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LAS ADICCIONES EN LA ACTUALIDAD.

HACIA UNA MIRADA INTERDISCURSIVA

- Ps María del Carmen de la Cruz (Coordinadora)


- Ps Beatriz Correa
- Ps María Angélica Pascua
- Ps Raúl Carrasco
- Ps Eduardo Carlos Salas Ahumada

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INDICE
1- UNA INTRODUCCIÓN A LA PROBLEMÁTICA DE LAS ADICCIONES, PREVENCIÓN Y CLÍNICA. Ps
María del Carmen de la Cruz
2- ALGUNOS MITOS SOBRE LAS ADICCIONES Y SU TRATAMIENTO. Reflexiones del área
adicciones
3- A PROPÓSITO DE TRES BELLOS CUENTOS. Reflexiones del área adicciones
4- HACIA UN MODELO TEÓRICO INTEGRATIVO. Reflexiones del área adicciones
5- HISTORIETAS Y ADICCIONES. Ps Eduardo Salas Ahumada
6- ALGUNAS PUNTUALIZACIONES SOBRE EL TRATAMIENTO DE LAS ADICCIONES. Reflexiones
del área adicciones
7- UNA BREVE APROXIMACIÓN A LA TERAPIA COGNITIVO CONDUCTUAL DE LA LUDOPATÍA.
Ps Raúl Carrasco
8- LOGOTERAPIA. ABORDAJE ANALÍTICO EXISTENCIAL DE LAS ADICCIONES. Ps Cecilia Saint
Girons
9- TOXICOLOGÍA Y ADICCIONES. Apuntes de clase. Dra Silvia Martinez – Ps María del Carmen
de la Cruz
10- SUSTANCIAS DE ABUSO. NEUROBIOLOGÍA DE LA ADICCIÓN. Dra Silvia Martinez
11- CONSTRUCCIÓN CULTURAL DE LA SUBJETIVIDAD. UN RECORRIDO POR TEXTOS DE
EMILIANO GALENDE. Ps Beatriz Correa
12- LOS SEIS VACÍOS DE LA POSMODERNIDAD Y LAS SUBJETIVIDADES ADICTAS. Ps Eduardo
Salas Ahumada
12 CEREBRO Y REALIDAD. UN ENFOQUE FILOGENÉTICO. Dr. W. O Martínez Mauro
13 DE LA LÓGICA MANICOMIAL A LA ATENCIÓN DE LA SALUD MENTAL DE TODOS. CAMBIO DE
PARADIGMAS. Ps María Angélica Pascua
14 CAMPOS DE LA PRÁCTICA Y LEY DE SALUD MENTAL. Ps María Angélica Pascua
15 EL INFORME PSICOLÓGICO Y ADICCIONES. UNA MIRADA ÉTICA. Reflexiones del área
adicciones
16 PREVENCIÓN DE ADICCIONES MEDIANTE TALLERES DE HABILIDADES PARA LA VIDA. Ps
Eduardo Salas Ahumada
17 PREVENCIÓN Y PSICOANÁLISIS. SUPERVISIÓN DE LA FUNCIÓN PATERNA. (Resumen de
conferencia en Museo Castagnino, 1997) Dr. Alejandro Ariel

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Las adicciones son parte de un fenómeno complejo que abarca los diferentes
aspectos de la vida: lo subjetivo, lo familiar, lo cultural, lo económico, lo social y lo
político. Por ser un fenómeno histórico se encuentra en constante transformación y
lamentablemente en franca expansión. Esto hace necesario para quienes trabajamos en
adicciones una actualización permanente de nuestras herramientas teórico/prácticas. Por
tanto creemos de suma importancia organizar un curso sobre los abordajes clínicos
posibles de las adicciones, donde se trabajen los conceptos actuales a fin de generar
herramientas clínicas para su más efectivo abordaje hoy.

Dada la complejidad de nuestro campo creemos que es preciso abordarlo


entrecruzando los aportes de múltiples encuadres teóricos. Esto nos obliga a poner en
diálogo diferentes conceptos y disciplinas apuntando hacia un modelo de comprensión e
intervención de carácter integrador.

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UNA INTRODUCCIÓN A LA PROBLEMÁTICA DE LAS
ADICCIONES. Prevención y clínica

Ps María del Carmen de la Cruz

Se Atrevió a solicitar una gracia al rey:

-Quisiera ver una puesta de sol… Hazme el gusto…Ordena al sol que se ponga

- Si ordeno a un general que vuele de flor en flor como mariposa, o que escriba una
tragedia, o que se transforme en ave marina y si el general no ejecuta la orden recibida,
¿Quién, él o yo, estaría en falta?

-Vos – dijo firmemente el principito

- Exacto, Hay que exigir a cada uno lo que cada uno puede hacer-replicó el Rey-La
autoridad reposa, en primer término sobre la razón. Si ordenas al pueblo que vaya a
arrojarse al mar. Hará una revolución. Tengo derecho a exigir obediencia porque mis
órdenes son razonables .

-¿y mi puesta de sol?-respondió el principito, que jamás olvidaba una pregunta una vez
que la había formulado.

-Tendrás tu puesta de sol: lo exigiré. Pero esperaré, con mi ciencia de gobernante, a que
las condiciones sean favorables.

(El Principito, Saint Exupery)

Prevención: Acción y efecto de prevenir, preparación para evitar un riesgo o


ejecutar una cosa

Ver venir algo y prepararse para ello, preparar y disponer con anticipación.

El término prevención nos remite a lo anterior, lo previo.

Para que exista un riesgo debe haber un bien que requiera ser cuidado y protegido,
es decir que previo a la noción de cuidado debe estar identificado el bien a cuidar.

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En Salud el bien es la salud misma, la vida misma. Es aquí donde la subjetividad se
pone en juego.

Más allá de la salud y la vida como bien común, como representación colectiva,
cada persona tiene una representación subjetiva de estos conceptos y de su vulnerabilidad o
capacidad para sostenerlos.

La salud constituye un bien intangible, difícil de dimensionar, se descubre cuando


se ha perdido, en contraposición a la perdida de equilibrio que llamamos enfermedad.

La OMS (organización Mundial de la Salud) nos dice que la salud es el equilibrio


biopsicosocial. Yo le agrego cultural, histórico coyuntural, etc. etc.

Sí, de ello se trata, de sostener la homeostasis (equilibrio) entre todas las instancias
biológicas, psicológicas, sociales, espirituales antropológico-culturales e históricas
coyunturales. Esto nos remite a la complejidad que implica la diversidad.

Dice Chiozza “Deberemos reconocer que la historia de una vida es un fragmento


de otra historia que incluye la historia de su mundo”

¿Cuál es el valor mayor para cada quién?

Dentro del entorno sociocultural de determinada persona, la percepción de


enfermedad y por tanto de salud, varían: Por ejemplo las urticarias por contacto ¿son
detectadas como enfermedad o forman parte de la normalidad de su entorno?

Para un joven de 17 años que vive en la ciudad, el resfrío del lunes ¿es indeseable o
solo la consecuencia esperable de un fin de semana genial donde para lucir su look no usa
abrigos adecuados y se expone en espacios cerrados y hacinados?

Para los motoqueros usar el casco no forma parte del placer de sentir el viento en la
cara

-¿Y si se te parte la cabeza contra el pavimento …?

- y bue.., de algo hay que morir. Responden

En este momento histórico cultural, donde la juventud es sinónimo de éxito, donde


el ser joven y bello (según determinados cánones de belleza) es el bien preciado sobre
todas las cosas, personas de todas las edades se mutilan de diversas maneras poniendo la
salud y la vida en juego (operaciones estéticas, piercings en todo el cuerpo, dietas,
excesivas horas de gimnasio, exposición solar prolongada, etc.)

Escuchamos a los adolescentes decir que no tienen proyectos a largo plazo, que no
están interesados en llegar a viejos, que la vejez es sinónimo de deterioro, tristeza, perdida.
A los adultos reivindicar la juventud en deploro de su propia etapa vital.

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Hasta hace aproximadamente 30 años atrás crecer, madurar, constituía una meta, la
edad confería prestigio y peinar canas significaba sabiduría por experiencia y
conocimiento. En la actualidad estos valores se han modificado. La rapidez de los cambios
tecnológicos desafía al aprendizaje constante, a la incorporación permanente de nuevas
pautas en todos los órdenes, también el campo del conocimiento científico.

Conocimiento científico que, paradójicamente, alarga la vida en años y plantea una


lucha desenfrenada por la búsqueda de la eterna juventud. Búsqueda no tan nueva. En
occidente la búsqueda de “la Fuente de la Juventud” aparece ya en los relatos medievales,
época en que la brevedad de la vida era tal que juventud y vida constituían un sinónimo
debido a que el promedio vivido era de 35 años y quienes llegaban a 40 constituían la
excepción conformando las asambleas de ancianos sabios

Cuando trabajamos en prevención de salud es importante no inferir que todas las


personas comparten la misma representación, ni que tienen como un bien la salud y la vida.
Debe testearse qué representación se tiene sobre el presumible mal o amenaza a prevenir,
así como también las variables subjetivas sobre el conocimiento de sus capacidades y
destrezas, de sus recursos internos para afrontar la presunta amenaza.

Nos dice Seban Ionescu que las personas con escasas habilidades sociales y/o
Comunicacionales constituyen un grupo de alta vulnerabilidad en cuanto al sostenimiento y
la implementación de pautas de prevención de salud; por ejemplo el uso de preservativos
para ETS, el límite para la ingesta alcohólica o el uso de Drogas

A nivel colectivo aparece la fantasía del embarazo como dador de indemnidad, a partir
de lo cual coloca a las madres a resguardo. Dice Raquel Soifer: (…) la embarazada recurre
por lo general a los mecanismos maniacos: la ensoñación, la fantasía de un hijo hermoso y
bueno que la colmará de felicidad, son el refugio habitual que permite la prosecución del
embarazo y se basa en el instinto maternal (…)

Podemos ver que esto se aplica también en relación a contraer el VIH/Sida durante el
embarazo y el parto, Esta concepción sobre la cualidad preventiva del embarazo no es
privativa solo de la madre, sino también de todo su entorno.

Se reconocen diferentes niveles o etapas en la prevención

 Prevención primaria. Se implementa antes de la llegada del mal a prevenir , esta


dirigida a sujetos aun no afectados
 Prevención secundaria : el mal a alcanzado al sujeto y se trabaja para que no
ascienda al estadio posterior , Por ejemplo en vih/sida , la persona ha adquirido el virus
de vih y se trabaja para prevenir el paso a SIDA En adicciones el sujeto ya se ha

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encontrado con las sustancias y la prevención secundaria apunta a prevenir la
conducta adictiva
 Prevención terciaria: se trabaja para mejorar la calidad de vida y reducir todo lo
posible el daño que la patología ocasiona al sujeto y a su calidad de vida.
 Prevención cuaternaria: el daño está instalado y ha generado consecuencias graves.
La prevención consiste en mejorar la calidad de vida posible. Cuidados paliativos,
terapia del dolor

 La reducción de daños se inscribe dentro de la prevención secundaria o terciaria


según el estadio en que se encuentre el sujeto. Se implementa la elección del mal
menor. Ante un mal devenido como tal y la dificultad de acceder a un bien, entre dos
males se elige el menor.

Perdido el bien salud se trata de no agregar otros males al primero, de no aumentar el


deterioro psicofísico ya generado por el consumo de sustancias con otras patologías infectivas
o malos usos que pongan en riesgo la vida.

Es dentro de esta ética en la cual ante el riesgo de una vida se amputa un miembro, por
ejemplo, o se decide la implementación de una terapéutica medicamentosa agresiva (por
ejemplo Quimioterapia en cáncer). Es También la lógica de los estados guerreros: enviar a
morir o mutilar a algunos en nombre de un supuesto bien para otros.

El concepto de reducción de daño implica generar acciones que ante un daño


determinado permita reducir sus efectos mediante la elección del mal menor. Es decir
cuando no tengo un bien para poder elegir; entre los males elijo el menor. Como se verá no
hay un bien implícito(o si se quiere, el bien es otro mal, pero de menor impacto)

Cuando este concepto se aplica a la prevención es dentro de la prevención


secundaria, terciaria y cuaternaria

Es importante que como profesionales de la salud tengamos claro que, en cuanto a


prevención se refiere, siempre es deseable llegar antes que el posible mal. Es decir la
prevención primaria. Y que cuando hablamos de reducción de daños hablamos de una
medida a aplicar cuando el bien a preservar: la vida, la salud, ya se encuentra afectada y
no hay otro recurso aplicable.

En adicciones es aplicable cuando el sujeto desarrolla adicción y no puede o no


quiere recurrir a terapia.

Como hemos manifestado en presentaciones anteriores, en Rosario confluye,


históricamente, un entramado social, cultural y discursivo complejo, producto de las
constantes migraciones externas e internas, y por su característica de puerto con salida al
mar, ahora jalón clave de la futura autopista trasatlántica. Rosario constituye así un
panorama urbano de perfiles heterogéneos que incluye etnias argentinas desarraigadas de su
medio y migrantes transoceánicos, intercontinentales, atravesados por sistemas de creencias

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diversos.
De este modo, en Rosario confluyen muchas “ciudades” dentro de una misma ciudad,
con diferentes realidades socio-históricas y distintos dialectos urbanos: grupos indígenas,
las colectividades judías, españolas, italianas, los mal llamados turcos que incluyen una
variada población árabe, entre tantos otros colectivos sociales.

Argentina como país geográficamente extenso con 23 provincias y una ciudad


autónoma, cada provincia con su impronta cultural suma la fuerte corriente migratoria
interna y externa constituyendo un complejo mosaico cultural. Con variados sistemas de
creencias
Como puede inferirse, el entramado sociocultural es heterogéneo, atravesado por
diferentes niveles de comprensión, sistemas de creencias y motivaciones diversas.
Muchos de los sujetos en situación de vulnerabilidad incrementada de
contraer/transmitir patologías emergentes como vih/sida, tuberculosis, gripe A o el
consumo de sustancias psicoactivas no son fácilmente identificables, encontrándose
incluidos dentro de la población general, constituyendo lo que se conoce como población
oculta. Es decir no son fácilmente visibles.
Es sabido que muchas de estas personas no acceden por decisión propia a espacios de
consejería, ni a convocatorias formales de información y/o prevención. Las razones por las
cuales no se involucran son diversas: algunos presentan dificultades para percibir los
riesgos, otros si bien pueden percibirlos, no se consideran en condiciones de evitarlos y
recurren así a mecanismos omnipotentes de negación, y otros individuos no lo hacen
porque sus sistemas de creencias los mantienen alejados de los circuitos de salud. También
se encuentran aquellos que su realidad socio-económica los sume en un letargo sin
proyectos de vida que signifiquen un más allá del hoy, resolviendo sólo el presente, lo cual
los coloca por fuera de las acciones preventivas usuales, requiriendo un abordaje
personalizado con un enfoque amplio donde puedan sentirse incluidos, despertando así el
interés por el cuidado de sí y de otros.

El abordaje extramuros. Este accionar se fundamenta en el hecho de que los


sectores de mayor vulnerabilidad psicosocial no acceden a los circuitos oficiales y espacios
tradicionales de salud y prevención, algunos marginados por el entorno, y otros que en
situación de automarginación no concurren a espacios convocados por fuera de sus
circuitos habituales. Muchos sufren el aislamiento o la exclusión social, tan típica de
nuestros tiempos, dificultando el registro y la valoración del bien Salud.

Un recorrido clínico y de prevención de más 29 años en adicciones, problemáticas


infantojuveniles, ETS y Sida nos ha permitido escuchar una y otra vez, desde el discurso de
diferentes sujetos, las prácticas de riesgo instaladas en contextos variados. En este sentido,
si nuestro objetivo prioritario es llegar a quienes se encuentran en mayor estado de
vulnerabilidad, debemos abandonar los espacios tradicionales e ir a su encuentro cara a

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cara, no en campañas especialmente dirigidas, muchas veces rechazadas por la población
objetivo por no poder asociar sus situaciones vitales con situaciones de riesgo (mecanismos
de negación).
Otra de las dificultades para la toma de decisiones en relación a la prevención, consiste
en la falsa seguridad que poseen muchos sujetos sobre la cantidad y calidad de sus
conocimientos, lo que redunda en desinterés para la apropiación de nueva información y de
herramientas preventivas eficaces.

Los discursos oficiales sobre prevención se modifican, se abandonan terminologías y


se incorporan otras pero en el momento de las acciones concretas en el campo de trabajo las
ideologías de prevención subsisten con los viejos esquemas.

Claro ejemplo lo constituye en sida el remarcar que no hay grupos de riesgo y si hablar
de grupos vulnerables sobre la misma base, o la recomendación de modificar la sigla
pasando de mayúscula a minúscula pero no modificando el contexto en el que es utilizada,
y así sucesivamente todos los días aparecen modismos que se modifican en el plano verbal,
pero continúan sustentados en los mismos parámetros ahora pretendidamente encubiertos
tras palabras nuevas.

"Es más difícil desintegrar un prejuicio que un átomo."--------------------------


Albert Einstein

Quiero en este punto recordar y recuperar para los pacientes dos de los derechos que
enumera José Schavelson:

 El primer derecho que tiene un enfermo es a que se le reconozca su enfermedad y su


evolución como la resultante de su propia historia psicofísica y social. Para él es su
enfermedad, es propia, es única y singular. Por eso sus puntos de vista, sus
opiniones y sus decisiones, sobre la base de una información adecuada, deben ser
escuchados y respetados.
 El segundo derecho de un paciente es el de que la estructura sanitaria no sea
omnipotente con él. Que la organización no resuelva ser su Dios y exija su
sometimiento para obtener atención médica: ser “internado”, cosificado, aislado de
su medio y “sometido” a un tratamiento.

Decía Einstein que “es más difícil disolver un prejuicio que dividir un átomo” pero no
es imposible que desde la luz de la razón y de la evidencia podamos comprender y a partir
de allí producir las modificaciones necesarias para proveer, desde un abordaje

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interdisciplinario, basado en la ética que contempla el derecho de los pacientes, la atención
que merita la persona constituida en paciente.

Y es también desde esa ética que pone el valor de la persona por sobre otros intereses y
valores, desde donde se debe pensar el abordaje de la prevención. Ya se trate de
prevención primaria, secundaria, terciaria o cuaternaria.

Lo primero que debemos reflexionar es si una campaña de publicidad es sinónimo de


campaña de prevención, de hecho no. Una campaña de prevención puede incluir también
una serie de pautas publicitarias masivas, pero ellas solas no constituyen una campaña de
prevención.

Cuando hablamos de prevención en salud, hablamos de hábitos, generalmente basados


en saberes (comprendiendo el ignorar algún dato, como el saber que no se sabe) y los
saberes en sistemas de creencias que permiten conocer o no algunos datos de la realidad,
que facilitan o no la aprensión de la información preventiva, que habilitan o no la
implementación de medidas de bioseguridad.

Cuando hablamos de prevención debemos necesariamente abordar cuestiones como la


sexualidad, las adiciones a sustancias psicoactivas, la maternidad, la relaciones madre hijo,
cuestiones muy atravesadas por múltiples prejuicios, y muy marcadas por lo sociocultural
local, donde en cada comunidad los diferentes hechos adquieren significaciones diferentes,
donde lo subjetivo predomina sobre lo colectivo.

Al diseñar una campaña de prevención hay que ser sumamente cuidadoso, diría yo
que sumamente sensible a las características de la población a la que se pretende abordar,
con un respeto total a sus usos y costumbres.

Pretender imponer usos diferentes a los que los actores sociales pueden sostener
solo genera rechazo por parte de los mismos, apareciendo racionalizaciones que dificultan
la implementación de las medidas. El discurso marcadamente moral o estrictamente
científico solo genera resistencia, de hecho el discurso, como medio en sí, es resistido.

Es importante a los efectos de poder promover actividades que generen las


modificaciones necesarias a la prevención, que se esté atento a la multiplicidad de
creencias, hábitos y decires sobre las cuestiones a tratar y que la dificultad del actor social
no sea ni desestimada ni minimizada, sino que pueda ser escuchada y tenida en cuenta de
manera que se genere algún tipo de movilización que opere a los efectos de la prevención.

Se debería cuidar especialmente de la tendencia a la generalización, que es donde se


suele incurrir en la mayor cantidad de errores.

La generalización puede provenir desde cualquiera de las áreas del desarrollo de una
campaña: desde creer por ejemplo que sólo los pares pueden instalar una buena prevención
y no tener en cuenta que no todos los pares pueden apropiarse de las condiciones necesarias
para la circulación de los hábitos preventivos, subestimar la buena formación que debe

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tener el preventor y pensar que sólo la voluntad y un breve curso son suficientes, a veces se
habilita a preventores con uno o dos talleres , sin chequear que hayan comprendido los
conceptos fundamentales, y que estén en condiciones de transmitirlos. A veces también se
subestima la capacidad de personas que sin pertenecer al grupo en cuestión poseen las
actitudes necesarias que le facilitan poner en circulación dentro de un grupo conceptos,
ideas, capaces de movilizar a las personas abordadas permitiendo la aparición de nuevas
pautas facilitadoras de la prevención.

Creemos que es evidente que la sola recomendación no es suficiente para producir


cambios sustanciales entre las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad
incrementada.

Como decíamos, en la ciudad de Rosario, conviven varias ciudades, barrios y zonas


con características culturales propias y dialectos urbanos heterogéneos, si agregamos a ello
el auge del turismo podremos apreciar un cuadro complejo.

Recomiendo la lectura de Germán Ionescu “ SIDA l´ ete de la quetión” allí se trata


sobre las dificultades que aparecen en torno a la apropiación de la prevención.

Otro obstáculo que solemos ver, sobre todo desde algunos programas, son los
prejuicios sobre “Los mejores haceres en prevención” porque en otra parte del mundo dan
resultado, o porque son recomendados por .... , o porque a alguien se le ocurre que es lo
mejor. O porque determinadas acciones son más visibles.

El hecho de ser más visibles no aseguran la visibilidad (son cosas diferentes, a veces
lo que está bajo los ojos, no se ve y todos sabemos que el estímulo cotidiano tiende a
desaparecer del plano de la conciencia, dejamos de prestarle atención). Para que el estímulo
sea eficaz debe ser variable, atender a las necesidades e inquietudes reales de los actores
sociales, debe poder responder a sus preguntas y calmar sus miedos e inquietudes.

Otra cosa que se sabe “A CIENCIA CIERTA” es que cuando la amenaza es muy
grande moviliza los mecanismos maníacos de negación haciendo que sea desestimada o
minimizada la amenaza en cuestión.

La prevención requiere poder escuchar a los actores implicados y dar respuestas a


“sus inquietudes”, no solo a las inquietudes del equipo de salud.

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Sobre la droga, las adicciones y las instituciones

Comencé a trabajar en adicciones en el año 1984 cuando en nuestro país poco


se sabia de ellas, no se contaba con textos que no fueran estrictamente biológicos.
De Rosario se decía que era ciudad de paso de la droga y a la comunidad le costaba
aceptar que ya se instalaba aquí.

Con un grupo de personas fuimos pioneros en el abordaje del consumo de


sustancias psicoactivas, nos acercamos desde diferentes supuestos teóricos e inventamos
variados dispositivos quedándonos con aquellos que veíamos que facilitaban el alcance de
los objetivos terapéuticos y de prevención.

En junio del año 1990 profesionales que actuábamos en este campo conjuntamente
con un grupo de personas movilizadas por esta problemática y la del SIDA fundamos una
ONG. Diferenciándonos de otras instituciones a partir de una propuesta, en ese momento,
priorizamos los tratamientos ambulatorios y el rol de la familia como espacio psicosocial de
contención del sujeto.

Entendemos como familia a la o las personas que constituyen la red afectiva del
sujeto, independientemente de la consanguinidad, incluyendo amigos, docentes, vecinos,
etc. Familias monoparentales, hetero y homosexuales, consanguíneas o adoptivas.

Entendimos, a partir del recorrido terapéutico efectuado, que la droga funciona


como uno más de los posibles objetos mágicos, que se instala a partir del malestar
subjetivo. Esta allí para obturar el agujero de la angustia.

La palabra que no se dice tiene que ver con la historia afectiva del sujeto, marcada
por la dificultad para tolerar las frustraciones, la falta de reconocimiento del otro, la no
diferenciación, la no tolerancia ante lo diferente.

El adicto actual responde a un estamento, de la propuesta cultural basada en el


modelo de lo descartable. Un modelo de mercado que se manifiesta y aparece como el
padre ideal de la cultura.

Ideal que es comprar, utilizar y descartar. Donde el cuerpo pasa a ser un objeto
descartable más, un cuerpo para otro, sin que exista apropiación por parte del sujeto.

El adicto puesto en el lugar de objeto para otro y en un sitio donde no hay otro
cuerpo para comprar, intenta hacer marca en el suyo, enajenado, en un intento sin palabras
para apropiarse de una identidad.

Más de lo mismo, como por ejemplo podemos ver las campañas de prevención
masivas. Donde la institución aparece como un otro materno. Una madre que produce
adictos.

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La prevención de la adiciones no es del orden de las enseñanzas, de lo educativo,
según el modelo escolar.

Podemos decir que el sobreentendido da lugar al malentendido, constituyéndose en


un obstáculo. Del mismo modo que constituye un obstáculo la certeza por parte del
pretendido preventor (padres, maestros, instituciones) partir de la certeza de que la
instalación de la propia palabra y el conocimiento impartido constituyen herramientas
suficientes para la prevención de las adicciones

Los llamados medios de comunicación conforman hoy día una fuente de


conocimientos que, apelando a lo lúdico, (dibujos animados, novelas, programas de
entretenimiento) compiten como formadores con el medio familiar ofreciendo modelos
identificatorios que inadvertidamente transmiten valores, actitudes y datos de la realidad.

En el año 1996, en un análisis crítico sobre los dibujos animados decíamos que “el
niño llega a la cultura en la cual nace como un extranjero que no conoce el lenguaje ni los
códigos de las personas que lo rodean y aprende a través de ellos.

Para el pequeño la diferencia entre lo real y no real no es clara, si está allí pertenece al
ámbito del mundo”

Un fenómeno claramente observable es la constante disminución de la edad de


comienzo en el empleo de sustancias psicoactivas exógenas.

Hoy podemos decir que no obstante la proliferación de intentos de prevención y de


ofertas terapéuticas variadas, el consumo de sustancias psicoactivas no solo no ha
disminuido sino que está en avance. Esto debe llevarnos, a quienes trabajamos tanto desde
el plano oficial como privado, ONGs incluidas, a interrogarnos sobre la cuestión.

En un artículo aparecido en el diario La Capital de Rosario el 24 de septiembre del


2003, se hace referencia a un estudio epidemiológico realizado por la subsecretaria
Bonaerense de atención a las adicciones. Entre las conclusiones extraídas se menciona que
“sobre una base poblacional de 8.321.367 personas, las drogas ilegales son consumidas por
el 5,2 por ciento mientras que las legales atraen al 72,8 por ciento.”

Estos datos también merecen ser objeto de reflexión, la legalidad de las drogas no
las hace menos consumibles. Los resultados están a la vista (el alcohol es la droga de mayor
consumo en el país y entre la juventud, que cada vez se acerca más temprano a ella) facilita
el acercamiento a ella por una mayor cantidad de sujetos juveniles.

Diferentes discursos atraviesan el campo de las adiciones, entrecruzan sus dichos,


debaten, reclaman para sí el status de verdad, aunque evidentemente la complejidad del
acontecer de las adiciones requiere de una revisión constante de las propuestas y modelos.

La patología de las adicciones transciende el campo de las sustancias psicoactivas


en tanto expresión de un malestar y donde el objeto droga es revestido por el sujeto de

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cualidades que no le son, per se, inherentes, .Cualidades que van más allá de los efectos
objetivos.
Las adicciones a sustancias endógenas; anorexia, bulimia, vigorexia, deportes de
alto riesgo, ludopatía, etc., comparten en este momento cartelera con la cada vez más
creciente adicción a los videos juegos, Internet y los juegos en red. Fundamentalmente se
relacionan con un estilo de vida adictivo donde todo es susceptible de constituirse en objeto
de dependencia
Podemos decir que el perfil del adicto de hoy no es el mismo de hace 20 años,
tampoco son las mismas las sustancias que se consumen ni las modalidades en juego, lo
que nos demanda estar atentos a los cambios y a no quedarnos con las viejos modelos
terapéuticos y los mismos discursos preventivos.
También ha cambiado el pedido de quienes consultan, la pregunta solía ser:
-¿Qué puedo hacer para modificar o resolver este problema que me aqueja?-
Hoy la pregunta es:-¿Dónde puedo internarme o internarlo?-
-¿Qué puede hacer usted por mí o por él?
Noten como el lugar es cada vez más pasivo y demandante, más, si se quiere,
depositante, cosificante. Por lo que debemos estar atentos para no replicar el síntoma,
confirmando la desubjetivacion, emparejando a todos los adictos como una masa amorfa
sin nombre propio solo capaz de referenciarse a través de la droga: -“soy adicto”, “soy
ex/adicto”-
En la Clínica de las adicciones es fundamental la implicancia del sujeto y de su red
familiar en el devenir del acontecer terapéutico. También la apropiación de un nombre y de
un deseo que le sean propios.
Hay cuestiones que insisten desde las historias clínicas, desde las dificultades que
plantea el abordaje terapéutico y que hacen a la particularidad del mismo, pero desde el
fondo del oscuro olvido del nombre, de la ausencia de la ley paterna, si se aguza el oído, se
puede escuchar la voz ahogada, silenciada del afecto que duele y que desgarra, del niño
perdido y escondido que temeroso y acurrucado espera, disfrazado de lo que teme,
travestido en lo temido.
Como dijéramos en la monografía “La escena” en el año 2001:
“Recuperar escenas, jugarlas, dramatizarlas desde todos los lugares posibles, verlas desde
diferentes puntos de vista, darles otro sentido, permitir que la semilla crezca, no ya de
miedo, con sus monstruos dormidos, sino con el sentido que hoy podemos darle
desmitificando su contenido encapsulado, permitir al niño que de puro temer, desde su
indefensión se quedó encerrado custodiando la semilla de su angustia, liberarse para
seguir creciendo. Como dice la cancioncilla “para ir a jugar”

Ya entrado el siglo XX las promesas futuristas de la ciencia, el encuentro de la


salud la longevidad y belleza parecen cumplirse para algunas/nos, mas no para todos. En
los países desarrollados la expectativa de vida crece año tras año trepando más allá de los
85 años de edad promedio. No obstante se puede observar que mientras quienes tienen
acceso a los bienes de salud son quienes llevan la mejor parte superando con creses sus

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expectativas, un importante sector de la población se ve excluida o tiene un acceso
dificultado a dichos bienes, presentando una expectativa media de vida por debajo de los
40 años.

Reconocemos como bienes de salud, a la alimentación saludable, el agua potable, el


acceso al trabajo digno, el acceso a la educación y a la información, el acceso a los
servicios médicos y psicológicos incluidos los estudios complementarios actualizados y los
medicamentos necesarios, el acceso a la recreación...

Una importante cantidad de personas nacen, crecen y mueren sin contar con estos
bienes en su totalidad. Nuestro país, nuestra ciudad, no son ajenos a esta problemática. En
Rosario en algunos barrios la expectativa media de vida se encuentra en los 44 años y
dentro de las poblaciones vulnerables el género y la elección sexual aportan peso propio,
en cuanto agregan desvalorización, maltrato y segregación incrementados. Al punto ser
mujer incrementa la posibilidad de la segregación y la violencia física y psicológica y
visualizarse como travesti, transexual, crack implica reducir la expectativa de vida, si bien
podemos ver algunos personajes mediáticos que se presentan como exitosas/os no ocurre lo
mismo con todos quienes transitan de este lado de las cámaras.

Falta de oportunidades, violencia doméstica y sexual, utilización de sustancias


psicoactivas, enfermedades venéreas, desnutrición, mal nutrición, depresión, utilización sin
asesoramiento de hormonas, etc, menoscaban la calidad de vida y reducen la expectativa de
duración de la misma.

Psicológicamente el posicionamiento sobre el cuerpo y la sexualidad difieren.

Los empareja la angustia, el miedo a no ser amadas/dos, la discriminación negativa


y la discriminación positiva, la mirada de los otros que solo ve lo diferente, que los iguala
solo por ser diferentes a… y acalla a la persona, al sujeto inmerso en su contingencia.

Ya avanzado el siglo XXI en occidente el paradigma cultural imperante requiere de


mutilaciones y transformaciones constantes a las que mal llama operaciones estéticas, el
cuerpo como tal, no alcanza. El ejercicio de la genitalidad confiere status y a su vez
requiere de sacrificios varios.

En este contexto jóvenes nacidos con marcas biológicas de sexo masculino o femenino
se extrañan en la búsqueda de la sexualidad que implica un algo diferente que la referencia
al cuerpo y en donde la construcción de la identidad no es ajena a este descubrir el objeto
del deseo.

Algunos jóvenes tienen económicamente facilitados el acceso a espacios de


consejería y/o espacios terapéuticos donde se posibilita tramitar el descubrimiento de la
sexualidad, la construcción de un proyecto vital. Esto no ocurre en las poblaciones
socioeconomicamente vulnerables, el arribo de la adolescencia, las/los sorprende
tempranamente con situaciones de violencia social y sexual.

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La mirada del otro desvanece la singularidad.

Desde el saber popular el género iguala y es allí donde “todas las mujeres son

iguales” “todos los hombres son iguales” “ todos los travestis son iguales” “ todos los
homosexuales”, “todos los adictos”, “todas las anoréxicas”, etc.………aparecen los
especialistas en…….., los que saben sobre …….las técnicas para ……….los grupos de
………las sociedades de … o para ………Ampliando la diferencia de cada quién con cada
quién, antagonismos y lealtades se profundizan. Se crean nuevos juegos con viejas reglas,
se uniforma bajo la pretendida ilusión de romper las formas... se amplían las declaraciones
sobre…….. Y se conmina perentoriamente a definirse como si fuera una cuestión de
principios y no una búsqueda constante de un sí mismo único, inigualable, valioso e
intransferible que goza, sufre en el mismo momento que se da y se entrega en el océano
insondable de la vida, en la búsqueda permanente de un otro que nos complete, más en los
senderos del alma que en los vericuetos del cuerpo.

Desde el espacio cotidiano de trabajo en el cual transito abordando problemáticas


infanto juveniles (adiciones a sustancias endógenas y exógenas, sexualidad ETS, VIH/sida
y otras), convocamos a quienes desconcertados/as de sus contingencias, buscan respuestas.
Respuestas que no encuentran fácilmente, evitando los lugares comunes que asustan con
sus marcas definidas, marca que presumen un saber sobre sí mismo, que aún no se ha
producido y que desde la perentoriedad sumen en un mayor desconcierto debiendo asumir
lo que aún no conocen de sí mismos, generando una mayor indefensión al plantear la
imposibilidad de la duda, la necesidad de la búsqueda, que trascienda la contingencia del
cuerpo...

Las adicciones trascienden al objeto de dicha adicción, develando la angustia, el


agujero negro donde cae el disfrute, el pozo insondable e in/llenable, el vacío innombrable,
donde desaparece el proyecto de vida y solo queda el proyecto de la adicción.

La adicción implica la búsqueda constante de un pretendido placer, que se daría a


través un objeto mágico revestido de poder por el sujeto.

Implica el predominio del pensamiento mágico, acompañado de ideas obsesivas y


conductas compulsivas en un sujeto con características de inmadurez socio afectiva escasa
o nula tolerancia a la frustración, tendencia al empleo de mecanismos de negación de la
realidad.

La adicción se inscribe en el orden del síntoma, síntoma que como tal denuncia la
patología previa. Así como la aparición de fiebre, poniendo acento sobre lo somático,
revela la ruptura del equilibrio que llamamos salud, la adicción devela la ruptura de dicho
equilibrio con acento sobre lo Psíquico.

En ese juego propio del síntoma, devela al mismo tiempo que pretende ocultar,
depresiones, fobias, psicosis,…

16
El objeto de la adicción puede ser cualquiera en tanto esté revestido de la
característica mágica, del poder otorgado por el sujeto, para cambiar, agregar, aportar algo
a su vida. Es aquí donde el sistema de creencias del sujeto marca la diferencia.

El sistema de creencias nos remite al paradigma particular de cada quien, a esas


verdades sobre sí mismo, los otros, la sociedad, la realidad. A lo aprendido desde el
sistema de creencias familiar, del grupo sociocultural en el cual está inserto, el momento
histórico que transita. A cuanto sabe sobre sus capacidades y cuanto sabe sobre el poder del
entorno.

Cuenta Antony de Mello:

Un hombre se encontró un huevo de águila. Se lo llevó y lo colocó en el nido de una


gallina de corral. El aguilucho fue incubado y creció con la nidada de pollos.

Durante toda su vida, el águila hizo lo mismo que hacían los pollos, pensando que era un
pollo. Escarbaba en la tierra en busca de gusanos e insectos, piando y cacareando. Incluso
sacudía las alas y volaba unos metros por el aire, al igual que los pollos. Después de
todo, ¿no es así como vuelan los pollos?
Pasaron los años y el águila se hizo vieja. Un día divisó muy por encima de ella, en el
límpido cielo, una magnífica ave que flotaba elegante y majestuosamente por entre las
corrientes de aire, moviendo apenas sus poderosas alas doradas.

La vieja águila miraba asombrada hacia arriba “¿qué es eso?”, preguntó a una gallina
que estaba junto a ella.------------------------------------------------------------------------
“Es el águila, el rey de las aves”, respondió la gallina. “Pero no pienses en ello. Tú y yo
somos diferentes a él“.----------------------------------------------------------------------
De manera que el águila no volvió a pensar en ello. Y murió creyendo que era una gallina
de corral.------------------------------------------------------------------------------------
Extracto del libro “El canto del pájaro” de Anthony de Mello, s.j

Tendemos a Saber sobre nosotros mismos lo que aprendemos del entorno donde
estamos insertos y a medir nuestras capacidades y las dificultades de la vida según los
parámetros del paradigma en el cual nos desarrollamos. Los límites de nuestras capacidades
responden a dicho paradigma.
Recomiendo leer el cuento “La Caja de Sorpresas” de Ray Bradbury que se
encuentra dentro del libro “El país de octubre”. Allí se ofrece mirada sobre la construcción
de la noción de tiempo y espacio al unísono con la trasmisión de las creencias del ideario
materno ( madre- madre cultura ).
En los diferentes momentos históricos, cada cultura desarrolla un ideario con el cual
se confrontan los sujetos. Cuando mayor es la distancia entre la percepción de cada sujeto

17
sobre sus capacidades, con las que le supone al ideario, mayor es el nivel de angustia que
desarrolla dicho sujeto.
La aparición del héroe, reivindica al hombre cotidiano en medida que alguien puede,
el súper héroe refleja la percepción de indefensión en cuanto sujeto humano. Necesita los
superpoderes.

Abordaje terapéutico de las adicciones

Las adicciones se pueden dar en personas de todas las edades, no es privativo solo
de adolescentes.
Se puede ser adictos a sustancias psicoactivas exógenas (drogas) o endógenas
(neurotransmisores y neuromoduladores)

Como decíamos, en los sujetos adictos encontramos predominio del pensamiento


mágico, escasa o nula tolerancia a la frustración, temporalidad regida por la inmediatez,
falta de proyecto vital propio.
Si la oferta terapéutica redunda estas características, lejos de ofrecer espacio para
propiciar un cambio, sólo confirma la percepción de vulnerabilidad e inequidad y por ende
la necesidad de transformación a partir de un objeto y/o ritual Mágico al mejor estilo de los
viejos cuentos infantiles, Aquí y ahora sin esfuerzo propio reconocible.
Cuando de adicciones se trata, todos parecen saber lo que el otro adicto necesita, las
ofertas terapéuticas pueden llegan prolijamente envasadas en programas preestablecidos
según formulas universales que borran la subjetividad y emparejan el sufrimiento.
Se suele confundir al sujeto y su pregunta existencial con el objeto de su adicción.
Ésta, como la fiebre, es un síntoma que devela la ruptura del equilibrio que llamamos salud.
Un síntoma que oculta al mismo tiempo que devela la condición previa a la aparición del
objeto.
En cuanto al objeto, la característica principal del mismo excede la constitución per
se. Deviene del sujeto mismo.
El terapeuta pondrá a prueba su propia tolerancia a la frustración, sosteniendo el
encuadre de tiempo y espacio, entendiendo que el proyecto vital surge cuando alguien
puede esperar el tiempo suficiente a que dicho proyecto se formule.

María del Carmen de la Cruz


Psicóloga Mat. Nº 800
Psicodramatista
Directora de ACAAD
Prof. Adjunta de Psicobiología UNR
Coordinadora del Área de Adicciones
Del Colegio de Psicólogos II circunscripción.
Rosario

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Bibliografía

- Bacán, David (1979) Enfermedad, dolor, sacrificio, México, Fondo de cultura


económica
- Baron, R. A. & Byrne, D. (1998), Psicología social, Madrid: Prentice Hall Iberia.
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Psicoanálisis y Medicina, 13/14, año VIII, 42-44.
- Berne, Eric (1964). Juegos en que participamos. México: Diana.
- Bradbury;Ray (1994) El País de Octubre, México, Minotauro
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- Chiozza, Luis, Las Cosas de la vida, Bs As, Del Zorzal
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Rosario: apunte interno de A.C.A.A.D, (sin editar)
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- Freud Sigmund, Obras completas, Amorrortu
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- Key, Wilson Bryan, Seducción Subliminal, Buenos Aires, Vergara editores
- Dr. Maglio Francisco, Guías de Buena Práctica Ético Legal en VIH/SIDA, Bs. As,
Arquetipo Arte en comunicación
- Dr. Garay Oscar, Derechos de los Pacientes, Ad-hoc
- Dra. Elena Highton de Nolasco - Sandra Wierzba, Relación médico paciente. El
consentimiento informado, Ad-hoc
- Dr. Alfredo Kraut, Derechos de los Pacientes
- Hooft Pedro Federico, Bioética y Derechos Humanos, De Palma
- Ionescu Serban, “Psychologie et SIDA:État de la question” en Psychologie Francaiise
tome 34 Paris 1989
- Recopilado por el Dr. Martín Vázquez Acuña y la Dra. Nelly Minyersky, Digesto de
leyes Nacionales y Provinciales de la República Argentina sobre VIH/ SIDA, Editado
por OPS
- Documento Guía para los trabajadores en Salud mental de la Pcia. de Santa Fe :
recopilación Programa de Salud mental Subsecretaria de salud Provincia de Santa Fe
1999. Contiene leyes nacionales, provinciales y pactos internacionales
- Ley 17.132/67 Normas para el ejercicio de la Medicina, odontología y Actividades de
Colaboración
- Schalvelzon José, Impacto psicológico del cáncer, Editorial Galera
- Sclhalveson José, Paciente con cáncer, Bs. As., ed. Interamericana
- Strauss Levy, Antropología estructural, Bs. As., Paidós

19
Algunos mitos sobre las adicciones y su
tratamiento.
Reflexiones del área adicciones.

Como trabajadores dentro del área de las adicciones hemos escuchado a pacientes,
colegas e incluso a nosotros mismos, sostener una serie de desaciertos, suposiciones
erróneas y mitos sobre el asunto. Con el paso de los años hemos podido tomar distancia de
estas creencias erróneas, por cierto, muy extendidas. Quisimos hacer para ustedes el
ejercicio de sintetizar algunas de las más influyentes y sentar nuestra postura ante ellas.

1- LOS PSICÓLOGOS QUE TRABAJAN CON ADICTOS


CONFORMAN UN GRUPO CON SABERES ESOTÉRICOS Y
MISTERIOSOS. En muchas ocasiones los colegas del psicólogo que
trabaja en adicciones lo colocan en un plano diferente al del
psicólogo “común”, como si fuese poseedor de una ciencia
desconocida para los legos y el administrador de técnicas
misteriosas, capaz de afrontar los terrenos más oscuros y peligrosos
de la psiquis humana. Este error está íntimamente relacionado con la
visión distorsionada que se tiene de los adictos. Suele vérselos como
seres humanos “separados del resto” cuyo funcionamiento mental es
absolutamente distinto al del “neurótico medio” Trabajar con adictos
es por el contrario, trabajar con la subjetividad del siglo XXI y sus
vacíos, con la familia tal como se va configurando hoy, con los
mandatos culturales del presente.
2- LOS ADICTOS SON DELICUENTES. La criminalización de
las adicciones, especialmente de la drogadicción, genera ciertos
estereotipos que se hallan muy extendidos. Para muchos el adicto es
un personaje nefasto y peligroso en extremo, de ojos rojos, que vive
en la oscuridad, robando en las noches para conseguir su alimento
mortal. Para quienes trabajamos en adicciones, incluso si lo
hacemos con un paciente que fue judicializado por cometer algún
delito, siempre se trata de trabajar con “niños”. Capaz que a ese
niño se le dio por robar algunas veces, capaz que por ahí engañó, y
hasta es posible que se le haya escapado un tiro, pero el trabajo es
siempre con niños. Cuando la persona comienza a consumir en su
niñez o adolescencia, desde ese momento deja de crecer. Porque
deja de afrontar los desafíos y dolores de la vida, usando las
drogas para resolverlo todo. Es por eso que queda detenida en el
tiempo y debe recomenzar su crecimiento afrontando aquello que
vino evitando o negando a través del consumo. Por eso en las
adicciones muchas veces trabajamos con estos “niños” a los que el

20
cuerpo les creció, y su problema es que no saben qué hacer ante eso.
Son niños encerrados en el cuerpo de un adulto. Nos dirigimos a
esos niños y les mostramos que se puede crecer, y los
acompañamos en ese camino, mientras ellos se van encontrando con
su yo adulto y van perdiendo el miedo a crecer. Ya sea que hagan
mucho bochinche, aunque se valgan de palos y patadas, sabemos
que lo hacen porque en el fondo tienen mucho miedo. Si por el
contrario asumiéramos que estamos trabajando con “la escoria de la
sociedad” (tal como una gran mayoría los etiqueta) no llegaríamos a
ningún lado. No podríamos darles a esos pacientes la confianza que
necesitan para explorar y explotar sus potencialidades detenidas.
3- LAS ADICCIONES SE PRODUCEN A CAUSA DEL PODER
ADICTIVO QUE TIENE UNA SUSTANCIA SOBRE EL
ORGANISMO. No negamos que existan algunas sustancias más
adictivas que otras, pero es preciso relativizar al menos la excesiva
importancia que se le da a este hecho. La droga no es una cuestión
de sustancias, es una cuestión de subjetividades, sociedades,
historias, políticas y prácticas comunitarias. El sujeto es quién otorga
el poder a su objeto adictivo. Y en esto juega un papel
importantísimo el efecto placebo. Nunca se trata de la sustancia en
cuanto tal sino del modo en que ese sujeto inviste dicha sustancia,
los poderes mágicos que el sujeto le transfiere a la misma. Siempre
se trata de un objeto “cuasi contrafóbico” (el vómito para la
bulímica, la cocaína, el vaso de alcohol, el trabajo, el celular…) que
el paciente puede manejar, a través del cual puede experimentar
cierto poder (que también es un momento de goce, en el sentido
psicoanalítico) Muchas veces no es la cerveza la que desata al fóbico
social y lo pone hablador, sino el hecho de tener el vaso servido y en
la mano. Tomemos un ejemplo real: el adicto a una droga inyectable
entra en crisis de abstinencia. Enloquecido y excitado, sin saber
cómo superar su elevado nivel de excitación. La madre llama a la
emergencia médica. El médico llega, se entera del caso, y decide
ponerle un inyectable. Al minuto de recibida la dosis el muchacho
recupera la serenidad y la calma. La madre indignada le recrimina al
doctor por haberle administrado la droga que el muchacho estaba
intentando dejar. El doctor la calma mostrándole que en realidad le
había inyectado agua destilada… ¿La heroína puede ser reemplazada
por agua destilada? Sólo es posible si dejamos de considerar que las
drogas sean un asunto de “sustancias peligrosas”
4- LAS ADICCIONES SE REDUCEN A LA DROGADICCIÓN. Este es
uno de los primeros preconceptos que obturan la posibilidad de
desarrollar una visión integral sobre el campo de las adicciones. La

21
fuerza con que este mito se impone tal vez se deba a que es más fácil
segregar al consumidor de sustancias ilegales, estigmatizarlo,
internarlo y judicializarlo si nos pensamos a nosotros mismos como
totalmente ajenos su problemática, casi como pertenecientes a otra
raza o especie. Sin embargo el campo de las adicciones atraviesa de
punta a punta el tejido social. No solamente abarca las drogas
legales, tales como el alcohol y el tabaco, sino que además una
adicción puede desatarse en torno a ciertas conductas habituales,
tales como el uso del celular, las compras, el sexo, el juego, el
trabajo, el ejercicio físico, las carreras de auto o el control/descontrol
alimentario. Una visión integral de las adicciones debe partir de esta
base.
5- LAS DROGAS PROVOCAN EL ESTRAGO. Como veremos a lo
largo de todos los capítulos, las drogas son muchas veces culpadas
de causar estragos en las vidas y relaciones de las personas, cuando
en realidad estos estragos se fueron gestando con anterioridad. Lo
que muchas veces se considera consecuencia de las adicciones en
realidad forma parte de aquello que las ha causado.
6- EL ÚNICO TRATAMIENTO EFECTIVO PARA LAS ADICCIONES
ES LA INTERNACIÓN. La internación es la respuesta mágica que
la familia suele demandar. La respuesta más económica (a nivel
subjetivo) y descomprometida. Sacarse de encima el problema,
considerar la adicción de uno de sus miembros como un evento
inexplicable dentro de un grupo saludable, pleno y feliz. Las
adicciones son inseparables del seno familiar, en él se gestan y en él
deben ser tratadas. Internar al hijo es un modo de desembarazarse,
buscando que la ley venga de fuera en lugar de encontrar la propia
ley y comenzar a sostenerla. La internación es un recurso extremo,
cuya prescripción se da en casos de riesgo de vida propia o ajena.
Nunca una primera medida. En esto es muy clara la nueva ley de
salud mental y es preciso leerla para poder repensar la internación en
nuestro campo.
7- LOS ADICTOS NO SON ENFERMOS SINO “USUARIOS”. El
discurso del “adicto/usuario” es el que actualmente se está
imponiendo desde los centros de poder (léase por ejemplo la OMS) y
forma parte de la corriente “legalizadora”. Este discurso nos llama a
pensar a los adictos como usuarios que eligen consumir drogas y
plantea que nuestra tarea es la de favorecer el buen uso de los
productos consumidos. Muchas veces este discurso es presentado
como un modo de desestigmatizar al adicto. Sin embargo creemos
que no es ético ni conveniente dejar de ver las adicciones como
síntoma de una enfermedad subyacente, que requiere un tratamiento

22
interdisciplinario serio. Tratamiento que permita a la persona
reestablecer su salud. El adicto está enfermo. Reconocer esta
realidad es el primer paso que él debe dar para generar una alianza
terapéutica adecuada y comenzar el proceso de cambio. Hace pocos
años se logró que la obesidad sea reconocida como enfermedad, de
este modo las obras sociales se vieron obligadas a cubrir su
tratamiento. Resulta sospechoso que las adicciones estén recorriendo
el camino inverso. Intereses poderosos se tocan en esta lucha.
8- EL ADICTO TIENE QUE TOCAR FONDO Y RECONOCER POR
SÍ MISMO QUE NECESITA UN TRATAMIENTO: Éste “tocar
fondo” puede llegar a ser para un adicto sinónimo de graves
pérdidas: de salud, de libertad e incluso de vida. Por eso la familia
juega un papel clave a la hora del inicio de un tratamiento. Muchas
veces el tratamiento se iniciará contra la voluntad manifiesta del
adicto, por lo que es preciso que el terapeuta ejercite la paciencia,
sosteniendo el espacio, dando el tiempo necesario a ese sujeto para
que se comprometa con su propio proceso de curación.
9- LAS ADICCIONES SON ABORDABLES DESDE UN DISCURSO
ÚNICO. Las adicciones son un fenómeno complejo, en el cual
intervienen factores sociales, históricos, ambientales, psicológicos,
espirituales, conductuales, emocionales, grupales, familiares,
políticos, judiciales, etc. Intentar abarcar el fenómeno desde un
único paradigma psicológico o desde un único marco terapéutico es
erróneo, sumando a esto la pretensión de ser el único discurso
autorizado y verdadero, caemos en la soberbia y la miopía
intelectual. Todo discurso que pretenda decir algo de valor sobre las
adicciones ha de ser interdisciplinario e interdiscursivo. Sólo un
discurso que “haga lazos” puede ayudar. Un discurso autista repite el
síntoma que dice combatir, por lo que no sirve de mucho.
10- ES ÚTIL ORGANIZAR CAMPAÑAS DE PREVENCIÓN
HABLANDO DE LOS DAÑOS IRREPARABLES QUE
PRODUCEN LAS DROGAS. No podemos encarar la prevención
hablando de los daños irreparables que producen las drogas, ya que
el adicto que escucha este discurso muy posiblemente diga para sus
adentros “ya tengo una lesión cerebral irreversible, qué más da, me
seguiré drogando, no hay marcha atrás” Por tanto hay que ser muy
cautos al abordar el tema. Hablar de lesiones irreparables es un
modo de decirles que no hay salida. Este tipo de intervenciones,
focalizadas en el llamamiento al miedo, no sirven. Nunca se debe
hacer prevención desde el espanto. Las personalidades tanáticas se
sienten muy atraídas a esta posibilidad de daño irreversible y muerte
rápida. Los adictos que hace más de 10 años que consumen cocaína,

23
presentan alteraciones diversas, y no todos tienen lesiones cerebrales
irreparables. Su deterioro es principalmente social, familiar,
afectivo, económico, jurídico. Se deteriora su relación con sus hijos,
vienen de múltiples fracasos amorosos. Por otro lado, aparece un
marcado deterioro en el criterio de realidad: lo maníaco o lo
persecutorio se hace presente desde la primer entrevista. Es
importante remarcar que todas las alteraciones de la
neurotransmisión que provoca la droga son reversibles una vez
lograda la abstinencia. La paranoia y la manía desaparecen, se
vuelven nuevamente funcionales. En relación a las lesiones
cerebrales que puedan ocasionar las drogas, podríamos compararlas
con las lesiones causadas por el ACV, los aneurismas o los derrames
cerebrales. Incluso en casos de daños gravísimos, es posible una
rehabilitación generadora de enormes progresos. Esto nos habla de
la plasticidad neuronal. Para que se dé esta evolución favorable en
el paciente es imprescindible una pronta rehabilitación motora y
fonoaudiológica.
11- ES ÚTIL HABLAR A LOS CHICOS DE LAS DIFERENTES DROGAS
EXISTENTES Y SUS EFECTOS. Muchas campañas que dicen ser
preventivas, se centran en desplegar ante los chicos un minucioso
menú de drogas, describiendo sus misteriosos y potentes efectos uno
por uno. Tal empresa no solo es inútil de cara a la prevención sino
que además puede ser iatrogénica, puesto que tal menú puede
resultar tentador a más de uno, que quedará con ganas de probar los
platos tan bien descritos.
12- LA MARIHUANA ES MEDICINAL Y SANA. Muchos de los que
presionan para conseguir la legalización de las drogas, tienen como
caballo de batalla la legalización de la marihuana. Los adolescentes
compran rápidamente este discurso afirmando que se trata de una
plantita inofensiva, que es buena para la salud, que es mucho más
sana que el tabaco. Esto hace preciso intervenir sobre la
naturalización del consumo de esta droga. La marihuana suele ser el
primer contacto de los chicos con el mundo de las drogas, cual
“muestra gratis del laboratorio” la reciben sin pagar un centavo,
sirviendo esto como gancho para que el “usuario” pruebe otros
productos ofertados. Un enorme porcentaje de los que consumen
marihuana habitualmente terminará consumiendo otras drogas. Una
importante proporción de los que comienzan a consumir marihuana
en la adolescencia, llegan a sus 40 años de edad psicotizados. La
marihuana es un alucinógeno que con el tiempo puede despertar
psicosis en personalidades que tengan predisposición a su desarrollo.

24
A propósito de tres bellos cuentos.
Reflexiones del Área adicciones
Las fábulas, los mitos, los comics, las películas y los cuentos tienen mucho que
decirnos sobre las adicciones. Si recorremos sus decires con el mapa correcto hallaremos
múltiples referencias a nuestro tema de estudio. Comenzaremos esta breve incursión inicial
con la Metamorfosis de Kafka, luego leeremos el Patito feo y terminaremos con el cuento
del Hijo de la lechuza.

La Metamorfosis
Gregorio Samsa es el único sostén de la familia. Único que trabaja para mantener a
todos. En extremo funcional al sistema de recompensas y castigos de su pequeño y
aprisionante mundo. Toda la estructura se derrumba cuando una mañana despierta
convertido en cucaracha.

Si pensamos esta transformación en relación a las adicciones y al adicto como Gregorio


Samsa, podemos hallar algunos interesantes paralelismos:

- Ambos son estigmatizados


- Ambos pierden su propia identidad y todos los soportes ambientales en que ésta
hallaba sustento.
- Ambos “usan” el propio cuerpo como último frente de batalla ante la demanda
insaciable del otro

De hecho, Gregorio era tratado como una cucaracha desde antes de su


transformación. Despreciado. Sobreexigido. Criticado. Al poner su cuerpo en juego
convirtiéndose en el insecto, él denuncia la mascarada de su entorno. Saca las caretas al
resto y revela la iniquidad del conjunto. Con el adicto ocurre algo semejante. Su adicción
no provoca el estrago, sino que viene a denunciar un estrago que la precede.

Es fundamental comprender que detrás de Gregorio, así como detrás de todo adicto,
hay un sistema familiar jugando su juego. El adicto en toda ocasión aparece como síntoma
de un sistema familiar enfermante. Esto se ve claramente cuando el miembro adicto logra
recuperar su salud, pues en ese momento es posible que el sistema genere nuevos síntomas:
el hermano brillante comenzará a tener problemas inesperados o el matrimonio de sus
padres, hasta el momento muy unido, se disolverá: esto nos muestra cómo aquel designado
como el enfermo o el defectuoso funciona sosteniendo todo el sistema. Cuando él se corre
de esa posición se produce algo semejante a lo que pasaría si la luna se sale de la órbita de
la tierra: todo el sistema se descalabra. Es importante poner «entre comillas» el discurso

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médico-psiquiátrico internalizante, que atribuye un déficit interno al enfermo, no
permitiendo ver el sistema que origina y sostiene la enfermedad. Impidiéndole a las
personas estigmatizadas tomar contacto con sus recursos al identificarlas masivamente con
la patología.

El adicto para su familia (tal como lo era Gregorio Samsa para la suya) es muchas
veces el monstruo que debe ser ocultado. La abominación que nadie quiere ver.
Comenzando por la propia madre, que se desmaya cada vez que se topa con semejante
“cosa”, tan diferente a la que ella espera, desea y sueña. Esa cosa tan distinta a su hijo ideal
y que todos ven como una gran cucaracha.

La familia decide que no puede hacerse cargo del monstruo. Primero, delega el
cuidado del mismo a terceros (asistentas, mucamas), luego aparece la decisión de
expulsarlo, eliminarlo por ser una molestia, un escollo para el desarrollo pleno y normal del
resto. Esta decisión de sacarse la carga de encima, es común en las familias del adicto. Se
estigmatiza al miembro adicto y se lo expulsa, de este modo la familia se desliga de toda
responsabilidad. Aparece el discurso del objeto averiado a reparar. Surge la el pensamiento
mágico: “hay que llevarlo al técnico (internarlo), dejarlo seis meses y que lo devuelvan
como nuevo”

Finalmente en el cuento, como en algunas familias de adictos, la decisión inconfesa


es la de darle muerte. Liberarse del problema definitivamente. Abortar, ya no
simbólicamente, a ese otro real, ajeno, no deseado.

Ante la demanda familiar arrolladora, ante el mandato de ser el que se debe y


espera, el cuerpo propio se convierte en último frente de batalla. Tal como el adicto,
Gregorio convertido en cucaracha parece decir “Mi cuerpo es mío y con él hago lo que
quiero” Es el cuerpo el único instrumento propio con el cual se cuenta para la rebelión,
para marcar el corte con la demanda insoportable. El cuerpo es recurso para expresar que
no se es ese que la familia pretende o espera. No ser el hijo del deseo es ser una cucaracha
al menos en principio, tal vez como primera etapa de un largo proceso de emancipación. No
soy ni nunca seré el hijo ideal amado. En principio soy lo que se desprecia, aquello de lo
que todos reniegan. El proceso de curación supondrá ayudar a esta “cucaracha” a descubrir
una identidad separada de la demanda familiar, de la mirada materna que censura. Ayudar a
Gregorio, ayudar al adicto, a descubrir y desestigmatizar su propio deseo, de manera que
pueda construir una identidad y un proyecto de vida positivo, nuevo y propio.

En este punto nos topamos con otro bello cuento…

26
El Patito Feo
Como todos sabrán, esta es la historia de un pichón de cisne criado entre patos,
despreciado y humillado por no ser tan bueno como sus hermanos, que finalmente descubre
su auténtico lugar en el mundo y su propia y singular belleza… El adicto también es ese
patito feo que no puede transformarse en lo que realmente es. Descubrir su esencia de cisne
implica para el adicto descubrir su identidad y su deseo propio. Correrse de la captura del
deseo del Otro para poder formular el suyo personal. Desligarse del yo ideal impuesto y de
falsas identidades enajenantes con las que se defiende ante la vida. La tarea del adicto es
descubrir que también puede ser bello, pero con una belleza diferente a la esperada o
impuesta por su familia de patos.

Mientras que Gregorio termina aplastado por la demanda familiar, convertido en


cucaracha en su intento de calzar con una medida inalcanzable, el patito feo descubre su
auténtica potencia, su lugar y su genuino deseo. Para que la magia suceda es preciso que la
familia cambie. Que el patito pueda correrse del lugar en el cual vino siendo puesto por su
entorno y que ese entorno produzca cambios genuinos en su dinámica de funcionamiento.

Muchos adictos usan las drogas con la esperanza de una transformación semejante a
la del patito feo. Esperan que la droga anule como por arte de magia al tiránico súper yo,
repleto de demandas e ideales delirantes, para que ellos, finalmente libres, expresen su
esencia y su verdadera potencia. Sin embargo tal solución es siempre fallida. El adicto
simplemente cambia la demanda materna/familiar por la compulsión adictiva. Queda
pegado a un nuevo modo de obturar su propio deseo.

Las tareas del adicto, las de Gregorio, las del Patito feo, son las mismas:

- Descubrir su identidad
- Descubrir sus potencialidades reales
- Descubrir y formular su propio deseo
- Construir en base a este deseo un proyecto de felicidad significativo, que haga lazo
comunitario

… Convertirse en cisne.

El hijo de la lechuza.
El león, para reafirmar su soberanía, decidió pedirles a todos los animales de la selva que
traigan ante él a sus hijos pequeños, entre los cuales él elegiría a unos cuantos para comérselos.
La señora lechuza se adelantó desesperada y cayó a los pies del rey de la selva. Miró al león muy
compungida, aterrada, llorando. Cuando logró que éste le devuelva la mirada, ella comenzó a
hablar suplicante: “Su majestad, yo tengo un único hijo, le pido por piedad que no se lo coma” El

27
león, que tenía sus principios, se dispuso a oír la petición. Sin más tiempo que perder, le pidió a la
lechuza que le describiese cómo era su hijo, de modo que llegado el momento no sea ese el que
corra la peor de las suertes. Ella muy emocionada comenzó a contarle que su hijo “era el más
bello de todos, el de plumaje más hermoso. El de la mirada más tierna y encantadora, el que
cantaba más dulcemente que toda otra ave…” Llegado el momento de elegir a quién comerse, el
león notó que muchas de las crías que le habían traído reunían las características que la lechuza
atribuía a su único hijo. Para no faltar a su palabra, el león decidió comerse al crío más feo de
todos. Y resultó ser que éste era precisamente el hijo de la lechuza…

La mamá lechuza sólo puede ver al hijo de sus fantasías. Al hijo ideal que colma todas sus
demandas. El pichón nacido de sus entrañas en cambio, feo, contrahecho, desplumado y de horrible
canto, no entra en su campo perceptual. Este es el motivo por el cual no puede salvarlo de las garras
del león. Jamás actúa en pos de defender a su hijo real, ese ya fue expulsado desde el inicio.

El niño necesita ser deseado para hallar su propio deseo. Necesita ser mirado con amor para
poder mirarse, constituir una identidad y amarse. Necesita ser guiado en función de sus reales
limitaciones y potencialidades para iniciar su propio camino de subjetivación.

Es muy común que las familias de los adictos sostengan un discurso “lechuzescho”
despegado de la realidad, cuasi maníaco: “mi hijo es un genio incomprendido” “si no fuera por la
mala junta, sería el mejor en todo” “la escuela tiene la culpa por no comprenderlo, los maestros lo
persiguen porque le tomaron idea” “la novia es una atorranta, por eso mi hijo que es tan bueno la
maltrata” Ellos no están hablándonos del hijo real, sino del de sus fantasías, de ese hijo ideal que
les ha impedido ver, reconocer, nombrar, amar y sostener al hijo real, expulsado, incapacitado,
anulado en su ser y en sus reales potencialidades.

…Cucarachas, patos, leones, lechuzas y cisnes. Las adicciones se muestran entre cuento y
cuento. El deseo se oculta, aparece y desaparece entre demandas y compulsiones. Y nosotros
continuamos nuestra reflexión aquel día, maravillados por todo lo que puede decirnos la literatura
cuando sabemos dónde escuchar.

28
HACIA UN MODELO TEÓRICO INTEGRATIVO.
Reflexiones del Área Adicciones

- La adicción consiste en un vínculo de carácter compulsivo que se establece con una


sustancia, conducta, persona o experiencia, no pudiendo romperse ni atenuarse a
pesar de la progresiva conciencia de su nocividad.
- El vínculo adictivo, una vez instalado, comienza a deteriorar todo otro vínculo del
sujeto: el vínculo con su trabajo, el vínculo con su pareja, el vínculo con sus hijos,
el vínculo con su propio cuerpo… etc.
- La adicción está ligada a dos fenómenos psico-físicos distintivos: el proceso de
adaptación (el organismo desarrolla tolerancia a los efectos de la
sustancia/conducta, por lo que el sujeto necesitará cada vez mayor cantidad de la
misma para producir efectos similares a los de las dosis iniciales. En estadios
avanzados, el objeto adictivo dejará de producir sensaciones agradables, pero se
continuará consumiendo para evitar el síndrome de abstinencia ) y el síndrome de
abstinencia (la ausencia del objeto/conducta adictiva hace que el craving (deseo
intenso) se vuelva difícil de tolerar y que aparezcan síntomas generadores de gran
malestar: nerviosismo, ansiedad, ira, mareos, nauseas, delirios, etc)
- Existen ciertos rasgos comunes a todo tipo de adicción, ya sea a sustancias (alcohol,
cocaína), a conductas (juego, sexo, compras, trabajo, internet, anorexia, vigorexia,
obesidad) o a ciertas experiencias (adrenalina)
- El adicto es el emergente de un sistema familiar. No puede ser entendido ni
atendido por fuera de su sistema familiar, del cual emerge como síntoma
- En la familia del adicto prevalece un discurso de tipo maníaco (que luego
especificaremos). Dicho discurso es previo y predisponente de la adicción que
buscará o bien sostenerlo y reforzarlo, o bien evadirlo y acallarlo
- En la persona que padece una o más adicciones, hay un vacío de subjetividad,
resultado de una falta de formulación del deseo propio
- Esta no formulación del deseo propio, va acompañada de déficits en la
conformación de una identidad propia y de un proyecto genuino y personal de vida,
así como una inadecuada percepción de las propias potencias y capacidades.
- El deseo propio no ha sido formulado debido a una estructuración vincular temprana
establecida entre padre, madre y niño. Esta constelación vincular es la que obtura
la formulación del propio deseo:

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Estructuración vincular temprana común a las adicciones

PADRE MADRE

PRINCIPE/PRINCESA ENCANTADA

Ideal del Yo inalcanzable

Hijo real

Con sus decires, con sus silencios, con sus suspiros, comentarios y gestos, con su
hacer y su omitir, la madre (o quién ocupe este lugar en la estructura familiar) se dirige a un
hijo ideal o “príncipe encantado”, el cual pasa a constituirse como el único objeto de su
deseo. Tanto padre como hijo real quedan al margen de esta relación idílica. Hay una
percepción y reconocimiento escaso de lo que atañe al hijo real. Se formula un ejercicio de
la paternidad basado en darle todo a ese príncipe o princesa encantada de la fantasía. No
negarle nada, pero a la vez, esperando que se convierta en príncipe o princesa encantados,
cosa que nunca podrá hacer. Los padres, convertidos en “padrinos mágicos” dadores de
objetos, a la vez someten a ese hijo a una ciega demanda que le impide reconocer su propio
deseo. Los padres se desentienden de su función propia como dadores de contención y
autoridad. El discurso de la familia del adicto suele repetir una pregunta “¿Por qué nos
hace esto? le damos todo y así nos paga. Le doy todo porque no quiero que sufra lo que yo
sufrí…” María del Carmen le respondió a una madre: “algo del orden del sufrimiento tiene
que atravesar tu hijo. Vos sufriste y mirá como estas ahora, entera, no te fue tan mal”.

Si le doy todo (pues es “el príncipe maravilloso”), le compro todo objeto, lo lleno de
cosas, lo embarco en la locura colectiva de atribuirle a las cosas un poder mágico, capaz de
completar toda falta y calmar las angustias, lo que hago es predisponer al niño a valerse del
objeto droga del mismo modo. La adicción es muchas veces una consecuencia lógica de
este aprendizaje temprano.

- La mirada materna no cumple con su función de espejo en el que ese niño


pueda reconocer su identidad separada, su deseo propio, sus reales
capacidades y potencias.
- El vacío del adicto, el vacío de la bulímica, es el vacío desgarrador que resulta de no
haber sido deseado, consecuencia de lo cual no pudo constituir una identidad y un
deseo propio. Esto es lo que la adicción tapona y de este conflicto vincular viene a
ser el síntoma.

30
Es importante aclarar que este “príncipe/princesa encantadora”, ese hijo ideal para esa
madre (o quién cumpla este rol), no tiene que ser el modelo de perfección que oferta la
cultura dominante (abogado exitoso, médico o genio prodigio), puede por ejemplo ser en
ese contexto familiar un “rey de la calle” o una “princesa salvaje”, este último caso por
ejemplo retrata el ideal del yo de muchas niñas que ingresan en el consumo problemático
de sustancias. Entre otras cosas, estas princesas salvajes:

- Son buenas boxeadoras


- Buenas en la cama
- No tienden las camas ni lavan platos
- Son buenas ladronas

- Al mismo tiempo, se produce una falla en la función paterna, falla en el


establecimiento adecuado de la separación posibilitante. Falla de la mediación
simbólica que abre al sujeto como deseante y permite la formulación múltiple y
singular de este deseo, falla de la asignación de un lugar en el orden genealógico y
social (nombre propio)
- Esta estructuración familiar puede tener diversas causas inmediatas. Entre ellas:
depresión materna, duelos recientes, pérdida de embarazo de hijos anteriores.
Abuelos o familiares cercanos que funcionan desautorizando y contradiciendo a los
padres…
- En medio de esta constelación vincular se constituye la persona que
manifestará conductas adictivas, y se constituye como:
- No deseado (no haber sido deseado como tal, supone un vacío intolerable)
- Expulsado en tanto ese real, que nunca calzará con el ideal
- Inhabilitado para reconocer su deseo propio, su identidad, sus capacidades
reales

No podemos separar la estructuración familiar y psíquica del contexto social y


cultural en el cual dicha familia está inmersa. Podemos decir que las sociedades del siglo
XXI son sociedades adictogénicas, Sociedades de la estimulación continua, dónde el
placer sin regla ni límite, va acompañado de la destrucción de instituciones que en el
pasado jugaron roles de control, ordenamiento y contención: la familia, la escuela, las
tradiciones, la religión. Y especialmente, la “disolución” de la institución cultural
primigenia, la institución del “padre” Antes portador de autoridad y límites, hoy débil,
adicto, desautorizado, cuyo espejo no es otro que Homero Simpson. En una sociedad
adictogénica podemos constatar que la misma realidad ya no tiene derecho ni
prerrogativa alguna. Vivimos en el mundo Photoshop, dónde la exigencia de perfección
deshumaniza, borra los ombligos. Un mundo que se maneja a control remoto, dónde lo
malo, aburrido o incómodo se borra con un “click”. Un mundo desustancializado,
culmen de la negación de todo límite, incluido el cuerpo propio, en tanto representante de
lo real: en tanto cuerpo que se cansa, que siente dolor, que envejece y que muere, no
puede sino ser negado o descontado. Esta intolerancia a lo real (lo real del “dolor”, de la

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“frustración”, de la “imperfección”, del “esfuerzo” de la “espera”), lleva a un discurso
maníaco en el cual se vive buscando suplementos para anular todo resto de realidad
sobrante.

Las sociedades adictogénicas funcionan presentando a las personas una variedad


inaudita de objetos y actos “mágicos” generadores de un placer adictivo: la televisión,
internet, celulares, casinos y juegos de azar, drogas clásicas y de diseño, medicación
psiquiátrica fuera de control, alcohol, sexo plenamente liberado… hoy como nunca se
nos incita a usar los objetos para taponar toda falta, todo silencio, todo agujero o hueco
capaz de generarnos angustia. A modo de la mamá que apenas el nene abre la boca para
llorar se la tapona con el chupete o la teta. Amar es, para los papás de hoy, dar objetos-
mercancías, promocionados como la solución mágica de cualquier angustia, investidos
como objetos de poder que dan la momentánea sensación de omnipotencia. Sin dudas,
esto abona el terreno para que otra “merca” se presente luego como solución final, o para
que otra conducta sea empleada el día de mañana para tales fines, llámese cocaína,
alcohol, vómito purgante, control obsesivo del peso o juegos de azar... Ante este embate
sin precedentes de una sociedad adictogénica, la familia debería funcionar como malla de
contención. En el caso de las familias con adictos, la familia falla en esta función. Es
permeable a los condicionamientos sociales, los refuerza con sus propios condicionantes
estructurales, mencionados antes.

¿Por qué ante esta constelación vincular no favorable el sujeto termina optando por una
solución mágica basada en la adicción? ¿Por qué podemos pensar la adicción como esa
“solución mágica” a la que este sujeto necesita aferrarse?

- Las adicciones dan múltiples respuestas y proporcionan una solución (siempre


fallida) a diferentes “enredos” Se trata de un síntoma siempre sobredeterminado.
Por otro lado, la adicción específica adoptada, supondrá poner el acento en una u
otra de las soluciones posibles que a continuación enumeramos, sin pretender ser
exhaustivos:
- Permiten sostener un discurso maníaco “soy el rey del mundo que todo lo puede”
- En este sentido, el objeto adictivo (llámese vómito bulímico, control anoréxico,
cocaína, botella del alcohólico, ruleta del adicto al juego, el sexo, etc), provoca una
ilusión momentánea de control y de poder. Con la botella en la mano, en ese
instante, el sujeto es el rey del mundo.
- Permiten evadir, acallar el discurso materno internalizado que dice “o soy el rey
superpoderoso o no soy nada”
- Permiten que se produzca una detención en el proceso de crecimiento, de modo que
la persona pueda seguir siendo ese niño príncipe adorado que tiene en potencia
todas las perfecciones supuestas por mamá. Un niño no está expuesto a las
demandas de rendimiento y excelencia del adulto.

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- Permiten reditar ese vínculo simbiótico primitivo con la madre, replicándolo en el
vínculo con la sustancia, conducta o experiencia
- Suplantan el deseo propio ausente, por una compulsión estructurante. (Yaría habla
de una compulsión que reemplaza la elección)
- Como no está allí el deseo que abre la temporalidad histórica, que abre al proyecto
histórico genuino y propio, basado en la propia identidad y las capacidades
subjetivas reales, aparece lo compulsivo. Como la ley paterna posibilitante no está
clara ni ordena adecuadamente, aparece la regulación vía compulsiva, como esa
regla de un juego repetitivo pero efectivo, que suplanta esa ley auténtica y
salutogénica. La compulsión busca llenar el vacío dejado por la serie que va desde:
- Deseo propio no formulado/proyecto personal deficitario/vacío de sentido vital
- LA PERSONA ADICTA YA NO DUDA, “SABE LO QUE QUIERE” CON UNA
CERTEZA ABSOLUTA

Las adicciones son una puesta en juego del cuerpo, como un último frente de batalla, lo
único con lo que esa persona anulada cuenta para defenderse de la demanda materna
enajenante: “mi cuerpo es mío y con él hago lo que se me antoja” (lo alcoholizo, lo tiranizo,
lo saturo de comida, lo intoxico, lo exploto sin límite…)

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HISTORIETAS Y ADICCIONES.
Ps Eduardo Salas Ahumada
Quisiera establecer en este escrito la diferencia entre las historietas y la historia, con
la confianza puesta en que esto puede traernos luz sobre el fenómeno de las adicciones.

Umberto Eco en su ya clásico libro “Apocalípticos e Integrados” hace un análisis


de las historietas que nos servirá de guía.

Una historieta (también llamada comic, monitos, tebeos), consiste en una narración
gráfica que se desarrolla mediante el encadenamiento de imágenes. Cada imagen que
conforma la historieta, acompañada de un texto o sin él, se denomina viñeta. Cada viñeta es
la representación de una unidad espacio temporal significativa para el relato. Eco afirma
que en las historietas se da una íntima relación entre la palabra y la imagen, para llegar de
ese modo a una expresión visual acabada y potente.

- La historieta construye estereotipos, personajes típicos en situaciones típicas y reconocibles,


lugares con los que el lector se familiariza (Ciudad Gótika, Eternia o Springfield por
ejemplo), siendo el reencuentro con estos personajes y lugares familiares un aspecto
tranquilizador
- Las historietas transmiten un mundo de valores y son expresión de una determinada
ideología. Por tanto pueden permitirnos el análisis de los relatos hegemónicos sobre un tema,
los discursos sociales productores de una subjetivación en torno al déficit y la carencia,
abriendo a la reflexión sobre relatos y discursos alternativos antes sepultados.
- Simplifican la complejidad de la historia para hacerla entrar en “cinco cuadritos”
- Ser un producto comercial, para el consumo masivo, termina influyendo en el mismo
contenido de las historietas. Muchas veces el autor no tiene nada que decir, simplemente
cumple la exigencia de entregar material para su venta masiva
- Las historietas muchas veces son colocadas en la última página del diario, a modo de
distracción que permite olvidar las malas noticias del día

Al comparar las historietas a los mitos, Eco destaca que éstos últimos consisten en
la repetición de un mismo argumento, con la conciencia de que dicho argumento ya
aconteció. El que lee una historieta en cambio, cree leer o encontrarse con algo nuevo,
cuando en realidad está leyendo la repetición al infinito de una misma estructura narrativa.
Esta falsa sensación de novedad, entretiene y distrae al lector moderno.

Eco pone el acento en este aspecto ITERATIVO (repetitivo) de las historietas: se


trata siempre una serie de acontecimientos que repiten un mismo esquema que permanece
fijo. Cada nuevo episodio, recomienza de cero a repetir el mismo esquema de sucesos. Para

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que eso sea posible, es necesario que ningún episodio introduzca cambios sustanciales en
la vida del protagonista. El protagonista puede viajar a la luna, retroceder en el tiempo y
evitar la guerra marciana, pero al episodio siguiente lo encontramos en la misma situación
de partida. Este retorno a lo previsto y esperado, genera un modesto pero innegable placer
en el lector/espectador, placer que no es otro que aquel que siente el niño, el placer del
juego y la evasión. Reencuentro con un viejo esquema conocido. Placer de la no-historia.
Este placer supone la posibilidad de sustraernos de la tensión entre pasado-presente-futuro,
para retirarnos a un instante fijo y distendido. Es un placer que nos da el refugio de esa
historia real, siempre acelerada, que nos va degradando, consumiendo y forjando a través
de sus cambios acelerados e irreversibles.

SÚPERMAN. EL SUPERHÉROE SUPERLIMITADO

Para profundizar en estas características, Eco nos propone analizar una de las historietas
más famosas de la historia, la de Superman. La historieta comienza a salir en 1938 y
continúa hasta hoy, casi 80 años después. Superman es una imagen simbólica, representa un
héroe dotado de superpoderes que lo colocan por encima del hombre común. Es hermoso,
bondadoso y servicial. Dedica su vida a colaborar con la policía para luchar contra el mal
de su ciudad. Esconde su verdadera identidad tras la fachada de Clark Kent, un periodista
tímido, mediocre, algo tonto y torpe, miope y eterno enamorado de Luisa Lane, mujer que
jamás le corresponde. Clark Kent es el representante del lector de la historieta. El lector es
invitado a soñar que un día él también revelará su maravillosa superioridad, una vez que
deje atrás su neurosis y sus complejos.

Si analizamos cada aventura, veremos cómo cada una comienza y concluye a las
pocas páginas. Cada episodio se abre y se resuelve, sin dejar huellas de sí mismo, sin influir
para nada en los episodios siguientes. Como este rasgo se repite en muchas otras historietas
(Fantomas, Flash, He-Man, Hulk, y si vamos a la tele lo veremos en Tom y Jerry, El
correcaminos, los Simpsons), Eco concluye que la historieta representa un tiempo sin
temporalidad (Superman y su gente jamás envejecen, Maggie nunca deja el chupete) Esto
nos muestra que en estos modos de construir un relato, no hay construcción de una
verdadera historia. Cada episodio se inicia sin hacer la más mínima alusión a que hubo otro
anterior. Cerrado un capítulo, todo queda como al comienzo:

- Jamás se devela la identidad de Superman


- Jamás se casa con Luisa Lane
- Jamás abandona su ciudad
- No hay en él una evolución de tipo psicológico, moral o política
- No hay producción de verdad ni aprendizaje a partir de la experiencia. No hay una
hilación adecuada entre pasado, presente y futuro, por lo que no puede haber
proyección, proyecto de cambio genuino y a largo plazo

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La historieta se manifiesta como un formato capaz de obturar las potencialidades de sus
protagonistas. Súperman, es un héroe poseedor de poderes sobrehumanos, con una
potencia casi infinita, con capacidad para cambiar el curso de la historia, con recursos para
acabar con el hambre del mundo y restablecer el orden social sobre bases más justas. Sin
embargo lo vemos dedicado a evitar el robo de bancos y a organizar peñas para juntar
fondos para huérfanos y viudas. Súperman es un héroe atrapado en el esquema de la no
historia.

Un superhéroe superlimitado. Lo más llamativo es que los lectores de la historieta (y


aquellos que viven dentro de una historieta, como veremos a continuación) pocas veces
reflexionan sobre este hecho. Esto nos permite ver como la historieta cumple el objetivo de
distraer toda conciencia crítica de los verdaderos problemas humanos, llevándola a ser
espectadora de la recreación de bagatelas. Cumple de este modo una función de evasión y
enmascaramiento de la realidad.

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¿EN QUÉ SE PARECEN LOS PERSONAJES DE LAS HISTORIETAS A LOS PERSONAJES
DE LAS ADICCIONES?

Lo primero que podemos decir es que se parecen en tanto se construyen como


estereotipos rígidos. Máscaras más que personas auténticas. Máscaras que el adicto usa para
protegerse de las miradas de desaprobación y de demanda.

Historieta es una palabra simbólicamente rica. Suena a “historia degradada” “historia en


broma” o “simulacro de historia” y precisamente esto es lo que ocurre cuando se adopta
una pauta compulsiva. Se sale de la Historia, para comenzar a repetir “historietas”

La historieta, como la compulsión adictiva, mantiene en el olvido la posibilidad que el


sujeto tiene de apropiarse de su pasado para producir alguna verdad o construir un futuro
diferente.

* Aleja al sujeto de sus auténticas potencialidades, dejándolo atrapado en un


personaje enmascarador

* Vivir en la historieta supone el olvido del deseo propio y de la construcción de un


proyecto auténtico de vida

* La historieta permite olvidarse del dolor que implica el paso del tiempo, desligarse
de la responsabilidad y las consecuencias que conllevan nuestras elecciones.
Súperman, como todo héroe de historieta, es un héroe sin proyecto. La historieta
persuade al lector (o al actor) que no es responsable por su pasado y que tampoco es
dueño de su futuro. Eterno niño, eterno personaje petrificado, así son Súperman y
Bart, así es el adicto.

La compulsión adictiva consiste en este refugio de la historia 1. El dinamismo del deseo


propio permite a la persona abrirse al proyecto, a la historicidad, al futuro por-venir y su
construcción colectiva. Cuando esto se ve coartado. Cuando dónde tendría que haber el
deseo propio aparece, por ejemplo, el deseo materno convertido en mandato, este
dinamismo se rompe. Entonces el deseo es reemplazado por la compulsión, que es remedo
de deseo. Es este no poder parar, volviendo una y otra vez a buscar lo mismo. Mientras que
el proyecto abría al futuro, en la compulsión nos quedamos en la reiteración de un eterno
presente, sin recursos pasados, sin futuro y sin proyecto.

1
Un muy buen análisis de las pautas compulsivas propias de toda neurosis lo podemos encontrar en
Ernesto Liendo, autor que analiza el funcionamiento de los “melodramas” del neurótico, estableciendo la
oposición entre drama (historia) y melodrama (neurosis). Esta conceptualización, aunque diferente en muchos
aspectos, es el punto de partida para el desarrollo de mi análisis de la historia vs las historietas.

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Heidegger y Benjamin. Una sugerente visión de la historicidad.
La historieta se presenta como una enajenación de la historia propia.

Martín Heidegger y Walter Benjamin nos ayudarán a pensar en los modos


distorsionados en que un sujeto puede desplegar esta historicidad que constituye la misma
esencia de su ser.

Si partimos de Heidegger, nos encontraremos con que él separa dos modos de


existencia, uno inauténtico y otro auténtico. Cuando un sujeto vive inauténticamente
convierte cada faceta de su vida en expresión del modo en que vive el hombre de término
medio, sin indagar jamás en torno a lo que realmente desea, espera o piensa él mismo. Hace
lo que otros hacen, desea lo que todo el mundo desea y así, oculto en la multitud, esquiva la
responsabilidad que supone asumirse como centro singular de decisiones. La existencia
inauténtica lleva a vivir la propia temporalidad a modo de “paso del tiempo” uniforme y
lineal. Esta modalidad inauténtica de existir puede ser entendida como el vivir en la
historieta en lugar de vivir en la historia.

El sujeto que vive una existencia auténtica, en vez de recurrir al tranquilizador “ser
como todo el mundo”, en lugar de vivir para ser lo que debe ser o ser como otros esperan
que sea, comienza a despegarse de “lo dado”, para poder asumir su deseo de proyectarse
auténticamente, en base a sus posibilidades más propias de ser y construir. Se hace cargo
del mundo que elige sostener, a la vez que asume que los pensamientos, deseos, proyectos,
decires, acciones y omisiones son elecciones suyas, con las que se siente profundamente
comprometido.

Benjamin por su parte, hace una lectura muy sugestiva del pasado de la humanidad.
Para él este pasado es acumulación de ruinas sobre ruinas. Y entre estas ruinas ha quedado
atrapada toda posible esperanza, felicidad o revolución humanizante.

Benjamin atacará dos mitos en relación a la historia:

- El mito del progreso indefinido


- El mito del tiempo lineal

La historia para Benjamin no progresa, por el contrario, se halla detenida. Es pura


sucesión de interrupciones. Su planteo quiebra la visión de la historia como una sucesión
lineal de hechos objetivos. La historia para Benjamin es, como dijimos, una inmensa
acumulación de ruinas sobre ruinas. Catástrofe única que se acumula sin límite. Repetición
ruinosa de lo mismo (esto es, de la opresión, la injusticia, la infelicidad, la barbarie, la
inhumanidad) Mientras la historia es repetición de infelicidad, el mito de progreso sirve
para ocultar este hecho, atrayendo a los grupos humanos hacia adelante con juguetes cada
vez más caros y llamativos. El mito del progreso oculta precisamente este hecho:
“progresan los juguetes (autos, máquinas, tecnología) pero no progresa el ser humano”

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Sin embargo Benjamin, a partir de esta visión horrorosa del pasado, asume que aún
existe la esperanza. Ésta, a diferencia del progreso, no se halla en lo que viene delante, sino
que ha quedado atrapada entre las ruinas, y a su vez, está presente en el ahora del tiempo.
Cada instante está preñado de futuro. Pero de ese futuro que pasa por la redención del
pasado sepultado. Por debajo del mito que dice “estamos progresando” hay una historia
detenida, cada instante no es él mismo y cerrado, sino flecha que señala hacia atrás,
mostrándose como el “todavía no” de una redención posible. Cada instante por esto mismo
se nos muestra como a punto de reventar, a punto de arrojarnos a la cara todas estas tareas
incumplidas del pasado, haciendo saltar la repetición de interrupciones en la que se ha
constituido nuestro vivir. Este pasado entonces, posee una débil pero efectiva fuerza
mesiánica. Potencia redentora. El hoy se revela ante esta visión como Krisis y como
Kairos (oportunidad). Este pasado ruinoso se manifiesta cada vez que el sujeto o la
colectividad puede percibir el peligro de su presente: el peligro del sin sentido, el peligro de
ser devorado por los deseos ajenos, el peligro de ser reducido a las demandas de la
sociedad, el peligro de ser consumidos por el odio, el resentimiento y las injusticias…

El presente es deuda, es cita por concertar, es tarea inconclusa. Tarea que se


comienza a llevar a cabo cuando alguien se atreve a darle voz a lo innombrado. Si antes no
entierras a los muertos, si antes no recompones las ruinas, nada acontece. La vida se
convierte en mecánica y defensiva repetición de lo mismo.

Leyendo a Benjamin a la luz de la clínica de las adicciones, podríamos afirmar que


el muerto que todo adicto tiene que resucitar y las ruinas que tiene que recomponer hacen
referencia a su identidad y a su deseo propio. Si no reconoce esta incompletud, esta deuda,
esta fuerza redentora de la que debe apropiarse, su vida seguirá siendo una repetición
ruinosa y su historia, historieta, compulsión repetitiva con la que se busca obturar la falta.
La adicción puede ser vista en este contexto como ese mito de progreso que impide hacer
conciente la ruina, la historia detenida, el estancamiento infantil. La tarea será pasar de este
“optimismo maníaco, mítico e ilusorio” que se sostiene mediante “objetos o acciones
mágicas” a un optimismo comprometido, que implica el doloroso tránsito por la reparación
salvadora.

“ir en busca de su propio deseo constituirá al adicto en mesías, redentor y


protagonista de su historia más auténtica”

Con Heidegger, a partir de su concepto de existencia inauténtica, podemos pensar la


historieta como huida de la responsabilidad. Como el no reconocimiento de la propia
libertad ante el proyecto de existencia que abro y que puedo siempre y en toda ocasión
decidir cambiar.

Con Benjamin, podemos decir que ese deseo capaz de abrir un proyecto auténtico de
felicidad, ha de pasar por la recuperación de las esperanzas, sentidos y deseos del pasado
ruinoso que el adicto hoy mantiene estancadas o inconcientes. Sólo entonces podrá cerrar lo
inconcluso, parar de repetir y descubrir el proyecto de un futuro viable y sanador.

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El tratamiento de una adicción debe apuntar en último término a que el adicto rompa
con sus personajes defensivos y enmascaradores, con sus versiones sobresimplificadas de la
historia, con sus mitos de progreso y poder, para que pueda dejar poco a poco la historieta
compulsiva abriéndose a la posibilidad de una historia con sentido, dónde se ponga en
juego su deseo propio, la construcción de un proyecto a partir de ese deseo y el
descubrimiento de las herramientas subjetivas y fortalezas reales que le permitirán
concretarlo. Tratamiento en el que debe aparecer la toma de contacto con la angustia y la
reparación de lo ruinoso, recuperando de este modo la dimensión de la esperanza y el futuro
posible.

40
BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA
- Benjamin, W., “Tesis de filosofía de la historia”, en Discursos interrumpidos I,
Taurus, Madrid, 1989
- Berne Eric, Los juegos en que participamos. Psicología de las relaciones
humanas, México, Diana, 1986
- Eco Umberto, Apocalípticos e integrados, Lumen, Barcelona, 2009
- Gear, M., Liendo E., Scott, L., Tecnología psicoanalítica
multidisciplinaria, Paidós, Bs. As., 1989
- Heidegger, M., Ser y Tiempo, Bs. As., Fondo de cultura económica, 2007
- Yaría Juan Alberto, Drogas. Escuela, familia y prevención, Bs. As.,
Bonum, 2005

41
Algunas puntualizaciones sobre el tratamiento de las
adicciones.
Reflexiones del área adicciones.

Comenzamos afirmando que el adicto no reconoce su deseo (tan obnubilado por el


deseo de la madre como ha estado toda su vida), entonces sólo puede hacer berrinches y
pataletas infantiles, no hay posibilidad de rebelión genuina, no tiene la opción de plantarse
y decir “esto quiero, esto no quiero”, puesto que es precisamente lo que no sabe. En el
adicto hay impulsión, actuación, pero no deseo capaz de dar inicio a una auténtica
revolución, capaz de abrirlo a un proyecto genuino y subjetivante.

El tratamiento consistirá en sostener al adicto para que pueda efectivizar el


reencuentro con su deseo propio, acompañándolo para que ponga en juego lo propio, lo
original, lo singular y lo creativo que irá surgiendo de este reencuentro.

Si no se trata la subjetividad de base, especialmente la formulación y


reconocimiento del deseo propio, se dará un reemplazo de la droga por otra cosa: por la
comida, por el alcohol, por la adrenalina de deportes extremos o picadas de auto, por el
juego patológico o una adicción al sexo.

La medicación se usará con suma cautela. No buscamos en principio reemplazar la


adicción a una droga ilegal por otra adicción a drogas legales. Apuntamos más allá, hacia
una reestructuración de la subjetividad.

En adicciones es fundamental trabajar dentro de un equipo interdisciplinario

La internación del paciente será evitada en lo posible, salvo riesgo de vida para sí o
para terceros. No se trata de aislar al sujeto de su ambiente sino de transformar ese
ambiente para que se convierta en un espacio posibilitante y acogedor de lo nuevo.

El trabajo terapéutico implica también el trabajo con las familias de los adictos.
Cosa sumamente difícil ya que la mayoría de las familias no se registran a sí mismas como
parte del problema: “El problema es la droga” “es el bunker que se instaló en el barrio” “es
la mala junta” “nosotros no tenemos nada que ver”

La familia llega con el objetivo de lograr que el adicto “vuelva a ser el mismo de
antes” Aparece claramente en este pedido la demanda de que “nada cambie”, el sistema
desea retornar a su viejo ajuste, ese que derivó en la adicción de uno de sus miembros. La
propuesta del equipo es lograr que todos salgan transformados para salir del círculo que tan
malos resultados les vino dando. La respuesta del equipo debe ser “No vamos a atender a
su hijo si ustedes no vienen primero”

42
Tan importante es este punto que si sólo puede tratar a una de las partes, lo más
acertado es elegir tratar a la familia del adicto antes que al adicto mismo.

Cuando trabajamos con adictos es importante que un familiar asuma el rol de


“garante del tratamiento”, acompañando al sujeto para que no abandone.

Generalmente las recaídas, propias de todo proceso de tratamiento, se toman como


una derrota, como confirmación de la incapacidad del adicto. El garante del tratamiento
debe acompañar, hacerle de sostén al adicto en esos momentos, para que no abandone la
terapia. Ante la transgresión, hará de sostén y acompañará al adicto en el retorno al
tratamiento, en lugar de expulsar al adicto o tildarlo de irrecuperable.

Las familias deben aceptar que las recaídas son parte integrante del proceso de
tratamiento. De lo contrario pueden tomarlas como excusa para abandonar todo esfuerzo.
Debemos informar a las familias que el tratamiento no es de seis meses o un año, sino que
abarca varios años. En este plazo puede haber varias recaídas, que servirán como procesos
de aprendizaje.

En algunos casos, la madre recurre al juez para que saque al hijo de la casa y lo
interne. Estos extremos muestran como a las familias en las cuales aparece la adicción
como problema, les cuesta poner y sostener límites. Necesitan que ese límite venga
impuesto de fuera, ellas no lo pueden sostener. Es preciso acompañar a las madres, a la
familia toda, en este proceso de poner límites. Si ante el límite que pone la madre el chico
usa como recurso al padre, a los abuelos o tíos, también se buscará establecer alianzas para
que comiencen a ejercer esta función tan crítica y necesaria.

Los límites son un valioso recurso para el sujeto adicto. Sin límites no podrá
avanzar hacia ningún lado, sin límites se angustia y se desorganiza. Hay que trabajar con la
madre, fortalecerla. Mostrarle cómo poner límites y apoyarla en esta tarea.

Siempre se debe dejar en claro a los padres que el problema es de ellos, no del
designado como paciente. Muchos se van ante esta confrontación inicial, no la quieren
escuchar. Pasan por muchos otros lados, pero terminan volviendo, a veces cuando ya es
tarde. Pero se dan cuenta que teníamos razón. El tratamiento de un adicto, así tenga 20, 30
o 40 años, necesita incluir a los padres. El adicto, lo que necesita, es un padre.

La familia debe ser tratada por un terapeuta y el adicto por otro diferente. Sólo así se
podrá ir ganando la confianza del paciente adicto.

Los padres suelen ser muy invasivos. Intentan por todos los medios comunicarse
con el terapeuta de su hijo, para hacerle comentarios, sugerencias, incluso para “dirigir la
cura” En esto hay que mantenerse firmes. De los primeros seis meses al año, debemos
trabajar la confianza del paciente. Y esto no puede hacerse si el paciente vive con temor a
que revelemos cada cosa que nos dice a su padre (a su juez, al personal de la
penitenciaría…)

43
En estos primeros meses el adicto tiene que poder sacarse las máscaras que ha
venido usando. Abandonarlas una a una ante nosotros. Si no frenamos con firmeza la
intromisión de los padres no nos podremos ganar esta confianza. Los sujetos adictos deben
saber que sus padres solamente se van a enterar si están viniendo o no a terapia.

Los padres deben confiar en nosotros como terapeutas. Correr el riesgo de dejar la
terapia en nuestras manos. El padre que no corre riesgos no va a dejar que su hijo aprenda
siquiera a cruzar la calle solo. Hay que trabajar esto con el padre de los pacientes menores
de edad sobre todo.

La primera etapa del tratamiento es la del acogimiento: poder escuchar lo que el


paciente tiene para decir en lugar de escuchar lo que los demás dicen de él. Es importante
darle tras cada sesión una devolución tras la escucha.

La segunda etapa estará dedicada a acompañarlo en el establecimiento de un


proyecto de vida alternativo.

Es importantísimo introducir la idea de REPARACIÓN. Lo que tanto cuesta al


adicto y a su familia es percibir la posibilidad de reparar el daño. Ellos piensan en términos
de TODO/NADA, BUENOS O MALOS, LIMPIO O SUCIO, entonces es fundamental
decirles que pueden reparar los errores, comenzar a construir algo diferente, salirse de las
condenas masivas y definitivas…

Luego de conseguir la abstinencia, se evalúa la organicidad provocada por la droga,


pueden usarse un test como el de Bender (el común u otro más complejo de la misma
autora). En estos casos es importante contar con un neurólogo.

Todo adicto tiene un trastorno de personalidad de base, que va a aparecer cuando la


angustia deje de ser tapada por la droga, es entonces que surge su parte fóbica, depresiva,
psicótica, sus manías, sus angustias comienzan a movilizarse.

En caso de aparecer, es importante evaluar si la psicosis es producto del consumo o se


trata de un trastorno previo. Para un diagnóstico diferencial, puede resultar de utilidad
tener en cuenta que el neurótico comienza a consumir drogas en la adolescencia, por
inmadurez, para afrontar los desafíos del crecimiento (buscar novia, destacarse, luego,
trabajar…) El psicótico en cambio tiende a iniciar el consumo de sustancias después de los
20 o los 30 años.

Nuestro rol como terapeutas es el de sostenerlos. Sostener el espacio. Sostener el


vínculo. Ellos no fueron sostenidos por nadie de manera adecuada y firme. Por tanto el solo
hecho de sostener el espacio, es ya una poderosa herramienta terapéutica. Los terapeutas
muchas veces se quejan en la supervisión: no me dice nada, no habla. Los pacientes que
padecen una adicción suelen ser elusivos, es común que hablen poco. Sin embargo, aunque
digan tres palabras, tenemos ya material para abrir, para señalar e intervenir, para llegar
hasta dónde cada paciente nos permita.

44
No ser impacientes. Dar el tiempo y el espacio para que el inconciente del sujeto se
despliegue, para que aparezca el lapsus o alguna palabra verdadera.

Ser impacientes es repetir el síntoma. Muchos tratamientos de adicciones repiten el síntoma


que dicen combatir:

- Se dejan llevar por la intolerancia a las demoras o frustraciones


- Proponen resultados mágicos e inmediatos
- Buscan llenar todo vacío
- Imponen un modelo único o resultado único posible desatendiendo la singularidad

Dejar una adicción no tiene que ser un esfuerzo a sostener por el resto de la vida, de ese
modo, la persona puede cansarse de tanto “aguantar y aguantar” hasta terminar recayendo.
Claro que un esfuerzo inicial es necesario para dejar una adicción, sin embargo el foco tiene
que ser colocado en conectarse con la angustia que vaya apareciendo a lo largo de las
sesiones. Sostener el contacto, sostener el espacio, de modo que esa angustia se extinga o se
transforme en algo diferente, de esa manera se habrá extinguido el motivo de la adicción y
la persona saldrá transformada. De pronto “no necesitará más de su objeto adictivo”

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LA CONDENA DE UN AMOR ILIMITADO
Ps María del Carmen de la Cruz

Ps Eduardo Salas Ahumada


Pasada la media noche, una mujer llama al celular destinado a la atención de
urgencias las 24 horas. María del Carmen la atiende buscando tranquilizarla para que
pueda expresar el motivo de consulta con claridad. La mujer desesperada cuenta que su hijo
de 24 años está descontrolado, muy agresivo. En ese mismo momento dos de sus hermanos
intentan detenerlo para que no ropa toda la casa. Al parecer ha cavado un pozo en el patio,
buscando quién sabe qué, y ha realizado destrozos varios.

María del Carmen pregunta si es la primera vez que el chico manifiesta conductas
de este tipo. La madre le dice que si, aunque tras nuevas preguntas admite que lleva varios
días teniendo conductas agresivas e impulsivas. Los cambios de carácter son continuos.
Otro dato llamativo es que el joven dice sentir todo el tiempo un olor muy desagradable que
el resto no percibe.

María del Carmen interroga a la mujer sobre otros posibles síntomas asociados a un
cuadro de sinusitis, cosa que explicaría el tema del olor. Descartada esta enfermedad, le
pregunta a la madre si el joven consume drogas. La madre inmediatamente dice que no, que
su hijo jamás haría eso. Tampoco responde afirmativamente cuando se le pregunta si su
hijo ha tenido últimamente algún golpe en la cabeza.

Tras recopilar los datos, teniendo en cuenta la impulsividad, la agresividad, los


cambios de humor repentinos y el síntoma olfativo, María del Carmen advierte a la madre
que el chico posiblemente tenga una lesión en el lóbulo frontal. Le indica cómo calmar al
joven, con firmeza y serenidad a la vez, pidiéndole que una vez controlada la situación lo
lleve a un neurólogo para realizarle los estudios pertinentes.

A los pocos días la mujer se hace presente en ACAAD 2, la institución desde la que
María del Carmen atendió el llamado de urgencias. Efectivamente los estudios habían
confirmado una serie de lesiones en el lóbulo frontal y parietal.

Una vez más María del Carmen interroga a la madre respecto al consumo de drogas.
La madre vuelve a negarlo rotundamente. Este es su hijo maravilloso, nada malo hay en él.
Por otro lado, ella se presenta como una madre amorosa y protectora.

Con el curso de las entrevistas realizadas a la familia, este discurso dominado por la
negación de la madre termina cediendo. La madre admite que, a pesar de ser “la mejor de
las madres posibles”, tiene otros dos hijos adictos, además de dos hijos con trastornos
2
Asociación Científica Argentina de Ayuda al Drogadependiente

46
psicóticos. Sin embargo sostiene que su hijo menor, el que tiene lesionado los lóbulos
cerebrales, es el mejor, el más inteligente, el que salió bueno.

La madre reconoce que su hijo no pudo sostener la escolaridad, que es agresivo con
los hermanos, aunque solamente “por cuestiones de celos”. También se ve obligada a
admitir que su hijo perfecto se ausenta de casa a lo largo de varios días, manteniendo una
conducta errática.

Durante el curso del tratamiento el joven termina reconociendo adicciones


múltiples: aspira pegamento, gasolina, gas de encendedores, cocaína, marihuana… las
lesiones en el encéfalo eran producto del consumo desmedido de estas sustancias altamente
nocivas.

La madre sin embargo jamás abandona su status de madre perfecta: ella es amorosa,
promotora de la paz en su hogar, amante de la armonía. Para la “madre New Age”, tal como
llama María del Carmen a este tipo de madres, los límites son un modo de ejercer
violencia, “el niño debe crecer totalmente libre para hacer lo que guste y así desarrollar sus
potencialidades”

El padre de la familia había sido expulsado del hogar. La mujer sostenía que lo
habían expulsado por ser un hombre alcohólico. El equipo terapéutico logra que acepten
incluir al padre en el tratamiento. Se comprueba que el hombre tiene un consumo
problemático de alcohol, sin embargo éste no llega a un nivel incapacitante, puesto que
sostiene su trabajo y actividad social. Otra cosa que queda clara es que el hombre en
realidad había sido excluido del hogar por intentar poner límites a sus hijos, contradiciendo
el ideal “libertario” de la madre. El equipo logra que la madre acepte que el hijo que motivó
la consulta vaya a vivir con su padre. Para convencerla, se apela al hecho de que el joven
había comenzado a robar cosas de la casa para comprar drogas.

En el curso los siguientes meses el joven mejora notablemente en diversos aspectos.


Poco a poco va reduciendo su consumo de sustancias. El padre es firme a la hora de ponerle
límites.

La madre no puede tolerar “tanta crueldad” hacia su pequeño hijo, ¿Cómo es


posible que el padre le imponga un horario fijo de regreso por las noches? ¿Cómo es que no
le compra una tele nueva y por qué su hijo debe dormir sobre un colchón duro y de baja
calidad…?

Es así que la mujer comienza a “seducir” a su muchacho para que retorne a la casa
materna: le da la llave de casa y lo invita a jugar con la computadora las veces que desee.

En la sesión familiar, el psicólogo del equipo le señala a la mujer que con estas
conductas lo que en realidad está haciendo es sabotear el tratamiento y la mejoría de su
hijo.

47
Luego de esta sesión, la mujer decide que el tratamiento no sirve de nada.
Interrumpe el tratamiento y busca una institución dispuesta a internar a su hijo. El joven es
expulsado del lugar a los pocos días por no poder sostener la regla de una abstinencia
absoluta.

Al tiempo el padre vuelve a consulta con el equipo, pero la madre una vez más
sabotea este intento. Ella es la única que posee obra social y niega al padre la posibilidad de
usarla. El joven actualmente continúa con su adicción y sin tratamiento.

Muchos son los puntos a analizar en este caso. Los daños neurológicos asociados al
consumo de sustancias. La negación como mecanismo psíquico capaz de retrasar la
solicitud de un tratamiento. La influencia de la estructura familiar en toda adicción. El
sabotaje del tratamiento por parte de miembros del sistema. El discurso del “príncipe
maravilloso” o el de la “madre perfecta y amorosa” También aparece el padre como
“tercero excluido”… Pero nos detendremos en el tema de los límites.

La ausencia de límites provoca angustia. Desorientación. Pérdida de tiempo y


energías. Para entenderlo, imagínense que son astronautas en medio del espacio estelar.
Salen de la nave nodriza y se van alejando más y más hasta perderla de vista. Nada los une
a ningún sitio firme. Sin instrumentos de comunicación, han perdido todo contacto con la
base. No hay arriba ni abajo, miren a donde miren un abismo de estrellas infinitas, un
silencio absoluto… Imaginen ahora que se hallan en medio del océano. No se ve ninguna
costa. Solo la inmensidad de las aguas los rodea…. Quién haga la experiencia imaginativa
muy posiblemente experimente angustia, mareos, náuseas, grave desorientación, asociada a
esta pérdida de todo punto de referencia firme. Esto mismo es lo que aquella madre
provocaba en sus hijos al no ponerles límites.

Dejar a un hijo perdido, sin coordenadas, sin puntos básicos de referencia, es un


modo de esclavizarlo, pues en ese estado deberá dilapidar todo su tiempo y sus energías en
buscar alguna referencia, algún código, alguna tabla a la que aferrarse para no sucumbir al
abismo de la desorientación, sin poder detenerse con certeza en ninguna. Claro que las
drogas y los rituales asociados a su consumo pueden suplir esta carencia básica, a costa de
paralizar toda otra búsqueda.

En medio de su búsqueda infructuosa y estresante de marcos estables y regulaciones


básicas, ese hijo no tendrá tiempo ni libertad para la tarea más fundamental de todas: la de
buscar su propio deseo.

Los buenos límites. Sostenidos con firmeza y amor, son las coordenadas generales
que le dan a un hijo la libertad y el tiempo que necesita para concentrarse en la exploración
de su propio deseo.

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Los límites son como la piel. Que protege expandiéndose a medida que el cuerpo
crece. Son como el abrazo que da amor y sostiene con firmeza. Un no, un sí, un ahora, un
después, un aquí sí y un allá no, son itos, bases seguras para que el niño explore el mundo y
explore sus ganas, sus deseos, sus gustos y preferencias. Cuando fallan los itos, el
explorador se pierde, pierde su tiempo en una errancia sin fin, se consume entre la angustia
y la ansiedad. Está más expuesto a ser engullido por las demandas de otros, por el deseo de
los demás que se muestra claro y que siempre parece más cierto que el propio.

49
Una Breve Aproximación a la Terapia Cognitivo
Conductual de la Ludopatía
Ps Raúl Carrasco

1) -----Criterios DSM-IV:
---Criterio A: .Persistente y Recurrente Comportamiento de Juego de Azar Desadaptativo
como indican por los menos 5 (o más) de los siguientes criterios:

1. Excesivo Interés en el Juego de Azar.

2. Necesidad de jugar con cantidades crecientes de dinero para alcanzar el nivel deseado de
excitación.

3. Repetidos intentos sin éxito de Controlar, Reducir, Interrumpir el Juego de Azar.

4. Inquietud o Irritabilidad cuando se intenta Reducir o Interrumpir el juego de Azar.

5. Jugar para escapar de Problemas o para Aliviar un Humor disfórico.

6. Después de Perder dinero en el juego, se vuelve otro día para intentar Recuperarlo (caza
de pérdida)

7. Se engaña a los miembros de la familia, terapeutas u otras.

8. Se cometen actos ilegales, como falsificación, fraude, robo o abuso de confianza, para
financiar el juego.

9. Se han arriesgado o perdido relaciones interpersonales significativas.

10. Se confía en que los demás proporcionen dinero que alivie la desesperada situación
financiera causada por el juego.

---Criterio B: El comportamiento de Juego no se explica mejor por la presencia de


un episodio maníaco.

Según estos criterios se diagnóstica el Trastorno. El Criterio A:

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El Punto 1: Nos habla de una preocupación que monopoliza la vida del individuo, acá
estamos todo el día, casi todos los días.

El Punto 2 y el Punto 3: Nos hablan del Arousal: que sería el estado de Excitación que se va
consiguiendo con la conducta del juego. Nos habla de que la persona no lo puede controlar
y entonces se puede hablar de Compulsión.

Punto 4 y 5: Cuando yo lo trato de cortar sube la disforia (son la emociones negativas: ira,
tristeza, ansiedad, miedo) y le cuesta controlarla Es muy parecido a un episodio afectivo
depresivo.

Punto 6: Chasing: Caza de pérdida del dinero perdido y el punto 10: son los puntos
específicos del Juego patológico.

Los puntos 7, 8, 9: nos hablan de conductas antisociales asociadas al Juego patológico

Punto 1 nos habla del pensamiento asociado.

De los 10 puntos del Criterio A necesito por lo menos 5, y que no se confunda con síntomas
de un episodio maníaco, para ello tiene que registrarse muy bien el episodio de juego y
hacer el diagnóstico diferencial

El CIE 10 es similar, nos agrega que sean 2 episodios al año

Se ha hablado del Diagnóstico de Juego Patológico muchas veces que es “un rejunte de
síntomas”. Apareció en primera vez en DSM –III en 1980.

Actualmente está en el Apartado de Control de Impulsos, junto con la Tricotilomanía,


Piromanía, Cleptomanía, a pesar que no tiene nada que ver con ellos, pero si está allí
integrando una visión que ve el Juego Patológico como una Patología que tiene que ver con
la Falta de Control de Impulsos

Tenemos por lo tanto una Confluencia con otras adicciones. Hay Solapamiento con muchos
otras afecciones, trastornos.

2)------Caracteristicas del Jugador

El Jugador aplica una Lógica No Convencional:

a) Posee Conocimientos Distorsionados: Sobre Si Mismo; la Realidad en la que Vive y


el Concepto de la Suerte (esto sería la propia capacidad de controlarla y preveerla a través
de cálculos probabilísticos)

b) Rituales Irracionales: justificaos por el pensamiento mágico.

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c) Conductas: Que Resulta Condicionada por los propios estímulos del Juego y de su
entorno que genera un círculo vicioso en que la Atención, con la que está conectado
obsesivamente, en esa actividad de juego alimenta convicciones y expectativas irracionales.

Un Punto Fundamental en la Visión de la persona (como caracteristica cognitiva) es la


DISOCIACIÓN: EL PENSAMIENTO MÁGICO: y aquí tenemos el fondo común con las
otras Adicciones exógenas y otras endógenas: La negación de la realidad a Través del
Poder Ilimitado que la Propia persona se adjudica sobre la Realidad

La DISOCIACIÓN como mecanismo mental. El Pensamiento mágico: ya ha tomado tanto


la vida de la persona que se produce un Enajenamiento acusado de la Realidad.

Incluso en un trabajo de Clínica Grupal: se trabaja, entre tantas cosas como la identificación
y la contención, etc, y se trabaja con que los jugadores “trabajen” más con el principio de
realidad que con el principio del placer.

------ETAPAS DEL JUEGO: ESPECTRO FENOMENOLÓGICO

Algunos autores hablan de Juego Social, Juego Problemático y Juego Patológico.

El juego social: es la persona que juega de manera muy ocasional, que no monopoliza su
vida. El juego problemático: es una etapa interesante para pensar (es un panorama
intermedio), ya que la persona con juego patológico, tiende a ver sus conductas de manera
dicotómica: existen jugadores y no jugadores. Y el juego problemática: es cuando y de
manera PAULATINA, adquiere cada vez más interés, y va ocupando más espacio en la
vida de la persona: empieza a acercarse al juego, empieza la persona a darse “permisos”. En
el juego patológico ya tenemos los problemas: ocupa la casi totalidad de la vida del
individuo, las mentiras en la familia, las deudas, la disforia más acusada.

En el desarrollo de las Conductas de Juego: los autores hablan de que hay una Fase de
Ganancia: en que los jugadores se perciben como controlando la conducta: “que no pasa
nada, yo la controlo, es divertido, cuando quiero la dejo, paso un mes sin jugar”. De allí se
pasa a la Fase de pérdida: cuando se tiene cada vez más conductas de juego y se invierte
más dinero, por lo tanto empiezan a aparecer las pérdidas más importantes y allí el
pensamiento mágico empieza a adquirir un desarrollo importante.

Y por último la fase de desesperación: aquí hay que tener cuidado porque si bien la persona
tiene Conciencia del problema tiene una posibilidad importante de Riesgo de Suicidio.

Es muy importante evaluar al paciente: por lo que se recomienda muchas veces, si aparece
una depresión mayor importante, la posibilidad de una terapia farmacológica. Aparecen la
comorbilidad con el consumo de sustancias exógenas también

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---El PENSAMIENTO MÁGICO: aparece en TODAS las adicciones.

Es la Creencia de que uno puede influir en el curso de los acontecimientos solamente con el
pensamiento. “Yo pienso… y porque yo pienso tal cosa va a suceder”. Piensa y porque lo
piensa va a suceder.

El jugador Establece leyes causales entre los sucesos, en vez de establecer leyes de
correlación entre los acontecimientos.

Por ejemplo: “Salió el 1, el 5 y el 6 …ahora va a salir el 10, por que no salió”

Esta manera de pensar que establece sobre las leyes de probabilidad, y a lo mejor salió el 10
como no, pero si sale el 10 pero en vez de adjudicarlo al azar es “porque yo lo pensé…”

Ver apartado de Juego Responsable: mitos (en agregado al final)

----AROUSAL: es un Estado de Activación de la persona: es un estado placentero de


Excitación que ocurre en plena conducta de juego (en el caso del jugador patológico esto es
muy importante). Es un reforzador positivo de la conducta de juego, y es muy recurrente,
cuando la persona está en una fase de juego problemático y demás fases en adelante.

(por ejemplo en el caso del juego patológico hay una la liberación en exceso de
neurotrasmisores químicos: adrenalina, dopamina: allí está un componente biológico de la
adicción: a la euforia/vértigo que produce la liberación de estas catecolaminas)

CRAVING: deseos irrefrenables de consumir una sustancia o de tener una conducta por
ejemplo es jugar Cuando aparecen muchas veces, de manera contínua, el Arousal y el
Craving: va entrando la persona en el juego patológico.

Justamente por ello gran parte del tratamiento está enfocado a la Tolerancia a la
Frustración, que no solo en estas personas tienen un déficit, y por lo tanto hay que
entrenarlos en esta Tolerancia. (tolerar el Craving sin emitir la Conducta de Juego)

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JUEGO SOCIAL--------------------JUEGO PROBLEMÁTICO----------------JUEGO
PATOLÓGICO.

(etapa intermedia)

---FASE DE GANANCIA------------FASE DE PÉRDIDA--------------FASE DE


DESESPERACIÓN

---PENSAMIENTO

MÁGICO

+ AROUSAL----CRAVING ======= JUEGO


PATOLOGICO

ERRORES

COGNITIVOS

(Ilusión de Poder Dominar el Azar y Dirigir la Suerte a su Propia Ventaja)

3)------El Modelo Cognitivo-Conductual. La Propuesta de Sharpe y Terrier.


Explicación.

---“La TCC (Terapia Cognitiva Conductual) enfoca al juego como el resultado de un Patrón
Sesgado de Respuesta a Circunstancias Externas (como una pérdida, o sobretodo una
ganancia por ejemplo) de Modo que el Procesamiento de la Información Propio del Jugador
se encuentra Filtrado y Modificado por la Existencia de Convicciones Irracionales y
Conocimientos Erróneos sobre diferentes ámbitos de la Realidad”.

Hay un tipo de pensamiento (varios) que hace de filtro, una tendencia de pensar, que
haría de filtro con la realidad. De esta manera cuando sucede algo yo la interpreto con mi
propia manera de pensar (idiosincrásica), con este filtro. De este modo la Interpretación

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que se hace de la realidad es la forma que muchas veces está distorsionada en la cual se
empieza a establecerse el pensamiento mágico y los errores cognitivos frecuentes: que
condicionan e influyen en las emociones y en las conductas (este es el modelo cognitivo
básico ya aplicado a lo que sucedería en el Juego Patológico).

---Sharpe y Terrier Consideran a esta patología, como el Resultado de la


Intervención/Interacción conjunta de Factores como:

a) Cognitivos: Ilusión de Control, Convicciones Disfuncionales, Pensamiento mágico.

b) Fisiológicas: Estado de Activación o Arousal, que el jugador experimenta en el juego.

c) Conductuales: el establecimiento de un hábito de juego excesivo, reforzado por la


excitación experimentada y por los premios conseguidos jugando.

A esto se le suma Un Déficit de Habilidades y Estrategias de Gestión del Estrés del


jugador y en la Consecuencias Negativas del juego: presión social, derrota económica,
aislamiento, baja autoestima y autoculpabilización.

Y por último en los Factores de Mantenimiento y Desencadenantes de la Conducta


Desadaptativa.

Por lo tanto en el tratamiento hay que tomar en conjunto todos estos aspectos.

---Objetivos de la TCC en la Ludopatía.

A grosso modo los objetivos son 2 Principales:

-Eliminar la Conducta Sintomática: el juego compulsivo.

-Entrenar a la persona en Ejercer un Control sobre sus Propios Impulsos hacia el Juego a
través de una Modificación cociente de sus Pensamientos y la Adquisición de Nuevos
Recursos Adaptativos.

Aquí se empieza a utilizar ya en las primeras sesiones como una sugerencia importante
para la persona: la Figura del Tutor Financiero: esto es que la persona no tenga dinero a
mano, ya que de esta manera se le corta la provisión de dinero, y esto lo realiza un familiar
que administra su dinero. Tener en cuenta que ya cuando se consulta, las familias están
muy endeudadas.

Esta sugerencia ya es problemática y requiere un especial manejo de la relación terapéutica.

Otros autores sugieren un “juego controlado” al empezar la terapia

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Pero siempre se llega a la Abstinencia Total del Juego, de una manera u otra.

Por ello involucrar a la familia es importantísimo.

También es importante que la persona pueda manejar su tensión y la persona al No Jugar:


lo tenemos que entrenar al paciente en que lo puedas controlar: Sostener la Tensión sin
Jugar, ya que luego se produce una Habituación a esa sensación. Entrenarlo para que se la
“banque”, puede ser relajación (respiración abdominal o ejercicios de relajación-tensión) o
planificación de conductas agradables sin relación alguna con el juego.

---Objetivos Específicos:

1) Observación de la Conducta de Juego de Identificación de las Situaciones de Riesgo.

Que la persona vaya registrando (que anote), en que momento le apareció, qué estaba
haciendo cuando aparecieron los pensamientos y la tensión (el arousal y el craving) y las
ganas de qué conducta (o la conducta en el caso que juegue): todas estas asociaciones
temporales (que las que se registran y que forman parte del modelo cognitivo básico)

2) Tomar Conciencia del Jugador sobre los Pensamientos Disfuncionales sobre el Juego.

3) Psicoeducación sobre Concepto de Azar, la Suerte, Mecanismos funcionales de los


Juegos, el mercado del Juego.

Estos 2 puntos serían lo del pensamiento mágico: el dominio que el jugador cree que tiene
sobre el azar, los pálpitos y todas las creencias irracionales propias del pensamiento
mágico.

Y se le tiene que explicar las leyes del azar y de las probabilidades: ya que tienen un
concepto equivocado.

4) Entrenamiento y Adquisición de Habilidades Sociales, Técnicas y Recursos para la


solución de problemas, estrategias para mejorar la autoestima, técnicas para la gestión de la
ansiedad.

Este tema que está relacionado con el Afrontamiento del estrés: que el jugador patológico,
tiene un gran déficit: aparecen Mucha Culpa, Tristeza, y la gran distancia con sus
familiares.

5) Desarrollo de Estrategias de prevención de Recaídas.

Cuando se va terminando la terapia, la idea es como prevenirse sin el terapeuta

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-----El Tratamiento:
1) La Historia Clínica: donde consta la comorbilidad con otras patologías (alcoholismo,
otras adicciones endógenas; depresión), adicciones tóxicas (exógenas); familiaridad en la
ludopatía (otros integrantes de la familia que presenten conductas problemáticas de juego:
buscar cierto patrón familiar); Historia personal de la conducta de juego (orígenes a la
actualidad: desde cuando se viene iniciando); su Motivación para el cambio, su Nivel de
Conciencia de la patología (que puede estar o no, también actúa allí el pensamiento
mágico).

A la persona que busca tratamiento tiene que encarárselo con que no vamos sacar esta
conducta (de juego) de raíz, sino que vamos a empezar a hacer una disminución en la
medida que vos vayas anotando lo que pensás, y identifiques pensamientos, conductas, te
controles con el dinero, vamos a hacer una disminución cada vez más progresiva.

2) Técnicas Conductuales:

a) Desensibilización Sistemática Imaginativa.

Esto se haría así: aquí vamos a trabajar sobre el Arousal y Craving: con el paciente
previamente relajado (le tenemos que enseñar previamente muchos ejercicios de
relajación): que empieza a imaginarse una situación de estímulo de un juego (“yo voy
entrando a tal lugar…en este costado están las máquinas tragamonedas…” o “me voy a
encontrar con fulanito que siempre me acompaña para ir al casino y siempre me invita”) y
allí que se quede allí la persona con el pensamiento y que en ese mismo el genere una serie
de pensamientos alternativos a la situación (todo esto con los ojos cerrados), y lo que
llevamos a que el pensamiento se vaya imaginando y que él lo vaya controlando: ¿qué otra
cosa podrías hacer en vez de jugar? La idea es que se vaya acostumbrando a Sentir la
Sensación sin hacer la conducta.

b) Exposición IN VIVO con prevención de Respuesta.

Aquí se va con la persona al casino o al lugar frecuente de juego personal.

La persona se estimula de manera gradual y no emite la conducta. La idea es hacer una


escala de situaciones cada vez más ansiosa (craving) y que generan más pensamientos. Se
va sumando control: autocontrol.

c) Monitoreo Comportamental y de Autocontrol

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Se lleva un registro de las situaciones en que se van afrontando: antes y después. Los
contratos conductuales: que se hacen con la pareja, por ejemplo.

Se hacen tarjetitas que la persona lea (la persona tiene que hacer Su PROPIA FRASE
AUTOMOTIVADORA) y funciona como Motivador Constante.

3) Técnicas Cognitivas:

a) Psicoeducación: del Azar y de la Ilusión de Control.

b) Análisis Funcional de la Conducta de Juego: para ello se hace una Observación y


Análisis del último episodio de Juego o de la última situación percibida como Riesgo.

Se hace un registro de la situación (en la que estuvo la persona) y los pensamientos


espontáneos asociados a la situación. Se analiza toda la situación

El Objetivo de esta técnica, es:

-Identificar las Situaciones de Riesgo más frecuentes y que aprenda a Analizar los
pensamientos que a menudo se relaciona con el Impulso de Jugar.

-Identificar Emociones Prevalentes y Sensaciones Físicas Experimentadas en las


situaciones de riesgo y en los Epílogos de Juego y también cuando haya podido con éxito la
persona, hacer frente al impulso de jugar.

-Tomar Conciencia de las señales de Alarma y Encontrar recursos para controlar sus
impulsos frente a estas situaciones.

c) Enfocarlo a que la persona Registre los “Pensamientos Protectores” que lo Ayudaron en


el Autocontrol: se Refuerza Positivamente estas Respuestas como un Recurso Autónomo
del paciente.

La persona se enfoque en esos pensamientos protectores: todo lo que piense y lo vaya


alejando de esta conducta que antes se había tornado compulsiva.

d) Refuerzo y Programación de Conductas Antagonistas del Juego: planificar salidas


placenteras en los momentos en que la persona solía jugar.

Planificar una lista de actividades que sean placenteras, antagonistas de la situación de


juego, saludables. La idea es ocupar el espacio libre. Ya que las actividades de juego se dan
en situaciones d soledad de las personas.

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----Recaídas: No sólo es el hecho de volver a jugar después de una abstinencia prolongada,
sino también p episodios de juego que pueden repetirse luego de abstinencias breves.

La idea es trasmitirle a la persona que:

-No son fracasos definitivos.

-Son eventualidades posibles y útiles para ver futuros desencadenantes.

- Que depende de uno mismo la decisión de hacer la recaída un episodio aislado, o


renunciar a los éxitos conseguidos.

----Prevención de futuras Recaídas: después el tratamiento.

-Que la persona siga registrando en las que se activaban las Ganas de Jugar: la
Autoobservación personal

-Grupos de Autoayuda: Jugadores anónimos (que ofrecen contención)

-Exhortar al paciente a pedir ayuda en cuanto sienta que le vuelve el impulso de jugar.
(recuerden que la persona jugadora patológica está sola).

-----Bibliografía:

 “Tratado sobre el Juego patológico”, Débora Blanca y otros. 1ª Edición, Buenos


Aires, Lugar Editorial, 2012.
 DSM –IV: APA, 1995.

59
ANEXO: MI TO Y RELIDAD (fuente: www.juegoresponable.com.ar)

Las actividades de juegos de azar están involucradas en muchos mitos que los jugadores

les llaman “creencias”. Conozca algunos de las más comunes.

MITO 1

“El juego es una forma fácil de hacer dinero”

Realidad:

El juego es una forma de entretenimiento que Ud. tiene que pagar para jugar.

No es una manera de hacer dinero.

MITO 2
“Si un juego de máquina no paga un premio por un tiempo, está a punto de pagarlo”

Realidad:

Los premios que otorgan las máquinas son completamente al azar, no tienen que ver con el
dinero ingresado.

MITO 3
“Algunas personas tienen más suerte que otros”

Realidad:

Puede ser que Ud. sepa o crea que determinada persona tiene más suerte o pensar que es uno de
los afortunados. De hecho los resultados de juegos de azar son completamente arbitrarios: todos
tienen la misma oportunidad de ganar o perder.

MITO 4

“La casa siempre gana”

Realidad:

Los operadores de juegos de azar tienen más ventaja sobre las apuestas que hace cada jugador.
Es probable que cuanto más apuestes más probabilidades tengas de perder.

60
MITO 5

“Si sigues jugando obtendrás tu dinero”

Realidad:

Continuar jugando después de perder no ayuda a recuperar el dinero, esta actitud puede resultar
en pérdidas aún mayores.

MITO 6

“Mi número de la suerte aumenta mi posibilidad de ganar la lotería”

Realidad:

Utilizar su “número de la suerte” o su “camisa de la suerte” no aumenta sus posibilidades de


ganar.La verdad es que con sus números tiene la misma posibilidad que con cualquier otro.

MITO 7

“Un número que no sale por bastante tiempo, debe estar por salir”

Realidad:

La probabilidad de salir de un número en cada jugada, es el mismo de cualquier otro,


independientemente de cuantas veces se juegue. El resultado está completamente fuera de
control del jugador.

MITO 8
Yo tengo una “Martingala” infalible.

Realidad:

Para algunas personas, la verdadera emoción del juego consiste en vencer el sistema, pero
siempre existe una posibilidad de perder. No importa el estudio y perseverancia que ofrece la
“Martingala”.

MITO 9

Tengo menos probabilidades de ganar millones escogiendo los números 1,2,3,4,5,6,

61
que jugando al 9,14,32,39,21,40

Realidad:

Mucha gente piensa que la primera secuencia de números no puede suceder. Pero en los juegos
de suerte una secuencia de suerte es tan probable como cualquier otra.

MITO 10

“Solo necesito hacer una gran ganancia, para solucionar mis problemas”

Realidad:

Un gran premio probablemente no resuelva sus problemas y seguir jugando si puede agregar
otros problemas.

MITO 11

“Casi gano un jackpot”

Realidad:

Algunas personas buscan o registran ciertas pérdidas como un signo de las futuras ganancias,

por ejemplo, cuando el resultado de un juego estuvo cercano al número ganador o estar muy
cercano al gran premio, sienten que está mas cerca de ganarlo. Esto es sólo una ilusión, la
realidad es que perdió, el estar cercano al número o jugada ganadora no asegura que está
próximo a ganar.

MITO 12

“Una persona sólo tiene problemas con su manera de jugar, al jugar todos los días

lo máximo que puede gastar.”

Realidad:

la gente no tiene que jugar todos los días para decir que tiene problemas con el juego. Si hay
que tener en cuenta si el tiempo que pasa en el juego afecta a otros aspectos de su vida, como su
salud, relaciones con familiares, amigos o tienen problemas con ellos.

62
Los juegos se consideran actividades de diversión, cuando hay control y placer en el acto en sí,
pero deja de considerarse una actividad de diversión cuando aparece el dolor, falta de control y
por consiguiente pérdida de la libertad de decisión.

63
LOGOTERAPIA. Abordaje Analítico existencial de
las adicciones
Ps. Cecilia Saint Girons
 ¿La droga es el origen de un deterioro Psico-físico y de los cambios de conducta del
ser humano, o es la forma de expresión de un vacío existencial, una carencia de
valores y un proceso de incomprensión que padece el ser humano y que se
manifiesta en una conducta adictiva frente al objeto "droga", que produce el
deterioro Psico-físico...?

Geronimo Acevedo

LA DROGA ES LA PUNTA DE UN ICEBERG

Una epistemología
Adicción monodimensional irá a la
conducta adictiva, olvidando
que esta representa la punta
del iceberg que es preciso
comprender y desmantelar.

Personal familiar social espiritual

 VACIO EXISTENCIAL

 COMPLEJO DE VACUIDAD

 FRUSTRACIÓN EXISTENCIAL

 PROPÓSITO VITAL NO DEFINIDO

 AUSENCIA DE LA BUSQUEDA DE SENTIDO

64
Un tratamiento logoterapéutico de las adicciones apuntará a:

 Desarrollar:

 Responsabilidad

 Sentido del sufrimiento

 Encarnación de valores

 Los procesos adictivos son una respuesta a un malestar existencial.

 Es una patología vincular, no tiene que ver con la sustancia sino con los vínculos de
la persona

 Se enmarcan en una cultura de la vacuidad y la inmediatez

 Búsqueda exclusiva o excluyente del placer y del poder

 Subjetividad adictiva

La neurosis colectiva como contexto sociocultural de las


adicciones.
Victor Frankl, fundador de la logoterapia habló de la neurosis colectiva, en tanto
neurosis de la misma cultura. Entre sus rasgos están:

- Vivir sin proyecto. Vivir al día. Esto es, sin grandes compromisos ni esperanzas.
Cinismo e incredulidad ante los sentidos trascendentes.
- Pensamiento masificado: pensar lo que todos piensan, hacer lo que todos hacen,
usar lo que todos usan. Absorber los prejuicios sociales de manera acrítica
- Fanatismo: mi pensamiento y mis ideas son lo único válido. Anular al otro en su
diferencia
- Fatalismo: nada vale la pena, la realidad está mal e irá cada vez peor.

65
Victor Frankl
1905 – 1997

 Médico

 Neurólogo y Psiquiatra

 Doctor en Filosofía

 Fundador de la LOGOTERAPIA

 “logos”: sentido

 “terapia”:curación,

La curación deviene al encontrar el sentido al vivir,“terapéutica mediante el logos”.

66
El ser humano es un ser tridimensional y así debe ser tratado. Posee:

dimensión biológicadimensión psicológica

dimensión espiritual

El fenómeno es sólo comprensible si lo leemos desde la dimensión superior (la relación de


los dos elementos planos de la figura 1, sólo es comprensible si se lo analiza desde la
figura tridimensional que proyecta ese plano, figuras 3 y 4)

Un solo fenómeno proyectado fuera de sus dimensiones en otras inferiores a la suya,


origina diversas figuras en claro contraste. Si leemos el fenómeno sin atender a sus
dimensiones múltiples veremos contradicciones irreconciliables

Distintos fenómenos proyectados fuera de la propia dimensión en una dimensión inferior, dan
origen a figuras que parecerá semejantes.

Estado actual de la relación interdisciplinaria. Características: Fragmentación, exclusión

67
La propuesta de la logoterapia es la de estudiar al ser humano desde una perspectiva
integradora.

Consiliencia, proceso de integración. Características: Se integra lo que esta disociado


Ambiental –Sociológico – Afectivo –Existencial –cognitivo –Inconsciente-Sistémico –
Biológico

Nuevo paradigma interactivo existencial

La logoterapia integra e incluye lo excluido: La dimensión espiritual y la búsqueda de


sentido.

Entonces dijimos que la logoterapia es la terapia mediante el sentido de la vida. Sentido de la


vida actualizado en valores, clarificando la existencia como existencia vivida o
experimentada y como posible existencia a descubrir y desarrollar.

La logoterapia Intenta complementar y superar las psicologías sin espíritu

 LOGOTERAPIA

 Terapia especifica de las neurosis noógenas (ocasionadas por la ausencia de


sentido de la vida, ej: depresiones noogenas)

 Terapia inespecífica complementaria al tratamiento de neurosis psicógenas

 Acompañamiento ante el sufrimiento inevitable

Desde la logoterapia se han encarado tratamientos grupales de las adicciones:

 Trabajo grupal que intenta comprender, ejemplificar, reflexionar e integrar los


principios logoterapéuticos con la vida cotidiana

 Efecto terapéutico de la lectura y aplicación de guías a través de las cuales, y bajo la


facilitación de un terapeuta, se reflexionan los conceptos franklianos ligándolos con
vivencias personales de los asistentes

Ejes temáticos de la reflexión grupal:

1. Determinismo y libertad

68
2. La responsabilidad

3. La voluntad de sentido

4. Los valores como realización de sentido

5. El optimismo trágico

6. El sentido del sufrimiento

7. El sentido de la vida

8. El suprasentido

Efren Martinez Ortiz

DROGA: aparece allí dónde un vacío existencial insiste. Este vacío tiene su origen en la
ausencia de valores genuinos y se manifiesta en las conductas adictivas.

El objetivo de un tratamiento logoterapéutico de las adicciones es llevar al esclavo a


ser protagonista de su vida. Que el adicto asuma responsabilidades, que encuentre un
sentido a sus sufrimientos y encarne valores que movilicen su acción. Se trabaja en el
proyecto, en las posibilidades, en aquello que el sujeto puede y quiere vivir y construir

EFREN MARTINEZ ORTIZ, es el promotor de “La Psicoterapia centrada en el Sentido”,


fundador en Colombia del colectivo “Aquí y ahora”, para el tratamiento grupal de las
adicciones. Se trabaja en forma grupal utilizando cuentos para reflexionar diferentes temas
tales como:

 Libertad y responsabilidad para buscar sentido.


 Voluntad de sentido.
 Valores que le dan sentido a la vida.
 El sentido en la vida y el sentido de la vida.
 El sentido del amor.
 El sentido del trabajo.
 El sentido del sufrimiento.
 El sentido último de la vida.
 Esclarecimiento existencial: Descubriendo el sentido de mi vida.
 Mejorando mi proyecto de vida.
 Educando en el sentido de la vida.

69
La salud para la logoterapia aparece cuando le encontramos un sentido al amor, al trabajo y
al sufrimiento.

El problema de hoy es que los adultos no toleramos el sufrimiento de los chicos, de


este modo preparamos a esos niños para no tolerar sus propios sufrimientos. Generamos en
ellos la fuerte tendencia a buscar anestésicos y estimulantes.

Así como Freud habló de un inconciente pulsional, Frankl habló de un inconciente


espiritual, que es la sede del sentido, de los valores, de la idea inconciente de Dios, que
sería esa apertura a lo trascendente.

Existen tres tipos de valores:

Creativos (dar algo de mi al mundo, esperanza en lo que puedo dar)

De experiencia (experimentar la belleza, el amor, la ternura)

De actitud (ante lo que no puedo cambiar, ante las situaciones límite, las enfermedades
y la muerte, la actitud que tome puede ser constructiva o demoledora. En este ítem entra la
posibilidad de resiliencia, tan mentada en estos días)

70
TOXICOLOGÍA Y ADICCIONES.
Dra. Silvia Martinez – Ps María del Carmen de la Cruz

Criterios diagnósticos y tratamiento de las adicciones.


El consumo crónico de paco, cocaína y “alita de mosca” provocan un proceso de
desfrontalización o hipofrontalidad. Van destruyendo el lóbulo frontal, sede del manejo de
las emociones, la racionalidad, los valores éticos, las funciones ejecutivas y la personalidad.
Kalina habla de la “encefalopatía cocaínica” que ataca la planificación, la atención, la
memoria y provoca entre otras cosas anhedonia (ausencia de disfrute) y abulia (ausencia de
voluntad).

El consumo puede dividirse en:

- Iniciático
- Experimental
- Compulsivo

La marihuana es un alucinógeno. Produce paranoia

Criterios básicos para el tratamiento de las adicciones.

El paciente puede conseguir la abstinencia pero no la curación. Se trata de una enfermedad


crónica.

Objetivo: conseguir períodos de abstinencia cada vez más prolongados, de ser posible, toda
la vida.

La cura, si existe, sería lograr que desaparezca el hambre de la sustancia.

Se le dice al paciente que el objetivo es que no consuma más, pero en caso de


recaídas se debe ser tolerante. Las recaídas son parte del tratamiento, aprender del error,
detectarlo para no repetirlo. El objetivo es que el paciente haga ese “click” gracias al cual
pase a disfrutar sus períodos de abstinencia en vez de sufrirlos, soportarlos y pasarlo mal.

LOS PACIENTES ENTRAN AL CONSULTORIO A PEDIR LÍMITES. Con las drogas


aparecen las psicopatías, se trata de familias y ambientes que simplemente enuncian la ley
pero son incapaces de sostenerla. Esta contradicción o ambivalencia es fatal.

Es importante ejercitar a los niños en la frustración. Esto no se hace hoy en día. Enunciar la
ley y sostenerla: no sucumbir a los chantajes. Hacerlo con coherencia y ternura.

Lo más difícil es que se separe de sus amigos consumidores.

71
Antes de la muerte física a los adictos les llega la muerte de su proyecto vital, que no es
otra cosa que eso que te hace levantar con ganas cada mañana. La marihuana se asocia a
esta pérdida del proyecto de vida. Los adictos se convierten en niños emocionales, no
quieren crecer porque no tienen herramientas para afrontar la vida que se les presenta como
“demasiado dificultosa” Justamente los momentos de recaídas son “el nacimiento de un
hijo” o un “ascenso laboral” Que son situaciones que los desbordan.

La interdisciplina es fundamental.

Niveles de prevención:
1- Evitar el primer contacto
2- Evitar que el consumo se torne un consumo problemático
3- Disminuir los daños en el consumidor problemático, reducción de daños.

Esta reducción de daños se realiza mediante la administración de drogas legales


sustitutivas, menos dañinas, bajo control médico. Por ejemplo darle sustituto de opioides
(metadona) a los consumidores de aceptobron (la “heroína” argentina). Se trata de elegir el
mal menor, reduciendo los síntomas de la abstinencia. En caso de alcohólicos se sustituye
el alcohol por benzodiacepinas, dos o tres trapax por día, de modo que se reducen los
síntomas y se le da tiempo al paciente para que pueda hallar herramientas internas y
desarrollarlas. No hay un síndrome de abstinencia a la cocaína, solo aparece el nerviosismo,
la ansiedad por no poder consumirla. Si existe síndrome fuerte de abstinencia al alcohol y a
los opioides (en este último caso, el paciente no puede ni levantarse de la cama, es la
abstinencia más devastadora)

La prevención puede enfocarse desde diferentes modelos:

- Prohibicionista (drogas=delito)
- Modelo médico sanitario (drogas=enfermedad)
- Modelo psicosocial (refuerzo de actitudes)

Para el modelo abstencionista, el sujeto no puede decidir por su cuenta. Se prescribe la


internación compulsiva. La internación está sobrevalorada por las familias, aparece un
pensamiento mágico, “enviar al impuro a un lugar mágico para que lo limpien y vuelva
como nuevo” Es el pensamiento mágico que también espera que “el esfuerzo lo haga otro”
“depositar el objeto averiado y salir corriendo”

Tanto el adicto como la familia del adicto desean esa recompensa sin esfuerzo, la
inyección de dopamina.

72
HISTORIA CLÍNICA:
Edad de inicio

Tiempo de consumo

Historia de consumo (con qué empezó, con qué drogas siguió, qué consumió el último mes)

Patrón de consumo

Vías de administración

Tratamientos previos

Características médicas del paciente (otros trastornos y enfermedades)

Grupo familiar (escolaridad, trabajo, situación legal)

Evaluación de la gravedad del consumo (determinar si requiere internación o tolera un


tratamiento ambulatorio)

Se solicita un análisis de orina.

Se solicitan pruebas neurocognitivas (figura compleja de Rey- etc)

Primera etapa: desintoxicación

Segunda etapa: deshabituación (ampliar el ancho de la cornisa. Dura toda la vida). Para
el alcohol se puso de moda hace unos años el uso de una droga “Revess” (un comprimido
diario) un disuasivo alcohólico que impedía incluso oler el alcohol sin descomponerse.

Tercera etapa: prevención de recaídas

73
SUSTANCIAS DE ABUSO. NEUROBIOLOGIA DE LA
ADICCION.
Dra Silvia Martinez

 Vía mesolímbico dopaminérgico cerebral


- vía de la DOPAMINA
- circuito encargado del placer y la recompensa
- integrado por el ATV del cerebro con haces hacia Núcleo Accumbens
- por su estimulación se provoca Placer (autolimitado)
“REFORZAMIENTO BIOLOGICO”
- Sistema autorregulado por retroalimentación (saciedad)
En la dependencia a drogas de abuso:
- la sensación se prolonga en el tiempo
- sin freno e ilimitada

CONCEPTOS
 ADICCION

ADICCION
(Etim. del latín “addicere”, “addictus”:
dar consentimiento a algo, entregado a,
abandonado a...)

 La adicción a las sustancias, al juego, etc. lleva a la persona a


perder la libertad sobre su propio comportamiento, a la
pérdida
en el plano social, afectivo, familiar, económico, laboral, etc.

 Presenta Epifenómenos: (comorbilidad) como psicosis,


depresión, negligencia (“accidentes”), HIV, hepatitis, etc.

74
TOLERANCIA
 Cierto tipo de sustancias tiene la capacidad de provocar en el organismo de los consumidores
un fenómeno llamado tolerancia o acostumbramiento. Esto quiere decir que quién usa la droga
necesita cada vez mayor cantidad o dosis para obtener el mismo efecto. Este es el proceso que
hace adicta a la persona, hasta llegar a depender totalmente de dicha sustancia. Ej. alcohol

DEPENDENCIA
Es el apego de la sustancia al individuo de tal forma que la suspensión brusca genera sindrome
de abstinencia, lo cual hace que el consumo se sostenga en el tiempo.
TIPOS DE DEPENDENCIA
 FISICA
Estado que resulta de la adaptación (“tolerancia”) producida por el reajuste de ciertos
mecanismos del organismos ante la administración repetida de la droga
 PSICOLOGICA
Uso compulsivo “craving” deseo intenso para experimentar los efectos

SÍNDROME DE ABSTINENCIA
 Cuando se suspende la administración de una sustancia con capacidad de generar tolerancia,
se produce un cuadro que es totalmente opuesto al que la droga producía al consumirla

CLASIFICACION DE SUSTANCIAS según su efecto


DEPRESORES (Psicolépticas)
- sedantes - hipnóticos
- alcohol
- Benzodiacepinas
- barbitúricos
- GHB
- analgésicos- narcóticos
- opio y derivados de la morfina (heroína, codeína, nalbufina, dihidrocodeinona, etc.)

ESTIMULANTES (Psicoanalépticas)
- anfetaminas y anorexígenos relacionados (mazindol, fenproporex, pemolina, fenilpropanolamina, etc.)
- cocaína, pasta-base, crack, etc.
- Efedrina, Pseudoefedrina, fenilefrina
- cafeína y “bebidas energizantes”
- nicotina
- antidepresivos

ALUCINOGENAS (Psicodislépticas)
– Marihuana
– Solventes volátiles
– LSD – fenciclidina
– MDMA (“éxtasis”)
– nitritos de amilo, isobutilo (“poppers”)
– Medicamentos: ketamina, trihexifenidilo
– Plantas: chamico, floripondio, etc.
– Hongos: psicocibina, psilocina, cucumelo, etc.
– Cactus: mezcalina (“Peyote”,” San pedro”, etc.)

75
ALCOHOL ETILICO
TOXICOCINETICA
Absorción
Se produce por distintas vías como son:
- vía inhalatoria: a través de vapores de alcohol o por exposición laboral
- vía percutánea: en recién nacidos o lactantes a través de paños de alcohol
- vía digestiva: es la más frecuente.
- Se absorbe en un 20% a nivel de estómago y 80% en el duodeno.
- Se retrasa con la ingestión de alimentos especialmente de tipo graso.

Los niveles de etanol en sangre pueden variar en función de factores:


- Dietéticos
- Genéticos
- Farmacológicos

La absorción aumenta:
- Bebidas de graduación moderada
- Motilidad intestinal aumentada
- Ayuno
- Ingesta de alimentos en pequeña cantidad
- Alimentos ricos en H de C

La absorción disminuyen:
- Bebidas de alta graduación
- Aumento del pH gástrico
- Ingestión de grandes comidas
- Aumento de la diuresis

Nivel plasmático: comienza a los 5’ – 10’


nivel pico a los 30’ – 90’
desaparece a las 8 – 10 hs pos-ingesta

Vol. de distribución: 0,6 – 0,7 L / kg

Velocidad de eliminación: 0,10 – 0,15 g/ kg /hora (120 mg / kg / hora)

Biotransformación: El 95% se oxida

ETANOL ACETALDEHIDO ACIDO ACETICO


ALCOHOL ALDEHIDO

76
DESHIDROGENASA DESHIDROGENASA

Biotransformación hepática del alcohol


Interacciones

1) Alcohol deshidrogenasa (90-98% consumido).


2) CYP-450 (CYP2E1).
Alcohol
 Ingesta aguda:
inhibición enzimática

Acetaldehído  Ingesta crónica:


inducción enzimática
Acetaldehído
deshidrogenasa

Acetato
Metabolito tóxico
 Efecto disulfiram

Eliminación:  por riñón = 1,3 = orina


1 sangre

 por pulmón = 1 = 0,0005 = aire expirado


2000 1 sangre

Utilidad  ALCOTEST
Según estudios " el alcohol está presente en el 49% de los accidentes de tránsito mortales.
Valores máximos de alcoholemia permitidos (Ley Nacional N° 24788 - 1997)
– 50mg% (para autos particulares)
– 20 mg% (motos)
– 0 mg% para transporte de pasajeros, conductores de carga, menores.

Relación entre el nivel plasmático y los síntomas


20-30 mg/dl:
- Afectación del control motor fino
- afectación del humor
- desinhibición

50 -150mg/dl:
- Deterioro leve-moderado de las funciones cognitivas,
- Dificultad para grandes habilidades motoras - “DIFICULTAD PARA LA CONDUCCION”

>150 mg/dl:
- Ataxia, disartria, grave deterioro mental y físico

200-300 mg/dl:
- Naúseas, vómitos, diplopía, alteraciones del estado mental

>300 mg/dl:
- Coma, hipotensión e hipotermia

400-900 mg/dl:
- puede ser Letal (depresión respiratoria, estupor, convulsiones, shock , coma y muerte)

TRATAMIENTO DE LA INTOXICACIÓN ALCOHÓLICA MODERADA


- Vigilancia estrecha durante las primeras 24 horas.
- NO medidas de rescate por depresión del sensorio
- Durante primeras 8 hrs. glucosa al 10%.
- Reposición calculada de pérdidas hídricas.
- Tiamina IM 100 mg c/12 hrs.

77
- calor por medios físicos por hipotermia
- Control de signos vitales
- O2 con máscara
- Bicarbonato de Na por acidosis metabólica

ALCOHOLISMO CRONICO

¿Cómo se define el alcoholismo?


La OMS (Organización Mundial de la Salud) define el alcoholismo como la ingestión diaria:
 de más de 50 gramos de alcohol en caso de las mujeres (10 vasos de vino o tres whiskys)
 y de 70 gramos en hombres (14 vasos de vino o cuatro whiskys).

Gramos de alcohol (etanol) por dosis de bebida habitual en centilitros (cl):

Gr = graduación por volumen X 0,8

Factores que pueden condicionar dichas lesiones:


- Tiempo
- Susceptibilidad individual
- Cantidad

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
 Trastornos neuropsiquiátricos
o Polineuropatías de MMII
o Encefalopatías, síndrome de Wernicke-Korsakov
o Deterioros psicoorgánicos con déficit global de las funciones cognitivas: memoria, capacidad de abstracción...
o Trastornos psicóticos: alucinaciones y celotipias
o Trastornos afectivos: crisis depresivas, estados de ansiedad...
 Sindromes de Abstinencia
o Cuadros de ansiedad y temblor con más o menos problemas cognitivos
o insomnio
o convulsiones
o alucinosis alcohólica
o Delirium tremens: Alucinaciones, zoonopsias, agitación incesante
 Complicaciones digestivas:
o Hipertrofia parotídea
o Reflujo gastroesofágico
o Gastritis alcohólica aguda y crónica
o Síndromes diarreicos y de malabsorción
o hepatitis aguda alcohólica
o esteatosis hepática (hígado graso)
o cirrosis
o pancreatitis aguda y crónica
 complicaciones cardiovasculares
o hipertensión arterial
o miocardiopatías,
 complicaciones hematológicas
o Anemias hemolíticas
o Anemias megaloblásticas
o Anemias carenciales hipocrómicas
o Leucopenia asociada a alcoholismo crónico
o Disminución de la capacidad de migración de los leucocitos
o Leucocitosis asociada a hepatitis alcohólica aguda
o anemia aplásica (lesión de la médula ósea),

 Otras complicaciones
o cuadro de feminización en el hombre por falta de metabolización de estrógenos en el hígado:
 por ej. de atrofia testicular, ginecomastia, etc.,
o déficit de vitaminas (especialmente B),
o mayor predisposición de cáncer de esófago, faringe, lengua, boca, etc
o Infecciones graves
o Efecto sobre los hidratos de carbono:

78
 Si existe suficiente depósito de glucógeno hepático  Hiperglucemia
o Efecto sobre los lípidos
 Mantiene e incrementa el contenido plasmático de lípidos (triglicéridos)  Hipertrigliceridemia
o Efecto sobre las proteínas
  de la tasa de aa aromáticos  Hipoproteinemia
 Hiperuricemia  Crisis gotosas

COCAINA
FORMAS DE CONSUMO
 Hojas de coca : Se utiliza en forma de “Coqueo” de “acullico” o masticación de las hojas de coca.
 Pasta base (basuco, paco)
- sulfato de cocaína, producto no refinado del primer proceso de extracción
- se maceran las hojas con ac. sulfúríco u otros productos químicos (éter, kerosene, etc.) .
 Clorhidrato de cocaína
- A partir del sulfato de cocaína, tratado con ácido clorhídrico y luego extracción con acetona y etanol.
- El aspecto es de un polvo blanco, cristalino o cristales incoloros que habitualmente se consumen No puede ser fumada
(no resiste el calor). La forma más utilizada en nuestro medio
 Cocaína base (“base libre”) free-base
Se prepara a través de la cocaína en polvo, liberando el alcaloide de los iones clorhidrato por tratamiento con solventes
volátiles, amoníaco, éter. El resultado es un polvo blanco-pardusco que se inhala o se fuma.
 Crack
Se produce por ebullición del clorhidrato en solución de bicarbonato de Na para que se evapore el agua.
El término "crack" se refiere al sonido crujiente que se escucha cuando se fuma. Pipas de cristal

MECANISMO DE ACCION

Potentes agonistas de dopamina: activan el sistema mesolímbico y refuerzan el comportamiento adictivo.


Aumentan la concentración de dopamina en el núcleo accumbens.

Se une e inactiva las proteínas transportadoras de Catecolaminas, bloqueando fundamentalmente la recaptación de dopamina y
menos de nordrenalina, actuando como agonista DA y NA

79
DOSIS EFECTIVA
Aumento de la actividad psicomotriz
Aumento de la capacidad física y mental
Mejoría del ánimo. Sensación de bienestar
Verborragia, euforia
Aumento de la autoestima
Anorexia, Insomnio
pupilas dilatadas y reactivas
Taquicardia, palpitaciones, arritmias,
Dolor torácico,
Hipertensión arterial
Mareos, cefalea, temblor
Reflejos tendinosos hiperactivos
Sudoración, escalofríos
hipertermia
Puede cursar con un grado de agitación variable, estado sensorial confuso,,,

INTOXICACION AGUDA : “Sobredosis” de cocaína: (¿existe una “dosis”?)


Taquicardia
Hipertensión arterial
Dolor anginoso
Arritmias supraventriculares y ventriculares
Midriasis
Contracturas, bruxismo
Hipertermia con “rigidez” aumento de CPK
Temblores
Boca seca, sudoración
Náuseas, vómitos
Agitación, irritabilidad, hiperactividad, Excitación psicomotriz, Cuadro de manía
Estado sensorial confuso, Alucinaciones, delirio
Convulsiones

INTOXICACION AGUDA - COMPLICACIONES


Arritmias, Taquicardia y fibrilación ventricular
Isquemia miocárdica e insuficiencia cardiaca
Infarto cerebral o medular
Infarto intestinal
Hemorragia intracerebral
Disección aórtica
Rabdomiólisis con IRA y hepática

80
CID (Coagulacion Intravascular Diseminada)
Hìperpirexia severa
Convulsiones generalizadas
insuficiencia respiratoria
muerte súbita

SINDROME DE ABSTINENCIA
- Tolerancia a corto plazo. Puede aparecer a las 24 hs o varios días o semanas después de interrumpir el consumo.
Ansiedad, agitación psicomotriz
Depresión
Disforia
Fatiga generalizada
Dolor muscular
Aumento del apetito
Somnoliencia
Anhedonia
Deseo vehemente por el consumo “craving”

MARIHUANA
MECANISMO DE ACCION
• actúa sobre la terminal dopaminérgica en receptores presinápticos de tipo endógeno de cannabinoides CB1 del SNC
situado en hipocampo, globus palidus, corteza cerebral, lóbulos frontal y temporal, cerebelo, sistema límbico, etc.
• El hipocampo tiene ↑ concentración de receptores de THC con afectación de la memoria alterando su funcionamiento
normal.
• Existen ligandos naturales como la ANANDAMIDA (Cannabinoides endógenos)

SÍNTOMAS EFECTIVOS
• efecto bifásico:
– fase inicial de estimulación: euforia, bienestar, placer, aumento de la percepción, ansiedad
– fase posterior donde predomina la sedación: relajación, somnolencia, sueño, efecto sedante  a alcohol
(“ebriedad cannábica”)
– Locuacidad
– hilaridad espontánea, risa fácil
– pánico, ansiedad, depresión
– impulsos irresistibles
– aumento del apetito
– megalomanía
– agudización de las percepciones visuales, auditivas y táctiles
– leve distorsión del espacio y tiempo.
– En algunos casos: cambios conductuales con euforia y ansiedad, disforia, síntomas paranoides y/o pánico,
que habitualmente desaparecen de forma espontánea en pocas horas.

• síntomas físicos:
• taquicardia, aumento de la presión arterial
• inyección conjuntival, ptosis palpebral
• disminución de la PEO (presión endoocular)
• sequedad de boca, sed
• aumento del apetito (de cosas dulces)
• supresión del sueño REM
• broncodilatación

COMPLICACIONES
El uso diario y por periodos prolongados puede producir alteraciones:
• sobre la coordinación motora
– lenguaje incoherente, alteración del equilibrio, incoordinación motora, ataxia

81
– disminución de la fuerza muscular, lentitud de los reflejos, percepción, tiempo de reacción, atención,
concentración, etc.
– disminución de la visión periférica.
– Altera la percepción de profundidad y distancia
 todo lo anterior puede producir el aumento del riesgo de accidentes (al conducir vehículos
o manejo de maquinaria)
– alteración de la funciones motoras complejas
– Efectos similares al alcohol y benzodiazepinas

• sobre la memoria  alteración de la memoria reciente, confunden pasado, presente y futuro


• Sobre la velocidad de procesamiento de la información
• Sobre la resolución de problemas
 todo lo anterior produce disminución del aprendizaje y rendimiento escolar
• Sobre la percepción:
– síntomas de suspicacia
– ideación paranoide
– sensación de lentitud en la percepción del tiempo y retraimiento.
– aumento de la sensibilidad a los estímulos externos, los colores se perciben más brillantes y los sonidos más
intensos.
– alteración de la percepción del tiempo y espacio, de los colores
– aumento de la agudeza visual y auditiva.
– sensación de irrealidad del propio ser (despersonalización) o desrealización (a > dosis)
INTOXICACIÓN AGUDA:
- a mayores dosis (tóxicas  incremento de la senso-percepción
- alucinaciones (predominantemente visuales), ilusiones
- delirio “psicosis cannábica”, paranoia
- Alucinaciones visuales
- pensamiento confuso, desorientación
- Cambios de la imagen corporal
- ansiedad, ataques de pánico, fobias
Tratamiento de la psicosis: mantener en ambiente relajado - BDZ

OTROS EFECTOS
• trastornos de ansiedad
• anhedonia
• ideación suicida
• Depresión
• Trastornos del sueño
• Trastornos sobre la conducta alimentaria
• Efectos sobre el aparato respiratorio
– daño causado por hachís y marihuana es mucho mayor que el ocasionado por el tabaco.
– fumar un porro = a 18 cigarrillos de tabaco en rel. a cáncer, sinusitis y enferm respiratorias.

EFECTOS CRONICOS
 Efectos cognitivos:
 Alteración de:
 aprendizaje, atención, memoria reciente
 dificulta la retención de sucesos vividos bajo sus efectos
 capacidad de concentración, atención
 dificultad en:
 sostener y modificar la atención
 enfrentarse a las demandas de cambios en el ambiente
 registrar, procesar y usar información
• Conducta agresiva
• Flashbacks
– recurrencias transitorias, espontáneas de percepciones, sensaciones y vivencias que se experimentó bajo
influencia de alucinógeno.
• Delirium
• Síndrome amotivacional
• En consumidores de cannabis a dosis elevadas y durante un tiempo prolongado

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• deterioro en la personalidad del sujeto que consume
• pérdida de energía, abulia, apatía , desinterés
• limitación de las actividades habituales, torpeza
• incapacidad para desarrollar planes futuros
• indiferencia afectiva
• abandono personal
• estado de pasividad e indiferencia
• disfunción generalizada de las capacidades cognitivas, interpersonales y sociales
• desgano para cualquier actividad prolongada que requiera atención o tenacidad.
• extremadamente perezoso.
• pobre desempeño escolar y laboral, ya que suelen presentar dificultades para el estudio y aprendizaje.

EFECTOS FÍSICOS GENERALES:


 Disminución de testosterona
 bronquitis y rinosinusitis crónica con tos y expectoración mucosa, broncoespasmo
 efecto inmunosupresor

SME DE ABSTINENCIA
• Raro debido probablemente a la prolongada V 1/2
• irritabilidad, inquietud, insomnio
• Disminución del apetito
• Pérdida de peso
• Insomnio, Temblor, Escalofrios
OTROS ALUCINOGENOS
EXTASIS
Derivado de la metanfetamina (MDMA). Es una sustancia completamente sintética. Se administra por vía oral en forma de comprimidos.
Se utiliza en las fiestas electrónicas o “raves” en dosis de 1 - 2 o más pastillas por noche. Alcanza su concentración máxima en 2 hs. La
V1/2 se estima en 8 hs por lo tanto dura en el organismo 40 hs (resaca  2 días) .

EFECTOS AGUDOS
• Aumento del estado de alerta y de la resistencia
• Sensación de energía y disminución de la sensación de fatiga
• Sensación de euforia, bienestar
• Agudización de la percepción sensorial
• Sociabilidad, extroversión
• Tensión muscular, contracción de la mandíbula, bruxismo.
• Movimientos continuos de las piernas
• Rigidez y dolor lumbar y de los músculos de las extremidades.
• Rabdomiólisis, mioglobinuria, IRA
• Elevación de la temperatura corporal, hiperpirexia
• Sudoración profusa, deshidratación
• Toxicidad hepática
• Cefaleas, pérdida de apetito, visión borrosa, sequedad de boca, etc.
• Aumento de la frecuencia cardíaca y de la PA, taquicardia, ACV, insuficiencia cardiaca
• Hiperactividad, fuga de ideas, incapacidad para concentrarse, insomnio
• Alucinaciones, despersonalización, ansiedad, agitación, conductas bizarras
• desorientación, depresión psíquica
• convulsiones o coma.
• crisis de pánico, ideación paranoide, gran agitación psicomotriz, pérdida asociativa y cambios afectivos todo
ello con un sensorio relativamente conservado.
• La muerte se produce por hipertermia severa (> 42º), convulsiones, coma, taquicardia ventricular, CID, acidosis
metabólica, rabdomiólisis e insuficiencia renal aguda y asistolia.

PLANTAS
Floripondio, chamico
Efecto farmacológico: Cuadro anticolinergico
Tratamiento: Fisostigmina (fármaco colinérgico)

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LSD, PCP (fenciclidina)
EFECTOS PSICOLOGICOS y físicos:
Producen euforia y alteraciones de la percepción:
- alucinaciones:
- auditivas, visuales “ven los sonidos, escuchan los colores”
- temporales: superponen presente, pasado y futuro
- ilusiones visuales, macropsias, micropsias
Labilidad emocional: pasan de la alegría al temor
Alteración del juicio: suicidios, homicidios
“Mal viaje”: ataques de pánico durante el consumo
Somnoliencia, Ataxia
Midriasis, Aumento de la PA, Taquicardia
Hiperreflexia, Hipertonía
Temblor, Mareos, Piloerección
Aumento de la temperatura, convulsiones

EFECTOS CRONICOS:
Flashbacks (repeticiones de la experiencia de los efectos de la sustancia )
Psicosis, estados paranoides, depresión

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CONSTRUCCIÓN CULTURAL DE LA
SUBJETIVIDAD
Un recorrido por textos de Emiliano Galende
Ps. Beatriz Correa

El presente texto pretende responder a un interrogante que emerge en el seminario


en referencia a la temática de los valores personificados en la dinámica familiar de los
Simpsons. En ese contexto alguien preguntó: “¿Y todo esto para qué nos sirve?”, veamos
entonces algunas producciones de Emiliano Galende para poder esclarecernos.

“Si queremos entender lo que ocurre en la vida de los individuos actuales,


desentrañar los procesos de la subjetividad que los lleva a determinados síntomas de
malestar psíquico, y a la vez queremos dirigir racionalmente las respuestas que debiera
tener una atención fundamentada en los principios de salud mental, debemos comprender el
mundo en que vivimos”, y, posteriormente agrega: “Si queremos comprender los nuevos
malestares psíquicos y sus formas de expresión actual, creo que estamos racionalmente
obligados a entender el nuevo desenvolvimiento de la sociedad en que vivimos”; por esta
razón “la investigación de la subjetividad consiste básicamente en la interrogación de los
sentidos, las significaciones y los valores, éticos y morales, que produce una determinada
cultura, su forma de apropiación por los individuos y la orientación que efectúan sobre sus
acciones prácticas. No existe una subjetividad que pueda aislarse de la cultura y la vida
social, ni tampoco existe una cultura que pueda aislarse de la subjetividad que la sostiene.
Esta mutua determinación –en verdad, mutua producción- es nuestro punto de arranque, ya
que la subjetividad es cultura singularizada tanto como la cultura es subjetividad objetivada
(en los productos de la cultura, las formas de intercambio y las relaciones sociales concretas
que la sostienen, pero también en las significaciones y los sentidos que organizan la
producción cultural)”

La fuerza que cobró en los últimos 30 años la globalización de la economía, cuyo efecto
mayor ha sido el ingreso del mercado y el consumo como valores supremos para el
desarrollo de las sociedades, y por lo tanto de los nuevos parámetros para el devenir de la
vida de los individuos, hacía previsible que ningún sector de la vida social y de la cultura
pudiera permanecer indemne a estos nuevos valores. El cambio cultual es determinante

85
para un cambio global de los conceptos y prácticas de la salud mental y por cierto también
para la salud mental a secas.

La integración de los individuos a la sociedad depende simultáneamente del empleo y el


ingreso económico, del conjunto de sus relaciones sociales y comunitarias, y de los
recursos simbólicos con que cuente y que le permitan interactuar en los intercambios de su
cultura. La integración social trae implicancias en la subjetividad y los nuevos malestares
de la existencia que éste camino conlleva.

La cultura como medio simbólico esencial a la vida del hombre está siempre atravesada
por las vicisitudes históricas, las épocas o momentos de una civilización. Pero estos
cambian sus formas de expresión, es decir, los significados y valores que generan los
entendimientos prácticos entre sus miembros y regulan su moral y sus comportamientos,
pero no cambian la necesidad intrínseca del hombre de contar, y de ser parte, de una
cultura, ya que ésta constituye la organización de su vida con los otros.

En la actualidad, los nuevos productores de la cultura son los medios masivos de


comunicación, la T.V, el cine, los videos, y, sobre todo, la publicidad; pero todos ellos
actuando en el interior del nuevo fenómeno de las redes informáticas, que han incorporado
por una parte importante de los individuos de todo el mundo, introduciendo un nuevo
fenómeno de lo “virtual”. Todos recurren a la publicidad y la amplitud del uso de las redes
informáticas; los políticos, las empresas, los gobiernos, las religiones, las instituciones
educativas, etc, El pasaje de la propaganda a la publicidad es altamente significante de este
giro: ya no se trata de difundir ideales, de propagar ideas o debatir conceptos, sino de
generar creencias a través de las imágenes de la publicidad. Ya no es necesario convocar al
pensamiento con ideas, se trata de captar al sujeto con impresiones inmediatas no
reflexivas, y para esto se necesita las imágenes y la velocidad de las impresiones.

Si bien los hombres de todos los tiempos han alimentado la ilusión de alterar la
conciencia de sí a través de diferentes procedimientos o drogas, este proceder se vinculó a
ciertos rituales festivos y colectivos. El alcohol, ciertos alucinógenos, el tabaco, más tarde
el opio, etc. formaron parte de la fiesta colectiva o del ritual. Su consumo permitía
suspender, por un tiempo de algarabía, el peso de la existencia cotidiana, sobrellevar los
duelos, extraviarse de sí. Con frecuencia este consumo de la droga se nombraba como “el
viaje”, un irse fuera de la propia existencia. Aún mantenemos mucho de ese deseo de
alterar la conciencia con el consumo del alcohol, tabaco, u otros productos durante nuestras
fiestas, cualquiera sea el motivo de las mismas. No es de este consumo del que se trata

86
ahora, el consumo ya no es ritual ni colectivo en el sentido tradicional. No hay que
confundir el consumo de éxtasis, la cocaína, bebidas energizantes o alcohol, en una noche
de festival musical o “boliche”, con una fiesta colectiva o ritual. Se trata de muchos juntos
que están a la vez solos, su consumo está dirigido a alterar la conciencia pero sólo para
eliminar inhibiciones, potenciar el rendimiento sexual, eliminar la fatiga del cuerpo,
suspender el peso de la existencia cotidiana, olvidarse por un rato de quienes son, sentirse
por una noche que por medio de la droga han devenido un “otro”, potente, sin fatiga, sin
dolor.

Eliminar los síntomas afectivos y emocionales que nos hacen presente a la conciencia de
nuestro malestar en la vida que llevamos, es devenir otro de lo que se es. Esto supone el
deseo de desubjetivación, de un existir eliminando el malestar de la vida que porta el sujeto:
“La ilusión de no ser”, ilusión de suspender la condición subjetiva que nos hace presente lo
que somos y lo que vivimos.

En nuestra cultura se ha instalado el “parecer” como un valor dominante sobre el ser: es


decir, así como en la cultura se instaló la preocupación por parecer más joven, más delgado,
más bello, “ser otro”, suplantando el valor del ser en la consistencia de la continuidad
histórica de la identidad, en la política surgió el dominio de la “imagen del candidato”, ya
no su pensamiento y su historia, sino aquello que se pretende ven der como verdadero pero
construido por el engaño y la amnesia de lo realizado. Este afán de ser otro de lo que se es,
no se limitó a la política, se extendió como rasgo central de la nueva cultura y está en la
base de lo que el mercado nos acostumbró a entender por “consumidor”.

Las identidades sociales tradicionales han estado fuertemente ligadas al oficio, la


profesión, al trabajo, a la filiación, al territorio de nacimiento o de vida. El sujeto moderno
es reconocido por su filiación (su nombre); su oficio (profesor, metalúrgico, plomero, etc.);
su historia y su lugar (de tal pueblo, de tal comunidad). Esta constitución de la identidad ha
entrado fuertemente en crisis en la vida urbana actual. Su reemplazo más notorio es el
consumo. De diversas maneras todos los habitantes están situados y clasificados en base a
su condición de consumidores. Los objetos de consumo, las marcas de los objetos, su
precio, etc., definen socialmente el quien es cada cual. Si observamos la publicidad actual
visualizaremos que la oferta de productos están fuertemente acompañados con slogans que
se dirigen al ser, a la apariencia social que puede brindarle tal objeto; desde el automóvil a
las zapatillas, desde el jean al frac, desde el vino en tetra-brik al “buen varietal”; todo
consiste en un llamado a “ser” eso que el objeto posea lo sitúa en una identidad social. El
ser deviene idéntico al valor social del objeto que consume.

87
Esta es una dirección de producir identidad social: del objeto al ser. Nos invitan por este
medio a ser otro de lo que somos. Pero también la dirección es inversa: del ser al objeto. Es
decir, de transformar al ser en un objeto más de consumo. Todos pueden devenir un objeto
para utilizar, comprar, desechar. Algunos hablan de “producirse” o de “venderse” bien,
cuando en el afán de algún éxito se muestran como siendo otros. Se puede dejar de ser feo o
viejo con alguna cirugía, todo orden natural puede alterarse si se tiene capacidad de
consumo. Todo el consumo ahora está dirigido a generar la ilusión de que podemos ser otro
de lo que somos.

Las drogas lícitas y las ilícitas (¿Quién y cómo podrá definirse la dificultosa línea que
distinga lo lícito o ilícito de un consumo lanzado como valor?) vehiculizan un antiguo
deseo del hombre: poder suspender por un instante el peso de la vida en común, interrumpir
la conciencia, deshacerse del malestar de las emociones y los sentimientos, potenciar las
respuestas del cuerpo hasta el límite, eliminar la tristeza y el dolor del alma. Pero esto sólo
dura un tiempo; todo lo que pretendemos silenciar retorna, a veces bajo formas más crueles
y más dolorosas.

Galende afirma: “los problemas de los rasgos de esta nueva cultura se relacionan
con los problemas prevalentes del sufrimiento mental”. Para explicar esto nos dice: “Lo
social y lo cultural no existen por fuera de las personas, la interioridad del sujeto es cultural
y social, tanto como que lo que llamamos cultura y sociedad no son más que formas
prácticas de existencia de la subjetividad, en definitiva, productos de la construcción y del
devenir de los hombres y mujeres cuya existencia sólo se sostiene en la vida en común, es
decir construyendo sociedades, y esa vida social necesita de un mundo simbólico,
principalmente del lenguaje y la palabra, para intentar entenderse y desarrollarse”. “La
cultura, el mundo simbólico, es esencial al hombre, como lo muestra la historia. Atraviesa
las vicisitudes de cada época, ella refleja modos de construir significados y valores,
produciendo rasgos subjetivos que deciden sobre los comportamientos prácticos de los
individuos”. “El lenguaje de esta cultura es un lenguaje empobrecido, falto de palabras,
impulsa a ritmo veloz a la pura sensación de las imágenes, las impresiones fugaces, el
pasaje al acto que evita la pausa que requiere el pensamiento y la reflexión”

Este lenguaje empobrecido de la cultura actual no puede comprender y expresar la


pluralidad contradictoria de lo real. Podrá influir sobre la subjetividad desencadenando
anhelos de velocidad, de ritmo, de imágenes y sensaciones que faciliten un estar con los
demás sin tener en cuenta a los demás, abstraídos en sus propias sensaciones, suspender al
sujeto de la razón, alejar de sí la exigencia de la reflexión, permitirle “objetivar” al otro
para hacer posible su uso ocasional y efímero. Pero la subjetividad no está abolida, y paga
con sus malestares y sus síntomas esta nueva velocidad de la vida. Los más destacados de
esta situación son las personas con adicción y las personas con depresión: las primeras
porque nadie mejor que ellas muestran este anhelo de suspender la subjetividad, alterar la
conciencia, para suprimir al sujeto de la misma; las segundas porque en su fragilidad

88
muestran la imposibilidad de ilusiones de futuro, haciéndose cargo de lo cotidiano de la
pérdida de aquello que se creía a salvo de las contingencias; su fragilidad y su tristeza son
también los sentimientos en la sociedad de un vivir en la inseguridad, sin un horizonte
cierto.

“Los valores de esta cultura postmoderna son la expresión de una nueva hegemonía social,
detentada por las formas de individualidad propias de los valores de mercado que dominan
al mundo y que encuentran su expresión mayor en los modos de vida de las clases medias
urbanas.” (Galende)

Para los valores de esta cultura el problema no consiste en conocer la realidad, explicarla,
comprenderla o transformarla por el conocimiento acabado de la misma. El objetivo es ser
eficaces sobre ella, es decir, poder dominarla. En este objetivo la experiencia de la realidad
no es determinante, como sí lo es captar sus imágenes y actuar sobre ellas, porque es de ese
modo que se logra dirigir la experiencia de los individuos, como lo muestra el éxito de la
publicidad. Aquello que los individuos perciben y creen conocer de la realidad proviene de
las imágenes que la representan y que intermedian su experiencia de la misma. Gran parte
de los hechos de la realidad sólo resultan reales y verdaderos si han logrado pasar a la
pantalla del televisor y son sus imágenes las que conforman el conocimiento de la misma.
Vinculado con este dominio de la sensación y de la imagen sobre la representación, es
observable cómo para muchos individuos algunas representaciones se transforman
automáticamente en símbolos Las remeras con imágenes de personajes famosos, ciertos
rasgos como el corte de cabello, el uso de apliques metálicos, colores, determinada ropa,
etc., refieren al personaje famoso que las usa, como si se tratara de un significado puro que
hace vivenciar a quien lo usa su referencia al famoso. NO CONSTITUYE
IDENTIFICACION SUBJETIVA SINO PERTENENCIA.

Galende también enfatiza que como consecuencia del individualismo al que conduce la
cultura postmoderna, los lazos sociales de interacción y solidaridad se ven empobrecidos,
es así como: los expertos, el consumo, las drogas y los psicofármacos suplantan de algún
modo la necesidad de contar con los otros, para las relaciones de amor y la amistad, o al
menos están dirigidos a paliar los efectos de vacío interior y esta soledad cuando no se
cuenta con otros (¿es este el lugar que ocupa el consumo?)

Desde antaño y en diversas culturas, el hombre ha recurrido a ciertas drogas para evadirse
de la realidad, sobre todo cuando ésta resulta dolorosa. Lo nuevo del fenómeno actual
consiste en que millones de mujeres y hombres recurren a nuevas drogas para soportar
ciertos malestares de la vida social que son sufridos en sus cuerpos y sus mentes, pero
efectúan este consumo bajo la presión y el requerimiento imperioso de la integración social
y el mantenimiento de las relaciones con sus jefes, compañeros, maridos, amantes, etc. Se
trata de verdaderas drogas para la vida social, para sostener sus vidas “exitosas”, de
verdaderos triunfadores sociales, justamente en una sociedad cuya integración y
mantenimiento de las relaciones se han vuelto altamente competitivos y amenazantes.

89
Diversos autores han identificado a la publicidad con este cambio radical de valores
culturales, responsable de nuevos hábitos de vida y de una nueva moral. Pero obviamente,
la publicidad no es un ente autónomo ni maligno, es parte de las estrategias del desarrollo y
sostén de un nuevo ordenamiento social que necesita producir condiciones subjetivas
necesarias para su sustentabilidad. Ella es promotora de la creación de demandas y,
naturalmente, siendo esa su función, apela a todo lo posible para lograrlo. Como es obvio
no llama a la moral del trabajo, a la defensa de la familia, o a la consistencia de la identidad
social de los individuos. Su llamado atraviesa la conciencia y se dirige, para ser eficaz al
deseo inconsciente de los individuos, a fin de articularlo con la identidad del yo: para “ser”
es necesario satisfacer cierta necesidad, es decir, consumir bienes y servicios.

La incorporación de los jóvenes y los niños a estos valores y comportamientos del


consumo, es clave para expandir no sólo el consumo sino también para reproducir esta
nueva subjetividad. Naturalmente que esto modifica en buena medida los procesos
identificatorios que constituyen la subjetividad: ya no es el padre trasmitiendo un oficio al
hijo y mostrándose portador de los valores sociales de su identidad, ya no es tampoco el
hijo identificándose con los valores ideales del padre, ahora es frecuentemente el joven o el
adolescente el que se constituye como modelo de vida para padres y madres.

La subjetividad postmoderna ha roto con los valores de continuidad de la experiencia y de


pertenencia en su sociedad, se caracteriza más bien por la segmentación de sus estilos de
vida, habita varios mundos al mismo tiempo, la diversidad de sus identificaciones genera la
ilusión de una elección constante, de un decidir todo el tiempo sobre dónde, cómo, con
quién, de qué manera organizar la vida y proveerla de sentido, programar la cotidianeidad y
asegurar la permanencia. Y no sólo la planificación de la vida se ha transformado en una
elección y una decisión constante para los individuos de los sectores medios, también los
valores morales y los principios éticos que regulan su relación con los semejantes ya no los
percibe impuestos por una moral o una ética social, ahora son de decisión personal, debe
establecer por sí mismo los valores de su compromiso en la pareja, con los hijos, con los
otros con quienes se relaciona en el trabajo o la amistad. Una ética y una moral personal, si
es que eso fuera posible, parecen suplantar a la ausencia de referencias y principios sociales
que regulen su relación con la sociedad en que vive.

“Este individuo postmoderno se encuentra obligado a lograr el dominio personal de sus


relaciones, debe luchar por conquistar circunstancias sociales que le permitan vivir sin el
apoyo de la familia, los compañeros o el sindicato, debe forjar por sí mismo aspectos de su
identidad para adaptarse a las coordenadas de una sociedad diversificada y multifacética”.

90
La vida bajo estas condiciones exige fortaleza psíquica para asumir los riesgos,
riesgos de fracasar en el logro de un lugar social, de una identidad profesional. Requiere
fuerza para enfrentar la precariedad del empleo, la precariedad de la vida emocional en
pareja, la precariedad de la continuidad de casi todos sus vínculos. Bajo estas condiciones,
la vida postmoderna es también un aprendizaje de vivir en la inseguridad, aprender a
convivir con la desconfianza y con la sospecha en las posibilidades del devenir. Que los
individuos manifiesten una llamativa apatía por el pasado y las tradiciones, que el futuro
sea para muchos algo en lo que no pueden pensar o simplemente no sienten deseos de
proyectar sobre él ninguna promesa, no es más que la expresión de una determinación (o
una aceptación) de “vivir al día”, criterio que caracteriza la vida ordinaria de muchos de los
individuos de las grandes ciudades, sabedores de que no cuentan con recursos para
controlar o influir sobre las condiciones que influencian su existencia. En estas condiciones
“ser uno mismo” ha adquirido una fuerza y un consenso notables. Sobre todo cuando la
imagen del individuo pierde toda referencia estable en los otros y debe apuntalarla
constantemente en los objetos que hacen de emblema de su identidad individual.

Las nuevas identidades son frágiles, efímeras; la fragmentación es su carácter dominante.


La identidad burguesa, la que exploró el psicoanálisis y sirvió de modelo de toda identidad,
se constituía en sus basamentos como relativa a una historia de filiación y apego; la
temporalidad imponía el atravesamiento de pérdidas sucesivas que iban conformando una
subjetividad historizada. La “pérdida de objeto” daba cuenta de la asunción subjetiva de los
ideales y de una personalidad que se hacía sustancial en su apego a lo vivido. El individuo
moderno no podría ser pensado sin esta referencia a la historia de sus duelos sucesivos (del
padre, de la infancia, del territorio, de la juventud, etc.) y del apego a las pertenencias de su
vida.

Las identidades que se producen en esta nueva cultura reniegan de la pérdida y del apego,
se referencian en objetos del consumo, en su posesión y renovación constante, lo cual
produce una ilusión de identidad, ya que estas posesiones sólo pueden recubrir al Yo de una
débil máscara, como las joyas, la ropa, los objetos para el confort, la presencia en los
lugares del consumo. La identidad que estas posesiones pueden proveer tiene la fragilidad y
la duración de esos objetos de consumo. Al perderse no dejan nada al individuo, sólo lo
devuelven a un vacío que debe llenar nuevamente, ya que este yo sólo tiene la experiencia
de estar “provisto” o “desprovisto”, sin duelo ni identificación. Se trata de identidades que
mimetizan la velocidad del consumo, el desgaste, la renovación.

Este vivir al día, se relaciona con las producciones culturales donde priman las imágenes
y las sensaciones, en cambio la intelectualidad moderna pensó en una realidad cuyos
sentidos debían desentrañarse por medio de su interpretación, Por ejemplo frente a un
objeto cultural no se trata ahora de preguntar acerca de ¿qué piensas?, sino acerca de ¿qué
sientes?. Es a los parámetros de significación transmitidos por imágenes y sensaciones que
los individuos de las grandes urbes, ajustan el devenir práctico de sus vidas,
RENUNCIANDO a las preguntas por el sentido, al valor de la verdad, a la búsqueda de ella
en las ideas, al valor de las palabras para entender al mundo o transformarlo.
91
Este nuevo panorama cultural se hace carne en la subjetividad individual. En “De un
horizonte Incierto” Galende dice: “la cultura y la subjetividad, bajo condiciones
postmodernas, se funden en un mismo régimen de significación; el hombre y la cultura
interactúan bajo un pensamiento más operatorio y este pragmatismo es el sostén de las
conductas prácticas de tipo instrumental, se orienta en el mundo por las imágenes que le
hacen presente la realidad, ignorando su función de representación de la misma, su
experiencia de lo social se guía por sensaciones y no por la palabra; confía que todo está en
la superficie y se trata entonces de que cualquier cosa o persona para “ser” debe figurar en
la pantalla”

Este decaer de la palabra en la intermediación de sus relaciones con los otros, con la
realidad de su mundo y consigo mismo, debe entenderse a la vez como un proceso de
desubjetivacion, por supuesto parcial y no absoluta, ya que marca un giro en las relaciones
entre el pensar y el sentir en la experiencia del sujeto. Para Galende, el mayor ejemplo de
esta desubjetivacion , lo constituye las personas con adicción a las drogas: ya se trate de la
cocaína, del éxtasis, del hipnótico, de la anfetamina, del viagra o la heroína, pues como dice
Alain Ehrenberg:”si la depresión es la historia de un inhallable sujeto, la adicción es la
nostalgia de un sujeto perdido.”

Toda adicción entraña una lucha de una parte del sujeto contra su tendencia a la esclavitud
de un objeto del cual su necesidad se ha hecho imperiosa, Al mismo tiempo este objeto
adictivo tiene para él cualidades benéficas de protección, completud, amparo y sostén. Por
ejemplo, en la pareja adictiva el otro “llena” efectivamente la vida, lo cual lo convierte
necesariamente en otro amenazante y persecutorio. El objeto de la pasión adictiva está
investido de un narcisismo extremo, instalado en la fantasía de una posesión absoluta, tiene
que prestarse a “lo uso según mi necesidad; lo quiero según mi voluntad”. La contraparte es
la angustia catastrófica que invade a cada partenaire cuando surge la amenaza del
abandono, la separación, amenazas a la integridad del sí mismo. El objeto adictivo y el “sí-
mismo” se instalan en una lógica sin salida, apresados en vínculos de identificación mutua,
que hace imposible todo otro investimiento. Estas conductas hetero y autoagresivas no se
agotan en los rasgos de algunas parejas actuales sino que también se observa en la difusión
del consumo de drogas, la facilidad con la que se destruyen vínculos e identidades, el
aumento del suicidio entre los jóvenes, las depresiones severas reactivas, el incremento del
consumo de cerveza entre adolescentes y de muchas sustancias destinadas al “bienestar” –
estimulantes, anabólicos, productos dietéticos varios, etc.-

Muchos consumos adictivos son consumos culturales, en el sentido de que


responden a consumos extendidos en la cultura, transmitidos en gran parte por los
“famosos”, defendidos como expresión de transgresión a la cultura oficial. Todos obedecen
a rasgos semejantes, todos tratan de suspender al sujeto al menos en su capacidad reflexiva.
En relativamente pocos años, y acompañando estos cambios profundos en la cultura y la
vida social, los psicofármacos se transformaron rápidamente en un tipo de consumo

92
dirigido a soportar estas nuevas formas del sufrimiento social, integrando la lista de los
paliativos que el mismo progreso nos estaría ofreciendo: a la ansiedad, tranquilizantes; a la
distracción, TV, videos, para excitarnos y hacernos tolerable (y hasta placentera en
ocasiones) la soledad y la pérdida de otros vínculos sociales

Se ha producido un encuentro entre nuevos rasgos culturales y la oferta de la solución del


mercado para los síntomas del malestar que producen. A favor de la velocidad de la
existencia, la inmediatez de toda experiencia, el dominio de la imagen y la sensación sobre
el pensamiento y la palabra, que desembocan en la figura del “consumidor”, se está
configurando una nueva relación entre las pasiones y la razón, base de toda ética. La
consolidación del hombre como consumidor, permite la aparición de la oferta de
medicamentos para solucionar los síntomas que los nuevos rasgos culturales producen.

Entonces se interroga; ¿Es posible intentar “curar” los nuevos malestares que
consisten en la suspensión del sujeto y la palabra, con palabras? Teniendo en cuenta que el
camino que se sigue actualmente con el uso de medicación como tratamiento no es más que
seguir el mismo camino del trastorno (ignorar al sujeto y la palabra, cambiar una conciencia
que no quiere saber por una medicina que no quiere pensar); al menos intentar tratarlo con
la palabra es intentar desandar el camino que impuso la adicción, volver a considerar al
sujeto y sus razones a través del pensamiento y la palabra.

BIBLIOGRAFIA

 “De un horizonte incierto, Psicoanálisis y Salud Mental en la sociedad actual”,


Paidós, 1997
 “La interpretación” Galende y Barenblit, Barcelona 1995.-
 “Psicofármacos y Salud Mental, La ilusión de no ser”, Paidós, 2007.-
 “El sufrimiento mental y el Poder”Galende y Kraut, Paidós
 “Sexo y Amor, anhelos e incertidumbres de la intimidad actual”

93
LOS SEIS VACÍOS DE LA POSMODERNIDAD Y LAS
SUBJETIVIDADES ADICTAS
Ps. Eduardo Salas Ahumada.
En 1930 Sigmund Freud asocia las adicciones al “malestar en la cultura” Las drogas
eran presentadas por él como una de las posibles “soluciones”, siempre fallidas e
insuficientes, ante un malestar generalizado y estructural.

Una de las primeras preguntas que nos hicimos como Área Adicciones del Colegio
de Psicólogos fue la siguiente ¿Cuáles son las modalidades del malestar en la cultura de
hoy? Y más específicamente ¿Qué malestares vienen a quitar las adicciones en el siglo
XXI?

Esto me puso a buscar las fuentes de malestar en la misma constitución subjetiva


que la cultura actual promueve de modo enfático y compulsivo.

Con este programa en mente comencé a profundizar el estudio de los autores que
intentaron analizar nuestra época bajo el nombre de “posmodernidad”. Como resultado de
esta primera investigación obtuve de una serie de características epocales que
invariablemente todos ellos señalan. A continuación presentaré estas características para
luego pensarlas en relación a las subjetividades adictas del presente.

Los seis vacíos de la posmodernidad


Las concordancias encontradas en el relato que los autores posmodernos hacen de
nuestra época han sido llamadas por mí “los seis vacíos de la posmodernidad” Estos vacíos
son interdependientes y muchas veces inseparables unos de otros.

El término vacío hace alusión a un agujero (propio de la cultura y de la subjetividad


que en ella se construye) difícil de taponar o reparar. Un agujero o falta que provoca
angustia en el sujeto y genera diferentes estrategias compensatorias, movilizando acciones
de reparación o huida.

Estos vacíos implican también que allí donde antes hubo algo hoy no hay nada, por
lo que se presentan como exigencia de nuevas búsquedas compensatorias y se manifiestan
como déficits de cara a una subjetivación plena.

Desde un comienzo consideramos en nuestro grupo que las diferentes adicciones


que atraviesan la cultura y la constitución de la subjetividad actual, se presentan como
diferentes “soluciones mágicas” ante un vacío fundamental. El recorrido por cada uno de
los vacíos posmodernos irá echando luz a esta manera de encarar la pregunta por las
adicciones.

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1- Vacío de Dios
Cuando Nietzsche anuncia que “Dios ha muerto” no se refiere únicamente a la
muerte del fundamento de las religiones, al dios en tanto objeto del culto. La muerte de
Dios es en realidad la caída del soporte metafísico-trascendental de la fe humana en la
racionalidad del mundo y en la finalidad o telos de la historia, es la disolución del soporte
de la “verdad universal”, de la “naturaleza humana” en su sentido metafísico, de los
valores trascendentales y unívocos (bien, justicia, belleza, verdad), etc. Como el mismo
Nietzsche lo anticipara, al caer el fundamento último de la verdad, la certeza se diluye para
dar paso al relativismo generalizado y la ironía, se pregona entonces el pensamiento débil
(G. Vattimo) o deconstructivo (J. Derrida), cuyo accionar irá diluyendo uno a uno los viejos
ídolos en los que se espejaba el mismo concepto de humanidad. Si bien “la muerte de Dios”
comienza a hacerse patente hacia fines del siglo XIX, es a partir de la segunda mitad del
siglo XX cuando los efectos disolutorios de esta ausencia de fundamento dejan ver todo su
alcance en la cultura occidental.

Hoy decimos que no hay verdad sino juegos de lenguaje (Wittgenstein), no hay
naturaleza humana sino narraciones contingentes sobre lo humano que no pueden reclamar
para sí legitimidad alguna (Rorty), no hay fundamentos sólidos para una ética universal
sino elecciones a la carta hiperabundantes entre estilos de vida cuyo valor es presentado
como idéntico... Y si a esto le sumamos la ausencia de los viejos criterios universales, esos
que otorgaban a los sujetos una base racional para separar y hacer demarcaciones entre
“mentira y verdad”, “bien y mal” “normal y anormal”, comprenderemos hasta qué punto se
pueden volver problemáticas las elecciones para el sujeto posmoderno.

Pensando esto en relación a la constitución subjetiva, observamos que la certeza,


seguridad y optimismo con los que el sujeto moderno se abría al mundo, han dejado lugar a
la incertidumbre, la inseguridad y el pesimismo de un hombre sin verdad última, sin telos
histórico, sin valores claramente fundamentados (Heidegger - Bauman). La pregunta que
debemos hacernos ante esto es ¿Hacia dónde deriva la sed propiamente humana de certeza,
seguridad y verdad?

2- Vacío de realidad
Baudrillard afirma que nuestra época ha cometido un crimen casi perfecto: el
asesinato de la realidad. Este asesinato se ha llevado a cabo mediante una estrategia
desmesurada: la multiplicación al infinito de los simulacros, de las pantallas, de las
imágenes. Dicha estrategia tiene por resultado la virtualización del mundo. Un mundo
sobremultiplicado, simulado computacionalmente, hiperteorizado y analizado,
photoshopeado ad infinitum, es un mundo que va perdiendo contacto con su sustancia real.
Lo real pierde peso ante el simulacro hasta esfumarse por completo, solo reaparece como
resto molesto a ser neutralizado.

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Piensen en las guerras a control remoto. Los pilotos controlan “drones” (aviones a
control remoto tan letales como los pilotados) mientras observan el campo enemigo y lo
bombardean desde una pantalla ubicada a miles de kilómetros de distancia, convirtiendo la
guerra en un video juego para play station. ¿Qué conciencia hay de las pérdidas de vidas
humanas? Casi la misma que la de aquel adolescente que juega al Counter Strike. Pero no
hace falta hablar de algo tan amargo como la guerra para hacer la experiencia de la
virtualización de la realidad.

Baudrillard reflexiona sobre este simulacro que prolifera sin control para terminar
comiéndose al mundo real. Lo virtual ha llegado para reemplazar a lo real con su “alta
definición”: a más alta definición del mensaje (lenguajes matemáticos) más baja definición
del sentido transmitido. A más alta definición de la inteligencia (inteligencia artificial) más
baja definición del pensamiento. A más alta definición de nuestra comunicación con los
otros (redes sociales) más baja definición de la alteridad. Si puedo tener 50 000 libros
almacenados virtualmente, no tengo exigencia alguna de ponérmelos a leer ahora. Si tengo
100 mil temas descargados en mi dispositivo móvil, para qué escucharlos. Seguirán allí. La
voluntad se ve anulada ante la hiperabundancia y la inmediatez. Un solo libro de papel
obliga más a la voluntad que un millón de libros electrónicos. Un solo encuentro real con
un amigo de carne y hueso mueve más el corazón que 5 000 amigos en Facebook.

En relación a esto Bauman es más expresivo: todos vimos en el subte o colectivo a


personas hablando sin parar por sus teléfonos celulares. Uno podría pensar que están
contando los minutos que los separan de sus seres queridos y no ven la hora de poder
conversar cara a cara. Pero quizá muchas de esas charlas escuchadas por azar en el
colectivo, no sean el preludio de una conversación sustancial a producirse al llegar a sus
hogares, sino un sustituto de estas charlas. Estas charlas no preparaban el terreno para algo
real sino que eran lo real en sí. Muchos de esos jóvenes anhelantes de informar a sus
invisibles interlocutores a cerca de su paradero, ni bien llegan a sus hogares correrán a sus
cuartos a cerrar la puerta con llave tras de sí y a hipnotizarse frente a algún monitor.

De este modo observamos como lo sólido y pesado se vuelve liviano y volátil,


líquido, veloz y cambiante al infinito. Todo va perdiendo su antigua densidad, sustancia,
valor y permanencia. Un mundo descafeinado, desnatado y ligth llega para reemplazar al
mundo real, todo parece indicar que puedo consumir sin límites, vivirlo todo sin
consecuencia alguna. Vivimos en un mundo que reduce sus bosques reales a “reservas
ecológicas” y sus poblaciones originarias a “reservas aborígenes” que venden souvenires de
sus culturas. Mientras tanto, los niños occidentales se crían jugando sus juegos virtuales
cada vez más semejantes a lo real. Cada vez más atrapantes y adictivos.

No quiero dejar de mencionar al tratamiento que la posmodernidad da al cuerpo,


puesto que él es el principal representante de lo real para el sujeto, marcando los límites
subjetivos fundamentales. Un cuerpo real se cansa, envejece, se arruga, padece dolores y
hambre, se tensiona…

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Como parte de su estrategia de negación de lo real, la posmodernidad promueve la
negación de este cuerpo-límite e invita a reemplazarlo por el cuerpo-placer. Pasa a primer
plano el cuerpo hedónico del que habla Freud al referirse al cuerpo del recién nacido. La
intolerancia a lo real encuentra su expresión más acabada en la relación del sujeto con su
cuerpo. Esta negación del cuerpo-límite moviliza una multibillonaria industria médica
mundial: medicina antiage, drogas del bienestar, analgésicos instantáneos, cirugías
estéticas, naturismo, etc, en clara conexión con toda una industria paralela pero en nada
diferente respecto a la finalidad perseguida: la industria de las drogas ilegales de diseño.

¿Qué consecuencias a nivel subjetivo acarrea esta negación compulsiva de la


realidad en tanto densidad, pesadez y límite? Cuando el mundo real, los otros reales, el
cuerpo real y la subjetividad real son convertidos en residuos molestos a ser eliminados a
toda costa, nos encontramos con una cultura cuya solución primordial pasará por las
adicciones. Pero vayamos por parte sin adelantar más conclusiones.

3- Vacío del Ágora


Los autores posmodernos no cesan de marcar un vaciamiento notorio dentro del
sistema de las redes sociales de autoridad y contención legítimas: el estado, el trabajo, los
sindicatos, los partidos políticos, los ídolos y tabúes colectivos, la escuela y la familia.
Todas las instituciones tradicionales entran en crisis y decadencia. Nos muestran su
completa insuficiencia e ineficacia para responder a las necesidades del presente.

Aparece una generalizada desconfianza e indiferencia respecto al Bien común, a la


Justicia social y los Intereses colectivos. Buscar el Bien común es visto como una pérdida
de tiempo, ya que implica desatender los propios intereses particulares. A lo largo de las
últimas décadas se ha ido diluyendo la condición de ciudadano, por lo que la sociedad se
fue disgregando en miríadas de individuos aislados. Este corrimiento hacia el individuo y
su entronización como centro y valor absoluto, comenzó en la modernidad pero hoy llega a
su más acabada expresión con la categoría de consumidor.

Las grandes tareas que antes estaban a cargo de agentes colectivos y abstracciones
poderosas tales como “la razón universal” “la clase social” “el estado” “el gran líder”, hoy
son planteadas como tareas de cada individuo aislado: la libertad, la salud, el trabajo, el
bienestar, la felicidad, son cosa de la gestión privada de cada cual. No hay instancia externa
y general a la cual echar culpas o ante la cual apelar. No hay grandes líderes a los que
seguir. Sólo quedan gurúes fugaces que proponen recetas de autoayuda y salvación
individual tan descartables como ellos mismos.

Dónde antes había un Agora, una plaza pública para debatir en sociedad sobre el bien
común, hoy queda un espacio vacío, un desierto apático tal como lo define Lipovetsky. Los
sujetos se pasean entre las ruinas de sus viejas instituciones (escuela, familia, sindicatos) o
se cuelgan de alguna pantalla, para mirar el strip tease mediático de alguna estrella
ofreciendo su ejemplo de éxito o de patetismo.

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Para los autores de la posmodernidad, los otros se convierten en “extras sin papel”, el
encuentro social se convierte en algo superficial y descomprometido. Los otros del mundo
shopping forman parte del pulcro decorado. En otras ocasiones esos otros son amenaza, se
convierten en zombies sin alma ni corazón de los que hay que huir para evitar que coman
nuestro cerebro. No es raro que proliferen las películas de zombies (sin olvidar de los
hombres lobos y los vampiros), en un mundo que ha convertido al otro en jugador
maquiavélico, máquina sin alma que desea robarnos el puesto. El otro es reducido a pedazo
de carne sin subjetividad, del que hay que huir y al cual hay que eliminar, antes de que nos
elimine a nosotros.

El vínculo de pareja se torna también lábil y quebradizo. Sólo se tolera al otro idílico, al
de la fantasía amorosa. Cuando ese otro imaginario muere para dar paso al otro real, se
termina el amor. Cada vez son menos los que están dispuestos a tomarse la molestia de
trabajar sobre lo real, “reparar vínculos” o “esperar que las cosas maduren”, como buenos
consumidores, lo que la mayoría hace es tirar lo viejo e ir al shopping a buscar uno nuevo.
Bauman afirma que los vínculos y relaciones son manejados como objetos a ser
consumidos, y no como objetos a producir a través del esfuerzo y el sacrificio. Hoy resulta
inimaginable aferrarse a un producto obsoleto o de inferior calidad, en vez de ello vamos a
la tienda y compramos uno nuevo y mejorado. Y esto mismo, nos dice el autor, se aplica a
las relaciones.

Algunos investigadores han apodado a los nacidos entre los años 1980 y 2000 “la
generación yo-yo” En relación a esto, dos son los rasgos predominantes que los autores
posmodernos le atribuyen al nuevo sujeto: el hedonismo y el narcisismo. El sujeto hedónico
desea ver, tocar, oler, saborear y experimentar sin límites. Su búsqueda de una satisfacción
inmediata de cada anhelo y fantasía, sirve de motivación principal para sus conductas. No
tolera las incomodidades, las emociones negativas o contratiempos. Vive al estilo “acting
out”, movido por impulsos y fiebres de momento.

El nuevo sujeto es además narcisista. Desea conocer, expandir, desenvolver su yo.


Autoaceptarse y autoexpresarse son exigencias fundamentales para el nuevo Narciso. Es un
sujeto autorreferencial, en búsqueda de fama, dinero, imagen y diversión.

Finalmente quiero colocar aquí una consecuencia de esta ruptura de lo comunitario


propia de la posmodernidad: el sujeto se queda sin historia. Al romperse los lazos con su
gente, con su gene, con su pueblo, se rompen los lazos históricos fuertes, las ataduras con la
tradición y con los antepasados. El sujeto posmoderno carece de historia, no está inserto en
ningún árbol genealógico que suponga obligaciones o memoria colectiva. Podemos decir
que su temporalidad es un continuo presente.

¿Qué consecuencias trae para la constitución subjetiva y comunitaria esta disolución de


las instituciones, esta ausencia de ídolos y tabúes colectivos? y ¿hacia dónde nos llevan
estos vínculos vacíos con un otro siempre “peligroso” y “descartable”?

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4- Vacío de producción
Para desarrollar este apartado seguiremos de cerca los valiosos aportes de Zigmunt
Bauman en su libro “La Modernidad Líquida”.

Bauman basa su tesis en la afirmación de que la sociedad de consumo ya no define a


sus miembros como productores sino como consumidores. Esta redefinición marca buena
parte de las grandes transformaciones a nivel de la constitución subjetiva. Mientras que el
sujeto moderno organizaba su vida y se constituía a sí mismo desde el rol de productor, el
sujeto posmoderno se constituye como sujeto consumidor.

a) La vida organizada en torno al rol de productor tiene que estar organizada


normativamente, debe tener un piso y un techo, debe fluctuar en torno a un límite
bien definido, en tanto todo lo que esté por encima de ese límite será percibido
como lujo o pecado. La preocupación del individuo productor es conformarse con el
término medio. El productor está hecho para tolerar la disforia e incomodidad
propia del trabajo. Desarrolla por tanto una cultura del ahorro, de la paciencia y del
esfuerzo. Planifica y ordena su vida paso a paso, mientras que en su puesto todo está
racionalmente planeado por expertos. Debe disciplinar su mente y su cuerpo para
responder a la autoridad incuestionable del patrón.
b) La vida organizada en torno al rol de consumidor, necesariamente debe carecer de
normas. Es una vida guiada por la seducción, que fomenta la aparición de deseos
cada vez mayores. Guiada por anhelos cada vez más volátiles y no por reglas
normativas. No hay nadie que ofrezca “el modelo de vida realizada”, el cielo es el
límite. La idea de lujo pierde significado ya que todo se trata de convertir el lujo de
hoy en necesidad de mañana, a la vez que de reducir la distancia entre el hoy y el
mañana, todo “lo quiero ya” la preocupación por la conformidad no puede ser
cubierta pues no hay estándares a los cuales conformarse, la preocupación pasa a ser
el “estar siempre listo para aprovechar las oportunidades que fugazmente aparecen y
desaparecen”

En la vida del consumidor lo importante es estar en forma, para gozar más y poder más,
no desaprovechando ninguna oportunidad de goce. En cuanto a la salud, ésta deja de ser
algo tangible y concreto para convertirse en una tarea interminable: el sujeto consumidor
posmoderno no cesa de consumir salud y bienestar a través de cursos, técnicas, pastillas,
tratamientos, alimentos. La salud se convierte en una asociación de objetos de consumo
indefinida. Estar saludables y en buena forma se ha convertido en el nuevo mandato
generador de incertidumbre y ansiedad. Optimizar el propio rendimiento cuidando la salud
de manera obsesiva es el nuevo mandato que nos enferma. Con la promesa de vivir 150
años y permanecer jóvenes hasta los 70, la nueva ciencia de la salud genera una sed de
consumo sin límites.

Bauman nos dice que el hombre posmoderno o de la modernidad líquida es controlado a


nivel laboral mediante el terror, la nueva técnica de dominio no se llama disciplina sino

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“reducción de personal” El trabajador nunca está suficientemente preparado ante las
tecnologías cambiantes. Los cambios se aceleran mucho más allá de la capacidad de
asimilación y formación de los trabajadores. Esto motiva el consumo de cursos,
especializaciones y cursillos, que quedan obsoletos al siguiente año. Mientras que en la
modernidad los obreros tenían certeza de que permanecerían indefinidamente en su puesto
una vez que aprendiesen la disciplina, en la posmodernidad nunca aparece la certeza, lo que
se convierte en la tremenda experiencia de ser totalmente descartable y sin previo aviso.

La adicción a las compras es motivada por este embrutecedor sentimiento de


inseguridad. Corriendo tras estas técnicas y objetos mágicos los consumidores huyen de su
pavor a equivocarse, de su sensación de no haberlo hecho suficientemente bien, de no haber
explotado todo su potencial personal, de no haber dado todo lo que podían dar. La compra y
el objeto mágico exorcisa el demonio nocturno que les dice “no eres suficientemente buena
madre, buen padre, buen empleado, buen empresario, hijo o estudiante, no cuidas con
suficiente esmero tu cuerpo, no sabes lo suficiente…”

La sociedad de consumo ha quebrado los asientos de la identidad personal. Llama a


cada uno a hacer de sí mismo una obra de arte, a la vez que no le da la posibilidad de
aferrarse a las viejas marcas sociales dadoras de una identidad sólida. Por tanto el nuevo
modo de alcanzar estas identidades es a través del consumo de moda. Consumir lo último
que el mercado tenga para ofrecer. Alcanzar esa vida que se muestra en televisión. Los
astros y celebritis aparecen en la televisión marcando el estándar con su poder de
seducción, y la capacidad de consumir los mismos productos que estos modelos es lo que
hoy se llama libertad e identidad. En la era del glamur la apariencia es consagrada como la
única realidad.

La libertad en la sociedad de consumo es tener a disposición la mayor plenitud de


opciones a consumir, tratando cualquier decisión vital como si fuera una opción de
consumo.

En la sociedad de consumidores, el otro aparece como un extraño, con quién es


preciso ser amable sosteniendo una fachada. Como el consumo es una actividad
irredimiblemente privada e individual, no hay espacio para el encuentro real. Solo para la
aglomeración en los shoppings que generan la ilusión de una seguridad y una nivelación e
igualdad tranquilizadora, de manera que la persona se preocupe solamente en qué consumir.

Como podemos ver tras estos análisis la PRECARIEDAD, LA INESTABILIDAD,


LA VULNERABILIDAD Y LA INCERTIDUMBRE son las características más dolorosas
y extendidas en la vida de los individuos consumidores contemporáneos. En ausencia de
una seguridad a largo plazo de tipo laboral, de identidad o satisfacción personal, el
individuo moderno adopta la estrategia de gratificación inmediata.

El mundo es percibido como un gran recipiente de objetos desechables. Todo está


hecho para usar y tirar. La definición de la esencia, la comprensión metafísica del ser

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posmoderno, está dada por la equivalencia: ser=desechable, generándose a partir de esto
desesperadas estrategias consumistas para conjurar dicha definición.

5- Vacío de deseo-proyecto y sentido


En una sociedad de consumidores no queda mucho espacio para el deseo propio,
para los proyectos ni para el sentido de la vida. Considero que existe una unidad profunda
entre estos tres ítems: El deseo propio ha de servir como base para proyectos de vida que
den un significado a la existencia, abriendo la existencia singular a la dimensión de futuro y
de promesa.

Desde Gilles Deleuze podemos comprender al deseo en su dimensión productiva. A


diferencia de Freud, que privilegia la dimensión de falta o carencia al pensar en el deseo,
Deleuze pone el acento en su naturaleza productiva. El deseo es visto como producción de
mundos. A su vez, el deseo auténtico está relacionado con la propia potencia para ampliar
territorios de poder, vida y acción. Descubrir la propia potencia y proyectarla. El deseo
auténtico se manifiesta como este despliegue de mundos posibles que amplían la potencia
singular y exclusiva de cada sujeto.

Para Deleuze, el acto de desear es más difícil que cumplir los deseos. Uno de los
grandes obstáculos consiste en los mundos que la cultura nos vende ya armados. Las
definiciones de lo deseable que se nos imponen desde fuera. Las expectativas ajenas que
funcionan limitando las posibilidades de desplegar nuestros territorios propios y
singulares…

La cultura mass-mediática, con el cine, la TV, internet, con sus estrategias de


consumo, basadas en la proliferación de objetos de deseo prefabricados, y en la generación
de falsas necesidades, constituye un verdadero atentado contra la subjetividad deseante. El
sujeto definido como consumidor, sólo puede comprender el deseo como respuesta
compulsiva a las incitaciones publicitarias. Reacción impulsiva al bombardeo de ofertas de
último momento. El objeto de deseo es reducido a objeto de consumo.

Por otro lado, proveniente de un paradigma diverso pero compatible en parte con el
que venimos desarrollando, tenemos a Viktor Frankl. Cuando este psicólogo piensa la salud
mental, piensa en el sentido que cada persona encuentra para su vida. Para él, una vida
sana, es una vida con orientación significativa. Frankl afirma que esos sentidos potentes
por los que vivir, son encontrados cuando el sujeto sale de su autoencierro en dirección al
mundo. Por tanto el concepto de salud mental implica el desarrollo de la capacidad humana
de desplegarse, salir fuera de sí tras la concreción de un proyecto, de una obra, de una
relación que le permita a ese sujeto volcarse más allá de sí mismo. Es entonces que la
propia vida adquiere sentido.

101
El sujeto posmoderno se constituye desde un proyecto ajeno, como sujeto de
consumo dentro del proyecto de dominación capitalista. Se abre al mundo como un gran
shopping en el que se ha venido a comprar, consumir y tirar. No es lo mismo construir un
proyecto singular a partir del propio deseo que consumir proyectos preexistentes a modo de
cadenas de objetos de consumo indefinidas. En este contexto existe un grave riesgo de
consumir proyectos ajenos a la propia naturaleza, alienantes por estar vacíos de sentido
subjetivo.

El significado de la vida se encuentra cuando el sujeto se autotrasciende en


direcciones deseables y valiosas para él y para su comunidad. Los sentidos son autopistas
que llevan a un sujeto fuera de sí, hacia las obras, hacia los valores, hacia los demás y el
mundo. A contramano de esto, la invitación de la cultura posmoderna de consumo, mueve
al sujeto a romper lazos de solidaridad con el mundo, para enfocarse en sus gustos, sus
sentimientos, sus necesidades, sus malestares, sus caprichos, su auto escrutinio obsesivo.
Este exceso de autofocalización es uno de los mayores problemas de la época, mirarnos
demasiado el ombligo es lo que nos enferma dirá Frankl. El ego-descentramiento es una
tarea complicada en la sociedad autorreferencial y consumista, ello favorece que las vidas
de las personas se encuentren vacías de sentido, con la voluntad de significado frustrada,
más permeables a las estrategias de control publicitario. Los dos síntomas de la frustración
o vacío existencial son la apatía, incapacidad para tomar iniciativas y el aburrimiento,
incapacidad para interesarse por algo. La vida pierde sabor. Las drogas son entonces el
espejismo que engaña a todo aquel que perdió el sabor, el motivo, las ganas y la excitación
de una vida significativa.

6- Vacío de padre.
Y llegamos al lugar del padre. Si analizamos la función paterna, tal como la define
el psicoanálisis y el análisis de la cultura, veremos que cada una de sus tareas se ve
entorpecida o contrariada durante la posmodernidad. El sujeto del consumo posmoderno es
un sujeto necesariamente sin padre. Un sujeto en el cual la función paterna no puede dejar
marca ni inscribirse adecuadamente.

Con la crisis del patriarcado cae la oposición absoluta entre:

Masculino-falo-poder-autoridad absoluta-sujeto pleno

Femenino-castrado-debilidad-sumisión-sujeto disminuido

Diferentes derroteros históricos han llevado a que la identificación del hombre con
el falo se vuelva más problemática en estas últimas décadas. Podemos citar, entre otras
transformaciones: desarrollo de píldoras anticonceptivas que le permiten a la mujer
disponer de su sexualidad y de su cuerpo más libremente, proliferación de divorcios,
precarización laboral, acceso de la mujer al trabajo asalariado (a partir de la segunda guerra
que obligó a las mujeres a ocupar puestos laborales antes reservados para el hombre) y a
cargos de poder político, caída del mandato que exigía amarse para toda la vida

102
(implicando un sometimiento femenino sin reservas al poder del hombre), desarrollo del
movimiento feminista de reivindicación de los derechos de las mujeres…

Tras estos cambios socioculturales podemos afirmar que el hombre de hoy tiene
“asegurado” su pene, pero no tiene seguro su “falo” Es su lugar simbólico de poder y
autoridad el que ha sido puesto en cuestión. El personaje de Homero Simpsons es un
símbolo cabal de este nuevo padre con pene pero sin falo. De hecho todos los personajes
paternos o detentores de alguna autoridad en la serie “Los Simpsons” son padres
deslegitimados e impostores: comenzando por el fundador del pueblo “Jeremías
Springfield”, cuyo mito lo ensalsa como héroe siendo que en realidad se trató de un pirata
asesino (tal como lo descubre Lisa y luego lo calla para que todo en su pueblo pueda seguir
funcionando igual), pasando por el director de la escuela “Skinner”, quien fue un
muchacho pendenciero que aburrido de su vida decidió engañar a todos haciéndose pasar
por el verdadero Skinner o el padre de Marge, que decía ser piloto de avión pero que en
realidad era “azafato” (descubrimiento que fue traumático para la pequeña March, luego
reprimido, dando origen a su fobia a volar en avión), también tenemos al Alcalde
Diamante, político corrupto y mujeriego, al jefe de policía, vago y sumamente ineficaz…
Podríamos continuar el repaso pero basten estos ejemplos. Un título alternativo y más
propio para para esta serie sería “La Impostura del Padre”, tema posmoderno por
excelencia, tal vez ello sea el motivo del éxito sin precedentes que por más de 20 años tuvo
este dibujo animado en todo el mundo. Se trata de este padre impostor que viene a enunciar
la ley, a gritarla, pero que es incapaz de sostenerla, incapaz de hacerla cumplir. Padres
insuficientes que son sostenidos en base a autoengaño, para evitar que el precario orden
conseguido termine por caer a pedazos.

Entrando de lleno al análisis de la función parental en sí misma, función propia de


los dos progenitores pero que reposó históricamente en la figura paterna, podemos decir
que a ella le están asociadas algunas tareas fundamentales para la constitución subjetiva del
niño, siguiendo a Alejandro Ariel, enumeramos a continuación algunas de ellas:

- Transmisión de una genealogía, un orden histórico, la posibilidad del sujeto de


situarse en relación a los antepasados y adquirir un nombre propio, enlace simbólico
de la identidad propia y el espacio comunitario que la precede y cobija
- Reaseguro de las leyes de parentesco, prohibición del incesto. Corte de la relación
simbiótica madre-hijo, apertura de la dinámica del deseo exogámico
- Aparición de la conciencia moral. Los límites, la responsabilidad. La ética.
Incorporación subjetiva de los ídolos y tabúes comunitarios.
- Esta función es también la que al dar un nombre arranca al sujeto del mutismo y lo
coloca en el plano de la metáfora, la reflexividad, el diálogo, a la vez que estructura
una temporalidad propiamente humana, integrando pasado, presente y futuro.

En este sentido la función paterna trae la ley, el límite, pero también el nombre propio,
el lugar simbólico para la inscripción subjetiva dentro de una estructura y una historia
común. Acompañamiento para que ese niño encuentre su lugar “dentro de la aldea”. Otro

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elemento clave de esta función es el ser guía en la exploración del mundo, punto de apoyo
para el lanzamiento del deseo y el proyecto propio por-venir.

Si repasamos los vacíos propios de la posmodernidad, veremos que ella se presenta


como la época en la cual la función paterna no encuentra apoyo alguno. Se ejerce en el
vacío, se encuentra deslegitimada. La posmodernidad propicia la constitución de sujetos:

- Sin historia
- Sin aldea
- Sin deseo propio
- Sin proyecto
- Sin ídolos ni tabúes
- Sin límites
- Sin realidad

… saboteando la función del padre.

Conclusión. Las adicciones se arremolinan entre los vacíos de


la posmodernidad.
La posmodernidad refuerza los rasgos propios de las familias y las personalidades
adictas. En nuestra época estar en el mundo adquiere el sentido de “estar-en-el-consumo”
Esta apertura epocal, esta pre-comprensión del ser que se nos impone, implica un desprecio
esencial hacia lo real, la ley, el límite, lleva aparejada una profunda intolerancia a las
demoras y al displacer, nos enrostra su mandato de felicidad inmediata, nos llena de pato-
fobia, nos enseña que ser=descartable. El padre sin falo, debilitamiento extremo de la
instancia paterna, deja un vacilante lugar simbólico, mezquina a su descendencia una
genealogía y un nombre propio desde el que insertarse en una comunidad…

Todo conjura para que el sujeto posmoderno sea por excelencia, un sujeto adicto.
No sólo a sustancias exógenas, sino también a comportamientos, a todo aquello que venga a
taponar estos vacíos, a todo lo que mágicamente, sin dolor y sin demora, le sea ofertado
como solución instantánea al malestar “hoy intolerable” de la cultura.

La posmodernidad hace de las adicciones la solución “perfecta” puesto que ellas:

- Reafirman el crimen de la realidad, más aún, son cómplices por excelencia de dicho
crimen
- Se alían al cuerpo-placer, dejando atrás al cuerpo-límite, al menos mientras dura el
efecto del objeto droga
- Son altamente funcionales a la cultura de la intolerancia a la frustración y la
demora, fomentada por el capitalismo consumista.
- Son la solución mágica, indolora, instantánea y “definitiva” que ofrece el mercado
- Refuerzan la invitación posmoderna a “vivir sin límites”

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- Generan un vínculo simbiótico y fortísimo (con la sustancia o conducta) que alivia
al sujeto de su errancia entre tantos vínculos lábiles y degradados
- Fomentan el egocentramiento y el narcisismo autista propio de la época
- Se presentan como un momento de certeza para el querer, incluso como un “saber
para entendidos e iniciados” en medio de tanta incertidumbre y relativismo (el
adicto “sabe” absolutamente lo que quiere)
- Se presentan como un momento de poder. Tener la sustancia o realizar la conducta
provoca un sentimiento de invulnerabilidad o potencia (que se esfuma apenas se
pierde el influjo del objeto adictivo)
- El deseo propio, obturado entre otras cosas por el mercado, jamás formulado
adecuadamente, es reemplazado por la compulsión estructurante del tiempo, el
círculo del eterno retorno en el que se encierra el adicto.
- Es la metáfora perfecta del consumo global: igual de compulsivo, con serias
consecuencias para el planeta (nuestro cuerpo global), negado maníacamente por la
humanidad que lo sostiene sin poder parar.
- Los seis vacíos de la posmodernidad tienen como respuesta última el mayor acto de
magia: La demanda imposible de éxito, belleza, felicidad y plenitud absoluta, so
pena de ser convertido en objeto descartable, hace que las drogas aparezcan como
suplemento para lograr cumplir el imposible y, al mismo tiempo, como acto de
borramiento subjetivo ante dicha imposibilidad.

Las adicciones vienen a denunciar las faltas. Las ausencias. Los vacíos de nuestra
época. especialmente creo yo, ellas denuncian la falta de una historicidad auténtica y la
falta de Padre. Porque lo que le falta al adicto (y a esta época adictogénica), es un padre.
Necesita un nombre propio que responda a la pregunta por su identidad, necesita una aldea
que lo sostenga, una genealogía que le marque una dirección deseable, una temporalidad
auténtica en la que habitar y transcurrir, distinta a ese círculo del eterno retorno en que lo
tiene encerrado su consumo compulsivo.

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El sujeto se convierte en un instrumento desechable dentro de un PROYECTO
AJENO (desconectado del deseo y del nombre propio). Proyecto que en última instancia es
abierto por el CAPITALISMO CONSUMISTA POSTINDUSTRIAL de fines del siglo
XX-XXI. La tarea ética fundamental como psicoterapeutas es la de abrir la posibilidad de
una exterioridad que dé lugar al encuentro con el propio deseo y el nombre propio,
haciendo posible la construcción de un proyecto viable de felicidad.

106
Bibliografía
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Conferencia en Museo Castagnino, Rosario, 1997
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1999
- Bauman, Z., Amor líquido: Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos,
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- Deleuze, El Antiedipo, Capitalismo y Esquizofrenia, Paidós, Barcelona, 2004
- Dussel E., Introducción a una filosofía de la liberación, Latinoamérica, Bs. As.,
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- Feyerabend, P., Contra el método. Esquema anarquista del conocimiento, Bs. As.,
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- Foucault, M., Vigilar y Castigar, Bs. As., Siglo XXI, 2003
- Frankl, V., El hombre en busca del sentido, Barcelona, Herder, 1996
- Frankl, V., Fundamentos y aplicaciones de la Logoterapia, Bs. As., San Pablo,
2000
- Frankl, Homo Patiens, fundamentos antropológicos de la psicoterapia, Barcelona,
Herder, 2003
- Freud, S., “El malestar en la cultura” en Obras completas, Bs. As., Amorrortu,
1992
- Gonzalez de Chavez M., Crisis de la función paterna, el nuevo lugar/deseo de las
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- Heidegger, M., Ser y Tiempo, Bs. As., Fondo de cultura económica, 2007
- Lipovetsky, G., La era del vacío, ensayo sobre el individualismo contemporáneo,
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- Lipovetsky, G., El imperio de lo efímero, la moda y su destino en las sociedades
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- Vattimo, G.-Rovatti P., El pensamiento débil, Madrid, Cátedra, 1999
- Vattimo, G., Más allá del sujeto. Nietzsche, Heidegger y la hermenéutica,
Barcelona, Paidós, 1992
- Rorty, R., Contingencia, ironía y solidaridad, Madrid, Paidós, 1991

107
Cerebro y Realidad. Un Enfoque Filogenético

W. O. Martínez Mauro

Es un lugar común de la Neurociencia actual parangonar los crecientes desarrollos


en el campo de la inteligencia artificial con los modos del funcionamiento cerebral y tomar
posición acerca de la posibilidad de crear en un hipotético futuro, un símil de este último
mediante los recursos provistos por la primera. Esta exposición no escapará, por lo menos
en parte, a la enorme atracción que este tópico ejerce en todos los que de una u otra forma
se ocupan de estos temas.

Abordaremos el problema planteándonos el siguiente interrogante: ¿Qué comparten


y en qué difieren, en estructura, funcionamiento y fines, un cerebro y un ordenador? Y al
hablar de cerebro no quiero circunscribir el término al que poseemos los humanos, sino que
incluyo en él hasta los protocerebros de los animales inferiores.

La respuesta es que, por lo menos hasta hoy, las similitudes no van no van más allá
de la común capacidad para acopiar información y procesarla. Por el contrario las
diferencias son múltiples y de muy diferente naturaleza.

Por ser obvias, no nos ocuparemos de aquellas referidas a estructura y


funcionamiento, circunscribiéndonos exclusivamente a los fines, un territorio poco
frecuentado por la mayoría de los autores que se han interesado por estos temas.

Mirada la cuestión desde este ángulo nos resultará evidente la ausencia en los
ordenadores de una genuina finalidad intrínseca, pues sólo poseen la que de algún modo es
“injertada” por su humano creador.

Muy por el contrario, el cerebro es para el animal que lo posee, la más preciada
herramienta que utiliza para sobrevivir. Est e hecho biológico básico es comú nmente
enmascarado por presunciones filosóficas más satisfactorias a nuestro narcisismo, para las

108
cuales el cerebro humano sería el sustrato material de la inteligencia y ésta, la llave maestra
para acceder a determinadas entelequias a las que denominamos “Realidad” o “Verdad”.

Para hacer comprensible y proveer pruebas que legitimen nuestra poco grata
afirmación, será necesario hacer un breve recordatorio sobre la filogenia del cerebro.

Un primer hallazgo -que contradice la común creencia de que la aparición del


sistema nervioso es la “consecuencia natural” de la complejización de los seres vivos- . será
el comprobar la existencia de múltiples especies, complejas y exitosas, que prescinden
completamente de él. Todo el reino vegetal lo atestigua. Nadie podrá sostener seriamente
que un roble, carente de sistema nervioso, sea menos complejo que el ácaro que le chupa su
savia y que sí lo posee.

Al no ser la complejidad y menos aún el éxito evolutivo -individual o de especie- la


condición necesaria para la aparición del sistema nervioso, habrá que buscar otro causal
para ello. Lo encontraremos en la movilidad. Son los seres con movimiento -los llamados
animales- los que han necesitado de un sistema nervioso. Estas formas móviles pululan en un
medio en permanente cambio del cual necesitan “saber” instante por instante para medrar y
sobrevivir.

Y es acá que debemos detenernos para poner en claro cuál es el fin último, la
esencia misma de este estado singular de la materia al que llamamos “vida”. El “creced y
multiplicaros y medrad sobre la superficie de la tierra”, primer y único mandato de Yhavhe
a la primera pareja, nos da una contundente pauta al respecto.

Debemos comprender y aceptar esta necesidad absoluta de perdurar y reproducirse,


que está inscripta en cada una de nuestras células así como también en todas las
manifestaciones de la materia viva conocida. El sistema nervioso no escapa a este axioma
general. No está diseñado para conocer eso que denominamos “Realidad” y, mucho menos
para descubrir “La Verdad”. Realidad y verdad son sólo artilugios intrínsecos al cerebro,
que carecen de entidad por fuera del entorno virtual que él crea al sólo fin de mejor
sobrevivir.

Ahora bien. ¿Qué ventaja en la inexorable puja por perdurar adquirieron los
animales al elegir la opción de la movilidad?

Es obvio que al desplazarse, conquistaron la libertad para elegir el vecindario en


donde medrar. Pero éste es un don ambiguo, que se convertiría en altamente peligroso si no

109
hubieran desarrollado simultáneamente un dispositivo para interaccionar con el entorno en
tiempo real.

El sistema nervioso aceleró en forma exponencial el flujo de entrada y la velocidad


de procesamiento de la información y por ende, la capacidad de generar respuestas
adecuadas y, por sobre todo rápidas, no solamente a las variables externas sino también a
aquellas producidas al interior del animal.

Dada esta génesis podemos comprender una característica singular del sistema
nervioso: De tener que optar, siempre privilegiará la rapidez en desmedro de la exactitud.
Para la sobrevivencia es preferible equivocarse con rapidez (lo que generalmente da
oportunidad a un segundo intento) que acertar tardíamente, puesto que la lentitud casi
siempre se castiga con la muerte y un espécimen muerto es un ausente en la carrera
evolutiva.

Los ordenadores en cambio se diseñaron para no equivocarse y, a pesar de su


enorme velocidad de procesamiento, se toman todo el tiempo necesario para no cometer
errores por la sencilla razón que no tienen miedo a morir.

Tomemos un caso concreto para ilustrar lo anterior: Si estamos al borde de un


barranco y sentimos alguna vibración o ruido extraño bajo nuestros pies, no nos
detendremos un instante en evaluar las posibilidades a favor o en contra de que se produzca
un desmoronamiento; saltaremos hacia atrás “sin pensar”. Es muy posible que en la
mayoría de los casos habremos hecho un inútil gasto de energía ante una amenaza que tenía
muy pocas chances de convertirse en catástrofe. Pero en definitiva, seguimos vivos, que es
lo que importa. Si en nuestro reemplazo se colocara un hipotético ordenador -provisto de
los sensores necesarios para analizar los cambios producidos en la estructura del suelo y
con capacidad motriz para salirse del lugar- recogería prolijamente todas las aferencias; las
cotejaría con toda la información anterior depositada en su memoria; diagramaría un gran
número de posibles futuros movimientos telúricos; elegiría cual, de entre cientos de
respuestas motoras, es la más adecuada ante cada uno de ellos -con lo cual el número de
respuestas posibles ante el hipotético evento crecería exponencialmente- y entre esta
infinidad de respuestas elegiría la mejor, la más exacta, inteligente y económica de ellas.
Por desgracia, si el desmoronamiento se produjera, interrumpiría este conjunto de
elucubraciones y nuestro computador terminaría destrozado en el fondo del barranco. Pero
consolémonos, los procesadores no tienen miedo a morir 3.

Los animales vivimos dando respuestas sólo aproximadas a los requerimientos del
ambiente, pero que por lo general, son lo suficientemente exactas como para salir airosos de
los peligros que nos acechan o para conseguir aquello que necesitamos. Tomamos “atajos

3 No puedo resistir la tentación de comparar a nuestro computador con la conducta de algunos pacientes
graves de TOC quienes, en su afán de analizar minuciosamente todo, se paralizan y no logran avanzar en
la resolución de los simples problemas de la vida diaria

110
heurísticos” y nos equivocamos constantemente, pero la inmensa mayoría de nuestros
errores no son fatales, porque en ellos siempre existe alguna porción de verdad.
Aprendemos de ellos porque nos suministran información supletoria, que afina nuestras
respuestas. Finalmente, la imposibilidad de lograr una perfecta exactitud hace que nuestros
actos adquieran cierto grado de imprevisibilidad que, paradójicamente, se convierte en una
ventaja cuando competimos frente a los ordenadores, a los que descolocamos por su
incapacidad de prever la irracional riqueza de nuestras conductas.

Otra condición que nos hace radicalmente diferentes a cualquier otro tipo de
inteligencia artificial es la existencia en nosotros de “una conciencia de la propia
existencia”. Por ello podemos afirmar que si bien compartimos con los ordenadores la
capacidad de acopiar y procesar la información, sólo los humanos “piensan”.

La autoconciencia que poseemos los humanos (y muy posiblemente algunos otros


primates superiores) es el más reciente eslabón en la cadena evolutiva del sistema nervioso.
Es, además, el resultado último del desarrollo asombroso que tiene en nosotros la porción
anterior del mismo, a la que denominamos cerebro.

Como el resto del sistema nervioso, el cerebro es el hijo del movimiento. Siendo la
forma ahusada la más adaptativa para desplazarse, la mayoría de los animales presenta
cuerpos aproximadamente cilíndricos, en los que puede reconocerse una parte delantera, la
cabeza, que afronta las novedades del mundo y otra trasera que se aleja de lo ya vivido.
Debido a que la mayoría de los eventos se presentan hacia adelante, es en la cabeza donde
se han localizado desde siempre la mayoría de los sensores. Por ejemplo, los mamíferos
tenemos localizados en ella nuestros tres telesentidos (aquellos que perciben cambios
producidos a distancia). Son estructuras capaces de registrar luces, sonidos y olores. De los
otros tres sentidos -que son “de proximidad”-, dos, el gusto y el equilibrio, también son
exclusivamente cefálicos, mientras que el tacto se extiende además a todo el resto de la
superficie del cuerpo. También en la cabeza se encuentra la boca, por donde incorporamos
los alimentos, que luego transcurren por un largo tubo que los procesa y absorbe.
Finalmente los desechos son eliminados por nuestro extremo posterior, para dejalos atrás,
lo que hace poco probable un encuentro con ellos en el futuro.

De este modo queda diseñado un “modelo general” de sistema nervioso consistente


en un tubo que transcurre a lo largo del cuerpo, al que llegan los estímulos exteriores y del
que parten las respuestas pertinentes; coronado a su vez por un gran ganglio anterior, que
como ya ha sido dicho, llamamos “cerebro”. Este va aumentando en importancia a medida
que las especies se complejizan y termina por centralizar y supervisar todas las funciones
del sistema. Este modelo de “Sistema Nervioso Central” (SNC) se encuentra en la inmensa
mayoría de las especies animales móviles.

111
Toca ahora adentrarnos en el funcionamiento del sistema nervioso. Lo primero que
se debe puntualizar es que sólo una ínfima proporción del enorme número de eventos
energéticos exteriores alcanzan a ser detectados por los seres vivos y que cada especie
difiere en la cantidad y calidad de estas detecciones. Por lo tanto, ante este drástico
“troquelado” de la información que recibe, la pretensión humana de conocer “La Realidad”
se nos muestra decididamente quimérica 4.

Grupos celulares especializados, organizados en estructuras localizadas en la


superficie del cuerpo, a las que llamamos órganos de los sentidos, son los encargados de
recoger esa porción de cambios energéticos exteriores a los que son sensibles. Otros
conjuntos celulares cumplen la misma función hacia el interior del individuo. Ambos tipos
de células convierten los estímulos en potenciales eléctricos que llegan al SNC y,
finalmente, al cerebro quien los traduce en un algo que llamamos “sensaciones”, las que
son reconocidas y percibidas como colores, sonidos, olores, gustos o presiones. Pero
debemos ser concientes de que las sensaciones, al igual que las percepciones -estructuras
más complejas formadas a partir de un conjunto diverso de sensaciones- solo existen a nivel
cerebral. Son intrínsecas a él. Del “afuera” apenas podemos colegir que sería un conjunto
de torbellinos de energía que escapa absolutamente a nuestro conocimiento. Las
percepciones permiten al cerebro elaborar un “modelo” de la realidad exterior que genera
respuestas adecuadas a los cambios que en él se producen. La validez del modelo se
mantendrá en tanto las respuestas en él originadas permitan sobrevivir al sujeto. Si ello no
ocurriera, el modelo deberá ser modificado so pena de desaparecer junto con el cerebro que
le da sustento5.

4 Consecuencia de este troquelado, único para cada especie, es que distintos seres, a pesar de compartir las
mismas coordenadas espaciotemporales, vivan en “universos” muy distintos. Por ejemplo, la mascota que
se acurruca a nuestros pies posee un universo olfatorio y auditivo al que no podemos acceder, mientras
que su visión monocromática le impide concebir la colorida realidad que perciben nuestros ojos. Ni que
decir de los universos de especies más alejadas de la nuestra: Los mosquitos en la oscuridad de la noche
“ven” nuestras zonas más irrigadas -y por lo tanto, más calientes- gracias a su capacidad de detectar la
radiación infrarroja; los murciélagos, ciegos a la luz, habitan un mundo ecográfico, en el que se desplazan
guiados por los rebotes de los ultrasonidos que ellos mismos emiten; los sapos en uno feérico, donde los
pequeños seres de los que se alimentan literalmente aparecen o desaparecen según se muevan o
permanezcan inmóviles. Incluso en individuos de la misma especie, los mundos de cada uno no se
superponen completamente. Este hecho se torna evidente en autistas y esquizofrénicos, encarcelados en
realidades solipsísticas de las que ellos no pueden escapar ni los otros acceder.
5 En el particular caso de los humanos, el desarrollo de la inteligencia ha permitido de algún modo
“expandir” nuestro campo sensorial para penetrar en extensos territorios de la realidad que nuestras
limitaciones biológicas nos tenían vedados. La información proporcionada por una cantidad cada vez más
compleja y creciente de artilugios tecnológicos nos ha llevado a explorar la inmensidad del cosmos y las
entrañas de la materia. Pero nuestro “sentido común”, nacido de la experiencia cotidiana, se ha mostrado
como un torpe instrumento para aprehender esas extrañas realidades donde las leyes que rigen los
fenómenos “a escala humana” ceden su primacía a otras que rondan el absurdo. Sólo mediante el ejercicio
constante de la metáfora podemos adentrarnos allí. No obstante las dificultades que surgen a cada paso
para “entender y creer”, ese enorme caudal de información ha enriquecido nuestro pequeño modelo
ancestral del mundo y nos ha dotado de un modelo virtual mucho más complejo y cercano al de la
realidad real. Es posible entonces que nos estemos acercando al momento de dar un nuevo y trascendental

112
Descripta de esta forma rudimentaria y extremadamente somera la forma de operar
de nuestro cerebro trataremos de ahondar en ciertos aspectos que son fundamentales.

Consideremos en primer lugar el dilema de cómo opera el cerebro para lograr que la
información, que le llega en forma aislada y heterogénea de las distintas fuentes
sensoriales, se integre y articule para constituir una única noción de realidad.

Si observamos los diferentes grados de complejidad que presentan los seres vivos
comprobaremos que en los más primitivos este acomodamiento de piezas provenientes de
orígenes diversos para formar un todo no se da. Cada estímulo desencadena una respuesta
de tal forma que el conjunto de ellas es un ramillete incoherente y con frecuencia,
contradictorio. De ello resulta que la conducta de tales seres es muy poco adaptativa y la
muerte es el castigo a semejantes incongruencias. Sólo la enorme capacidad reproductiva
logra compensar las pérdidas y mantener a la especie en la carrera evolutiva.

Al aumentar la complejidad, el valor económico (en términos de energía) de cada


individuo va subiendo en forma exponencial y en consecuencia en la misma proporción
pero en forma inversa, se va acotando el número de descendientes posibles en cada
generación. Estos especímenes, valiosos y escasos, deben tener más chances de
sobrevivencia so pena de que la especie se extinga. La necesidad de una respuesta unificada
a la totalidad de las variaciones que se van produciendo momento a momento en el medio
externo se convierte entonces en una condición sine qua non.

La selección impiadosa ha hecho que sólo se salvaran aquellos que lograron acopiar
toda la información en un único centro de procesamiento capaz de evaluar el presente,
compararlo con las experiencias del pasado y proyectar una serie de estrategias motrices,
también unificadas, que den como resultado final conductas adecuadas ante los cambios
energéticos exteriores. Pero el proceso no se ha detenido allí. Sucesivas aferencias
posibilitaron que el individuo analizara en tiempo real los resultados de su intervención en
el medio externo y pudiera elaborar nuevas directivas en armonía con las novedades que en
éste se van sucediendo.

Pero para que todo este maravilloso proceso sea posible, debieron darse una serie de
circunstancias:

1°) El cerebro hubo de “intuir” que existe un “afuera” unificado, que se modifica en
forma autónoma, y un “adentro” -su estructura corporal- que está bajo su control.

salto evolutivo.

113
2°) Que ese “adentro” también es uno sólo y que obedece coordinadamente a las
estrategias diseñadas en un ámbito, también singular, pero que no tiene realidad material
sino virtual.

3°) Que ese ámbito es virtual porque es sentido claramente distinto tanto del
“adentro”, ejecutor de sus mandatos, como del “afuera” que es el espacio donde sus
decisiones cobran realidad. Llamamos a esta entelequia producida por el funcionami ento
del sistema nervioso el “sí mismo”.

El sí mismo controla en forma simultánea las informaciones que en tiempo real le


llegan del mundo externo, las de su propio cuerpo, la forma en que se ejecutan sus
decisiones y los cambios que estas últimas provocan en el exterior.

A medida que los individuos se hicieron más y más complejos, este proceso, que
hasta ahora hemos descrito como ocurriendo en un “presente continuo”, sin pasado ni
futuro, adquirió la capacidad de desplazarse a lo largo de la flecha del tiempo. Esta
propiedad diacrónica del cerebro es fruto de la posibilidad de no perder las vivencias del
pasado, que se acumulan como recuerdos en circuitos nerviosos ad hoc. Al ser nuevamente
activados estos archivos de memoria logran que el pasado vuelva a existir y de su
comparación con el presente surjan las estrategias que permitan anticipar el futuro.

Pero la multiplicidad de variables a considerar y sus combinaciones posibles


aumenta con cada escalón evolutivo hasta llegar en las especies superiores a hacerse
prácticamente infinitas. Ningún cerebro y mucho menos, ningún ordenador, puede procesar
semejante magnitud de datos. Por lo tanto, el cerebro se ve obligado a elegir. En el ámbito
virtual del sí mismo aparece una capacidad para ocuparse de aquello que es importante
mientras que el resto del procesamiento, aunque no desaparece, pasa a un discreto segundo
plano. Esta capacidad que “ilumina” ciertas áreas del si mismo y deja a otras en penumbra
es “la conciencia” y la fuerza que desplaza al foco de esta iluminación es “la atención”.

Pero, por otra parte, es imposible que “tomemos conciencia” del mundo externo, de
las elecciones decididas para responder a sus requerimientos, de la evaluación de los
efectos que causan esas elecciones, de la comparación con circunstancias anteriores y de las
estrategias a futuro sin individualizar al titiritero que está detrás de todo ello. A ese titiritero
lo llamamos “Yo” y a su descubrimiento “autoconciencia”.

Llegamos de este modo al final de un largo recorrido que comienza en la


irritabilidad incoherente de las amebas y finaliza (por ahora) en la sofisticada cognición
humana. El motor del mismo ha sido la desesperada ansia de perdurar. Su trazado aleatorio
fue demarcado por la acumulación de infinitos errores -castigados con la muerte- a lo largo

114
de eones de tiempo. Instinto, emoción e inteligencia ayudan a sobrevivir a los hombres,
quienes estamos signados por la angustia de nuestra propia finitud.

Nada de toda esta riqueza puede encontrarse en un ordenador. Pero si la tecnología


llega en un hipotético futuro a dotar a una máquina de todas estas capacidades, y a la vez la
provee de la movilidad suficiente como para permitirle “tocar la realidad” es más que
posible que se desarrolle en ella algún tipo de conciencia no biológica. También adquiriría
entonces noción de su propia existencia y por consiguiente, miedo a dejar de ser. Por lo que
nos muestra la historia natural de las especies, este Frankestein electrónico -a diferencia del
creado por Mary Shelley- lejos de huir hasta perderse en las soledades del polo, se
convertiría en nuestro más directo competidor y, en aras de su propia supervivencia,
procuraría ser nuestro futuro verdugo.

A esta inquietante alternativa tendríamos que sumar otra, igualmente omninosa,


aunque por razones completamente distintas, y cuyos primeros atisbos pueden ya percibirse
en la actualidad.

Hemos afirmado en párrafos anteriores que la “realidad” en la que vivimos es una


creación intrínseca del cerebro que no traspasa los límites virtuales del sí mismo. En otras
palabras el mundo en el que creemos vivir es un modelo casi cerrado, aunque susceptible de
modificación gracias a las aferencias sensitivas que le llegan de un afuera incognocible.

Los avances neurocientíficos han ido avalando cada vez más fuertemente la
hipótesis que este modelo del mundo es en gran parte ingénito, es decir heredado junto con
el resto de las características de la especie. Millones de años de evolución han creado un
“cableado neuronal” que replica una parte de la realidad y nos dota al momento de nacer
con una serie de intuiciones, a la manera de los a priori kantianos. Este protomundo, común
a la especie, se va completando con las experiencias sensoriales que comienzan a incidir en
el individuo desde el mismo instante de la vida intrauterina en que el aparato sensorial
empieza a informar al SNC de los cambios que se suceden por fuera del espacio de la
mente.

Conceptos como los de espacio y tiempo, mundo externo, existencia de uno


mismo -y también la de “otros seres semejantes”, así mismo poseedores de una mente y con
los cuales podemos intercambiar información- se han descubierto en niños a las pocas
semanas de nacer (también en otros mamíferos) confirmando la existencia de un
considerable bagaje apriorístico con el que arribamos al misterio de existir.

Es en el tema de la comunicación donde se encuentran los ejemplos más claros de


este conocimiento ancestral: Los recién nacidos diferencian y privilegian los sonidos de la
voz humana del resto de las vibraciones acústicas que propo rciona la realidad. Se calman
ante un tono de voz suave y amoroso se sobresaltan ante uno amenazador. Muy pronto
distinguen la voz y el olor de la madre, que calma sus temores, de las del resto de las

115
personas. Con las caras sucede algo similar: Niños de pocas semanas siguen más los rostros
humanos que cualquier otro objeto que se mueva en su campo visual; ni siquiera es
necesario que sea un rostro verdadero, basta con una máscara esquemática, lo que
demuestra su capacidad de abstracción. Incluso algo tan sofisticado como el lenguaje
simbólico tiene una base genética. Los estudios de Chomsky, hoy universalmente
aceptados, postulan la existencia de un lenguaje universal, heredado y común a todos los
humanos, que la evolución ha ido incrustando en el SNC a lo largo del proceso de la
hominización. Nacemos con la capacidad de emitir y percibir un número discreto de
fonemas y de ordenarlos de una determinada manera; luego, al oír a nuestro alrededor sólo
una parte de ellos vamos “troquelando” nuestro lenguaje materno, mientras perdemos la
capacidad para aprender otros.

Este mundo común heredado, al ser confrontado continuamente con la parte de la


realidad externa que nos toca vivir a cada uno nos va haciendo sutilmente distintos de
nuestros semejantes: Cada persona vive en “su” mundo que no se solapa completamente
con el de ningún otro ser.

Pero todos los mundos de todos los hombres tienen algo en común: No son la
realidad verdadera. Ya hemos visto que ni “los árboles” ni “las piedras” ni “la gente” tienen
vigencia más allá del ámbito del sí mismo.

Como ya lo había intuido Calderón “la vida es sueño”. Durante la vigilia éstos son
corregidos y acotados por las aferencias sensoriales. Cuando dormimos, bloqueamos esas
aferencias y dejamos que las ensoñaciones discurran libremente. Pero en esencia ambos
actividades cerebrales son la misma cosa.

Ahora bien, los humanos desde siempre hemos estado insatisfechos con la escueta y
muchas veces dolorosa “realidad real” y, para consolarnos, hemos creado alternativas a la
misma. Los relatos orales primero, los libros después, el teatro, el cine, la televisión... Pero
nunca hasta ahora habíamos podido engañar tan complet amente a nuestra sensorialidad. Las
nuevas tecnologías están borrando con rapidez los límites entre la realidad real y la virtual.
Para muchos niños los personajes de los videojuegos y las películas en 3D son tanto o más
verdaderos que la gente de carne y hueso. En el corto plazo podremos engañar a todos
nuestros sentidos en forma simultánea. Será muy difícil entonces no ceder a la tentación de
sumergirnos más y más en los mundos hedónicos de la ficción. Para la especie esto sería
catastrófico. Millones de años invertidos en la creación de un mundo interior que replicara
lo más fielmente posible al mundo exterior se perderían en medio de la oferta de un menú
de mundos tan placenteros como irreales.

¿Cómo podrá enfrentar la humanidad esa adicción, al lado de la cual palidecerán


todas las otras adicciones conocidas?.

116
Es muy posible que la evolución haya ya empezado a encontrar su camino mediante
el único método que conoce: La cruel selección natural. Los que resistan la tentación,
sobrevivirán; los otros serán raleados de la faz de la tierra.

117
De lo lógica manicomial a la atención de la salud
mental de todos. Cambio de paradigmas
Ps María Angélica Pascua.

Lógica Manicomial -Modelo Ético Jurídico:

• Modelo Ético Jurídico: adicto como enfermo ( anormal) o delincuente, hay rehabilitarlo o
encerrarlo, ya que representa un peligro para la sociedad.

• Lógica Manicomial: no solo se encuentra en los manicomios, en el encierro, sino en el


modo de concebir el sufrimiento de un sujeto y el modo en como se piensa su abordaje.

• “El que padece mentalmente es loco” (estigmatización)

• “ El loco es peligroso”(peligrosidad/criminalización)

• “ La locura solo le pertenece al loco”(a- socialidad/ a- vincularidad)

• “ La cura está en el encierro”(manicomialización/ exclusión)

• “ El padecimiento mental se produce por una alteración o desorden biológico”


(medicalización/ naturalización). *

• En cada oración podemos sustituir el término “loco “por “adicto”, y la ecuación sería la
misma, por la estrecha relación entre locura y adicción en nuestras sociedades.

* Di Nella ,Yago,( 2012)“ Inclusión Mental”: Políticas Públicas con enfoque de derechos”. Ed.
Koyatun.

• Tratamiento centrado en el Individuo: medicación como único recurso terapéutico,


hegemonía de la medicina, internación como modalidad de la cura, ya que la locura le
pertenece al loco.

Tal como advirtió Foucault, la locura cuestiona la lógica de racionalidad del sistema y la
estructura social está orientada a su exclusión. Eso es lo que debemos combatir.

¿Por qué era necesaria un nueva ley de Salud Mental?

• Informe de la O.M.S ( 2005) recomendó:

118
• Es necesaria la legislación sobre salud mental ya que las personas con trastornos mentales
son particularmente vulnerables. Están expuestas particularmente a la estigmatización,
discriminación y a la vulneración de sus derechos.

• La necesidad de un marco legal para abordar cuestiones como la reinserción a


comunidad ,la prestación de un servicio de calidad y el acceso a sus derechos civiles (
vivienda ,educación, derecho a empleo digno).

• La necesidad de los estados de implementar políticas públicas para lograr la asistencia


sanitaria, desde el enfoque de los D.D.HH.

RECOMENDACIONES DE LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES:

• Asistencia social y sanitaria acorde a las necesidades.

• El derecho de vivir en comunidad.

• El Consentimiento Informado para todas las prácticas de Salud.

• Garantías del debido proceso en los trámites de las internaciones de tipo involuntaria.

• Políticas concretas en Salud Mental y Adicciones.

• Prohibición de apertura de nuevos Psiquiátricos y la obligatoriedad de la internación en


Hospitales Generales. Son algunas de las recomendaciones …

Paradigma de atención: a partir de la ley N°26.657


• Enfoque de los Derechos Humanos.

• Desde la estrategia de la atención primaria de la Salud (A.P.S)

Abordaje Comunitario

- Interdisciplinario
- Intersectorial

Salud Mental y las Adicciones desde el enfoque de los Derechos


Humanos:

.Enfoque de los Derechos Humanos: Son derechos esenciales. Se considera a la persona


como un sujeto de derechos. El máximo respeto a la dignidad humana: derecho a la Vida,
a la Libertad, a la Justicia, a la Igualdad, a la Salud, al Trabajo, entre otros.

119
Dos características fundamentales:

.La libertad.

.La capacidad jurídica: la capacidad de definir nuestros derechos y contraer obligaciones.

“La capacidad jurídica es tanto un derecho en sí mismo, como una garantía transversal e
instrumental que permite ejercer todos los derechos por voluntad propia”( Kraut, 2001)

ANTECEDENTES NORMATIVOS EN ARGENTINA


Uno de los principales antecedentes legislativos en el país, la
de Salud Mental de la Provincia de Río Negro , sancionada en el año 1991. Además
cuentan con ley provincial de Salud Mental, la ciudad autónoma de Buenos Aires en el año
2000 y las provincias de San Luis , Salta, Córdoba , Santa Cruz, Santa Fe N°10.772, Entre
Ríos y San Juan.--------------------------------------------------------------------------------------
Otras normativas: Ley 26.526 sobre “ Derechos del Paciente”, ley: 24.901“ Sistema de
Protección Integral de las Personas Discapacitadas”, Sistema de Prestaciones Básicas y
Habilitación y Rehabilitación en personas con discapacidad y ley 23.592 sobre
“Penalización de Actos Discriminatorios”.

PRECEDENTES DEL DERECHO NACIONAL

La sanción de esta ley implica cumplir con la doctrina sentada por la Corte Suprema de la
justicia de la Nación(CSJN)en la materia de Salud Mental y Adicciones , a través de los
fallos “Tufano” ( 27/12/2005) y “Arriola”, (25/12/2005)en los cuales el máximo tribunal
argentino reconoció la preeminencia de los estándares internacionales de DDHH,
interpelando a todos los poderes del Estado para que al momento de diagramar el diseño
normativo y político de la tención de la salud mental en el país, se constate esta adecuación

MODELO DE SALUD DESDE LA ESTRATEGIA DE A.P.S

Definida en Alma Ata ( …) la asistencia esencial, basada en método y tecnologías


prácticas , científicamente aceptados y socialmente aceptables, puesta al alcance de todos
los individuos y la familias de la comunidad, mediante su plena participación , y a un costo
que la comunidad y el país puedan soportar( …) La atención primaria de la salud es
integrante tanto del Sistema Nacional de Salud, del que constituye la función central y el
núcleo principal (…) Lleva lo más cerca posible la atención de salud al lugar donde residen
y trabajan los individuos (…)

De esta definición se desprenden cuatro principios fundamentales: la universalidad, la


equidad, la integralidad, y la continuidad de las intervenciones con el fin de que se
constituyan en verdaderas políticas públicas de Estado.

120
Atención de la Salud Mental de la Comunidad:

• Eje del Modelo de Salud: la promoción de la salud y la prevención de la


enfermedad. Los problemas en salud son construidos en y con la comunidad,
conjuntamente con el equipo de salud de la unidad sanitaria barrial. El eje está
puesto no en la enfermedad individual, sino en los determinantes sociales de la
enfermedad, desde un enfoque familiar y comunitario. Este enfoque implica
cambiar lógicas de trabajo en los profesionales de la salud (que fueron formados
muchas veces con las concepciones de salud y enfermedad propias del Estado
Neoliberal).

CAMBIOS NORMATIVOS QUE IMPULSA LA LEY 26.657

• Concepto de Salud: entendido como un proceso determinado por componentes


históricos, socio-económicos , culturales, biológicos y psicológicos, cuya
preservación y mejoramiento implica una dinámica de construcción social,
vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona.
Además , de la presunción de capacidad de las personas .( art 3)

• Abordaje de las Adicciones: como parte integrante de las políticas públicas de


salud Mental ( art 4) . Sumando a ello, que la existencia de diagnóstico no implica
presunción de daño o incapacidad , los que se deducen de una evaluación
interdisciplinaria,(art 5).Todos los efectores Públicos o Privados, deben adecuarse a
la nueva Ley.

• Rompe con la hegemonía médico-psiquiátrica: permite una evaluación desde


distintas ópticas y perspectivas, en un enfoque integral, integrado y más
democrático de la salud mental.

• El consentimiento informado: rige como principio para todo tipo de


intervenciones, con las únicas excepciones y garantías que establece la ley.(art 10)

• La medicación: debe responder a las necesidades de la persona , y se administrará


solo con fines terapéuticos ,y nunca como castigo, por conveniencia de terceros o
para suplir la necesidad de acompañamiento terapéutico.(Debe promoverse que los
tratamientos psicofarmacológicos se realicen en el marco de abordajes
interdisciplinarios.(art 12)

• Del equipo interdisciplinario: Los profesionales con titulo de grado están en


igualdad de condiciones para ocupar los cargos de conducción y gestión de los
servicios y las instituciones , debiendo valorarse su idoneidad para el cargo y su
capacidad para integrar los diferentes saberes del campo dela salud mental. (art 13)

121
• Internación: es considerada como un recurso terapéutico de carácter restrictivo , y
solo debe llevarse cabo, cuando aporte mayores beneficios que el resto de las
intervenciones realizables en el entorno familiar y comunitario . La cual debe ser lo
más breve posible , en función de criterios interdisciplinarios (art 14 y 15)

Toda disposición de internación dentro de las 48 horas debe cumplir con los
siguientes requisitos:

• A)Evaluación, diagnóstico interdisciplinario, integral y motivos que justifican


la internación, con la firma de al menos dos profesiones del servicio asistencial, uno
de los cuales debe ser necesariamente psicólogo o psiquiatra.

• B) Búsqueda de datos disponibles acerca de la identidad y el entorno familiar.

• C) Consentimiento Informado: de la persona o representante legal cuando


corresponda. Solo será válido el consentimiento cuando se presta en estado de
lucidez y con comprensión de la situación. Se considerará invalido cuando dicho
estado se pierde, ya sea por el estado de salud de la persona o por efectos de
medicamentos . En tal caso se debe proceder como si se tratase de una internación
involuntaria.

• Internación involuntaria: deber considerarse como recurso terapéutico


excepcional ,en caso de que no sean posibles los abordajes ambulatorios y solo
podrá utilizarse cuando a criterio del equipo mediase situación de riesgo cierto o
inminente para sí o para terceros ( art. 20 )

• Internación en Hospitales Generales: el rechazo de la atención de pacientes , ya


sea ambulatoria o de internación, por el solo hecho de tratarse de problemática de
salud mental, será considerado acto discriminatorio en los términos de la ley 23.592.

• En el caso de que la persona internada sea menor de 18 años de edad, debe


involucrarse la normativa específica de Protección Integral de los Niños ( ley
26.061).Y se considerará como involuntaria, aún cuando sus padres actúen en
conformidad.

• Autoridad de Aplicación de la ley: es el Ministerio de Salud de la Nación , quién


debe establecer un nacional de Salud Mental, acorde a este principios.( art.31)

• Presupuesto: en forma progresiva y en un plazo no mayor a 3 años a partir de la


sanción de la ley, se debe incrementar el presupuesto de salud mental hasta
alcanzar un mínimo del 10% del presupuesto total de salud.(art 32)

• Formación de los profesionales de acuerdo a los principios de la ley: la


autoridad de aplicación debe desarrollar recomendaciones dirigidas a las
universidades públicas y privadas, para que la formación de los profesionales de las
disciplinas involucradas sea acorde a los principios, políticas y dispositivos

122
acordes a esta ley. Promover espacios de capacitación y actualización para
profesionales en particular , para aquellos que se desempeñen en servicios
públicos.(art33)

EPIDEMIOLOGÍA. SITUACIÓN NACIONAL

• A los efectos de elaborar una adecuada política de Salud Mental es preciso contar
con datos sobre la población. Sin embargo actualmente no existen muchos registros
epidemiológicos especializados.

• Hoy es posible conocer que 1/5 de las personas adultas del país tienen
padecimientos mentales y adicciones ( 6.000.000), de las cuales 2/3 no tienen
acceso a ningún servicio de salud (Boletín Epidemiológico N°1 ; Dirección
Nacional de Salud Mental y O.P.S -2010).

• Un estudio del Centro de Estudios Legales y Sociales ( CELS) publicado en el año


2007 bajo el título “ Vidas arrasadas: La segregación de las personas en los asilos
psiquiátricos Argentinos”, denunció que existían 25.000 personas privadas de la
libertad en hospitales Psiquiátricos , siendo que más del 80% llevaba al menos un
año y, una gran mayoría, la mayor parte de su vida .Allí se denuncian actos de
violencia física y sexual falta de atención médicas condiciones insalubres de
alojamiento, hacinamiento, alta de tratamiento, rehabilitación y muertes no
investigadas.

MODIFICACIÓN DEL CÓDIGO CIVIL.

• Art 42. Disposiciones Complementarias: Incorporase como art. 152 del código
Civil:

• Art 152: Las declaraciones judiciales de inhabilitación o incapacidad deberán ser


fundadas en un examen de facultativos conformado por evaluaciones
interdisciplinarias. No podrán extenderse por más de 3 años y deberán especificar
las funciones y actos que limitan, procurando que la afectación de la autonomía sea
la menor posible.

• Art 43: Sustitúyase el art 482 del Código Civil, que quedará reglamentado de la
siguiente manera:

• Art 482: No podrá ser privado de su libertad personal el declarado incapaz por
causa de enfermedad mental o adicciones, salvo en los casos de riesgo inminente
para sí o para terceros, quién deberá ser debidamente evaluado por un equipo
interdisciplinario del servicio asistencial con posterior aprobación y control judicial.

123
Lineamientos de la Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657: Apoyos y reticencias
al momento sanción.

- Producto del proceso enunciado, el 3 de diciembre de 2010 se sancionó la ley, por


voto unánime de ambas Cámaras del Congreso Nacional de la Nación, con una
única abstención en la Cámara de Senadores.

- En la actividad legislativa preparatoria hubo una activa participación comunitaria de


organizaciones de DDHH, organizaciones de usuarios y familiares .

¿QUIÉNES APOYARON LA LEY?

• Se citan como principales impulsores de la ley: Ministerio Salud de la Nación ,


Ministerio Justicia, seguridad y Derechos Humanos de la Nación, Instituto contra la
Discriminación, la Xenofobia, y el Racismo (INADI,), O.P.S, O.M.S, Mesas
Provinciales Intersectoriales de Salud Mental, Justicia y Derechos Humanos ,
Direcciones y Áreas de Salud Mental de 17 provincias , Federación Psicólogos de
Argentina(FEPRA), “La Colifata”, Organizaciones de DDHH, Abuelas, CELS, Red
por los Derechos de las Personas con Discapacidad, CGT, CTA, entre tantos otros.

• Como así también expertos nacionales e internacionales : Galende, Stolkiner,


Saforcada, entre otros.

OPOSITORES A LA SANCIÓN DE LA LEY

• La Asociación de Psiquiatría de América Latina(APAL),la Confederación Medica


Argentina, (COMRA), la Asociación Argentina de Psiquiatras, la Asociación
Argentina de Psiquiatría Infantojuvenil, la Escuela de Salud Pública de la UBA, la
Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el
Narcotráfico (SEDRONAR) y la Asociación Médica de la Capital Federal.

REFLEXIONES PARA FINALIZAR.

• Trabajar con nuestros propios pre-juicios.

• Escuchar: (captar) ¿quién es el otro?

• Potencializar el proyecto de vida de la persona Tengamos presente que el


“adicto” es alguien “que no puede”( no puede crecer, dejar de ser el niño
encantado que soñaron sus padres). Actúa esa imposibilidad.

• Facilitar en el proceso terapéutico la comprensión- implicación de la familia.

124
CAMPOS DE LA PRÁCTICA Y LEY DE SALUD MENTAL.
Ps. María Angélica Pascua

De lo Lógica Manicomial a la Atención de la Salud Mental de todos:

Problematizar el tema desde dos ejes:

1- Cambios normativos que impulsa la ley y rol del psicólogo y


2- Formación Profesional- Perfil -Incumbencias Profesionales: (desde un enfoque
histórico-social)

El abordaje de la Salud Mental y las Adicciones a partir de esta ley de alcance nacional
(Ley 26.657) encarna la materialización normativa de un extenso proceso de reivindicación
de derechos fundamentales para las personas usurarias de servicios de salud mental. Este
hecho es producto de un largo proceso público (de lucha, de relaciones de poder), que
incorpora a la normativa nacional instrumentos internacionales desde la perspectiva de los
derechos humanos. Con el advenimiento del nuevo paradigma (proceso que estamos
transitando) incluso se modifican las nomenclaturas, de “locos”, “pacientes” a “persona
usuaria de servicios de salud mental” .En el caso que nos convoca, “paciente” queda
limitado a la situación de atención terapéutica en estado de crisis mientras que para
cualquier situación ajena a ese momento puntual, se hace referencia a “persona usuaria de
servicios de atención mental”.

Concebir al usuario como un sujeto de pleno derecho, no implica desconocer que se trata de
una persona sufriente, un semejante. El sustantivo “persona”, con el que se hace referencia
en la ley, es un signo vital de la incidencia de los derechos humanos de la materia y de la
posición de actividad que se supone en ella, no quedando en un lugar “pasivo”, que solo
espera ser curado, aliviado por el profesional.

En lo que respecta particularmente a nuestra Área de Adicciones, podemos puntualizar que


la nueva ley de Salud Mental, sitúa en su artículo 4, que: “Las adicciones deben ser
abordadas como parte de las políticas de salud mental. Las personas con uso problemático
de drogas, legales e ilegales, tienen todos los derechos y garantías que se establecen en la
presente ley en su relación con los servicios de salud.”

125
Nos preguntamos: ¿por qué fue necesario que la presente ley aclarara esta situación en
relación a las adicciones? ¿No se comprendía antes que las situaciones de consumo
tienen ver con la salud mental?

En primer lugar, podemos decir, que había un vacío legal en relación al tratamiento de
personas con consumo problemático de sustancias, produciéndose muchas veces la
judicialización y criminalización del adicto. Y era el sistema judicial (a través de la figura
del juez) el encargado de decidir sobre el tratamiento que se iba a dar a las situaciones de
consumo, donde se entrelazaban la cuestión de la salud y la situación de delito, a veces, por
la tenencia de las sustancias. De allí se desprendía toda una situación compleja (criterios
para diferenciar entre tenencia para consumo propio o comercialización) en la cual no nos
vamos a detener, pero podemos decir, que provocaba toda una serie de violaciones de los
derechos humanos de las personas afectadas por situaciones de consumo por parte del
sistema judicial-policial.

¿Qué es, entonces, lo que viene cambiar radicalmente la nueva ley de salud mental y que
se relaciona con la inserción del psicólogo en el abordaje de estas situaciones? La Ley
rompe con la hegemonía médico-psiquiátrica y permite una evaluación desde distintas
ópticas y perspectivas, en un enfoque integral y más democrático de la salud mental.

Hoy las evaluaciones tienen que estar a cargo de un equipo interdisciplinario de salud, en el
cual se incluye al psicólogo junto con otras disciplinas. Esto viene a frenar, de alguna
manera, las internaciones de tipo compulsivas y muchas veces sin criterio (terapéutico).

En este nuevo marco normativo la internación será el último recurso terapéutico a


implementar, la cual será por el mínimo tiempo posible y siempre y cuando brinde mayores
beneficios que el tratamiento ambulatorio. En este sentido, el equipo de salud deberá
informar en la historia clínica todas las intervenciones realizas, y fundamentar a cerca de la
ausencia de otra alternativa eficaz, tomando como único criterio de internación la situación
de riesgo cierto o inminente para sí o para terceros. Esto también es importante, ya que la
noción de riesgo remite a un estado, un momento transitorio del sujeto en relación a su
ambiente, en cambio, en el paradigma anterior la noción de peligrosidad remitía a una
condición intrínseca del sujeto. Lo cual producía una fuerte estigmatización en quienes
atravesaban por ese proceso.

Respecto de la de la descentralización del poder médico, tiene que ver con la misma
concepción de salud que plantea la ley: “…como un proceso determinado por componentes
históricos, socio-económicos, culturales, biológicos, y psicológicos, cuya preservación y
mejoramiento implica una dinámica de construcción vinculada a la concreción de los
derechos humanos”. (Art. 3) y no solo la ausencia de enfermedad.

En los casos en que se sugiriese la internación, previa evaluación del equipo de salud
tratante, la ley dice que deberá constar con la firma de al menos dos profesionales, uno de
los cuales deberá ser psicólogo o psiquiatra. Antes de la ley la firma del psiquiatra era
fundamental a la hora de este tipo de intervenciones. Ahora se habla de equipos de salud
126
mental, en este sentido, el psicólogo y el psiquiatra, al igual que otras disciplinas con título
de grado, están en igualdad de condiciones también en lo que respecta a la conducción de
instituciones o dispositivos de salud mental.

3- Formación Profesional- Perfil -Incumbencias Profesionales: (desde un


enfoque histórico-social)

Si realizamos un corte en las distintas generaciones de profesionales de salud mental desde


1960, podemos observar diferencias progresivas respecto de lo que era o lo que debería ser
el profesional, acorde a la época donde se formó y a la idea que dejó en el cuerpo social
respecto de su función y su rol. De la formación y práctica surge el “perfil”. Este es
producto y producción incesante de una serie de construcciones donde se articulan lo
buscado en los programas de estudio y lo esperado y demandado socialmente. Cuando esa
articulación no se liga (o entra en conflicto de intereses entre rol asumido y el esperado por
la comunidad: función social) ha de observarse la llamada aparición de “síntomas
profesionales”. (Di Nella, Gayo, 2010)6

Para ubicar brevemente el rol del psicólogo, podemos decir que en los 60, el profesional de
salud mental era visto como un agente de cambio social, preocupado por la política y la
transformación de la sociedad de la que formaba parte.

En los 70 el psicólogo se define como un trabajador de la salud mental. El compromiso


social y profesional se acentúa fruto de la creciente corriente de pensamiento amparada en
la Psicología Social. Así comienza el proceso de la solidificación de la interdisciplinariedad
en el campo de la salud mental, donde los profesionales psi, trabajan conjuntamente,
respetando el campo específico de cada disciplina ,pero entendiendo fundamentalmente
que la enfermedad mental es un producto social, que exige un abordaje integral del ser
humano en tanto social . El hecho de referenciarse como trabajador lleva a los profesionales
a agruparse, fortalecer los espacios de participación colectiva, formar gremios o
asociaciones, que participan luego del quehacer social en un momento socio histórico de
una profunda efervescencia política, sobre todo en el debate ideológico.

Las dictaduras latinoamericanas marcarían los siguientes designios, como así también los
pasos de los referentes .Desde mediados de los 70 y toda la década de los 80, el profesional
Psi, tiende a definirse como psicoanalista. La práctica profesional es la de la profesión
liberal neutral socialmente, pretendidamente a-histórica y a-política, orientada mayormente
a la clínica privada individual y a veces individualista. Ahora, de “agente de cambio” el
trabajador de la salud mental pasa a ser un profesional independiente (a-político) y cuenta-
propista.

6
Di Nella Gayo, Dispositivos Congelados: Psicopolítica de la formación en Psicología: construcciones de la
Subjetividad Profesional desde un enfoque de derechos .Bs. As.2009.Ed. Koyatun, 2010.

127
En los 90 podemos pensarlo como un profesional en general cuestionado (auto cuestionado
y cuestionado por la comunidad en la que vive). Cuestionado, por un lado, en la
contradicción, entre sus deseos iniciales de prestar servicio a aquel semejante que sufre y su
formación no comprometida planteada por fuera de lo social-histórico. Por otro lado,
respondiendo desde un esquema teórico-metodológico desconectado de la realidad de
nuestro país y que poco sirve para resolver los problemas que planteaba el fin del milenio
neoliberal.

Los principios en los que se fundaba la transmisión de las Universidades Argentinas


ostentaban, quizás por primera vez, la hegemonía de la ilusión de neutralidad social de la
práctica psi. La propuesta de pretensión universal consistía en suscribirse a la lectura del
texto y del relato, descifrarlo en su lógica interna, pero descontextualizado del entorno. (Di
Nella, Yago, 2010)

Sin embargo, en los últimos años comienza a reconstruirse una corriente revisionista,
poniéndose en evidencia nuevamente el compromiso social que el profesional tiene con la
comunidad a la que pertenece, esto es, recreando un discurso a la vez que reencontrando a
sus propios interlocutores.

Este cambio que se empieza a observar de reapertura de la visión Psi hacia lo socio en la
construcción del perfil profesional, no es por la declinación de su propio desarrollo, sino
por la re-aparición de la realidad social como variable de ajuste a las teorías imperantes.
Esta operación de re- significación podría leerse, no solo como un “retorno a las fuentes”,
sino como una reacción desesperada ante los problemas que surgen en la práctica
profesional o pre –profesional, por la contradicción antes planteada, entre perfil de la
formación y la demanda para con la profesión. (Di Nella, Gayo, 2010)

La nueva ley de salud mental viene como producto de este proceso que se viene dando en
un marco más general. Es importante tener en cuenta que se considera parte integrante de
las ley los Principios de Naciones Unidas para la Protección de los Enfermos Mentales y
para el Mejoramiento de la Atención de Salud Mental (1991), la declaración de Caracas de
la O.P.S y la O.M.S, para la reestructuración de la atención Psiquiátrica dentro de los
Sistemas Locales de Salud (1990) y los Principios de Brasilia, rectores para el Desarrollo
de atención de la Salud Mental de las Américas ( 1990), se consideran instrumentos de
planificación de las Políticas Públicas.

Los grandes cambios geopolíticos mundiales, el nuevo reordenamiento mundial y las


transformaciones en la economía y en la sociedad de nuestro país, afectan el campo de la
salud mental, que se manifiesta en un cúmulo de problemáticas clínicas, relacionadas con
ella: rupturas de vínculos, la desocupación, la pobreza, y la aparición de nuevas
modalidades del síntoma en relación a la cultura del consumo, propio de nuestras
sociedades. Situamos aquí, a las adicciones. Síntoma paradigmático de nuestra época…y a
propósito de lo que nos preguntábamos al comienzo sobre la inserción del psicólogo en el
marco de esta ley, (y para ir cerrando…) podemos decir que se nos impone cada vez más la

128
convicción de que la inserción del psicólogo en el campo laboral, será fecundo en la medida
en que se traduzca en una actitud humanizada en la práctica, con un sentido de
responsabilidad social, desde un abordaje interdisciplinario, familiar y comunitario.
Tratando además, de de-construir nuestros propios prejuicios, para evitar que terminen por
excluir o vulnerar a los sujetos de nuestra intervención.

En el trabajo con personas que tienen dificultades con las drogas, esto se pone
particularmente en evidencia. Porque socialmente se ha instalado a las personas
consumidoras de drogas, como los “locos de nuestra época”. Tal como advirtió Foucault 7,
la locura cuestiona la lógica de racionalidad del sistema y la estructura social está orientada
a su exclusión. De eso debemos estar advertidos y es lo que debemos combatir. Nos
preguntamos: ¿Qué hacer entonces ante este estado de situación?

Detener la prisa por responder sin reflexión al discurso social, poder recuperar la palabra
propia y no solo la de nuestros pacientes, sino la nuestra, que no se confunde con los
discursos hegemónicos del paradigma anterior.

7
Foucault, Michel. Historia de la Locura en la Época Clasica.Buenos Aires. Ed.FCE, 2003

129
INFORME PSICOLÓGICO EN ADICCIONES. UNA
MIRADA ÉTICA. Reflexiones del área adicciones
El grupo se puso a pensar en torno al informe psicológico en relación a los pacientes
adictos.

Angélica dice que en el caso de los adictos, es importante correrlos del lugar de
delincuentes en el cual los coloca el sistema judicial. La condición de adicto a sustancias
despierta múltiples prejuicios socialmente arraigados.

María del Carmen dice que nuestra ética al pensar la adicción, excede la cuestión de
la sustancia, la cuestión del cuerpo y la mirada puramente médica. Remarca la necesidad de
aportar desde nuestra especificidad. Corrernos de la movida que intenta reducir toda mirada
sobre las adicciones a una cuestión médica. Defender nuestra mirada psicológica y
terapéutica, claro, sin ignorar lo otro, por ejemplo, en caso de las psicosis subyacentes es
precisa la medicación. Pero ocurre que los psiquiatras tienden a medicar en exceso a los
adictos, remplazan una droga ilegal por muchas drogas legales. Y las que están detrás de
este poder médico, son las empresas farmacéuticas, que mueven millones. Tampoco
podemos ignorar el cuerpo, como algunos colegas hacen, la persona no es una voz
descarnada, es un organismo también, y un cuerpo que expresa.

Los psicólogos hacemos informes sobre el mundo psíquico. No hacemos ni


informes físicos, ni historiográficos, ni policiales, ni médicos. Respetemos esta
especificidad y hagámosla respetar. Tener en claro nuestra incumbencia y nuestra área de
exploración. “No sé si efectivamente tiene una cicatriz en la pierna, lo que puedo informar
es que, dada la batería de test gráficos aplicados, el paciente presenta efectos psíquicos de
una cicatriz en esa zona de su cuerpo” “Si lo desea contrate a un médico que le revise si
efectivamente tiene una cicatriz, pero no es mi tarea” María del Carmen insiste: tenemos
que saber dónde poner los límites.

Se toca el tema de la confidencialidad. Cuando se piden informes judiciales o


técnicos, María del Carmen dice que ella pide que medie una autorización ante el juez,
firmada por el paciente, recién entonces ella informará que el paciente padece una adicción.

Eduardo abre el tema de lo voluntario y lo involuntario. En el caso de los pacientes


adictos (anoréxicas incluidas), se trata en su mayoría de pacientes “traídos” por sus
conyugues o sus padres. En cierta medida “forzados” a someterse al tratamiento. Muchas
veces estos que traen al paciente a terapia son también los que pagan. Esto no quiere decir
que estemos trabajando para el que paga y el que trae “al enfermo” Trabajamos para el
paciente, tenga este 5, 6 o 50 años. Por lo general, los familiares que pagan por el
tratamiento, tienden a exigir información. Piden informes y datos. No es ético dárselos.
Suelen ser insistentes, pero uno trabaja para el paciente.
130
En relación a este tema, María del Carmen aclara que el que viene es porque quiere
venir. Los pacientes miden 1 80, y dicen “que mamá los trae obligados” No es así. Ellos
hacen el berrinche, patalean, pero vienen. Si ellos no quisieran, no vendrían, buscarían el
modo de zafar. Estos berrinches son parte de esas máscaras y posturas, de esos juegos que
las personas jugamos.

Otro elemento de la ética en la atención de las adicciones es la cuestión de la


internación. La internación de los adictos no es terapéutica. Sólo es recomendable en caso
de riesgo de vida para el paciente o para terceros. La familia exige internar al adicto. Cree
que la única opción es esa. Sostener un tratamiento alternativo a esta práctica instalada es
parte de la ética.

Es fundamental saber quién pide el informe:

¿Para quién trabaja el terapeuta que tiene que redactar un informe? ¿Para el juez? ¿Para la
escuela? ¿Para el paciente?...

Estas cuestiones influirán en el tipo de informe que demos. Incluso en lo que el


peritado o paciente nos revele. No es lo mismo que nos presentemos como “el psicólogo
que la provincia puso a trabajar en la cárcel” a que nos presentemos como “un psicólogo
independiente, de una ONG que viene a trabajar con él”

Es importante responder puntualmente solo aquello sobre lo que se nos


pregunta, siempre que esto no invada la privacidad del paciente.

Otro tema difícil es el de las obras sociales. Piden informes psicológicos para
cubrir tratamientos de adicciones. El problema es que a estos informes los leen todos los
empleados… ¿Qué poner en un informe así? Podemos optar por colocar la patología de
base (Depresión, trastorno del estado de ánimo, etc) pero a veces, para que la obra social lo
cubra, no queda otra que poner que el sujeto está padeciendo una adicción. Podemos leerle
antes el informe al paciente, y pedirle que nos diga si está de acuerdo o no con que lo
presentemos.

En relación a la nueva ley de salud mental N°26.657, es importante resaltar que


viene a poner coto a los pedidos de internación compulsivos que se venían dando. Antes de
la promulgación de la ley, el que tenía la facultad de ordenar la internación era el juez (juez
de familia, defensor general etc) cuando la familia pedía una evaluación del supuesto
familiar adicto , esa evaluación lo hacía el médico, o psicólogo de policía o algún
profesional del poder judicial: como auxiliares de la justicia y, luego de la evaluación, el
juez podía considerar o no eso, y ordenar por ejemplo la internación. El alta también estaba
sujeta al seguimiento del juez y no del equipo de salud tratante.
En cambio ahora, el que decide si hay criterio de internación (solo cuando hay riesgo para
sí o para terceros) o no, es el equipo de salud donde se asiste al paciente.
También en la concepción de salud mental que tiene como espíritu la ley habla de la
misma como un proceso determinado por componentes históricos, socio-económicos y

131
psicológicos, cuya preservación implica una dinámica de construcción social vinculada a la
concreción de los derechos humanos . Esto aunque parezca obvio para nosotros es
importante porque tiene que ver con la ética de correr al adicto de la figura del delincuente
o del enfermo en términos de enfermedad intrapsíquica como si su padecimiento no tuviera
que ver con sus condiciones de existencia, sus vínculos, digo esto por que muchos
tratamientos se piensan sin incluir a la familia y el adicto queda como el problema, sin que
se problematice la situación global. Por eso desde la familia y dese el imaginario social se
piensa a la internación como " la solución mágica del problema".
Respecto de la clínica, en lo que respecta a la evaluación que debe ser realizada por equipo
interdisciplinario, y necesariamente tienen que firmar 2 profesionales uno de los cuales
debe ser psicólogo o psiquiatra. Lo mismo respecto del tratamiento.

132
La prevención de adicciones mediante talleres de habilidades
para la vida.
Ps. Eduardo Salas Ahumada
Hace tiempo se considera que la escuela es el espacio privilegiado para iniciar y
sostener campañas de prevención de adicciones. Surge entonces la pregunta sobre el modo
correcto de llevar a cabo esta labor preventiva.

Desde hace unos 5 años vengo desarrollando diferentes actividades de prevención


en escuelas marginales de la ciudad de Rosario y deseo en este capítulo compartir algunas
ideas y reflexiones personales al respecto.

¿Por qué la escuela? En la escuela nos encontramos con una importante cantidad de
adolescentes de lunes a viernes, seis o más horas al día transitando espacios de formación y
aprendizaje. La Escuela es, junto a la familia, una instancia de socialización fundamental.
Por ella transitan y en ella se agrupan los “adolescentes”, esas subjetividades en formación,
ebullescentes, cambiantes, frescas, aventureras. Y es durante la adolescencia cuando
generalmente se produce el inicio del consumo de sustancias, en el contexto de estos
ensayos de nuevas conductas y de intentos por quebrar barreras y viejas fronteras que en su
momento supieron contener al niño.

El adolescente comienza a reclamar sus propios espacios y sus tiempos, a separarse


de la familia e incursionar en nuevos grupos. Sus conductas impulsivas y sus intentos de
emancipación lo exponen al consumo de drogas, especialmente en barrios en los que
comprar droga es tan corriente como comprar un producto del almacén.

Las drogas han ido ganando cada vez mayor terreno dentro del tejido social. Esto lo
vemos en los diarios, los noticieros, pero también en nuestra cotidianeidad, en los boliches,
en las calles y en las escuelas.

Hace unos 10 de años las drogas eran un tema lejano para la escuela. Se presentaban
como amenaza externa, como el “monstruo” que quedaba siempre fuera de los muros del
castillo, nunca dentro. Sin embargo desde hace unos dos o tres años los docentes comienzan
a darse cuenta que la amenaza se volvió realidad: el monstruo camina por los pasillos, en
las aulas, en los baños.

Cada vez más chicos y chicas de 13, 14, 15 años llegan a las escuelas en estado
alterado, presas de excitación psicomotriz o sedados, casi inconcientes. Otras veces se
ponen así tras un recreo, luego de una incursión en el baño. La marihuana los delata por su
olor, por tanto es fácil de detectar por el personal de la escuela cada “porrito” que los chicos

133
prenden. Pero no son fáciles de detectar la cocaína que aspiran, las dosis de “alita de
mosca” que consumen o las pastillas que ponen en las bebidas que compran en el
quiosco…

¿Qué hacer ante esto? los directivos reclaman ayuda a gritos, pero con los hombros
caídos por el desaliento. Parece ser una batalla perdida…

El psicólogo desea brindar a la escuela una intervención profesional y eficaz. Pero,


¿Desde qué paradigma intervenir? ¿Con qué herramientas? ¿Sobre qué actores? ¿Con qué
objetivos?

Una buena meta inicial será la de “no dañar”, evitar las intervenciones iatrogénicas,
también las ineficaces. Por eso es importante definir bien los objetivos y el blanco de
nuestro accionar. Siempre se corre el riesgo de estar proporcionando una Aspirina para
curar un cáncer, aumentando el desaliento del conjunto.

Antes de seguir es importante que veamos algunos conceptos fundamentales


relativos a la prevención en el campo de la salud mental y las adicciones.

De la cátedra de psicología educativa II de la Facultad de Psicología de la UNR


(2005), guardo una definición de prevención interesante, por su carácter sugestivo y
amplio:

Abrir posibilidades de subjetivación más plena, es un modo de prevenir infinidad de


problemas posibles. Prevenir desde una perspectiva constructivista no consiste en combatir
problemas sino en “abrir nuevas posibilidades”

Prevenir es intervenir en función de que un sujeto o comunidad puedan salir del


circuito repetitivo de conflictos en el que se hallan inmersos, y logren articular recursos
simbólicos que les permitan reestablecer su capacidad de amar y producir.

Cuando pienso en prevención, lo hago desde una perspectiva construccionista. Los


problemas dependen en gran medida de nuestros modos de narrarlos. Ellos son una
construcción social-narrativa-vincular, y deben abordarse desde esta óptica. Prevenir es
construir una nueva narración de los problemas de modo que resulten abordables para ese
sujeto y esa comunidad.

Considero por lo tanto que es preventiva toda intervención que logre que allí donde
antes solo se hablaba de déficits y amenazas, comience a hablarse también de las
posibilidades. Prevenir es abrir espacios de resiliencia y empoderamiento para los sujetos,
los grupos y las comunidades.

A los efectos de comprender mejor los objetivos y alcances de los talleres de


habilidades para la vida en la escuela, repasemos algunas de las posibles clasificaciones de
la prevención:

134
 Prevención Primaria: es la promoción y protección de la salud integral de la persona.
Tiene como destinatarios a las personas no consumidoras y su objetivo es evitar que se
inicien en el consumo.
 Prevención Secundaria: es la detección precoz de la adicción. Se dirige a
consumidores en fases iniciales, donde todavía no hay abuso, y su objetivo es prestar
atención temprana a estas personas.
 Prevención Terciaria: es el tratamiento y rehabilitación de la persona enferma. Los
destinatarios son los que ya tienen el problema del abuso de sustancias, siendo su
objetivo reducir posibles daños asociados al consumo.

 Prevención Específica: Acciones que se realizan trabajando directamente la temática de


la drogadicción, es decir las drogas, efectos y sus consecuencias.
 Prevención Inespecífica: Intervención destinada a desarrollar actitudes positivas y a
mejorar la calidad de vida de las personas, realizándose diferentes actividades en dicho
sentido sin aludir específicamente la temática de las adicciones

De acuerdo a esta clasificación, los talleres de habilidades para la vida, de los cuales
hablaremos más extensamente en este escrito:

- Son de talleres de prevención primaria, puesto que buscan disminuir la incidencia


de las causas o factores predisponentes a las adicciones, buscando que los
adolescentes no se inicien en el consumo de drogas
- Son talleres de prevención inespecífica, puesto que no se trabaja directamente sobre
la temática de las adicciones sino en el fortalecimiento de los sujetos y de los
factores protectores ya presentes en ellos mismos y sus ambientes.

Una definición operacional de prevención que puede ayudarnos a profundizar en la


eficacia de estos talleres es la siguiente:

Prevenir es fortalecer la presencia de factores protectores y debilitar el influjo de los


factores de riesgo.

Factor de protección es todo atributo o característica individual, del contexto social o


situacional que inhibe, reduce o atenúa la probabilidad del uso y/o abuso de drogas

Factor de riesgo es todo atributo y/o característica individual, del contexto social o
situacional que incrementa la posibilidad del uso y/o abuso de drogas. (Clayton 1992)

Factores de riesgo individuales para el consumo de sustancias:

- Baja autoestima
- Poca tolerancia a la frustración
- Falta de autonomía
- Débil sentido de responsabilidad

135
- Dificultad para manejar la ansiedad
- Escaso sentido crítico
- Sistemas de valores desadaptativos
- Dificultad para resolver conflictos
- Dificultad para la toma de decisiones

Talleres de habilidades para la vida en internet.


Si investigan en internet hallarán abundante bibliografía sobre la prevención
inespecífica de las adicciones mediante talleres de habilidades para la vida. Estudiando este
material comencé yo a interiorizarme sobre el tema hace algunos años.

Los talleres más extendidos están construidos desde el modelo cognitivo-


conductual. La idea central que todos ellos comparten es que existen una serie de
habilidades o destrezas psicosociales que todo sujeto está en condiciones de aprender
mediante el estudio y el entrenamiento conductual.

Un segundo punto fundamental que comparten estos talleres es la certeza de que


todo aquel que conozca y aprenda a aplicar estas habilidades para manejar sus emociones,
sus problemas y sus relaciones sociales, correrá menos riesgo de caer en las adicciones.

La tarea que ellos encaran en el fondo es la de armar a los adolescentes con


herramientas que les hagan sentir que no necesitan consumir sustancias suplementarias para
divertirse, para manejar sus dolores, para relajarse, para sociabilizar o resolver sus
problemas.

Estados Unidos, Chile, España, Cuba, Naciones Unidas, etc, promueven este tipo de
enfoque basado en las habilidades para la vida. Entre las habilidades trabajadas
encontramos:

- Autoaceptación
- Autoestima y autoeficacia
- Optimismo
- Toma de decisiones
- Resolución no violenta de problemas intesubjetivos
- Asertividad y resistencia ante las presiones de los grupos de pertenencia
- Manejo del estrés y las emociones negativas mediante automonitoreo,
reestructuración cognitiva y cambio conductual
- Relajación
- Habilidades para buenos usos del tiempo libre
- Habilidades para el análisis crítico de la publicidad, los estereotipos sociales y
prejuicios
- Desarrollo de valores y actitudes pro-sociales
- Elaboración de objetivos y proyectos personales significativos a corto, mediano y
largo plazo
136
El formato de los talleres es similar en todos los casos: entre 8 y 12 encuentros, de
dos horas cada uno.

Algunos de los talleres más completos que pueden encontrar en la web son los
siguientes:

- Las habilidades sociales en el currículo, España, 1998. Presenta el programa


y brinda abundante material para la enseñanza de habilidades de defensa de
derechos interpersonales y asertividad. Abarca a alumnos, profesores y familias y
nos da datos estadísticos sobre su implementación
- Construyendo salud. Promoción del desarrollo personal y social,
España, 2003. Este programa busca la promoción del desarrollo personal y de
estilos de vida saludables en alumnos de educación secundaria. Se centra en la
enseñanza de destrezas tales como: toma de decisiones, control emocional,
comunicación, expresión del enfado, expresión de enfado y defensa de derechos
personales, manejo de la presión grupal, tolerancia y cooperación, uso del tiempo
libre, etc. La fundamentación del programa afirma que: Tanto el consumo de drogas
como la conducta antisocial se consideran manifestaciones de lo que se ha venido a
llamar "conducta problema". Ambos son comportamientos antinormativos, cuyo
inicio suele producirse en los primeros años de la adolescencia. Además, esos
comportamientos parecen tener unos determinantes comunes: la presión del grupo
de compañeros; la necesidad de buscar experiencias novedosas; las dificultades
para resolver problemas de modo racional y reflexivo; la necesidad de compensar
una autoimagen negativa o la ausencia de un adecuado autocontrol emocional no
son más que algunos de los factores que incrementan el riesgo de desarrollar estos
hábitos poco saludables.
- Programa ULISES, aprendizaje y desarrollo del autocontrol
emocional, España, 2002. En su justificación nos dice que: El Programa Ulises de
aprendizaje y desarrolllo del autocontrol emocional nace a la luz de la evidencia
sobre factores predictores de la conducta problema. Parte de la constatación de
que la conducta desviada es un fenómeno multicausal, en el que se engarzan
diversos agentes de influencia y es el resultado de la interacción de múltiples
variables psicológicas y sociales. En relación con el consumo de drogas y la
realización de otras conductas problema se han propuesto como factores de
protección, variables individuales como la adecuada competencia social
(habilidades sociales, habilidades de resolución de problemas…) (Rutter, 1990) o
variables contextuales, como la alta vinculación a la familia y la escuela o el
adecuado funcionamiento familiar. Uno de los factores de riesgo detectado en la
investigación sobre conducta problema viene dado por el déficit en el control
emocional. Algunos modelos, como por ejemplo el modelo de Simons et al. (1988)
plantea que la tensión emocional y la carencia de estrategias adecuadas de

137
afrontamiento favorecen el desarrollo del consumo de drogas. Asimismo, diferentes
estudios ponen de relieve la asociación entre la conducta problema y la vivencia
- de malestar emocional (Colder y Stice, 1988; Kagan, 1991). Por ello, el programa
Ulises se centra en este componente, el desarrollo del autocontrol emocional, que
proporciona estrategias útiles para enfrentarse de un modo adaptativo a la
ansiedad y a la ira. Se parte del supuesto de que mejorar en los adolescentes su
competencia personal y social reducirá su motivación al consumo de drogas y la
implicación en actividades problemáticas. Este programa tiene la particularidad de
basarse en el libro de Ulises, un clásico de la literatura griega, convertido en una
serie de breves historietas, cada una de las cuales invita a reflexionar a niños (de 10
a 12 años) sobre diferentes aspectos del autocontrol emocional.

- Programa Nexus para la prevención del consumo de drogas , España,


asociación de deportistas. El programa se centra en la enseñanza de habilidades
tales como: comunicación eficaz, inteligencia emocional, autoestima,
autocomunicación, pensamiento positivo, uso del tiempo libre, análisis crítico de la
publicidad, manejo de la presión grupal… La enseñanza de estas destrezas es
importante porque: La teoría multietápica del aprendizaje social (Simons, Conger y
Whitebeck, 1988) sugiere que el malestar emocional del individuo y la falta de
habilidades de afrontamiento son determinantes de la escalada hacia el consumo
habitual de drogas. Esta escalada puede estar condicionada porque la persona
busque en el consumo de drogas un alivio a su malestar emocional o, porque ante la
falta de habilidades, recurra a las drogas como un medio para hacer frente a sus
problemas vitales. El programa Nexus incorpora un componente de autoestima y
otro de inteligencia emocional para incidir sobre los factores afectivos antes
reseñados. El objetivo de dichos componentes es que el preadolescente adquiera un
conjunto de habilidades y destrezas cognitivas que le hagan más competente para
manejar la ansiedad, las críticas destructivas de los demás, su autodiálogo interno y
los pensamientos negativos e irracionales que les puedan afectar.
- Educación emocional, propuestas para la tutoría, España. Habilidades
que desarrolla: conocimiento emocional, comunicación de emociones, empatía,
autocontrol, creatividad, etc.
- Manual de destrezas para la vida, Cuerpos de Paz (compilador), 2003. Se
dirige básicamente a la prevención del HIV en las comunidades vulnerables, pero
sigue el modelo de enseñanzas de habilidades para la vida: asertividad,
comunicación eficaz, toma de decisiones, establecimiento de metas personales,
autoestima, derechos humanos y política de género, etc.
- Programa ORDAGO, España, 2013, es un interesante programa que pueden
explorar en la siguiente dirección http://www.ordago.net

138
Casi todos los programas tratan de modo directo el tema del consumo de alcohol,
tabaco y drogas, pero no se focalizan en esto sino en la enseñanza de destrezas para la vida.
El programa Nexus justifica la tarea de modificar las creencias permisivas del adolescente
respecto al consumo de drogas: Dentro de los factores cognitivos, la teoría de la acción
razonada (Fishbein y Azjen, 1975) propone que el determinante más inmediato del
consumo de drogas son las intenciones de consumo. Éstas, a su vez, están influidas por
otras dos variables: las actitudes hacia las drogas y las creencias normativas sobre la
extensión y aceptación del consumo. Según esta teoría, la formación de las actitudes está
condicionada por las expectativas que las personas tienen acerca del efecto de las drogas y
por el valor afectivo que conceden a esos efectos. Por otra parte, las creencias normativas
también están determinadas por dos elementos, por la aprobación percibida del consumo
de drogas en personas importantes para el sujeto y por la motivación que éste tiene para
acomodarse a los deseos de los demás. El programa Nexus incluye un componente
informativo a través del cual incidir sobre los factores cognitivos antes mencionados.

Todos estos programas proporcionan una serie de materiales muy interesantes para
trabajar con adolescentes escolarizados.

Yo mismo diagramé y dicté por años un taller de enseñanza de habilidades para la


vida llamado:

VidaGym. El gimnasio de la vida.


Usando la metáfora de un gimnasio para los músculos del ánimo y del espíritu, el
taller propone diferentes ejercicios, cuentos y actividades para la casa buscando que el
adolescente comience a desarrollar las siguientes habilidades:

1) ASERTIVIDAD.

- La capacidad de defender lo que realmente quieres y lo que crees, de decir NO


QUIERO, QUIERO, NECESITO, SIENTO, sin experimentar culpas y sin enredarte
en dar razones y explicaciones, sin dejarte presionar o manipular. La asertividad te
permite dejar atrás dos caminos contraproducentes:
- LA PASIVIDAD Callar, agacharte, no decir ni exigir lo que realmente quieres y lo
que te corresponde. Postergarte y negarte a tí mismo, creyendo que lo que sienten o
quieren los demás es más importante que lo que tú sientes y quieres.
- LA AGRESIVIDAD. Atacar impulsivamente al otro cada vez que no estás de
acuerdo con él, exigir lo que quieres sin respetar a los demás, olvidando que
también tienen sus derechos y que tú tienes tus obligaciones.

139
2) MANEJO ADECUADO DE MIS PENSAMIENTOS Y
EMOCIONES.
 Las emociones no son el resultado directo de las situaciones que atraviesas. Las
emociones son resultado de tus modos de interpretar los eventos. Si asumes modos
de pensar derrotistas, que exageren lo negativo e ignoren los datos positivos, que te
llenen de culpa y miedo, entonces las situaciones más cotidianas se volverán para ti
“terribles” e “insoportables”. Puedes cambiar tus emociones reconociendo y
cambiando tus modos derrotistas de pensamiento.
 DESCONTROL EMOCIONAL.
 Más allá de las predisposiciones biológicas a la ansiedad, la depresión o el pánico,
los estados de desborde emocional son fruto directo de modos de pensamiento
autodestructivo que es posible identificar y modificar.

3) HABILIDAD PARA RESOLVER PROBLEMAS Y HALLAR

SOLUCIONES.

 Capacidad aprendida para afrontar situaciones conflictivas, abriéndote


creativamente a soluciones nuevas, buscando sus pro y sus contra y poniendo en
práctica las mejores respuestas. Sin olvidarte de evaluar luego los resultados y
ajustar tus estrategias. Si te olvidas de esta capacidad tuya, caes en…
 APEGO A VIEJAS RESPUESTAS, INCAPACIDAD PARA BUSCAR SOLUCIONES.
 Permanecer cerrado a las nuevas respuestas, en lugar de buscar soluciones y
fijar nuestra atención en tus recursos y capacidades, pasar a atacarte y humillarte por
tu estancamiento. Buscar culpables en lugar de buscar soluciones. Permaneces
identificado con el problema, lo tomas como parte de tu naturaleza, vives limitado
por respuestas ineficaces a las que sigues apegado por inercia, desconocimiento y
resignación.

4) TOMA DE POSTURA CRÍTICA FRENTE A LOS PREJUICIOS Y


PRESIONES SOCIALES.
Aprendizaje continuo que requiere la capacidad de tomar distancia respecto de las
definiciones que te impone la sociedad sobre lo que significa ser una persona de éxito,
valiosa, popular o ideal… Valoración de ti mismo por lo que eres, posibilidad de destacar
capacidades y talentos que socialmente son despreciados o ignorados, usándolos para
alcanzar tus propias metas. Supone negarte a limitar tus sueños e historias por no calzar con
el modelo prefabricado de “hombres o mujeres ideales”. Si no entrenas esta capacidad tuya
terminas sucumbiendo bajo el peso de…

140
PREJUICIOS Y PRESIONES SOCIALES.

Renuncias a tus sueños y metas por no contar con alguno de los requisitos
socialmente valorados. Te resignas a una historia empobrecida por no luchar contra los
prejuicios propios y ajenos que te hacen creer que no podes o no vales. Discriminas a
personas valiosas guiado por falsos modelos de perfección.

5) RECONOCIMIENTO Y ACEPTACIÓN DE LAS PROPIAS


EMOCIONES.
Aprender a oír y a respetar la voz de las propias emociones, darte el tiempo
suficiente para sentirlas plenamente, sin huirles o buscar ignorarlas. Permitirte ser
vulnerable. Reconocer y sentir tus miedos, tus tristezas, tu ira, tu amor, agradecimiento o
alegría. Dejarte guiar (sin ser arrastrado) por la sabiduría de tus emociones. Hay un camino
opuesto y despotenciador:
NEGACIÓN Y DESATENCIÓN DE LAS NECESIDADES EMOCIONALES.

Pretender ignorar las propias emociones, hacer de cuenta que no están, evitarlas.
Temerle a la propia vida emocional. Lo único que consigues de ese modo es hacer que las
emociones se vuelvan algo oscuro, que crezcan como un animal cada vez más atemorizante
dentro de tu sótano, terminando confundido por estallidos emocionales imprevistos y fuera
de control.

6) COMPROMISO CON VALORES PERSONALES.


La identificación de tus propios valores y la constante y paciente búsqueda por
concretarlos en las diferentes áreas de tu vida. Supone asumir la tarea de darle a tus
proyectos una dirección y un sentido claro. Los valores son los puntos cardinales que
orientan tu vida más allá del sufrimiento y los fracasos del presente. De lo contrario solo
conseguirás…

PASAR LA VIDA EVITANDO LO DOLOROSO, OLVIDANDO CULTIVAR LO QUE


REALMENTE VALORAS.

Andar por la vida huyendo de lo malo, de lo difícil, de lo doloroso o complicado.


Buscando solo la comodidad o el éxito. Esto te dejará expuesto a una grave pérdida de
sentido y de dirección.

141
7) CONSTRUCCIÓN CONCIENTE DE UNA RED DE APOYO,
AMOR, ALIENTO Y CUIDADO MUTUO.
Eres junto a los otros. El de al lado te define y te devuelve al mirarte una imagen de
quién eres. Elige a las personas adecuadas para construir una historia que valga la pena ser
vivida. Ser capaz de solicitar y de ofrecer apoyo, contención, amor y ayuda sin sentirte
avergonzado o disminuido por hacerlo. Lo contrario sería…

RESIGNARTE A PERMANECER ENGANCHADO A REDES DE ABUSO Y


HUMILLACIÓN

Tal vez te haya tocado nacer en entornos tóxicos, donde la mirada y la palabra del
otro transmite desprecio y rechazo. La asertividad te da estrategias para rechazar este trato,
y te enseña a pedir y ofrecer las caricias positivas y el afecto que necesitas.

Intervención preventiva sobre la narrativa personal.


Uno de mis aportes originales a este tipo de talleres fue sumar a las técnicas
cognitivas algunas herramientas de la terapia construccionista-narrativa. Esto se ve en la
justificación del taller:

(…) la “narrativa dominante”, difundida desde los hogares, los medios masivos, y
a veces incluso desde la escuela, tiende a estigmatizar al joven por el sólo hecho
de serlo. Es habitual que los adolescentes y jóvenes sean vistos como
irremediablemente mermados, dañados, incapaces o carentes de capacidad en
algún sentido, sin habilidades suficientes para afrontar la vida 8. Podemos ver esto
reflejado en frases tales como “la juventud está perdida”, “son como animales”, o
“pendejos de...” “no piensan” “no tienen nada en la cabeza” y demás frases
pertenecientes a un discurso que favorece que el joven construya un relato de sí
mismo como falto de recursos, de valores y de habilidades, perdido e impotente
para construir lo nuevo o enfrentar los desafíos y obstáculos diarios. El relato de
identidad de muchos de nuestros jóvenes, está construido a partir de
narrativas patologizantes, estigmatizantes, demoledoras.

… La cultura posmoderna les pone en frente y a la mano la industria del placer,


el entretenimiento y la sexualidad sin límites, y la poderosa industria que engloba
a las anteriores: la industria de las drogas: llámense porros, marihuana, paco,
éxtasis, “pastis”, “poxi”, etc. El gran desafío consiste en ayudarlos a generar una
narración de sí mismos que fortalezca su confianza y su capacidad de decir no a
las drogas y de optar por una vida con sentido.

8 Cfr. “Terapia orientada al cambio con adolescentes y jóvenes” Bob Bertolino, Paidós,
Barcelona, 2006

142
Como respuesta inicial a esta realidad, proponemos la implementación
de un taller escolar. Entendemos el taller, como la apertura de un espacio para la
co-construcción de conocimientos, espacio de experimentación, cuestionamiento
y ensayo de nuevas habilidades, actitudes, valores y elecciones, espacio donde los
relatos, subyugados y descalificados, donde las historias de una juventud con sus
propias fortalezas y sus propios modos de resistencia a la cultura de la adicción y
el consumo, sean puestos en valor y enriquecidos. Ofrecer este espacio al joven,
es para nosotros el primer paso. A partir del trabajo de taller, esperamos el
surgimiento del compromiso. Devolverle al joven una narración de sí mismo como
capaz y fuerte para encarar las transformaciones necesarias, desarrollar junto a
él el relato de un sí mismo comunitariamente situado y sostenido, apunta a la
generación de una praxis creativa y orientada a la construcción de nuevos
espacios, nuevos lazos sociales y relatos saludables cada vez más abarcativos, en
los cuales el joven sea agente de su propia transformación y fortalecimiento,
dando testimonio de un relato alternativo de la juventud actual.

Los componentes narrativos-construccionistas del taller quedan


expresados en los siguientes objetivos específicos:
- Que el joven aprenda a identificar y amplificar las fortalezas y
habilidades que ya tiene, como modo de redescubrir las
posibilidades de su propia historia de aprendizajes.

- Evitar el uso de términos patologizantes que estigmatizan y


degradan a las personas.
- Externalizar los problemas, romper con la identificación que los
jóvenes tienen con sus problemas y sacarlos de su fijación a
historias saturadas por el problema, para abrir un espacio de
encuentro con historias alternativas, de capacidades, éxitos,
dominio y superación.
- Focalizar y replicar el modelo que contiene las excepciones en
lugar de espantarnos y empantanarnos en el modelo problemático
- Uso de documentos escritos, de certificados, cartas, actas, etc, que
como herramientas semióticas, dejen marca del cambio y sirvan de
recurso para el traslado de los aprendizajes efectuados a nuevas
situaciones, además serán útiles para contrarrestar etiquetajes
sociales y otros documentos institucionales estigmatizantes,
generando la base para nuevos relatos de identidad no saturados
por el problema.
- Ceremonia de entrega de certificados al final del taller, usando el
formato de las ceremonias de redefinición de la terapia narrativa
- Corrimiento de la postura de experto, adopción de una actitud
colaborativa, cooperativa, de acuerdo a la cual el principal experto
en su propia vida, es el paciente.

Tras repetidas experiencias con el taller, pude observar que lo más importante para
los adolescentes fue el aprendizaje de la asertividad y el manejo de la ira, en especial, de las
cogniciones y demandas asociadas a esta emoción. Lo más novedoso para los chicos fue
darse cuenta que podían manejar satisfactoriamente los conflictos interpersonales sin

143
recurrir a la violencia. Por otro lado, la experiencia de descubrimiento experimentada por
ellos al sacar a luz las demandas irracionales que subyacen a los ataques de ira, fue en
repetidas ocasiones lo más valorado. Aprender que, por cada problema, existen muchas
soluciones posibles, que ellos pueden hallar utilizando el método adecuado, también marcó
a muchos, así como el ejercicio de planificar objetivos, revisar obstáculos y ensayar el
manejo de posibles adversidades futuras.

Al finalizar cada taller, el coordinador tiene un encuentro a solas con cada uno de
los participantes para indagar sobre los recursos y habilidades que ellos se llevan del taller.
Este momento es fundamental ya que supone el inicio de un proceso de renarración de sí
mismos, de sus capacidades y fortalezas. Momento que llega a su cumbre con la ceremonia
de entrega de certificados. Cada certificado contiene el resumen individualizado de los
aprendizajes y recursos que cada cual afirmó haber efectuado. De esta manera el
documento, entregado por un familiar en una ceremonia festiva, se convierte en máquina
generadora de nuevas narraciones del sí mismo, más positivas y empoderantes.

Alternativas para trabajar la prevención desde la escuela


Trabajo con las familias. Escuela para padres.

Es teóricamente la manera más eficaz de encarar la prevención. El gran problema:


las más de las veces terminan asistiendo los padres menos necesitados de recibir la
formación.

Preventores juveniles.

Se trabaja en la formación de jóvenes preventores. Esta es la modalidad de trabajo


del programa Vínculos entre otros, que funciona en escuelas de la provincia de Santa Fe.
Un equipo de formadores brinda información a los adolescentes sobre diferentes aspectos
del fenómeno adictivo, dándoles algunas herramientas para que ellos se sientan capaces de
alentar a sus pares para que se mantengan alejados de las drogas. La idea central que
motiva este enfoque es que este tipo de formación tiene un efecto multiplicador inmediato,
permitiendo que la formación inicial se difunda a muchos más chicos. Los que reciben la
instrucción pertenecen a la comunidad, por lo que pueden dirigirse a sus pares de un modo
más cercano y lograr mayor empatía y atención. También se trabaja en la formación de
padres y docentes.

Campañas colectivas de prevención.

Estas campañas preventivas pueden consistir, por ejemplo, en concursos de dibujos,


cuentos y/o cortometrajes para la prevención de adicciones. Esto es lo que yo mismo hice
durante el año 2013 con el proyecto “Cuidando Sueños” en una escuela marginal de la
ciudad de Rosario. Cada curso recibió una charla de sensibilización sobre el tema

144
adicciones, para poner a circular la palabra y fomentar la reflexión colectiva y seria en
torno ello. Se utilizó material audiovisual que a la vez buscó inspirar la imaginación de los
chicos. Entonces se los invitó a participar del concurso. La respuesta fue muy buena así
como las producciones resultantes, el objetivo de “poner a circular la palabra” y hacerlos
partícipes activos de la prevención de las adicciones en su propia comunidad, fue cumplido.
Las producciones seleccionadas quedaron plasmadas en murales a la entrada de la escuela.
Estas producciones son en sí mismas muy valiosas, puesto que pueden ser utilizadas en
campañas barriales de prevención y en otros contextos (como en las redes sociales),
multiplicando los efectos del trabajo inicial.

Que NO HACER cuando trabajamos en prevención.


Este punto repetirá algo de lo ya abordado en otro capítulo, pero es importante
dejarlo en claro:

- No darles el menú de drogas y sus efectos, nos ponemos en un lugar más


semejante al de promotores, olvidando que somos preventores.
- No enfocar nuestro discurso en el daño cerebral que provocan las drogas,
casi como condenando de antemano a los que se iniciaron en el consumo,
sino hablarles de los daños sociales, morales, familiares que éstas acarrean.
- No enfocarnos en el llamamiento al miedo sino en la detección y
promoción de las fortalezas, oportunidades y recursos que esos
adolescentes y su comunidad poseen de cara a vivir más plenamente.
- No atarnos a un programa fijo, como si fuese la respuesta mágica a todos
los problemas. Continuar investigando y, sobre todas las cosas, atender a
la realidad concreta de la población a la cual nos dirigimos.

Debilidades de los talleres de prevención.


a) Asumen al individuo aislado. Dejan de lado o le dan poca importancia el
contexto familiar y social de las personas.
b) Ignoran el timming de cada aprendizaje. Estos aprendizajes fuera de
contexto y de tiempo, caen en saco roto.
c) No son sensibles al nivel de conflictividad subyacente de los participantes.
Muchas veces estos esfuerzos funcionan como la administración de una
aspirina a una persona con cáncer, esto especialmente para adolescentes
atravesados por múltiples factores de riesgo: abuso sexual, violencia
familiar, graves adicciones en el seno familiar, problemas de salud mental,
participación activa en grupos dedicados al delito, etc...

Lo más aconsejable es que la enseñanza de habilidades para la vida, tales como


habilidades sociales, resolución de problemas, asertividad, manejo de emociones, técnicas

145
de relajación entre otras, no se realice simplemente en talleres estructurados. En primer
lugar porque esto sería hacer lo que los padres del adicto ya vinieron haciendo “darle un
modelo ideal al cual él debe imitar o responder” Lo que nosotros queremos es que el adicto
se encuentre con el propio deseo, con lo que él quiere y con lo que él es. No vamos a
armarle un nuevo repertorio sobre cómo debería ser. Una vez que él sepa quién es y qué
quiere, aparecerá su capacidad de autoafirmación, resolución, proactividad... Se respeta el
interés del paciente.

No hay una receta que sirva para todos por igual. Se le van dando elementos de este
tipo, tales como asertividad, resolución de problemas, aprendizaje de relajación, etc, al
paciente, a su familia, a medida que lo va solicitando cada cual y el mismo tratamiento. De
lo contrario, si sembramos en un suelo no abonado adecuadamente o en una época
equivocada, esa semilla se pudre, no crece.

¿A quienes SI puede servirle este tipo de talleres estructurados?


- A chicos que no consumen ni han contemplado aún la posibilidad de
hacerlo, pero que se encuentran en grupos o tienen amigos que sí
consumen
- A chicos comprometidos con la escuela, de familias medianamente bien
constituidas

Teniendo en cuenta estas dos recomendaciones creo que los talleres de habilidades
para la vida son una buena elección en materia de prevención.

Deseo terminar citando la justificación que elaboré para el taller “Cuidando Sueños”,
pues creo que da sentido y sitúa adecuadamente estos esfuerzos que desde la escuela se
hacen dirigidos a la prevención de las adicciones:

En el discurso hablado, los chicos parecen muchas veces enaltecer al traficante y


al consumidor de drogas. Éstos se convirtieron para algunos de nuestros estudiantes en modelos de
éxito, viveza, poder y prestigio. Si bien estos patrones culturales no son generalizados, de un
tiempo a esta parte se han vuelto más presentes y dominantes.

Como escuela no podemos permanecer indiferentes. Los chicos están expuestos a


un poderoso aparato material, cultural e ideológico que fomenta el consumo de drogas. Aparato en
el cual las complicidades a nivel judicial, policial, político etc, se entrecruzan y proliferan en una
trama perversa y a todo nivel: barrial, municipal, provincial, nacional e internacional.

Ante esto la escuela posee una débil fuerza: Posee el poder de la palabra, del
saber, de la concientización, del modelo, el ejemplo y la imaginación creadora.

Cuando la escuela olvida esta fuerza, genera en sus miembros una sensación de
impotencia, desesperanza y abatimiento, que termina fomentando la desidia del todo que la rodea,
alimentando la maquinaria de producción de subjetividades adictas.

146
Por eso nos hemos propuesto a través de este taller hacer uso de la débil fuerza
que nos compete:

- Fomentando la imaginación creadora,


- la circulación de la palabra
- y la generación de saberes alternativos

para dar batalla por la vida y los sueños de nuestros estudiantes, quienes son para nosotros los
representantes más próximos de toda una generación a la que se le quiere robar los sueños y el
futuro.

Por último, un modelo de certificado de finalización del taller.

147
BIBLIOGRAFÍA
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de las adicciones, Gobierno de la Pampa, 2009
 Autores varios, Manual de destrezas para la vida, Pace Corps-
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 Bertolino, Bob, Terapia orientada al cambio con adolescentes y jóvenes.
Una nueva generación de procedimientos y prácticas respetuosos y eficaces,
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 Blasco, Ripoll, Educación emocional. Propuestas para la tutoría, España,
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 Comas Verdú, G Moreno Arnedillo, J Moreno Arnedillo, Programa Ulises.
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 White M., Epston D., Medios narrativos para fines terapéuticos,
Barcelona, Paidós, 1993
 White M. Reescribir la vida. Entrevistas y ensayos, Barcelona, Gedisa, 2002

148
PREVENCIÓN Y PSICOANÁLISIS. SUPERVISIÓN DE LA
FUNCIÓN PARENTAL.
Dr. Alejandro Ariel.

Resumen de conferencia en el Museo Castagnino, Noviembre de 1997

Hoy en día un negocio o producto puede crearse en París, desarrollarse a nivel


ingeniería en Hong Kong, ensamblarse en otro lugar del mundo, en una empresa de EE.UU
y finalmente lo negocia una tarjeta de crédito, entonces ¿Dónde está el origen del
producto?, ¿Dónde podemos situar su origen?

A nivel de los negocios se ha terminado la cultura del origen. Esta cultura del origen
se ha fracturado. El origen de las crisis económicas mundiales tampoco es claro… ¿Cuáles
serán las consecuencias entre los hablantes de que se fracture la cultura del origen?

Esto no es ajeno al problema que nos reúne.

La adicción, la diseminación de la adicción es una de las consecuencias del


fracaso de la cultura del origen de la cual provenimos.

La violencia es aquello que amenaza y en algunas ocasiones rompe el espacio


social. Es muchas veces ruptura del espacio social. Es decir, no del espacio de un hombre
en concreto, sino del espacio del hombre.

Habrán escuchado decir que el síntoma hace lazo social. Vamos a situar al síntoma
en relación al nombre de un sujeto, nombre que es para el sujeto un significado, el
significado del Otro en mí. ¿Qué quiere decir? Produce al sujeto como un efecto de
significado, el sujeto es ese efecto de significado. En ese sentido el síntoma permite que ese
efecto de significado que soy yo, habite como nombre entre otros nombres. Los hombres
habitan entre otros hombres en tanto un nombre existe entre los nombres, eso es política, el
lazo social es efecto de ese nombre.

El acting out, el pasaje al acto, rompe el lazo social, es lo que llamaríamos


impulsión, la precipitación de un sujeto, no como un nombre en relación a otro nombre, no
como efecto de significado en relación a otro efecto de significado, sino la precipitación de
un hombre en tanto objeto caído del nombre en una acción.

Todas las patologías de la modernidad (anorexia, bulimia, adicciones, desesperanza,


individualismo) tienen que ver con esta cultura del acting out.

La cultura de principios de siglo es la cultura del síntoma, de la reflexión, es una


cultura del pensamiento, es una cultura de la detención, la cultura de hoy en cambio es la
cultura de la impulsión. Cultura de impulsión que ataca y rompe el lazo social.

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Esta impulsión es la precipitación de un hombre en una acción desanudada de la
razón.

Hay dos tipos de violencia: una activa y otra pasiva. En la violencia activa el sujeto
rompe el lazo social, rompe los márgenes del lazo, es lo que hoy por hoy llamaríamos
criminalidad. La adicción es una violencia pasiva. Implica una posición de pasividad que
también amenaza la escena, el lazo social. Lo que el adicto hace es un pasaje al acto,
armando una escena para dar a ver algo. Es escalofriante lo que diré pero la juventud de
hoy, más que en otras épocas, es casi un simulacro de suicidio colectivo, hay una inmensa
cantidad de jóvenes adictos: los jóvenes están haciendo un simulacro de suicidio colectivo
en este lugar de apelación al Otro. Y con esta apelación están llamando a rectificar el
nombre que les ha tocado. Lo que están diciendo es la dificultad de hacerse un nombre en el
espacio social de hoy en día. Y de hecho definiremos prevención como hacer lugar al
nombre propio, prevenir es hacer lugar al nombre propio.

Ante la caída de la posibilidad de un lugar para el nombre que instalaría la relació n


entre los nombres como lazo social, es decir, la dimensión política, los jóvenes se
transforman en cuerpos que desde esa posición, ya sea en relación a la criminalidad que
rompe la escena, ya sea violencia activa, o desde una posición en relación a la pasividad
que hacen los adictos, amenazan la escena desde ese lugar de caída.

Las adicciones son una puesta en cuestión de los valores, del espacio social en
relación al nombre y a los emblemas que les hemos dejando hoy a los jóvenes. Esta es la
verdadera apelación, este es el gran acting out de millares y millares de jóvenes.

¿Qué entendemos por prevención? La prevención siempre fue una mala palabra para
los psicoanalistas. La prevención nace con la modernidad y se apoya en dos patas: la
información y la enseñanza. Sobre estas dos patas la sociedad comienza a buscar evitar el
sufrimiento, prevenirlo. Ante la disolución de la modernidad aparece en lugar de enseñanza
e información la publicidad, que termina convertida en uno de los pilares de la política.

El hombre quiere prevenir el sufrimiento y esto para el psicoanálisis es imposible,


por eso se distanció siempre de esta empresa. Si el sufrimiento es inherente a la estructura
¿Qué vamos a prevenir? Pensemos en término del Edipo: el sufrimiento es parte
constitutiva de la estructura de un sujeto en relación a lo social.

En el Malestar en la Cultura Freud dice: “No se puede prevenir el sufrimiento”, eso


es claro y estamos de acuerdo. El artículo del Humor es el único lugar en el que Freud
habla de “salud Psíquica” de salud mental. El humor es para él, el paradigma de la salud
mental. El humor no evita el sufrimiento, el humor evita la compasión que uno se tiene a sí
mismo por el sufrimiento. Freud nos dice que nos es posible ahorrarnos esta compasión por
el sufrimiento propio.

Y nos vamos acercando hacia prevención y psicoanálisis como “supervisión de la


función paterna” Vayamos al caso Juanito. Podemos pensar el historial de Juanito como

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una supervisión a la función paterna. Que Freud trabaje con el papá de Juanito sobre las
cuestiones que le pasan a Juanito, esto es una decisión freudiana.

Freud ayuda al papá de Juanito a dos cosas: a saber leer y a poder callar. Lo ayuda a
estar atento. Va el papá y le cuenta: hizo esto, hizo aquello, dibujó lo otro… ¿A poder callar
qué? A poder callar lo que uno cree que le pasa a Juanito, lo que cada uno cree que le pasa
a su hijo. Leer lo que le pasa a Juanito más allá de la creencia que el padre podría tener
sobre lo que le pasa a Juanito. Ayudar a leer, no lo que uno cree que al otro le hace falta
sino lo que al otro le hace falta. Entre estas dos cosas hay una distancia inmensa.

Poder callar. Callar una interpretación, callar eso que lo pueda precipitar en una
lectura apresurada o en el rechazo de lo que su hijo le ofrecía.

Hoy nos encontramos ante un caos generalizado con respecto a la crianza de los
hijos, entendiendo por crianza el tiempo subjetivo que la estructuración del Edipo demanda,
llámese de los 0 a los 8 años. Crianza es entonces el tiempo que lleva la estructuración del
niño.

En la actualidad este caos generalizado con respecto a la crianza de los hijos está en
relación con que el Estado se entromete en la crianza de los chicos mucho antes de los 7
años, pero no por ir al jardín de 4, sino por la televisión. El Estado interviene en la
estructuración edípica antes de los 7 años. Y los efectos de esta intromisión son
incalculables. Recién los estamos empezando a intuir. Estamos todos con las patologías de
los bordes, con que se cambia el síntoma, con el acting out, ese punto de precipitación, de
impulsión. Cuando digo estado no digo gobierno solamente, también hablo de los Medios,
como ese cuarto poder, ese es el Estado que interviene con una cantidad de información sin
genealogía e interviene antes de que el Edipo esté estructurado.

El malestar tiene que ver con los efectos de la existencia de la ley en el sujeto. Surge de
una estructuración y un posicionamiento del sujeto respecto a la ley que da lugar a los
síntomas de los que ya hablamos. En lugar de malestar hoy encontramos horror. El horror
proviene de la corrupción de la ley, de su no escritura o desconocimiento. Corrupción del
cuerpo del hermano de Antígona, privado del nombre en su lápida que lo humanice,
enlazándolo a una historia humana y a una comunidad.

Mientras que el malestar da lugar a que los jóvenes hagan política, hagan lazo social, el
horror da lugar a que se arrojen a ese simulacro de suicidio colectivo que son las
adicciones. El horror es esa posición del sujeto cuando desconoce la escritura de la ley.

Hoy los medios masivos reemplazan la verdad por la verosimilitud. Por


multiplicación de símiles de la verdad.

Antes, cuando se contaban cuentos a los niños, estos estaban situados ante la voz de
otro, podía decir “tengo miedo”. Ante la TV esto no es posible.

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Para hacer que alguien que los tiene aburridos se calle tienen que pegar un grito, o irse,
o aguantarse, y toda una serie de cuestiones que deben hacer para no tener que pegarle un
palo por la cabeza. El caso de la TV es diferente, se trata de una presencia virtual, el otro
que habla en la tele desaparece si aprieto un botón del control remoto. Esta experiencia en
un chico de 3, 4 años, de hacer callar a alguien apretando un botón ¿Qué alcances tendrá
cuando ese chico crezca? Además que el chico no tiene el nivel de simbolización suficiente
como para establecer diferencias claras. El control remoto hace desaparecer la presencia del
otro inmediatamente, a gusto, a pedido. Luego será el gatillo de un arma, repitiendo lo
aprendido en su etapa de estructuración subjetiva.

La responsabilidad por este tiempo de crianza hasta que esté estructurado el Edipo
ha recaído, a lo largo de las épocas en las familias. En todas las sociedades antiguas y
modernas era la familia la que se encargaba de sostener la estructuración de un infans hasta
que el Edipo culminaba. Desde la antigüedad la estructura parental ha soportado sobre sí
tales tareas. Era esta la función parental:

1- La transmisión de una genealogía


2- El reaseguro de las leyes de parentesco
3- El viraje de una conciencia no humana (socialmente hablando) hacia una conciencia
moral humanizada. Conciencia moral se juega en esa relación entre el Ideal del Yo
(dónde se transmite la genealogía, las leyes de parentesco, las prohibiciones) y el
Yo ideal (la instancia de observación).

Estas tres cosas hacen que un chico consolidado en su Edipo pueda entrar en el colegio, ser
escolarizado.

Sobre esta función el Estado nunca se animó a intervenir. ¿Cuál función? La de


garantizar que el deseo que permitiera la existencia de un niño no fuera un deseo
anónimo. Esto no lo pude hacer un Estado, es pura y exclusiva función de los padres, darle
a ese deseo un nombre, un apellido, una genealogía, la de quienes reciben a la cría.

Por otro lado, diversas instancias de la estructura social de la ciudad asumieron a lo


largo de las épocas la función de asistir, de resguardar y de colaborar con esta indelegable
función parental a la que nos referimos. Quiero poner énfasis en esto: CRIAR A UN HIJO
NUNCA FUE SIN AYUDA. Se trataba entonces de velar en cada momento histórico por
el nombre propio de aquellos recién venidos, que aún no terminaban de llegar, de advenir
sujetos.

Es en el nombre propio que se anuda la identidad de cada uno y la comunidad. El


nombre propio es ese punto de anudamiento de la identidad de cada uno y la comunidad.
En ese nudo se anudan las leyes de parentesco y la genealogía. Son los números que cada
uno lleva grabados en la espalda y que más vale a veces poder leer.

¿Cuáles fueron las instancias que a lo largo de los siglos colaboraron con la función
parental?

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La primera de la que les hablaré es la de los abuelos. Los abuelos como el resguardo
de la experiencia, el resguardo de la transmisión de la genealogía de un nombre.

En segundo lugar voy a mencionar al médico. El médico ha asistido a los


responsables de la crianza como el resguardo de un saber hacer con el dolor del hombre.
Hoy se ha separado el dolor del dolor de existir (por eso existe la profesión del
psicoanalista)

La tercera instancia que les voy a mencionar son los sacerdotes, de cualquier
religión. El sacerdote está llamado a asistir, resguardar y colaborar, como el resguardo de lo
sagrado, entendiendo lo sagrado como aquello que por cientos y cientos de años fue el
nombre de lo imposible, han sido el resguardo para que ningún hombre se crea Dios.
Sabemos la consecuencia de que un hombre, en nombre de Dios, se crea Dios y haga a su
arbitrio.

También está además de los abuelos, el médico y los sacerdotes, el maestro. Como
el resguardo de una estabilización temporal del saber. Los maestros enseñan un saber,
transmiten una ignorancia. Además de un saber estabilizado transmiten la posibilidad de la
ignorancia, es decir el “querer saber”

Otra instancia que colabora con la función parental son los amigos. Las reuniones
de barrio, en la casa de las amigas: “mirá a mi nene le pasa tal cosa” “no sé qué hacer con
tal otra” No sólo se puede preguntar a los abuelos, al médico o sacerdote, también se puede
preguntar a los amigos. Los amigos son el resguardo de una posición generosa de la
comunidad para con cada uno.

Por último, la autoridad, hoy bastante despreciada: el juez, el policía, el caudillo,


han sido el resguardo del orden de las razones… el maestro flaquea, los sacerdotes
flaquean, los amigos trabajan 16 horas, el médico sólo atiende por mutual y los abuelos
fueron reemplazados por la TV. ¡Qué panorama!

Hoy todas estas instancias tradicionales de asistencia a la función parental se hallan


en franca vacilación. Hay signos alarmantes con respecto a la supervivencia de estas
instancias. Hoy se amenaza que la joven pareja parental pueda ser asistida en los primeros
años de vida de su hijo.

El sacerdote en descrédito, el médico en la mutual, los maestros en huelga o


desalentados, los amigos trabajando 16 hs al día, la autoridad disecada por corrupta en la
cocina de los medios y los abuelos reemplazados desde muy temprano por una TV a control
remoto.

Esta desolación, este estar desasistido se suma a la hostilidad de la época. Y todo


ello ha comenzado a producir en los niños y en los señores padres los más poderosos
estragos. ¿Qué quiere decir estrago? Yo llamaría así a aquello que lo detiene. Digo que un
niño está enfermo cuando algo lo detiene, cuando no puede proseguir, digo que está

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enfermo cuando hay una detención del proceso lógico de producción de la pulsión. Se ha
detenido porque todavía se sigue haciendo pis, o porque en su escolaridad ha dejado de
producir, se ha detenido porque se empieza a drogar.

En resumen:

- La crianza está desasistida y librada a su suerte, no hay a quién recurrir


- La crianza así se ve expuesta a variables nuevas en el tiempo de su estructuración
- Estas variables parecerían expresarse de dos maneras: la primera es ese desaliento
activo que es la violencia ejercida hacia la gente, hacia las cosas, hacia la vida, la
segunda es ese desaliento pasivo, que es la drogadicción.

Porque es la droga generalizada en nuestra sociedad, que es eso sino la gigantesca


mostración de un suicidio colectivo, de un dispositivo suicida.

La caída moral o bien la salida de escena de los sabios, de los padres, de los
poderosos, deja a los señores niños sin soporte para su ideal y deja a los señores padres
sin las instancias de supervisión que tenían. Porque lo que hace Freud con el padre de
Juanito es una supervisión. Todo lo que aprendí sobre la supervisión en general lo aprendí
de Juanito. Freud ayuda a ese padre que se enfrenta a una determinada problemática de su
hijo, lo ayuda a poder leer eso, a poder situarse, a ordenarlo, a posicionarse, a poder
intervenir de acuerdo a la lógica de lo que allí está pasado.

Uno rápidamente cree saber lo que el otro necesita, entonces hacemos monólogos
infernales que no sirven de nada. El poder llegar a saber algo de lo que el otro necesita
implica la posibilidad de abstenerse de lo que yo creo que el otro necesita y para eso se
necesita la regla de la abstinencia igual que para analizar.

En el Centro de Consultas para Padres se trata de esto, de supervisar la función


parental. Se trata de asistir, orientar, supervisar y acompañar la función parental. Se intenta
tomar el relevo de estas instancias que históricamente fueron llamadas a asistir esa función
parental. No se trata de decirles “está todo mal” o “yo puedo hacerlo mejor” sino de
permitir que allí se desplieguen cuestiones, atendiendo la regla de abstinencia.

Se trata de que un niño o un adolescente pueda proseguir, interviniendo sobre la


función parental.

Prevenir es hacer lugar al nombre propio, es ayudar al desarrollo de la función


parental durante la crianza, es posibilitar un estar atentos. Estar atentos es saber leer y
saber callar, porque ¿Cuándo un padre o una madre se interesa por sus hijos? Cuando puede
leer, porque si no pueden leer es como cuando uno se mete con un texto imposible de leer,
hojea dos, tres páginas y lo devuelve a la biblioteca. Y si no pueden leer a sus hijos, van a
parar a la calle, no a la biblioteca.

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¿Qué es prevenir, que ahorrará? El sufrimiento seguro que no, lo que va a ahorrar es el
ataque al espacio social. Es prevenir los efectos que puedan producirse cuando el sujeto se
lance como objeto ya sea en una violencia activa o pasiva.

Prevenir no es hacer algo con los chicos, sino trabajar con los padres, para permitir a
esos padres el estar atentos, ayudándolos a saber leer y a saber callar.

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