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Absolutismo en España.

La casa real española y la monarquía debe sus privilegios a dos factores que hicieron que se
beneficiaran más que ninguna otra en Europa con sus pactos de política matrimonial dinástica. El
primero se debe mucho a las conexiones familiares de los Habsburgo que con su poderío de
influencia y territorio se hizo inalcanzable para las monarquías rivales y por otra parte la
colonización del nuevo mundo que dio grandes riquezas. El manejo del absolutismo español fue
contraproducente ya que con la misma fortuna de su control en las minas de América y su
primario pero al fin lucrativo sistema económico de extracción, impulso a no promover el
desarrollo de manufacturas y a no fomentar la expansión de empresas mercantiles dentro de su
imperio europeo. Dejo caer su peso a las comunidades más comerciales del continente y
simultáneamente amenazo a distintas aristocracias en un ciclo de guerra que duro 150 años.

Según las palabras del autor, el absolutismo español nació de la unión de Castilla y Aragón por el
matrimonio de Isabel y Fernando en 1469. Comenzó con una aparente base económica firme, en
donde:

- Castilla se convirtió en una lucrativa economía lanera.


- Aragón fue una potencia territorial y comercial en el Mediterráneo.

Otro factor es que el dinamismo político y militar se completó en Granada, Navarra y Nápoles, y el
descubrimiento de América, la vinculación con los Habsburgo añadió a Milán, el Franco condado y
los Países Bajos. Esto hizo que España se convirtiera en la primera potencia de Europa durante
todo el siglo XVI; sin embargo, el Estado que presidió el extenso imperio era en sí mismo un
montaje ruinoso, unido solamente por la persona del monarca.

 Fernando e Isabel tomaron el obvio camino de concentrarse en el establecimiento de un poder


real e inalterable en Castilla, donde las condiciones para ello eran mucho más propicias para
llevarlas a cabo.

En Castilla la aristocracia se caracterizaba por tener enormes posesiones, fuertes poderosas


órdenes militares y una numerosa pequeña nobleza de hidalgos.

La rápida expansión de la lana, fue lo que proporcionó las bases para la fortuna de tantos
aristócratas, y que abrió al mismo tiempo el crecimiento urbano y el comercio exterior aunque
políticamente su constitución era inestable. Las cortes eran unas asambleas ocasionales y carecían
de poderes para iniciar una legislatura. También se puede decir que la nobleza y el clero gozaban
de inmunidad fiscal, por lo que sólo las ciudades tenían que pagar los impuestos.

El complejo de "libertades" medievales que tenían Valencia, Cataluña y Aragón hacia un


panorama difícil para la construcción de un absolutismo centralizado, Castilla tenía mayor riqueza
y menos impedimentos, así que los monarcas pusieron en marcha un programa de reorganización
de la economía y de gobierno real inmutable en Castilla.

La máquina de Estado castellana fue nacionalizada y modernizada. Las altas posiciones militares y
diplomáticas quedaron reservadas a los magnates que conservaban los virreinatos y gobiernos,
donde los nobles menores llevaban el rango de corregidores.

Con el reinado de Carlos V, aparecieron también las guerras europeas, la dimensión y el gasto de
los ejércitos de los Habsburgo aumentaron gradualmente durante el reinado de Carlos, los
préstamos financieros y las presiones fiscales crecieron de forma equivalente.

En la primera bancarrota, Castilla tuvo que soportar prácticamente sola la carga fiscal de las
campañas en el extranjero. Los metales preciosos de las colonias representaban el 20 o 25% y el
resto lo cubría Castilla. Entonces se desarrolló un comercio floreciente con las colonias, y un
control monopolista de este mercado cerrado benefició inicialmente a los castellanos. España se
convirtió en la América de Europa, en un terreno para competencia de bienes extranjeros, por lo
que la economía agraria y urbana sufrió duros golpes.

Con Felipe II en el poder hubo derrotas y victorias

En el Sur: victorias

- en el Mediterráneo la expansión naval turca fue bloqueada en Lepanto, en 1571,


- Portugal fue incorporada y con ella sus posesiones en Asia, África y América,
- el poder ultramarino aumentó Filipinas.

En el Norte: derrotas

- rebelión en Holanda,
- Armada Invencible,
- guerras de rebelión francesas.

Castilla tiene la capital en Madrid, lo que facilita el gobierno central. Segunda bancarrota en 1596,
y, tres años más tarde llega la peste.

Con Felipe III se hizo la paz con Inglaterra, hubo otra bancarrota en 1607 y una tregua con
Holanda.

En el Dominio del Duque de Lerma para salvar las finanzas reales, inundó el país de vellón
devaluado, expulso en masa a los moriscos: debilitó la economía rural. Y como resultados llego
inflación de precios y disminución de fuerza de trabajo.

Desde 1600 las colonias americanas estaban alcanzando la autosuficiencia en artículos básicos que
habían importado tradicionalmente de España. Este cambio coincide con el crecimiento de una
aristocracia criolla en las colonias, cuya riqueza nacía más de la agricultura que de la minería. Las
minas entraron en crisis, también por el colapso demográfico de la fuerza de trabajo india, y por el
agotamiento del filón.
En el reinado de Felipe IV (Conde-Duque de Olivares) tuvo como características el alzamiento de
las tierras de Bohemia junto con la guerra europea que se volvió a desencadenar. Los estados de
Bohemia fueron aplastados, pero estas hostilidades hacen que Florencia entre en guerra contra
España.

La nueva naturaleza y peso del absolutismo francés fueron los que habrían de provocar la caída del
poderío imperial español en Europa.

Los costes de la guerra provocaron nuevos tributos sobre el consumo, y una nueva bancarrota en
1627. Queriendo meter también a Cataluña en el empeño, Cataluña se revelo y se convirtió en
protectorado francés por una década. Portugal también tuvo una revelación. Olivares cae, y
después Nápoles y Sicilia se independizan.

Los funcionarios civiles expatriados crearon en el siglo XVIII un Estado unitario y centralizado. Los
sistemas de Estado de Aragón, Valencia y Cataluña fueron eliminados y su particularismo quedó
suprimido. Hubo resurgimiento demográfico (de 7 a 11 millones).

Según el autor en el siglo XVIII, más de la mitad de las ciudades españolas no estaba bajo el mando
de la jurisdicción monárquica, sino señorial o clerical, resto del feudalismo

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