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Mujeres en RedColectivos de mujeres y Gobierno dudan que la ley catalana

beneficie a la prostituta
Debate abierto sobre la prostitución
Por Maricel Chavarría/La Vanguardia
No existe unanimidad sobre cuál es la mejor estrategia para ayudar a las mujeres
que practican la prostitución. La publicación ayer en este diario del borrador del
proyecto que sobre esta problemática prepara el Govern ha puesto de manifiesto
un debate político y social sobre qué medidas deberían tomarse para mejorar las
condiciones de estas personas, a menudo atrapadas en las garras de los
traficantes de seres humanos.
Regularizar esta actividad económica, siempre y cuando tenga lugar en locales
cerrados -tal como estipula la ley que propone la consellera Montserrat Tura-,
significaría un alivio para los propietarios de esos locales y algunas asociaciones
de prostitutas, y ya no digamos para los vecinos y comerciantes que denuncian la
presencia manifiesta de profesionales en la calle. Pero Gobierno central, algunas
asociaciones de mujeres y especialistas en malos tratos y traumas psicológicos de
la prostitución no creen que la ley favorezca el futuro de quienes la ejercen ni que
acabe con las mafias. Además temen que se perpetúe una situación de
desigualdad (el 90% de la oferta son mujeres y el 90% de la demanda son
hombres) y se consolide lo que para la ONU es una forma de esclavitud
contemporánea. Para este sector, la ley sólo debería aspirar a la abolición total de
la práctica.
SEGURIDAD FRENTE A IGUALDAD. La secretaria de Igualdad del Gobierno,
Soledad Murillo, manifestó ayer que ésta es una ley que merece discutirse: "Ante
todo para evitar la colisión que establece entre los principios de igualdad y
seguridad. Entiendo cuáles son los objetivos de Tura como consejera, pero no
entiendo cómo se puede defender la igualdad cuando se establece un contrato de
arrendamiento de cuerpos en una relación de poder, donde la demanda es
fundamentalmente masculina, mientras que la oferta es femenina y parte de la
necesidad económica". Para Murillo, esta ley parte de un concepto de prostitución
voluntaria "y es revisable en la medida en que la mayoría de las prostitutas ejercen
dentro de la red de tráfico". "La justificación a la que alude la consellera -añadió-
es la de poder prohibir el ejercicio en una serie de lugares, y así tenerla localizada
en ciertos puntos. Es una ley ambigua: considera la prostitución voluntaria, pero
establece muchas salidas para dejar de ejercerla. Respecto a la tarjeta sanitaria,
le pedí que considerara las mismas precauciones con los clientes. Y me pregunto
cómo se puede establecer un contrato de arrendamiento cuando es una práctica
ilícita en la medida en que hay una transacción monetaria, y esos locales no dejan
de ser una línea de negocio que está penalizada por el Código Penal".
¿UN MAL EJEMPLO EL DE HOLANDA? Para la abogada Lara Padilla, de la
Associació d’Assistència de Dones Agredides Sexualment, es esencial el caso de
Holanda, donde la prostitución se ha reglamentado y el tráfico, asegura, ha
aumentado un 25%. "No sólo no ha frenado los negocios clandestinos, sino que la
infantil se ha multiplicado por cuatro: si el Gobierno cree que es lícito, no puedes
poner puertas al campo. El Código Penal prohíbe desde el 2003 el proxenetismo,
y arrendar locales para la prostitución ajena está reconocido como tal. Lo que es
incomprensible es que la policía no intervenga ahí. Esta ley convertirá los locales
de alterne en reyes del mercado: siempre han dicho que la prostitución en la calle
es competencia ilegal. Y por mucho que se diga, a la prostitución no se llega
libremente: son mujeres inmigrantes, pobres, sin otra salida y en la mayoría de los
casos, traficadas; legalizar la prostitución acaba siendo para muchas pobres la
única alternativa para entrar en Europa. Y si no, patera. La ley reconoce al menos
que hay secuelas psicológicas: es gravísimo. El estrés postraumático de una
prostituta es peor que el de un soldado en Vietnam".
HACIA LA DESAPARICIÓN. Miguel Lorente, coordinador del Instituto de Medicina
Legal de Andalucía y autor de Mi marido me pega lo normal, alerta de que la
prostitución surge de la desigualdad y del uso de la mujer como un objeto y no
como una persona. "Esta ley consolida esta percepción. Es necesario regularizar
para evitar los peligros de la prostitución, pero no para darle carta de naturaleza,
sino para dar a entender a quienes la ejercen que es una libertad más sobre su
propio cuerpo, encaminándolas hacia la desaparición. Pero con una fecha límite".
"Desde que en el neolítico -prosigue- iniciamos el patriarcado, se ha desarrollado
un mecanismo para tener satisfechas las necesidades del hombre: si no lo
ponemos en tela de juicio y lo combatimos, será difícil avanzar en la igualdad.
Sucedía lo mismo con el maltrato: se suponía que la mujer se quedaba porque
quería pese a los golpes, pero libertad es la plena capacidad de elegir, y la
mayoría de las prostitutas no la tiene. Si queremos valores, debemos ser
consecuentes: podríamos regular el lanzamiento de enanos, pero eso no quita que
se juegue con la dignidad de una persona. El objetivo no debe ser consolidar la
prostitución de forma más digna o controlada, sino su desaparición.
MOTIVOS ECONÓMICOS. "Esta ley es una apuesta hipócrita de la sociedad:
quiere que no la veamos, que sea discreta", sostiene Rosa M.ª Fernández,
presidenta del Lobby de Dones de Catalunya. "No cuestiona al consumidor ni los
motivos de las mujeres, económicos en un 95%. No cuestiona por qué existe esta
necesidad ni la venta del cuerpo. Es ingenuo pensar que las mujeres pueden
tenerla como una autoocupación y absurdo no obligar al cliente a pasar control
sanitario, pues las infecciones se las pasan ellos. Otra cosa horrible es el registro:
¡pero si una convención de 1949 de la ONU prohíbe registros de prostitutas! La
necesidad sexual del hombre es un mito, una costumbre, una cultura, y esta ley
tiene un efecto llamada: la prueba está en Holanda y Alemania. Ahora las mafias
también las traerán para Catalunya.
EL MERCADO DE LA CARNE. "Baleares, la comunidad con más consumo de
prostitución, es también donde hay más asesinatos de mujeres, y no es casual",
sostiene Ángeles Álvares, de Fundación Mujeres. "Lo primero que hay que hacer
es ponérselo difícil a las mafias. ¿Obligatorio el preservativo? Cualquiera que
conozca el tema sabe que muchas veces se impone mantener relaciones sin
condón: son personas dependientes. ¿Dónde está la dignidad de hacerle una
mamada a un señor? Hablamos de un problema social de alto calado que afecta a
lo que tiene que ver con flujos migratorios, y esos tienen que ver con la economía
global: a eso abocamos los países ricos a los pobres. La movilidad que reclama el
negocio de la carne de mujer es permanente y continua, y el tráfico de mujeres no
se va a solucionar por esta línea.
PROSTITUCIÓN ACUARTELADA. "Tura ha actuado al margen del resto de las
mujeres del grupo socialista", se lamenta Rosario Carracedo, de la plataforma de
Organizaciones de Mujeres por la Abolicion de la Prostitución. "Busca iniciativas
de orden público en base a un discurso de protección de la mujer, pero es obvio
que sólo beneficia a la industria del sexo. Si tuviera interés en desmantelarla,
derogaría la norma de locales de pública concurrencia del anterior Govern.
Cuando a las mujeres se las saca de la calle, se las aboca a la prostitución
acuartelada, lo que favorece la labor de las mafias. Si de verdad quisiera actuar
contra la trata y la explotacion sexual, habría elaborado un plan de intervención
policial y desbaratado las redes de las áreas de servicio".
ENCONTRAR UN LUGAR. Comerciantes y vecinos consultados afirman que una
ley así era necesaria, informa Silvia Barnett. Emili Sarrión, de Barna Centre, que
agrupa a comercios de Ciutat Vella de Barcelona, opina que el proyecto "da cierta
protección a las personas que se prostituyen". Y Miquel Àngel Fraile, secretario del
Consell de Gremis, advierte que "la calle es de todos los ciudadanos y uno no
puede vender en ella lo que sea; es como el top manta, ilegal pero controlado.
Pues con la prostitución tiene que ser igual: no puede estar en la calle". Para Jordi
Ribó, vicepresidente de la Associació de Veïns de l’Esquerra de l’Eixample, el
primer paso es "hallar un lugar en el que este trabajo pueda dar respuesta a la
demanda social". Pero vecinos y comerciantes no ven bien que se multe a las
prostitutas de calle. Sarrión cree que, ante todo, es necesario "evitar sancionar la
prostitución". Antes de multar, cree que "hace falta informar para evitar llegar a
esa medida". Jordi Ribó coincide con este argumento: "No nos parece bien que las
puedan multar. Tiene que existir otras maneras de protegerlas y de resolver el
problema".

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