UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA (UNAD)

ESTÉTICA

PEDRO ANTONIO BALLÉN BALLESTEROS

CÓDIGO: 1013607921

GRUPO
401210_1

DAYRO IVAN VASQUEZ

TUTOR

LA PLATA, 20 DE MAYO DE 2019

 KUMO XV; LA RESPUESTA DE UN TRABAJO ARTÍSTICO QUE LLEVA A
LA AUTO-COMPRENSIÓN Y AL AUTO-RECONOCIMIENTO.
ARTISTA: OMAR RAYO (1928-2010)

INTRODUCCIÓN

Toda obra o experiencia artística tiene como fin, de alguna manera, expresar
parte de lo que el artista ha querido desde un inicio. Me atrevo a decir que una
parte, ya que por más esfuerzo que el artista ponga en su obra, jamás su
trabajo podrá expresar la totalidad de lo que este quiere mostrar. Sin embargo,
si puede dar a dichos observadores la posibilidad de trascender, no solo en un
campo artístico sino además en uno ontológico. En este ensayo quiero
presentar una obra (Kumo XV) obra del artista colombiano Omar Rayo, quien
por medio de su trabajo, ha querido que el que contempla sus obras trascienda
a un escenario al que considero pertinente llamar de auto-comprensión y auto-
reconocimiento. Sin duda toda obra o experiencia estética, en algún modo,
pretenden tal fin. Sin embargo, lo que intento con este ensayo es argumentar
cómo este artista permite con sus obras escenarios que otros artistas no han
logrado.
Para ello veo necesario comenzar presentando a dicho artista y subrayar de
manera respetuosa los diferentes aportes que ha dado, no solo al arte
colombiano sino al arte en general. Su estilo tan propio ha llevado a que otros
artistas fijen la mirada en sus obras y que de esta manera también puedan ser
vistas en más de 200 exposiciones en todo el mundo. Luego buscaré las
palabras correctas para exponer la concepción artística con la que se puede
ver no solo esta sino todas las obras de tan excelente artista. Finalmente
expondré la manera como esta obra se puede analizar y la trascendencia que
tiene en la sociedad de hoy.
Omar Rayo fue un artista colombiano que fue reconocido por sus aportes en la
pintura. Comenzando por la caricatura y luego de vivir en diferentes ciudades
del mundo, se centró en arte muy particular que lo llevó a ser reconocido como
uno de los mayores artistas del siglo XXI. Más de dos mil obras muestran el
trabajo de un artista que trabajó siempre con un estilo propio, abriendo paso y
motivando a otros artistas por defender estilos nuevos.
La obra de Rayo está dedicada a la figura geométrica sin ser abstracto. Su
estilo original, con imágenes claras, pinta objetos concretos. Es un arte
geométrico-óptico, que aprovecha los cuadrados, los rectángulos y las líneas
en zig zag y se expresa con el blanco, el negro y el rojo. Demuestra que el arte
geométrico pertenece tanto al pasado ancestral como al futuro incierto.
Utilizando el rastro de los ancestros indígenas, descubre nuevas maneras de
ejecutar y presentar los intrincados laberintos visuales y geométricos
Frente a los colores que manejaba en sus obras, él decía: “En mi caso los
colores puros son letras de un alfabeto que me pertenece. Entonces, el color
es una redundancia, me quedo con la cosa pura, con la cosa directa y
elemental”.
Algunos de los temas abordados a lo largo de su trayectoria han sido los
diseños precolombinos, los nudos, los arlequines, las cajas de cartón, cintas,
agujas, abrelatas, guantes, y otros objetos de uso diario. Como grabador, arte
en el que incursiona en 1959, desarrolla una técnica estilística muy especial,
llamada Intaglio. Se trata de grabados en relieve, producidos por medio de
planchas de cobre de cuatro a cinco centímetros de espesor, que se barnizan
con gruesas capas de pintura para impedir la acción total del baño de ácido
nítrico y dejen al descubierto el espacio del grabado.
Sin duda el estilo de Omar Rayo no solo es novedoso sino además único y esto
hizo que sus obras llamaran la atención y terminaran siendo expuestas en
tantos países. Al igual que los demás artistas, Omar Rayo también ha trabajado
con el fin de exponer obras, no solo que tienen su sello impreso sino además,
que llevan al espectador a trascender en el campo metafísico. Esto es lo que
Zuleta llama un escenario artístico auténtico, es decir, cuando la obra no solo
es el culmen del trabajo del artista, sino que este es el comienzo para que el
espectador pueda, luego de interactuar con ella, trascender en su belleza y en
él mismo como proceso ontológico.
Es así como podemos sugerir que no todos los artistas cuentan con la
capacidad de abordar este escenario metafísico. Cabe preguntarnos si arte es
solo contemplar la obra terminada por el artista o si arte aborda también, y
sobre todo, el espacio que tiene el espectador para auto-reconocerse y auto-
comprenderse, todo esto mediante la obra que transporta al hombre a verse
cara a cara con su ser.
Es por esta razón que he querido trabajar una obra de Omar Rayo, puesto que
su estilo tan propio proporciona al arte la posibilidad de que el hombre, no solo
se sienta identificado con sus obras, sino que además pueda hacer un proceso
metafísico en el que se reconozca dentro de una cultura concreta, una realidad
problemática y un futuro incierto, pero a la vez esperanzador. Esto es,
definitivamente, el mayor aporte que puede realizar un artista en la vida de otro
que contempla su arte. Poder llevar a que una sociedad se identifique con una
obra y esto le permita filosofar, pero más aún buscar una trascendencia
concreta, es sin duda lo que Zuleta llama el arte auténtico. Es decir, el
escenario en el que la obra no es el fin del artista, sino que viene a convertirse
en el medio por el cual el hombre logra alcanzar “la belleza” de su ser.
Kumo XV es una obra que juega con la idea de pasado y futuro. El artista
recrea en su obra una realidad y un escenario que sin duda deja por fuera la
percepción de un trabajo mediocre o sin sentido. El artista es creativo, pero al
mismo tiempo tiene claro y preconcebido cada color para dar un sentido a su
obra. Esta obra no es el resultado del azar o del juego de colores, sino de un
trabajo serio y responsable que busca introducir, a quien la contempla, en una
dimensión donde pasado y futuro se unen en un solo tiempo.

Vale aclarar que el estilo de Omar Rayo no es de tipo abstracto, ya que sus
obras cuentan con figuras geométricas muy bien definidas, así como el uso de
los colores. Su estilo tan propio ha llevado a que otros artistas experimenten
por trabajar en aspectos concretos de la naturaleza, así como lo ha hecho
Omar Rayo.
La concepción estética como puede verse dicha obra es mediante la auto-
comprensión y el auto-reconocimiento. Es decir, el trabajo que ha realizado el
artista no es el fin, es tan solo una parte de la finalidad que tiene la obra, ya
que es con la contemplación de esta que el hombre puede auto-comprenderse
y con ello me refiero a que el hombre puede entender el equilibrio que existe en
ella. De igual modo puede auto-reconocerse, ya que la obra lleva a la
repregunta, a filosofar, a trascender en un mundo lleno de interrogantes. Esto
es lo que hace de esta obra el hecho de que sea valiosa. Ahora bien, a esta
concepción, de la cual hablaremos más adelante con mayor claridad, podemos
agregar que existe también un aspecto multi-interpretativo, es decir, que la obra
da para que quien la contempla saque muchas interpretaciones o verdades.
Con esto quiero subrayar el aspecto de “obra abierta” u “obra múltiple”, una
obra que no tiene como fin x idea o y interpretación, sino que queda abierta a
lo que el observador pueda sacar o deducir de ella. No estamos viendo la
pintura de un caballo que corre sobre un verde prado, pues si el artista hubiera
pintado esto, puestos ería lo que veríamos. Al ser una obra de tipo “abierta” nos
proporciona el espacio para interpretarla de diferentes maneras, pero sobre
todo de llevarnos a trascender con ella. Es así como “El valor de la obra de
arte, no residirá tanto en su contenido político o social, como si en su forma,
pues antes de ser una reflexión crítica de la realidad es en primer lugar una
experiencia no a pesar de nuestros conflictos sino mediante ellos.” (Cristhian
P.L. 2015, Pág. 76)
Con base en este tipo de concepción Zuleta dirá en su tesis: “El arte es
esencial a la producción humana de un orden simbólico, es la necesidad más
esencial del encuentro de un mundo habitable. El arte si es una necesidad
primordial” (Cristhian P.L. 2015, Pág. 79) Esta obra tiene un carácter de
recuerdo como asegura que lo hay, según Zuleta, en toda obra artística
auténtica.
Finalmente la manera como se puede analizar esta obra radica concretamente
en la realidad del mundo y particularmente la que vive Colombia hoy. Si bien
es cierto que el artista vivió en diferentes países, también es cierto que la
mayor parte de sus obras fueron elaboradas y expuestas en Colombia como su
país natal. Esto le da mayor claridad a la manera como estas deben ser vistas
y por ende analizadas.
Para Zuleta “La experiencia estética es la posibilidad que ofrece el arte de
reconocer autónomamente, y por la vía sensible, nuestra identidad individual y
cultural” (Cristhian P.L. 2015, Pág. 67) es por ello que en Kumo XV se ve
reflejada una cultura concreta y una realidad concreta y al ser pensadas por la
auto-comprensión y el auto-reconocimiento, entonces toman un sentido mayor.
El valor de las obras de arte no solo radica en la idea y el trabajo del artista,
sino que en gran medida depende de la “contemplación” que se tenga de ellas
por parte de quien las observa, así como de las diferentes interpretaciones que
resultan de ello.
La Gioconda, por ejemplo, obra de Leonardo Da Vinci, es un ejemplo claro de
una obra que no solo es la respuesta de un trabajo artístico auténtico, sino que
además es una obra abierta, con múltiples interpretaciones. Una obra, que a
pesar de ser muy concreta a la vista, ya que es una mujer, sí da a sus
espectadores la posibilidad de trascender y poder concluir o interpretar la
esencia de la obra de muchas maneras. Es tan así que a la fecha la pintura
sigue siendo estudiada; ya sea por el enigma de su sonrisa o por la técnica
usada. Este es un claro ejemplo, así como lo es Kumo XV, de que el arte no
tiene como fin presentar cosas (pinturas, esculturas, etc.) sino que su mayor
valor se encuentra cuando estas llevan a que el hombre se reconozca en ellas.
De aquí que, a mi parecer y al de muchos, el arte sea considerado como una
de las disciplinas más sublimes. Pues lleva al hombre a contemplar
dimensiones antes inimaginables.
En Omar Rayo se cumple lo que dice Christian perdigón: “El artista no tiene
más camino que la exploración de sus conflictos. El artista no tiene
convicciones. El arte nunca es la ejemplificación de una tesis. El arte es
exploración” (Cristhian P.L. 2015, Pág. 74) claramente en Kumo XV se puede
contemplar una exploración constante del artista, buscando que tanto esta obra
como las demás lleven al arte a otro nivel, a un desarrollo que vaya
direccionado por escenarios trascendentes.
Como conclusión podemos resaltar que Omar Rayo no solo ha sido un
innovador en el arte, sino que además, ha querido aportarle un aspecto más
trascendente. Siendo la obra de arte no el fin, sino la posibilidad de que quien
contempla la obra pueda pasar a una dimensión más auténtica.
Las obras de Omar Rayo se entienden desde la concepción de auto-
comprensión y auto-reconocimiento, ya que ninguna otra puede abordarlas sin
dejar por fuera alguno de los aspectos que el artista ha buscado en su trabajo,
tales como identidad, esencia y reconocimiento.
El arte de Omar Rayo es en esencia una copia del pensamiento de Zuleta, ya
que ambos conciben a este como el espacio para que el hombre pueda
relacionarse con la cultura, pero no quedarse allí, sino que pueda también
trascender en sí mismo. Con ello no quito valor al trabajo de Omar Rayo, ya
que al decir que es copia de Zuleta hago referencia a la esencia o noción de
arte.
 BIBLIOGRAFÍA

 Perdigón, L. C. (2015). Filosofía y literatura: la experiencia estética en

Estanislao Zuleta. Bogotá, COLOMBIA: Editorial Universidad del
Rosario. Págs. 1 a 90 Recuperado en:
http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2077/lib/unadsp/reader.action?
ppg=1&docID=11323081&tm=1488897086975 Julio 2018
 https://www.quien.net/omar-rayo.php