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Nombre: Jonathan Camilo Cadena Silva Fecha: 27 de Abril de 2017

Profesor: Ferney Betancourt Facultad de ingeniería

Un nuevo aire en las energías para Colombia

Colombia posee un territorio geográficamente estratégico para adecuar energías que sean
amigables con el ambiente. Desde hace varios años el país se ha enfocado en implementar
tecnologías con enfoques renovables, como principal ejemplo de ello destacan las plantas
hidroeléctricas, las cuales proveen el mayor aporte energético de la nación. Esto representa un
avance significativo, ya que este tipo de energía disminuye los impactos causados a la naturaleza.
A pesar de lo anterior el país no ha logrado diversificar sus fuentes y aprovechar el potencial que
presentan zonas influyentes de su territorio para seguir abasteciéndolo de manera sostenible, es
por ello que se plantea el uso de la energía eólica como principal fuente energética de la zona
norte del país y complemento del recurso hídrico, teniendo en cuenta los beneficios sociales y
ambientales que supone la instalación de estructuras especializadas en aprovechar la velocidad
del viento.
El recurso hídrico es una fuente eficiente de energía que se ha desarrollado ampliamente
en el país durante los últimos años, este método logra cubrir casi el 70% de la energía eléctrica
consumida en el territorio nacional, sin embargo durante diversas etapas del año el flujo
suministrado deja de ser continuo y causa serios estragos energéticos. Análisis preliminares
señalan que “Durante el periodo hidrológico seco (Diciembre a Abril), las velocidades del viento
en el Caribe están por encima del valor anual. De la misma manera, se ha argumentado que las
velocidades del viento incrementan cuando El Niño ocurre” (Vergara, W. 2010. Pág 15).
Teniendo en cuenta lo anterior, se rectifica que el mayor potencial de la energía eólica se
encuentra en la región norte de Colombia y que complementa las fuentes hídricas al amortiguar
las caídas de potencial energético de las centrales hidroeléctricas durante periodos de cambio
climático fuerte.
Alemania es el referente mundial en el uso de las velocidades del viento para generar
energía, se ha caracterizado por el constante mejoramiento de sus parques eólicos ubicados
mayoritariamente en la zona septentrional del país. Expertos señalan que “en la Península de la
Guajira se registran densidades de energía eólica entre 1.000 y 1.331 W/m2, medidas a 20m de
altura o incluso entre 2.744 y 3.375W/m2, para extrapolaciones a 50m; estos valores son bastante
buenos, incluso están muy por encima de los registros en parques Alemanes” (Isaac, I.2008. Pág
54), a pesar de esto, los resultados colombianos no se comparan a la eficacia que ha logrado
adquirir el país europeo a partir de fuertes inversiones en este campo. Se hace explicita la
necesidad que tiene la nación, de invertir y desarrollar este tipo de energía alternativa,
especialmente en la región de la Guajira. El Atlas de viento y energía eólica en Colombia señala
que es ésta zona donde las velocidades del aire son más altas y continuas durante la mayor parte
del año; es allí donde se debe incursionar para introducir al país en una nueva era de progreso y
sostenibilidad.
Para poder evaluar el panorama completo, se necesita identificar las posibles
problemáticas que conlleva la instalación de los grandes parques eólicos. Como principal
inconveniente sobresale el costo inicial del proyecto, dado que los equipos y las instalaciones
para operar correctamente poseen un gran valor, sin embargo esto puede ser subsanado con
medidas proyectadas a largo plazo, aplicando correctas medidas gubernamentales, operaciones
de mantenimiento y regulación constante. Materiales que soporten y no se desgasten ante el
clima y las características de la región es otro de los inconvenientes que sobresalen a la hora de
hablar de energía eólica, sin embargo, la solución de este problema recae en el gobierno para que
sea este quien invierta y apoye investigaciones orientadas a la búsqueda y el avance de
materiales y tecnologías renovables.
Si bien se ha observado que los costos de implementación de este tipo de energía son
elevados, desde el punto de vista ecológico la energía eólica contribuye a la reducción de
emisiones de gases del efecto invernadero, tales como el dióxido de carbono, además su uso
mitigaría a nivel local la emisión de sustancias nocivas. Otro factor influyente es que la energía
suministrada por el potencial del viento también ayudaría en el suministro eléctrico en plantas
potabilizadoras de agua (Zafra, C. 2013). Teniendo en cuenta que la Guajira es uno de los
territorios más secos de todo el país esto implicaría un aporte significativo para mejorar la
calidad de vida de las comunidades que habitan el departamento.
Desde el punto de vista de la utilización de los vientos para generar energía, Colombia
posee un potencial bastante alto en este campo, sobre todo orientándolo a la región de la Guajira,
sin embargo el país por ahora sólo ha incursionado en la construcción de pocos parques eólicos,
entre ellos el Jepírachi ubicado en esta región. Aunque el parque genera una cantidad de energía
considerable, expertos señalan que no se ha logrado invertir de manera eficaz en este territorio ni
en las tecnologías necesarias para llevar este tipo de energías al siguiente nivel de optimización.
Teniendo en cuenta la información anterior, se ha demostrado que ya existen tecnologías
capaces de mejorar en un gran porcentaje la eficacia de este tipo de parques, lo que lleva a
preguntarnos: ¿Por qué no se ha brindado la relevancia necesaria a este tipo de energía, tanto en
desarrollo como en implementación? La respuesta no es tan compleja, el país orienta sus
esfuerzos a buscar el progreso pero deja de lado el factor ambiental. Desde el sector de la
ingeniería se han postulado alternativas eficientes que proponen mejorar la calidad de este tipo
de energía, incursionando en varios aspectos, desde la eficiencia de los aerogeneradores hasta el
material del que se componen los mismos, sin embargo, los gobiernos no dan la relevancia que
merece este tipo de soluciones, es por ello que se hace necesario la visión consciente del papel
que cumple la ingeniería en el aporte que puede llegar a brindar para mejorar las condiciones
tanto del progreso como del ambiente.
A partir de un punto de vista objetivo, la implementación de la energía eólica conlleva
una serie de dificultades mayores, que recaen principalmente en el aporte que debe realizarse a
nivel económico, sin embargo se ha argumentado que el factor costo-beneficio vale la pena,
especialmente en la región de la norte del país, donde las condiciones son más óptimas para el
desarrollo de este tipo de energía sin mencionar las ventajas que conlleva como complemento del
recurso hídrico tal como señala el ingeniero civil José Ealo Otero:
“La complementariedad aporta beneficios que bajo una simulación con tamaños
representativos de Parques Eólicos aumenta la viabilidad facilitando la futura inclusión de dichos
parques dentro del Mercado. Lo anterior sugiere que la regulación y normatividad existente
deberá evolucionar hacia la participación de las fuentes renovables no convencionales dentro de
la canasta energética.” (Ealo, J. 2011. Pág 95)
A modo de conclusión resalta la necesidad que tiene Colombia de invertir en la energía
eólica, desde las investigaciones pertinentes hasta la implementación de estas tecnologías en la
zona septentrional del país, ya que como se justificó previamente es en esta área de la nación,
más específicamente en la Guajira, donde las velocidades del viento son mayores, por lo que su
implementación generaría beneficios progresivos, además de la relación de complementariedad
que ha sido estudiada a lo largo del proceso de sostenibilidad en Colombia por expertos en el uso
de nuevas y más eficientes energías renovables.
El progreso es necesario pero debe ir ligado a procesos que no sólo beneficien a las
comunidades, sino que además mantengan un equilibrio ambiental, resaltando el papel de la
ingeniería en la búsqueda de nuevas metodologías que disminuyan el impacto en los ecosistemas
y que lleven a Colombia a una nueva etapa de desarrollo, mucho más consciente de su
responsabilidad con el cuidado y la preservación del ambiente.
Referencias

 Vergara, W., Deeb, A., Toba, N., Cramton, P., y Leino, I. (2010). Wind energy in
Colombia: a framework for market entry. Washington D.C.: World Bank. Recuperado de:
https://issuu.com/world.bank.publications/docs/9780821385043

 ISAAC, Idi Amin; BIECHL, Helmuth, GONZALEZ Jorge W. La Energía Eólica en


Alemania: Experiencias a tener en cuenta para el caso Colombiano. Revista
Investigaciones Aplicadas. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín 2008.
Recuperado de:
https://revistas.upb.edu.co/index.php/investigacionesaplicadas/article/view/154/127

 República de Colombia Ministerio de Minas y Energía. (2006). Atlas de viento y energía


eólica en Colombia. Recuperado de: http://www.upme.gov.co/atlas_viento.htm

 Zafra, C., Castillo, L., Rico, S. (2013). Technical pre-feasibility in the wind energy
generation for conventional water purification plants: a Colombian regional case. Revista
U.D.C.A Actualidad & Divulgación Científica. Recuperado de:
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0123-
42262013000100026&lng=en&tlng=en

 Otero, J. (2011). Análisis de generación complementaria entre energía hidráulica y eólica


caso: Generación Isagen- Proyectos eólicos en la Guajira colombiana. Recuperado de:
http://www.bdigital.unal.edu.co/5387/2/8355678.2011.pdf

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