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¿Qué pudo haber sucedido con la tierra para que Mafalda cante esa canción?
¿Quién supone Felipe que es el enfermo? ¿Por qué? ¿Qué información no se dice pero puede
interpretarse respecto del tipo de noticias que ha escuchado Mafalda?
Observar la publicidad de TyC Sport sobre el mundial de fútbol 2010 (Recueprada de:
https://youtu.be/KdrhT3-u05A) y comentar los sentidos no dichos, es decir implícitos,
que pudieron interpretar.
En la primera parte de esta publicidad, desde el punto de vista de los mismos argentinos, se
hace una crítica a la idiosincrasia argentina. Pero no todo es completamente explícito. Hay
muchos aspectos que debemos inferir, completar. En uno de los intercambios, un taxista
plantea que, en Suiza, “aunque sigas trabajando, cobrás la jubilación igual” y su interlocutor
responde simplemente con una tautología: “Europa es Europa”. Si no aportamos información
de nuestro conocimiento general que nos dice que en Europa las cosas funcionan diferente,
no se entendería qué quiere decir el hombre con su respuesta. Lo mismo ocurre cuando uno
de los amigos, en el asado, afirma que en España “agarrás una bicicleta, la usás, la dejás y se
la lleva otro” y otro le responde “Acá también se la lleva otro”.
Estos “vacíos informativos” son habituales en la comunicación diaria. Por una cuestión de
economía y operatividad de procesamiento, los textos o los discursos no aportan toda la
información necesaria para ser comprendidos. Es por esto por lo que, frecuentemente, nos
vemos frente a la necesidad de reponer lo no dicho. A nivel textual, Umberto Eco planteaba
“todo texto es una maquinaria perezosa que le pide al lector que haga parte de su trabajo.
Pobre del texto si dijera todo lo que el destinatario tiene que entender: no terminaría
nunca[1]”.
En la segunda parte del video se juega con el punto de vista y se retoman algunos de
nuestros “defectos” pero ya vistos desde una perspectiva positiva. Entonces, “tirar papelitos”
no siempre es algo desacertado. Esto sirve como punto de partida para enumerar rasgos que
contrarrestan la imagen crítica que inicialmente se construyó.
En esta publicidad, como en la mayoría, hay mucho por reponer. No toda la información está
explícitamente presente en el texto, sino que debe reponerse generando inferencias. Ahora
bien: ¿dónde se encuentra esa información a reponer? Se encuentra almacenada en la
memoria de largo plazo, forma parte de nuestro conocimiento del mundo o conocimiento
general, también llamado “mundo de lo conocido”.
Los seres humanos somos “máquinas de hipotetizar”. Como puede observarse, los procesos
inferenciales son parte de la comunicación cotidiana. Las inferencias son “las
representaciones mentales que el lector construye o añade al comprender el texto, a partir de
la aplicación de sus propios conocimientos a las indicaciones explícitas en el mensaje”
(Gutiérrez Calvo, 1999).
Juan Ignacio Chela, que además de haber sido un gran jugador de tenis siempre tuvo un muy
buen sentido del humor, suele publicar tweets en los que ironiza sobre sí mismo. En una
oportunidad publicó: “Es verdad que las mascotas se parecen a sus dueños. A mi perro le tiro
una pelotita y nunca me la devuelve”. En este caso, la interpretación depende de la
generación de una cadena de inferencias que me permita llegar a determinar que él “es un
perro”, es decir, juega mal.
Ahora estoy en Vieytes. Cada vez que puedo me desnudo, pero no me dejan, me visten a la
fuerza. Les digo que estoy bien, que me siento bien; puedo mantener conversaciones
razonables sobre política, cine, fútbol. Lo que no entienden es que no quiero saber nada con
las cosas, que insista en comer con las manos, en dormir en el piso y si es posible al aire libre
y sin la menor prenda encima, en romper todos los objetos que dejan a mi alcance. Trato de
explicarles que las cosas que sirven no sirven, pero entonces ellos menean la cabeza y me
palmean y me dicen “tranquilícese, amigo”.
Adaptación de “De donde Juan Eduardo Martini (estudiante, 25 años, soltero, ‘absolutamente
normal’ según declaraciones de sus vecinos), descubre la muda confabulación violenta de los
objetos contra él y decide liberarse”, de Eduardo Gudiño Kieffer.