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Instituto de Teología 2016

Estética

Profesor Cercato

Estética clásica

En la Antigüedad y en la Edad Media la belleza tuvo un lugar de privilegio por


encima del arte. Podemos ver que el arte no es universal ni eterno, cambia según las
culturas y los tiempos históricos. El término téchne cubría un campo mucho más
vasto que nuestro uso del concepto arte.

El aristotelismo es interpretado como una exclusiva Teoría del arte y el platonismo


como una Teoría dela belleza: “Si hay algo por lo que vale la pena vivir, es por
contemplar la belleza”. Esta es una ordenación rítmica que comenzamos
contemplando en la realidad cósmica y aplicamos a las acciones y obras de los
hombres.

Sin embargo en Platón se encuentra una Teoría del arte aunque no tan sistemática
como en Aristóteles, envuelta en una concepción metafísica muy amplia sobre la
naturaleza del hombre y del mundo buscando una explicación en la última realidad
trascendente mientras que su discípulo mostró una influencia en aquellos que
buscaban una explicación en las cosas mismas.

En Grecia no existía una palabra para designar al arte, el escultor era un technítes,
un artífice tanto como el carpintero, no se trataba de alguien especial distinto a los
demás.
Este concepto está ligado al concepto de mímesis que aparecen los pitagóricos
afirmando que las cosas imitan o representan números, sin embargo el significado
es mucho más amplio porque en el modo antiguo el término hace referencia a la
representación más que la imitación. Con el transcurso del tiempo se extiende a las
distintas formas del arte como la poesía.

Platón explica que las artes de imitación eran producidas por los imitadores que
producían imágenes alejadas de lo real porque no eran cosas útiles sino meras
ilusiones. En Sofista cuestiona a los artistas que no dan a sus obras las proporciones
adecuadas. En el sistema platónico la mímesis era la producción de algo irreal que
daba la apariencia de real.

Presenta a la imitación como el reflejo del espejo ya que lo que produce el espejo
son simples fenómenos que no son conformes a la verdad, tampoco el arte lo es.

Existe un primer grado de realidad formado por las Ideas creadas por el demiurgo,
un segundo grado de realidad está formado por la copia degradada, en el último
grado de realidad está compuesto por la imitación que hace el artista. Demuestra
una desconfianza hacia el arte, los artistas deben ajustarse a las reglas del Estado y a
las reglas de las leyes eternas que rigen al universo. Las artes que se ajusten a las
reglas geométricas serían las menos condenables.

Por su parte Aristóteles define a téchne como hacer y episteme como conocimiento.
El arte imita la fuerza creadora de la naturaleza, es conocimiento poiético que
supone un desprendimiento de la obra por parte del autor que exige conocimiento y
experiencia, esto se da en este mundo y no ve en la mímesis algo negativo, pero lo o
que importa no es la imitación sino la verosimilitud y la manera de generar placer
que tiene el arte. La forma más elevada es aquella que genera más placer. Su objeto
no es lo necesario como en el caso de la ciencia sino lo probable.
El arte es un quehacer humano, un hábito de ejecución dirigido por la razón
verdadera, así la obra posee su valor en la adecuación a un fin preestablecido por la
razón.

Destaca la función catártica del arte en el que la tragedia devuelve al alma el


equilibrio perdido, en este punto hay que destacar que no fue el quien introduce la
noción sino que en los misterios órficos se habla de un efecto purificador de la
música y de la danza y los pitagóricos aceptaban que la música ejercía un poder
curativo en el alma. La tragedia debe transitar entre un extremo superior y otro
inferior: el miedo nos ubica en el extremo superior, el de los dioses y el temor nos
ubica en el extremo inferior, en el de los humanos.

Los hombres tienen naturalmente el deseo de saber, prueba de esto es el placer que
nos causan las percepciones, mientras que los animales solo se mueven en la esfera
sensorial el hombre posee la capacidad de conducirse por la razón y el arte. La
experiencia proviene de la memoria y es por la experiencia que se da el progreso de
la ciencia y del arte.

La diferencia entre esta con el arte es que ella conoce lo particular mientras que el
arte conoce lo general y en la experiencia se sabe que las cosas existen mientras
que en el arte se conocen las causas y de esta manera se puede transmitir el
conocimiento de un hombre a otro.

Para Plotino la posibilidad de salvación del hombre incluye el camino de la filosofía,


el amor y el arte. Explica su teoría de la belleza: lo bello no consiste en aquello que
posee armonía y proporción en las líneas sino en la participación absoluta e increada
del Primer Ser. La belleza que los seres poseen es iluminada por la belleza de quien
les dio participación en su belleza.

Lo bello es percibido con la vista y también cuando se combina con las palabras y la
música, también hay hábitos y acciones bellas.
Esta belleza visible se conforma con la simetría de las partes entre sí y en relación al
todo, el desgraciado es aquel que no descubre lo bello y es necesario ver lo bello en
las almas de aquellos que realizan obras bellas.

Identifica la belleza con lo Uno que es la Belleza y el Bien absolutos. Todo lo que es,
lo es por lo Uno, pero ¿Qué es lo Uno?, Plotino explica que Dios no es como las
criaturas sino superior a ellas, todo lo posee y no carece de nada: se basta a sí
mismo.

Estética kantiana

La razón pura es la facultad de conocer a base de principios a priori y crítica de la


razón pura es la investigación de la posibilidad y límites de esa facultad. El
entendimiento contiene principios cognitivos constitutivos a priori y la razón que no
contiene principios constitutivos a priori se le asigna su dominio en la crítica de la
razón práctica.

El objeto es causado por el sujeto que recibe impresiones y las ordena en espacio y
tiempo, este objeto es construido y tiene un fin y es en el sujeto en donde se haya la
finalidad: el placer que causa es más importante que lo que es en realidad y el
sujeto juzga lo particular como contenido en lo universal. Así un objeto es
catalogado como bello por la capacidad de juzgar, el gusto es la capacidad de juzgar
lo bello. Lo que importa es la representación subjetiva que tiene un significado para
el sujeto, no existe un prototipo del gusto. En la facultad de juzgar si lo dado es lo
universal, la facultad de juzgar que subsume lo particular en lo universal es
determinante pero si lo dado es sólo lo particular y para ello hay que encontrar lo
universal, la capacidad de juzgar es sólo reflexionante.
Para el autor tenemos un mismo pensamiento acerca de lo bello, es lo
desinteresado, su placer es desinteresado y produce un agrado en el sujeto. Lo bello
coincide con lo sublime en que ambos gustan por sí mismos y suponen un juicio que
se lleva adelante a través de la reflexión en donde lo bello se relaciona con la
cualidad. Cada sensación de agrado o desagrado no se apoya en el objeto eterno
sino en la sensibilidad y capacidad del sujeto.

Por esto hay quienes gozan con placeres que para otros no le resulta algo agradable.
El sentimiento de lo sublime es desagrado provocado por lo inadecuado de la
imaginación, no se encuentra en la naturaleza sino en nuestra imaginación, se
relaciona con lo matemático que es el exceso, imaginar la cantidad de estrellas en el
universo y con lo dinámico, que es la magnitud grande por demás que el
entendimiento no puede captar.

El arte se distingue de la naturaleza como el hacer del obrar o actuar en general, se


le llama arte a aquello que es producido en libertad. El arte bello es el arte del genio
y este le da regla al arte con su facultad innata.

Todo arte supone reglas que son preestablecidas y el genio es un talento para
producir aquello que debe ser original, solo él puede realizar esta obra y no debe
tratar de enseñar lo que hace ya que está dentro suyo, es algo innato, es él quien da
la regla.

Estética hegeliana

El contenido del arte está en la Idea representada de una forma concreta y sensible.
La tarea del arte consiste en conciliar formando en ellas una libre totalidad con la
idea y su representación sensible.
La primera condición que debe cumplirse es que el contenido a representar se
preste a la representación por el arte. La segunda condición es que el contenido del
arte no debe tener nada de abstracto, sino que debe ser sensible y concreto ya que
todo lo que existe en la Naturaleza es concreto, subjetivo y particular.

Aquí manifiesta su contenido de esencia espiritual, habla al alma y a la forma


exterior y se hace accesible a nuestra intuición y representación y su objetivo es
despertar un eco en nuestra alma y mente.

El arte debe ir acompañado del Espíritu Absoluto, todo es sujeto, la idea de Dios
también se identifica al sujeto. Es un Dios que evoluciona hasta llegar a la síntesis y
ser Absoluto. El arte se desarrolla como un mundo cuyo contenido está
representado por lo bello y el verdadero contenido de lo bello es el espíritu en su
verdad.

Esta región de la verdad divina que el arte ofrece a la contemplación intuitiva y al


sentimiento constituye el centro del mundo del arte entero, centro representado
por la figura divina.

Anteriormente mencionamos que Dios se desarrollaba, es en este desarrollo en el


cual se convierte en el mundo, Dios es el ideal que convierte al arte en su centro.

En el arte griego se da un equilibrio perfecto entre forma y contenido. Luego del


arte simbólico llega el arte clásico que es la libre adecuación de la forma y del
concepto, de la idea y de su manifestación exterior. En el arte clásico lo sensible deja
de ser natural. Se trata de una forma natural pero sacada de la indigencia de la
caducidad y perfectamente de acuerdo a su concepto.
Conclusión

Muchas veces se habla de la Filosofía como un ejercicio teórico, entendiendo mal


este término. Para muchos lo teórico no es algo aplicable a la realidad. Lo que pueda
decir la Filosofía acerca de la realidad no es tenido en cuenta con la seriedad que se
merece. Puede decir mucho sobre lo que nos rodea y el arte es una de ellas, el
estudio que realizaron los filósofos acerca del arte respondieron a sus inquietudes
como auténticos filósofos. Podemos estar o no de acuerdo con alguna postura pero
no podemos desdeñar el contenido de la reflexión artística solo porque
desconocemos la materia y nos parce que son solamente palabras. De más está
decir que este pensamiento que desprecia el ejercicio filosófico está siempre de
moda. Ilumina el saber y genera nuevas preguntas todo lo estudiado hasta ahora y
deja la puerta abierta para dedicarle de un modo más concentrado a distintos
temas, abre las puertas a seguir investigando.

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