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Decisiones diarias
Santiago 1,12-18
Serie: Artimañas del Diablo.
Introducción
Santiago 1,2 “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas
pruebas…”
La idea del texto es una diversidad de piezas de muchos colores. Las pruebas son
de muchos colores. Las pruebas son de múltiples colores. Dios nos advierte que
seguramente pasaremos por dificultades, y estas dificultades van a venir a nosotros de
diversas maneras o en diversos ‘colores’.
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Pero, el ‘hombre feliz’ o ‘bienaventurado, va a permanecer firme ante las dificultades,
y su gozo no se apagará, sino se mantendrá por encima de los diversos colores que
tenga la prueba.
¿Qué mantiene firme ante la prueba al hombre feliz? Para cada color de prueba,
existe una gracia suficiente de Dios para sustentarnos. Y esta gracia de Dios es
multiforme (Cf. 1 Pedro 4,10) Por tanto, la belleza no está en el color de nuestras
pruebas, sino en la multiforme gracia de Dios que actúa impregnado su color de gracia
en nuestras vidas. ¡El hombre es bienaventurado por que la gracia de Dios le ayuda a
resistir la prueba!
Cada día, el creyente se va a encontrar en situaciones en las que debe decidir. Esta
decisión definirá si el problema que enfrenta se convertirá en prueba o en tentación.
Entonces: Toda adversidad tiene dos lados ¿Y que es lo que define si será una u otra?
La manera en la que yo enfrente todo percance.
Por eso el dilema de cada día es saber ‘resistir’, y para resistir necesitamos de la
gracia de Dios. Dios quiere que tu te acerques a Él en tiempos de la prueba para darte
la fuerza para perseverar.
Ahora, si las dificultades sirvieron para destruirte y volverte una persona que duda de
la verdad (escéptica), amarga, violenta, grosera, codiciosa, torpe, necia, avara,
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entonces esa dificultad se volvió en una tentación, porque la tentación es una
circunstancia que me lleva a pecar, o en otras palabras: Apartarme de Dios. Entonces,
tu haz fracasado grande mente como cristiano.
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Dios no esta mirando como nos mantenemos firmes en la prueba o sedemos ante la
tentación. Él no es tentado a decir: “voy a colocar esta piedra en su camino para ver
como le va mal”. Muchos personas, tropiezan, pensado que Dios no es bueno, porque
ha permitido la desgracia en sus vidas. Y es precisamente ahí que son arrastrados por
la voz del diablo que les incita a dudar de la bondad de Dios (Cf. Génesis 3,1)
En Juan 11, se narra la historia de una familia que amaba Jesús, y que él la amaba
también. Es en este capítulo encontramos uno de los muchos colores en los que la
prueba se presenta: La enfermedad. ¿Cómo reacciona esta familia ante este
percance?
1. ¿Qué esperaban ellos de 1 Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de 3. ¿En que consiste su
Jesús? Sanidad.
Betania, la aldea de María y de Marta su hermana.
equivocada interpretación del
amor de Cristo hacia ellos
2. ¿Cómo interpretan el amor 2 (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la como familia?
6. Según el v21 ¿Cómo 21 Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi
Marta interpretó la hermano no habría muerto.
8. ¿Cómo interpreta
Marta la promesa? v24 27 Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de
Dios, que has venido al mundo.
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Entonces, el problema no es Dios, ni tampoco las piedras del camino, pues ellas
siempre estarán, el verdadero drama comienza cuando no reconozco que tomo malas
decisiones. Santiago dice: Asume tu responsabilidad, reconoce que eres tú, reconoce
que el problema está en ti: “cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia
es atraído y seducido”. La tentación viene de nuestros propios deseos, los cuales nos
seducen y nos arrastran, decidiendo finalmente con el corazón. Por eso, al reconocer
que la forma en la que yo encaro la vida es el problema, entonces, puedo pedirle a
Dios que transforme mi mente, para tener la mente de Cristo.
Los “malos deseos” (cuando no sabemos lidiar con las dificultades) genera en
nosotros pecado y el pecado genera muerte, es decir, genera autodestrucción: mata
nuestro espíritu y nos volvemos personas vacías, sin valores, sin profundidad,
blasfemos, hostiles con Dios. La Biblia llama a este mal deseo de “concupiscencia”.
Dios nos esta dando una oportunidad. Es muy claro en su afirmación: “…no
erréis…” Esta verbo significa: “guiar por mal camino”, extraviar”, “ir de un lugar a otro
sin un objetivo claro”. Al ser tentado, y culpar a Dios de la tentación marchas por el
camino equivocado. Tu y nadie más eres responsable de las situaciones en las que te
encuentras.
El dilema de cada día en tu vida no es que tipo de percance vendrá el día de hoy. De
que color será la prueba este día. El dilema es como reaccionar en él percance. La
biblia nos ordena en este pasaje detenernos y regresar al camino correcto: Solo hay un
camino que nos puede llevar a la vida y ese camino se llama Cristo.
Dios no es el responsable de las tentaciones. Dios es responsable del bien para sus
hijos:
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v17 “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las
luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.”
Todo lo que Dios le da a sus hijos es en gran manera bueno y útil y beneficioso para
nosotros los que le amamos (Cf. Romanos 8:28) No sólo es Dios proveedor de cosas
buenas u beneficiosas, sino también el que regenera nuestra vida. El pecado trajo la
muerte, pero Dios determinó no dejarnos perecer en el pecado. Dios actuó libremente
para salvarnos. Por esto es incongruente decir que Dios nos tienta a pecar. Si él te
salvó de él mismo, ¿Cómo podrá él permitir el percance para solo verte sufrir? ¿Cómo
Dios que dio a Su único hijo en sacrificio va a querer que tu te apartes de Él, si al
entregar a Su Hijo en manos de pecadores deseaba tener una relación contigo? No
hermanos, no nos extraviemos del camino, Dios no quiere apartar a Sus Hijos de Él,
eso seria ir en contra de Su misma Palabra. El quiere que ti relación con él se
fortalezca, y son las pruebas las que cumplirán ese propósito de Dios.