Sei sulla pagina 1di 19

YACIMIENTOS MINERALES METALICOS (3155) Prof.

Sebastián Grande

Tema 5 TECNICAS DE GEOTERMOMETRIA Y GEOCRONOLOGIA


5.1 Introducción: generalidades

Las menas pueden ser depositadas a temperaturas que varían entre los 25 a los 1.650 °C; las de tipo
hidrotermal, como máximo, pueden ser depositadas a una temperatura inicial de 700°C. Existen razones
prácticas y teóricas para estudiar la temperatura de depositación de las menas y el carácter del fluido
mineralizante. Además, la génesis de un depósito dado no podrá comprenderse hasta que se conozca las
condiciones físico-químicas de depositación y la naturaleza del fluido que precipitó las menas. Es
importante para propósitos exploración o explotación de los yacimientos conocer si los fluidos
mineralizantes eran "tibios" o "calientes", o si se enfriaron rápida o lentamente. Un depósito formado a alta
T y a gran profundidad tendrá mejores chances de ser preservado que uno formado a baja T o cerca de la
superficie terrestre, el cual puede ser erosionado totalmente y desaparecer para siempre. Si la solución
mineralizante se enfrió lentamente, el rango vertical ocupado por la mena será mayor que si el líquido se
hubiera enfriado rápidamente. En adición, los gradientes termales a gran profundidad son más graduales,
lo que asegura una mena de carácter definido, con poca variación composicional en intervalos verticales
de centenares de metros.
El conocimiento de otras propiedades químicas de los fluidos mineralizantes ayuda también a
determinar las condiciones o ambientes favorables para la depositación química de las menas. A
continuación se describen las técnicas más utilizadas para la estimación de la temperatura de formación
de las menas (técnicas de geotermometría) y para la determinación de la naturaleza de los fluidos
mineralizantes (estudio de isótopos estables).

5.2 Técnicas de geotermometría


La geotermometría tiene como objeto determinar el rango de temperatura de formación de las menas
o de la ganga que las acompaña. Estas técnicas pueden aplicarse a las llamadas inclusiones fluidas
presentes en la ganga, a procesos mineralógicos que ocurren en la propia mena, o a las rocas generadas
por alteración hidrotermal que rodean a los cuerpos mineralizados. Generalmente se logra establecer un
rango determinado de T, que será tanto más restringido cuántas más técnicas sean aplicables a un
cuerpo de mena o depósito determinado, lo cual depende de la complejidad mineralógica de la mena y
ganga de dicha acumulación metalífera. A continuación se describirán las principales técnicas de
geotermometría aplicadas al estudio de menas metálicas. Como se verá algunas de estas técnicas
también proporcionan datos genéticos de los materiales que las conforman y hasta de la naturaleza u
origen de los fluidos que las depositaron.

5.2.1 Estudio de inclusiones fluidas


Ciertos minerales contienen vacuolas microscópicas llenas de líquido, a veces con burbujas de gas o
cristalitos, denominadas INCLUSIONES FLUIDAS. Se asume que estas vacuolas se formaron al momento de
precipitarse los minerales mena y ganga, y que su contenido representa los líquidos residuales de los
fluidos mineralizantes originales luego de precipitar su carga disuelta. En muestras recolectadas en todo
el mundo se han reportado vacuolas conteniendo fases sólidas, líquidas y gaseosas, a temperatura
ambiente, pero se cree que al momento de la depositación, cuando los fluidos estaban sobresaturados y
calientes, las soluciones constaban de una sola fase líquida homogénea.
Las inclusiones fluidas se estudian en minerales ganga comunes y transparentes, como calcita, apatito
o fluorita. En las menas no son fáciles de detectar debido a que éstas son minerales opacos y de brillo
metálico. Las vacuolas pueden contener sólo líquido (monofásicas), líquido y vapor (bifásicas), y a veces,
las tres fases, o dos fases líquidas inmiscibles y un vapor (trifásicas) (Fig. 5-1). Cuando el mineral que
contiene las inclusiones es calentado, se puede alcanzar el denominado punto de homogeneización, T0,
donde las fases sólidas y gaseosas subordinadas se redisuelven en el líquido mayoritario, a temperaturas
de moderadas a altas (Fig. 5-2). Este valor representa el límite inferior de temperatura que pudo tener el
fluido mineralizante que depositó la veta mineralizada de donde fue recolectada la muestra, asumiendo
que éste era un líquido homogéneo al momento de la depositación del mineral.
2

Para realizar estudios de este tipo es importante una adecuada selección de las inclusiones que
servirán a tal objeto, que se lleva a cabo en secciones finas, al microscopio. Se conocen tres tipos de
inclusiones fluidas (Fig. 5-2):
 Primarias: son vacuolas aisladas, de aspecto redondeado, que no muestran ninguna relación con
microestructuras como clivaje o fracturas que pudiera haber permitido la entrada o salida de gases
o líquidos. Se distinguen porque no cortan las zonas de sobrecrecimiento externas de los cristales y
porque a menudo reflejan la simetría del mineral huésped. Son las más confiables
 Pseudo-secundarias: son inclusiones alineadas en bandas. Se describen como agregados o
cadenas de vacuolas lenticulares que no muestran relación alguna con estructuras de escape o
entrada, pero que no cortan a través de zonas de sobrecrecimiento de los cristales. Son las
segundas en confiabilidad.
 Secundarias: son zonas o bandas que se aproximan o tocan fracturas abiertas o selladas que
pudieron haber permitido el escape o la entrada de fluidos y que atraviesan las zona de
sobrecrecimiento externas de los cristales. Deben ser evitadas, pues arrojarán resultados
imprecisos, al no representar un verdadero sistema cerrado.

Fig. 5-1. Inclusión fluida trifásica vista con gran Fig. 5-2. Determinación de la temperatura de
aumento. Se observan tres fases bien homogeneización de una inclusión fluida
diferenciadas: bifásica: la inclusión a temperatura
SÓLIDA: constituida por un cristalito de halita ambiente contiene una burbuja de gas no
NaCl (o de otra sal soluble de K, Ca, Mg, etc.) disuelto. Al aumentar la temperatura el gas
GASEOSA: representada por una burbuja insoluble comienza a disolverse en el líquido; en el
de CO2; momento en que la vacuola consiste de
LÍQUIDA: solución salina saturada que rellena el una sola fase líquida se ha alcanzado el
resto de la vacuola. punto de homogeneización.

El estudio se realiza en secciones finas de minerales ganga transparentes colocadas en una platina
térmica. Estas secciones deberán ser algo más gruesas que las ordinarias secciones finas de rocas, dado
que se requiere atrapar en ellas un número de vacuolas que no sean cortadas o tocadas durante los
cortes que se le hagan al mineral con miras a su elaboración. Normalmente tienen unas 3-6 veces el
espesor standard de 30 , dado que la mayoría de las inclusiones fluidas tienen diámetros entre 50-250 .
Una inclusión seleccionada, generalmente bifásica y primaria, se observa en un microscopio que
consta de una platina térmica, de modo que aumentando gradualmente la temperatura con un reóstato se
logra alcanzar el punto de homogeneización, Th. Esto se repite varias veces y con muchas inclusiones
diferentes hasta tener el valor estadístico con la mayor probabilidad. Existe la posibilidad que un mismo
cristal contenga diferentes familias de inclusiones fluidas, cada una formada durante un evento
metalogénico diferente, por lo tanto se debe tener mucho cuidado con los valores de temperatura de
homogeneización obtenidos, puesto que pueden representar eventos hidrotermales diferentes, con
temperaturas marcadamente distintas.
3

Fig. 5-3. Esquema de un cristal de ganga Fig. 5-4. Inclusiones fluidas de varios
transparente (cuarzo) mostrando la ubicación tipos. (a): primarias, reflejando la simetría
de los diversos tipos de inclusiones fluidas isométrica del mineral que las contiene
respecto a las zonas de crecimiento del (fluorita); (b-c-d-e-f): pseudo-secundarias.
cristal. Las inclusiones primarias se hallan En la fotomicrografía (f) se observan
dentro de las zonas de crecimiento y son más cubitos de NaCl dentro de la vacuola; en
o menos esféricas, las otras forman trenes la (d) se muestra una burbuja de vapor en
alargados y pueden estar dentro o fuera de las expansión, evidencia de ebullición.
zonas de crecimiento del cristal. Tomado de Park & McDiarmid (1978).

La salinidad de las soluciones puede determinarse también a través de estos estudios congelando la
fase líquida de las inclusiones. Este es un dato que puede arrojar excelentes evidencias del origen del
fluido, siendo las soluciones de origen marino ricas en sales disueltas y las de origen freático, las menos
salinas. Salinidades intermedias denotan mezcla de fluidos marinos y freáticos, algunas soluciones son
muy concentradas y constituyen salmueras. Como es bien sabido, de acuerdo a las llamadas propiedades
coligativas de las soluciones, existe una relación entre la depresión del punto de congelación de una
solución iónica y la concentración molal del soluto: T (°C) = 1,853.m.n. Asumiendo que el soluto es
NaCl (lo cual es cierto en la mayoría de los casos), se determina el punto de congelación del fluido de
las vacuolas y se calcula la molalidad m de la solución, tomando n, coeficiente de disociación iónica, igual
a 2, y a partir de ella, su concentración en g/kg. El coeficiente de disociación no es sino el número total de
moles en la solución, y es un número entero mayor o igual a 2. La halita es el soluto más frecuente en
estas inclusiones y tiene n = 2, pero han sido identificadas unas veinte sales más de Ca, Na, Mg, Fe, K,
incluyendo cloruros y sulfatos, donde n puede tomar otros valores. Otras expresiones basadas en
resultados experimentales pueden ser utilizadas y suelen ser más precisas, como la siguiente:
Salinidad gNaCl/hgH2O = 1,78T - 0,055202T2 + 0,00055703T3, donde T = depresión punto de congelación,en °C.

Los resultados de numerosos estudios concuerdan en que los fluidos hidrotermales originales pueden
ser soluciones muy diluidas en algunos casos, o salmueras de elevada salinidad en otros casos (hasta
300g/lt equivalente de NaCl), con moderadas a altas temperaturas, y casi siempre con mucho CO2
disuelto. Pequeñas cantidades de otros gases como CO, CH4, H2S, N2 e H2 han sido reportadas, así como
considerables concentraciones de Cu, Mn y Zn (de 100 a 10.000 ppm). Como se describirá más adelante,
el agua, los gases y las sales solubles de las inclusiones fluidas proveen también de datos de
fraccionamiento de isótopos estables de O e H, mientras que el CO 2 permite determinar los valores
correspondientes al C. Evidentemente, la mena sulfurosa arrojará los valores de fraccionamiento isotópico
del S.
4

5.2.2 Determinación de puntos de fusión

Se asume que la temperatura de fusión de un mineral, presente en un depósito como mena primaria,
marca su límite de estabilidad, siempre que haya sido corregida por la presión a la que se formó. Este
efecto de la presión es mínimo, de modo que generalmente se ignora. Cuando el mineral funde a alta
temperatura el valor obtenido carece de sentido, pero cuando el mineral tiene un punto de fusión
moderado o bajo, este valor es significativo pues representa un límite máximo de temperatura de
formación del depósito. Se asume que el mineral depositado por la solución estaba en estado sólido,
como cristales euhedrales a subhedrales interpenetrados con otras menas de alto punto de fusión y que la
temperatura nunca estuvo por encima del punto de fusión de dichos cristales, que de fundirse y
recristalizar, perderían sus caras cristalinas originales, redondeándose. Algunas menas de bajo punto de
fusión, que permiten este tipo de determinaciones se listan a continuación, a P = 1 bar:

Tabla 5-1. Temperaturas de fusión de minerales de bajo punto de fusión

MINERAL Punto de fusión (°C)


ANTIMONITA 525
PLOMO NATIVO 327
REJALGAR 320
BISMUTO NATIVO 270
AZUFRE NATIVO 113

El punto eutéctico de pares o tríos de minerales mezclados es un valor aún más indicativo, puesto que
es inferior a los puntos de fusión de ambos minerales separados. Algunas mezclas eutécticas de baja
temperatura son:

mezclas eutécticas punto eutéctico (°C)


CALCOSINA-GALENA-ARGENTITA 400
AZUFRE-SELENIO 100

El problema que presentan las mezclas eutécticas es que es muy difícil acertar el origen eutéctico de
los minerales asociados, en especial si ha ocurrido remplazo metasomático, que puede producir similares
asociaciones minerales y texturas (intercrecimientos vermiculares).

5.2.3 Determinación de puntos de inversión polimórfica

Al igual que otros minerales formadores de rocas, las menas presentan polimorfos con diferente
simetría y hábito cristalino, estables en ciertos rangos de temperatura. En el sistema del Ag2S existen dos
polimorfos reconstructivos:

Ag2S 180°C Ag2S


ACANTITA ARGENTITA
(isométrica) (monoclínica)

En el sistema del Cu2S, CALCOSINA, se tienen tres polimorfos reconstructivos:


Cu2S 102°C Cu2S 430°C Cu2S
ortorrómbico hexagonal isométrico

y en el sistema FeS2 se tienen dos polimorfos reconstructivos:

FeS2 450°C FeS2


MARCASITA PIRITA
ortorrómbica isométrica
5

En las transformaciones polimórificas reconstructivas es muy difícil para la forma de alta temperatura
invertirse a la de baja temperatura que, por lo tanto, permanece metastable aún a temperatura ambiente.
La transformación puede ser tan lenta y dificultosa que puede que nunca se lleve a cabo. Por lo tanto una
vez formado el polimorfo de alta temperatura éste permanece en la mena indefinidamente, a menos que
sea alterado por otros procesos, como la meteorización o la alteración hidrotermal.
La ganga de cuarzo presenta sus conocidos polimorfos desplazativos  y , con un punto de inversión
de 573°C. A diferencia con las transformaciones reconstructivas las inversiones  son reversibles y
nunca se puede hallar la forma de alta temperatura a bajas temperaturas, sólo pseudomorfos de aquella.
Muchas veces el cuarzo de las pegmatitas es pseudomorfo de cuarzo , formado a altas temperaturas:

SiO2 SiO2
CUARZO   573°C  CUARZO 
trigonal hexagonal

La información geotermométrica que pueda arrojar el estudio de las formas polimórficas descritas no
es concluyente por sí sola y debe estar acompañada por otros estimados determinados con técnicas
diferentes. Por ejemplo: si se determina la presencia del polimorfo ARGENTITA (Ag2S monoclínico) la única
conclusión posible es que la temperatura de formación del mismo fue superior a 180°C. Igualmente, la
presencia de Cu2S hexagonal sólo puede acertar que la formación del depósito estuvo en el rango de 102-
430°C; este rango es demasiado amplio y no aporta una buena información geotermométrica. Sin embargo
la presencia del polimorfo acantita Ag2S o de Cu2S ortorrómbico debe ser evaluada con cuidado, pues
pueden ser tanto primarios como pseudomorfos de baja T de polimorfos de alta T.

5.2.4 Determinación de puntos de exsolución

Las texturas de exsolución son muy comunes en algunos minerales formadores de rocas, como
feldespatos, anfíboles y piroxenos donde existe solución sólida limitada. Una de las más frecuentes, que
ocurre en los feldespatos alcalinos es la textura pertítica, que consiste en lamelas de exsolución albíticas
dentro de cristales de feldespato mayormente potásico, generalmente microclino. No sólo los silicatos
muestran exsolución, los metales (Fe-Ni en meteoritos sideritos), y los sulfuros y óxidos que tienen rangos
de solución sólida limitada las muestran tambien. Así la BORNITA Cu5FeS4, a temperatura ambiente,
presenta lamelas de exsolución de CALCOPIRITA CuFeS2, la hematita las presenta de ilmenita, etc.
Cuando un preparado de bornita, montado en una sección pulida y es observado en una platina
térmica, a unos 500°C las lamelas de calcopirita desaparecen paulatinamente en unos minutos y el
mineral se homogeneiza (en inglés, annealing). Al descender la temperatura las lamelas (como por arte
de magia) vuelven a aparecer (Fig. 5-4a). Por consiguiente, se asume que al momento de su formación el
mineral se hallaba a condiciones de (T,P) por encima de su solvus correspondiente (Fig. 5-4b) y que
precipitó a temperaturas moderadas a altas como un sólido homogéneo. Al detallar las texturas de
exsolución se hace evidente que semejante grado de ordenamiento sería prácticamente imposible de
lograr durante la formación de esos cristales por precipitación a partir de un fluido. De modo que se
asume que el mineral precipitó como un sólido homogéneo, que sufrió el proceso de exsolución
posteriormente a su formación, debido al descenso en la temperatura.
Al igual que en el sistema de los feldespatos alcalinos, la exsolución en un sistema binario de
minerales mena, generalmente sulfuros u óxidos, se rige por una curva univariante denominada solvus.
Para una composición determinada, C0 (isopleta vertical), el sistema consta de una sola fase sólida
homogénea si la temperatura se halla por encima del solvus correspondiente. Al descender la
temperatura T0 es el comienzo de la exsolución, donde una fase se exsuelve dentro de otra, denominada
cristal huésped, formando cristales alargados, ramificados o globulares conocidos como lamelas de
exsolución. En sentido contrario, T0 marca el punto el punto de homogeneización, donde al aumentar la
temperatura (generalmente artificialmente por medio de una platina térmica) las lamelas se redisuelven en
el cristal huésped mayoritario. Es fundamental para estas determinaciones conocer la composición global
del par de exsolución, pues ello determina la isopleta con la cual se habrá de trabajar en el diagrama de
fases correspondiente. Esto puede hacerse por numerosos métodos analíticos, que van desde
fluorescencia de RX, absorción atómica, hasta microsonda de electrones o métodos por vía húmeda. Los
costos y los fondos disponibles determinarán generalmente el tipo de análisis que será efectuado.
6

Conociendo la composición global del sistema C0, en este caso, una mena de A y B, es posible
determinar la proporción de las dos fases presentes y su composición química. En el diagrama de fases
del sistema binario A-B que se muestra en la Fig. 5-4b, con una mena de composición global C0, es fácil
aplicar la regla de la palanca para determinar el porcentaje e.p. de las dos fasess presentes. Recordando
que la palanca funciona como una de 1er género, los brazos de los pesos situados en los extremos de la
palanca son proporcionales a los pesos ubicados en los extremos contrarios. Es decir, a T 1, existen dos
fases sólidas exsueltas: una tiene composición A82B18, la otra A32B68. La palanca es la isoterma horizontal
dentro del domo formado por la curva solvus, su punto de apoyo es la isopleta C0, que corresponde a una
composición A75B25 (leída en el eje horizontal), dicha palanca es el segmento A82B18A32B68, cuyo valor
puede ser medido directamente en el gráfico, en mm, o puede hallarse utilizando la coordenada del eje
horizontal: 82-32 = 50. Aplicando la regla se tiene que el % en peso de la fase A82B18 es proporcional al
brazo opuesto a esta composición, el cual es el segmento C0-A32B68, que mide: 75-32 = 43. Obviamente el
% en peso de la otra fase, A32B68, es el brazo opuesto, que mide: 82-75 = 7. De este modo se tiene que:
% en peso de A82B18 = (BRAZO OPUESTO / LONGITUD DE LA PALANCA) x 100% = 43/50 x 100% = 86%
% en peso de A32B68 = (BRAZO OPUESTO / LONGITUD DE LA PALANCA) x 100% = 7/50 x 100% = 14%
Por supuesto ambos porcentajes e.p. suman 100%, la longitud total de la palanca, que equivale a la
masa total del sistema, que se considera invariable. Comenzando desde el punto C0, por encima de la
curva de exsolución, se tiene que hasta llegar a T 0 el sistema no ha variado, y el mineral consta de una
sola fase sólida homogénea. Al llegar a T 0, punto de exsolución (o de homogeneización, si es en sentido
contrario) comienza el proceso de exsolución o desmezcla. Los cationes presentes en las fases en A y B
no tienen ni el mismo radio iónico ni la misma electronegatividad (a veces incluso tienen distinta carga
eléctrica), por lo tanto la fase sólida inicial, de composición A75B25, es decir, mayormente formada por el
componente A, es homogénea sólo a altas temperaturas, donde la estructura se halla en un estado de
agitación que le permite aceptar en sus sitios estructurales a iones de tamaños y propiedades disímiles. Al
descender la temperatura y la entropía de la estructura, uno de los iones, en este caso el presente en el
compuesto B, ya no es bien aceptado en la estructura y comienza a ser segregado, en estado sólido,
formando dominios cristalinos enriquecidos en B dentro de los límites de los cristales A75B25, estas son
las LAMELAS DE EXSOLUCIÓN, que se forman dentro del CRISTAL HUÉSPED. Al comienzo la proporción de
lamelas ricas en B, de composición A47B53, es muy escasa, casi infinitesimal, pero a medida que la
temperatura desciende, las lamelas aumentan en tamaño y se enriquecen en el componente B, de modo
que a T1 comprenden un 14% de la masa del sistema, teniendo una composición A32B68, más rica en B
que la fase homogénea original, A75B25. Al alcanzarse la temperatura ambiente (eje x) el sistema se
compone de cristales huésped muy ricos en A, con una elevada proporción de lamelas enriquecidas en B.
Por supuesto, si la isopleta del sistema estuviese del otro lado del pico del solvus, por ejemplo en A40B60,
todo el proceso ocurriría de modo contrario, es decir, al final se tuviesen cristales huésped ricos en B, con
lamelas enriquecidas en A.
Si dos minerales ocurren en una roca o mena con textura de exsolución esto es evidencia que su
temperatura de formación fue superior al punto de homogeneización que corresponde a su composición
global, pues el mineral tuvo que haber precipitado a partir de la solución mineralizante como una fase
sólida homogénea. Este fenómeno en los sulfuros, óxidos y metales ocurre muchísimo más rápido (en
una escala de tiempo humano) que en los silicatos (en una de tiempo geológico), debido a que éstos
últimos poseen estructuras fuertemente ligadas formadas por tetraedros polimerizados de silicato, donde
los fuertes enlaces Si-O tienen un 50% de covalencia; contrariamente, las estructuras de sulfuros y óxidos
metálicos tienen enlaces iónicos con apreciables resonancias metálicas, es decir, están ligadas menos
fuertemente, son más sencillas y no tienen unidades polimerizadas. Por supuesto, las estructuras de los
metales son las más débiles y sencillas.
La Tabla 5-2 muestra los pares de exsolución que son utilizados frecuentemente en los estudios de
geotermometría de menas. Los minerales que presentan exsolución tienen estructuras similares o
derivadas, al igual que los que forman series de solución sólida, y cristalizar en el mismo sistema
cristalino, u otros con simetría relacionada (isométrico-tetragonal, hexagonal-trigonal, etc.). Los puntos de
homogeneización varían con la composición del sistema (isopleta), los indicados aquí corresponden a las
composiciones más comúnmente encontradas. Los pares minerales de más alta temperatura pueden
utilizarse en la geotermometría de menas de tipo magmático, neumatolítico-pegmatítico y de skarn, los de
menor temperatura, son ideales para depósitos hidrotermales, incluyendo los pórfidos de Cu.
7

(a) (b)
Fig. 5-5. a) Lamelas de exsolución de calcopirita (Cp) en bornita (Bn), vistas al microscopio minerográfico, en
sección pulida, con luz reflejada polarizada, a temperatura ambiente. Al elevar la temperatura de la platina a
unos 500ºC las lamelas desaparecen y se obtiene una solución sólida de bornita homogénea. El proceso es
muy rápido y al enfriarse la platina las lamelas vuelven a aparecer, claro no serán exactamente las mismas,
pero sí abarcarán la misma proporción volumétrica (o másica) en el sistema. b) Diagrama de fases de un
sistema hipotético de dos componentes A y B que forman solución sólida limitada y constituyen un par de
exsolución. T0 es la temperatura a la cual el sistema se homogeneiza formando una sola fase sólida, para la
isopleta mostrada C0. Por medio de la regla de la palanca de los diagramas de fases es posible determinar
las proporciones en peso de las dos fases presentes: de los cristales huésped y de las lamelas de
exsolución, cuyas composiciones vienen dadas por el eje horizontal, en % en peso, según la escala utilizada.
Modificado de Park y Mc.Diarmid (1978).

Tabla 5-2. Pares de exsolución utilizados en la geotermometría de depósitos de menas

MINERAL HUESPED LAMELAS DE EXSOLUCION T de homogeneización


Cu5FeS4 BORNITA Cu2S CALCOSINA 225
Cu5FeS4 BORNITA Cu12As4S13 TETRAEDRITA 275
CuFeS2 CALCOPIRITA CuFe2S3 CUBANITA 450
Cu5FeS4 BORNITA CuFeS2 CALCOPIRITA 500
Fe2O3 HEMATITA FeTiO3 ILMENITA 600
Cu3(Ge,Fe)(S,As)4 GERMANITA Cu3(Fe,Ge,Zn)(S,As)4 RENIERITA 700

5.2.5 Análisis termal diferencial

Es posible determinar el punto al que ciertos minerales hidratados (arcillas, yeso, epsomita, calcantita,
talco, brucita, etc.) expelen parcial o totalmente su agua de hidratación o estructural al ser calentados.
Teóricamente ningún mineral es estable por encima de esa temperatura, ya que si pierde toda su agua
estructural su red cristalina será destruida o modificada. Este valor es, obviamente, un límite inferior de
temperatura, o pudiera arrojar un rango de temperatura, y al igual que otros valores determinados por
diferentes técnicas, no es definitivo por sí sólo. Minerales hidratados como arcillas, smectitas, yeso,
hidróxidos, boratos, sulfatos, etc., no son generalmente de origen hidrotermal primario. Las arcillas
pueden generarse en las aureolas de alteración hidrotermal (alteración argilítica o propilítica), pero en la
roca caja, no en las vetas mineralizadas. Los otros minerales hidratados suelen ser producto de la
meteorización supergénica de menas o rocas, o pueden ser precipitados de origen sedimentario, tanto
clásticos, como químicos. Es conveniente este tipo de análisis sobre todo en las rocas argilitizadas o
alunitizadas que rodean los núcleos mineralizados de los grandes pórfidos de Cu. La Fig. 5-6 muestra
como varía el contenido de agua de una arcilla hipotética con el aumento de la temperatura.
8

La arcilla original, que contiene más de 9% e.p. de H2O, calentada a 80°C pierde un 3% e.p. de H2O de
hidratación, que como es bien sabido se halla débilmente ligada a cationes que ocupan los espacios inter-
capas t-o-t en estos filosilicatos (Fig. 5-6). Otro tanto de H2O de hidratación, un poco más fuertemente
ligada, se pierde al alcanzar los 162°C. Finamente, a 251°C se logra la deshidratación total del mineral,
donde el agua estructural, en forma de (OH)- presente en las capas octaédricas “o”, genera H2O, dado
que 2(OH)- constituyen una molécula de agua, dejando un oxígeno residual en la estructura.

Fig. 5-6. Análisis termal diferencial: deshidratación de un mineral de arcilla hipotético. La pérdida de agua
con el aumento en la temperatura ocurre de modo discontinuo. El mineral inalterado tiene más de 9% en
peso de H2O, A los 80°C pierde 1/3 de su agua de hidratación; a más de 162°C pierde otro tercio más, en este
caso de agua estructural molecular algo más fuertemente ligada; y es deshidratado completamente a los
251°C al perder toda su agua estructural (OH)-.

5.2.6 Modo de presentación de los datos geotermométricos

Dado que cada una de las técnicas descritas de geotermometría arroja sólo valores límite inferiores o
superiores, o a lo sumo rangos amplios de temperatura posibles, la representación de esta información
debe ser adecuada al tipo de datos recabados. Cada dato geotermométrico deberá representarse como
un rango abierto o cerrado en un diagrama donde la temperatura es la escala vertical. Cada valor o rango
se trata como un conjunto linear y la intersección de todos los conjuntos lineares, abiertos o cerrados,
determina el rango probable de temperatura al que se formó el depósito bajo estudio. La Fig. 5-7 muestra
un ejemplo típico de presentación de esta información y la manera de determinar el rango de temperatura
de formación de un depósito. En la figura cada línea vertical muestra en negrita el límite superior o inferior
de temperatura obtenido, o un rango de temperatura probable. Cada técnica aplicada, ya sea a la ganga o
a la mena arroja, un resultado diferente. La intersección de todos los rangos y límites obtenidos (líneas
horizontales punteadas) arroja el rango probable de formación del depósito cuyas muestras fueron
estudiadas con estas técnicas. Cada barra vertical representa los resultados de una técnica determinada
de geotermometría, que se denota con una letra, a saber:

A: Th punto de homogeneización de inclusiones fluidas (promedio de por lo menos 5 determinaciones


efectuadas en 20 vacuolas distintas) = 165°C.
B: punto eutéctico del sistema ternario calcosina-galena-argentita = 400°C.
C: punto de fusión de una sulfosal presente = 320°C.
D: polimorfo hexagonal de Cu2S, estable entre 102-430°C.
E: T0 punto de homogeneización del par de exsolución bornita-tetraedrita = 275°C.
F: presencia de un mineral hidratado que se deshidrató completamente a 440°C.
9

Puede observarse que en este caso sólo las técnicas C y E definen el rango probable de formación del
depósito, los valores arrojados por las otras técnicas son redundantes o irrelevantes, pero esto no puede
saberse hasta no tener todo el gráfico completado y hallar la intersección de los conjuntos lineares
respectivos.

Fig. 5-7. Presentación de datos geotermométricos recabados por seis técnicas distintas aplicadas a
minerales ganga y mena de un depósito de sulfuros. La intersección de todos los rangos (o conjuntos) da el
rango probable de temperatura máxima de formación del depósito, entre 275-320°C. Corresponde a un típico
depósito mesotermal de sulfuros. Este rango indica solo la máxima temperatura alcanzada por el fluido
mineralizante, puesto que luego de depositar su carga éste se enfriará considerablemente.

Una vez hallado el rango de temperatura máxima probable del depósito estudiado puede clasificarse
aproximadamente según el siguiente esquema, que comprende tres tipos de depósitos de acuerdo a su
temperatura de formación:

Tipo de depósito Rango de T Nivel (*) origen del fluido


HIPOTERMAL 450-600°C PROFUNDO (> 6 km) plutónico o metamórfico
MESOTERMAL 200-450°C INTERMEDIO (3-6 km) volcánico, oceánico, connato
metamórfico, o meteórico
EPITERMAL 50-200°C SOMERO (< 3 km) volcánico o meteórico
(*): Nota-los niveles de profundidad mostrados son aproximados

Por ejemplo, el depósito representado en la Fig. 5-7 anterior tiene un rango de formación entre 275 y
320ºC, que corresponde a la muy común categoría MESOTERMAL y posiblemente fue formado a niveles
corticales intermedios (3-6 km de profundidad) por fluidos de origen volcánico, meteórico, oceánico,
connato o metamórfico. Para establecer la naturaleza de los fluidos mineralizantes se deberá utilizar las
técnicas que permiten medir o evaluar el fraccionamiento de los isótopos estables, livianos y pesados, de
H y O, análisis que se efectuarán en el agua presente en las vacuolas o inclusiones fluidas de la ganga,
que serán descritos en la siguiente sección.
10

5.3 Estudio de isótopos estables: fraccionamiento de isótopos livianos y pesados.

La composición isotópica de los elementos con relativo bajo número atómico (Z < 16) es variable debido
a que sus isótopos sufren fraccionamiento durante ciertos procesos químicos o físicos que ocurren en la
naturaleza. El fraccionamiento se debe a leves variaciones en las propiedades químicas y físicas de cada
isótopo y es proporcional a la diferencia entre sus masas. Estos elementos tienen algunas características
en común:

(1) Tienen baja masa atómica (entre 1 y 34): H, Li, Be, B, C, O, N, F, Cl y S.


(2) La diferencia de masa relativa entre sus isótopos es bastante grande.
(3) Forman enlaces predominantemente covalentes con O y otros elementos.
(4) Muchos, excepto H, Li, Be, B, F y O, poseen más de una valencia o estado de oxidación.
(5) Forman una amplia variedad de compuestos y minerales, o son constituyentes importantes de
sustancias sólidas o fluidas naturales comunes.
(6) La abundancia del isótopo menos abundante (generalmente el más pesado) es lo suficientemente
elevada para ser detectada por los instrumentos actuales (espectrómetros de masa).

Evidentemente este tipo de proceso es más notable en los elementos más livianos y abundantes,
siendo nulo o indetectable en los elementos pesados. En los más pesados es precisamente la
inexistencia de este proceso la que permite que puedan ser utilizados para medir las edades de las rocas,
puesto que sus variaciones isotópicas solo serán posibles debido al decaimiento radiactivo de los isótopos
padre. Los más importantes elementos en los cuales se han observado variaciones en su composición
isotópica incluyen: H, C, N, O y S, siendo éste último el más pesado en el cual este proceso es detectable.
Los isótopos de oxígeno más abundantes, 16O y 18O, al igual que los de hidrógeno, 1H y 2H (deuterio,
D), son muy utilizados en estos estudios. Para determinar el grado de fraccionamiento isotópico en una
muestra la relación isotópica se debe comparar con la de un estándar universal. El standard utilizado es el
SMOW (standard mean ocean water: estándar de agua marina promedio). Los resultados muestran que
la relación 18O/16O depende de la temperatura, por lo tanto utilizando diferentes pares de minerales
oxigenados o hidratados es posible obtener datos geotermométricos, sobre todo en rocas metamórficas o
ígneas, o datos climatológicos analizando el O en conchas carbonáticas, espeleotemas en cuevas, etc.
Sin embargo, la información más relevante que arroja el estudio de los isótopos estables de oxígeno e
hidrógeno se refiere al origen mismo de los fluidos mineralizantes, como se verá más adelante.
En general, el fraccionamiento isotópico ocurre durante los siguientes tipos de procesos químicos y
físicos:
I) REACCIONES DE INTERCAMBIO ISOTÓPICO: que involucran la redistribución de isótopos de un
elemento entre las diferentes moléculas o compuestos que contienen a ese elemento. Son
gobernadas por cambios de (P,T).
II) REACCIONES UNIDIRECCIONALES: en las que la velocidad de reacción depende de la composición
isotópica de los reactantes y de los productos;
III) PROCESOS FÍSICOS: como evaporación/condensación; fusión/cristalización; adsorción/resorción en
arcillas; difusiones iónica, molecular o gaseosa, debidas a gradientes de concentración y temperatura
que dependen de las diferencias de masa entre los isótopos.

5.3.1 Motivos del fraccionamiento isotópico y su predictibilidad.

¿Por qué debe ocurrir fraccionamiento entre isótopos de un mismo elemento, si una de las definiciones
de elemento químico es precisamente que los átomos integrantes de un mismo elemento tienen igual
comportamiento físico y químico? La mayoría de los fenómenos de fraccionamiento isotópico surgen por
efectos del equilibrio químico en las reacciones geoquímicas o bioquímicas que se llevan a cabo en la
naturaleza: EL FRACCIONAMIENTO QUE OCURRE DURANTE LA EQUILIBRACIÓN QUÍMICA SE DEBE A LOS
MOVIMIENTOS TRASLACIONALES, ROTATORIOS Y VIBRATORIOS DE LAS MOLÉCULAS EN LOS GASES Y LÍQUIDOS, O
DE LOS IONES O ÁTOMOS EN LAS ESTRUCTURAS CRISTALINAS, DEBIDO A QUE LAS ENERGÍAS ASOCIADAS CON
ESTOS MOVIMIENTOS DEPENDEN DE LAS MASAS DE LOS ÁTOMOS O IONES.
11

Los sistemas químicos tienden a ajustarse para minimizar su energía detal manera que los diversos
isótopos de un mismo elemento serán distribuidos en un sistema químico que modo que se minimicen las
energías traslacionales, rotatorias y vibratorias del sistema. Los cálculos demuestran que la mayor
contribución energética al proceso de fraccionamiento isotópico proviene de la ENERGÍA VIBRATORIA de los
átomos, iones o moléculas y que dicho efecto es, en realidad, pequeño, pero medible con los actuales
espectrómetros de masa.
La energía vibratoria de las moléculas o átomos está cuantificada y sólo puede asumir ciertos valores.
Sin embargo es fácil probar que la energía en estado de reposo (“cero”) varía en los enlaces de acuerdo a
los isótopos involucrados. Por ejemplo:

ENERGÍA DEL ENLACE INTERATÓMICO (en estado de reposo)


EN LAS MOLÉCULAS DE HIDRÓGENO

H H H D D D

MINIMA MEDIA MÁXIMA


H2 HD D2
Fig. 5-8. Variación cualitativa de la energía del enlace interatómico (covalente) en distintas moléculas
diatómicas del elemento hidrógeno.

Debido a esto los enlaces que involucran a los isótopos livianos son más fáciles de romper, de ahí que
los isótopos livianos se concentran levemente en los productos finales de ciertas reacciones químicas,
sobretodo las que involucran procesos vitales de algunos organismos.
Otros mecanismos que se asocian al fraccionamiento isotópico se relacionan con procesos rápidos,
incompletos o unidireccionales, como evaporación/condensación, difusión/absorción, resorción,
disociación, fusión/solidificación, fotosíntesis, reducción bacterial, etc. La temperatura se relaciona
directamente con la energía cinética promedio de las moléculas y átomos, por eso al tener las moléculas
livianas velocidades de traslación más rápidas es más fácil que éstas se separen de un cuerpo líquido.
Por ejemplo: el vapor de agua que se desprende por evaporación del agua marina estará levemente
enriquecido en 16O e H. En otras palabras, la presión de vapor del agua formado por isótopos livianos es
mayor a la del agua “pesada”, aquella que contiene 18O y D. De este modo el vapor que se halla en las
nubes sobre el océano, en las aguas meteóricas y freáticas está enriquecido en 16O e H con respecto al
agua marina. Este efecto se conoce como fraccionamiento Rayleigh (Fig. 5-9).

Fig. 5-9. Valores del fraccionamiento Rayleigh de isótopos estables de oxígeno en el ciclo hidrológico.
Ocurre un notable enriquecimiento de 16O y H en las precipitaciones que ocurren tierra adentro en zonas
altas montañosas de los continentes o islas grandes. Modificado de White (2001).
12

En la mayoría de las reacciones bioquímicas no se alcanza el equilibrio, y debido a este efecto, ocurre
que: EL ISÓTOPO MÁS LIVIANO SE CONCENTRARÁ EN LOS PRODUCTOS DE LAS REACCIONES BIOQUÍMICAS.
Los mayores efectos cinéticos, aun en isótopos relativamente pesados, como de C y S, se observan en
reacciones asociadas con procesos biológicos, como la FOTOSÍNTESIS y la REDUCCIÓN BACTERIAL, debido a
que estas reacciones generalmente no alcanzan el equilibrio pues no se llevan a cabo completamente pues
las plantas y las algas no transforman todo el CO2 atmosférico u oceánico en oxígeno; tampoco las
bacterias reducen todo el [SO4]2- oceánico a sulfuro. De este modo el 12C se enriquece en la materia
orgánica producida por fotosíntesis y el 32S se enriquece en los sulfuros o el azufre nativo producido por la
reducción del sulfato marino, tanto inorgánica, como orgánica, como lo muestra la Fig. 5-10 siguiente:

FOTOSÍNTESIS
Catalizador: Clorofila: Mg-PORFIRINA
LUZ SOLAR
nH2O + nCO2 CnH2nOn + nO2 ↑
CARBOHIDRATOS

enriquecimiento en 12C en la materia orgánica generada

REDUCCIÓN DE SULFATO
Puede ser orgánica (bacterial), o inorgánica.

S6+ + 6e  S0 + 2e  S2


Sulfato SO4= Azufre nativo Sulfuro
enriquecimiento en 32S en los sulfuros generados

Fig. 5-10. En las reacciones bioquímicas de reducción los isótopos livianos de C y S se enriquecen en los
productos de las mismas.

La composición isotópica de aquellos elementos con bajo número atómico (Z < 16) es así variable,
debido a que sus isótopos sufren fraccionamiento durante ciertos procesos químicos o físicos que ocurren
en la naturaleza. El fraccionamiento se debe a leves variaciones en las propiedades químicas y físicas de
cada isótopo y es proporcional a la diferencia entre sus masas.
En general, el fraccionamiento isotópico ocurre durante los diversos tipos de procesos químicos y
físicos, estando influenciado en ciertos elementos con valencia variable (como el S) por la actividad
biológica de plantas, algas, líquenes, hongos y, sobretodo, bacterias. En este Tema se estudiará y tratará
de cuantificar el fraccionamiento de isótopos estables que ocurre durante los procesos físicos que ocurren
en el ciclo hidrológico (H y O) para comparar las relaciones isotópicas de distintas “aguas” de origen
natural, incluyendo las de origen profundo (magmático o metamórfico) y las de origen somero (freático-
meteóricas) con el standard de agua marina SMOW. También se tratarán las reacciones bioquímicas
unidireccionales, como la fotosíntesis (C) y la reducción del sulfato a sulfuro, tanto inorgánica como
bacterial (S). El C, tanto como CO2 o como carbonato, es un elemento muy importante para determinar el
origen de los fluidos hidrotermales, estando presente en las inclusiones fluidas y la ganga. También es
necesario recordar que los compuestos sufurosos constituyen uno de los principales ligandos para la
formación de los complejos solubles (tiocomplejos) que son los que permiten el transporte en solución de
cationes metálicos durante los fenómenos hidrotermales. Estos procesos y reacciones los que más
interesan para el estudio del origen y formación de yacimientos minerales.

(A) Fraccionamiento de isótopos estables de oxigeno e hidrogeno


El oxígeno (Z = 6) es el elemento más abundante de la corteza terrestre y se halla combinado con
hidrógeno formando agua H2O, una sustancia muy común e importante en nuestro planeta (ver Tema 3).
El oxígeno tiene tres isótopos estables y el hidrógeno (Z = 1) dos, cuyas abundancias aproximadas son:
13

OXIGENO
16 99,63%
O
17
O 0,0375%
18
O 0,1995%

HIDROGENO
PROTIO 1
H o H 99,9852%
DEUTERIO 2
H o D 0,0148%

Debido a la existencia de tres isótopos estables de oxígeno y dos de hidrógeno las moléculas
ordinarias de “agua” pueden tener nueve distintas composiciones isotópicas, cuyos pesos moleculares se
indican a continuación:

HIDROGENOS OXIGENOS P.M. AGUA


16
H H O 18 Alta
17
H H O 19
18
H H O 20
16
H D O 19 PVAP
17
H D O 20
18
H D O 21
16
D D O 20
17
Baja
D D O 21
18
D D O 22

Las presiones de vapor de las diferentes moléculas de agua son inversamente proporcionales a sus
masas, de modo que H216O tiene una PVAP significativamente mayor que D218O. Por este motivo, EL AGUA
FORMADA POR LA EVAPORACIÓN DE CUERPOS DE AGUA (OCÉANOS, LAGOS, ETC.) SE ENRIQUECE LEVEMENTE EN
16
O E H, MIENTRAS QUE EL AGUA REMANENTE SE ENRIQUECE MUY LEVEMENTE EN 18O Y D.
Las composiciones isotópicas de hidrógeno y oxígeno se reportan en términos relativos a las
diferencias de las relaciones 18O/16O y D/H con respecto al standard Viena-SMOW, definido a
continuación:
D/H (V-SMOW) = 1.5575 x 10–4 = 0,00015575
18
O/16O (V-SMOW) = 2.0052 · 10–3 = 0,0020052

La composición isotópica del oxígeno de una muestra dada se expresa como diferencias en o/oo
(partes por mil) relativas al Viena-SMOW:

18O/16O MUESTRA − 18O/16O V-SMOW


 O =  x 1.000 o/oo
18
18
O/16O V-SMOW

La de hidrógeno, D, se expresa con una ecuación similar, pero para la relación D/H. Por consiguiente,
valores positivos de 18O indican que la muestra se halla enriquecida en ese isótopo pesado comparada
con el VSMOW, mientras que valores negativos implican un empobrecimiento en dicho isótopo.
Esto se hace más evidente si se dividen los dos miembros del numerador entre el denominador:

18
O/16O MUESTRA
18O =  − 1 x 1.000 o/oo
18
O/16O V-SMOW

16
siendo obvio ahora que un enriquecimiento en isótopos livianos O en la muestra resulta en un valor
negativo de 18O, y viceversa.
14

Cuando el agua se evapora de la superficie del mar, el vapor de agua generado estará enriquecido en
isótopos livianos (16O y H), puesto que el agua "liviana" tiene una presión de vapor PVAP superior a la del
agua "pesada", la que contiene 18O y D. Por consiguiente, los valores de 18O y D en el vapor de agua
atmosférico son ambos negativos. Cuando las gotas de lluvia se forman en las nubes por condensación
de vapor de agua, la fase líquida estará enriquecida en los isótopos 18O y D, de modo que la composición
de las primeras gotas de lluvia será similar a la del agua oceánica. La continua remoción de 18O y D a
partir del aire húmedo causa un enriquecimiento de 16O y H en el vapor remanente. Por lo tanto, los
valores 18O y D del vapor de agua en la atmósfera se hacen cada vez más negativos a medida que la
lluvia, la nieve o el granizo continúan precipitando. Los valores de 18O y D de las precipitaciones,
líquidas o sólidas, también se vuelven cada vez más negativos debido al que el vapor que los produce se
agota en isótopos pesados (ver Fig. 5-11).
EL RESULTADO FINAL DE ESTE PROCESO DE FRACCIONAMIENTO ISOTÓPICO ES QUE EL AGUA DULCE
METEÓRICA (INCLUYENDO EL AGUA FREÁTICA) ESTARÁ EMPOBRECIDA EN 18O Y D COMPARADA CON EL AGUA
OCEÁNICA, ES DECIR TENDRÁ VALORES 18O NEGATIVOS Y DE D FUERTEMENTE NEGATIVOS.
Las aguas o fluidos oceánicos, meteóricos y juveniles se consideran “aguas referenciales”, debido a
que tienen una huella isotópica característica desde su origen. Por lo tanto las aguas geotermales,
connatas, metamórficas y magmáticas han sido recicladas a partir de una o más de esas fuentes de
referencia. En los estudios de fraccionamiento isotópico de O e H es importante tomar en cuenta la “línea
de aguas meteóricas”, mostrada en la Fig. 5-11. La variación isotópica de las aguas meteóricas depende
de la latitud geográfica y de la elevación s.n.m., de modo que los valores de 18O y D tienden a ser más
negativos a mayores elevaciones y/o más altas latitudes (Cuenca de Alberta, (1) en Fig. 5-11). El motivo
de esto es que en esos lugares, como altas montañas o zonas templadas a polares, hay menos
evaporación y por ende, menos fraccionamiento entre el agua oceánica o continental y el vapor
atmosférico, siendo éste el que produce los cambios isotópicos observados, puesto que los isótopos
livianos tienden a ser concentrados en la fase de vapor. La relación hallada por OHMOTO (1986) para esta
línea es la siguiente: D = 8 18O + 10, ésta corresponde a la línea de aguas meteóricas de la Fig. 5-11.
La evidencia muestra que hay interacciones a gran escala entre el enfriamiento de magmas a
profundidades someras en la corteza y la presencia de aguas meteóricas en circulación convectiva
profunda. El conocimiento de estas interacciones es vital para comprender el origen de los depósitos
hidrotermales y de su asociada alteración de la roca caja adyacente a los depósitos. Los impresionantes
trabajos de Bowen y sus colegas (series de cristalización) y de Lindgren y Edwards (acerca de depósitos
hidrotermales) efectuados en el primer cuarto del siglo XX concluyeron que las soluciones hidrotermales
mineralizantes se originaron dentro de cuerpos intrusivos en proceso de enfriamiento y que, por tanto,
representan fluidos que se hallaban disueltos inicialmente en el magma, a presión. Esto, a su vez, colocó
estrictos límites en la cantidad de fluidos acuosos disponible para transportar menas metálicas hasta sus
lugares de depósito. La muy baja solubilidad de los sulfuros metálicos hizo el problema aún más crítico, ya
que se requeriría enormes cantidades de agua para transportar suficientes metales como para originar un
depósito de modestas proporciones. El impasse fue resuelto al descubrir que las soluciones
mineralizantes eran salmueras más o menos concentradas, donde los metales estaban disueltos en forma
de complejos clorinados o sulfurados de alta solubilidad, por lo tanto su capacidad de transportar y
depositar metales era mucho mayor que la del agua pura. La evidencia de la circulación profunda de
aguas meteóricas, calentadas por el gradiente geotérmico o por las intrusiones ígneas, permite la
posibilidad de que grandes volúmenes de agua estén disponibles para producir la alteración hidrotermal
observada en la roca caja, además de la depositación de las menas en sí. En adición, este nuevo
conocimiento puede apoyar las viejas ideas acerca de la fuente de origen de los metales concentrados en
dichos yacimientos. Es bastante probable que la fuente de los metales, en algunos casos, sea la propia
roca caja (sobre todo si es volcánica o pelítica) y que éstos no sean necesariamente constituyentes del
magma original.
La composición isotópica del agua asociada a la formación de depósitos hidrotermales de menas y a la
alteración de la roca caja puede ser estimada de dos maneras: 1) por análisis del agua de las inclusiones
fluidas; 2) calculando los valores 18O y D del fluido acuoso que equilibró oxígeno e hidrógeno con
minerales a una temperatura determinada. El primer método es el más directo y efectivo, pero presenta la
limitación de que la composición isotópica del agua pudo haber sido alterada por intercambio de O e H
con el mineral huésped de la inclusión; también se deben enfrentar los problemas de contaminación de
las vacuolas no-primarias. El segundo método se basa en la validez de las ecuaciones de equilibrio
químico entre el mineral y el agua y se utiliza en rocas ígneas o metamórficas.
15

Los estudios de isótopos estables de H y O, efectuados principalmente en las inclusiones fluidas


primarias y pseudosecundarias presentes en los minerales ganga transparentes y en el agua de
hidratación o estructural presente en algunos silicatos asociados a la alteración hidrotermal de los
yacimientos, han demostrado que los fluidos hidrotermales pueden tener varios orígenes: diferentes
"aguas", con composiciones isotópicas distintas y diagnósticas, pueden estar involucradas en la formación
de un depósito determinado. Los fluidos HT pueden haberse originado como aguas meteóricas (18O y D
fuertemente negativos), agua marina atrapada o connata (18O y D iguales o cercanos a cero), aguas
termales con diferente enriquecimiento de 18O y D (valores positivos de 18O y algo negativos de D), y
también como aguas de origen metamórfico o magmático, con valores variables, pero positivos de 18O y
poco negativos de D, sin descartar la elusiva presencia de las aguas juveniles, las que entran por
primera vez al ciclo geológico superficial, provenientes del manto superior (Fig. 5-11).

Fig. 5-11. Rangos de composición isotópica de aguas y fluidos naturales (magmáticos primarios, oceánicos
y metamórficos). Las áreas punteadas muestran los rangos para aguas formacionales de tres cuencas
sedimentarias: 1. Cuenca de Alberta (SW Canadá); 2. Cuenca de California (SW de USA); 3. Cuenca de la
Costa del Golfo (SE de USA). El área rectangular punteada parcialmente sobrepuesta al rango de fluidos
magmáticos representa la elusiva agua juvenil. La línea de aguas meteóricas muestra la dependencia lineal
entre los valores de 18O y D, según la función mostrada en la Ec. 5-1, válida solo para este tipo de aguas.
Modificado de Piragno (1992).

Las “aguas” o fluidos metamórficos profundos pueden ser estudiados indirectamente por medio del
efecto que tienen sobre la composición isotópica de minerales que se equilibraron con ellos a
determinadas temperaturas, en el rango de 300-600°C, teniendo valores de 18O entre +5 a +20 o/oo y de
D entre 0 a 65 o/oo (ver Fig. 5-11). Las “aguas” o fluidos magmáticos se equilibraron a temperaturas aun
mayores, entre 700-1100°C. Como rangos establecidos de composición isotópica para las “aguas” o
fluidos magmáticos se toman los valores de 18O y D de las rocas plutónicas y volcánicas estudiadas a
escala mundial: 18O entre +5,5 a 9,0o/oo y D entre 0 y 80o/oo. La fuente última de estas “aguas” o
fluidos metamórficos y magmáticos no puede discernirse por su composición isotópica. Sin embargo en
gran parte su origen puede ser meteórico o marino, siendo éstos los dos reservorios de agua más
grandes del planeta. Gran parte de los fluidos connatos y metamórficos tienen un origen inicialmente
marino, sobretodo en los cinturones de rocas metasedimentarias. En general, los fluidos hidrotermales
pueden estar compuestos por mezclas variadas de cualquiera de las “aguas” descritas. No existen
simples explicaciones ni generalizaciones al respecto, sino una gran diversidad. En muchos depósitos es
posible determinar curvas de isofraccionamiento isotópico (similares a curvas isópacas) que muestran
claramente valores positivos en las partes interiores de los depósitos, que se hacen cada vez menores
hasta alcanzar el valor cero en la llamada línea o zona de mezcla, a partir de la cual los valores pasan a
ser negativos, llegando a ser muy negativos en las partes externas, ya influenciadas por fluidos
meteóricos infiltrados en el subsuelo y calentados por altos gradientes geotérmicos locales.
16

El balance de agua del planeta obliga a que cierta cantidad de agua juvenil debe ser añadida a la
hidrosfera continuamente, ya que el continuo reciclaje de placas tectónicas subducidas hacia dentro del
manto profundo, con una parte superior de corteza oceánica anfibolítica y manto serpentinizado, ambos
muy ricos en (OH)-, implicaría que toda el agua oceánica debió ser devuelta al manto hace muchos Ma,
volviendo a la Tierra un planeta seco y árido, como Venus. Pero, afortunadamente, no sucede así, el
océano es estable y el agua del manto es devuelta a la hidrosfera en parte como agua juvenil en forma de
emanaciones volcánicas, en arcos magmáticos, rifts, dorsales y puntos calientes. Lo mismo puede
decirse del CO2 y el H2S, presentes abundantemente en los gases volcánicos.

(B) Fraccionamiento de isótopos estables de azufre

El azufre está ampliamente distribuido en la litosfera, biosfera, atmósfera e hidrosfera. Ocurre en


estado oxidado como anión sulfato [SO4]2- en el agua marina y en rocas evaporíticas (yeso, anhidrita). Se
consigue en estado nativo en las cúpulas de los domos de sal y en algunas emanaciones volcánicas.
También ocurre en estado reducido como anión S2- en los sulfuros metálicos de numerosos depósitos de
menas asociados a rocas de todo tipo. Por esto la composición isotópica del azufre puede ser de gran
utilidad en el estudio de depósitos de menas sulfurosas. El azufre (Z = 16) tiene cuatro isótopos estables,
a saber:

AZUFRE
32
S 95,02%
33 0,75%
S
34 4,21%
S
36 0,02%
S

Su composición isotópica se expresa en términos de 34S, que se define como:

34S/32S MUESTRA  34S/32S CDT


34S =  x 1.000 o/oo
34 32
S/ S CTD

donde el standard CDT (Cañón Diablo Troilite) proviene del S contenido en la TROILITA (FeS) del meteorito
siderito que formó el Meteor Crater en Arizona, también llamado cañón Diablo, cuya relación (34S/32S) es
1/22,22. Como standard es muy apropiado ya que es muy similar al de las rocas ígneas máficas. Por ende
el valor 34S puede tomarse como una medida del cambio isotópico que ha sufrido la muestra sulfurosa
desde que su azufre fue incorporado inicialmente a la corteza terrestre, habiendo sido extraído
originalmente del manto superior.
Las variaciones en la composición isotópica del S son causadas por dos tipos de procesos, ambos
dependientes de la óxido-reducción de las especies sulfuradas, según las ecuaciones siguientes:
OX RED
S2-  S0 + 2e- ; S6+ + 8e-  S2-
Anión sulfuro Azufre nativo Radical sulfato Anión sulfuro

a) REDUCCIÓN BACTERIAL: destrucción de los iones sulfato a H2S por ciertas bacterias anaeróbicas
(Desulfovibrio), que resulta en un enriquecimiento de 32S en el H2S formado. La reducción bacterial
producida por estafilococos o estreptococos (bacterias de forma esférica, en racimos o cadenas)
origina menas de sulfuros de Fe, Zn, Pb y Cu caracterizadas por texturas framboidales, es decir,
agregados de microesferulitos a modo de mora o frambuesa, visibles sólo al microscopio,
producto de la sustitución del protoplasma de dichas bacterias por sulfuros.

b) REACCIONES DE INTERCAMBIO ISOTÓPICO: entre iones, moléculas y sólidos sulfurados, donde el


34
S se enriquece generalmente en aquellos compuestos que tengan al S en su máximo estado de
oxidación 6+, como el [SO4]2-yeso o anhidrita) o con el enlace más fuerte (iónico-covalente).
17

Los estudios realizados muestran que el S del primer H2S producido por reducción inorgánica
del sulfato [SO4]2- está enriquecido en 32S, con un 34S = -22 o/oo = -2,2%. La reducción bacteriana
añade un factor de enriquecimiento en 32S que permite alcanzar valores de 34S de hasta -50 o/oo =
-5%, tal como se ha encontrado en sedimentos euxínicos recientes, en el fondo de los mares
Negro, Rojo y Caspio. Es obvio que el proceso de reducción bacteriana sólo podrá ocurrir en
condiciones de temperatura bastante bajas, inferiores a 100ºC, que permitan la existencia de esas
formas vivientes. Es común la reducción bacteriana del yeso en los domos de sal del golfo de
México y otras localidades, donde se generaron grandes depósitos de azufre nativo en la cima de
esos domos. La reducción inorgánica puede ocurrir a temperaturas mayores y en casi cualquier
tipo de depósito hidrotermal.

Fig. 5-12. Rangos del fraccionamiento de isótopos estables del azufre.

Como lo muestra la Fig. 5-12 los valores de 34S en los sedimentos varían de fuertemente negativos
en los sedimentos euxínicos de ambientes reductores, a fuertemente positivos en sedimentos oxidados y
sulfatos evaporíticos. El agua marina exhibe un valor casi constante de 34S = +20o/oo. Las rocas
basálticas debido a su proveniencia mantelar tienen valores similares al standard de troilita CDT, cercanos
al cero. Las rocas graníticas muestran valores desde muy poco positivos a cero cuando son de origen
subductivo, mientras que las de origen anatéctico muestran valores más negativos debido a que se
originan por fusión parcial de metasedimentos, en parte ricos en grafito. Las rocas metamórficas debido a
sus diversos orígenes muestran un rango muy amplio, de negativo a positivo.
Es de notar que los isótopos de azufre (32 y 34) difieren en dos unidades de masa atómica entre sí, al
igual que los de oxígeno (16 y 18), de modo que los altos valores de fraccionamiento del S no dependen
exclusivamente de su diferencia en masa, que es la mitad que en el O, sino que están fuertemente
influenciados por los procesos de óxido-reducción, tanto inorgánica, como bacterial. Esto no ocurre con el
oxígeno, puesto que éste no cambia nunca a estados de oxidación positivos, como lo hace el azufre.

(C) Fraccionamiento de isótopos estables del carbono

El carbono es uno de los elementos más abundantes del universo y es la base para la existencia de la
vida en la Tierra. Por consiguiente, es el elemento más importante de la biosfera, pero tambien ocurre en
la corteza y el manto terrestre y en la atmósfera e hidrosfera. El carbono ocurre en estado reducido en los
compuestos orgánicos y los carbones fósiles. También ocurre en estado oxidado en el CO 2, el ion
carbonato soluble y en minerales carbonatados. También se consigue en estado nativo, como grafito o
diamante.
18

El carbono (Z = 6) tiene dos isótopos estables:

CARBONO
12
C 98,89%
13
C 1,11%

Además el 14C radioactivo ocurre en la atmósfera debido a la reacción nuclear entre neutrones de los
rayos cósmicos y el 14N estable. La composición isotópica del carbono en las muestras estudiadas de
carbonatos o de materia orgánica se expresa en términos de 13C, que se define como:

13C/12C MUESTRA  13C/12C PDB


13C =  x 1.000 o/oo
13
C/12C PDB

El standard utilizado es el PDB, con respecto a éste se expresa la composición isotópica de las
muestras estudiadas en 13C (en o/oo). El PDB es la composición isotópica del CO2 liberado por reacción
del ácido fosfórico puro con el carbonato que forma los fósiles de belemnites de la Formación Peedee, de
ahí su nombre: pee-dee-be. Dicha formación aflora en el cretácico de Carolina del Norte, U.S.A.
Los isótopos del carbono sufren fraccionamiento durante una gran variedad de procesos naturales,
entre los que destacan:

a) FOTOSÍNTESIS: Las plantas y algas con clorofila poseen la asombrosa capacidad de sintetizar
materia orgánica, como carbohidratos (azúcares, almidones, celulosa) a partir del agua y el CO 2
atmosféricos, donde ese pigmento verde actúa como catalizador, en presencia de la luz solar. En
la materia orgánica producida por este proceso hay un notable enriquecimiento en 12C en los
compuestos orgánicos sintetizados, de modo que el carbono fotosintético arrojará valores de 13C
negativos. Esto ayuda a dilucidar el origen biogénico de los compuestos de carbono presentes en
inclusiones fluidas o en los cuerpos de mena (en estos últimos, generalmente como ganga de
carbonatos de Ca, Mg, Fe, Mn), los cuales arrojarán valores de 13C notablemente negativos.
b) REACCIONES DE INTERCAMBIO ISOTÓPICO: comparado entre el CO2 gaseoso y el [CO3]2- de los
carbonatos solubles hay un enriquecimiento en 13C en los minerales carbonatados insolubles
formados, los cuales presentarán valores de 13C marcadamente positivos.

El carbono en los combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas natural) está generalmente enriquecido
en 12C, lo que atestigua su origen biogénico. La composición isotópica de los carbonatos ganga (de Ca-
Mg-Fe-Mn) y del CO2 y el CH4 presentes en las inclusiones fluidas en los depósitos hidrotermales es muy
variable, pero sugiere una fuente "profunda".
Las principales fuentes posibles del carbono de los fluidos hidrotermales incluyen: calizas marinas (con
13C : -2 a 0o/oo), fuentes corticales profundas o intermedias (13C  -7 a -6 o/oo), y compuestos orgánicos
biogénicos (con 13C  -25 o/oo). Los valores de 13C para el CO2 de las inclusiones fluidas bi o trifásicas
varían de -4 a -12 o/oo, con respecto al PDB. La mayoría de los minerales carbonatados de primera
formación en las venas hidrotermales tienen valores de 13C entre -6 y -9 o/oo; sin embargo otros
carbonatos depositados tardíamente en la secuencia paragenética tienen valores hasta positivos,
indicando un enriquecimiento en 13C. Los altos valores negativos de 13C en el CO2 y los carbonatos de
los depósitos hidrotermales sugieren una fuente profunda para el carbono. Los petróleos arrojan valores
de 13C entre -18 y -34o/oo, con un promedio de cerca -28o/oo. El gas natural arroja valores aún más
negativos, entre -40 y -70o/oo, que evidencian un fuerte enriquecimiento en 12C, que es tanto menor como
mayor sea el peso molecular del hidrocarburo gaseoso presente. Es obvio que en un medio gaseoso
todos los procesos difusivos ocurren más eficientemente que medios líquidos o sólidos, de ahí estos altos
valores negativos en los hidrocarburos con menores pesos moleculares.
19

Fig. 5-13. Valores de fraccionamiento de


isótopos estables de CARBONO en
distintos materiales.
Los diamantes muestran mayor
dispersión, donde un pico centrado en -
5o/oo denota a los diamantes de tipo
peridotítico o primario, mientras que los
valores entre -35 y +5o/oo corresponden a
los diamantes eclogíticos o subductivos
(donde el C es proveniente de materia
orgánica marina).
Las carbonatitas muestran una
dispersión menor, pero sugieren
también una posible fuente cortical, al
igual que las inclusiones fluidas en el
diópsido de los xenolitos mantelares de
lherzolita.
Los valores del MORB y de los basaltos
de islas oceánicas OIB son bastante
“primarios” y están centrados en -7 o/oo.
Los del BABB (basaltos de cuenca
retro-arco) tienen valores negativos algo
más corticales o subductivos.
Modificado de White (2001).

La Fig. 5-13 muestra el fraccionamiento isotópico observado en materiales (minerales o rocas) de


origen “mantelar”. Los diamantes son los que muestran la mayor dispersión, exhibiendo un pico centrado
en -5o/oo que denota a los diamantes peridotíticos o primarios, mientras que los valores entre -35 y +5o/oo
corresponden a los diamantes eclogíticos o subductivos, donde se asume que el C proviene de materia
orgánica marina y carbonatos presentes en sedimentos oceánicos profundamente subducidos en el
manto. Aunque esos sedimentos tan saturados en agua y con baja densidad no se supone que puedan
ser subducidos parece que es justo así, y la evidencia más palpable de que ello ocurre es, precisamente,
la isotópica. Las carbonatitas muestran una dispersión menor, pero sugieren también una posible fuente
cortical, al igual que el CO2 en las inclusiones fluidas de los diópsidos de los xenolitos mantelares de
lherzolita. Los valores del MORB y de los basaltos de islas oceánicas OIB son bastante “primarios” y están
centrados en -7 o/oo. Los del BABB (basaltos de cuenca retro-arco o marginal) tienen valores negativos
algo más corticales o subductivos. Según la hipótesis de Karig (1972) la expansión retroarco ocurre detrás
de los arcos con polaridad de subducción al oeste debido a la formación de una especie de
contracorriente de convección dirigida hacia el oeste, dicha contracorriente podría incorporar algún
material sedimentario proveniente de la placa que está siendo subducida un poco más al este de la
cuenca marginal.

En general, los estudios de isótopos estables de O, H, C y S, aunados a detalladas investigaciones


geológicas, mineralógicas y geoquímicas, han proveído las mayores contribuciones al conocimiento del
origen y formación de los depósitos de menas hidrotermales, y también al de otros fenómenos
planetarios, como los cambios climáticos globales, cambios eustáticos del nivel del mar, etc.

Potrebbero piacerti anche