LOS CAMINOS DEL SEÑOR Padre Simón: No todas las personas son lo que
aparentan, Miguel. Si me convertí en cura, fue
PRIMER ACTO porque Dios me mostró su amor cuando más lo necesitaba, aunque antes tuve que aprender la Miguel y Andrés, dos chicos de primaria, se lección de la forma más dolorosa. Uno de los encuentran peleando en un salón de clases compañeros a los que acosaba, sufrió un terrible vacío. Miguel tumba a Andrés en el piso y le da accidente por mi culpa. Por esa razón me un puñetazo en la cara, que lo hace chillar. Una enviaron a la correccional, donde tuve que profesora entra corriendo en escena, enfrentarme a chicos más grandes que yo. Al acompañada por un hombre vestido de cura. salir de allí me sentía tan solo… hasta que conocí Profesora: ¡Sepárense! ¡Sepárense ahora a Jesús y su mensaje de amor, y me arrepentí de mismo! (Jala a Miguel con esfuerzo y se arrodilla lo que había hecho. para ver a Andrés). ¡¿Qué pasó aquí?! ¡¿Por qué Miguel (sorprendido): ¿Es verdad lo que me le hiciste esto a tu compañero?! dice? Antonio: ¡Él me odia! ¡Siempre me está Padre Simón: Sí, por eso he dedicado toda mi pegando! vida adulta a ayudar a los demás y ser Profesora: Miguel, ¿qué es lo que tienes que compasivo. Quiero ayudarte Miguel, antes de decir al respecto? que pases por lo que yo pasé.
(El niño solo baja la cabeza, enfurruñado.) TERCER ACTO
Profesora: ¡Miguel, respóndeme! (Miguel entra en escena, mirando a Andrés que
habla con la profesora. Le han curado el golpe y Padre Simón: Si me permite profesora, creo que luce desanimado) debo hablar con este muchacho. Atienda a Andrés mientras tanto. Acompáñame, hijo. Miguel: Andrés, perdóname por haberte pegado. No pensé en las consecuencias. (El padre Simón guía a Miguel fuera de escena, mientras la maestra analiza a Antonio) Andrés (cabizbajo): ¿No vas a arrepentirte después para volver a golpearme? SEGUNDO ACTO Miguel: Te prometo que no volveré a (Miguel y el padre Simón aparecen de nuevo en molestarte, quiero ser tu amigo. ¿Puedo? el escenario, dentro de un salón de clases distinto) Ambos se miran y se abrazan como buenos amigos. El padre Simón entra en escena y sonríe. Padre Simón: Sabes que está mal molestar a tus compañeros, ¿no, Miguel? Te puedes hacer Profesora: Vaya padre, no sé qué fue lo que le mucho daño. dijo a Miguel, pero menos mal que hablaron. ¿Qué fue lo que le dijo exactamente? Miguel: ¿Yo? ¡Los que salen lastimados son ellos! ¡Tengo que hacerme respetar! Padre Simón: Nada en especial, hija mía. Simplemente que Dios tiene sus formas de Padre Simón: ¿Por qué estás tan molesto? darnos grandes lecciones. Miguel: ¡Eso que le importa!
Padre Simón (suspirando): No me lo digas si no FIN
quieres, pero deja que te cuente una historia. Hace mucho tiempo, yo era igual a ti. Lastimaba a mis compañeros para sentirme mejor conmigo mismo, porque tenía muchos problemas en casa. Era muy cruel.