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Erika Dayana Romero Larrota

Taller I

Reflexión individual

¿Cuál es mi aporte a la comunidad?¿cómo retribuirle desde las ciencias humanas y sociales a


los procesos?¿Desde dónde me pararé a mirar y analizar esta realidad?¿desde la sociología
tradicional o desde las sociologías del Sur (Boaventura de Sousa)?¿cuál es mi responsabilidad
a la hora de mostrar un resultado?

Al pensar en realizar una investigación sobre los procesos alrededor del relleno sanitario
Doña Juana surgen las inquietudes que plantea el entrar a un proceso en el que no se está lo
suficientemente inmiscuido en sus dinámicas y en el que uno no se reconoce como sujeto que
siente el problema en carne propia, pues me ubico desde otra zona geográfica -el
noroccidente de Bogotá- donde las consecuencias directas del relleno no se sienten. Esto trae
como complicación inicial, para definir el problema, que no se conoce cuales son las
verdaderas necesidades del proceso en términos investigativos y si, realmente, necesitan de
una investigación sociológica para enfrentar los actores que les atacan. Así, con mis
compañeros de trabajo hemos intentado plantear una pregunta que, en lugar de buscar
evidenciar las formas de resistencia de la comunidad -ya muy claras para esta población por
la trayectoria de lucha que llevan- busque identificar los mecanismos que utilizan para
dominarlos. Es decir, la pregunta no entraría a mirar su trabajo comunitario sino a brindarles
más herramientas investigativas alrededor de los gobiernos y las empresas que les afectan
para que la comunidad entienda su modus operandi.

Los textos leídos para realizar esta reflexión me dan más herramientas para definir mejor la
pregunta de investigación porque me permiten tener mayores claridades metodológicas para
afrontar el problema. Un giro epistemológico implica, necesariamente, un giro metodológico.
El prólogo de María Teresa Uribe de Hincapié al libro Estrategias de investigación social
cualitativa de María Eumelia Galeano me hace reflexionar acerca del cómo vamos a
acercarnos a este proceso y cómo vamos a intentar entenderlo a partir de ciertos criterios
éticos y políticos que no pueden escapar a esta delimitación. Es decir, no podemos ignorar
que la investigación que hagamos tiene implicaciones políticas y éticas que pueden beneficiar
o afectar dicha comunidad (o también pueden pasar desapercibidas) por lo que no
manifestarlas e intentar dilucidarlas puede generar una ambigüedad en los objetivos de la
misma investigación. Por eso el plantear el giro epistemológico de las ciencias sociales se
vuelve necesario para enfrentar este problema pues me pone a mí en un lugar dentro de este
contexto y, claramente, altera la forma de entender el fenómeno. El giro epistemológico,
además de hacer evidente esta cuestión, la normaliza. Es imposible negar la influencia que
tiene mi contexto sobre los análisis y los resultados de la investigación.

Además, lo que propone Boaventura de Sousa Santos le añade nuevos elementos a la


respuesta de cómo acercarnos a este fenómeno pues nos ubica en un Sur subalterno que se
manifiesta con fuerza e intenta disputar la hegemonía epistemológica. Así, podemos
identificar dentro del barrio Mochuelo Alto -que es el que se ve mayormente afectado por el
relleno sanitario- muchos procesos alrededor de la defensa del territorio que nos deja en
evidencia una forma de enfrentar la injusticia ambiental que rodea este tipo de procesos
donde no se le consulta a la comunidad sobre los planes que las administraciones están
haciendo sobre los territorios y que por tanto deben valerse del ejercicio legítimo de la
resistencia para frenar estos proyectos. Esta es su forma de aportar a las epistemologías del
Sur porque cuestionan la forma de entender las ciudades y el manejo de sus residuos
proponiendo formas más cíclicas de reutilización de los desechos y no tanto una relación
causa-efecto (consumo algo, lo boto a la basura, llega al relleno) lo cual transforma la
relación con los desechos de la ciudad y vuelve a traer la naturaleza a este entorno que se
muestra como domesticador de la misma. Una de las herramientas que me parece más
importante en estos procesos de resistencia es la educación hacia la población -muchas veces
educación popular- que les permite tener procesos más fuertes y duraderos en el tiempo.

Este proceso tiene tan amplia envergadura en cuanto al conocimiento de su problemática se


refiere que, muchas veces, pareciera que no es necesaria la colaboración de más agentes
externos pues entre estas personas ya tienen muy claro lo que deben hacer en ciertos ámbitos
o por lo menos hay claridades sobre la ruta para conseguirlo. Sin embargo, puede ser que la
cuestión esté en que las respuestas fáciles ya las encontraron y hay que mirar la forma de
profundizar en estas porque el problema no se ha acabado. O sea, la discusión acerca del por
qué dañan este ecosistema tal vez ya esté clara pero aun no se ha conseguido frenar dicho
proceso porque no se maneja con claridad los enfoques que se pueden tener para enfrentarlo y
cómo hacerlos lo suficientemente efectivos, por ejemplo. Esto me genera una nueva cuestión
que puede no ser tan legítima y es el hecho investigar una realidad -con miras a aportar en su
proceso- y no estar inmersa en la misma o no pretender hacerlo. ¿Sería esto, también,
“manosear” a la comunidad? Más aún ¿cuando los resultados de dicha investigación no le
aporten realmente a la misma (aunque uno crea que sí)?

El investigar la realidad para transformarla, como dice Fals, implica profundizar en el


problema y en las dinámicas en las que se da el mismo pues no hay forma de dar las
respuestas necesarias si no se tiene el conocimiento en pleno de lo que ocurre y eso implica,
aunque no la inmersión total, sí necesita del interés total por afrontar este problema lo que a
su vez requiere de la delimitación clara de los objetivos y las motivaciones de emprender
dicha investigación pues pueden salirse las cosas de rumbo si no se les tiene presentes. Así,
podría ser que una de las forma menos nocivas de estudiar esta realidad es apegándose a los
procesos que lleva -por ejemplo al Observatorio popular de la Deuda Social Histórica
acumulada del Tunjuelo. Puede que no tengamos las cosas claras de cómo aportar a la
comunidad pero seguramente esta sí tiene esas claridades y parte de reivindicar las
epistemologías del Sur es partir de realizar un trabajo con preguntas que van más allá de los
intereses investigativos propios -que no implica dejarlos de lado- y albergar más los intereses
colectivos de la población en resistencia.

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