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PROYECTO DE LEY QUE ESTABLECE CONDICIONES FAVORABLES A

DEUDORES EDUCATIVOS Y COMERCIALES RESPECTO AL


PROCEDIMIENTO DE LA LEY 20.720 DE REORGANIZACIÓN Y
LIQUIDACIÓN DE EMPRESAS Y PERSONAS.

VISTO.

Según lo dispone el artículo 63 y 65 de la Constitución Política de la República de Chile, la


ley Orgánica Constitucional del Congreso de Nacional N° 18.918 y el Reglamento de esta
Corporación.

CONSIDERANDO.-

El aumento en el acceso al crédito ha sido una de las características que ha definido el


mercado financiero chileno durante las últimas décadas. Loa anterior, ha facilitado el
acceso a bienes y servicios para los consumidores, pero la falta de control de riesgo sobre la
capacidad de endeudamiento de los usuarios del mercado ha significado superar las
capacidades de pago de un importante sector de nuestros compatriotas especialmente los de
menores ingresos.

Las cifras demuestran que el endeudamiento promedio supera con creces los ingresos del
grupo familiar, esto es fácilmente comprobable, ya que de acuerdo a la información
estadística al primer semestre del año 20191 demuestra que existen más de 4.600.000 de
personas que mantienen en el sistema al menos una cuota morosa, ello, sin contar otra clase
de créditos de tipo financiero, como los “créditos automotrices” que no son contabilizados
para estos efectos. En términos de cuantía, se ha estimado como promedio, $1,7 millones
de deuda por chileno, por lo cual se plantean modificaciones para lograr que la ley de
insolvencia cubra un mayor número de deudores que quieran resolver su situación.

Hoy en día, bancos e instituciones financieras, junto a grandes tiendas comerciales, tienen
créditos vigentes por cobrar a millones de personas de la más diversa cohorte social,

1
https://www.defensadeudores.cl/nuevo-record-46-millones-de-morosos-en-chile/
quienes, por un retraso de pocos días, se ven en peligro de perder sus bienes en
procedimientos ejecutivos y eventuales embargos, ya que debido a su precaria situación
económica están impedidos de pagar altos montos de una sola vez.

Este sobreendeudamiento ocasiona serios trastornos al consumidor afectado e incluso en el


ámbito personal puede llegar a un terrible deterioro de sus relaciones sociales y humanas.
Además, el sobreendeudamiento genera graves consecuencias de distorsión en la economía
a nivel país, aumentando la desigualdad de armas con las que cuentan los actores del
sistema, desequilibrando la balanza en favor de los acreedores, en perjuicio de los millones
de deudores del sistema bancario y del rubro retail.

Estos factores, fueron algunos de los que se tuvieron en cuenta al momento de tramitar la
ley 20.720 sobre Insolvencia y Reemprendimiento, por medio de la cual se permite
reorganizar o liquidar los pasivos y activos de una empresa o persona deudora. Sin
embargo, en dicha ley, subsisten diversos vacíos y enfoques equivocados que a nuestro
juicio entorpecen su aplicación y dificultan que cumpla con el rol que fue llamada a jugar.

Según los propios datos de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento 2, en el


primer semestre de 2019, 2.328 personas se sometieron al procedimiento de liquidación
para personas titulares (10.579 personas en los más de 5 años de vigencia de la ley en 2014)
y solo 622 al procedimiento de renegociación (4.952 personas desde 2014). Si comparamos
esto con la cantidad de deudores morosos y posibles beneficiarios de esta ley, vemos que no
se han tomado las medidas necesarias para promover un nuevo comienzo de esos millones
de deudores que viven acongojados por las deudas.

Respecto a los deudores derivados del Crédito con Aval del Estado, esta iniciativa legal
busca corregir las enormes desigualdades e injusticias que se han cometido respecto de
ellos. A saber, si bien se ha intentado incluirlos, vía judicial, en el procedimiento de
insolvencia que la ley 20.720 trata, la Corte Suprema ha dejado en claro que se deben
excluir las deudas generadas por el Crédito con Aval del Estado en la colación de las

2
https://www.superir.gob.cl/wp-content/uploads/2019/07/CIFRAS-PRIMER-SEMESTRE.pdf
deudas a ser liquidadas en el procedimiento. Dentro de los argumentos del máximo tribunal
para llegar a esta conclusión, se ha esgrimido el carácter de especial de la ley 20.027 -CAE-
respecto a la 20.720 -Ley de Insolvencia y Reemprendimiento-, basado en la interpretación
del artículo 8° de este último cuerpo legal, que señala que “Las normas contenidas en leyes
especiales prevalecerán sobre las disposiciones de esta ley.”.

Además, se adhiere al argumento que señala que ese crédito es una “deuda de interés
social” al estar contenido en una ley cuyo supuesto objetivo era “ampliar la cobertura en el
sistema de educación superior” y, por consiguiente, no es una “deuda comercial” como las
que se busca liquidar con el procedimiento de la ley 20.720.

Sin embargo, diferimos ampliamente de ambos argumentos, toda vez que, sobre el
particular, vemos que coexisten varias asimetrías en materia crediticia. En primer lugar se
ha señalado por la Corte Suprema que “la aplicación del procedimiento concursal de
liquidación voluntaria, en caso alguno alcanza a los créditos con garantía estatal, toda vez
que contempla normas procedimentales diversas, teniendo un fin absolutamente distinto a
la Ley N° 20.720, ya que estas normas atienden a créditos con fines comerciales, derivadas
de emprendimientos y en caso algunos a deudas relacionadas a los costos de los estudios en
educación superior, lo cual, como ya se ha dicho, tienen un fin asistencial, puesto que se
trata de un crédito de carácter social”3.

Pese a lo anteriormente señalado, no es dable considerar las deudas emanadas del crédito
CAE, como deudas de “interés social”, ya que, si bien al momento del otorgamiento pueden
haberse considerado los antecedentes socioeconómicos, en su etapa de cobro o ejecución,
dichas deudas son cobradas en términos análogos a las deudas “comerciales”, en atención
que, ante los tribunales, la banca no hace diferencia entre un tipo de deuda y otro, todo ello
sin considerar la enorme antijuridicidad del carácter de “imprescriptible” de las deudas del
CAE, igualándolo al tratamiento de los crímenes de lesa humanidad en nuestro
ordenamiento. Todo lo anterior, creando un “traje a la medida” para cierto sector de la
banca que se ha visto beneficiado con la laxa regulación de este tipo de créditos. En

3
Sentencia Corte Suprema, 9 de mayo de 2017, rol 4656-2017
concordancia con lo anterior, se deben efectuar las adecuaciones legales, atendido a que, en
la práctica judicial y comercial, este tipo de créditos han tenido el mismo tratamiento que
los llamados “comerciales”, por lo que deben igualarse las condiciones de ambos frente a
un procedimiento de insolvencia general como la tratada por la ley 20.720.

Luego, respecto del carácter de especialidad de una ley sobre otra, podría pensarse que es
correcto, ya que la 20.027 trata un tipo específico de créditos, como lo es el CAE, mientras
que la ley 20.720, trata de un procedimiento general sin distinción al tipo de crédito. Cabe
señalar que, no adherimos a esta argumentación de la Corte Suprema, toda vez que
estimamos que se comparan dos normas legales con un criterio equivocado, ya que la ley
20.027 sobre el CAE no es una norma que regule procedimientos concursales 4, a diferencia
de la ley 20.720 que si lo hace, por lo cual, se cae el argumento de que la ley del CAE
prime por criterio de “especialidad” sobre la ley de Insolvencia.

Hacemos nuestro el argumento en virtud del cual, “si basta una ley especial para solicitar la
exclusión de un crédito, el procedimiento concursal de liquidación quedará vacío y sin
sentido; por el contrario, si solo procede la exclusión debido a una ley concursal especial,
muchos créditos dignos de una tutela (igual o superior a un crédito CAE), como, por
ejemplo, un crédito por alimentos deberá ingresar al concurso y extinguirse en caso de no
ser íntegramente pagado”.5

Finalmente, es el propio espíritu de la ley 20.720 de dar una salida, un nuevo comienzo o
fresh start como se denomina en derecho comparado a los deudores, por lo cual han de
hacerse las adecuaciones legales necesarias para que dicho espíritu se cumpla.

Por las razones anteriormente señaladas, tengo a bien presentar la siguiente iniciativa legal.

PROYECTO DE LEY.-
4
CABALLERO GERMAIN, Guillermo, “La exclusión de un crédito del procedimiento concursal
de una empresa deudora. Sentencia Corte Suprema, 9 de mayo de 2017, rol 4656-2017”, Revista
chilena de Derecho Privado, N.º 29, pp. 347-361 https://scielo.conicyt.cl/pdf/rchdp/n29/0718-0233-
rchdp-29-0347.pdf
5
Ibidem, pp. 14
ARTÍCULO PRIMERO.- Introdúzcase las siguientes modificaciones a la ley 20.720 que
sustituye el régimen concursal vigente por una ley de reorganización y liquidación de
empresas y personas, y perfecciona el rol de la superintendencia del ramo, en el siguiente
sentido:

1. Agrégase, en el artículo 8 inciso segundo, a continuación del punto seguido, una


frase del siguiente tenor: “Con todo, no se excluirán créditos regulados por leyes
especiales al procedimiento establecido por esta ley. En especial,

2. Sustitúyase, el inciso segundo del artículo 260, por uno nuevo del siguiente tenor:
“La Persona Deudora podrá someterse a un Procedimiento Concursal de
Renegociación si tuviere dos o más obligaciones vencidas, actualmente exigibles,
provenientes de obligaciones diversas, cuyo monto total sea superior a 40 unidades
de fomento.”

3. Intercálese, en el artículo 260, un nuevo inciso tercero, pasando el actual a ser el


cuarto, del siguiente tenor: “Asimismo, podrá someterse a este procedimiento de
manera preventiva, toda persona que acredite que sus obligaciones crediticias en
conjunto son mayores al 50% de sus ingresos mensuales totales.”

4. Sustitúyase, en el artículo 261, el literal e), por uno del siguiente tenor: “e) Una
declaración jurada en que conste que es Persona Deudora o que, habiendo iniciado
actividades comerciales, haya prestado servicios por un monto igual inferior a 250
unidades de fomento durante los veinticuatro meses anteriores a la presentación de
la referida solicitud, y”

5. Reemplácese, en el artículo 265 inciso segundo, la frase “actuará como facilitador”


por “intervendrá activamente”
6. Agrégase, en el artículo 265 inciso quinto, a continuación del punto seguido, la
siguiente frase: “En todos aquellos aspectos que no exista acuerdo entre las partes,
la Superintendencia o la quien ésta designe, actuará en calidad de árbitro
arbitrador.”

1) Deudas contraídas con instituciones de educación superior de conformidad


a la ley N° 18.591 Ley de Crédito Universitario (CU). El fondo solidario de
crédito universitario de cada institución de educación superior que
reciben aporte del Estado con arreglo al artículo 1° del decreto con fuerza
de ley N° 4, del Ministerio de Educación, de 1981.

2) Deudas contraídas con instituciones de educación superior de conformidad


a la ley N°19.287 Ley de Crédito Solidario. Esta ley modifica
sustantivamente el sistema de crédito universitario, a través de la
sustitución de los fondos - en las mismas instituciones - por fondos
solidarios, estableciendo normas uniformes para el otorgamiento y la
devolución de los préstamos respectivos. Beneficia a dos grupos de
población distintos: por un lado, los estudiantes universitarios que no
pueden pagar hoy la totalidad o parte de la matrícula respectiva y, por
otro lado, las personas que cursaron carreras universitarias financiadas con
préstamos y que tienen la condición de profesionales egresados o de
trabajadores que no culminaron sus estudios.6

3) Deudas contraídas con bancos o instituciones financieras de conformidad a


la ley 20.027 Ley sobre Crédito con Garantía Estatal (CAE). Beneficio del
Estado que se otorga a estudiantes que acrediten mérito académico y que
necesitan financiamiento para iniciar o continuar una carrera en
instituciones de educación superior acreditadas que formen parte del
Sistema de Crédito con Garantía Estatal.
Actualmente hay alrededor de 90 instituciones de educación
superior participando del Sistema del CAE, entre universidades del Consejo
de Rectores, universidades privadas, institutos profesionales, centros de
formación técnica y escuelas matrices de las Fuerzas Armadas.

6
http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/105844/Analisisorganizacional.pdf?
sequence=3&isAllowed=y
ARTÍCULO SEGUNDO.- Introdúzcase las siguientes modificaciones a la ley 20.027 que
establece normas para el financiamiento de estudios de educación superior, en el siguiente
sentido:

1. Suprímase el inciso segundo del artículo 13

2. Reemplácese, en artículo 14 inciso quinto, la frase “desde ese momento” por “en
seis meses desde dicho evento”

3. Suprímase el artículo 17

XIMENA RINCÓN GONZÁLEZ

SENADORA DE LA REPÚBLICA

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