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Evolucionismo:
Si bien es innegable que el creacionismo cayó en el extremismo, hasta le punto de llegar a
considerar el libro del Génesis como un acta de los hechos de la creación, la teoría evolucionista no
hizo menos al plantear la herejía de que lo seres naturales con el producto de la casualidad.
Ciertamente la teoría Darwiniana, afirma que todos las especies que existen en la actualidad
tienen un antecesor común, pero ¿como se dio el proceso de evolución hasta las especies actuales? Para
responder a esta pregunta, Darwin dice que este antecesor común posiblemente no fue más que una
molécula que progresivamente se fue haciendo mas compleja, mediante la mezcla con otros elementos
químicos. Naturalmente para que este proceso se diera, tuvo que existir un caldo primitivo, rico en
hidrógeno y otros elementos. El hecho es que por purísima casualidad, este caldo existió, además por
purísima casualidad también estaban dadas las condiciones necesarias para que la vida empezara, de
manera que la vida comenzó.
Al principio las moléculas eran de una estructura muy simple, pero a causa del proceso ya
mencionado, fueron evolucionando hasta llagar a convertirse en organismo unicelulares capaces de
reproducirse, de igual modo algunas células unicelulares fagocitaron a otras tomando sus funciones.
Quizá, el siguiente paso de la casual evolución fue el de la unión de varias células, que dieron como
resultado, animales pluricelulares acuáticos. Debido a las hostilidades del medios, estos animales se
vieron obligados a adaptarse a diferentes ambientes, dando como resultado el lento proceso de la
especiación.
El verdadero problema de esta teoría, no es plantear que las especies sean el producto de la
adaptación, sino que está en afirmar que todo la realidad es el producto de la casualidad. El mismísimo
hombre seria el resultado de una casualidad, más aún, si no hay una determinación en la creación del
mismo, entonces la realidad se reduce drásticamente a la materialidad. Así, la dignidad del hombre
queda al ras del suelo, todo el fundamento moral se pierde y el sentido de la vida, la transcendencia y la
teleología humana se puede parangonar con la de un mono o una cucaracha. No es necesario ser un
genio para percibir que semejante planteamiento teórico, muestra una clarísima estrechez de visión.
Pero la teoría evolutiva, no se ve libre de contradicciones, puesto que si afirmamos que las
especies son el producto de la casualidad ¿Como entonces podemos afirmar la adaptación? La
adaptación, implica un curso, una linea a seguir ¿Debemos aseverar entonces que los animales son
conscientes de las medidas genéticas que deben tomar para sobrevivir en el medio? Esto queda sin
resolver.
Finalmente para responder a la pregunta planteada al inicio de este análisis, me remito a lo
que dice el catecismo de la iglesia católica, a saber que la frase Dios ha creado el mundo no es una
afirmación ya superada de las ciencias naturales. Se trata de una afirmación teológica, es decir, una
afirmación sobre el sentido y el origen divino de las cosas. El hecho de afirmar que Dios ha creado el
mundo, debe llevarnos a pensar que que Él acompaña al mundo y lo lleva a plenitud. Así -sigue
diciendo el catecismo- el ser creadas es una cualidad permanente en las cosas y una verdad elemental
acerca de ellas, puesto que existen porque Dios ha querido que existan.
Esta visión de la iglesia católica, no se contrapone al modelo evolutivo del cosmos, sino
que plantea la conveniente división entre las afirmaciones teológicas y científicas. De esta manera las
Ciencias naturales no pueden excluir la manera dogmática que en la creación hayan procesos
orientados a un fin y la fe por el contrario no puede definir como se realizan dichos procesos en el
desarrollo de la naturaleza. La evolución supone que hay algo que puede desarrollarse. Pero con ello no
se afirma nada acerca de ese algo. Tampoco las preguntas del ser, la dignidad, la misión, el sentido y el
porqué del mundo y de los hombres se pueden responder biológicamente.
“¿Y esto [la enorme precisión de los procesos del big bang] dicen que ha surgido por casualidad? !Que
idea mas absurda!” Walter Thirring (1927, físico austriaco).
“Creer en Dios quiere decir que comprender que con las cosas del mundo no basta. Creer en Dios
quiere decir comprender que la vida tiene un sentido” Luddwig Wittgenstein (1889-1951, filósofo
austriaco)