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2) Que se entiende por conciencia moral y cuáles son los tipos. Explique
La conciencia no es una facultad más, unida a la inteligencia y a la voluntad, sino que es un
acto de la inteligencia por el cual la persona juzga la moralidad de una acción. Se trata de un
juicio teórico-práctico con el cual ésta juzga si su acción es buena o mala en sentido moral.
Se supone que la conciencia moral, cuyos dictados seguirá la persona, está fundamentada en
razones objetivas. Sin embargo, pueden darse casos en que se registre error en el juicio de
conciencia. De allí que sea preciso analizar las diferentes modalidades que pueden presentarse y
los principios que hay que aplicar para seguir el dictamen de la conciencia.
Entonces, teniendo en cuenta su conformidad con la ley moral, la conciencia puede ser:
Verdadera o recta: cuando juzga la bondad o malicia de un acto rectamente, en
conformidad con la ley moral; en este caso el juicio moral es verdadero, buscando
sinceramente el bien.
Errónea o falsa: cuando juzga en desacuerdo con la ley moral, al considerar buena una
acción que es mala y viceversa. Puede ser que la causa del error en el juicio, sea la
ignorancia.
4) Que son los DDHH según Nikken y cuáles son las consecuencias de la inherencia de los
mismos (P)
Todo ser humano, por ser tal, tiene derechos frente al Estado, derechos que éste, o bien tiene el
deber de respetar y garantizar o bien está llamado a organizar su acción a fin de satisfacer su
plena realización. Estos derechos, atributos de toda persona e inherentes a su dignidad; que el
Estado está en el deber de respetar, garantizar o satisfacer son los que se conocen como
derechos humanos.
Consecuencias de la inherencia:
El Estado de Derecho: el poder no puede lícitamente ejercerse de cualquier manera. Más
concretamente, debe ejercerse a favor de los derechos de la persona y no contra ellos.
Universalidad: por ser inherentes a la condición humana todas las personas son titulares
de los derechos humanos y no pueden invocarse diferencias de regímenes políticos,
sociales o culturales como pretexto para ofenderlos o menoscabarlos.
Transnacionalidad: si los derechos humanos son inherentes a la persona como tal, no
dependen de la nacionalidad de ésta o del territorio donde se encuentre: los porta en sí
misma.
Irreversibilidad: una vez que un determinado derecho ha sido formalmente reconocido
como inherente a la persona humana queda definitiva e irreversiblemente integrado a la
categoría de aquellos derechos cuya inviolabilidad debe ser respetada y garantizada.
Progresividad: como los derechos son inherentes a la persona y su existencia no depende
del reconocimiento de un Estado, siempre es posible extender el ámbito de la protección a
derechos que anteriormente no gozaban de la misma.
5) Relacione la profesión con el orden moral y el bien común.
La profesión es un compromiso entre lo individual, (que busca los medios de vida) y la sociedad,
(con sus necesidades que son las que justifican la profesión). Una profesión es el lugar desde el
cual debemos servir a la sociedad de acuerdo con nuestras capacidades.
La finalidad del trabajo profesional es el bien común. La capacitación que se requiere para
ejercer este trabajo, está siempre orientada a un mejor rendimiento dentro de las actividades
especializadas para el beneficio de la sociedad, Sin este horizonte y finalidad, una profesión se
convierte en un medio de lucro.
La profesión debe ayudar al hombre a estar en el marco de los valores para su plena realización.
El orden moral se refiere a todo lo que hace al libre obrar del hombre según su recta conciencia,
inspirada en valores rectores.
2) Proponga 2 ejemplos de actos que impliquen responsabilidad moral directa, uno por
omisión y otro por influencia de acciones ajenas. Fundamente porque corresponde a cada
tipo de responsabilidad.
Se entiende por responsabilidad a la capacidad de las personas para responder de sus actos;
esta capacidad exige la obligación de reparar los daños ocasionados y de soportar el castigo
previsto para la infracción cometida.
Podemos diferenciar dos tipos de responsabilidad moral: la responsabilidad moral directa y la
indirecta. Existe responsabilidad moral directa cuando nos encontramos ante el caso de que
existe pleno uso de razón, libertad y conciencia por parte del sujeto al realizar un acto.
Por omisión: cuando no se realizan actos que había obligación de hacer y realmente se
podían hacer, o bien por negligencia u otros modos de imprudencia.
Por su influencia en acciones ajenas: ya sea por inducción (cuando pide o manda algo,
persuadiendo a que se realice una acción y estimulando a otros con la propia conducta),
ya sea por cooperación (por participación inmediata, colaboración u omisión)
Ejemplo caso medico
3) Que se entiende por conciencia moral y qué papel cumple en las decisiones? ¿Se
encuentra determinada socialmente?
La conciencia moral, presente en lo íntimo de la persona, es un juicio de la razón, que en el
momento oportuno, impulsa al hombre a hacer el bien y a evitar el mal. Gracias a ella, la
persona humana percibe la cualidad moral de un acto a realizar o ya realizado, permitiéndole
asumir la responsabilidad del mismo. Cuando escucha la conciencia moral, el hombre prudente
puede sentir la voz de Dios que le habla.
Dicha conciencia moral también queda determinada por unas normas de actuación, leyes
generales y universales que ayudan al individuo a interiorizar el concepto de deber moral. Uno
de los principales criterios de la conciencia moral es la justifica. La sociedad también tiene una
función muy importante en la construcción de la ética social puesto que la educación es uno de
los medios más importantes para formar a las personas.
4) ¿Que se entiende por valoración? ¿Cuáles son los elementos que intervienen en la
misma? Ponga un ejemplo
Cuando hacemos referencia al término valoración, estamos indicando la preferencia o aprecio, o
bien el rechazo por una cualidad determinada por parte de una persona. De este modo, cuando
hablamos de valoración nos referimos al valor que le atribuimos a una cosa. En este acto
encontramos tres elementos:
una cosa, ya sea algo real o ideal, que es lo que se considera valioso en forma positiva o
negativa;
una cualidad, sea positiva o negativa, que es lo que hace que una cosa sea considerada
valiosa;
una reacción por parte del sujeto, que es la valoración que hace resaltar una cualidad
determinada del objeto.
2) Explique las condiciones que debe reunir los actos humanos. De un ejemplo sobre acto
humano.
Para que un acto sea considerado como humano tiene que reunir ciertas condiciones:
Que sea realizado con conciencia de lo que se está haciendo (conociendo las
circunstancias que rodean la acción y sus posibles consecuencias).
Que exista libertad psicológica o libertad interior, o sea que la causa de la acción esté en
el sujeto mismo.
Que exista uso de razón, o sea capacidad para discernir, para analizar la situación,
conociendo el fin que se persigue, los medios que pueden estar al alcance y su
correspondiente aplicación para la consecución del fin.
Si alguna de estas condiciones faltase, el acto realizado sería considerado como acto del hombre
y no como acto humano.
Un ejemplo de acto humano, es el de una persona que después de un proceso deliberativo,
decide incorporarse como voluntaria a un grupo que prestará ayuda a gente que sufrió pérdidas
por catástrofes naturales; o bien que decide no hacerlo por cuestiones de salud.
3) Realice un cuadro sin óptico de virtudes y vicios. (P)
La virtud: es un hábito operativo bueno.
La virtud: es esencialmente personal.
Las virtudes: nacen de la actividad humana libre.
Las virtudes intelectuales: Perfeccionan al hombre en el conocimiento de la verdad
virtudes morales: perfeccionan la voluntad y las tendencias sensibles.
Entre todas las virtudes morales ocupan un sitial de preferencia las llamadas virtudes
cardinales: Prudencia - Justicia- Fortaleza- Templanza.
6) ¿Que se entiende por responsabilidad social empresarial? ¿Qué beneficios aporta una
empresa socialmente responsable?
Se define como la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y
ambiental por parte de las empresas, generalmente con el objetivo de mejorar su situación
competitiva, valorativa y su valor añadido.
Entre los beneficios a la sociedad tenemos:
Mejora la relación con el entorno e incrementa la influencia de la empresa en la sociedad.
Reduce los costos operativos.
Permite acceder e influir positivamente en líderes de opinión.
Crear vínculos de cercanía con el consumidor.
Resumen
La deontología
La Ética Particular o Aplicada consiste en la “aplicación” de los principios morales
fundamentales o generales a las situaciones más concretas de la conducta moral y de la
actividad humana en general. Dentro del ámbito de la Ética Aplicada, y en consideración al
notable incremento adquirido por numerosos problemas morales surgidos en el ámbito de las
diversas profesiones, ha ido afianzándose el estudio de la llamada Ética Profesional
(Deontología), cuyo objetivo sería analizar las más importantes cuestiones morales suscitadas en
el ejercicio de las diversas profesiones. El objeto de la deontología es el acto profesional, aquel
efectuado en un marco laboral determinado y que se rige por un determinado código de ética
profesional.
Facultades de la persona
La persona se diferencia del animal por poseer ciertas facultades que le son propias. Pero, ¿qué
es una facultad? Una facultad es una capacidad o potencia que permite realizar ciertas
operaciones. En el ser humano encontramos capacidades tales como el entendimiento, la
voluntad, los fenómenos afectivos (sentimientos, emociones y pasiones).
El entendimiento es una facultad cognoscitiva que posibilita el pensamiento abstracto.
En tanto que la voluntad es la tendencia racional hacia un objeto conocido, por lo cual es
llamado apetito racional.
Los fenómenos afectivos: Los sentimientos son estados afectivos duraderos. En tanto que
las emociones son estados afectivos de mayor intensidad y menor duración. Las pasiones,
por su parte, son disposiciones sentimentales internas; se trata de afecciones o
modificaciones de la afectividad, de carácter más o me nos permanente.
El eudemonismo
Aplicado al plano de la moral, el eudemonismo es aquella concepción en el cual la moral tiene
como objeto la felicidad. La idea de que la “búsqueda de la felicidad” es el objetivo supremo de la
vida humana es tan antigua como la humanidad misma. La Biblia describe al hombre creado
feliz y destinado a la felicidad por un designio amoroso de Dios, cuyo plan es desbaratado por
un acto libre y consciente de la criatura racional.
El eudemonismo se puede sostener bajo diversas formas; no todas, sin embargo, concuerdan con
la concepción bíblica o teológica.
Fuentes de la moralidad
Por fuentes de la moralidad se entienden aquellos elementos del acto humano de donde emanan
la conveniencia o la no conveniencia con las normas de la moralidad. Santo Tomás señala cuatro
fuentes, de las cuales interesa en este momento el detenerse en la tercera fuente, que son las
circunstancias. Estas son los accidentes del acto moral, por tanto la bondad emanante de ellas
es “accidental”. Lo que interesa es analizar su influencia en el grado de moralidad.
Moralidad por parte del objeto: La cosa exterior, conocida por la inteligencia, puede ser
querida por la voluntad y se convierte en “objeto”. De este objeto procede la primera y
esencial calificación moral del acto. El objeto moral de un robo es, por ejemplo, un
automóvil, pero no en cuanto automóvil de tal marca o características técnicas, sino en
cuanto ajeno, pues sólo bajo esa razón se establece la relación, negativa en este caso, a la
ley moral que prohíbe apropiarse de los bienes del prójimo.
Moralidad por parte del fin: El fin es la llamada “intención” del sujeto que realiza la
acción, es lo que el agente quiere lograr por medio de la acción realizada. Un acto de
determinada especie moral, por ejemplo, la limosna, puede ordenarse a una finalidad
preestablecida en la intención del sujeto, por ejemplo, la propia gloria. En ese caso el
objeto se subordina a la intención.
Moralidad por parte de las circunstancias: Las circunstancias son aquellos detalles que
rodean (circundan) un acto moral bueno o malo, son como accidentes que modifican el
objeto moral. Dichas circunstancias (“quien”, “cómo”, “qué”, “cuándo”, “dónde”, “con qué
medios”, etc.) sin ser el objeto del acto, desempeñan un importante papel en la vida moral.
La presencia o ausencia de alguna de ellas determina la bondad o la malicia moral de una
acción, no al igual del objeto: por ejemplo, robar mucho o robar poco no son dos especies
distintos de robos, sino dos grados diversos de gravedad. Por todo ello, la moralidad no
consiste en algo indivisible; la integran muchos elementos y todos deben ser tenidos en
cuenta para poder valorar una acción moral, al juzgar un hecho moral se ha de estar
atentos a todas las circunstancias.
La acción humana
Rodríguez Luño, en su libro Ética General, destaca las siguientes características de la
intencionalidad de la voluntad:
Es consciente: es decir, que antes de actuar, el propio sujeto planea y se representa la
acción. Al conocer el fin, relaciona su acción con el objetivo que pretende conseguir.
Proyectar y representar constituyen actos de la razón que están implicados en la acción
voluntaria, por lo cual, cada persona se experimenta como autora de sus propios actos;
Es activa: la persona y el fin entran en relación por iniciativa del propio sujeto;- es
guiada y ordenada por la razón: porque la inteligencia presenta a la voluntad el objeto
intencional, la acción o el objeto deseado por la voluntad.; por su parte, el juicio racional
establece entre la acción y su fin un motivo (por ej. :quiero hacer esta acción porque es
buena o porque es útil);
Es autorreferencial: pues toda acción voluntaria si bien posee un objeto intencional,
tiene a la propia persona como sujeto, en la medida en que revierte sobre ella misma (ej:
no es posible robar sin que la persona se convierta en ladrón), porque el querer implica
una valoración personal de lo querido que no se da en el conocer como tal y todo lo que el
ser humano hace tiene efectos que no sólo son externos, sino que también, se va
realizando y haciendo a sí mismo.
La objeción de conciencia
Muchas veces las personas se ven obligadas a actuar en contra de lo que en conciencia
consideran bueno o justo. En ocasiones, los superiores por el cargo o poder que detentan, exigen
a sus subordinados que participen en acciones que son incompatibles con el respeto debido a un
determinado valor moral percibido por la conciencia. En estas circunstancias, la persona tiene el
derecho a la objeción de conciencia, es decir, a la resistencia a una orden superior que la
conciencia opone por fidelidad a sus propias convicciones religiosas o morales.
Hábitos morales
Entendemos por hábito una disposición permanente y adquirida para reproducir determinados
actos. Se trata de cualidades estables y no de meras disposiciones transeúntes. Son la base de
todo el desarrollo humano, ya que por ellos las personas aprenden a hablar, a escribir y todas
aquellas actitudes que son propias de éstas, que se adquieren con la educación, permitiéndoles
vivir con dignidad.
Los hábitos se adquieren consciente o inconscientemente, o con escaso margen de conciencia;
en forma voluntaria o involuntaria, ya que se lo puede adquirir por voluntad ajena (por ejemplo,
los hábitos que adquieren los niños pequeños, en los que actúa la voluntad de los padres) o tan
sólo por imitación no consciente.
Sólo la persona humana, por estar dotada de libertad, puede aumentar a través de los hábitos,
el dominio que goza sobre sus actos. El hábito existe cuando se da una inclinación permanente a
obrar en un sentido y, por lo general, se manifiesta como una línea de conducta que caracteriza
a cada individuo.
Valor y bien
Denominamos “bien” a los entes concretos capaces de realizar el valor. Las cosas existen y
tienen una esencia que puede ser captada a través de la inteligencia; pero también ellas
despiertan en los seres humanos sentimientos de adhesión o de re-chazo.
Decimos entonces, que el bien es el sujeto del valor y, un mismo bien puede tener valores
diferentes. Por ejemplo, una joya puede tener el valor belleza y a la vez un valor económico.
Valores morales
Los valores morales sólo son propios de las personas y de sus actos. Todos los demás son valores
de cosas valiosas.
Los valores morales no tienen una especificidad propia, porque se dan en la realización del valor
que ha sido preferido por la persona como más elevado, siempre que haya elegido correctamente.
El acto será bueno cuando se escogió un valor positivo, teniendo en cuenta la jerarquía de los
valores; en caso contrario el acto será malo.
Sólo la persona es sujeto de valores morales porque posee conciencia, libertad y capacidad para
discernir, y por lo tanto, es responsable de sus acciones.
Teorías axiológicas
Con respecto a la realidad del valor, existen dos posiciones axiológicas contrapuestas:
La posición subjetivista: quienes representan esta posición defienden que no existen
cosas valiosas por sí mismas, ni tampoco valores en sí. Los valores dependen de las
opiniones o del gusto de las personas.
La posición objetivista: los defensores consideran que valorar consiste en descubrir
valores, ya que éstos son propiedades de las cosas. Esto implica afirmar que los valores
existen con independencia del sujeto que valora.
Deontología (L)
Del participio griego deon = lo que conviene, se refiere al conjunto de principios y reglas éticas
que regulan y guían una actividad profesional. Dichas normas determinan los deberes
mínimamente exigibles a los profesionales en el desempeño de su actividad y por lo general son
establecidas por el propio colectivo profesional, que los institucionaliza mediante los códigos de-
ontológicos. Éstos son documentos que rigen la actuación de los representantes de una
profesión con el fin de que a través del buen hacer se obtengan resultados deseables.
Deberes y derechos
Los hombres establecieron pautas de comportamiento social que hacen a la cultura de los
pueblos.
Los deberes: deber es todo aquello que está obligado a cumplir el hombre para dar
satisfacción a las demandas sociales que su vida de relación le impone. El primero de sus
deberes es subsistir, y luego, como un mandato natural de solidaridad, el permitir a sus
semejantes realizarse como personas humanas.
Los derechos: el derecho es la facultad de hacer o de exigir todo aquello que le está
permitido por las leyes naturales, por las positivas y por las normas de comportamiento
social. En este campo encontramos el derecho a la vida, y a la libertad y todos aquellos
que no entren en colisión con los derechos de los demás.
Así el derecho de ser feliz y a realizarse como persona tiene su correlato con la obligación que
tiene la organización social de permitirlo.
Características de la profesión
Es una actividad humana: El trabajo, en tanto acción y efecto de trabajar, es la facultad
del hombre de poner en ejecución sus aptitudes con una finalidad útil para su realización
como persona, en su vida de relación social.
Es el ejercicio de una vocación: El ejercicio de una profesión o de un empleo requiere de
la vocación, que idealmente resulta de la libre elección del trabajador.
Implica un esfuerzo: Todo trabajo implica un esfuerzo intelectual y físico, porque
significa poner en disposición de hacer las potencias del hombre.
Es un factor productivo: El ejercicio de una profesión es un factor productivo, tanto para
el sujeto que la ejerce, pues mediante la misma obtiene los medios necesarios para su
subsistencia; como para la sociedad, que es enriquecida con el servicio recibido.
Es un fideicomiso social: La sociedad hace posible que el hombre adquiera una
profesión con el fin de que aplique en forma ordenada y racional, parte de su actividad a
la consecución de cualquiera de los fines inmediatos y fundamentales para la vida
humana.
El profesional
El servicio que realiza el profesional dentro de la sociedad y actuando con carácter público
requiere:
Conciencia profesional: El ejercicio de una profesión tiene íntima relación con la moral
que debe imprimirse a todos los actos relacionados con el servicio que se presta.
Deontología propia: cada una de las profesiones ejercidas por los hombres tiene
características propias, que hacen que deba regirse por normas éticas de
comportamiento, aplicadas a su caso particular.
La especialización: Hoy es imposible la práctica eficiente de una profesión sin un mínimo
de especialización; pero no debe perder la visión general de los problemas de su profesión.
La especialización posibilita el dominio en profundidad de un sector de la actividad
profesional y confiere al profesional una autoridad moral dentro de la profesión.
Seriedad profesional: El profesional está obligado a brindar a sus clientes el máximo de
seguridad profesional, sobre todo si de eso depende la vida, salud o los bienes del cliente.
La defensa de los derechos de la persona humana: La persona no puede nunca estar
subordinada a algo inferior a ella. Dentro de su jurisdicción (al menos moral) el
profesional debe ser celoso custodio de los derechos de la persona humana.
La defensa de la vigencia de un orden socialmente más justo: La sociedad trae al
individuo múltiples bienes; pero esto no es un privilegio para unos pocos que dirigen la
sociedad. Se debe buscar el bienestar de la sociedad entera, sin exclusión de ningún
sector.
Ética empresarial
La Ética Empresarial es la consideración y aplicación de los principios generales de la Ética al
ámbito de la empresa. El objeto material de esta disciplina son las “decisiones y acciones en el
ámbito de la vida de la empresa, en que las pautas o marcos de referencia de los agentes
(individuales o colectivos) no se limitan a aspectos económicos, políticos o técnicos, sino también
incluyen la referencia a valores o normatividad moral: es decir, se trata de eventos en que es
posible llegar a un juicio de valor moral. Esos eventos se dan en el interior de instituciones
empresariales, pero también en sus relaciones externas, con otras empresas, sindicatos, Estado,
etc. Se tratan problemas referidos a la producción de rendimientos internos: sobre la dirección y
desarrollo de personal; procesos productivos; configuración del pro-ducto y sobre Dirección.
Según Adela Cortina La Ética Empresarial posee las siguientes características:
No es una ética de la convicción, sino una de la responsabilidad por las consecuencias de
las decisiones que se toman.
Puesto que la actividad empresarial tiene una finalidad, que le es legítima y de la que
cobra todo su sentido (servir a los consumidores que son los afectados a cuyo servicio se
encuentra la actividad de la empresa), queda deslegitimada la que olvide esta finalidad.
Los miembros de la empresa son también interlocutores válidos, cuyos derechos tienen
que ser respetados al nivel de una conciencia moral como la que socialmente hemos
alcanzado; de ahí que queden fuera de época las prácticas humillantes y las
desconsideraciones.
Los miembros de la empresa también deben cumplir con sus obligaciones y
corresponsabilizarse por la marcha de la empresa a la que se pertenece; de ahí que la
cooperación haya de tomar el lugar del conflicto y la corresponsabilidad el lugar de la
apatía.
Una empresa actual ha de atenerse a un marco postconvencional de justicia, no sólo
legal, sino ante todo moral.