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Llevan más de un siglo expuestos en la vitrina de varios museos, pero hasta hoy

se desconocía su significado. Franco Maltomini, de la Universidad Udine en


Italia, ha sido el responsable de la traducción de dos papiros de más de 1.700
años de antigüedad datados en el Antiguo Egipto, correspondientes a la época
romana.

Así lo afirma en un artículo la publicación especializada Live Science. Los


documentos ocultaban hechizos para enamorar a alguien, mantener relaciones
sexuales, o incluso someter su voluntad. Según Maltomini, el primero de los
conjuros invocaba a los dioses para “quemar el corazón” de una mujer hasta que
amara a la persona que lo leyera; mientras el segundo, dirigido a un varón, estaba
compuesto por una serie de palabras mágicas para dominar al sujeto y someter su
voluntad.

Los hechizos fueron escritos de manera que quien lanzara el conjuro sólo
necesitaba incluir el nombre de la persona a la que quería enamorar o dominar.
Los investigadores los han datado en el siglo III dC y desconocen quién los
escribió. Están escritos en griego, un idioma ampliamente utilizado en Egipto en
aquel momento.

Los documentos fueron hallados hace más de un siglo entre miles de papiros por
los arqueólogos Bernard Grenfell y Arthur Hunt en la antigua ciudad de
Oxirrinco y desde entonces los científicos los habían estudiado para poder
traducirlos y descubrir su significado. Ahora, muchos de ellos pertenecen a la
Sociedad de Exploración de Egipto y están siendo analizados en la Universidad
de Oxford, en Inglaterra.

Magia para enamorar

Pronunciar las palabras no era suficiente. Según ha explicado Maltomini, el


interesado debía lanzar el hechizo en una casa de baños, en cuyas paredes
escribiría:
“Yo os conjuro, agua y tierra, por el demonio que habita en vosotras. Conjuro la
fortuna de este baño de manera que, a medida que ardéis y quemáis, queméis a
(la mujer a la que quieras hechizar) nacida de (el nombre de la madre) para que
venga a mí”. A continuación, se debían nombrar varios dioses y palabras
mágicas.

El segundo hechizo, destinado a mujeres, servía para doblegar la voluntad de un


hombre. Para que este funcionara había que grabar en una pequeña placa de
cobre una serie de palabras mágicas y, posteriormente, coserla a una prenda que
portase el sujeto. El hechizo era el siguiente: “Somete a (nombre del hombre)
nacido de (nombre de su madre)”.

Además de estos dos hechizos, en la parte posterior de los papiros hay una lista
de recetas que se basan en el uso de excrementos de animales para tratar una
amplia lista de dolencias, entre las que se incluyen dolores de cabeza y lepra.

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