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El maestro también les proporcionó una tira con figuras estampadas de gan-
chitos de ropa para que los niños recortaran tantas figuras como unidades pesaba
la piedra para formar un pictograma y pasar posteriormente a la gráfica de barras
que indicaba los pesos de las rocas.
Variabilidad
La dispersión y variabilidad son conceptos poco explorado en los niveles básicos,
aunque Shaughnessy (2007) ha sugerido el interés de trabajar con la idea de va-
riabilidad desde edad temprana. El tema no se incluía en los programas de estudio
de los niveles básicos, en los niveles superiores sólo se estudiaba la desviación
estándar y ésta se aprendía como un algoritmo sin profundizar significado y su
relación con la variabilidad. Shaughnessy (2007) describe algunos estudios recien-
tes sobre variabilidad estadística con estudiantes de niveles básicos. Por ejemplo,
Watson (2006) trabajó con estudiantes de los grados 3, 6 y 9. En uno de sus estu-
dios se explora la idea de variabilidad en un proyecto para estudiar el clima, formu-
lando a estudiantes de secundaria la siguiente pregunta (adaptada al contexto
mexicano):
Algunos estudiantes observaron el registro de las temperatura diarias durante un año en la
ciudad de Toluca y encontraron que la temperatura máxima promedio anual es de 18.5 ºC.
¿Qué nos dice esta información acerca de las temperaturas en Toluca?”
Los autores describen cuatro niveles de comprensión en las respuestas de los es-
tudiantes. En el nivel uniestructural, los estudiantes comprenden algo el significado
de promedio pero no en su sentido de representante de un conjunto de datos que
varían; por ejemplo: “que no es tan probable que el clima sea muy caliente”; “es
algo fresco”. En el nivel multiestructural se compara la temperatura con la de otros
lugares; por ejemplo, “No es tan caliente como en Colima (32 ºC) ni tan frio como
en la punta del Nevado de Toluca” o “Es razonablemente fresco –no tanto como
en otros países donde nieva, ni tampoco muy caluroso como en Tabasco”. En el
nivel más alto, las respuestas consideran la variabilidad de las temperaturas: “Que
la temperatura normalmente oscila alrededor de los 18.5 ºC” “Que no es muy calu-
roso; que muchas veces la temperatura alcanza los 18.5 ºC”.
Watson muestra el tipo de respuestas que se presentan para llegar a considerar la
variabilidad de manera correcta al interpretar un promedio como resultado de valo-
res que varían alrededor de él, idea que es muy importante en estadística y con-
viene que sea trabajado en la clase.
Azar y probabilidad
Cuando se le pregunta a un profesor cómo cree que se deben trabajar en el
aula los temas de probabilidad sugeridos en los programas, es muy probable que
responda que con la ayuda de juegos de azar como monedas, dados, ruletas y
urnas. Sin embargo, como muestra Salinas (2007) en ocasiones los profesores no
saben qué hacer exactamente con los juegos de azar de manera que emerjan los
conceptos que marca el programa (SEP, 2006) ni cómo los estudiantes llegan a
aprenderlos. La investigación relacionada con este tema es muy amplia, como se
muestra en el libro recientemente editado por Jones (2005). Por razones de espa-
cio describimos sólo algunos ejemplos, remitiendo a Batanero y Sánchez (2005)
para la descripción de las dificultades específicas de los estudiantes de secundaria
en el tema.
El comienzo del estudio de la probabilidad es asegurarnos que los niños son
capaces de diferenciar las situaciones aleatorias y deterministas. Piaget e Inhelder
(1951) defendieron que los niños concebirían el azar como resultado de la interfe-
rencia y combinación de una serie de causas, que actuando independientemente
producirían un resultado inesperado. En consecuencia, pensaron que hasta que el
niño no comprende la idea de causa, no tiene un marco de referencia para identificar
los fenómenos aleatorios. Un experimento piagetiano clásico utiliza una bandeja con
compartimentos en los extremos (Ver Figura x). En uno de los lados se colocan cua-
tro bolas blancas y en el otro cuatro rojas, de modo que al bascular la bandeja se
produce la mezcla progresiva de las dos clases de bolas. Antes de mover la bandeja,
Piaget pide a los niños que hagan una predicción sobre la colocación final de las bo-
las. El niño de preescolar (preoperacional) piensa que, después de mover varias ve-
ces la bandeja, las bolas vuelven nuevamente a su lugar original, o bien que el con-
junto completo de blancas acabarán en el lugar ocupado originalmente por las rojas,
y viceversa. Piaget interpreta esta reacción típica antes de los 7 años, indicando que
el niño no comprende la naturaleza irreversible de la mezcla aleatoria por tener un
pensamiento reversible. Además el niño de esta edad no comprende bien la relación
entre causa y efecto, ni tiene razonamiento combinatorio completo, por lo que Piaget
piensan que no hay una intuición del azar innata en el niño, como no existía tampoco
en el hombre primitivo, que atribuía los sucesos aleatorios a causas ocultas o a la
"voluntad de los dioses".
Seis niños, Juan, Ken, Luis, Susana, Catarina y Beatriz, meten un papel con su nom-
bre doblado en una caja para sortear un premio. Sólo hay un premio para uno de
ellos. ¿Cómo podrías simular la situación para determinar quién gana el juego?
1 2 3 4 5 6
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Relaciones de Proporcionalidad
Las fracciones, las razones y las proporciones son conceptos numéricos de
un nivel inmediatamente superior a los de los números naturales y sus operacio-
nes. 1) Hay propiedades no estructurales de las fracciones que tienen variantes
significativas con relación a las propiedades de los números naturales, por ejem-
plo, en estos el producto de dos enteros es mayor que cualquiera de sus factores,
mientras que esta proposición no es cierta para el producto de fracciones. 2) Una
razón indica cómo se relacionan (y varían) dos cantidades.
¿Qué es el razonamiento proporcional?
Generalmente se entiende como razonamiento proporcional la habilidad pa-
ra entender las relaciones estructurales en problemas de comparación de razones
y en problemas de valor faltante, es por esto que también se le ha nombrado ra-
zones y proporciones. En los problemas de razones se dan cuatro cantidades a, b,
c y d y se tiene que determinar si a/b es mayor, menor o igual que c/d. Por ejemplo
Karplus (1983) formuló el problema:
Juan hace un concentrado para preparar limonada con 3 cucharadas de
azúcar y 12 cucharadas de jugo de limón. María hace un concentrado con 5 cu-
charadas de azúcar y 20 cucharadas de jugo de limón. ¿Cuál de los dos concen-
trados tiene un sabor más dulce, el de Juan o el de María? o ¿ambos tienen un
sabor igual de dulce?
En los problemas de valor faltante se proporcionan tres de los cuatro valo-
res de la proporción a/b = c/d y el objetivo es encontrar el cuarto valor. Un proble-
ma de este tipo es el siguiente (Karplus, 1983):
Juan hace un concentrado para preparar limonada utilizando 3 cucharadas
de azúcar y 12 cucharadas de jugo de limón. ¿Cuántas cucharadas de jugo de
limón necesita María para combinar con 5 cucharadas de azúcar para que el sabor
del concentrado que haga sea igual al de Juan?
El pensamiento proporcional no sólo significa dominar la operatividad pre-
sente en los problemas de razones y proporciones sino que también implica reco-
nocer las situaciones en las que la proporcionalidad es pertinente. Por ejemplo, en
un estudio con estudiantes para maestro, Cramer, Post y Currier (1993) propusie-
ron el siguiente problema:
Susana y Julia corren a la misma velocidad en una pista circular. Susana
comenzó a correr antes que Julia. Cuando Susana había corrido 9 vueltas al cir-
cuito Julia había hecho 3 vueltas. Siguieron corriendo y después de un tiempo Ju-
lia había corrido 15 vueltas ¿Cuántas vueltas llevaba recorridas Susana?
Fue sorprendente que 32 estudiantes de 33 resolvieron el problema como si
fuera un problema de razonamiento proporcional, por ejemplo: 9:3::x:15 (nueve es
a tres como x es a 15), obtuvieron que Susana llevaba recorridas 45 vueltas; sin
embargo, esta no es la solución, pues como corren a la misma velocidad, durante
todo el tiempo que permanecen corriendo ambas recorren las mismas vueltas;
entonces el modelo sería: Si Susana lleva X vueltas, Julia lleva X – 6 vueltas. Su-
sana aventaja a Julia con 6 vueltas, de donde Susana llevaba 21 vueltas recorri-
das cuando Julia llevaba 15. Los estudiantes también resolvieron otro problema
cuya solución se alcanzaba mediante métodos proporcionales, obteniendo en este
caso las respuestas correctas.
De lo anterior se concluye que el razonamiento proporcional no se reduce a
conocer y a ejecutar las operaciones involucradas en las situaciones de proporcio-
nalidad, también es necesario aprender a distinguir en las situaciones cuándo in-
tervienen relaciones proporcionales y cuándo no intervienen.
Lamon (2007) sugiere refinar la definición anterior de razonamiento propor-
cional, agregando que es necesario, aparte de reconocer las relaciones entre las
cuatro cantidades (a, b, c, d) observar dos aspectos: 1) La covariación de las can-
tidades en el contexto del problema: si a aumenta y b y d se mantienen constan-
tes, entonces c aumenta; si a aumenta y b y c se mantienen constantes, entonces
d disminuye, etc. 2) La invariancia de las razones o productos, en el sentido de
tener la habilidad de discernir la relación multiplicativa entre dos cantidades así
como también la habilidad para extender la misma relación a otras dos cantidades:
Si tengo que multiplicar a por r para obtener b, entonces tengo que multiplicar c
por r para obtener c, etc. La complejidad de las relaciones proporcionales se
muestran con mayor claridad examinando el análisis de los esquemas de propor-
cionalidad de Vergnaud.
Esquemas de proporcionalidad
En el análisis de Vergnaud (1983) de las estructuras multiplicativas se iden-
tifican tres tipos de situaciones: a) Isomorfismo de medidas, b) producto de medi-
das, c) proporciones múltiples diferentes del producto.
Vergnaud (1983) sugiere pensar una proporción como una relación multipli-
cativa entre las cantidades de dos espacios de medida, representándola en un
esquema como el siguiente:
En cambio, las razones externas son las que se establecen entre dos canti-
dades, cada una perteneciente a un espacio de medida diferente; así por ejemplo:
a/b y c/x son razones externas. En una proporción las razones externas son igua-
les:
Referencias
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