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TENSIÓN: Durante la carga tensil, cargas iguales y opuestas se aplican hacia fuera desde la
superficie de la estructura, y la solicitación y deformación tensil se producen en el interior de
la estructura. La solicitación tensil puede definirse como muchas pequeñas fuerzas alejándose
de la superficie de la estructura. La máxima solicitación tensil se produce en un plano
perpendicular a la carga aplicada. Bajo carga tensil, la estructura se alarga y se estrecha.
Clínicamente, las fracturas producidas por una carga tensil se suelen ver en huesos con una
gran Proporción de hueso esponjoso. Por ejemplo, pueden ser las fracturas del calcáneo
adyacentes a la inserción del tendón de Aquiles: Carga tensil. Fractura del calcáneo.
TORSIÓN Se aplica una carga a una estructura de al forma que le causa un giro sobre un eje, y se
produce un torque dentro de la estructura. Carga combinada Solicitación en cizalla – en plano
paralelos Solicitación es tensiles – planos diagonal con respecto al eje.
FLEXION: las cargas se aplican de modo que se genere una flexion alrededor de un eje. Es una
combinación de tensión y compresión.
Las principales lesiones que afectan a los huesos, tendones, ligamentos, musculos y articulaciones
son: fracturas, luxaciones, esguinces, desgarres.
Las causas para que un hueso se rompa pueden ser muy variadas. Los traumatólogos se suelen
referir a este hecho como mecanismo de producción de la fractura y, aunque pueden ser
innumerables, normalmente se pueden encuadrar dentro de una de estas cuatro categorías:
Traumatismo directo: La causa de la rotura es un impacto que incide directamente sobre el punto
fracturado. Ejemplo: un martillazo en un dedo.
Traumatismo indirecto: La fractura se produce a una cierta distancia de la fuerza que la origina.
Ejemplo: al caer, el individuo apoya la mano, pero se fractura el hombro.
Fractura patológica: Se producen por un debilitamiento del hueso debido a alguna patología, por
lo que el hueso se rompe incluso frente a fuerzas leves. Ejemplo: paciente con cáncer óseo que ve
como su estructura esquelética se debilita.
Fractura por fatiga o estrés: Se originan por fuerzas que actúan sobre el hueso con mucha
frecuencia, pese a que puedan ser de baja intensidad relativa. Ejemplo: fractura en un dedo del pie
cuando un corredor entrena para una maratón.
Por multiples cargas repetidas. En este caso, la ruptura del material óseo se produce por
fatiga, debida a cargas repetidas que provocan microlesiones del tejido que se van
acumulando hasta el fallo del material óseo. Las actividades físicas duras continuadas o
movimientos repetidos originan una disminución de la capacidad contráctil muscular no
pudiendo ser neutralizados los esfuerzos impuestos al hueso, iniciándose microfracturas en
zonas más débiles que llegan a originar la fractura completa del hueso. La secuencia de la
lesión por múltiples cargas repetidas.
SEGÚN SU LOCALIZACION:
Fracturas cerradas: cuando la piel se mantiene intacta, es decir, no existe comunicación entre
el hueso y el exterior del cuerpo.
Fracturas abiertas: cuando se observa el hueso a simple vista, hay comunicación entre el
hueso y el exterior; es decir, existe una perforación de la piel y las partes blandas que llega
hasta el hueso. Su severidad es variable en función del grado de daño y el riesgo de infección
es mucho mayor que en las fracturas cerradas.
Fractura transversa
Son fracturas cuyo trayecto es perpendicular al eje mayor del hueso. Generalmente es provocada
por un golpe directo al hueso y no se desvían los fragmentos óseos. Son de fácil reducción (la
reducción es el procedimiento en el que se ajustan los fragmentos de hueso) y son estables (los
fragmentos de hueso no tienen tendencia a desplazarse) lo cual hace que su tratamiento sea fácil
y de pronóstico favorable.
Fractura lineal
Una fractura lineal es una fractura que corre en el mismo sentido del eje mayor de un hueso, sin
que se mueva alguna parte de tejido óseo. La gravedad de esta fractura es similar a la de la
fractura transversal: son de fácil reducción y son estables. No necesitan de cirugía, a no ser que
existan complicaciones.
La fractura oblicua es una rotura del hueso en forma inclinada. Son causadas por traumatismos
directos (un gran impacto o gran peso en el hueso) o indirectos (mediante algún mecanismo de
flexión del hueso). El no desplazamiento de la fractura significa que los extremos fracturados son
están separados uno del otro.
Es igual que la fractura oblicua sin desplazamiento: una rotura del hueso en forma inclinada. Lo
que lo diferencia de la fractura sin desplazamiento es que sí existe una separación de los extremos
de la fractura. El desplazamiento implica compromiso mayor de los tejidos que se encuentran
alrededor de la lesión. Suelen ser difíciles de reducir, inestables y pueden retardarse en la
consolidación.
Fractura en espiral
Las fracturas en espiral o espiroideas son similares a las fracturas oblicuas: el ángulo de la fractura
atraviesa en forma diagonal al hueso, pero tienen un elemento de rotación que discurre
longitudinalmente en el hueso. Son fracturas poco frecuentes. Corren peligro de desplazarse solo
con la fuerza de contracción que produce un músculo.
Son fracturas que ocurren en niños, en donde a pesar del poco desarrollo del tejido óseo en
cuanto a calcificación y resistencia, los huesos se astillan. Son de fácil reducción, ya que no hay
desplazamiento, pero el problema de éste tipo de fracturas es que se corre el riesgo de las
fracturas constantes debido a la alta elasticidad de los huesos de los niños.
Fractura conminuta
Es una fractura grave, debido a que es como si se quebrara un vidrio: el hueso se quiebra en
muchos pedazos. Esta fractura se produce por fuerzas torsionantes, generalmente por
traumatismos o golpes, independientemente de si son directos o indirectos.
BIBLIOGRAFIA
Webgrafia
https://es.slideshare.net/biomecnica-del-hueso
https://www.mba.eu/blog/tipos-de-fracturas/
https://es.slideshare.net/lesiones-óseas-del-esqueleto
https://www.fisioterapia-online.com/infografias/fracturas-oseas-tipos-cuidados-y-tratamiento