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El modelo de la terapia fue desarrollado originalmente por Carl Rogers (1951)y adaptado por
Virginia Axline (1947), una estudiante y colega de Rogers, comomodelo de terapia de juego
centrada en el niño.Axline (1975) considera que el juego constituyeel medio natural de
autoexpresión del menor; por lo que, al jugar, el niño expresa sus sentimientosacumulados de
tensión, frustración, inseguridad, agresión, temor, perplejidad y confusión.
Los constructos teóricos de la terapia de juego centrada en el niño relacionan con la dinámica
interna del proceso por el cual el niño se relaciona y descubre el sí mismo (self) en que puede
llegar a convertirse. En el enfoque centrado en el niño se considera al desarrollo comoun flujo,
una jornada dinámica sinuosa y un proceso en maduración de llegar a ser. El enfoque centrado
en el niño adopta la creencia de que los niños pueden crecery curarse cuando se les
proporciona un clima propicio para el crecimiento, libre deagendas y restricciones. Para
empezarla revisión de las bases del trabajo centrado en el niño, es importante examinar
losconstructos fundamentales de la personalidad descritos por Rogers:
A partir de esas premisas, la terapia de juego centrada en el niño implica emprenderun viaje
con el niño para involucrarse en el autodescubrimiento y la autoexploración.
La terapia de juego se define como una relación interpersonal dinámica entre un niño (o una
persona de cualquier edad) y un terapeuta entrenado en procedimientos de terapia de juego
que proporciona materiales de juego seleccionados y facilita el desarrollo de una relación
segura para que el niño (o la persona de cualquier edad) exprese y explore por completo el self
(sentimientos, pensamientos, experiencias y conductas) a través del juego, que es el medio
natural de comunicación del niño para el crecimiento y desarrollo óptimos (p. 16).
En el enfoque de la terapia de juego centrada en el niño se hace hincapié enel niño más que en
el problema que presenta. Los terapeutas que se concentranen el diagnóstico y evaluación
tienen mayor probabilidad de perder de vista alniño. Los síntomas son importantes, pero el
énfasis debe permanecer en el niño.Aunque la interpretación de las conductas de juego es
interesante, por lo generalsatisface la necesidad del terapeuta, no la del niño.
Metas
Dado que una hipótesis central de la filosofía centrada en el niño es que el terapeuta tiene una
creencia inquebrantable en la capacidad del niño para el crecimiento y la autodirección,
resulta algo contradictorio el establecimiento de metas de tratamiento.No obstante, existen
objetivos terapéuticos generales que son consistentes conla teoría y el enfoque centrado en el
niño.
Dado que la terapia de juego centrada en el niño se enfoca en la persona del niño más que en
su problema, se hace hincapié en facilitar sus esfuerzospor convertirse en una persona más
adecuada y afrontar los problemas actualesy futuros que pueden tener impacto en su vida.
Con ese fin, los objetivos de la terapiade juego centrada en el niño consisten en ayudarlo a:
Para el logro de sus objetivos, la Terapia Centrada en el Niño utiliza como técnica el juego libre,
aligual que en el modelo psicoanalítico, pero se diferencian en que el terapeuta no interpreta
la conductade juego, únicamente refleja y acompaña, se mantiene a distancia, respeta las
iniciativas y la directrizque el niño da a sus juegos y únicamente participa cuando el menor le
pide que participe en susjuegos. Mientras el niño juega, el terapeuta lo acompaña reflejándole
el sentido y la expresión de lasactividades de juego que el niño realiza.
Como parte de este proceso, el terapeuta de juego centrado en el niño por lo general evita
hacer preguntas. Éstas tienden a llevar a los niños (o clientes de cualquier edad) del mundo de
la emoción al mundo de la cognición, lo cual en esencia frustra la lógica del desarrollo para el
uso de la terapia de juego.
En la terapia de juego centrada en el niño se evita cualquier tipo de evaluación.Los niños son
alentados, pero no elogiados debido a que el elogio establece unpatrón evaluativo. Las
afirmaciones evaluativas privan al niño de la motivacióninterna, toda vez que en ese punto la
dirección es del adulto. En consecuencia, el terapeuta permite que sea el niño quien dirige y
evita de manera diligente interferiren el juego del niño. Lo anterior no debe eliminar la
participación en el juegodel niño, pero esta participación debe hacerse bajo su dirección.
En este enfoque, el cuarto de juego debe ser provisto con materiales y juguetes atractivospara
los niños de diferentes edades, los cuales deben estar a la vista para que los menores
puedanmanipularlos.
Dado que se considera que los juguetes son las palabras de los niños y que el juegoes su
lenguaje, debe hacerse una selección cuidadosa y deliberada de los juguetesy materiales que
faciliten la relación y el proceso de la terapia de juego centradaen el niño. Los materiales
deben fomentar la actividad autodirigida del niño y facilitaruna amplia variedad de
sentimientos y actividades lúdicas.
Los materiales recomendados por Landreth (2002) para una “bolsa de juguetes”constituyen el
núcleo de los materiales de juego en el cuarto de juego: crayones,papel periódico, tijeras sin
punta, plastilina, palitos de paleta, cinta adhesiva, biberones,muñecos, platos y tazas de
plástico, (una figura sin clasificación) flexible,figuras de familias de muñecos, muebles para una
casa de muñecos, una casa demuñecos (del tipo que es abierta en el techo y reposa sobre el
piso), -máscara, navajade plástico, pistola de dardos, esposas, soldados de juguete, carros,
aviones, marionetas,teléfonos (dos), cuerda de algodón y joyería para disfraz. Obviamente, es
importanteque el terapeuta de juego sea sensible a cuestiones de cultura y diversidaden el
proceso de selección de juguetes.
Los juguetes y los materiales que el niño utilice en sus juegos constituyen el vehículo
paracomunicarse con el terapeuta.
• Juguetes que representen la vida real: muñecas, casa de muñecas, títeres, miembros de la
familia,carros, barcos, cajas registradoras, rastes, llaves
• Juguetes que permitan la expresión de la agresión: como el punching-bag a través de los
cuales puedaexpresar enojo, hostilidad y frustración
• Juguetes que permitan la expresión de la creatividad y la emoción: arena, agua y telas de
diferentestexturas. Éstos son especialmente útiles con niños tímidos y aislados
• Bolsa de tiliches: crayones, tijeras chatas, muñeca, trastes, antifaces, teléfonos, pelotas,
joyería defantasía, plastilinas, etc.
La función del terapeuta de juego centrado en el niño es sencilla pero muy importante. Debe
facilitar, alentar y ser compañero del niño en la exploración delcuarto de juego. Aunque es
importante revisar cuál es el papel del terapeuta, esigualmente importante identificar lo que
no debe ser. El terapeuta de juego centradoen el niño no es un director, maestro, predicador,
par, figura paterna, oficialde policía, niñera, investigador o compañero de juego. El terapeuta
de juegocentrado en el niño no es un solucionador de problemas, rescatista,
intérprete,inquisidor o alguien que explica. Para adoptar esos roles tendría que privar al niño
de la ocasión de la exploración, creatividad, evaluación y descubrimientode sí mismo.
El terapeuta de juego centrado en el niño tiene presente que el proceso vieneantes que el
procedimiento y que la presencia viene antes que la prescripción. Elpapel del terapeuta se
resume en los ocho principios básicos de Axline (1947) quefueron revisados y ampliados por
Landreth (2002):
Aunque este es un intento por definir el rol terapéutico, es importante recordar que ser
terapeuta del juego en realidad no es un rol, sino una forma de estar con los niños. El objetivo
del terapeuta de juego centrado en el niño es “relacionarse con el niño de maneras que liberen
su poder de dirección interna, constructiva, para avanzar, creativa y de autocuración. Cuando
esta creencia filosófica se hace realidad con los niños en el cuarto de juego, éstos son
empoderados y sus capacidadesde desarrollo son liberadas para la exploración y el
descubrimiento de sí mismos, lo que resulta en un cambio constructivo”.
Los tutores legales y cuidadores primarios de la mayoría de los niños son los padres.Muchos
terapeutas de juego se concentran exclusivamente en los niños y excluyenen buena medida la
participación de sus padres. Esta participación es imperativaporque “cualquier esfuerzo del
terapeuta para ayudar a los niños debe empezar porla consideración de los parámetros de la
relación que debe establecerse con el padre”(Landreth, 2002). La pregunta no es si debe
involucrarse a los padres en el procesoterapéutico sino la forma en que deben ser incluidos.
Cuando los padres llevan a sus hijos a terapia, por lo general se sienten abrumadosy sin
control. Después de haber hecho intentos por resolver el problema que se presenta,los padres
experimentan esta sensación angustiante mezclada con la decisión dellevar a sus hijos a
terapia, lo que se suma a los sentimientos de pérdida de control. Escrucial que los terapeutas
se mantengan al tanto de esta dinámica y que empleen conlos padres las mismas habilidades
de empatía que se necesitan en el cuarto de juego.
Esto no sólo ayuda a los padres a un nivel emocional, sino que también modela lasrespuestas
terapéuticas que a la larga deberán aprender a emplear con sus hijos. Es necesario entrevistar
a los padres antes del proceso de terapia. Puede argumentarse que un terapeuta informado es
un terapeuta más empático, pero también debe advertirse que es fácil que desarrolle un sesgo
en contra o a favor de ciertos aspectos de la presentación del niño. Este sesgo estaría en
desacuerdocon la filosofía centrada en el niño porque la información dada al terapeuta anteso
durante el proceso de terapia no debería exigir ningún cambio en el enfoque terapéutico. Una
posible solución de este dilema potencial sería que otro terapeuta se encargara de entrevistar
a los padres, lo que evitaría el sesgo de parte delterapeuta. Crane (2001) sugiere que las metas
de la entrevista inicial deben ser “a) establecer rapport, b) obtener información acerca de los
antecedentes, c) evaluar la situación, d) examinar las expectativas de la terapia, e) establecer
metas, y f) explicar el proceso de la terapia de juego”.
Las consideraciones legales y éticas constituyen otra razón por la que debe involucrarse a los
padres. Sweeney (2001) advierte: “Cuando se trabaja con niños es imperativo recordar que si
bien éstos son el foco del tratamiento, desde una perspectiva legal y ética el guardián tutor es
esencialmente el cliente”. Los padres deben conocer el propósito y el proceso de la terapia de
juego y debe conseguirse su consentimiento informado.
El grado de participación directa de los padres en la terapia es una decisión clínica tomada por
el terapeuta de juego. Cuando se ve a los niños de manera individual,debe involucrarse de
manera continua a los padres sobre una base periférica. Seles debe mantener informados del
proceso terapéutico y, sobre la marcha y de manerarutinaria, entrevistarlos con respecto al
progreso del desarrollo y el cambio emocional y conductual. El cambio no es nunca la meta del
terapeuta de juego centrado en el niño porque esa meta cambiaría la actitud del terapeuta en
el cuarto de juego.
Sin embargo, no puede olvidarse el hecho de que la meta de los padres es el cambio. Es
posible que los padres deban ser referidos a una terapia individual, conjunta o familiar. No es
inusual, por ejemplo, que los niños realicen conductas de internalización o externalización en
respuesta al conflicto matrimonial. La participación de uno o ambos padres en una experiencia
terapéutica “adulta” en contraposición a la terapia de juego individual para el niño puede
suponer un uso más conveniente del tiempo y el dinero.
Sweeney y Landreth (2009) advirtieron que el enfoque centrado en el niño tiene grandes
aplicaciones clínicas en términos de los antecedentes del menor: El enfoque centrado en el
niño es excepcionalmente adecuado para el trabajo con chicos de diferentes estratos
socioeconómicos y antecedentes étnicos porque esos hechos no cambian las creencias, la
filosofía, la teoría o la visión que tiene el terapeuta del niño. Todos los niños reciben del
terapeuta la misma empatía, aceptación, comprensión y sinceridad, sin importar su color,
condición, circunstancia, preocupación o queja. El niño es libre de comunicarse por medio del
juego de una manera que le resulta típica y cómoda, incluyendo adaptaciones culturales del
juego y la expresión.
Contrario al mito de que la terapia de juego centrada en el niño es un proceso largo y sinuoso,
la investigación publicada apoya su eficacia en su uso a corto plazo. Raskin y Rogers (2005)
informaron que con la terapia centrada en la persona se demostraron cambios significativos en
la autoaceptación y la capacidad del individuo para avanzar hacia la autoevaluación interna en
sesiones únicas y en la terapia de corto plazo. En un texto publicado recientemente acerca de
lainvestigación de la terapia de juego centrada en el niño, los autores advierten un hecho
importante:
Advertirá que todos los estudios descritos se basan en la orientación teórica de la terapia de
juego centrada en el niño (TJCN) y en el enfoque de la terapia filial. Este énfasis se debe a que
prácticamente todos los estudios sobre la terapia de juego que fueron publicados en una
revista profesional desde el año 2000 eran sobre la terapia de juego centrada en el niño o la
terapia filial (pp. xiii-xiv).
Axline (1948) informó que el uso de la terapia de juego centrada en el niñopermitió obtener un
progreso significativo en un niño con mutismo selectivo. Este progreso fue reportado por la
madre del menor en la quinta sesión de terapia de juego. Bills (1950) estudió los efectos de la
terapia de juego centrada en el niño en pequeños con problemas de lectura, observando una
mejora significativa en las habilidades de lectura en comparación con el grupo control.
Oualline (1975) demostró la eficacia de la terapia de juego centrada en el niñoen menores con
problemas de audición e informó de reducciones significativas de los problemas conductuales
en comparación con el grupo control. Barlow, Strothery Landreth (1985) informaron de un
progreso significativo en un niño con tricotilomanía, advirtiendo un crecimiento importante del
cabello para la séptima sesión. Crow (1989) trabajó con alumnos de primaria e informó de una
mejora significativa en el autoconcepto y el locus de control interno en comparación con el
grupo control luego de una intervención con la terapia de juego centrada en el niño. En un
estudio de 60 escolares con un diagnóstico de trastorno por déficit de atención con
hiperactividad (TDAH), la intervención con la terapia de juego centrada en el niño demostró
una mejora significativa en el TDAH y los síntomas de ansiedad, así como disminución en el
estrés del maestro.
LeVieux (1994) utilizó la terapia de juego centrada en el niño con un pequeño en duelo e
informó de cambios positivos para la séptima sesión, los cuales incluían mejora en la conducta
y capacidad para hablar de la pérdida con mayor facilidad. Johnson, McLeod y Fall (1997)
examinaron los efectos de seis sesiones de terapia de juego centrada en el niño en menores
con problemas emocionales o físicos que afectaban el rendimiento escolar. Tanto los
investigadores como los maestros y los padres advirtieron la mejoría. Webb (2001) reportó la
eficacia de una a tres sesiones con niños afectados por el bombazo terrorista en la ciudad de
Oklahoma. Danger y Landreth (2005) demostraron resultados positivos del uso de esta forma
de terapia en niños con problemas del habla.
Kot, Landreth y Giordano (1998) investigaron el uso de un modelo intensivo deterapia de juego
centrada en el niño de corto plazo en menores que presenciaron violencia doméstica. Los
niños del grupo experimental demostraron una disminución significativa de los problemas
conductuales y una mejora significativa delautoconcepto. Tyndall-Lind, Landreth y Giordano
(2001) investigaron a la mismapoblación en la que utilizaron terapia de juego centrada en el
niño intensiva a cortoplazo con grupos de hermanos y encontraron los mismos resultados
positivos. Jonesy Landreth (2002) investigaron la eficacia de la terapia de juego intensivo en
niñoscon enfermedades crónicas, demostrando resultados positivos. Un estudio
exploratoriodel uso de la terapia de juego centrada en el niño en chicos agresivos también
demostró una eficacia significativa.