriente hacia
donde no se quiere, “apagando” el “fuego”.
El motivo por el cual la “danza del rayo” debe ser
terminada con la “danza del fuego” es por la relación que
hay entre la caída del rayo sobre un poste de madera y su
posterior quemadura, dado que si se lograba que cayera un
rayo, los iniciados empezaban a cantar en alabanza al
fuego, soltándose y danzando en derredor del poste
quemado.
La razón por la que nadie debe “ocuparse” antes del
toque de Àrá-ijó (balanza), es porque quienes debían
demostrar su capacidad de lidiar con la electricidad del rayo
eran los sacerdotes no el òrìsà, luego de la llegada del rayo
a la rueda, sólo uno de esos sacerdotes era poseído por el
òrìsà Sàngó, quien entonces bailaba al son del toque de
alujá distintos tipos de rezos. Se supone que Sàngó “caería”
al mundo en uno de sus “hijos” junto con la llegada del rayo.
Hay quienes hacen “balanza de rúa” (para los òrìsà de
afuera) y “balanza de agua” (para los òrìsà de agua)
pretendiendo que saben mucho más sobre las “balanzas”,
cuando en verdad se trata de inventos hechos en Brasil por
alguien que tenía una mente muy imaginativa, quien tal vez
fuera considerado sabio por otros que lo imitaron, pero lo
cual no tiene fundamentos válidos.
La “balanza” debe ser hecha siempre que hubiere
sacrificio de animales de cuatro patas para el òrìsà Sàngó y
siempre que el òrìsà lo confirme a través de los cauríes, ya
que en cualquier otro tipo de sacrificio de animales de cuatro
patas para cualquier otro òrìsà, no es necesario hacer
“balanza”.
El número mínimo de integrantes en una rueda para el
àrá-ijó es de seis, no importando si hay òrìsà repetido
siempre que se trate de los que aconsejamos líneas arriba.
Incluso si todos fuesen hijos del òrìsà Sàngó, sería mejor,
pudiendo procederse del siguiente modo:
Hijos de Bàrà, Ògún, Ode y Oya, podrían hacer una
rueda para abrir la ceremonia, danzando las rezas cantadas
para Bàrà, Ògún y Oya (si esa fuera la secuencia ) e incluso
pudiendo “ocuparse”, entanto los hijos de Sàngó sólo
comenzarían a participar de los rezos para su òrìsà,
integrando la balanza, donde recibirían la llegada de Sàngó
en ellos. Por cierto que los òrìsà manifestados antes de la
balanza, no participarían de esa rueda, siendo meros
espectadores de la imponente llegada de Sàngó.
ÀSE-ÒGÚN / Poder de Ògún (Axé de faca)
(Asògún)

El Odù Ògúndá méjì es el que está relacionado con


este àse.
Esta ceremonia podemos decir, que está casi extinta
hoy en día, existiendo sólo algunas casas de jéjé-nagó más
bien orientadas hacia el candomblé que la hacen, también
sabemos que se hace en Cuba y en Africa, siendo la misma
ceremonia parte integral de las costumbres antiguas
relacionadas con el culto de Nación jéjé-nagó. El hecho de
que casi ya no se haga, se debe a que puede fundirse con
cualquier obligación de òrìsà que haga la persona, lo cual
abarata costos, sin embargo, sería preferible hacerla por
separado para que el àse de Ògún pudiera ser recibido por
la persona sin ninguna mezcla, ya que es importante que
durante esta ceremonia la persona no se “ocupe con el
santo”, salvo que tenga Ògún de cabeza, pues se intenta
que la energía de Ògún sea capaz de actuar a través de la
mano de la persona cada vez que ésta porte una cuchilla
para realizar sacrificios.
Todas las “facas”, sin excepción, pertenecen al òrìsà
Ògún, que es el herrero de los òrìsà y dueño de las
herramientas, cuchillas, etc. El òrìsà que realiza y hace
posible cualquier sacrificio para los demás a través de las
cuchillas es Ògún. La cuchilla principal recibe el nombre de
Òbe y la que se usa para “servicios” recibe el nombre de
Panàdó, cuyo significado es: “Se manifiesta y mata en el
camino”. En la Santería, la palabra Panàdó, generalmente la
escriben similar a como la pronuncian los descendientes de
esclavos con acento cubano: “Kuanaldo”.
Se entrega el Òbe en el culto de òrìsà a todo aquel que
tenga camino para el sacerdocio, lo cual debe estar implícito
en el odù que tenga esa persona, es decir aquella “caída de
buzios” que apareció durante su primera “obligación” con
animales de cuatro patas y que regirá el destino de esa
persona durante toda su vida luego de haberse iniciado,
tanto en lo religioso como en su vida cotidiana, ya que
deberá observar siempre el comportamiento y las
prohibiciones que indica su odù personal en òrìsà (aquí nada
tiene que ver Ifá y la consulta es con los buzios).
Antes de continuar, debemos aclarar primero que en el
culto de Nación, en cualquiera de sus lados y en cualquier
culto de òrìsà (candomblé, santería, vodun, etc) la cuchilla
que se usa para el sacrificio de animales para los òrìsà en las
ceremonias de asentamiento, consagraciones y demás es
siempre la que acompaña al Òrìsà Ògún, sin embargo,
Bàrà- Èsù también es poseedor de una cuchilla, la cual
pertenece también a Ògún, pero va dentro de la vasija de
Bàrà-Èsù (come con éste) y sólo es usada para otro tipo de
sacrificios que no estén relacionados con alimentar
directamente a los òrìsà y a Ori, que son aquellos que se
hacen en los caminos de ebo : ebo-odù; ebo-erù; ebo-èjè;
ebo-Ikú; ebo-Èsù; en fin, todo aquello que por lo general el
“povo de santo” engloba bajo la palabra “servicio” por
desconocimiento de los nombres de cada tipo de ofrenda
(ebo). Puesto que el ebo está asociado directamente a la
adivinación, forma parte de la acción de Bàrà a través de
su Èsù (Bàrà-Èsù) y de su posición como trabajador,
comunicador, intermediario, para lograr calmar las fuerzas
negativas y hostiles al hombre (ajogun burukú), siempre
sacando una parte como propina.
En el acto del ebo, siempre que se efectúe un sacrificio,
será la cuchilla de Bàrà la que se usará. Existiendo dos
distinciones al respecto:

a) Si fuera una ofrenda (limpieza, troca, pedido,


etc), para los òrìsà considerados “de adentro”,
se usará la cuchilla de Bàrà “de adentro”.

b) Si fuera una ofrenda (limpieza, troca, pedido,


etc), para los òrìsà “de afuera” se deberá usar
la cuchilla que acompaña a Bàrà Lode (de
afuera).
El mínimo de cuchillas que se deben entregar para
completar un Ìrunmalè son cuatro:

1) Òbe òrìsà – Cuchilla que se asienta con el camino de


Ògún que le corresponda a la persona y va adentro
en el pejí. Es la que se usa para alimentar y asentar a
todos los òrìsà de adentro, los de cabeza, Ori y
cualquier tipo de asentamiento ligado a los òrìsà de
adentro.

2) Panàdó – Cuchilla que se asienta con el camino de


Bàrà de adentro que tenga. Ya se explicó su uso.

3) Òbe Ebora – Cuchilla que se asienta con el camino


de Ògún que le corresponda a la persona y va
afuera. Es usada para alimentar y asentar òrìsà de
afuera y Egun.

4) Panàdó Ebora – Cuchilla que se asienta junto con


Bara Lode cuando come con Ògún y se usa
solamente para “trabajos”, “servicios”,
limpiezas, etc. Relacionadas con los òrìsà de afuera
y con Egun.

Pasamos ahora a detallar por encima la ceremonia de


Àsògún o “Entrega de Faca”.
La entrega de la cuchilla representa lo que muchos
llaman “liberar la faca” para poder comenzar a ejercer como
àsògún, es decir, poder empezar a realizar sacrificios de
animales de cuatro patas para los òrìsà con la autorización
de su bàbá o ìyá. Las únicas cuchillas que se “entregan” en
ceremonia especial son las correspondientes a Ògún, ya que
para usar las de Bàrà, no se precisa una ceremonia especial
por el hecho de que estas últimas se relacionan con los ebo,
más cabe igualmente una aclaración sobre las mismas.
PANÀDÓ
“Faca de Servicio”

Cuando se entrega Bàrà-Èsù por primera vez, no se le


pone nunca cuchilla, porque debe “comer” Ògún antes de
esto, es decir, la persona debe tenerlo asentado. Esto
fundamenta el hecho de que muchos babalórisà e
iyalórisà solo entregaran la “faca de servicio” en una
segunda obligación y por ocasión de la entrega de Ògún.
La excepción a esta regla, es cuando la persona tiene
Ògún de cabeza o lo tiene en algún pasaje de su cuerpo.
De todos modos, el Panàdó solo debe ser entregado o
“liberado” cuando la persona tuviera el conocimiento
adecuado para efectuar “servicios” y trabajos, lo que sería
más fundamentado luego de recibir el “àse de buzios”, pues
los mismos serían los que habilitarían el uso correcto de las
funciones de Bàrà-Èsù con relación a los ebo y al resto de
los òrìsà, no debiendo hacerse “servicios”, limpiezas, ebos,
sin que sean marcados por los propios òrìsà a través del
dínlógún (buzios).
El Panàdó puede ser entregado por el bàbá o la ìyá
luego de cualquier registro oracular donde se marque una
limpieza para el Ilé, ocasión que aprovechará para decirle al
filho que debe traer su “faca de servicio” para ejecutar su
primera limpieza en el Ilé materno, que será la que le abra
el camino para seguir trabajando con los òrìsà, aunque
siempre bajo la orientación de su iniciador hasta que sea lo
suficientemente hábil. Los gastos para los materiales de la
limpieza serán costeados por el filho a cambio del àse que
recibirá.
ÒBE ÒRÌSÀ
“Faca de orixá”

Puede hacerse una “entrega de facas” a varios olórisà


a la vez y eso no perjudica para nada la ceremonia, por el
contrario, se abaratan costos y se ahorra tiempo.
En esta ceremonia deben comer los siguientes òrìsà:

1) Todos los Bàrà – Bàrà de quien recibe las


facas, el del iniciador y cualquier otro Bàrà
cuyo asentamiento esté en el Ilé.

2) Todos los Ògún – Ògún de quien recibe, el


del iniciador y todos los que estén asentados
en el Ilé.

3) Los òrìsà de cabeza y pasajes de quien


recibe la ceremonia.

4) El òrìsà de cabeza del iniciador

Se procede a “temperar” los òrìsà que van a “comer”,


siendo la forma más correcta de acuerdo con las costumbres
africanas la siguiente:
Se lavan con omiòrò específico de cada òrìsà las otà,
armas y herramientas, se secan con un paño blanco. Luego
se les va pasando epo, oyin, ori, efun, de acuerdo con el
fundamento de la casa.
Se preparan adimú para todos los òrìsà y se colocan al
pie de los mismos y se siguen los pasos como cuando se va
a hacer una obligación de cuatro patas para òrìsà, con la
diferencia de que la persona no recibirá èjè en su cabeza, se
le limpiará la cabeza con las hierbas de su òrìsà, recibirá
baño de hierbas y se le marcará la frente con la èjè
correspondiente a su òrìsà de cabeza cuando sea el acto
sacrificial, mientras que en el momento del sacrificio a Ògún,
recibirá èjè en su mano derecha por ambos lados y en el
pecho. En todos esos lugares se colocarán algunas plumas
de las aves sacrificadas.
Las cuchillas deben lavarse con omiòrò, se secan con
paño blanco y luego se les pasa ori y epo; nunca llevan miel,
ya que la miel las corrompe, mientras que por el lado
mitológico se cree que la miel atonta a Ògún, y no le
permite trabajar adecuadamente.
La persona debe quedarse junto a sus òrìsà “haciendo
suelo” durante los días que dure esta “obligación”,
generalmente tres (3).
Se sacrifican animales de cuatro patas y aves de
acuerdo con cada òrìsà que va a ser alimentado y según lo
que haya manifestado la adivinación para esa ceremonia.
Al final, cuando ya todo se “levantó” y limpió, al cuarto
día, se hace un toque para los òrìsà donde el iniciador
entregará públicamente la cuchilla en la puerta del pejí antes
del inicio de las rezas dedicados a Ògún. El nuevo dueño de
Òbe entonces, lo tomará con su mano derecha y bailará en
el medio del salón acompañado de su ojúgbonà o del
iniciador que le irán guiando, mientras cantan:

“A má joko, ní Ògún o!
Ìrunmalè, a má joko ní Ògún o, Ìrunmalè”

“No nos sentamos (trabajamos, peleamos), tenemos a


Ògún! Grupo total de Cuatrocientos òrìsà,
No nos sentamos, tenemos a Ògún

Y van encaminándose hasta la puerta donde


presentará la cuchilla, luego lo hará frente al tambor,
danzando otro poco y finalmente la llevará hasta el pejí,
donde la colocará nuevamente en la vasija de su Ògún.
ARAN FUN YEMOJA
“Panela de Iemanjá”

Es un ritual muy antiguo que ha permanecido en el


tiempo, aunque con algunas distorsiones y que tiene por
finalidad agradar a Yemoja como una de las divinidades
ligadas a la abundancia y la procreación dentro de la Nación
Nagó.
Hacia el norte de Brasil, los cultos de òrìsà con raíz
nagó hacen la “panela de Iemanjá” al finalizar el año, el día
31 de diciembre, como dádiva para que la divinidad les
colme de bendiciones y bienestar en el año venidero,
cerrando sus trabajos por ese año; mientras que hacia el
sur, los descendientes de Nación siempre la acostumbraron
hacer el día 2 de febrero, día adoptado tras el sincretismo de
Iemanjá con Nuestra Señora de los Navegantes (Estela
Maris). Momento en el cual también aprovechan para hacer
sus pedidos de bienestar y bendiciones para el resto del año.
Cabe decir que aunque “panela” en portugués significa
“olla”, se usa generalmente una canasta de mimbre con
forma de olla.
Con el paso del tiempo y dada la gran mezcla que ha
habido entre conceptos de Umbanda y Nación por estas
tierras, sumando el sincretismo, se fue deformando la
verdadera ceremonia y la antigua canasta que se armaba
terminó transformada en una barca, mientras que los
rituales que se hacían con anterioridad en el Ilé hoy casi
han desaparecido.
Comenzaremos detallando que primero se hace una
reunión el día anterior, donde todos colaboran arreglando y
adornando el Ilé, se hacen ofrendas de frente, comidas
diversas y se colocan flores. Se realizan entonces sacrificios
de aves para Bàrà, Ògún, Yemoja, Òsànlá y el òrìsà
dueño del Ilé si no estuviera ya entre los citados antes.
Luego de limpiar las aves y tener todo listo, comienza
la preparación de la canasta para Yemoja, que se hace
dentro del pejí lejos de las miradas extrañas, se forra con
telas de color azul claro y todas sus gamas, después se
colocan la ofrenda de “frente” para Yemoja, encima el ebo-
èjè junto con la cabeza e inhalas de las aves que se
sacrificaron en honor a Yemoja, se agrega un adimú de
Bàrà, uno para Òòsànlá y uno para Ògún, agregando
también los restos de sus sacrificios correspondientes sobre
cada ofrenda, un poco de miel y plumas por encima de todo,
acomodando de manera que no queden las cosas unas
encima de las otras, sino en cuatro cubriendo todo el fondo.
Encima de todo esto se colocan hojas de tártago y se le
pone una tela para que nadie vea ni sepa que hay debajo.
Se agrega entonces otra ofrenda de frente para Yemoja,
peines, espejos, collares, adornos femeninos, baratijas,
polvo de arroz, joyas, monedas, anillos, buzios, perfumes,
cartas conteniendo los pedidos de cada uno de los que
participe o asista y en el medio de todo se acostumbraba
poner una imagen representativa de Yemoja, que
antiguamente era un bulto de madera vestido con telas de
color azul claro y collares, pero actualmente se usa una
imagen de yeso. Se termina decorando con abundantes
ramos de flores y se deja en el pejí velándose.
Al otro día, por la noche, se visten todos con sus ropas
de òrìsà y se ejecutan toques para todos los Òrìsà desde
Bàrà a Yemoja.
Antes de comenzar a tocar para Yemoja, el dirigente de
la ceremonia (bàbá o ìyá del Ilé) da aviso de que
comenzarán los toques en honor a esta divinidad, por lo
tanto se trae la canasta desde el pejí hasta el medio del
salón y todos los que no se “ocuparon” se arrodillan en
rueda en torno de la canasta y se empiezan a rezar oríkì
para pedir todo lo bueno. Empieza entonces el toque para
Yemoja mientras se levanta la canasta y se pone sobre la
cabeza de la hija de Yemoja con más grado dentro del Ilé
(no se tienen en cuenta los años de religión sino los àse que
tenga). Para poner la canasta sobre la cabeza es preciso
colocarla y quitarla tres veces, quedándose sobre la cabeza
definitivamente a la tercera vez. Mientras que se debe
cantar:

“Òní òpé òsà ire màá!


Ebo òní òpé òsà ire màá ebo!”

“Hoy continuamente se agradece la bendición del òrìsà!


Hoy la ofrenda es agradecimiento constante a la bendición del
òrìsà!”

Hecho esto todos salen cantando el “axé de rezas” de


Yemoja en procesión acompañados por el onilù y demás
músicos (si los hubiera) hacia la playa de un río, mar,
arroyo, que será el lugar donde se deje la canasta.
Al volver, se empieza a tocar en honor a Òòsànlá y se
da por terminada la ceremonia repartiendo comidas de la
mesa de òrìsà.
Esta segunda parte, la del toque, puede cambiar
dependiendo de lo lejos que esté ubicado el Ilé con relación
a la playa, muchas veces se hace directamente todo el toque
en la playa, debiendo entonces trasladar todas las ofrendas
de frente de los òrìsà y sus ìgbá-àse (asentamientos y
“quartinhas”) o como mínimo llevar a Bàrà, Ògún, Yemoja
y Òòsànlá. Se arma entonces una especie de pejí
improvisado con hojas de palmera o con esteras y telas en la
playa y dentro se ponen los òrìsà, las ofrendas y la
canasta. Los asentamientos de òrìsà cuando se colocan en
el suelo van siempre sobre una estera, salvo Bàrà que
puede estar directamente sobre la tierra.
ÒÒSÀ WÍ
“Fala del Santo”

De acuerdo a lo establecido en el odù Ákanjí, el òrìsà


(4)
alágbàtori debería recibir el àse que le permitiera poder
hablar y comunicarse directamente con las demás personas.
Este tipo de ceremonia es vulgarmente conocido en Brasil
como “prova de fala”; en Cuba se le llama “aché de lengua”
y es practicado también en África, tanto en Benin para los
voduns como en Nigeria dentro del culto a los diversos òrìsà
(no confundir con Ifá).
La “fala” debe ser administrada por los mayores del
iniciado, debiendo estar éste poseído por su òrìsà. Se
acostumbra que quienes “pasen la fala” deberán tener varios
años de que su òrìsà llegue en tierra, además de poseer el
irunmalè completo.
Esta ceremonia se hace lejos de las miradas indiscretas
y sin la participación de otros òrìsà que aún no hayan
recibido su “fala”. Quien administre este àse, debe haberlo
recibido de su mayor, de lo contrario no podrá dar àse de
fala a otros.
Para la “fala” se preparan diversos ingredientes que
deberán ser comidos por el “òrìsà en tierra”, esta “comida”
tendrá diferencias dependiendo con el tipo de òrìsà que
pasará la fala.
Por lo general se usan algunas hojas pertenecientes al
òrìsà, epo u oyin (de acuerdo con el òrìsà), ori, ataré,
òrògbò, obì, agbón, etc. Todo esto se machaca y se hace
una pequeña bola que el bàbá o la ìyá pondrá en la boca del
òrìsà hablándole

(4) Òrìsà Alágbàtori – Proviene de Oni agbá ti Ori (dueño del


ancestro de cabeza) Es el Òrìsà que se manifiesta en la persona a
través de la posesión u ocupación, diferente del que está assentado
en los pejí y también distinto al Òrìsà como energía de la
naturaleza, pues el Alágbátori es la energía de un ancestro espiritual
fusionada con la de la
persona, que viene a representar a su òrìsà como espíritu humano que
se hace visible en el trance.

en nagó o yoruba, no sin antes pedirle que saque la lengua


y con el Panàdó (cuchilla) le marca simbólicamente una
encrucijada para luego darle el alimento.
Después se le dará un ave de acuerdo con el tipo de
òrìsà, pudiendo ser una guinea, la cual sirve para todos (en
el caso de Òòsànlá debe ser de las blancas). El òrìsà
manifestado en el mundo beberá el èjè con avidez,
sacrificando al ave con sus dientes. Luego se le ofrece epo u
oyin dependiendo el caso y después omi u otì. Se le limpia
la boca con un paño blanco y se le pregunta (en nagó) cual
es su nombre.
Al finalizar las preguntas que desee hacerle el bàbá o la
ìyá para corroborar la veracidad de la ocupación, se le
llevará para presentarle ante la asistencia, saludando el pejí,
tambor y demás lugares que correspondan.
La cabeza del ave se deja secar y luego se forra con
cuentas del òrìsà, colocándose en la sopera del mismo como
testimonio de que el òrìsà pasó por la ceremonia de fala, lo
cual se transforma en un àse más recibido dentro de la
carrera del iniciado.

Foto tomada en Nigeria.- Iniciado


ocupado con su òrìsà apreta entre sus
dientes un trozo del cuello de un ave
que fuera ofrecida como parte de su
“axé de fala”.
A JÓ PÈLÚ ORI RÈ
“Bailamos con su Cabeza”

Este rito pertenece a la nación òyó en África y fue


desvirtuado en Brasil por seguidores de dicho lado en el
batuque, aquí ofreceremos una descripción de cómo es
ejecutado hasta el día de hoy en los linajes de òyó de
Nigeria.
De acuerdo con el odù Júfun Iká: “Sàngó les cortó
la cabeza a sus enemigos y luego bailó con ellas”. Del mismo
modo, se vuelve a rememorar el hecho al cortar la cabeza
del animal ofrecido a Sàngó, momento en el que el novicio,
en estado como de trance, sujeta firmemente el muñón de
la cabeza con sus dientes y es dirigido a dar algunas vueltas
danzando en sentido de la rueda de batuque y presentando
respetos ante los mayores, los tambores y determinados
lugares donde hay otros asentamientos, para luego dejar la
cabeza junto al asentamiento del òrìsà Sàngó.

Foto tomada en Àfrica (culto a


Sàngó) el novicio danza con la
cabeza del animal inmediatamente
que ésta es retirada del cuerpo.

Mientras se danza con la cabeza del carnero se


canta:
“Tete eléri o!
(Rápidamente el dueño de la cabeza…)
Bá káwó káwó leri tete
(…pasa a dominar en la cabeza muy rápido)
Fun mi eléri àgbò!”
(para mí es el dueño de la cabeza del carnero)

Observamos con tristeza, que en algunas casas


desvirtuaron este rito, pues en lugar de hacer la danza en el
momento del sacrificio, cuando la sangre aún está caliente y
fresca; tal cual se hace en África y en algunas casas de
santo que conservaron esta costumbre; lo hacen 7 días
después, cuando la cabeza del animal ya está podrida y llena
de gusanos, cuando el òrìsà en verdad ya no está comiendo
y por el contrario sería bueno que ese ebo se enterrara lo
antes posible. Algunos todavía han llevado este rito
originario del culto de Sàngó (lado òyó) a adoptarlo para
prácticas en los sacrificios de kimbanda, algo totalmente
fuera de lugar y sin fundamento.
BORI ATÌ IGBÁ ORI
“Asentamiento de Ori”

Ori (divinidad de la cabeza) es la más importante de


todas las divinidades para cada ser humano, sin su
consentimiento no se puede tocar la cabeza de ninguna
persona, es decir, si Ori no lo permite, alguien no puede
darle de comer al òrìsà tutelar en su cabeza. Tampoco se
pueden recibir premios o castigos sin el consentimiento de
Ori, ya que en verdad es el poseedor absoluto del destino de
cada persona, estando directamente ligado al odù personal
(destino) que escogió cada uno antes de venir al Mundo. Por
ese motivo es que siempre antes de una “obligación de òrìsà
con animales de cuatro patas”, el bàbá o la ìyá, deben hacer
primero una consulta oracular para determinar que tipo de
ofrendas debe recibir Ori en primer lugar, para que permita
que el Òrìsà coma en la cabeza. Este tipo de ofrenda se
denomina “bori” (ebo-ori = ofrenda a la cabeza).
El bori es un ritual que establece un puente o una
ligazón entre el Ori y el Òrìsà.
En nuestra nación el ritual de bori se ejecuta un día
antes al ritual de ofrecimiento del animal de cuatro patas a
la cabeza, aunque bien puede ser hecho unas horas antes el
mismo día. Para tal fin, en la consulta oracular, se establece
que tipo de aves desea Ori y que tipo de alimentos. Las aves
más comunes usadas son las palomas blancas, las guineas o
las gallinas, usándose también peces o caracoles. Otros
elementos son: Ataré; obì; òrògbò; efun; ekú; ori; omi;
frutas variadas; “canjica blanca”; akassá; àkàrà; àbàrà;
didun; oyin; epo; otì ; etc. No son todos a la vez, sino que
el babalorisa obtendrá una lista de los elementos a
ofrecer durante la consulta a los buzios que será hecha
con la persona delante. No se debe confundir nunca al Ori
con el Òrìsà de cabeza, ya que son dos cosas distintas y
puede suceder que Ori pida comer cosas que tal vez sean
una prohibición para el òrìsà de cabeza, sin que eso
perjudique a
la persona, por el contrario será siempre un elemento que le
proporcionará equilibrio y fuerza al Ori.
Para hacer el bori se preparan los adìmú de todos
los òrìsà, para todos los altares y asentamientos que se
posean el terreno. Se hará una ofrenda previa en una
encrucijada para que Èsù propicie la apertura de las
ceremonias, debiendo antes de cualquier sacrificio para
cualquier divinidad hacer un sacrificio 7 días antes para Èsù
(kimbanda) y otro el mismo día para Bàrà Lode, ofreciendo
también algo a Egun en el Balè.
El bori posee una representación física que
atestigua el pacto entre Ori y el Òrìsà a partir del momento
en que se hace el sacrificio de cuatro patas y consta de una
compotera con tapa de preferencia de color blanco, en cuyo
interior se colocan 8 cauríes abiertos, una moneda y el
mechón de pelo retirado del remolino de la cabeza por
donde se hará la ofrenda al Òrìsà y a Ori, agregando un
poco de epo, ori o miel de acuerdo con lo dictado por el
propio Ori en la adivinación, le acompaña además un botijo
(quartinha) pintado de color blanco. Algunos colocan el
número de cauríes en correspondencia con el òrìsà de
cabeza: Bàrà = 7; Ògún = 7; Oya = 9; etc. Sin embargo,
consideramos que los ocho cauríes simbolizan al odù òrìsà
Aláfìa, el mayor de todos y que contiene en sí mismo el
principio de todos los òrìsà y de Ori, siendo su
correspondiente Ògbè-Méjì en Ifá. Otro factor a tener en
cuenta a este respecto, es que Ori se expresa a través de
ocho cauríes, motivo por el cual el babalorisa, cuando va a
hacer una consulta directa al Ori de alguien, aparta 8 cauríes
que son los que presentará ante la cabeza y arrojará sobre
el atè para obtener las respuestas.
El asentamiento de Ori (igbá-ori) se hace solamente
después del asentamiento del òrìsà de cabeza con el
correspondiente bori, puesto que el iyawò saldrá de la
“obligación” sabiendo cual es su odù-òrìsà personal. A partir
de los tres meses, el iyawò ya podrá recibir el asentamiento
de su Ori, debiendo para ello preguntar en el dínlógún que
aves y ofrendas desea recibir.
El asentamiento de Ori en nuestro culto consta de la
otà que fuera recogida por el iyawò en el río y todos los
elementos que vengan a aportar fuerza en el camino de
odù-òrìsà que tenga la persona. Por lo general se coloca
todo dentro de una calabacita o un recipiente de loza con
tapa, que se cubren para protegerlos con un cuero de forma
cónica (representa una corona yoruba) forrado con tela del
color de preferencia de la persona, cauríes y cuentas,
siempre según el gusto de cada uno, ya que Ori es una
divinidad personal.
La persona se sienta sobre una estera dentro del
pejí, con las piernas estiradas y las manos con las palmas
hacia arriba sobre sus rodillas. El bàbá o la ìyá gritan
entonces:
Ori o o o!
Ori o o o! – Responden los presentes.

Antes que nada se tira obì o coco (haciendo


previamente los debidos rezos) para saber si todo está en
orden, ofreciendo omi tútù y obì a Ori. Se moja con agua el
centro de la cabeza, frente, nuca, sienes, brazos, manos,
etc. Luego con mierò, después se va huntando con oyin,
epo u ori, dependiendo del pedido de ese Ori.
Enseguida va presentando en el centro de la
cabeza, frente, cuello, nuca, costados, hombros, etc. cada
uno de los elementos que fueron reclamados por ese Ori,
pidiendo bendiciones para la persona. De cada cosa se le
pone un poquito en la lengua a la persona y un poquito es
separado en un plato blanco, con lo cual el bàbá o la ìyá
arma un bola, a la que agregará obì mascado junto con
pimienta y otì, separa una porción para dentro de la
calabacita de Ori y otra la coloca en la cabeza. Va cantando:

Ori kí ó jeun
Bori o o o!
Ori kí ó jeun…

(Ori saluda y come un poco!


64
El Regreso A La Raíz Jéjé-Nagó 64
Oh! Se alimenta la cabeza)

Se consulta con obì o con coco si están siendo


aceptadas las ofrendas y si no falta presentar más nada, de
ser así se procede al sacrificio.
Las aves se presentan en la frente y el oficiante
dice:

“Ori mo pè je
Ori mo pè mu
Ori kun o t’ àwon ire”

(Ori te llamo a comer, te llamo a beber, llénate


de bendiciones)

En el caso de que se sacrifiquen palomas se canta:

Eiyelé fá èye
Eiyelé fá èye
Fá ki awa awúre
... ... ...

(La paloma limpia y defiende


Limpia y nos trae
suerte...)

Al terminar de colocar èjè en todos los lugares


correspondientes y en la calabaza, se colocan plumas sobre
todos los centros vitales en el cuerpo de la persona y
cubriendo la calabaza, se canta:

Olù kó kó bò a o…
Igbá gbogbo bò iye eiye

(Juntamos y cubrimos, toda la calabaza cubrimos


con plumas de ave)

Se le amarra una tela blanca en la cabeza, se le


coloca la calabaza sobre la misma y se retira por tres veces,
fijándola en la tercera, momento en que la persona deberá
sujetarla fuertemente con sus manos por unos instantes,
después será llamada a levantarse por parte del oficiante,
quien le llamará tres veces, debiendo levantarse en la última
y danzará con su nueva cabeza presentándola ante todos
los altares, delante de los tambores y los presentes, quienes
danzarán con sus manos extendidas hacia el nuevo Olori,
quien dará algunas vueltas alrededor del salón mientras
todos cantan:

Agbeso’ kè Ori
A bè wá o Ori
ajé
Agbeso’ kè Ori
Ori ayo
A bè wá o
Ori Owó… (Se va nombrando todos los
IRE)

(Levantamos alto la cabeza y rogamos venga a ti una


cabeza próspera, levantamos alto la cabeza y rogamos venga a
ti una cabeza alegre, rogamos venga a ti una cabeza con
dinero,
etc)
2da Parte

RECUPERANDO

OFRENDAS DE “FRENTE”

EBO DIVERSOS
ADÌMÚ Ofrendas
de Frente

El ofrecimiento de adìmú a los Òrìsà corresponde al


odù Ògúnte (Ògún establece). De acuerdo con el ìtan,
Yemoja, esposa de Ògún, decide ofrecer a sus dos hijos
para salvar a todo el pueblo, en momentos en que el
hambre y la sequía asolaban la región. Es así que ella
ofrece a su hija Adì (el aceite de la almendra del carozo de
dendê) y a su hijo Emú (el vino de palma). La ofrenda hizo
que volvieran las lluvias y la abundancia nuevamente.
Al regresar Ògún de la guerra, se pone furioso al darse
cuenta que sus hijos habían sido ofrecidos a cambio de que
todos los demás habitantes se salvaran, reuniéndo a todo el
pueblo en la plaza, Ògún hace la siguiente sentencia: “De
ahora en adelante, para calmar la ira de cualquier Òrìsà y
siempre que yo deba ejecutar un sacrificio las personas
deberán ofrecer adìmú (adì - emú)”. Al decir “Adìmú”,
Ògún estaba queriendo expresar que los demás también
tenían que dar algo de sí mismos como ofrenda del mismo
modo que su mujer lo había hecho. A partir de ese
momento, se extendió la costumbre de darle el nombre de
adìmú a las ofrendas de alimentos que se preparan para
los òrìsà con motivo de cualquier toque, celebración o
ceremonia.
Consideramos como “ofrendas de frente” a todas
aquellas comidas que ofrecemos a nuestros òrìsà de forma
regular por ocasión de su “feitura” (cuando se “hacen”) o
cada vez que hacemos toques para los mismos. Cuando
durante los toques se ofrecen adìmú y se hace una mesa
donde se colocan comidas para repartir entre la
concurrencia, se denomina “quincena seca”, cuando además
de esto se hacen sacrificios de aves se le llama “quincena
con aves”. Esto es así, porque se calcula que se hace un
“batuque” (toque para òrìsà de nación) aproximadamente
cada quince días, intercalando los mismos con sesiones de
umbanda y/o kimbanda. Actualmente, la mayoría de las
casas estila hacer los batuques una vez al mes.
Los adìmú deben colocarse siempre al pie de cada òrìsà
y sobre una estera, nunca directamente sobre el piso, ya
que el òrìsà sólo come encima de la estera (“cama y mesa”
para la tradición africana)
Las ofrendas de frente pueden dividirse de acuerdo a
su influencia en: “umbandistas” y “africanistas”,
aconsejamos aquellas que catalogamos como “africanistas”
como las que deberían hacerse en caso de querer recuperar
su pureza. A continuación ofreceremos una lista de ambas.

Ofrendas de frente con influencia umbandista


que se hacen en algunas casas de batuque:

Bàrà Lode – Maíz tostado, pipoca, 7 papines asados y


huntados con epo, 1 opete de papa sin cáscara.

Bàrà Lànà; Bàrà Adáge – Maíz tostado, pipoca, 7


papínes asados huntados con epo.

Bàrà Ajelú – Maíz hervido tostado claro con miel, coco


rallado, pipoca, 3 papines asados huntados con epo.

Ògún Abagán – Tira de asado frita en epo, farofa de


epo, 7 tiras de naranja ácida.

Ògún Onire; Alagbede; Ejolá – Tira de asado frita


en epo, farofa de epo, 7 tiras de naranja dulce.

Oya (todas) – Pipocas, rodajas fritas de boniatos en el


número del òrìsà, 1 manzana roja sin las semillas con un
poco de miel. Se le puede colocar una flor roja dentro de la
manzana para adornar la ofrenda.

Sàngó Ibeji – Pirón de harina de mandioca mezclado


con un poco de polenta; carne de pecho con hueso frita en
aceite común a la cual se le añaden condimentos, salsa de
tomate, cebolla, morrón, haciendo una especie de salsa que
luego se riega por encima del pirón. Finalmente se le añaden
bananas en el número del òrìsà y una manzana roja partida
en cuatro, 6 caramelos de miel.

Sàngó (los demás) – Pirón de harina de mandioca con


una salsa igual a la anterior por encima, 6 bananas, 1
manzana roja sin semillas. Se le puede agregar repollo
cortado en tiras (se hirve en el caldo que se hará el pirón).

Ode – 1 costilla de cerdo, pipoca.

Otin – 1 costilla de cerdo, pipoca, 7 u 8 rodajas de


papa fritas en aceite común.

Oba – Mazamorra amarilla hervida, porotos de soja


hervidos. Se refoga todo en epo y se le agrega perejil
picado.

Osanyin – Opeté de papa sin cáscara, farofa de epo,


7 rodajas de huevo cocido.

Sànpónnà – Maíz torrado, poroto negro torrado, maní


torrado, pipoca, un opeté con cáscara.
Òsun – Mazamorra amarilla hervida y refogada con
miel.

Yemoja – Mazamorra blanca hervida, refogada en


aceite común y se le agrega perejil picado por encima.

Òsànlá – Mazamorra blanca hervida.


Ofrendas de frente de influencia africanista:

Bàrà Lode – Gaari (farofa de epo), con un poco de


sal y un poco de margarina. Se le agrega un bife de carne de
chivo o de pollo que se haya sacrificado para los òrìsà.
Cuando no hay sacrificios no lleva carne.

Bàrà Adage, Lana - Asòsó, 7 tiras de coco, 7


caramelos de miel sin envoltorio.

Bàrà Ajelú – Àsòsó, 3 tiras de coco; 3 caramelos de


miel sin envoltorio.

Ògún Abagán – Amalá de Ògún con porotos negros.

Ogún Onire, Alagbede, Ejola – Amalá de Ògún


con porotos blancos.

Oya Tigbowá – Opete de boniato, pipocas.

Oya (el resto) – 9 àkàràs

Sàngó – Amalá con carne del pollo que se sacrificó


para este òrìsà o de preferencia carne de carnero.

Ode – Adalú de porotos negros y maíz hervido se


refoga en epo con cebolla, pimienta, sal, 7 tiras de coco.

Otin – Adalú de porotos negros y maíz hervido se


refoga en epo con cebolla, pimienta, sal, 8 tiras de coco.

Oba – Adalú de porotos de soja y maíz hervido, se


refoja en epo con cebolla, pimienta, sal y se le agrega perejil
picado.

Osanyin – Farofa de porotos negros con longaniza


picada y una pizca de aguardiente por encima.
Sànpónnà – Granos torrados: maíz, maní, porotos
negros. Se le agrega un poco de pipoca.

Òsun – Mazamorra hervida, se rocia con miel, se le


agrega coco rallado y dulces de color amarillos (quindim) en
el número del òrìsà.

Yemoja – Akassá blanco en un plato de loza sobre una


hoja de bananero.

Òsànlá – 8 akassá blancos envueltos en hojas de


repollo blanco o también egbo (mazamorra hervida
condimentada con azúcar, clavo de olor, coco rallado y efun
por encima).

72
El Regreso A La Raíz Jéjé-Nagó 72
ALGUNOS EBO
A TRAVÉS DE LOS “BUZIOS”

Los ebo que transcribo a continuación, forman parte de


mi experiencia y conocimientos personales, los cuales fui
anotando a medida que me los indicaban los propios òrìsà a
través del mérìndínlógún, todos ellos fueron realizados a
diversos clientes con éxito cuando apareció cada uno de
estos odù en el correspondiente tipo de osobu.

ODÙ EKADÍ (obara meji)

Ebo ntori osobu ijà – 6 monedas, 6 bolas de arroz, 1 coco


fresco, 6 bolas de harina de mandioca, 6 horquillas de
madera, 1 pollo, epo pupa, oyin, otì, efun, un plato blanco
de loza, 16 cauríes, arena

Se pasa todo por el cuerpo de la persona y se va colocando


dentro de una vasija, luego se mata el pollo encima. Se
acomoda el ave sobre todo y se riega con miel, epo y oti. Se
lleva a un lugar bien alto y se procede de la siguiente forma:
al pie de un árbol frondoso, se saluda a Obara meji y se
espolvorea efun sobre el ebo. En un plato con arena se
marca con cauríes el odu obara.
ODÙ SAGIRÍN (onile-iroso)

Ebo ntori osobu ofo – 8 monedas, 8 huevos, 4 bolas de


arroz con efun, owú, un bastón, un machetito de
metal, una eyele, miel.

Masticar obì con atare, para rezar sobre los materiales en


una vasija. Se reza a Èsù en la puerta del pejí o en la puerta
del frente del Ilé. Después rezar iroso y ejonilè.
Se presenta eyele a la persona y luego sobre el ebo a los
cuatro cantos. Se suelta en la puerta con oyin en el pico. Se
entierra el resto de las cosas en un pozo en el fondo. Se
clava el bastón, se le hace una cama con el owú, se ponen
encima y en círculo los huevos, las monedas, las bolas de
arroz marcando los puntos cardinales. Se rocía todo con miel
y se tapa. El bastón permanecerá allí 8 días. Luego se
quema.

ODÙ SILÍN (onile-osá)

Ebomisi – hojas de atori, diente de león, abamoda,


lavanda, dólar, quiebra todo, cedrón, ehin olobe.

Ebo – 8 monedas, 4 especies de farofa: con agua, con oyin,


con epo y con otì. 4 eyin-adiè. Pasar todo por el cuerpo y
despachar en una encrucijada, repartiendo en los 4 cantos.
ODÙ EDE KORÉ (obara odi)

Miero – Valdear los pisos del fondo hacia el frente con:


paraíso, hojas de tabaco, miel.

Ebo – adimu de Sànpónnà, 3 velas rosadas, 3 varas de


paraíso. Asósó para Bàrà con 6 monedas. Limpiar a los
presentes y la casa.

ODÙ EBUYÍN (onile-ose)

Por osobu Ajé (brujería):

Ebo - 7 Monedas; 1 eyelé; àgbàdò. Se lleva a una


encrucijada abierta, se pasa el maíz por el cuerpo y se va
tirando hacia los cuatro caminos. Las monedas y se tiran.
Finalmente se le pide a eyelé que diga a Èsù que nos abra
el camino y se suelta.
ODÙ YALANTÉ (onile-odí)

Por osobu Arun

(enfermedad)

Omiero – Se valdea con 8 hierbas que se preguntan con el


coco, agregar miel y perfume.

Ebo - 4 adiè funfun para Obàtálá se ofrecen sobre sus otà


en su sopera, cubrir con plumas y efun. Se van quebrando y
se despachan en una loma.

ODÙ ODIYE (ofun-obara)

Por osobu Ijà (luchas,


peleas)

Ebo odù - 2 eyelé funfun; egbó funfun; nombres de las


personas del conflicto; oyin; owú; cinta roja; 1 coco fresco.

Se hace abre el coco en dos, se ponen los nombres dentro


haciendo una cama de owú y agregando el oyin, se presenta
el adimú a Obatalá y se sacrifican las palomas derramando
èjè dentro del coco y en un plato blanco huntado con miel.
Se juntan los dos corazones, se hace iye y se ponen dentro
del coco. Se amarra con la cinta roja bien fuerte pidiendo
que esas personas se unan en paz. Se deja esè òrìsà
durante 10 días, encendiendo una vela blanca cada día.
Se pregunta que camino toma.
ODÙ MISIWÀ (ose-odí)

Por osobu ijà

Adimú para: Èsù (4 farofas, 1 bastoncito); Òsun; Ode;


Ògún; àmàlà y un pollo para Sàngó; ropa de la persona; 6
itaná.

Se presenta a la persona sentada sobre la estera en las


distintas partes del cuerpo mientras se nombran diciendo
ago. Se va pidiendo que nlo gbógbó osobu.
La ropa se rompe y se hecha sobre todos los adimú y se le
da el akukò.
Se vela y se despacha a la orilla de un curso de agua.

ODÙ KANBARAN (Odì-nilè)

Por osobu ofo

Ebo sarayeye - 9 varas de tilo; 9 tiras de paño de colores


(menos negro); 1 pollo blanco; 9 velas blancas; 9 monedas;
gúgúrú.
Asòsò para Bàrà. Limpiar con esto al interesado y se
despacha en el monte, luego recetarle el siguiente baño.

Ebomisi – Ruda; hojas de granado; fortuna; palma imperial;


romero; lavanda; salvia. Hervir agregando luego efun y
oyin.
ODÙ MISIWÁ (Ose-odi)

Por osobu ajé

Ebo sarayeye – 1 machetito; 7 monedas, 7 clavos; 1 vela


blanca; 4 farofas; adimù para Òsanyìn

ODÙ OWANSÍ (odi meji)

Para que venga gente:

Día y horario de preferencia para hacer el trabajo – lunes al


caer la tarde.

7 clavos; 7 boniatos hervidos; epo; monedas.

Se huntan los boniatos y clavos con epo. Se clava un clavo


en cada boniato. Se presenta a Ògún Vagán haciendo oríkì
para todos los signos principales, luego se reza òdí en Ire,
después Èsù y finalmente para Ògún.
Se deja 7 días al pie del òrìsà, al séptimo se entierra en el
frente de la casa. Las monedas se ponen en el asentamiento
de Èsù de
òrìsà.
ODÙ OWANSÍ (odi meji)

Por osobu egba (trancas)

Ebo sarayeye – 7 itaná pupa; 7 farofas de distinta


constitución; 7 tiras de paño rojo y negro; 1 akuko; 1 botella
de aguardiente; un machetito.

Se pasa todo por el cuerpo de la persona del cuello hacia


abajo, se vela, se lleva todo a una encrucijada abierta y se
suelta el ave viva, pidiendo a Èsù que abra todos los
caminos.

ODÙ TOROSÍ (iroso-osa)

Por osobu Arun en el estómago

4 boniatos grandes; 9 rodajas de boniato fritas;


pipocas; 9 velas para Oya.

Se hace un puré con los 4 boniatos, se pone sobre el


estómago de la persona cubriendo bien, se canta para Oya.
Después se moldea con forma redondeada y se pone en un
recipiente con pipocas alrededor y las rodajas de boniato
fritas. Pasar las velas y encender 4 en el pedjí al pie de Oya,
donde presentamos también el ebo. Las 5 velas restantes las
despachamos junto con el ebo al pie de una pitanguera.
3ra Parte

RECUPERANDO LOS

TOQUES DE ÒRÌSÀ

EN NACIÓN
LOS TOQUES EN NACIÓN DE ÒRÌSÀ

El iniciado o creyente del culto de Nación, se va a


encontrar con graves problemas cuando desee aprender
algo acerca de los toques que se usan para los òrìsà en este
culto, pues uno de los conocimientos que más se
deformaron, mezclaron y perdieron son justamente aquellos
que están relacionados con el tambor y su fundamento
dentro del culto.
En la nación nagó o jéjé-nagó se necesitan como
mínimo dos tambores para que los toques sean ejecutados
debidamente, ya que el tambor más grande es tocado con
las manos haciendo los tonos graves o marcando los
compases mientras que el tambor más pequeño se toca con
dos varas. Esta costumbre se mantiene hasta nuestros días
entre los pueblos nagó de Benin o jéjé-nagó. La ignorancia
en el sur de Brasil hizo que cuando alguien agregaba este
otro tambor que se toca con dos varas, pensaran que se
trataba de una variante diferente que terminaron llamando
“jeje de dagavis”, cuando en verdad se estaba usando los
dos tambores de acuerdo a la tradición originaria en Nación.
Tal vez la falta de tamboreros; lo encarecido que se
volvería el toque; el ruido mucho más potente producido por
las varas (recordemos que antiguamente la policía acosaba
las casas de santo) y otra serie de inconvenientes fueran la
causa de que se terminara usando solo un tambor, aquel
tocado con las manos, que suena menos y además, aunque
falte el otro, es la base del toque y sirve para acompañar los
cantos sagrados.
Con relación a la expresión “jeje de dagavis” debemos
aclarar que cualquier toque de Nación debería ser
acompañado por otro tambor tocado con varas, siendo el
nombre correcto de los palos: agidabi (“aguidabi” es la
pronunciación).
Tamboreros pertenecientes a la nación Nagó en África, obsérvese
que uno toca con dos varetas mientras que el otro usa sus manos.
(Foto Pierre Verger)

El culto de Nación en todos sus lados siempre tiene


influencia jéjé, pues la misma, es la que lo diferencia del
candomblé de Bahia que tiene una influencia yoruba más
pura.
El hecho entonces, del uso de un solo tambor hizo que
se perdiera gran parte del sonido resultante que hacían los
dos al mismo tiempo, lo cual hizo que algunos toques se
terminaran deformando.
Con respecto a la pérdida de rituales y fundamentos
ligados al tambor, pueden existir también varios motivos,
más consideramos que algunos de los más importantes
pueden ser los siguientes:
a) La no transmisión a los pai de santo por parte
de sus mayores a causa de su condición sexual
(los ritos del tambor, así como los de egun de
acuerdo con las costumbres antiguas excluían a
los homosexuales)

b) La falta de seriedad de aquellos que se


dedicaban a tocar, pues sabemos que los
tamboreros generalmente no tenían gran
interés en el culto en sí, sino en el gusto de
tocar y cantar, incentivados aún por la
ganancia de un dinero extra. Muchos de ellos
eran “aprontados” en “carona” (sin pagar) por
los pai de santo para que por lo menos
tuvieran una consagración. Otros apenas
contaban con “lavados de cabeza”.

Piense entonces el lector, que las generaciones de


tamboreros de Nación no pueden haber dejado muchos
conocimientos sobre el tema, salvo aquel tamborero que
tenía un poco de interés y preguntaba por aquí y por allá
sobre los nombres de los toques. Parece que las fuentes no
fueron muy buenas a la hora de comunicar los nombres de
cada toque, pues, la lista de los nombres que han llegado
hasta nuestros días y la lista de los verdaderos nombres
africanos de los toques de Nación son bastante diferentes,
nos da la impresión, que como no sabían el nombre real del
toque, los asociaron con algunas palabras que decían las
rezas en las cuales se hacía cada toque o con el òrìsà,
apareciendo nombres tales como “beluja”, “ossanha”, “are
are”. Incluso los toques que actualmente se ejecutan tienen
algunas fallas rítmicas que deberían ser pulidas. Creo que
debería empezar una verdadera enseñanza sobre los ritmos
y la forma en que se toca, pues el sólo hecho de ejecutar un
toque, aunque no se cante nada, está invocando al òrìsà que
se identifica con el mismo, pudiendo incluso “caer el santo
en tierra” solamente con toque de tambor.
El uso de diversos toques dentro de un grupo de rezas
perteneciente a un determinado òrìsà, muchas veces hace
posible que lleguen otros òrìsà que a pesar de no ser
invocados con la letra fueron llamados con el toque, pues el
tambor “habla”. Cada onilù debería saber utilizar los
distintos toques dentro del grupo de rezas de cada òrìsà
para invocar a otros òrìsà, de ese modo, durante el “axé de
rezas” de Ògún, por ejemplo, podrían llegar aquellos òrìsà
que fueran invocados por los distintos toques. Durante las
rezas de Ògún podrían llegar además de este òrìsà
lógicamente, los siguientes de acuerdo con los toques que
se ejecutan y según el fundamento: Oya; Ode; Sàngó;
Òsun, Yemoja.

1) Àdábi – Mal llamado “are” o también “agabí” y


ejecutado actualmente en Nación con algunos
compases un poco cambiados por el paso del tiempo,
su nombre àdá-bi significa: “Nació el machete”,
siendo el toque que abre el batuque, dando
comienzo a los cantos para Bàrà, y generalmente se
toca al comienzo de cada grupo de rezos dedicados a
los demás òrìsà hasta Sànpónnà, pues es un toque
de alabanza a Bàrà-Èsù y Ògún, su sola ejecución
pide la apertura del camino e invoca estos òrìsà.

2) Làtopa – Toque lento dedicado también a Bàrà-Èsù


cuyo nombre significa “Abre con el bastón”, suele
tocarse para este òrìsà y también para acompañar
rezas lentas de otros òrìsà. Erróneamente algunos le
dan el nombre de “adarrum”.

3) Bravun – Es un toque jéjé, al cual denominan


simplemente como “toque jéjé”, sin embargo es
incorrecto referirse a él como “jeixo” o “geijo”, ya
que la palabra gé-ijó significa “corte de la danza”, es
decir, indica el momento en que se para el tambor
para que empiece este tipo de toque movido. Se
hace para todos los òrìsà después de que se corta el
tambor. El bravun rinde alabanzas como toque jéjé a
los vodun en general y al ser tocado al final de cada
grupo de orin (cantos) se destina a diferentes voduns
ligados a los òrìsà jéjé-nagó

4) Àdágún – Es un toque que invoca a Ògún. Se hace


para acompañar algunas rezas de este òrìsà.
Àdágún quiere decir “Machete de Ògún”.
Erróneamente, lo escriben como “adarrum” a
causa de la pronunciación fuerte en el portugués de
la doble R que se asemeja a la G.

5) Agére ti Ode - Es un toque lento que se usa


también para Ògún bajo su cualidad de Ode
(cazador) y ancestro de los linajes de cazadores.
Relacionado este toque también con el òrìsà Ode

6) Agére ti Oya – Erróneamente denominado “alujá”


por dedicarse al òrìsà Sàngó durante la reza de
Alója (dueño del mercado). Esta reza, si bien es
dedicada a Sàngó como “dueño del mercado”, la
ligación de este òrìsà con el mercado se debe a que
está casado con Oya, pues Ella es la verdadera
dueña del Mercado y el toque está invocando todo
el tiempo a Oya en señal de respeto. Agére es el
nombre que se le da a los bailarines con zancos que
participan en las ceremonias en homenaje a Egun.
En algunas partes de Brasil este toque recibe el
nombre portugués de “quebra prato”, porque durante
la ceremonia de “quebrar el plato” del fallecido se
ejecuta este toque de Oya.
En algunos rezos de Ògún se acostumbra usar este
toque para invocar a Oya, ya que también fue su mujer.
7) Alújà – Toque dedicado a Sàngó. En Nación este
toque se hace durante la “reza del Rayo” (Àrá-ijó)
vulgarmente conocida como “Balanza”. Es un toque
que empieza lento y va ascendiendo en los
compases, dándole cada vez más fuerza y velocidad.

8) Toníbòbè Oba– Toque dedicado a Sàngó, su


nombre significa: “Rogamos que hoy regrese el Rey”,
pues el toque estaría siendo ejecutado para que este
òrìsà volviera al mundo.

9) Batà – Se ejecuta para acompañar secuencias de


rezas de algunos òrìsà como: Sàngó, Oya, Ògún,
Oba, Sànpónnà, sin embargo es un toque que le
pertenece a Sàngó. El nombre del toque significa:
“alabanza a la piedra”.

10) Gèle – Toque dedicado a Oba, su nombre significa


“pañuelo de cabeza”, elemento usado siempre por
este òrìsà para cubrir su cabeza evitando mostrar
que le falta una oreja. Es un toque lento.

11) Agèbaté – Conocido mayormente como “Arrebate”


tras escribirse en portugués la forma en que suena la
palabra, es un toque usado para alabar a Yemoja;
Òrìsà Oko, Olokun, Òsun, siendo a veces usado
para acompañar toques de otros òrìsà como
Ògún y Sàngó. Cabe aclarar que Òrìsà Oko y
Olokun en el batuque se consideran variedades de
Òòsànlá, existiendo además el camino de Yemoja
Olokun. La palabra Agèbaté proviene de agè-ba-té
(el tambor Agè extiende homenaje) se refiere a la
ejecución de toques repiqueteados usando el tambor
Agè, para homenajear al òrìsà. Agè es el tambor
sagrado de
Òrìsà Oko, quien de acuerdo con algunos ìtan
(leyendas) contadas en Africa, es marido de Yemoja.
En este ritmo, ambos tambores se tocan con las
manos. Para la ejecución del agèbaté en Nación, se
usan dos tambores ìyá-ilù.

12)Toque Ìjesà – De la nación Ìjesà, conocido también


como “Lù Ìlù Lókori” (Toque de la Dueña de recoger
las cabezas) debido a que se supone que la primera
cabeza que se hizo en Nigeria por fuera del culto de
òrìsà funfun, es decir, que le pertenecía a otra
divinidad que no era Obàtálá fue para Òsun,
comenzando luego la introducción de otros òrìsà en
el culto. Por ese motivo se cree que Òsun es además
la precursora del culto de los Ìrunmalè (de todas las
divinidades en grupo). Sin embargo, según los
Egbàdò (otra nación) a la primera cabeza que se le
hizo bori era para una hija de Òsun pero éste òrìsà
la entregó para Yemoja en agradecimiento por salvar
a su hija. Este toque se usa para alabanza a los òrìsà
con linajes provenientes de Ìjesá, principalmente
Òsun y Òòsànlá, pero puede ser ejecutado para otros
òrìsà en cuyo camino sean de linaje ìjesà. Este toque
se ejecuta en ambos tambores con las manos.

13) Nkorin Ewé – Es el toque para Òsanyìn, usado en


gran parte de sus orin. El nombre del toque significa
“cantando las hojas”, ya que con solo ejecutar sus
compases, los tambores están invocando el àse de
las hierbas. Ha sido tocado muchas veces cuando no
se conocen las letras de los ofò (encantamientos)
para despertar el àse de las hierbas cuando se hace
omiòrò.

14) Ìgbín – Toque lento dedicado a Òòsàlúfòn,


erróneamente difundido por algunos integrantes de
nación como “ibi” (deformación de ìgbín) su nombre
quiere decir: “caracol”, porque la lentitud de sus
compases no da para bailar y solo alcanza para
caminar con movimientos acompasados.
TIPOS DE TAMBORERO Y TAMBORES EN
NACIÓN

Existían originalmente tres tipos diferentes de grados o


de tamboreros dentro del culto: Onilù; Alábè y Ògá-Alábè.
Actualmente, subsisten algunos tamboreros que podríamos
considerar como “alábè” por sus tareas, más no realmente
por el tipo de consagración que poseen.

Tipos de tambores:

Todos los tambores deben tener cuerpo de madera y


los parches de cuero deben ser hechos con los animales
usados para su consagración o cuando se les dé de comer,
no deberían usarse cueros profanos o cueros que
pertenezcan a obligaciones de òrìsà que no estén
relacionadas con el asentamiento del tambor.
Existen tres tipos de tambor: Ìyá-Ilù, que es el más
conocido y usado; el ilù-kékéré, de tipo más pequeño y
tocado con varetas y el Agodo, similar al iyá-ilù pero
preparado con distinto tipo de cuero.

Iyá-Ilù, el tambor mayor, que contendrá el àse del


òrìsà Ibu-àyán, esposa de Sàngó y considerada como un
camino de Òsun pero que no va a la cabeza de nadie, sólo
se asienta para los tambores y vive por lo general dentro de
los mismos.
Puede tener una circunferencia de unos 30 cm y hasta
un largo de 80 cm aproximadamente. Se le coloca alrededor
del parche hecho con el cuero de Ibù-àyán cascabeles de
metal. Adentro lleva un saquito de cuero que va sujeto a la
madera conteniendo el àse de todos los òrìsà, semillas,
cauríes, hierbas, y otros elementos que componen la “carga”
que liga ese tambor con todo el irunmalè.
El iyá-ilù se arma con el cuero de la cabra de Ibu-àyán
de un lado y el cuero de la cabra de Òsun y Òsànlá del
otro. Se toca el parche que corresponde a Ibù-àyán
para
acompañar cantos para todos los òrìsà desde Bàrà Lode a
Sànpónnà; mientras que se toca por el cuero de Òsun para
homenajear a Ibejì, Òsun, Yemoja y Òsànlá. Este tambor
se toca solo con las manos.

Ilù kékéré, el tambor más pequeño, que posee el


àse de Èsù Ijélù y actúa como comunicador, ya que es el
va variando los toques e improvisando. Se ejecuta con
dos varetas. Puede tener una circunferencia de unos 20 cm y
un largo de 40 cm aproximadamente, aunque su tamaño
puede variar. Lleva también un saquito de cuero colgado en
su interior que contiene el àse de Èsù y otros elementos. El
ilù- kékéré se arma con el cuero del cabrito de Ijelù de un
lado y el de Lode del otro. Se toca por el lado del cuero de
Bàrà Lode cuando se homenajea a los òrìsà de afuera o
cuando acompaña toques de Egun; mientras que se toca
por el lado donde fue colocado el cuero del cabrito de Ijelù
cuando acompaña toques para todos los demás òrìsà
considerados de “adentro”.

Ilù-Agodo, es el tambor que se usa para cantarle a


Egun en festejos públicos y puede ser acompañado con
toques del Ilù kékéré. De tamaño parecido al iyá-ilù,
contiene en su interior la carga mágica relacionada con
Egun. Se ejecuta del lado del cuero de Sàngó para toques
públicos en alabanza a Egun y únicamente se toca por el
lado del cuero de Egun cuando se hacen ceremonias
fúnebres. El tambor agodo lleva el cuero del carnero de
Sàngó de un lado y del carnero de Egun del otro.
Oníìlù

Este es el primer grado que se consigue alguien al


consagrarse para la tarea de tamborero en el culto, el onílù
tiene únicamente la finalidad de tocar, pues el está
consagrado y es entrenado para la ejecución de toques.
Onílù significa “dueño de tambor” o “tamborero”. Con el
paso del tiempo se perdió el conocimiento sobre el tambor
ilù-kékéré, que debería ser entregado en esta instancia,
pasando a entregarse el iyá-ilù directamente; como en este
libro tenemos la intención de recuperar ritos y ceremonias,
describiremos entonces los fundamentos de acuerdo a su
origen. Siendo así, el primer tambor que se entrega es el Ilù-
kékéré.
En el grado de Onílù, se recibe los fundamentos del
tambor: ilù-kékéré, junto con una guía simple de Bàrà y su
asentamiento en el camino de Bàrà Ijelù (Ije-ilù = El que
come en el
tambor)
Para esta consagración se procede en principio a lavar
la cabeza del interesado y se le da baño de hierbas, se hace
una limpieza. Es importante aclarar, que solamente los
babalórisà hombres que conozcan los fundamentos de esta
ceremonia pueden efectuarla, ya que este tipo de ritual sólo
es para hombres y parte del mismo se hace en la casa de
Bàrà
Lode.
Se preparan adimú para todos los òrìsà. Luego se
procede como para una obligación de cuatro patas
cualesquiera, debiendo asentarse el òrìsà que deberá ser
entregado con sus atributos y armas correpondientes al
futuro tamborero: Bàrà Èsù Ijelù.
Se sacrifica con anterioridad 1 chivo con las aves
correspondientes para Bàrà Lode en su casa, derramando
un poco de sangre sobre el cuerpo del tambor y las varetas,
dándosele de comer al Bàrà Lode del Ilé se moja con un
poco de èjè los pies del tamborero, poniendo además epo,
oyin. A continuación, se lleva el cuerpo del tambor y las
varetas para el interior del Ilé y se sacrifica un cabrito y las
aves correpondientes para Bàrà Èsù Ijélù, compartiendo un
poco de todo ese “alimento” con el Bàrà “de adentro” que
esté asentado en el Ilé.
Bàrà Èsù-Ijelù es el mensajero de los tambores y
come siempre que come cualquier tambor. El babalórisà
procede a regar èjè sobre Bàrà Èsù-Ijelù y sobre el cuerpo
de tambor
pequeño que le corresponde junto con dos varetas de
cambuí. Se marcan los pies del interesado con epo, oyin y
luego con èjè, cubriendo con plumas. Este tambor se toca
únicamente con las varetas.
Esta obligación dura tres días, en los cuales el
interesado deberá quedarse a dormir en el Ilé, haciendo
“suelo” junto a los asentamientos que recibirá.
Los cueros de los animales sacrificados deberán
guardarse, ya que los mismos sirven luego para armar el
tambor, tal cual fue explicado anteriormente.
El onilù acompañará con su ilù-kékéré a un alábè que
toque el ìyá-ilù. Si desea pasar al grado de alábè, deberá
aprender y practicar los toques del ìyá-ilù en un tambor
profano, debiendo también aprender los cantos, luego,
deberá recibir una consagración como
alábè.
Alábè

La palabra Alábè significa “dueño de las súplicas”, es


decir, aquel que tiene la habilidad de rogar cantando. Para
ser consagrado, se efectúa una ceremonia similar a la de la
consagración como onilù, donde comerá el ilù-kékéré
nuevamente, el Bàrà Ijélù que recibió como onílù, el cuerpo
de madera del tambor ìyá-ilù y el asentamiento de Ibù-
Àyán.
Se vuelven a efectuar los mismos pasos que en la etapa
de onílù, con sacrificios a Bàrà Lode. Luego, adentro se
procederá al sacrificio de cabrito para Bàrà (el Ijélù del
tamborero y el Bàrà del Ilé) con sus correspondientes aves,
aves para todos los òrìsà menos para Òsun, que recibirá una
cabra y gallinas en su camino de Òsun Ibu-Àyán, y una
cabra blanca con gallinas para Òsànlá (se riega èjè en los
asentamientos de ese òrìsà propiedad del babalórisà). Junto
con Ibu-Àyán comerá el cuerpo de madera del tambor ilù
(que se toca con las manos), se asienta dentro del pejí, se le
pone un poco de oyin, epo y èjè al interesado en sus
manos para exista una ligazón entre esa òrìsà y él.
Finalmente van plumas.
Finalmente se le da palomas al tambor ìyá ilù, cuando
se sacrifique para Òsànlá, que se deberá tambien regar con
un poco de su èjè sobre el cuerpo del tambor y las manos
del tamborero, marcando su frente y puntos vitales, se le
pone un poco de èjè, epo, oyin en la lengua del interesado,
quien luego deberá masticar una pimienta con obì y tragar
todo con un buche de aguardiente. A partir de ese
momento, el Alabè queda facultado para él mismo efectuar
sacrificios de palomas a sus tambores cada cierto tiempo y
tendría el àse para poder “cantar los rezos”.
El futuro alábè deberá permanecer tres días en el Ilé,
haciendo “suelo”.
Se tira coco u obì para consultar delante de cada
tambor si la ofrenda fue aceptada y si el interesado es
merecedor al título de alábè. Si la respuesta es negativa se
deberá buscar la causa, preguntando si debe estudiar más o
si las divinidades desean alguna otra ofrenda.
El Alábè, no recibe òbe (faca de cuatro patas), puesto
que su función no será nunca la de àsogún, ni tendrá la
función de asentar òrìsà para otros como lo hace un bàbá o
una ìyá, siendo que el tipo de obligación que recibe no es
igual a la de los demás, pues en su caso, no se intenta que
el òrìsà de cabeza tenga una relación tan estrecha como
para manifestarse en su cuerpo, ya que en verdad el
tamborero, como tal, no debe ser poseído por el òrìsà.
Puede igualmente cualquier onílù, alabè u ògá-alábè,
recibir también el asentamiento de su òrìsà de cabeza (en el
caso que no fuera Sàngó), pero éste no debe comer
directamente sobre su cabeza como se hace con los iyáwò
que serán futuros babalórisà, simplemente se marca con un
poco de èjè en la frente y todos los demás puntos vitales.
Quien sí debe ser alimentado es el orí.
El alábè entonces reforzará el àse del ilù-kékéré y
recibirá el tambor iyá-ilù, junto con el asentamiento de Ibu-
àyán y una guía de color blanca en homenaje a Òsànlá como
líder de todos los òrìsà, indicando esto que posee el àse
para invocar con el toque y el canto a todos los òrìsà.
Antes de cada toque con invocación a los òrìsà, el alábè
debe tomar baño de hierbas frescas, vestir de blanco y rezar
òfò consumiendo ataré con obì para reforzar sus cantos de
llamada a los òrìsà.
Ògá-alábè

Este es el maestro de tambor, aquel que enseña a los


nuevos consagrados los toques y los cantos, para llegar a
este grado, se considera que se debe tener siete años de
consagrado y de práctica, durante los cuales sus tambores
hayan comido como mínimo 3 veces, ya que para
consagrarse como ògá-alábè, se debe tener además el
tambor agodo, que se recibe en una tercera obligación,
finalizando el conjunto de tambores sagrados y obteniendo
el àse para poder tocar también en ceremonias fúnebres o
en festejos relacionados con Egun.
El ògá-alábè tras su etapa como alábè, aprendió todo lo
referente a los tambores, pudiendo ahora enseñar a los más
nuevos como se preparan los tambores, es decir, su armado
y cuidado: preparación de los cueros, los òfò para que
adquieran poder, los òríkì a las divinidades de los tambores y
para Èsù Ijelù. Como alimentarlos y el tipo de ungüento que
se les debe colocar antes de cada toque, como comunicarse
con las divinidades que viven en los tambores para saber si
están de acuerdo en que se ejecute algún toque en una casa
extraña, etc.
En la consagración para coronación del alábè como
ògá-alábè, se proceden a efectuar todos los pasos descriptos
para la etapa anterior, pero se sacrifica un carnero en el
Balè para Egun, un carnero en la casa de Bàrà Lode para
Sàngó, donde come el cuerpo del tercer tambor que recibirá
y se asienta a Sàngó Agodo, un chivo para Lode, y sigue
todo de acuerdo a lo ya establecido. Se le dará de comer a
los pulgares del tamborero cuando se sacrifique el carnero
para Egun, cuando sea el turno del carnero de Sàngó, se le
pondrá un poco de sangre en el pecho y en las juntas de los
brazos al tamborero.
Depende de cada linaje y de cada casa la forma en que
se diferencia a un onílè recién hecho de un alabè o de un
ògá-alábè, pero generalmente es por el tipo de guía que
lleva:
1) Una simple de un hilo de Bàrà y un contra-egun es
para los recién consagrados, los que tocarán el ilù-
kékéré
acompañando a un alábè.
2) Una guía de Bàrà de un hilo, una guía de Òsànlá,
una de Òsun, un contra-egun, usan los alábè, no importa
cual sea su òrìsà de cabeza, porque en verdad están
cumpliendo la función de tamboreros.
3) Una guía imperial de Sàngó de seis hilos, una de
Bàrà y una de Òsun, una de Òòsànlá y un contra-egun son
las insignias que usa un ògá-alabè, pudiendo a veces
contener en una misma guía imperial pasajes alusivos a esos
òrìsà, con mayor distinción para Sàngó.
El ògá-alábè puede recibir como coronación de los siete
años, además de los collares que lo identificarán, una
cuchilla que comerá con Bàrà Ijelù, la cual tiene el grado de
panàdó (descripto en páginas anteriores).
Se supone que al final de las tres consagraciones, el
tamborero deberá tener los tres tambores asentados, el
asentamiento de Bàrà Ijélù, su cuchilla, el de Sàngó
Agodo, el de Àyán, el de Òsun, los efunbo, que son los
polvos que van en los saquitos de cuero y las guías.
SOBRE EL CUIDADO DE LOS TAMBORES

Con el paso del tiempo, los cueros se van desgastando


y el àse del tambor se va diluyendo, por lo tanto, cada cierto
tiempo, que puede variar entre dos y tres años,
dependiendo del uso que se le da al tambor, el tamborero,
deberá renovar su àse y el de sus tambores, debiendo
efectuarse el ritual descripto para el onílè nuevamente.
Los tambores son sagrados y se considera que tienen el
àse de òrìsà dentro representado por los saquitos que se les
colocaron. Por tal motivo, no se dejan nunca sobre el piso
directamente, se ponen siempre sobre una estera o de lo
contrario en un lugar alto o sobre la tarima en la cual toca el
tamborero, se cubren, con una tela roja el de Egun, una tela
blanca el ìyá-ilù y con una tela roja el de Bàrà (ilù-kékéré).
El tambor de Egun no debe ir dentro de la casa ni
dentro del ilé, se deja siempre afuera, preferentemente en la
casa de Bàrà Lode. Cuando el tamborero posee los
tambores en su casa, deberá colocar el tambor de Egun
afuera, en
alguna pieza especial o casita construída para ese fin,
pudiendo poner adentro a los òrìsà que recibió y a los otros
dos tambores, aunque deben tener su espacio propio. A
estos tambores y òrìsà, el tamborero les batirá cabeza todos
los días al levantarse. Cuando los tambores se encuentran
en el Ilé, todo aquel que ingrese al Ilé deberá también batir
cabeza a los tambores consagrados.
Nadie, excepto otro onilù o alábè consagrado pueden
tocar los tambores que están consagrados, sería como
pretender ejecutar un àse que no se tiene y dicha falta sería
castigada por los propios òrìsà que fueron asentados con
esos tambores.
SOBRE EL AUTOR

Bàbá Osvaldo Obalúfòn Omotobàtálá, nació en la


ciudad de Rivera, el 7 de Junio de 1964. Sus padres se
mudaron a Montevideo 3 años después. Allí comenzaría a
frecuentar los centros afro-umbandistas desde temprana
edad, ingresando en Nación a los 9 años y recibiendo su
primer borí al año siguiente de manos de Pai Armando de
Oxalá Mozo, veinte años después, se cambiaría al linaje de
bàbá Edu en Brasil, transformándose en estudioso y
precursor en la búsqueda de las fuentes del batuque desde
el punto de vista más tradicional. Hoy su fama ha
transpasado fronteras y se le considera como uno de los
babalórisà más heruditos y capacitados que existen
actualmente en el Uruguay, es profesor de idioma yoruba y
del sistema awo funfun en el “jogo de buzios de nación”.

Posee su Ilé en la ciudad de Montevideo – Uruguay,


calle Querétaro nº 2247. Usted puede contactarlo a través
del siguiente correo electrónico:

Obalufon@hotmail.com

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