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Carrera Medicina
Asignatura Patología General
Grupo A
Docente Dr. Trujillo Morales, Carlos Mark
Periodo Académico II – 2018
Subsede La Paz
Copyright © (2018) por (Laruta Guaygua; Muller Villarroel; Quisbert Castro). Todos los derechos reservados.
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Raquitismo
Título: Raquitismo y Osteomalacia.
DEFINICIÓN
Glisson le dio el nombre de raquitis ya que antes se llamaba riquets y se utilizaba para
llamar así a las personas jorobadas.
Hasta comienzos del siglo xx se asoció a la pobreza, falta de higiene, y deficiencias
dietéticas.
Broca mostro que el raquitismo no es sino una desviación, una detección en el proceso de
osificación normal.
En los niños el defecto de la mineralización se denomina raquitismo. Se traduce en
alteraciones en la capa epifisiaria, que retarda el crecimiento endocondral y que originan
deformaciones óseas, debido al compromiso de las áreas de crecimiento rápido y a los
cartílagos condrocostales.
La deficiencia de vitamina D en los países latinoamericanos, por ingesta o por falta de
exposición solar es rara, excepto en algunas regiones que son endémicas, como ocurre en la
Patagonia. En Latinoamérica tenemos poca información sobre las causas más frecuentes de
osteomalacia y/o raquitismo
ETOLOGIA
RATIQUISMO POR DÉFICIT DE VITAMINA "D"
La dieta natural de los lactantes contiene pequeña cantidad de Vitamina D; la leche
materna es pobre y leche de vaca contiene de 5 a 40 UI/L. Cereales, vegetales y frutas
contienen mínimas cantidades y la yema del huevo de 140 a 390 UI/100 Gm.; y el niño
requiere un mínimo de 400/día. La piel contiene 7 dehidrocolesterol, que es provitamina D,
que bajo la influencia de la luz solar, sobre todo ultravioleta, se convierte en vitamina D3.
Esta activación es insuficiente cuando la atmósfera se enturbia por la presencia de humo,
polvo, niebla o bien en el invierno, cuando el ángulo de inclinación de los rayos solares es
grande y las radiaciones son absorbidas por la gran masa de aire. Igualmente sucede con la
luz solar que atraviesa las ventanas de vidrio corrientes, que pierde su poder antiraquítico.
Hay factores contribuyentes: períodos de rápido crecimiento (prematurez y adolescencia);
edad: mayor incidencia entre los 6 meses y 3 años; raza: parece ser más frecuente en la raza
negra, no se sabe exactamente si es debido a la pigmentación de la piel o a condiciones
socio-económicas; factores genéticos: influyen únicamente en las formas de raquitismo
resistente a la vitamina D; síndromes de mala absorción
ANATOMÍA PATOLÓGICA
La calcificación de la sustancia fundamental fracasa entre las células cartilaginosas en
estado de proliferación anormal, desapareciendo la barrera formada por la línea epifisaria,
normalmente calcificada, frente a los vasos penetrantes de la médula. El límite entre la
epifisis y la metafisis se hace irregular. También falta de calcificación del exuberante tejido
osteoide neoformado, de tal modo que las columnas de la sustancia cartilaginosa
fundamental y las trobeculillas óseos de la esponjosa, quedan rodeadas por un ribete de
tejido osteoide. Con frecuencia la médula ósea sufre una degeneración fibrosa consecutiva
al hiperparatiroidismo secundario. Patogenia: Cuando existe déficit de vitamina D, se
absorbe menor cantidad de calcio. A fin de evitar la hipocalcemia se produce mayor
cantidad de hormona paratiroidea.
La fosfatasa alcalina está muy elevada en el suero, como expresión de la incrementada
proliferación osteoide compensadora de la deficiente osificación. En la producción de la
hipofosfatemia, con frecuencia marcada, junto con la acción de la hormona paratiroidea, se
produce una insuficiencia tubular, que se manifiesta por la deficiente reabsorción de
fosfatos y la aminoaciduria. Patología química; La formación de la matriz orgánica de los
huesos continúa en forma activa en el raquitismo. En niños sanos el fósforo inorgánico
sérico oscila entre 4.5 y 6.5 mgrs. %, mientras que en el raquitismo se encuentran niveles
de 1.5 a 3.5 mgrs. %. Aunque los niveles de calcio usualmente son normales, bajo ciertas
circunstancias son bajes y pueden llevar a la tetania.
En el raquitismo activo la absorción intestinal de calcio y fósforo está disminuida y la
reabsorción de fosfato por los túbulos renales está disminuida. El nivel de fosfatasa alcalina
en niños normales es de 5 a 15 unidades Bodansky; en el raquitismo se encuentran niveles
de 20 a 30 unidades en los casos moderados y hasta 60 unidades en los casos graves.
Cuando el raquitismo está en proceso de curación estos niveles bajan lentamente y son los
últimos en normalizarse. Sintomatología: El descubrimiento precoz del raquitismo es
importante, pero los signos tempranos son difíciles de evaluar. Una historia de ingestión
inadecuada de vitamina D es un buen indicio. Los lactantes raquíticos son irritables,
duermen poco; un signo importante es la excesiva sudoración del cuero cabelludo,
generalmente después de la ingestión alimenticia, que produce la típica pelada raquítica
consecutiva del prurito; hay dermografismo, olor amoniacal de la orina. El raquitismo se
manifiesta con mayor intensidad en las regiones esqueléticas de rápido crecimiento, en los
primeros meses de la vida aparece en el cráneo, en forma de craneotabes, sobre todo
localizada en el occipucio y parte posterior de los parietales; asimismo reblandecimiento de
los bordes de la fontanela anterior y suturas; luego aparece engrosamiento las uniones
osteocartilaginosas de las costillas (rosario raquítico). El nivel de fósforo sérico cae a 3.5
mgrs. % cuando estos cambios se manifiestan; sin embargo, en prematuros pueden ocurrir
sin que exista hipofosfatemia. Signos de raquitismo avanzado son fácilmente reconocidos
por cambios que se manifiestan en la cabeza: los signos de craneotabes desaparecen antes
del año de edad, aunque el proceso raquítico continúe; en cambio, se encontrará asimetría
del cráneo. Tórax: rosario raquítico prominente, tórax aplanado en los lados, surco de
Harrison (consecutivo a la tracción inspiratoria del diafragma sobre las costillas
reblandecidas). Columna vertebral: escoliosis en común, cifosis lumbar en los niños
raquíticos que se sientan o lordosis en la posición de pie; deformidades de la pelvis.
Extremidades: engrosamiento de las muñecas y tobillos, que se pueden ver y palpar, pero
que son difíciles de demostrar radiológicamente, ya que es tejido cartilaginoso y osteoide
no calcificado; piernas encorvadas, coxa vara, pueden ocurrir fracturas en tallo verde de los
huesos largos. Deformidades de la columna vertebral, pelvis y extremidades resulta en el
enanismo raquítico. También se encuentra relajación ligamentosa y masa muscular
hipotónica, que contribuyen a las deformidades óseas.
CARENCIA SECUNDARIA.
Puede deberse a:
1) MALABSORCION INTESTINAL.
Esta se produce en todas las afecciones que perjudican la absorción de las grasas.
Puede presentarse carencia secundaria de vitamina D cuando disminuye la secreción de
bilis al intestino, en afecciones pancreáticas que disminuyen la lipasa y en las
alteraciones de la mucosa intestinal que provocan malabsorción: enfermedad celiaca,
desnutrición grave, etc. En la enfermedad celiaca, la atrofia de las vellosidades
provocada por el gluten no solo afecta la absorción de la vitamina D, sino que altera la
capacidad de síntesis proteica de la célula. La vitamina D parenteral o la irradiación
solar suficiente compensan la carencia vitamínica secundaria pero no corrigen la menor
Osteomalacia
CONCEPTO
La osteomalacia es una enfermedad del metabolismo óseo que consiste en un déficit de
la mineralización del hueso, con un acúmulo de osteoide no mineralizado y una
disminución de su resistencia. En la infancia, esta alteración de la mineralización se
produce también en el cartílago de crecimiento y se denomina raquitismo.
ETIOPATOGENIA
La síntesis de osteoide, a cargo de los osteoblastos, y su posterior mineralización, a
través del depósito de cristales de hidroxiapatita, son procesos que se suceden en la fase de
formación del remodelado óseo. Esta mineralización requiere una concentración de calcio y
fósforo suficiente, y que la función celular y la estructura de la matriz ósea estén
conservadas. La hormona paratiroidea (PTH) y la vitamina D son las principales
reguladoras del metabolismo del calcio y del fósforo en el organismo. Así, las alteraciones
de la PTH cursan con disminución de la densidad mineral ósea (DMO), y las alteraciones
del metabolismo de la vitamina D y del fosfato son las principales causas de osteomalacia.
Sin embargo, también existen otros procesos que pueden interferir la mineralización ósea,
entre los que se incluyen las alteraciones de la fosfatasa alcalina (FA), algunos fármacos y
trastornos de la propia matriz ósea. Dividiremos las causas de osteomalacia en los
siguientes grupos:
• Alteraciones relacionadas con la vitamina D.
• Alteraciones adquiridas del metabolismo del fósforo.
• Alteraciones hereditarias del metabolismo del fósforo.
• Otras causas.
Alteraciones relacionadas con la vitamina D
La alteración del metabolismo de la vitamina D es la causa más frecuente de
osteomalacia. La vitamina D del organismo tiene dos orígenes: exógeno, por el aporte en la
Asignatura: Patología General
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Título: Raquitismo y Osteomalacia.
La hipofosforemia crónica intensa (<1 mg/dl) puede, entre otros efectos, provocar
osteomalacia. El fósforo se encuentra de manera abundante en los alimentos, por lo que un
déficit dietético sólo se observa en estados de carencia máxima. Sin embargo, puede
producirse en pacientes que utilizan hidróxido de aluminio de forma prolongada para tratar
la dispepsia, ya que es quelante del fósforo, o en situaciones de nutrición enteral o
parenteral en las que no se aporten suplementos. El riñón es el principal regulador de la
homeostasis del fosfato a través de su reabsorción en el túbulo proximal y, en la mayoría de
los casos, la hipofosforemia es consecuencia de defectos tubulares en los que existe una
excreción urinaria de fosfato aumentada. Desde hace años se postulaba la existencia de otro
regulador de la homeostasis del fosfato, junto al efecto de la vitamina D y la PTH, que
inicialmente se denominó «fosfatonina». En la última década se ha atribuido este papel al
factor de crecimiento de los fibroblastos (FGF) 23, un factor humoral fosfatúrico cuya
función fundamental es mantener las concentraciones séricas de fosfato dentro de un
estrecho rango. El FGF-23 se secreta en el hueso, fundamentalmente en los osteocitos, y en
el riñón modula la reabsorción tubular de fosfato y la producción de calcitriol.
Actualmente, se le considera uno de los principales reguladores del metabolismo del
fosfato y está relacionado con el desarrollo de varios tipos de osteomalacia
hipofosfatémica, tanto congénitas como adquiridas. Entre las causas de hiperfosfaturias
adquiridas se encuentran los trastornos tubulares y la osteomalacia hipofosforémica
idiopática del adulto.
Trastornos tubulares
En los trastornos tubulares es frecuente el desarrollo de osteomalacia, como en el
síndrome de Fanconi y en la acidosis tubular renal. La acidosis tubular renal se divide en
distal (tipo I), proximal (tipo II) o hiperpotasémica (tipo IV). La osteomalacia es más
frecuente en la tipo II. El síndrome de Fanconi consiste en una disfunción múltiple del
túbulo proximal con una alteración de la reabsorción de glucosa, aminoácidos y fósforo,
que suele ir acompañada de acidosis metabólica secundaria a la pérdida tubular proximal de
bicarbonato (acidosis tubular renal tipo II). Este síndrome puede ser de causa desconocida,
asociarse a enfermedades hereditarias y adquiridas, o ser causado por fármacos, metales
pesados o tóxicos. El mieloma múltiple oculto es la causa más frecuente de acidosis tubular
renal proximal, como consecuencia del depósito de proteína de Bence-Jones en los túbulos
ANATOMÍA PATOLÓGICA
El exámen anatomopatológico del hueso es el criterio fundamental para establecer el
diagnóstico de osteomalacia. La biopsia se analiza sin descalcificar el hueso, previo
marcaje doble con tetraciclina que se fija en los lugares que están siendo mineralizados.
Para el diagnóstico de osteomalacia se requiere un aumento del grosor y del volumen del
osteoide (>15μm de grosor y >10% de volumen) junto a un tiempo de desfase de
mineralización >100 días.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
En los estadios iniciales la osteomalacia suele ser una enfermedad asintomática. Los
síntomas característicos aparecen más tarde, son:
Dolor óseo, suele ser difuso y con aumento progresivo de la intensidad,
predominante en la columna lumbar, pelvis, costillas y extremidades inferiores.
Fracturas, espontáneas o asociadas a traumatismos de intensidad leve, suelen
afectar a costillas, vértebras y huesos largos. Muchos de estos pacientes (hasta el
80%) tienen criterios densitométricos de osteoporosis. En algunos casos graves de
larga evolución pueden aparecer deformidades óseas en el tórax ("en campana"),
esternón (“en quilla”), pelvis ("en trébol") e incurvación de los huesos largos.
Debilidad muscular, se relaciona con el transporte defectuoso de calcio en el
retículo sarcoplásmico Suele afectar a la cintura pelviana y puede dificultar la
deambulación dando lugar, en ocasiones, a una marcha antiálgica o "de pato"
(anserina), pero sin elevación de enzimas musculares ni alteraciones
electromiográficas. Incluso puede aparecer tetania cuando la hipocalcemia es
intensa. Cuando aparece en la infancia el cuadro clínico de raquitismo es
característico. Afecta al cráneo (agrandamiento y deformidad frontoparietal) y
posteriormente a la parrilla costal (“rosario costal” por engrosamiento de uniones
condrocostales), extremidades superiores (engrosamiento epifisario de muñecas) y
las inferiores (coxa vara, genu varum) acompañado de retraso del crecimiento y
alteraciones dentales.
BIBLIOGRAFÍA