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Resumen 07/03/16

Por: Sam Celarayan


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Solo finales

1) Desarrolle la siguiente característica de la persona humana: interioridad


Por la interioridad el hombre se percibe como un “yo”, como origen de sus actividades, como un
ser capaz de pensar y obrar conscientemente y como responsable de sus opciones libres.
Por tener interioridad, el hombre es capaz de: Autoconciencia: es el “darse cuenta de sí mismo”,
es el acto de afirmación de sí mismo frente a todo otro ser.

2) Que se entiende por conciencia moral y cuáles son los tipos. Explique
La conciencia no es una facultad más, unida a la inteligencia y a la voluntad, sino que es un
acto de la inteligencia por el cual la persona juzga la moralidad de una acción. Se trata de un
juicio teórico-práctico con el cual ésta juzga si su acción es buena o mala en sentido moral.
Se supone que la conciencia moral, cuyos dictados seguirá la persona, está fundamentada en
razones objetivas. Sin embargo, pueden darse casos en que se registre error en el juicio de
conciencia. De allí que sea preciso analizar las diferentes modalidades que pueden presentarse y
los principios que hay que aplicar para seguir el dictamen de la conciencia.
Entonces, teniendo en cuenta su conformidad con la ley moral, la conciencia puede ser:
 Verdadera o recta: cuando juzga la bondad o malicia de un acto rectamente, en
conformidad con la ley moral; en este caso el juicio moral es verdadero, buscando
sinceramente el bien.
 Errónea o falsa: cuando juzga en desacuerdo con la ley moral, al considerar buena una
acción que es mala y viceversa. Puede ser que la causa del error en el juicio, sea la
ignorancia.

3) Que se entiende por moral y moralidad


Podría definir a la moral como un conjunto de creencias, costumbres, valores y normas que
asumen un individuo o un grupo social y que de alguna manera funciona como una especie de
guía a la hora de la acción.
La moralidad es la calidad de los actos humanos en cuya virtud los designamos como buenos o
malos, como acertados o erróneos. Se trata de un término común relativo a la bondad o la
maldad de un acto humano, sin especificar a cuál de los dos se refiera.

4) Que son los DDHH según Nikken y cuáles son las consecuencias de la inherencia de los
mismos (P)
Todo ser humano, por ser tal, tiene derechos frente al Estado, derechos que éste, o bien tiene el
deber de respetar y garantizar o bien está llamado a organizar su acción a fin de satisfacer su
plena realización. Estos derechos, atributos de toda persona e inherentes a su dignidad; que el
Estado está en el deber de respetar, garantizar o satisfacer son los que se conocen como
derechos humanos.
Consecuencias de la inherencia:
 El Estado de Derecho: el poder no puede lícitamente ejercerse de cualquier manera. Más
concretamente, debe ejercerse a favor de los derechos de la persona y no contra ellos.
 Universalidad: por ser inherentes a la condición humana todas las personas son titulares
de los derechos humanos y no pueden invocarse diferencias de regímenes políticos,
sociales o culturales como pretexto para ofenderlos o menoscabarlos.
 Transnacionalidad: si los derechos humanos son inherentes a la persona como tal, no
dependen de la nacionalidad de ésta o del territorio donde se encuentre: los porta en sí
misma.
 Irreversibilidad: una vez que un determinado derecho ha sido formalmente reconocido
como inherente a la persona humana queda definitiva e irreversiblemente integrado a la
categoría de aquellos derechos cuya inviolabilidad debe ser respetada y garantizada.
 Progresividad: como los derechos son inherentes a la persona y su existencia no depende
del reconocimiento de un Estado, siempre es posible extender el ámbito de la protección a
derechos que anteriormente no gozaban de la misma.
5) Relacione la profesión con el orden moral y el bien común.
La profesión es un compromiso entre lo individual, (que busca los medios de vida) y la sociedad,
(con sus necesidades que son las que justifican la profesión). Una profesión es el lugar desde el
cual debemos servir a la sociedad de acuerdo con nuestras capacidades.
La finalidad del trabajo profesional es el bien común. La capacitación que se requiere para
ejercer este trabajo, está siempre orientada a un mejor rendimiento dentro de las actividades
especializadas para el beneficio de la sociedad, Sin este horizonte y finalidad, una profesión se
convierte en un medio de lucro.
La profesión debe ayudar al hombre a estar en el marco de los valores para su plena realización.
El orden moral se refiere a todo lo que hace al libre obrar del hombre según su recta conciencia,
inspirada en valores rectores.

1) ¿Por qué afirmamos la unicidad de la persona? ¿En que se fundamenta esto?


La interioridad fundamenta la unicidad del hombre, el hecho de que cada uno tenga una
manera rigurosamente sin igual de ser persona. Los animales, “individuos” pertenecientes a una
especie, se definen por las características generales de la especie; también es cierto, que un
perro no es el otro: se distinguen entre sí por la forma, el peso, el color, etc., por los “caracteres
individuantes”.
También el hombre es un “individuo”, porque también él pertenece a una especie determinada,
como individuo forma número con los demás y se distingue de los demás por el peso, el color, la
forma, etc.: por los “caracteres individuantes”.
Pero al añadir que el hombre es “persona”, afirmamos algo absolutamente diverso del individuo,
irreductible a las cualidades abstractas que puedo atribuirle: afirmamos que cada uno, como
sujeto, realiza la especie “hombre” de un modo irrepetible e irremplazable.

2) Proponga 2 ejemplos de actos que impliquen responsabilidad moral directa, uno por
omisión y otro por influencia de acciones ajenas. Fundamente porque corresponde a cada
tipo de responsabilidad.
Se entiende por responsabilidad a la capacidad de las personas para responder de sus actos;
esta capacidad exige la obligación de reparar los daños ocasionados y de soportar el castigo
previsto para la infracción cometida.
Podemos diferenciar dos tipos de responsabilidad moral: la responsabilidad moral directa y la
indirecta. Existe responsabilidad moral directa cuando nos encontramos ante el caso de que
existe pleno uso de razón, libertad y conciencia por parte del sujeto al realizar un acto.
 Por omisión: cuando no se realizan actos que había obligación de hacer y realmente se
podían hacer, o bien por negligencia u otros modos de imprudencia.
 Por su influencia en acciones ajenas: ya sea por inducción (cuando pide o manda algo,
persuadiendo a que se realice una acción y estimulando a otros con la propia conducta),
ya sea por cooperación (por participación inmediata, colaboración u omisión)
 Ejemplo caso medico

3) Que se entiende por conciencia moral y qué papel cumple en las decisiones? ¿Se
encuentra determinada socialmente?
La conciencia moral, presente en lo íntimo de la persona, es un juicio de la razón, que en el
momento oportuno, impulsa al hombre a hacer el bien y a evitar el mal. Gracias a ella, la
persona humana percibe la cualidad moral de un acto a realizar o ya realizado, permitiéndole
asumir la responsabilidad del mismo. Cuando escucha la conciencia moral, el hombre prudente
puede sentir la voz de Dios que le habla.
Dicha conciencia moral también queda determinada por unas normas de actuación, leyes
generales y universales que ayudan al individuo a interiorizar el concepto de deber moral. Uno
de los principales criterios de la conciencia moral es la justifica. La sociedad también tiene una
función muy importante en la construcción de la ética social puesto que la educación es uno de
los medios más importantes para formar a las personas.
4) ¿Que se entiende por valoración? ¿Cuáles son los elementos que intervienen en la
misma? Ponga un ejemplo
Cuando hacemos referencia al término valoración, estamos indicando la preferencia o aprecio, o
bien el rechazo por una cualidad determinada por parte de una persona. De este modo, cuando
hablamos de valoración nos referimos al valor que le atribuimos a una cosa. En este acto
encontramos tres elementos:
 una cosa, ya sea algo real o ideal, que es lo que se considera valioso en forma positiva o
negativa;
 una cualidad, sea positiva o negativa, que es lo que hace que una cosa sea considerada
valiosa;
 una reacción por parte del sujeto, que es la valoración que hace resaltar una cualidad
determinada del objeto.

5) Explique en qué consiste el código de ética de una empresa.


Se trata de una herramienta útil para la construcción de hábitos empresariales que fortalezcan a
la organización y a sus miembros. Establecen las prácticas consideradas como positivas y como
negativas en los diferentes ámbitos de intervención de la empresa.
Pretenden ser un instrumento que facilite reconocer los problemas y conflictos que enfrentan las
empresas y resolverlos de acuerdo a objetivos buscados.

1) ¿En que se basan los derechos humanos según nino?


Este autor considera que los derechos humanos son derechos morales, debido a que su
objetividad no se funda en el reconocimiento efectivo por parte de individuos o naciones, sino en
su validez como principios de una moral crítica o ideal.
La definición de derechos humanos se basa en un criterio moral, que se explicita en tres
principios:
 La inviolabilidad de la persona: que se refiere a la prohibición de imponer sacrificios a una
persona en beneficio de otros. (Por ejemplo, no se puede obligar a alguien a donar su vida
o sus órganos para el bien de otro/s )
 La dignidad de la persona: que ordena tratar a las personas de acuerdo a sus actos de
voluntad y no según propiedades sobre las cuales no tienen control (como la raza).
 La autonomía de la persona: por la que se atribuye valor a los ideales, proyectos de la
persona, prohibiendo interferir en ellos.

2) ¿Que es responsabilidad social y la relación con la ciudadanía corporativa y capital


social?
La responsabilidad social es un término que se refiere a la carga, compromiso u obligación, de
los miembros de una sociedad –ya sea como individuos o como miembros de algún grupo–
tienen, tanto entre sí como para la sociedad en su conjunto, la ciudadanía corporativa
entendemos por la contribución que hace una compañía a la sociedad a través de sus
principales actividades, inversiones sociales, programas benéficos, y su compromiso con la
política pública. El Capital Social es considerado la variable que mide la colaboración social
entre los diferentes grupos de un colectivo humano, y el uso individual de las oportunidades
surgidas a partir de las relaciones sociales.

3) según Leonardo schvarstein cuando una organización es objeto y cuando sujeto.


Las organizaciones que sólo cumplen con lo establecido, no poseen virtudes especiales, ya que
sólo se atienen a los requisitos morales mínimos. Este tipo de organización es al que Leonardo
Scharstein denomina organización objeto, porque sólo cumple en forma reactiva con los
requisitos externos que se le imponen.
Otro caso sería el de aquella organización que manifiesta una voluntad para ir más allá de lo
estrictamente exigible, pues configura una conducta ética, porque no es producto de una
obligación, sino que supone la libre elección. De allí que es posible de calificar a este tipo de
organización como organización sujeto.
4) Desarrolle una escuela ética correspondiente a las concepciones utilitaristas.
El carácter común de las concepciones utilitarias es que colocan el soberano bien del hombre en
el placer o el goce, y hacen por tanto del placer el criterio del bien y del mal: es bueno lo que nos
trae un goce; es malo lo que nos impide gozar o nos hace sufrir.
Dentro del utilitarismo encontramos a él Epicureísmo: Considera que el placer es el valor
supremo, entendido como el bien primitivo e innato, y constituye el principio y el fin de la vida
feliz. Entonces, coloca en el placer el fundamento del comportamiento humano, pero rechaza la
regla del goce inmediato: hay que buscar los placeres que no van seguidos de ninguna pena, los
que no nos privan de un placer mayor, los que no son artificiales, los placeres tranquilos más
bien que los placeres violentos.

5) Estructura del acto moral y los elementos que la componen. (P)


Los actos humanos, son actos morales, y por lo tanto, están siempre sujetos a la aprobación o
condena por parte de los demás.
No son actos morales aquellos cuya realización no puede ser evitada o cuyas con-secuencias no
pueden ser previstas (son ejemplos: el respirar; o el acto de entregar el dinero a un asaltante).
Para analizar un acto moral tenemos que tener en cuenta los elementos que intervienen en su
estructura. Esos elementos, que están articulados entre sí son los siguientes:
 Motivo: es aquello que impulsa a actuar y mantiene la acción, lo que mueve al sujeto a
perseguir determinado fin.
 Fin de la acción: todo acto humano se realiza con un fin; el acto moral exige que el sujeto
tenga conciencia del fin que se persigue.
 Medios: al realizar la elección de los medios adecuados para alcanzar el fin elegido, tiene
que darse una adecuación moral y no sólo instrumental entre el fin y los medios. No es
lícito el empleo de cualquier medio aún supuesto que el fin elegido sea correcto.
 Consecuencias de la acción: se refiere a que en el acto moral, es necesario tener en cuenta
las consecuencias previsibles de la acción, ya que el sujeto no puede desentenderse de las
repercusiones que sus actos tienen en la convivencia social cuya regulación también es
un elemento moral.

1) ¿Que se entiende por ética? Conceptualice y señale las funciones de la misma.


La ética es la rama de la filosofía que estudia la bondad o la maldad de los comportamientos,
Tiene como centro de atención las acciones humanas y aquellos aspectos de las mismas que se
relacionan con el bien, la virtud, el deber, la felicidad y la vida realizada. La ética estudia qué es
un acto moral, cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y cómo se ha de aplicar
posteriormente a nivel individual y a nivel social. En la vida cotidiana constituye una reflexión
sobre el hecho moral, busca las razones que justifican la adopción de un sistema moral u otro.
Funciones:
 Aclarar qué es la moral. (sus rasgos)
 Fundamentar la moralidad.
 Aplicar a los distintos ámbitos de la vida social los resultados obtenidos en las dos
primeras funciones (para que se adopte una moral crítica).

2) Explique las condiciones que debe reunir los actos humanos. De un ejemplo sobre acto
humano.
Para que un acto sea considerado como humano tiene que reunir ciertas condiciones:
 Que sea realizado con conciencia de lo que se está haciendo (conociendo las
circunstancias que rodean la acción y sus posibles consecuencias).
 Que exista libertad psicológica o libertad interior, o sea que la causa de la acción esté en
el sujeto mismo.
 Que exista uso de razón, o sea capacidad para discernir, para analizar la situación,
conociendo el fin que se persigue, los medios que pueden estar al alcance y su
correspondiente aplicación para la consecución del fin.
Si alguna de estas condiciones faltase, el acto realizado sería considerado como acto del hombre
y no como acto humano.
Un ejemplo de acto humano, es el de una persona que después de un proceso deliberativo,
decide incorporarse como voluntaria a un grupo que prestará ayuda a gente que sufrió pérdidas
por catástrofes naturales; o bien que decide no hacerlo por cuestiones de salud.
3) Realice un cuadro sin óptico de virtudes y vicios. (P)
 La virtud: es un hábito operativo bueno.
 La virtud: es esencialmente personal.
 Las virtudes: nacen de la actividad humana libre.
 Las virtudes intelectuales: Perfeccionan al hombre en el conocimiento de la verdad
 virtudes morales: perfeccionan la voluntad y las tendencias sensibles.
 Entre todas las virtudes morales ocupan un sitial de preferencia las llamadas virtudes
cardinales: Prudencia - Justicia- Fortaleza- Templanza.

 El vicio: constituye un hábito operativo malo.


 El vicio: Se adquiere con facilidad.
 Los vicios principales son:
 La soberbia.
 La lujuria.
 La avaricia.
 La gula.
 La ira.
 La envidia.
 La pereza.

4) Cuales son los requisitos para el recto ejercicio de la profesión? Explique.


Para el ejercicio de toda actividad profesional son indispensables:
 Vocación: es una inclinación o disposición especial que, saliendo del interior de la
persona, la lleva a cumplir determinada actividad en su vida.
 Competencia: en el sentido de aptitud e idoneidad para conocer y resolver un asunto.
Nace de las incumbencias que nos atribuyen los estudios, del grado de capacidad
alcanzado en alguna actividad, pero, por sobre todo, de la voluntad de hacer realidad
determinado anhelo.

6) ¿Que se entiende por responsabilidad social empresarial? ¿Qué beneficios aporta una
empresa socialmente responsable?
Se define como la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y
ambiental por parte de las empresas, generalmente con el objetivo de mejorar su situación
competitiva, valorativa y su valor añadido.
Entre los beneficios a la sociedad tenemos:
 Mejora la relación con el entorno e incrementa la influencia de la empresa en la sociedad.
 Reduce los costos operativos.
 Permite acceder e influir positivamente en líderes de opinión.
 Crear vínculos de cercanía con el consumidor.

1) Cuando se habla del “valor absoluto de la persona” ¿a qué se hace referencia?


El hombre es un fin en sí mismo y nunca puede ser utilizado como medio, en esto el hombre se
distingue radicalmente de las cosas, y es totalmente original frente al resto de la realidad.
El hombre no es una cosa neutra, impersonal, un “trozo de mundo”, sino un sujeto que
consciente y libremente “se posee”, que goza de autoposesión. Por todo esto, toda persona tiene
un valor absoluto, simplemente por lo que es, no por lo que tiene o por lo que hace.

3) ¿Por qué se sostiene que la persona es un ser moral?


El hombre es un ser moral por naturaleza, y esto es algo que lo diferencia del resto de los
animales. Es algo inherente al ser humano actuar u obrar moralmente, es decir, seleccionar su
conducta de acuerdo a juicios de valor, entre varias opciones, que el mismo se ha impuesto.
Desde siempre, el hombre, aun en sus inicios cuando contaba con un nivel de cultura muy bajo,
es ha regido por algún tipo de moral. Aunque es complicado y nunca se ha podido llegar a un
acuerdo, el fundamento de la moral está en la existencia de valores o normas, reglas que rigen la
vida del hombre, ya sea en su propio mundo (en su conciencia), en su vida privada con su
familia o en su convivencia con el resto de los hombres en sociedad.
4) ¿Cuál es la diferencia entre libertad externa y libertad interna?
Libertad interna: Es la de querer una cosa; decidir por uno mismo las cuestiones que nos
afectan. La libertad interna es libertad moral, la capacidad para conducir la propia vida
conforme a los propios criterios. La libertad sicológica o libertad de elección o libre albedrío es
“el poder que tiene el hombre de obrar o no obrar, hacer esto o aquello, cuando ya se dan todas
las condiciones requeridas para obrar”.
Libertad externa: Consiste en que nadie nos impida trasladarnos y actuar del modo que parezca
oportuno dentro de lo que permitan las leyes y costumbres del propio país. Este tipo de libertad
es la que pierde una persona cuando le conducen a prisión, pero también la que pierde toda la
población cuando triunfa una dictadura y se anulan las libertades de expresión, asociación,
manifestación que amplia según el marco jurídico.

Resumen

Distinción de la moral y la ética


Desde sus orígenes entre los filósofos de la antigua Grecia, la Ética es un tipo de saber
normativo, es decir, un saber que pretende orientar las acciones de los seres humanos. También
la moral es un saber que ofrece orientaciones para la acción, pero mientras esta última propone
acciones concretas en casos concretos, la Ética se remonta a la reflexión sobre las distintas
morales y sobre los distintos modos de justificar racionalmente la vida moral, de modo que su
manera de orientar la acción es indirecta.

La deontología
La Ética Particular o Aplicada consiste en la “aplicación” de los principios morales
fundamentales o generales a las situaciones más concretas de la conducta moral y de la
actividad humana en general. Dentro del ámbito de la Ética Aplicada, y en consideración al
notable incremento adquirido por numerosos problemas morales surgidos en el ámbito de las
diversas profesiones, ha ido afianzándose el estudio de la llamada Ética Profesional
(Deontología), cuyo objetivo sería analizar las más importantes cuestiones morales suscitadas en
el ejercicio de las diversas profesiones. El objeto de la deontología es el acto profesional, aquel
efectuado en un marco laboral determinado y que se rige por un determinado código de ética
profesional.

La esencia de la moral (Lo normativo y factico)


La moral es un conjunto de normas, aceptadas libre y conscientemente, que regulan la
conducta individual y social de los hombres.
En la moral encontramos un doble plano: Al plano de lo normativo pertenecen las reglas que
postulan determinado tipo de comportamiento: “ama a tu prójimo como a ti mismo”, “respeta a
tus padres”, “no mientas”, “no te hagas cómplice de una injusticia”, etc. Al plano de 1o fáctico
corresponden siempre acciones concretas: el acto por el que X se muestra solidario de Y, actos
de respeto a los padres, la denuncia de una injusticia, etc. Lo normativo y lo fáctico no
coinciden; sin embargo, se encuentran en una relación mutua: lo normativo exige ser realizado,
y apunta por ello a lo fáctico; lo realizado (lo fáctico) sólo cobra un significado moral en cuanto
que puede ser referido (positiva o negativamente) a una norma. Lo normativo y lo fáctico en el
terreno moral (la norma y el hecho) son dos planos que pueden ser distinguidos, pero no
separados por completo.

Carácter social de la moral


La moral tiene esencialmente una cualidad social. Ello quiere decir que sólo se da en la sociedad,
respondiendo a sus necesidades y cumpliendo una determinada función en ella. La moral, como
forma de comportamiento humano, tiene también un carácter social, ya que es propio de un ser
que, incluso al comportarse individualmente, lo hace como un ser social.
En conclusión, la moral tiene un carácter social en cuanto que: los individuos se sujetan a
principios, normas o valores establecidos socialmente; regula sólo actos y relaciones que tienen
consecuencias para otros y requieren necesariamente la sanción de los demás; cumple la
función social de que los individuos acepten libre y conscientemente determinados principios,
valores o intereses.
Noción de “persona”
La definición clásica de persona es la de Severino Boecio, para quien la persona es “substancia
individual de naturaleza racional”. Esta definición hace referencia a tres elementos
fundamentales:
 substancia: en sentido metafísico, la persona es un ser en sí, no un ser en otro como el
accidente.
 Individual: un ser individual es aquel que es uno en sí; es lo que en sí mismo no está
dividido, pero sí lo está de cualquier otra cosa.
 Racional: es decir, que es capaz de un conocimiento intelectual, con autoconciencia, que
tiene dominio de sus propios actos; diferenciándose así de las cosas, de las plantas y de
los animales.

Constitución esencial de la persona humana


La persona humana está formada por dos elementos, uno material y otro espiritual, por lo cual
podemos decir que es un compuesto corpóreo - espiritual en unidad esencial.
El componente corpóreo está sujeto a las leyes físicas, químicas y biológicas. Por su materialidad
se encuentra limitado en el tiempo y en el espacio. Sin embargo, en cuanto es espíritu,
trasciende el cuerpo y participa de la condición de las creaturas espirituales. Está marcada por
la relación directa con Dios y sobrepasa a la especie de la que participa.
La persona humana es un espíritu en la materia, es espíritu y cuerpo. Ambas substancias
(espíritu y cuerpo) operan según su naturaleza, y como consecuencia, no debemos sumergir ni a
una ni a otra, pues las dos se integran en la persona.

Facultades de la persona
La persona se diferencia del animal por poseer ciertas facultades que le son propias. Pero, ¿qué
es una facultad? Una facultad es una capacidad o potencia que permite realizar ciertas
operaciones. En el ser humano encontramos capacidades tales como el entendimiento, la
voluntad, los fenómenos afectivos (sentimientos, emociones y pasiones).
 El entendimiento es una facultad cognoscitiva que posibilita el pensamiento abstracto.
 En tanto que la voluntad es la tendencia racional hacia un objeto conocido, por lo cual es
llamado apetito racional.
 Los fenómenos afectivos: Los sentimientos son estados afectivos duraderos. En tanto que
las emociones son estados afectivos de mayor intensidad y menor duración. Las pasiones,
por su parte, son disposiciones sentimentales internas; se trata de afecciones o
modificaciones de la afectividad, de carácter más o me nos permanente.

El hombre “ser - en - el - mundo” (L)


Le debemos a Martín Heidegger el haber insistido en esto. También Carlos Marx insistía en que
“el mundo es como el cuerpo inorgánico del hombre” y nuestra vida “es un metabolismo con el
mundo”. La primera experiencia que nos sale al paso es que nos hallamos rodeados de cosas
que influyen sobre nosotros y con las que nos vinculan muchas relaciones. El mundo es como el
cuerpo grande del hombre, la prolongación de la corporeidad. No hay hombre sin mundo, como
no hay hombre sin prójimo. Sin el hombre habría muchas cosas, pero ningún ser que las
captara en su conjunto. Sólo el hombre puede pensar la pluralidad como unidad, como totalidad
de la experiencia externa.
Así, pues, al decir “mundo” no nos referimos al mundo objetivista, visto independientemente de
su relación con nosotros, ese mundo regido por las leyes que las ciencias van descubriendo. No
somos espectadores pasivos en el mundo: estamos en diálogo con él. Mediante la ciencia, la
técnica y el arte ponemos un sello espiritual a la materia y la “hominizamos”, llenándola de
significados: elevamos la “naturaleza” al rango de “cultura”.
En efecto, el hombre no se puede conocer a sí mismo mirándose al espejo: “El hombre se torna
un yo a través del tú”. Sólo así se descubre idéntico a sí mismo. No tiene primero relación a sí
mismo y luego, en un segundo momento, relación al tú del otro. No; el yo no es traslúcido para sí
mismo: se autoconoce al mismo tiempo que entra en relación con los demás. El ser humano
tiene el impulso de “ser-más por la comunicación”. Desde lo más profundo de su ser necesita
comunicarse con otros, y la comunicación más plena se cumple por el amor.

El fin en el obrar humano


En definitiva, toda acción humana es una acción libre. Y al afirmar que el hombre “obra por un
fin”, se hace referencia exclusivamente a las acciones humanas. Por último, todas las acciones
humanas proceden de la voluntad deliberada o de la libertad. Entonces, siendo el fin el objeto
propio de la voluntad deliberada, todo acto emanado de ella lo hace de acuerdo al fin: todos los
actos específicamente humanos son realizados por un fin.
Con la existencia de un fin último se hace posible la acción por las siguientes razones:
 Si no hubiese un primero en el orden de la intención: - nunca se desearía nada en
concreto - no se terminaría ninguna acción
 Si no hubiese un último en la ejecución: - nadie comenzaría a obrar - nunca se terminaría
de formular el juicio de decidir lo que se quiere conseguir.

La unidad del fin último


Al obrar por un bien, sólo se nos presentan dos posibilidades: o se trata de un bien perfecto, o se
trata de un bien imperfecto y, por tanto, sometido a otro superior. Si sucede lo primero, ya es
evidente que se obra por un último y a ese bien se subordinan todos los actos. Si sucede lo
segundo (un bien imperfecto), es también evidente que no se puede querer ese bien por sí
mismo, pues es imposible querer el bien imperfecto en cuanto tal; sino más bien, el hombre, por
su racionalidad siempre tiende a lo mejor. Cuando descubre o es consciente de que lo que
alcanzó no es lo perfecto, orienta nuevamente su búsqueda a lo perfecto, no queda satisfecho en
algo que no sea perfecto.
Todos los hombres tienden con sus acciones a la propia perfección, aunque en la práctica la
mayoría se aleje de ella. La aspiración a la felicidad es un denominador común en todos los seres
humanos. Lo distintivo es qué tipo de fin último optan: es así que algunos colocarán su fin
último en los bienes materiales (riquezas, honores, poder, voluptuosidad, etc.) y otros en los
espirituales (ciencia, virtud, Dios).

Distinción entre fin último natural y fin último sobrenatural (L)


El naturalismo: Con el nombre de naturalismo se identifica a todas aquellas escuelas filosóficas
o teológicas que niegan la existencia de un fin último sobrenatural o de los medios
proporcionados a él. Según esta concepción, la naturaleza humana se halla limitada a sus solas
fuerzas para alcanzar cualquier tipo de perfección moral, social o intelectual. La naturaleza es
pensada a la manera de una realidad autónoma e independiente de todo objeto exterior, aun
suponiendo su real existencia. El naturalismo sólo admite una sociedad que, para progresar,
debe prescindir de toda relación con la religión y de toda idea de Dios; ésta (la idea de Dios)
debe ser totalmente excluida, sobre todo si es proclamada por una religión pretendidamente
sobrenatural.
La existencia del fin último sobrenatural ha sido revelada en la Sagrada Escritura.
Está implícita en los siguientes dogmas: Dios quiere la salvación de todos los hombres y Cristo
murió por todos; Dios elevó a todos los hombres al orden sobrenatural, cuando constituyó al
primer hombre en santidad y justicia; la predestinación y re-probación de los hombres.
Así como hay quienes niegan la existencia de un fin sobrenatural, otros, especialmente entre los
modernos teólogos, de manera inversa, se niegan a admitir la posibilidad de un fin último
meramente natural en la economía de salvación humana.
Según estos autores el hombre estaría ordenado por naturaleza única y exclusivamente a un fin
último sobrenatural. Por eso convierten en teológico un planteo originariamente filosófico.

El eudemonismo
Aplicado al plano de la moral, el eudemonismo es aquella concepción en el cual la moral tiene
como objeto la felicidad. La idea de que la “búsqueda de la felicidad” es el objetivo supremo de la
vida humana es tan antigua como la humanidad misma. La Biblia describe al hombre creado
feliz y destinado a la felicidad por un designio amoroso de Dios, cuyo plan es desbaratado por
un acto libre y consciente de la criatura racional.
El eudemonismo se puede sostener bajo diversas formas; no todas, sin embargo, concuerdan con
la concepción bíblica o teológica.

El bien que produce felicidad (L)


El planteo es saber si existe algún bien (objeto o cosa) capaz de saciar totalmente, una vez
poseído, el anhelo humano de felicidad y bienestar. Si ese bien existe y se puede alcanzar,
entonces se podrá admitir la posibilidad de la felicidad perfecta; más aún, deberá añadirse la
obligatoriedad de ordenar a ese bien toda nuestra actividad.
Encontramos distintas corrientes sobre este tema:
 El utilitarismo: sostiene que el objeto o la cosa causante de la beatitud es el bien útil, sea
individual o privado sea social o público. El utilitarismo radical parte, como de su premisa
esencial, del ateísmo.
 El hedonismo o sensualismo: coloca la felicidad humana en el deleite, principalmente el
sensual o voluptuosidad. Habiendo negado la espiritualidad y del alma humana, los
hedonistas colocan la bienaventuranza en el goce de las cosas corporales por los sentidos.
 El racionalismo ético: concibe la felicidad humana como radicada en el completo y
progresivo desarrollo o evolución del hombre y todas sus facultades. Integrando los
distintos bienes y distinguiendo el doble orden natural y sobrenatural, Santo Tomás
realiza una catalogación de todos los bienes posibles: Creados y limitados – Increado o
Infinito: Dios.
Todos estos bienes (Las riquezas, Los honores, El poder, La salud, La voluptuosidad) pueden
ser alcanzados por el hombre y otorgarle felicidad o una cierta dosis de felicidad. Por distintas
causas, cada uno de ellos no constituyen el fin último del hombre, y, por eso mismo, la felicidad
no consistirá en buscarlos.
Estos son incapaces de concretar el concepto de fin verdaderamente último por su naturaleza,
queda por ver cómo Dios constituye el fin último de la felicidad humana. Aún siendo
inmensamente rico y poseyendo la totalidad de los seres y perfecciones, el hombre seguirá
siendo insaciable justamente por poseer una capacidad de mirar a lo infinito. Es por ello que no
se sacia acabadamente con los distintos bienes creados ni poseyéndolos individualmente ni
globalmente, por lo tanto, la “universalidad del bien” podrá encontrarse en el Ser Divino y
únicamente en Él; por tanto sólo Él reviste las condiciones de objeto beatífico real y definitivo.

El Bien y el mal moral en el orden moral (L)


El bien y el mal morales se dicen única-mente de las acciones humanas. El hombre se dice
bueno o malo moralmente por razón de la bondad o malicia de sus acciones, y éstas, son buenas
o malas a causa de la bondad o malicia de sus objetos. Siendo el objeto concebido por la razón o
inteligencia, entonces las acciones humanas reciben su especie de la racionalidad, o de los
objetos en cuanto valorados por la inteligencia. Consecuentemente, el bien moral es aquello que
está de acuerdo con la razón humana y el malo que está en desacuerdo con ella.

Posturas contrarias al orden moral


El Sensualismo: Para el sensualismo las acciones humanas deben considerarse buenas o malas
cuando son causas de mayor placer o dolor.
El Utilitarismo: Establece en la utilidad del acto, el origen del bien y del mal morales. Hay
varias tendencias dentro del utilitarismo, utilitarismo privado y utilitarismo social.
El Evolucionismo: Sostiene que a causa de la imperfecta evolución del género humano, el bien
privado y el bien común entran a menudo en conflicto, razón por la cual uno de ellos debe ser
pospuesto al otro; por tanto no es posible una moralidad absoluta sino sólo relativa.
El Idealismo: en los actos humanos solamente es honesto aquello que se realiza en conformidad
con la ley; todo lo realizado de otro modo es inmoral o amoral.

Las normas de la moralidad (L)


 La Ley Eterna: La noción de ley eterna puede manifestarse sea indirectamente, a través
del orden de la creación o de la naturaleza conocido por la razón con sus solas fuerzas, o
a través de una manera directa, a través de la revelación aceptada por la fe. En este
segundo caso se la llama “ley divina positiva”. El contenido de esta ley divina positiva es
auténticamente interpretado por la Iglesia con autoridad recibida de Dios mismo y
propuesto a los fieles para ser creído.
 La Recta Razón Humana: Cada uno tiende al fin último según el modo de su naturaleza
propio. El modo propio de la naturaleza humana es el racional, de donde surge que la
norma inmediata del orden moral u orden de las acciones humanas es la misma razón del
hombre. La razón es el primer principio de todos los actos humanos. La razón recta es la
que pone orden en los actos humanos o en las cosas exteriores.

Fuentes de la moralidad
Por fuentes de la moralidad se entienden aquellos elementos del acto humano de donde emanan
la conveniencia o la no conveniencia con las normas de la moralidad. Santo Tomás señala cuatro
fuentes, de las cuales interesa en este momento el detenerse en la tercera fuente, que son las
circunstancias. Estas son los accidentes del acto moral, por tanto la bondad emanante de ellas
es “accidental”. Lo que interesa es analizar su influencia en el grado de moralidad.
 Moralidad por parte del objeto: La cosa exterior, conocida por la inteligencia, puede ser
querida por la voluntad y se convierte en “objeto”. De este objeto procede la primera y
esencial calificación moral del acto. El objeto moral de un robo es, por ejemplo, un
automóvil, pero no en cuanto automóvil de tal marca o características técnicas, sino en
cuanto ajeno, pues sólo bajo esa razón se establece la relación, negativa en este caso, a la
ley moral que prohíbe apropiarse de los bienes del prójimo.
 Moralidad por parte del fin: El fin es la llamada “intención” del sujeto que realiza la
acción, es lo que el agente quiere lograr por medio de la acción realizada. Un acto de
determinada especie moral, por ejemplo, la limosna, puede ordenarse a una finalidad
preestablecida en la intención del sujeto, por ejemplo, la propia gloria. En ese caso el
objeto se subordina a la intención.
 Moralidad por parte de las circunstancias: Las circunstancias son aquellos detalles que
rodean (circundan) un acto moral bueno o malo, son como accidentes que modifican el
objeto moral. Dichas circunstancias (“quien”, “cómo”, “qué”, “cuándo”, “dónde”, “con qué
medios”, etc.) sin ser el objeto del acto, desempeñan un importante papel en la vida moral.
La presencia o ausencia de alguna de ellas determina la bondad o la malicia moral de una
acción, no al igual del objeto: por ejemplo, robar mucho o robar poco no son dos especies
distintos de robos, sino dos grados diversos de gravedad. Por todo ello, la moralidad no
consiste en algo indivisible; la integran muchos elementos y todos deben ser tenidos en
cuenta para poder valorar una acción moral, al juzgar un hecho moral se ha de estar
atentos a todas las circunstancias.

Lo individual y lo colectivo en la moral (L)


El carácter social de la moral entraña una peculiar relación entre el individuo y la comunidad, o
entre lo individual y lo colectivo. En efecto, desde su infancia se encuentra sujeto a una
influencia social que le llega por diversas conductas y a la que no puede escapar: de los padres,
del medio escolar, de los amigos, de las costumbres y tradiciones arraigadas, del ámbito
profesional, de los medios masivos de difusión (cine, tv, prensa, radio). Bajo esta variada
influencia, se van formando sus ideas morales y sus modelos de conducta moral.
Las normas que rigen en la sociedad, tienen a veces, larga vida, sobreviven a cambios sociales
importantes y se hallan respaldadas por el peso de la tradición. Toda nueva moral tiene que
romper con la vieja moral, que trata de sobrevivirse como costumbre; pero, por otro lado, lo
nuevo moralmente tiende a consolidarse como costumbre. La costumbre espera como un medio
eficaz para integrar al individuo en la comunidad, para fortalecer su sociedad, y para que sus
actos contribuyan a mantener y no a disgregar el orden establecido. El individuo actúa entonces
de acuerdo con las normas emitidas por un grupo social, o por toda la comunidad. En
sociedades primitivas, la costumbre cobra especial relevancia y el individuo se encuentra tan
apegado que le queda poco margen para discrepar de ella. Esta forma de regulación de la
conducta tiene un carácter moral, que se presenta como una pretensión normativa, ya que las
normas que prevalecen forman parte de los hábitos y costumbres.
Esta sujeción del individuo pone de manifiesto el carácter social de la relación entre individuo y
comunidad y de la conducta moral individual. La conciencia individual, esfera donde operan las
decisiones de orden moral, al hallarse condicionada socialmente, no puede dejar de reflejar una
situación social concreta, de allí que distintos individuos de un mismo grupo social, reaccionen
de un modo análogo. Así pues, cuando se subraya el carácter social de la moral y la relación de
lo individual y lo colectivo, se está lejos de negar el papel del individuo en el comportamiento
moral, aunque este varíe histórica y socialmente. Como no existe el individuo aislado, sino como
ser social, no existe una moral estrictamente personal.

La moral convencional y moral crítica


La Moral convencional es aquella que está vigente en una sociedad determinada, que meramente
es reproducida por los individuos que la integran, sin realizar un examen crítico de las normas.
La Moral Crítica, por el contrario, es aquella que no se conforma con decir qué se debe hacer,
sino que se plantea la pregunta del por qué, tratando de responderla; es decir, adopta una
actitud reflexiva, buscando los fundamentos de las normas y criticando aquellas que no
aparecen suficientemente fundamentadas.

La ética como filosofía moral (L)


La Ética es entendida como aquella parte de la Filosofía que se dedica a la reflexión sobre la
moral. Como parte de la Filosofía, la Ética es un tipo de saber que intenta construirse
racionalmente, utilizando para ello el rigor conceptual y los métodos de análisis y explicación
propios de la Filosofía. Como reflexión sobre cuestiones morales, la Ética pretende desplegar los
conceptos y argumentos que permiten comprender la dimensión moral de la persona humana.

La Ética es indirectamente normativa (L)


La Ética es un tipo de saber normativo, esto es un saber que pretende orientar las acciones de
los seres humanos. También la moral es un saber que ofrece orientaciones para la acción, pero
mientras esta última propone acciones concretas en casos concretos, la Ética -como filosofía
moral- se remonta a la reflexión sobre las distintas morales y sobre los distintos modos de
justificar racionalmente la vida moral, de modo que su manera de orientar la acción es indirecta:
a lo sumo puede señalar qué concepción moral es más razonable para que, a partir de ella,
podamos orientar nuestros comportamientos. (Por ejemplo: supongamos que alguien nos pide
que elaboremos un “juicio ético” sobre el problema de la desocupación, o sobre el aborto, o sobre
cualquier otra cuestión moral de las de las que están en discusión en nuestra sociedad; para
empezar tendríamos que aclarar que en realidad se nos está pidiendo un juicio moral, es decir
una opinión suficientemente mediata acerca de la bondad o malicia de las intenciones, actos y
consecuencias que están implicados en cada uno de esos problemas.
A continuación, deberíamos aclarar que un juicio moral se hace siempre a partir de alguna
concepción moral determinada, y una vez que hayamos anunciado cuál de ellas consideramos
válida, podemos proceder a formular, desde ella, el juicio moral que nos reclamaban. Para hacer
un juicio moral correcto acerca de alguno de los asuntos morales cotidianos no es preciso ser
experto en filosofía moral. Basta con tener cierta habilidad de raciocinio, conocer los principios
básicos de la doctrina moral que consideramos válida, podemos proceder a formular, desde ella,
el juicio moral que nos reclamaban. Ese juicio ético estará correctamente formulado si es la
conclusión de una serie de argumentos filosóficos, sólidamente construidos, que muestren
nuestras razones para preferir la doctrina moral escogida. En general, tal juicio ético está al
alcance de los especialistas en filosofía moral, pero a veces, también puede manifestarse con
cierto grado de calidad entre las personas que cultiven la afición a pensar, siempre que hayan
hecho el esfuerzo de pensar los problemas “hasta el final”.

La acción humana
Rodríguez Luño, en su libro Ética General, destaca las siguientes características de la
intencionalidad de la voluntad:
 Es consciente: es decir, que antes de actuar, el propio sujeto planea y se representa la
acción. Al conocer el fin, relaciona su acción con el objetivo que pretende conseguir.
Proyectar y representar constituyen actos de la razón que están implicados en la acción
voluntaria, por lo cual, cada persona se experimenta como autora de sus propios actos;
 Es activa: la persona y el fin entran en relación por iniciativa del propio sujeto;- es
guiada y ordenada por la razón: porque la inteligencia presenta a la voluntad el objeto
intencional, la acción o el objeto deseado por la voluntad.; por su parte, el juicio racional
establece entre la acción y su fin un motivo (por ej. :quiero hacer esta acción porque es
buena o porque es útil);
 Es autorreferencial: pues toda acción voluntaria si bien posee un objeto intencional,
tiene a la propia persona como sujeto, en la medida en que revierte sobre ella misma (ej:
no es posible robar sin que la persona se convierta en ladrón), porque el querer implica
una valoración personal de lo querido que no se da en el conocer como tal y todo lo que el
ser humano hace tiene efectos que no sólo son externos, sino que también, se va
realizando y haciendo a sí mismo.

La objeción de conciencia
Muchas veces las personas se ven obligadas a actuar en contra de lo que en conciencia
consideran bueno o justo. En ocasiones, los superiores por el cargo o poder que detentan, exigen
a sus subordinados que participen en acciones que son incompatibles con el respeto debido a un
determinado valor moral percibido por la conciencia. En estas circunstancias, la persona tiene el
derecho a la objeción de conciencia, es decir, a la resistencia a una orden superior que la
conciencia opone por fidelidad a sus propias convicciones religiosas o morales.

Hábitos morales
Entendemos por hábito una disposición permanente y adquirida para reproducir determinados
actos. Se trata de cualidades estables y no de meras disposiciones transeúntes. Son la base de
todo el desarrollo humano, ya que por ellos las personas aprenden a hablar, a escribir y todas
aquellas actitudes que son propias de éstas, que se adquieren con la educación, permitiéndoles
vivir con dignidad.
Los hábitos se adquieren consciente o inconscientemente, o con escaso margen de conciencia;
en forma voluntaria o involuntaria, ya que se lo puede adquirir por voluntad ajena (por ejemplo,
los hábitos que adquieren los niños pequeños, en los que actúa la voluntad de los padres) o tan
sólo por imitación no consciente.
Sólo la persona humana, por estar dotada de libertad, puede aumentar a través de los hábitos,
el dominio que goza sobre sus actos. El hábito existe cuando se da una inclinación permanente a
obrar en un sentido y, por lo general, se manifiesta como una línea de conducta que caracteriza
a cada individuo.

Concepciones Sentimentales o altruistas (L)


Estas teorías son llamadas así porque piden a los sentimientos, y especialmente a los
sentimientos desinteresados o altruistas que presenten la regla de moralidad, ya que para ellos
el soberano bien consiste en la satisfacción de esos sentimientos altruistas.
Ética del sentimiento: Únicamente el sentimiento es capaz de hacernos conocer el deber, pues
la vida moral está hecha de matices que sólo el sentimiento puede captar. Éste está al principio
de los juicios que de continuo hacemos sobre las personas y las cosas, en virtud de una regla de
benevolencia, que es su ley esencial. La verdadera bondad resulta necesariamente para nosotros
de la obediencia a esta desinteresada inclinación que se expresa en nosotros bajo la forma de
sentido moral.
Ética de la simpatía: Considera que el hombre necesita para ser feliz de la admiración de los
demás. Parte del principio de la simpatía que consiste en la constatación de que la persona es
capaz, por naturaleza, de colocarse en el lugar de los demás, comprender sus motivaciones y
evaluar la moralidad de sus acciones.

Concepciones Racionales (L)


Se agrupan bajo este título todas las escuelas que ponen el soberano bien en la perfección de
nuestra naturaleza racional y que, por lo tanto, piden a la razón que sirva de regla de moralidad.
Buscan el fundamento en un principio racional que lleve a afirmar la existencia de una realidad
que trasciende al hombre.
Eudemonismo racional: Sostiene que el hombre tiende naturalmente a la felicidad y que el
único camino que conduce a ella es la rectitud moral. Esa aspiración a ser feliz es la
coincidencia máxima y más universal entre los hombres.
Estoicismo: Se resume la doctrina en esta máxima fundamental: “Hay que seguir a la
naturaleza”, es decir a la razón; porque la razón es lo que distingue al hombre del animal. La
perfección moral se alcanza en la apatheia, que consiste en la ausencia de pasión: es el estado
del que ha llegado a dominar sus pasiones hasta el punto de no sufrir ya su imperio en modo
alguno.
Ética tomista: Sostiene que Dios Creador constituye para el hombre el fin último objetivo,
superando el intelectualismo aristotélico que concebía la felicidad como una mera contemplación
intelectual. Para Santo Tomás, el objeto de la moral es el hombre libre que, gracias a su
capacidad racional, puede regular moralmente su conducta.
Ética kantiana: Sostiene que puede haber muchas cosas que sean buenas (como el valor, la
decisión, la perseverancia, etc) pero ninguna de ellas puede ser llamada buena sin restricción,
porque cualquiera de esas cualidades puede llegar a ser extraordinariamente malas y dañinas si
la voluntad que ha de hacer uso de ellas no es buena. Lo valioso es la buena voluntad misma,
con independencia de que alcance o no algún fin propuesto.

Valor y bien
Denominamos “bien” a los entes concretos capaces de realizar el valor. Las cosas existen y
tienen una esencia que puede ser captada a través de la inteligencia; pero también ellas
despiertan en los seres humanos sentimientos de adhesión o de re-chazo.
Decimos entonces, que el bien es el sujeto del valor y, un mismo bien puede tener valores
diferentes. Por ejemplo, una joya puede tener el valor belleza y a la vez un valor económico.

Características de los valores


 Los valores se caracterizan por su dependencia de los entes; es decir, no existen por sí
mismos, requieren siempre de un objeto al cual añadirse.
 Los valores se presentan como polares: la polaridad de los valores es la propiedad que
poseen éstos, en virtud de la cual a todo valor corresponde un contravalor o desvalor; es
decir, a cada valor positivo, corresponde un valor negativo, (así al valor belleza le
corresponde el contravalor fealdad y al valor bueno, el contravalor malo).
 Por otra parte, los valores son jerárquicos, lo que significa que existen valores superiores y
valores inferiores.
Max Scheler, filósofo alemán (1874-1928), perteneciente a la corriente objetivista respecto a los
valores, propuso una escala de valores que se ha convertido en clásica.
 Los valores de lo agradable y desagradable
 Los valores vitales
 Los valores espirituales
 Los valores religiosos
Toda ordenación de valores posee un profundo sentido moral para la persona, pues siempre que
exista un conflicto entre valores, está obligada a elegir los valores superiores y a rechazar los
inferiores, los de menor jerarquía. Así, por ejemplo, entre el valor ínfimo del agrado producido
por un alimento que daña su salud, la persona tiene que elegir el valor más alto, en este caso la
salud, y no ingerir ese alimento, por más que le sea apetecible.

Valores morales
Los valores morales sólo son propios de las personas y de sus actos. Todos los demás son valores
de cosas valiosas.
Los valores morales no tienen una especificidad propia, porque se dan en la realización del valor
que ha sido preferido por la persona como más elevado, siempre que haya elegido correctamente.
El acto será bueno cuando se escogió un valor positivo, teniendo en cuenta la jerarquía de los
valores; en caso contrario el acto será malo.
Sólo la persona es sujeto de valores morales porque posee conciencia, libertad y capacidad para
discernir, y por lo tanto, es responsable de sus acciones.

Teorías axiológicas
Con respecto a la realidad del valor, existen dos posiciones axiológicas contrapuestas:
 La posición subjetivista: quienes representan esta posición defienden que no existen
cosas valiosas por sí mismas, ni tampoco valores en sí. Los valores dependen de las
opiniones o del gusto de las personas.
 La posición objetivista: los defensores consideran que valorar consiste en descubrir
valores, ya que éstos son propiedades de las cosas. Esto implica afirmar que los valores
existen con independencia del sujeto que valora.

Fundamentación de los derechos humanos


No existe un criterio uniforme en relación al concepto de derechos humanos y al origen de su
desarrollo histórico. En este sentido, hay diferentes corrientes cuyas posturas intentaremos
sintetizar:
 El Iusnaturalismo: sostiene que los derechos humanos corresponden al hombre desde su
nacimiento y están integrados por todas aquellas garantías que necesita el ser humano
para desarrollarse en la vida social como persona, esto es, ser dotado de racionalidad y
sentido, para disfrutar de una vida digna, que permita la satisfacción de las necesidades
esenciales.
 Positivismo Jurídico: el cual se fundamenta en que las normas jurídicas deben
explicarse por sí solas, sin buscar elementos que estén fuera de ellas, por lo tanto los
derechos humanos son el producto de la acción normativa del Estado y sólo pueden ser
reclamados cuando han sido consagrados en dichas normas.
Resumiendo, podría decirse que para los primeros estos derechos constituyen valores, mientras
que para los segundos, son normas jurídicas.

Clasificación de los derechos humanos


La filosofía del derecho describe tres momentos históricos en el reconocimiento de los derechos
humanos. Actualmente llamados derechos humanos de primera generación - consideran a la
persona como un individuo, dotado de libertad y autonomía. Estos derechos son inmediatamente
exigibles y el Estado tiene la obligación ante las personas de abstenerse de ejecutar todo acto
que pueda lesionar sus derechos y asegurar su ejercicio cuando sean lesionados. En un segundo
momento, a partir de mediados del siglo XX, se agregaron al concepto de derechos humanos un
conjunto de derechos económicos y sociales. Estos derechos ya no consideran exclusivamente la
iniciativa individual, sino que sitúan al individuo en un determinado conjunto social, ya sea por
la actividad que desempeña (trabajador, empresario, sindicalista, científico) o porque requiere
una protección especial (está desempleado, es menor, es anciano, está enfermo, es pobre). A
estos derechos se los denomina derechos humanos de segunda generación. El sujeto de estos
derechos ya no es sólo un individuo, también puede serlo cualquier organización social. El
Estado actúa como promotor de estos derechos y debe procurar una distribución igualitaria de
la libertad y remover obstáculos que impidan el desarrollo integral de las personas sobre todo de
los grupos sociales. Derechos de tercera generación o derechos de la solidaridad. El contenido
de estos derechos no está total mente determinado, sin embargo muchos de ellos están
consagrados en diversas disposiciones de algunas convenciones internacionales. La titularidad
de estos derechos recae sobre sujetos colectivos -la humanidad, un pueblo, una nación, una
comunidad, una etnia - y sólo pueden garantizarse mediante la participación solidaria de todos
los actores: el Estado, los individuos, las organizaciones públicas y las organizaciones no
gubernamentales.
 Derechos de primera generación: civiles y políticos. Comprenden: - El derecho a la vida,
a la integridad física y psíquica, a la propiedad, al honor y la fama, a la libre expresión del
pensamiento y a la comunicación de ideas; la libertad de tránsito, de conciencia, de
religión y de enseñanza.
 Derechos de la segunda generación: sociales, económicos y culturales. Comprenden: -
El derecho a trabajar en condiciones dignas, a integrar y dirigir asociaciones sindicales
habilitadas para negociar colectivamente y disponer medidas de fuerza y huelgas.
 Derechos de tercera generación: de solidaridad Estos derechos comprenden: - El
derecho a la paz, que implica el derecho de todo hombre de luchar contra los crímenes de
guerra, los crímenes contra la humanidad, los atentados contra la paz.
Es importante destacar que los derechos de primera, segunda y tercera generación no se
excluyen ni se superponen sino que se complementan.

Naturaleza del trabajo (L)


El trabajo constituye una dimensión fundamental de la existencia del hombre en la tierra,
afirmación que es confirmada por diversas ciencias dedicadas al estudio del hombre (la
antropología, la paleontología, la historia, la sociología, la psicología, etc., las cuales testimonian
esta realidad). Pero la Iglesia extrae esta convicción de la Palabra de Dios revelada y, es por ello
que, lo que es una convicción de la inteligencia pasa a ser también una convicción de fe.
La Iglesia encuentra esta verdad en las primeras páginas del Génesis, según la cual el trabajo
constituye una dimensión fundamental de la existencia humana sobre la tierra.
El trabajo es una actividad transitiva, es decir, de tal naturaleza que, empezando en el sujeto
humano, está dirigida hacia un objeto externo, supone un dominio específico del hombre sobre
la tierra. Por “tierra” se debe entender todo el mundo visible, dado que se encuentra en el radio
de influencia del hombre y de su búsqueda por satisfacer las propias necesidades.

El trabajo en sentido objetivo: la técnica (L)


El dominio del hombre sobre la tierra se realiza en el trabajo y mediante el trabajo. Emerge así el
significado del trabajo en sentido objetivo, el cual halla su expresión en las varias épocas de la
cultura y de la civilización. Somete la tierra no sólo por el hecho de domesticar a los animales o
sacar de ellos alimento, sino también cuando elabora sus productos, adaptándolo a sus
necesidades. Esta elaboración de productos implica el recurso a la elaboración de sus propios
métodos y utensilios. La técnica, entendida como un conjunto de instrumentos de los que el
hombre se vale en su trabajo, es su aliada. Le facilita el trabajo, lo perfecciona, lo acelera y lo
multiplica. Pero también, muchas veces puede transformarse de aliada en adversaria del
hombre, como cuando la mecanización del trabajo “suplanta” al hombre, quitándole toda
satisfacción personal y el estímulo a la creatividad y responsabilidad.

El trabajo en sentido subjetivo (L)


El hombre debe someter la tierra, debe dominarla, porque como “imagen de Dios” es una
persona, es decir, un ser subjetivo capaz de obrar de manera programada y racional, capaz de
decidir acerca de sí y que tiende a realizarse a sí mismo.
Por todo ello, el dominio del que se habla en el libro del Génesis, corresponde más a la
dimensión subjetiva que a la objetiva: esta dimensión condiciona la misma esencia ética del
trabajo.
En esta concepción desaparece casi el fundamento mismo de la antigua división de los hombres
en clases sociales, según el tipo de trabajo que realizasen. Esto no quiere decir que el trabajo
humano, desde el punto de vista objetivo, no pueda o no deba ser valorizado o cualificado.
Quiere decir que el primer fundamento del valor del trabajo es el hombre mismo, su sujeto.
A esto va unido inmediatamente una consecuencia muy importante de naturaleza ética: es cierto
que el hombre está destinado y llamado al trabajo; pero, ante todo, el trabajo está en función del
hombre y no el hombre en función del trabajo. Con ello se reconoce la preeminencia de lo
subjetivo sobre lo objetivo.

Trabajo - Dignidad de la Persona (L)


El libro del Génesis menciona también que “con el sudor de tu rostro comerás el pan”, palabras
que se refieren a la fatiga, a veces pesada, que desde entonces acompaña al trabajo humano;
pero no cambian el hecho de que éste es el camino por el que el hombre realiza el dominio,
sometiendo la tierra. Esta fatiga es un hecho universalmente conocido porque es
universalmente experimentado. Lo saben todos los hombres del trabajo y, puesto que es verdad
que el trabajo es una vocación universal, lo saben todos los hombres. El trabajo es un bien del
hombre, porque mediante el trabajo el hombre no sólo transforma la naturaleza adaptándola a
las propias necesidades, sino que se realiza a sí mismo como hombre, es más, en un cierto
sentido, se hace más hombre.

Derechos de los hombres del trabajo (L)


Si el trabajo es una obligación, un deber, es también a la vez una fuente de derechos por parte
del trabajador. Estos derechos deben ser examinados en el amplio contexto del conjunto de los
derechos del hombre que le son connaturales, muchos de los cuales son proclamados por
distintos organismos internacionales y garantizados cada vez más por los Estados para sus
propios ciudadanos.

El trabajo como participación en la obra del Creador (L)


El hombre tiene que imitar a Dios tanto trabajando como descansando, dado que Dios mismo ha
querido presentarle la propia obra creadora bajo la forma del trabajo y del reposo (la misma obra
de la creación está presentada bajo la forma de un trabajo realizado por Dios durante los seis
días, para descansar el séptimo). Esta creación divina se continúa, sosteniendo en la existencia
al mundo que ha llamado de la nada al ser, y obra con la fuerza salvífica en los corazones de los
hombres, a quienes ha destinado desde el principio al descanso en unión consigo mismo, en la
casa del Padre. La conciencia de que el trabajo humano es una participación en la obra de Dios,
debe llegar incluso a los quehaceres más ordinarios. Porque los hombres y mujeres que,
mientras procuran el sustento para sí y su familia, realizan su trabajo de forma que resulte
provechoso y en servicio de la sociedad, con razón pueden pensar que con su trabajo desarrollan
la obra del Creador, sirven al bien de sus hermanos y contribuyen de modo personal a que se
cumplan los designios de Dios en la historia. Esto es lo denominado la espiritualidad del trabajo,
la cual debe llegar a ser patrimonio de todos.

Fin del trabajo (L)


El fin inmediato del trabajo es procurarse algo para sí y poseer con propio derecho una cosa
como suya, conseguir lo necesario para la comida y el vestido. No obstante, es necesario que el
trabajo, además de ser concebido como fuente de ingresos personales, lo realicen también todos
los miembros de la empresa como cumplimiento de un deber y prestación de un servicio para la
utilidad general.
Derecho y deber de trabajar (L)
El trabajo es uno de los derechos fundamentales de la persona humana, y correlativamente, es
también un deber imperioso. Deber porque el hombre tiene una serie de capacidades que debe
poner al servicio de la sociedad, de su familia y de su prójimo (y en el plan o sobrenatural, son
las capacidades o talentos que Dios le dio y que no debe ocultarlos, sino más bien acrecentarlos);
porque necesita algo para su manutención o la de su familia; porque la sociedad espera su
aporte (independientemente de lo mucho o poco que pueda dar, sin embargo él tiene algo para
hacer).

Deontología (L)
Del participio griego deon = lo que conviene, se refiere al conjunto de principios y reglas éticas
que regulan y guían una actividad profesional. Dichas normas determinan los deberes
mínimamente exigibles a los profesionales en el desempeño de su actividad y por lo general son
establecidas por el propio colectivo profesional, que los institucionaliza mediante los códigos de-
ontológicos. Éstos son documentos que rigen la actuación de los representantes de una
profesión con el fin de que a través del buen hacer se obtengan resultados deseables.

Deberes y derechos
Los hombres establecieron pautas de comportamiento social que hacen a la cultura de los
pueblos.
 Los deberes: deber es todo aquello que está obligado a cumplir el hombre para dar
satisfacción a las demandas sociales que su vida de relación le impone. El primero de sus
deberes es subsistir, y luego, como un mandato natural de solidaridad, el permitir a sus
semejantes realizarse como personas humanas.
 Los derechos: el derecho es la facultad de hacer o de exigir todo aquello que le está
permitido por las leyes naturales, por las positivas y por las normas de comportamiento
social. En este campo encontramos el derecho a la vida, y a la libertad y todos aquellos
que no entren en colisión con los derechos de los demás.
Así el derecho de ser feliz y a realizarse como persona tiene su correlato con la obligación que
tiene la organización social de permitirlo.

Características de la profesión
 Es una actividad humana: El trabajo, en tanto acción y efecto de trabajar, es la facultad
del hombre de poner en ejecución sus aptitudes con una finalidad útil para su realización
como persona, en su vida de relación social.
 Es el ejercicio de una vocación: El ejercicio de una profesión o de un empleo requiere de
la vocación, que idealmente resulta de la libre elección del trabajador.
 Implica un esfuerzo: Todo trabajo implica un esfuerzo intelectual y físico, porque
significa poner en disposición de hacer las potencias del hombre.
 Es un factor productivo: El ejercicio de una profesión es un factor productivo, tanto para
el sujeto que la ejerce, pues mediante la misma obtiene los medios necesarios para su
subsistencia; como para la sociedad, que es enriquecida con el servicio recibido.
 Es un fideicomiso social: La sociedad hace posible que el hombre adquiera una
profesión con el fin de que aplique en forma ordenada y racional, parte de su actividad a
la consecución de cualquiera de los fines inmediatos y fundamentales para la vida
humana.

El profesional
El servicio que realiza el profesional dentro de la sociedad y actuando con carácter público
requiere:
 Conciencia profesional: El ejercicio de una profesión tiene íntima relación con la moral
que debe imprimirse a todos los actos relacionados con el servicio que se presta.
 Deontología propia: cada una de las profesiones ejercidas por los hombres tiene
características propias, que hacen que deba regirse por normas éticas de
comportamiento, aplicadas a su caso particular.
 La especialización: Hoy es imposible la práctica eficiente de una profesión sin un mínimo
de especialización; pero no debe perder la visión general de los problemas de su profesión.
La especialización posibilita el dominio en profundidad de un sector de la actividad
profesional y confiere al profesional una autoridad moral dentro de la profesión.
 Seriedad profesional: El profesional está obligado a brindar a sus clientes el máximo de
seguridad profesional, sobre todo si de eso depende la vida, salud o los bienes del cliente.
 La defensa de los derechos de la persona humana: La persona no puede nunca estar
subordinada a algo inferior a ella. Dentro de su jurisdicción (al menos moral) el
profesional debe ser celoso custodio de los derechos de la persona humana.
 La defensa de la vigencia de un orden socialmente más justo: La sociedad trae al
individuo múltiples bienes; pero esto no es un privilegio para unos pocos que dirigen la
sociedad. Se debe buscar el bienestar de la sociedad entera, sin exclusión de ningún
sector.

Ética de las profesiones y ética profesional (L)


Así, la ética de las profesiones no se limita a aplicar los principios de la ética básica (respetar la
dignidad de la persona y los derechos humanos, etc.) sino que junto a ellos, propone también
otros principios propios específicos. Estos principios establecerán que los conocimientos,
destrezas y, en su caso, el poder que otorga la profesión han de utilizarse para lograr el bien
objeto del ejercicio de esa profesión y no para perseguir fines u objetivos distintos de aquél.
La ética de las profesiones es una ética particular y, por lo tanto, una disciplina filosófica con
una doble finalidad: por una parte, aplicar a la actividad profesional los criterios y principios
aportados por la ética universal, y, por otro lado, aportar criterios o principios específicos
puestos de manifiesto en el trasfondo y marco de las profesiones.

Ética empresarial
La Ética Empresarial es la consideración y aplicación de los principios generales de la Ética al
ámbito de la empresa. El objeto material de esta disciplina son las “decisiones y acciones en el
ámbito de la vida de la empresa, en que las pautas o marcos de referencia de los agentes
(individuales o colectivos) no se limitan a aspectos económicos, políticos o técnicos, sino también
incluyen la referencia a valores o normatividad moral: es decir, se trata de eventos en que es
posible llegar a un juicio de valor moral. Esos eventos se dan en el interior de instituciones
empresariales, pero también en sus relaciones externas, con otras empresas, sindicatos, Estado,
etc. Se tratan problemas referidos a la producción de rendimientos internos: sobre la dirección y
desarrollo de personal; procesos productivos; configuración del pro-ducto y sobre Dirección.
Según Adela Cortina La Ética Empresarial posee las siguientes características:
 No es una ética de la convicción, sino una de la responsabilidad por las consecuencias de
las decisiones que se toman.
 Puesto que la actividad empresarial tiene una finalidad, que le es legítima y de la que
cobra todo su sentido (servir a los consumidores que son los afectados a cuyo servicio se
encuentra la actividad de la empresa), queda deslegitimada la que olvide esta finalidad.
 Los miembros de la empresa son también interlocutores válidos, cuyos derechos tienen
que ser respetados al nivel de una conciencia moral como la que socialmente hemos
alcanzado; de ahí que queden fuera de época las prácticas humillantes y las
desconsideraciones.
 Los miembros de la empresa también deben cumplir con sus obligaciones y
corresponsabilizarse por la marcha de la empresa a la que se pertenece; de ahí que la
cooperación haya de tomar el lugar del conflicto y la corresponsabilidad el lugar de la
apatía.
 Una empresa actual ha de atenerse a un marco postconvencional de justicia, no sólo
legal, sino ante todo moral.

Proyecto ético institucional


Un proyecto ético presenta los siguientes componentes:
 La decisión política
 Criterios acordados para los procesos decisorios
 Definición de las bases de legitimidad que sirven de sustento a las relaciones de Autoridad
 Mecanismos de justicia frente a situaciones de desigualdad (orden interno)
 Transparencia en las comunicaciones
 Acuerdo sobre los códigos de la convivencia en el trabajo
Un proyecto ético posibilita: Una cultura construida sobre el diálogo y el consenso, no la cultura
manejada desde un interés sectario.
 Enfrentar la contradicción individuo-organización, mediante la redefinición de las
premisas decisorias, incorporando la cuestión de los valores.
 Un clima de confianza, que facilitan la innovación, las respuestas creativas, que potencian
las posibilidades de la organización.
 Enfrentar el desafío de la configuración de los valores en situaciones concretas y en
contextos diferenciados (batalla ética).

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